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Batalla de los Corrales Viejos

Batalla de los Corrales Viejos (ciudad de Buenos Aires, 22 de junio de 1880) fue el último combate de las guerras civiles argentinas, en el marco de la Revolución de 1880. La victoria de las fuerzas nacionales obligó a los rebeldes de la provincia de Buenos Aires a aceptar las imposiciones del gobierno nacional.

Antecedentes

Las guerras civiles argentinas, iniciadas en 1814, sacudieron periódicamente al país durante dos tercios del siglo XIX. Las causas principales estuvieron centradas en la oposición de las provincias interiores a las posturas políticas y económicas de la ciudad y provincia de Buenos Aires, y a su pretensión de dominarlas de distintas formas. La victoria de Buenos Aires en 1861 inició la rápida decadencia del partido federal, que fue completamente vencido en unos doce años.

Quedaba aún por resolver el estatus legal de la capital de la Nación: la Constitución Argentina de 1853 obligaba a federalizar el territorio de la ciudad que se nombrara capital del país. Varios proyectos de trasladar la capital a ciudades del interior del país —Rosario, Villa María— habían sudo ya desechados, y la ciudad de Buenos Aires seguía siendo capital tanto de la Nación como de la Provincia, sin federalizar su territorio. A través de esta indefinición, la provincia de Buenos Aires lograba presionar activamente al gobierno nacional, especialmente desde 1868 en adelante, cuando comenzó a recaer en personajes provincianos. El Partido Autonomista Nacional, organizado para resistir esas presiones, logró una completa victoria en 1874, pero el nuevo presidente Nicolás Avellaneda no logró imponer la solución deseada a la rebelde provincia a lo largo de su gobierno.

Una de las razones más poderosas para la continuación de esa situación anómala fue la capacidad del gobierno provincial para convocar y armar sus poderosas milicias, que se consideraban suficientes para oponerse al Ejército nacional. Cuando el candidato oficialista Julio Argentino Roca, provinciano también, fue elegido con el apoyo de los gobernadores del interior, el gobernador Carlos Tejedor se lanzó a la revolución y armó sus milicias antes de la asunción de Roca.

El presidente Avellaneda abandonó la ciudad y declaró capital provisional al vecino pueblo de Belgrano, hoy un barrio de la capital. Rodeó la ciudad de Buenos Aires con divisiones del Ejército nacional traídas de las provincias interiores y de la frontera con los indios del sur, y lanzó a sus fuerzas al ataque.

La batalla de Olivera fue un fracaso de las fuerzas nacionales, que no pudieron impedir el ingreso a la capital de las milicias del interior de la provincia, al mando de José Inocencio Arias. La siguiente batalla, en Barracas, tampoco fue una clara victoria táctica de los nacionales, pero encerró a los porteños en el interior de la ciudad. Al día siguiente, la batalla de Puente Alsina permitió a los nacionales ocupar los puentes sobre el Riachuelo, ocupando todos los accesos a la ciudad. Las fuerzas porteñas se concentraron en la Meseta de los Corrales Viejos —es decir, los barrios altos al norte del Riachuelo— y los nacionales decidieron atacar a estas fuerzas antes de ocupar militarmente el centro de la ciudad.

La batalla

Las fuerzas nacionales estaban concentradas en el antiguo matadero de la ciudad, con sus galpones y corrales, unido por la calle Rioja con la plaza Miserere, donde se encontraba el comando militar porteño. Los corrales estaban ubicados en una posición algunos metros más alta que el resto de la zona, lo que permitía controlar los accesos. El general nacional Levalle, que había luchado en Barracas, se lanzó al ataque contra esas posiciones al saber que las tropas de Eduardo Racedo había ocupado Puente Alsina y que las fuerzas porteñas de José Inocencio Arias se replegaban a la ciudad. Al frente de las fuerzas bonaerenses en los Corrales se encontraba el coronel Hilario Lagos (hijo), y fue reforzado con cadetes de la Escuela Naval, cuatro batallones de infantería y las tropas de caballería que Arias había enviado desde Puente Alsina.

Al acercarse las tropas nacionales, la artillería y fusilería de Lagos barrieron desde la altura a las fuerzas atacantes, que cargaron en tres oportunidades pero fueron rechazadas con importantes pérdidas. En la esquina de Rioja y Caseros, donde se encontraba el edificio de la Comisaría de los Corrales, se produjeron los choques más violentos.

Solo después de incorporar a sus fuerzas la artillería nacional, Levalle obligó a Lagos a replegar su propia artillería, con lo que los defensores comenzaron a sufrir gran cantidad de bajas. Lagos afirmó más tarde que había logrado sostener sus posiciones, lo cual es parcialmente cierto: no había sido obligado a abandonarlas, pero se había replegado sobre los galpones y la comisaría de los Corrales. A las 14 horas, Lagos recibió la orden de replegarse hacia Plaza Miserere, operación que cumplió sin ser perseguido sino de lejos.

Las fuerzas porteñas quedaron centradas en los límites de la ciudad propiamente dicha, es decir del área densamente edificada. Si bien esas posiciones no volvieron a ser atacadas, la batalla no dejaba lugar a dudas de que los rebeldes estaban cediendo cada vez más posiciones: si había nuevos combates, estos serían en el interior de la ciudad, con los consiguientes daños para la población civil. Por otro lado, ambos bandos habían sufrido enorme cantidad de bajas, especialmente los porteños. Encerrados en su ciudad, sin posibilidad real de contraatacar, habiendo perdido buena parte de su armamento y sus municiones, su situación era sencillamente desesperada. La batalla de los Corrales Viejos confirmó esa sensación en ambas partes.

Al día siguiente, con buen criterio, los nacionales no intentaron volver a atacar a las posiciones porteñas, aunque el coronel Francisco Bosch logró cruzar una línea de tiradores con un tren durante la madrugada, y enseguida ocupar la Estación Constitución.

El final de la última guerra civil

El 23 de junio, el gobernador nombró comandante en jefe de las fuerzas provinciales al expresidente Bartolomé Mitre, partidario evidente de los rebeldes pero que no se había comprometido hasta entonces. Éste se reunió con todos los jefes militares y con el gobernador, y al día siguiente comenzó a negociar con las fuerzas nacionales el fin de las hostilidades. Roca aceptó negociar un armisticio sin llamarlo rendición, pero en la práctica la ciudad rebelde se estaba rindiendo a discreción.

El 30 de junio, el gobernador Tejedor presentó su renuncia:

"El honor está salvado. pero era necesario salvar también las instituciones, por la guerra o por la paz… mi persona no será un inconveniente, había dicho siempre. He echado una mirada alrededor nuestro, y ahora estamos solo. Bloquea nuestro puerto una escuadra formada con nuestros propios tesoros para una guerra extranjera."
"Se trata, pues, de una guerra sin más allá. Os presento mi renuncia…"

Avellaneda no aceptó una solución a medias. Intervino la provincia de Buenos Aires y disolvió las milicias provinciales. Por una ley del 21 de septiembre de ese año, declaró a la ciudad de Buenos Aires capital de la Nación. Poco después de la asunción presidencial de Roca, la legislatura provincial aceptó la federalización de la ciudad, a pesar de la oposición de unos pocos diputados, entre ellos Leandro Alem.

Aún habría varias revoluciones en la Argentina, algunas de corte popular y otras cuyo origen sería puramente militar. Hasta finales del siglo XX, la violencia política renacería una y otra vez. Pero no serían guerras civiles, como las conoció el país hasta entonces, con operaciones territoriales que duraban, como mínimo, varias semanas. Y tampoco estuvo en cuestión la capital de la Nación, ni su preeminencia o no sobre el resto del país. Sus causas serían ideológicas, no geográficas. Y su desarrollo sería muy diferente.

La batalla de los Corrales Viejos fue la última batalla de las guerras civiles del siglo XIX, y no hubo más guerras civiles en la Argentina.

Bibliografía

  • Serrano, Mario A., La capitalización de Buenos Aires, Ed. Círculo Militar, Bs. As., 1995.
  • Gassio, Guillermo H. y San Román, María C., La conquista del progreso. Memorial de la Patria, tomo XIV, Ed. La Bastilla, Bs. As., 1984.
  • Sáenz Quesada, María, Argentina, capital Belgrano, Revista Todo es Historia, nro. 59.



  •   Datos: Q4871600

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Para la batalla de la Guerra del Chaco de 1933 vease Batalla de Corrales Batalla de los Corrales Viejos ciudad de Buenos Aires 22 de junio de 1880 fue el ultimo combate de las guerras civiles argentinas en el marco de la Revolucion de 1880 La victoria de las fuerzas nacionales obligo a los rebeldes de la provincia de Buenos Aires a aceptar las imposiciones del gobierno nacional Batalla de la Meseta de los Corrales o de los Corrales ViejosGuerras civiles argentinasFecha21 de junio de 1880LugarCiudad de Buenos Aires ArgentinaCoordenadas34 38 00 S 58 24 00 O 34 63333333 58 4 Coordenadas 34 38 00 S 58 24 00 O 34 63333333 58 4ResultadoVictoria del Ejercito ArgentinoBeligerantesEjercito Argentino Ejercito de la Provincia de Buenos AiresComandantesNicolas Levalle Hilario Lagos hijo editar datos en Wikidata Indice 1 Antecedentes 2 La batalla 3 El final de la ultima guerra civil 4 BibliografiaAntecedentes EditarLas guerras civiles argentinas iniciadas en 1814 sacudieron periodicamente al pais durante dos tercios del siglo XIX Las causas principales estuvieron centradas en la oposicion de las provincias interiores a las posturas politicas y economicas de la ciudad y provincia de Buenos Aires y a su pretension de dominarlas de distintas formas La victoria de Buenos Aires en 1861 inicio la rapida decadencia del partido federal que fue completamente vencido en unos doce anos Quedaba aun por resolver el estatus legal de la capital de la Nacion la Constitucion Argentina de 1853 obligaba a federalizar el territorio de la ciudad que se nombrara capital del pais Varios proyectos de trasladar la capital a ciudades del interior del pais Rosario Villa Maria habian sudo ya desechados y la ciudad de Buenos Aires seguia siendo capital tanto de la Nacion como de la Provincia sin federalizar su territorio A traves de esta indefinicion la provincia de Buenos Aires lograba presionar activamente al gobierno nacional especialmente desde 1868 en adelante cuando comenzo a recaer en personajes provincianos El Partido Autonomista Nacional organizado para resistir esas presiones logro una completa victoria en 1874 pero el nuevo presidente Nicolas Avellaneda no logro imponer la solucion deseada a la rebelde provincia a lo largo de su gobierno Una de las razones mas poderosas para la continuacion de esa situacion anomala fue la capacidad del gobierno provincial para convocar y armar sus poderosas milicias que se consideraban suficientes para oponerse al Ejercito nacional Cuando el candidato oficialista Julio Argentino Roca provinciano tambien fue elegido con el apoyo de los gobernadores del interior el gobernador Carlos Tejedor se lanzo a la revolucion y armo sus milicias antes de la asuncion de Roca El presidente Avellaneda abandono la ciudad y declaro capital provisional al vecino pueblo de Belgrano hoy un barrio de la capital Rodeo la ciudad de Buenos Aires con divisiones del Ejercito nacional traidas de las provincias interiores y de la frontera con los indios del sur y lanzo a sus fuerzas al ataque La batalla de Olivera fue un fracaso de las fuerzas nacionales que no pudieron impedir el ingreso a la capital de las milicias del interior de la provincia al mando de Jose Inocencio Arias La siguiente batalla en Barracas tampoco fue una clara victoria tactica de los nacionales pero encerro a los portenos en el interior de la ciudad Al dia siguiente la batalla de Puente Alsina permitio a los nacionales ocupar los puentes sobre el Riachuelo ocupando todos los accesos a la ciudad Las fuerzas portenas se concentraron en la Meseta de los Corrales Viejos es decir los barrios altos al norte del Riachuelo y los nacionales decidieron atacar a estas fuerzas antes de ocupar militarmente el centro de la ciudad La batalla EditarLas fuerzas nacionales estaban concentradas en el antiguo matadero de la ciudad con sus galpones y corrales unido por la calle Rioja con la plaza Miserere donde se encontraba el comando militar porteno Los corrales estaban ubicados en una posicion algunos metros mas alta que el resto de la zona lo que permitia controlar los accesos El general nacional Levalle que habia luchado en Barracas se lanzo al ataque contra esas posiciones al saber que las tropas de Eduardo Racedo habia ocupado Puente Alsina y que las fuerzas portenas de Jose Inocencio Arias se replegaban a la ciudad Al frente de las fuerzas bonaerenses en los Corrales se encontraba el coronel Hilario Lagos hijo y fue reforzado con cadetes de la Escuela Naval cuatro batallones de infanteria y las tropas de caballeria que Arias habia enviado desde Puente Alsina Al acercarse las tropas nacionales la artilleria y fusileria de Lagos barrieron desde la altura a las fuerzas atacantes que cargaron en tres oportunidades pero fueron rechazadas con importantes perdidas En la esquina de Rioja y Caseros donde se encontraba el edificio de la Comisaria de los Corrales se produjeron los choques mas violentos Solo despues de incorporar a sus fuerzas la artilleria nacional Levalle obligo a Lagos a replegar su propia artilleria con lo que los defensores comenzaron a sufrir gran cantidad de bajas Lagos afirmo mas tarde que habia logrado sostener sus posiciones lo cual es parcialmente cierto no habia sido obligado a abandonarlas pero se habia replegado sobre los galpones y la comisaria de los Corrales A las 14 horas Lagos recibio la orden de replegarse hacia Plaza Miserere operacion que cumplio sin ser perseguido sino de lejos Las fuerzas portenas quedaron centradas en los limites de la ciudad propiamente dicha es decir del area densamente edificada Si bien esas posiciones no volvieron a ser atacadas la batalla no dejaba lugar a dudas de que los rebeldes estaban cediendo cada vez mas posiciones si habia nuevos combates estos serian en el interior de la ciudad con los consiguientes danos para la poblacion civil Por otro lado ambos bandos habian sufrido enorme cantidad de bajas especialmente los portenos Encerrados en su ciudad sin posibilidad real de contraatacar habiendo perdido buena parte de su armamento y sus municiones su situacion era sencillamente desesperada La batalla de los Corrales Viejos confirmo esa sensacion en ambas partes Al dia siguiente con buen criterio los nacionales no intentaron volver a atacar a las posiciones portenas aunque el coronel Francisco Bosch logro cruzar una linea de tiradores con un tren durante la madrugada y enseguida ocupar la Estacion Constitucion El final de la ultima guerra civil EditarEl 23 de junio el gobernador nombro comandante en jefe de las fuerzas provinciales al expresidente Bartolome Mitre partidario evidente de los rebeldes pero que no se habia comprometido hasta entonces Este se reunio con todos los jefes militares y con el gobernador y al dia siguiente comenzo a negociar con las fuerzas nacionales el fin de las hostilidades Roca acepto negociar un armisticio sin llamarlo rendicion pero en la practica la ciudad rebelde se estaba rindiendo a discrecion El 30 de junio el gobernador Tejedor presento su renuncia El honor esta salvado pero era necesario salvar tambien las instituciones por la guerra o por la paz mi persona no sera un inconveniente habia dicho siempre He echado una mirada alrededor nuestro y ahora estamos solo Bloquea nuestro puerto una escuadra formada con nuestros propios tesoros para una guerra extranjera Se trata pues de una guerra sin mas alla Os presento mi renuncia Avellaneda no acepto una solucion a medias Intervino la provincia de Buenos Aires y disolvio las milicias provinciales Por una ley del 21 de septiembre de ese ano declaro a la ciudad de Buenos Aires capital de la Nacion Poco despues de la asuncion presidencial de Roca la legislatura provincial acepto la federalizacion de la ciudad a pesar de la oposicion de unos pocos diputados entre ellos Leandro Alem Aun habria varias revoluciones en la Argentina algunas de corte popular y otras cuyo origen seria puramente militar Hasta finales del siglo XX la violencia politica renaceria una y otra vez Pero no serian guerras civiles como las conocio el pais hasta entonces con operaciones territoriales que duraban como minimo varias semanas Y tampoco estuvo en cuestion la capital de la Nacion ni su preeminencia o no sobre el resto del pais Sus causas serian ideologicas no geograficas Y su desarrollo seria muy diferente La batalla de los Corrales Viejos fue la ultima batalla de las guerras civiles del siglo XIX y no hubo mas guerras civiles en la Argentina Bibliografia EditarSerrano Mario A La capitalizacion de Buenos Aires Ed Circulo Militar Bs As 1995 Gassio Guillermo H y San Roman Maria C La conquista del progreso Memorial de la Patria tomo XIV Ed La Bastilla Bs As 1984 Saenz Quesada Maria Argentina capital Belgrano Revista Todo es Historia nro 59 Datos Q4871600Obtenido de https es wikipedia org w index php title Batalla de los Corrales Viejos amp oldid 129590393, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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