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Batalla de India Muerta (1845)

La Batalla de India Muerta, librada el 27 de marzo de 1845 junto al arroyo de ese nombre en el actual departamento de Rocha, Uruguay, fue uno de los hechos de armas más significativos de la llamada Guerra Grande y tuvo como resultado el triunfo de los partidarios del presidente blanco Manuel Oribe y la derrota definitiva del caudillo colorado Fructuoso Rivera.

Batalla de India Muerta
la Guerra Grande y las Guerras civiles argentinas
Parte de Guerra Grande
Fecha 27 de marzo de 1845
Lugar Norte del Departamento Rocha, Uruguay
Resultado Victoria decisiva de los federales y blancos
Beligerantes
Comandantes
Fuerzas en combate
Total: 3.000[1]​-6.000[2]
4.000 entrerrianos[2]
2.000 uruguayos[2]
Total: 3.000[2]​-4.000[1]
Bajas
Desconocidas, bajas 400[1]​-1.000[2]​muertos
500 prisioneros[1]

Antecedentes

Desde su surgimiento los partidos tradicionales del Uruguay, nacionales o blancos y colorados aparecen vinculados respectivamente a las dos grandes fuerzas políticas argentinas de ese tiempo: federales y unitarios. Los ex lugartenientes de Artigas se unirían a estos bandos: Juan Antonio Lavalleja y Manuel Oribe serían aliados de Juan Manuel de Rosas y de los federales, y Fructuoso Rivera se uniría a Juan Lavalle y los unitarios. Cuando se enfrentaron estos dos grupos antagónicos apoyados por sus respectivos aliados, se produjo una cruenta guerra civil que duraría más de 12 años. El enfrentamiento se desencadenó con la destitución del presidente del Uruguay, Oribe de su mandato legal de la presidencia, y la usurpación del poder por Fructuoso Rivera. Al ser expulsado Oribe y sus partidarios del Uruguay en 1839, buscaron asilo en la Argentina.

Una de las primeras medidas del gobierno de Rivera fue declarar la guerra a la Confederación Argentina. Las tropas de la Confederación Argentina, luego de vencer a las tropas unitarias de Genaro Berón de Astrada en la batalla de Pago Largo (actual provincia de Corrientes) se centraron en tratar de eliminar la resistencia unitaria ubicada en el Uruguay. Los bandos se enfrentaron en la Batalla de Cagancha, en la cual las tropas federales y blancas comandadas por Pascual Echagüe fueron totalmente derrotadas por Fructuoso Rivera. Como resultado de la batalla, Rivera alejaba temporalmente el peligro de nuevas incursiones.

Las tropas de la Confederación Argentina se concentraron en eliminar las insurrecciones unitarias en territorio argentino. Derrotados finalmente los generales unitarios Lavalle, vencido por Oribe en Quebracho Herrado y Famaillá y muerto poco después en Jujuy, y Lamadrid, vencido por Pacheco en Rodeo del Medio y exiliado en Chile; y con el "Manco" Paz exiliado en Montevideo, Oribe y los federales argentinos se preparan para una nueva incursión en el Uruguay. Rivera, muy mal informado sobre las fuerzas de que disponía Oribe,[3]​ se lanzó a la aventura de atacar a las tropas blancas y de la Confederación en la provincia de Entre Ríos. El choque entre Rivera y Oribe en la batalla de Arroyo Grande del 6 de diciembre de 1842 significó una derrota total para los ejércitos del primero y su repliegue total hacia la capital del país, Montevideo.

Sucesos posteriores a Arroyo Grande

Luego de la batalla de Arroyo Grande, las tropas comandadas por el general Oribe atravesaron el río Uruguay, mientras que las tropas de Rivera huían hacia Montevideo sin ofrecer resistencia. Oribe con casi la totalidad del país en su poder, puso sitio a Montevideo estableciendo su sede de gobierno en el actual barrio del Cerrito de la Victoria, en ese entonces las afueras de Montevideo. El sitio habría de durar nueve años y es recordado por la historiografía uruguaya como “Sitio Grande”; solo el apoyo prestado por Inglaterra y Francia a los colorados evitó la caída de la ciudad.

Rivera, desprestigiado por su derrota y despreciado por los doctores (el grupo intelectual liberal apoyado por Francia e Inglaterra) de Montevideo, decidió emprender nuevamente la lucha en la campaña, ambiente en el cual se sentía más familiarizado y a gusto que dentro de las murallas de la ciudad. Si bien en esos nueve años de sitio las relaciones entre sitiados y sitiadores tuvieron sus altos y bajos, la realidad en la campaña era otra. Allí estaba el general Rivera, recorriendo la campaña y enfrentando a los sitiadores. A poco más de un año de haberse sitiado Montevideo – durante el invierno de 1844, Rivera le escribe a don Santiago Vázquez una carta relatando sus andanzas, desde las batallas hasta las intrigas.

Tenemos un Ejército con que hemos de combatir 20 años si necesario fuere para liberar nuestra Patria; es verdad que estamos muy pobres, nada tenemos sino patriotismo, pero nada ha de arredrarnos hasta ver libre a la República de los feroces y bárbaros invasores; si ella se pierde, porque esta sea la suerte que le esta deparada, con ella nos hemos de defender todos, y nuestros enemigos tendrán la gloria de contar nuestros cadáveres, pisar nuestras cenizas […] Señor Ministro y mi amigo… El Gobierno de Buenos Aires nos desafió a la guerra , la aceptamos gustosos y yo no que he debido ni puedo hacer más de lo que había de sustentarla y la sustentare a la par de todos mientras exista […] [4]

En aquellos momentos las fuerzas coloradas estaban divididas y aisladas. Disponían de más de 8.000 hombres en Montevideo pero estaban imposibilitados de salir de la urbe para auxiliar a los otros 6.000 que tenía Rivera al interior del país.[5]​ Regionalmente sus aliados correntinos habían quedado vencidos en Arroyo Grande y no volverían a recuperarse hasta varios años después y los farrapos tuvieron que rendirse ante las tropas imperiales en febrero de 1845.

La batalla

Movimientos previos a la batalla

Rosas, decidido a destruir a Rivera, apoya al general Oribe con un cuerpo expedicionario de 4.000 entrerrianos al mando del general Justo José de Urquiza.[2]​ Por su parte, Rivera envía al comandante Doroteo Pérez a Montevideo con la finalidad de pedir tropas de infantería para la batalla decisiva. Por otro lado, deja acampando el grueso de su ejército en las costas del arroyo Alférez, mientras que Frutos, junto a 500 tiradores y 500 lanceros, va rumbo a Minas para atraer a Urquiza a un terreno más apropiado a sus tropas para el combate, contando siempre con la infantería que llegaría de la capital. Para recibir dichos contingentes, se comisionó al general Medina y al coronel Olavaria, quienes acompañados por el capitán Gregorio Suárez, se dirigieron a la Isla de La Paloma, donde obtuvieron municiones e información: los franceses Neirac y Bihoul, dueños de una ballenera que provenía de Montevideo, les proveen de municiones y les informan que el Gobierno planificaba el envió de las tropas solicitadas. El jefe del Estado Mayor General, José Antonio Costa envía un parte a Rivera manifestándole sus dudas acerca de la llegada a tiempo de los recursos solicitados al Gobierno de la Defensa.[1]

Rivera, quien venía desde Arequita, regresa y quedan el comandante Vega y Silveira con órdenes de cubrir la retirada y comunicar novedades. Las primeras informaciones sobre el enemigo no sorprendieron a Rivera: además de los 3.000 hombres con que Urquiza venía marchando de día, avanzaba por la noche, distante siete leguas de su retaguardia, otra columna cerrada con flanqueadores cuyo número no se podía precisar. Eso demostró a Rivera que no se habían enviado los refuerzos solicitados a Montevideo porque de lo contrario Urquiza, que tenía muy buena información, no hubiese comenzado su avance. Frente a esta situación, reúne a sus jefes de división para comunicarles la decisión de salir al encuentro de Urquiza, recibiendo apoyo unánime para dar batalla sin esperar más. En el acta firmada por todos los jefes presentes en esa oportunidad se consigna, entre otras cosas:

“Las circunstancias le ponen en el caso de volver a tomar la iniciativa sobre las fuerzas que sitian su Capital para buscar la incorporación de ambos ejércitos, […] Que se hace imprescindible la ocupación al efecto del Departamento de Maldonado, para la colocación del convoy de familias. […] Que una fuerza enemiga de 2.000 hombres al mando del General invasor Urquiza, que sigue su marcha a retaguardia del Ejército con el objetivo, sin dudas de cruzar sus miras […] No solamente por los motivos expuestos por el General en Jefe, mas también para aprovechar el estado brillante de moral, disciplina y entusiasmo de todos los Cuerpos del Ejército” [6]

Más allá del espíritu combativo de la tropa riversita, la realidad era que se hallaban casi sin armas, mal vestidos y cansados. La falta de armamento y la imposibilidad de recibirlo antes de la batalla motivó que muchos soldados, no teniendo otra cosa que cuchillos, facones y tijeras de tusar, se ocuparan de cortar varas de sauce para confeccionar lanzas con ellas.

El ejército de Rivera se pone en movimiento rumbo al arroyo de India Muerta. El 25 de marzo se recibe el último parte del comandante Vega: acababa de incorporarse al ejército de Urquiza la fuerza que marchaba a retaguardia, a las órdenes de los coroneles Francia y Basabilbaso, compusto de infantería y varios cuerpos de caballería, con lo que en total sumaban 6.000 hombres.[2]

Combate

A las 21:00 del 26 de marzo de 1845 se realiza una segunda junta de Jefes, donde reiteran su voluntad de dar batalla. Antes de aclarar el 27, cuando se mandó ensillar, corrían entre las filas riveritas, con una proclama.

“A formar, muchachos, que al que le toque macho este día que se haga delgao y a lo hecho pecho: sacrificarse por la Patria, que la vida no es para negocio.”[7]

Todas las divisiones pasaron parte sin novedad, procediéndose a formar en línea de batalla. Acorde a los accidentes de terreno, Rivera formó su línea en figura de martillo, quedando a su espalda en arroyo de India Muerta. La línea estaba compuesta por los siguientes cuerpos: el cuerpo derecho al mando de Luciano Blanco, el centro al mando del coronel Manuel Ferré como primer jefe y el coronel Juan Mendoza como segundo y el cuerpo izquierdo al mando del coronel Fortunato Silva y el coronel José María Luna.

El dispositivo del general Urquiza se componía de tres alas y daba la espalda al arroyo Sarandí. El ala derecha al mando del coronel Urdinarrian, formada básicamente por efectivos de la 1ª División Entrerriana; el centro lo formaban la infantería y artillería al mando del mayor José María Francia; y el ala izquierda, al mando del coronel Miguel Galarza, estaba formada por escuadrones de orientales de la División Muñoz, y escuadrones entrerrianos de la 3ª División Entrerriana. Finalmente, la reserva estaban al mando del teniente coronel Lucas Piriz, formando parte de esta, el coronel Leonardo Olivera.

Al encontrarse frente a frente las dos líneas, el general Rivera ordena esperar y dispuso que se prestase menos atención a la Infantería enemiga, procurando no descuidar la caballería. La función del cuerpo central era concurrir con Escuadrones a reforzar donde fuere necesario. A una señal se dispararon los 9 cartuchos de pieza calibre 4 sobre la infantería a cargo del coronel Francia, destrozando a 6 o 7 filas de Urquiza.

Como en un espejo, el cuerpo derecho del dispositivo del ejército de Rivera se estrechaba contra la izquierda del dispositivo de Urquiza. Este momento produjo serias bajas en las fuerzas riveristas, por el fuego de la Infantería del coronel Basabilbaso, obligando al coronel Blanco a replegarse, apoyado por los Escuadrones del Centro, posibilitando volver a la carga.

Mientras tanto, el jefe de la derecha enemiga observa esta maniobra de apoyo al coronel Blanco, y cruzando rápidamente la vertiente que tenía adelante, cargo sobre el cuerpo izquierdo al mando del coronel Silva. El jefe del Estado Mayor General Rivera advierte la maniobra y hace alertar al coronel Silva que iba a ser tomado de flanco y que el coronel Bernardino Báez, reserva del cuerpo izquierdo, actuara en consecuencia. Algo inexplicable sucedió. El cuerpo izquierdo se había invertido. El coronel Silva debía estar a la cabeza del cuerpo y el coronel Luna en el extremo. Cuando se dio aviso de arremetida del cuerpo derecho de Urquiza, el dispositivo se movilizaba en forma confusa. Frente a la situación de desventaja para el ejército riverista, el coronel Luna y los comandantes Timoteo Domínguez e Isaurraga envían sus tiradores a doblegar a dos escuadrones de lanceros a tiro y sable.

El cuerpo izquierdo estaba prácticamente perdido. El general Rivera se debatía en el cuerpo derecho, donde estuvo a punto de perder la vida, si no es por la oportuna intervención de los coroneles Blanco, Aguilar, Centurión y otros. Como para acelerar su triunfo, el general Urquiza emplea su escolta y junto con las Infanterías de Francia y Basabilbaso, se lanzan al campo para decidir la victoria. El Ejército de Rivera tuvo qué emprender la retirada cruzando el arroyo de India Muerta, bajo una lluvia de boleadoras.[1]

Consecuencias

La batalla duró dos horas y quedaron en el campo 400 cadáveres y 500 prisioneros del Ejército de Rivera. Se dice que Urquiza hizo degollar a esos prisioneros e inclusive escribió un papel que hizo colgar de un mangrullo, con esta inscripción: El qué entierre uno de estos será degollado.[8]

El general Rivera y su gente —6.000 a 10.000 personas—[9]​ emigraron por el Paso de las Piedras del Yaguarón. Rivera pide asilo en Brasil y se embarca en un velero rumbo a San Sebastián de Río de Janeiro, donde es arrestado por su presunta implicación y ayuda a la República Riograndense.

Tras la victoria los federales y blancos se hicieron más fuertes que nunca antes. Oribe disponía en Uruguay de 10.000 argentinos y orientales[10]​ mientras que Rosas disponía de 15.000 hombres entre los que se habían 5.000 infantes de línea en Buenos Aires como reserva, otro tanto de caballería (2.000 guarneciendo la provincia de Santa Fe al mando del coronel Narciso del Valle y 3.000 a orillas del Paraná a cargo del general Lucio Norberto Mansilla), sin embargo, la mayoría de estos últimos eran milicianos mal armados e indisciplinados.[11]​ Por último hay que mencionar un número similar de reclutas recién entrenados.

Las tropas permanentemente activas de Rosas era solo dos mil jinetes y tres mil infantes a los que hay que sumar un millar de inmigrantes gallegos.[12]​ A esto se debe sumar el poco auxilio que podía esperar de las provincias del Interior, en especial Córdoba, la más grande y cercana a la suya.[13]

Referencias

  1. Revisionistas » Blog Archive » Batalla de India Muerta
  2. La Gazeta - Batalla de India Muerta
  3. A resultas de una maniobra de contrainteligencia de Rosas, quien había informado al cónsul inglés 'Mandeville que Oribe contaba con pocos hombres y escaso equipo, a sabiendas de que el inglés transmitiría inmediatamente la noticia al gobierno "colorado" de Montevideo.
  4. Carta de Rivera. A Santiago Vázquez. Extraída de la colección “Batallas que hicieron historia”, tomo IX, Guerra Grande Parte 2. Del diario El País, Uruguay
  5. Eduardo Acevedo (1933). Obras históricas. Anales Históricos del Uruguay. Tomo III. Montevideo: Casa A. Barreiro y Ramos, pp. 259.
  6. Acta labrada y firmada por los jefes de la división riverista . Extraída de la colección “Batallas que hicieron historia”, tomo IX, Guerra Grande Parte 2. Del diario El País, Uruguay
  7. Proclama del General Rivera. Extraída de la colección “Batallas que hicieron historia”, tomo IX, Guerra Grande Parte 2. Del diario El País, Uruguay
  8. Horacio Arredondo (1888-1967) (1951). Horacio Arredondo Civilizacion Del Uruguay. Tomo 1. Consultado el 12 de noviembre de 2018. 
  9. "La situacion actual". El Nacional. Montevideo. No. 1953, 18 de junio de 1845, pp. 16
  10. Iriarte, 1868: 252
  11. Tomás Iriarte. "Memoria militar". La Revista de Buenos Aires. Número 16, 1868. Buenos Aires: Imprenta de Mayo. Editores Miguel Navarro Viola & Vicente Gregorio Quesada: 451-464 (455).
  12. Iriarte, 1868: 255; 259
  13. Iriarte, 1868: 259. Córdoba apenas tenía 3.500 soldados por lo que solo dos mil podrían apoyar a Rosas.


  •   Datos: Q8244249

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La Batalla de India Muerta librada el 27 de marzo de 1845 junto al arroyo de ese nombre en el actual departamento de Rocha Uruguay fue uno de los hechos de armas mas significativos de la llamada Guerra Grande y tuvo como resultado el triunfo de los partidarios del presidente blanco Manuel Oribe y la derrota definitiva del caudillo colorado Fructuoso Rivera Batalla de India Muertala Guerra Grande y las Guerras civiles argentinasParte de Guerra GrandeFecha27 de marzo de 1845LugarNorte del Departamento Rocha UruguayResultadoVictoria decisiva de los federales y blancosBeligerantesFederales argentinos Entre Rios Blancos uruguayos Unitarios argentinos Colorados uruguayosComandantesJusto Jose de Urquiza Fructuoso RiveraFuerzas en combateTotal 3 000 1 6 000 2 4 000 entrerrianos 2 2 000 uruguayos 2 Total 3 000 2 4 000 1 BajasDesconocidas bajas 400 1 1 000 2 muertos 500 prisioneros 1 editar datos en Wikidata Indice 1 Antecedentes 1 1 Sucesos posteriores a Arroyo Grande 2 La batalla 2 1 Movimientos previos a la batalla 2 2 Combate 3 Consecuencias 4 ReferenciasAntecedentes EditarDesde su surgimiento los partidos tradicionales del Uruguay nacionales o blancos y colorados aparecen vinculados respectivamente a las dos grandes fuerzas politicas argentinas de ese tiempo federales y unitarios Los ex lugartenientes de Artigas se unirian a estos bandos Juan Antonio Lavalleja y Manuel Oribe serian aliados de Juan Manuel de Rosas y de los federales y Fructuoso Rivera se uniria a Juan Lavalle y los unitarios Cuando se enfrentaron estos dos grupos antagonicos apoyados por sus respectivos aliados se produjo una cruenta guerra civil que duraria mas de 12 anos El enfrentamiento se desencadeno con la destitucion del presidente del Uruguay Oribe de su mandato legal de la presidencia y la usurpacion del poder por Fructuoso Rivera Al ser expulsado Oribe y sus partidarios del Uruguay en 1839 buscaron asilo en la Argentina Una de las primeras medidas del gobierno de Rivera fue declarar la guerra a la Confederacion Argentina Las tropas de la Confederacion Argentina luego de vencer a las tropas unitarias de Genaro Beron de Astrada en la batalla de Pago Largo actual provincia de Corrientes se centraron en tratar de eliminar la resistencia unitaria ubicada en el Uruguay Los bandos se enfrentaron en la Batalla de Cagancha en la cual las tropas federales y blancas comandadas por Pascual Echague fueron totalmente derrotadas por Fructuoso Rivera Como resultado de la batalla Rivera alejaba temporalmente el peligro de nuevas incursiones Las tropas de la Confederacion Argentina se concentraron en eliminar las insurrecciones unitarias en territorio argentino Derrotados finalmente los generales unitarios Lavalle vencido por Oribe en Quebracho Herrado y Famailla y muerto poco despues en Jujuy y Lamadrid vencido por Pacheco en Rodeo del Medio y exiliado en Chile y con el Manco Paz exiliado en Montevideo Oribe y los federales argentinos se preparan para una nueva incursion en el Uruguay Rivera muy mal informado sobre las fuerzas de que disponia Oribe 3 se lanzo a la aventura de atacar a las tropas blancas y de la Confederacion en la provincia de Entre Rios El choque entre Rivera y Oribe en la batalla de Arroyo Grande del 6 de diciembre de 1842 significo una derrota total para los ejercitos del primero y su repliegue total hacia la capital del pais Montevideo Sucesos posteriores a Arroyo Grande Editar Luego de la batalla de Arroyo Grande las tropas comandadas por el general Oribe atravesaron el rio Uruguay mientras que las tropas de Rivera huian hacia Montevideo sin ofrecer resistencia Oribe con casi la totalidad del pais en su poder puso sitio a Montevideo estableciendo su sede de gobierno en el actual barrio del Cerrito de la Victoria en ese entonces las afueras de Montevideo El sitio habria de durar nueve anos y es recordado por la historiografia uruguaya como Sitio Grande solo el apoyo prestado por Inglaterra y Francia a los colorados evito la caida de la ciudad Rivera desprestigiado por su derrota y despreciado por los doctores el grupo intelectual liberal apoyado por Francia e Inglaterra de Montevideo decidio emprender nuevamente la lucha en la campana ambiente en el cual se sentia mas familiarizado y a gusto que dentro de las murallas de la ciudad Si bien en esos nueve anos de sitio las relaciones entre sitiados y sitiadores tuvieron sus altos y bajos la realidad en la campana era otra Alli estaba el general Rivera recorriendo la campana y enfrentando a los sitiadores A poco mas de un ano de haberse sitiado Montevideo durante el invierno de 1844 Rivera le escribe a don Santiago Vazquez una carta relatando sus andanzas desde las batallas hasta las intrigas Tenemos un Ejercito con que hemos de combatir 20 anos si necesario fuere para liberar nuestra Patria es verdad que estamos muy pobres nada tenemos sino patriotismo pero nada ha de arredrarnos hasta ver libre a la Republica de los feroces y barbaros invasores si ella se pierde porque esta sea la suerte que le esta deparada con ella nos hemos de defender todos y nuestros enemigos tendran la gloria de contar nuestros cadaveres pisar nuestras cenizas Senor Ministro y mi amigo El Gobierno de Buenos Aires nos desafio a la guerra la aceptamos gustosos y yo no que he debido ni puedo hacer mas de lo que habia de sustentarla y la sustentare a la par de todos mientras exista 4 En aquellos momentos las fuerzas coloradas estaban divididas y aisladas Disponian de mas de 8 000 hombres en Montevideo pero estaban imposibilitados de salir de la urbe para auxiliar a los otros 6 000 que tenia Rivera al interior del pais 5 Regionalmente sus aliados correntinos habian quedado vencidos en Arroyo Grande y no volverian a recuperarse hasta varios anos despues y los farrapos tuvieron que rendirse ante las tropas imperiales en febrero de 1845 La batalla EditarMovimientos previos a la batalla Editar Rosas decidido a destruir a Rivera apoya al general Oribe con un cuerpo expedicionario de 4 000 entrerrianos al mando del general Justo Jose de Urquiza 2 Por su parte Rivera envia al comandante Doroteo Perez a Montevideo con la finalidad de pedir tropas de infanteria para la batalla decisiva Por otro lado deja acampando el grueso de su ejercito en las costas del arroyo Alferez mientras que Frutos junto a 500 tiradores y 500 lanceros va rumbo a Minas para atraer a Urquiza a un terreno mas apropiado a sus tropas para el combate contando siempre con la infanteria que llegaria de la capital Para recibir dichos contingentes se comisiono al general Medina y al coronel Olavaria quienes acompanados por el capitan Gregorio Suarez se dirigieron a la Isla de La Paloma donde obtuvieron municiones e informacion los franceses Neirac y Bihoul duenos de una ballenera que provenia de Montevideo les proveen de municiones y les informan que el Gobierno planificaba el envio de las tropas solicitadas El jefe del Estado Mayor General Jose Antonio Costa envia un parte a Rivera manifestandole sus dudas acerca de la llegada a tiempo de los recursos solicitados al Gobierno de la Defensa 1 Rivera quien venia desde Arequita regresa y quedan el comandante Vega y Silveira con ordenes de cubrir la retirada y comunicar novedades Las primeras informaciones sobre el enemigo no sorprendieron a Rivera ademas de los 3 000 hombres con que Urquiza venia marchando de dia avanzaba por la noche distante siete leguas de su retaguardia otra columna cerrada con flanqueadores cuyo numero no se podia precisar Eso demostro a Rivera que no se habian enviado los refuerzos solicitados a Montevideo porque de lo contrario Urquiza que tenia muy buena informacion no hubiese comenzado su avance Frente a esta situacion reune a sus jefes de division para comunicarles la decision de salir al encuentro de Urquiza recibiendo apoyo unanime para dar batalla sin esperar mas En el acta firmada por todos los jefes presentes en esa oportunidad se consigna entre otras cosas Las circunstancias le ponen en el caso de volver a tomar la iniciativa sobre las fuerzas que sitian su Capital para buscar la incorporacion de ambos ejercitos Que se hace imprescindible la ocupacion al efecto del Departamento de Maldonado para la colocacion del convoy de familias Que una fuerza enemiga de 2 000 hombres al mando del General invasor Urquiza que sigue su marcha a retaguardia del Ejercito con el objetivo sin dudas de cruzar sus miras No solamente por los motivos expuestos por el General en Jefe mas tambien para aprovechar el estado brillante de moral disciplina y entusiasmo de todos los Cuerpos del Ejercito 6 Mas alla del espiritu combativo de la tropa riversita la realidad era que se hallaban casi sin armas mal vestidos y cansados La falta de armamento y la imposibilidad de recibirlo antes de la batalla motivo que muchos soldados no teniendo otra cosa que cuchillos facones y tijeras de tusar se ocuparan de cortar varas de sauce para confeccionar lanzas con ellas El ejercito de Rivera se pone en movimiento rumbo al arroyo de India Muerta El 25 de marzo se recibe el ultimo parte del comandante Vega acababa de incorporarse al ejercito de Urquiza la fuerza que marchaba a retaguardia a las ordenes de los coroneles Francia y Basabilbaso compusto de infanteria y varios cuerpos de caballeria con lo que en total sumaban 6 000 hombres 2 Combate Editar A las 21 00 del 26 de marzo de 1845 se realiza una segunda junta de Jefes donde reiteran su voluntad de dar batalla Antes de aclarar el 27 cuando se mando ensillar corrian entre las filas riveritas con una proclama A formar muchachos que al que le toque macho este dia que se haga delgao y a lo hecho pecho sacrificarse por la Patria que la vida no es para negocio 7 Todas las divisiones pasaron parte sin novedad procediendose a formar en linea de batalla Acorde a los accidentes de terreno Rivera formo su linea en figura de martillo quedando a su espalda en arroyo de India Muerta La linea estaba compuesta por los siguientes cuerpos el cuerpo derecho al mando de Luciano Blanco el centro al mando del coronel Manuel Ferre como primer jefe y el coronel Juan Mendoza como segundo y el cuerpo izquierdo al mando del coronel Fortunato Silva y el coronel Jose Maria Luna El dispositivo del general Urquiza se componia de tres alas y daba la espalda al arroyo Sarandi El ala derecha al mando del coronel Urdinarrian formada basicamente por efectivos de la 1ª Division Entrerriana el centro lo formaban la infanteria y artilleria al mando del mayor Jose Maria Francia y el ala izquierda al mando del coronel Miguel Galarza estaba formada por escuadrones de orientales de la Division Munoz y escuadrones entrerrianos de la 3ª Division Entrerriana Finalmente la reserva estaban al mando del teniente coronel Lucas Piriz formando parte de esta el coronel Leonardo Olivera Al encontrarse frente a frente las dos lineas el general Rivera ordena esperar y dispuso que se prestase menos atencion a la Infanteria enemiga procurando no descuidar la caballeria La funcion del cuerpo central era concurrir con Escuadrones a reforzar donde fuere necesario A una senal se dispararon los 9 cartuchos de pieza calibre 4 sobre la infanteria a cargo del coronel Francia destrozando a 6 o 7 filas de Urquiza Como en un espejo el cuerpo derecho del dispositivo del ejercito de Rivera se estrechaba contra la izquierda del dispositivo de Urquiza Este momento produjo serias bajas en las fuerzas riveristas por el fuego de la Infanteria del coronel Basabilbaso obligando al coronel Blanco a replegarse apoyado por los Escuadrones del Centro posibilitando volver a la carga Mientras tanto el jefe de la derecha enemiga observa esta maniobra de apoyo al coronel Blanco y cruzando rapidamente la vertiente que tenia adelante cargo sobre el cuerpo izquierdo al mando del coronel Silva El jefe del Estado Mayor General Rivera advierte la maniobra y hace alertar al coronel Silva que iba a ser tomado de flanco y que el coronel Bernardino Baez reserva del cuerpo izquierdo actuara en consecuencia Algo inexplicable sucedio El cuerpo izquierdo se habia invertido El coronel Silva debia estar a la cabeza del cuerpo y el coronel Luna en el extremo Cuando se dio aviso de arremetida del cuerpo derecho de Urquiza el dispositivo se movilizaba en forma confusa Frente a la situacion de desventaja para el ejercito riverista el coronel Luna y los comandantes Timoteo Dominguez e Isaurraga envian sus tiradores a doblegar a dos escuadrones de lanceros a tiro y sable El cuerpo izquierdo estaba practicamente perdido El general Rivera se debatia en el cuerpo derecho donde estuvo a punto de perder la vida si no es por la oportuna intervencion de los coroneles Blanco Aguilar Centurion y otros Como para acelerar su triunfo el general Urquiza emplea su escolta y junto con las Infanterias de Francia y Basabilbaso se lanzan al campo para decidir la victoria El Ejercito de Rivera tuvo que emprender la retirada cruzando el arroyo de India Muerta bajo una lluvia de boleadoras 1 Consecuencias EditarLa batalla duro dos horas y quedaron en el campo 400 cadaveres y 500 prisioneros del Ejercito de Rivera Se dice que Urquiza hizo degollar a esos prisioneros e inclusive escribio un papel que hizo colgar de un mangrullo con esta inscripcion El que entierre uno de estos sera degollado 8 El general Rivera y su gente 6 000 a 10 000 personas 9 emigraron por el Paso de las Piedras del Yaguaron Rivera pide asilo en Brasil y se embarca en un velero rumbo a San Sebastian de Rio de Janeiro donde es arrestado por su presunta implicacion y ayuda a la Republica Riograndense Tras la victoria los federales y blancos se hicieron mas fuertes que nunca antes Oribe disponia en Uruguay de 10 000 argentinos y orientales 10 mientras que Rosas disponia de 15 000 hombres entre los que se habian 5 000 infantes de linea en Buenos Aires como reserva otro tanto de caballeria 2 000 guarneciendo la provincia de Santa Fe al mando del coronel Narciso del Valle y 3 000 a orillas del Parana a cargo del general Lucio Norberto Mansilla sin embargo la mayoria de estos ultimos eran milicianos mal armados e indisciplinados 11 Por ultimo hay que mencionar un numero similar de reclutas recien entrenados Las tropas permanentemente activas de Rosas era solo dos mil jinetes y tres mil infantes a los que hay que sumar un millar de inmigrantes gallegos 12 A esto se debe sumar el poco auxilio que podia esperar de las provincias del Interior en especial Cordoba la mas grande y cercana a la suya 13 Referencias Editar a b c d e f Revisionistas Blog Archive Batalla de India Muerta a b c d e f g La Gazeta Batalla de India Muerta A resultas de una maniobra de contrainteligencia de Rosas quien habia informado al consul ingles Mandeville que Oribe contaba con pocos hombres y escaso equipo a sabiendas de que el ingles transmitiria inmediatamente la noticia al gobierno colorado de Montevideo Carta de Rivera A Santiago Vazquez Extraida de la coleccion Batallas que hicieron historia tomo IX Guerra Grande Parte 2 Del diario El Pais Uruguay Eduardo Acevedo 1933 Obras historicas Anales Historicos del Uruguay Tomo III Montevideo Casa A Barreiro y Ramos pp 259 Acta labrada y firmada por los jefes de la division riverista Extraida de la coleccion Batallas que hicieron historia tomo IX Guerra Grande Parte 2 Del diario El Pais Uruguay Proclama del General Rivera Extraida de la coleccion Batallas que hicieron historia tomo IX Guerra Grande Parte 2 Del diario El Pais Uruguay Horacio Arredondo 1888 1967 1951 Horacio Arredondo Civilizacion Del Uruguay Tomo 1 Consultado el 12 de noviembre de 2018 La situacion actual El Nacional Montevideo No 1953 18 de junio de 1845 pp 16 Iriarte 1868 252 Tomas Iriarte Memoria militar La Revista de Buenos Aires Numero 16 1868 Buenos Aires Imprenta de Mayo Editores Miguel Navarro Viola amp Vicente Gregorio Quesada 451 464 455 Iriarte 1868 255 259 Iriarte 1868 259 Cordoba apenas tenia 3 500 soldados por lo que solo dos mil podrian apoyar a Rosas Datos Q8244249 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Batalla de India Muerta 1845 amp oldid 131963510, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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