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Primera Batalla de Arquijas

La Primera Batalla de Arquijas tuvo lugar el 15 de diciembre de 1834 durante la Primera Guerra Carlista en España, (1833-1840), al enfrentarse las tropas carlistas de Tomás de Zumalacárregui a las isabelinas de Luis Fernández de Córdoba en el valle del río Ega en Navarra. El resultado de la batalla fue indeciso.

Primera Batalla de Arquijas
Primera Guerra Carlista
Parte de Primera guerra carlista
Fecha 15 de diciembre de 1834
Lugar Arquijas y Barabia. Navarra
Coordenadas 42°38′46″N 2°24′45″O / 42.64611111, -2.4125
Resultado Indeciso
Beligerantes
Comandantes
Bajas
1,000 heridos; 300 muertos[1] 1,300[2]

Antecedentes

Tras la batalla de Mendaza del 12 de diciembre de 1834, las tropas carlistas se habían visto obligadas a retirarse del valle de La Berrueza, acuartelándose, a unos 25 kilómetros al norte, en las localidades de Santa Cruz de Campezo, Orbiso y Zúñiga, a ambos lados del río Ega. Este río, tras salir de los desfiladeros de Marañón, transcurre por una planicie en la que se encuentran las tres localidades citadas, antes de entrar en el desfiladero de Arquijas.

Las tropas isabelinas habían vuelto tras su victoria en Mendaza a acantonarse en Los Arcos.

 
Tomás de Zumalacárregui.

Estrategia de Zumalacárregui

Zumalacárregui comprobó en la batalla de Mendaza que su ejército no estaba preparado para sostener una batalla en campo abierto, por lo que decidió volverlo a emplear únicamente, aprovechando la orografía de esta parte de Navarra, para apostar sus tropas en las laderas boscosas y cargadas de rocas y atacar los flancos del enemigo cuando atravesaba los estrechos valles. Si Córdoba venía al Ega, le disputaría el paso en Arquijas, infligiéndole allí grandes daños, dada la naturaleza de este lugar. Si el enemigo conseguía imponerse en el paso, Zumalacárregui abandonaría inmediatamente la llanura y se dirigiría por el valle de Arana hacia las Amescoas. El valle de Arana es un enorme bosque y allí, si Córdoba se empeñaba en perseguirle, lo volvería a castigar con un mínimo riesgo con su táctica guerrillera, disparándole, protegido por los árboles y la maleza. El jefe cristino, sin cosechar éxito alguno, se vería obligado, por falta de subsistencias y lo crudo de la estación, a replegarse, situando durante semanas sus tropas en las guarniciones isabelinas existentes en la línea Pamplona - Logroño. Así se presentaría para Zumalacárregui la ocasión de poder mandar durante unas semanas a un importante contingente de su tropa, dada las cortas distancias que existían entre las Amescoas y los domicilios de sus soldados, a pasar las fiestas de Navidad en sus casas. "Mudarse de camisa" llamaba a estos breves permisos que concedía a sus soldados para regresar unos días con sus familias.[3]​ Allí, en sus hogares, darían una gran alegría a sus familias al ser vistos sanos y salvos, serían bien alimentados, descansarían y, tan pronto como los necesitase otra vez, en pocas horas estarían de nuevo en las Amescoas. También, mientras estaban en sus casas, se ahorraba de pagarles el real diario que tenían como soldada y tampoco tenía que alimentarlos, disminuyendo notablemente las peticiones de alimentos a las pocas y pobres localidades que estaban bajo su dominio.

Estrategia de Córdoba

 
Luis Fernández de Córdoba.

Informado Córdoba por sus exploradores que Zumalacárregui se encontraba en la planicie de Santa Cruz de Campezo, Orbiso y Zúñiga, supuso que el jefe carlista le esperaba allí para enfrentarse a él en una nueva batalla. Por lo que proyectó un ambicioso movimiento de tropas: su izquierda, al mando de Manuel Gurrea saldría de Viana en dirección norte, remontaría la sierra de Codés por el puerto de Aguilar, bajando a Santa Cruz de Campezo, quedando frente a la derecha de la formación carlista. El resto del ejército marcharía desde Los Arcos hacia el norte, por el valle de La Berrueza y llegando a Acedo, se dividiría, continuando Córdoba hacia el oeste con el grueso por la orilla derecha del río Ega, lo atravesaría por el puente de Arquijas, presentándose en la planicie donde suponía que le esperaba el enemigo. Su derecha, una columna al mando de Marcelino Oráa, seguiría desde Acedo hacia el norte, pasaría el río Ega por el puente que existe para entrar al valle de Lana, penetraría en este valle, doblaría después hacia el oeste, pasaría al valle de Barabia y, saliendo de él, se encontraría en Zúñiga, en la espalda del enemigo. Estos movimientos darían como resultado que el ejército isabelino convergería en la llanura sobre el carlista, encerrándolo en una bolsa.

 
Mapa del País Vasco-Navarro que poseía Córdoba.

El plan de Córdoba era ilusorio. Era diciembre y los días son muy cortos. Para llegar a enfrentarse con Zumalacárregui, cada una de sus columnas tenían que recorrer una distancia de unos 25 kilómetros. Tras someterlas a una marcha tan larga, por pésimos caminos en los que a trechos tenían que marchar en fila de a uno, y obligarles seguidamente a librar una batalla, era extremadamente arriesgado. Desconocía el paisaje por el que había de marchar Oráa ya que poseía un mapa del territorio muy deficiente.[4]​ Pero su defecto principal era que, como hombre que apenas descendía del caballo, suponía que la infantería era capaz de realizar sus movimientos con el mismo esfuerzo del de la tropa montada. Este defecto ya se había puesto de manifiesto mientras mandaba una de las divisiones de Rodil en el territorio vasco navarro durante el pasado verano y se volvería a producir cuando ordenó los movimientos tan excesivamente amplios para entablar la batalla de Mendigorría,[5]​ y nuevamente el 23 de julio de 1835, cuando bajo un sol abrasador obligó a marchar a su ejército de Larraga a Lerín, sin necesidad alguna, provocando la muerte por deshidratación a un gran número de sus soldados de infantería.[6]

 
Escenario geográfico de la Primera Batalla de Arquijas, 15.12.1834.

Marcha de Córdova de Los Arcos a Acedo

Amanece el día 15, es claro y frío, aún no ha nevado y la tierra se encuentra seca, facilitando el paso.[7]​ Pero la columna retrasa su salida más de dos horas,[8]​ lo que confirma que Córdova ignora las distancias que le separan de la llanura en la que le está esperando Zumalacárregui. Marchando hacia Acedo, a ambos lados del camino se extienden tierras de labor, los cerros boscosos quedan, con excepción de la garganta de Mues, lo suficientemente lejanos para no estar al alcance de tiro de fusil de los carlistas que pueden estar en ellos emboscados. Pero las compañías de cazadores de los batallones isabelinos van adelantadas, flanqueando, y no encuentran enemigo alguno. La columna atraviesa el valle de La Berrueza y desciende hacia el valle del Ega, llegando a Acedo. Lleva recorridos 13 kilómetros.

Marcha de la columna de Oráa al valle de Barabia

Córdova despide en Acedo a la columna de Oráa, con un poético« ...por punto de reunión, el campo del enemigo, y por el de retirada la Eternidad.»".[9]​ Oráa, que se quejará más tarde por la escasa fuerza que se ha puesto a sus órdenes ya que se compone sólo de 6 batallones, 50 hombres de caballería y dos baterías de montaña, sigue hacia el norte, camino del valle de Lana. Las tierras a ambos lados del camino no son ya siempre de labor sino que a veces se acercan al camino pequeños cerros cubiertos con la espesa vegetación característica de esta zona de Navarra, compuesta por robles y encinas carrascas con su denso, rico y variado sotobosque de enebros, bojes, acebos y madroños. Aún hoy, el caminante que penetra en estos bosques apartándose de las sendas, encuentra muy dificultoso abrirse paso en ellos.[nota 1]

La columna llega al río Ega, cruza el puente y entra en la garganta rocosa, breve, sinuosa, tras la que se abre el valle de Lana. Un batallón carlista apostado en estas rocas habría conseguido bloquear el paso de Oráa al valle durante horas. Pero el camino está libre y una vez franqueado, se abre el asombroso paisaje del valle de Lana: es como un cráter oblongo de 6 kilómetros de extensión este-oeste y dos de norte-sur incrustado en la sierra de Lóquiz. Las crestas son rocosas y las laderas, cubiertas con la frondosa vegetación antes descrita, caen con gran pendiente al valle. Lo apartado del valle, la dificultad de llegar a él, hizo que Zumalacárregui utilizase las cinco pequeñas aldeas que se asientan allí como hospital de sus heridos, aunque se carecía de los más indispensables medios para atenderlos. Los soldados carlistas llamaban a ese lugar "valle de lágrimas".[10]​ Aquel día las casas estaban repletas de heridos de la batalla de Mendaza y tan pronto como los aduaneros vieron que la columna de Oráa se dirigía al valle, mandaron aviso y los habitantes tomaron a los heridos y «...fueron todos llevados a las montañas para mayor seguridad.».[11]​ Entre los heridos se encontraba Alexis Sabatier y que, una vez puesto a salvo en Lana, consiguió que su asistente lo trasladase a Francia, donde se repuso de sus heridas mientras escribía su obra referenciada.[12]

La vista engaña desde el fondo del valle, todo hace pensar que la única salida de él se encuentra en la garganta que da al río Ega pero la ladera de la pared oeste va perdiendo altura casi imperceptiblemente, dejando paso al valle de Barabia. Subiendo desde Lana y asomándose a Barabia, se vuelve a repetir el paisaje de Lana aunque el valle que se presenta sólo tiene de este-oeste una extensión de 700 metros y 300 de norte-sur. Pero esto hace, al verse las crestas rocosas tan cercanas y altas, sentir al que se encuentra dentro de él aún más singular y angustioso el paisaje. Y nuevamente la vista hace creer que no existe otra salida que volviendo a Lana pero al oeste dos brechas, entre las que sólo queda un cónico cerro rocoso, parten la montaña, dejando dos estrechos caminos para salir del valle y pasar a la llanura de Zúñiga.

Marcha de la columna de Gurrea

Gurrea ha llevado a Logroño los heridos en la batalla de Mendaza. Cuando vuelve el día 14, recibe orden de Córdova de acuartelarse en Viana y marchar al día siguiente a Santa Cruz de Campezo. Sale con su columna de Viana el día 15 hacia el norte por un camino con fuerte pendiente que desde los 480 metros de altitud les lleva a los 900 metros de altitud del puerto de Aguilar, a 15 kilómetros de distancia. Durante todo el camino los bosques de robles, encinas y matorrales se acercan peligrosamente al camino, dando un gran trabajo a los cazadores isabelinos para explorarlos y limpiarlos de carlistas que pueden encontrarse emboscados, ralentizando por ello la marcha. Pero no hay enemigo en el bosque. Una vez alcanzado el puerto, cayendo ya la tarde, se extiende bajo ellos de oeste a este el valle del Ega. Mirando hacia el noreste ven, a 15 kilómetros a vuelo de pájaro, la polvareda que levanta la columna de Oráa que comienza a pasar del valle de Lana al de Barabia. Y desde otros 15 kilómetros al este llega el estruendo de la artillería de Córdova que trata de abrirse paso en Arquijas.

La bajada al valle del Ega es aún más pendiente y la vegetación de la ladera, al estar orientada al norte, dirección de donde provienen principalmente las lluvias, es aún más densa. Las precauciones que toman van en aumento pero siguen sin encontrar enemigo alguno. Ignoran, cuando atraviesan el pequeño lugar de Genevilla, que allí tiene su taller el herrero que forja las puntas de acero de las lanzas de la caballería de Zumalacárregui.[13]

Ha anochecido cuando entran sin lucha en Santa Cruz de Campezo. Ante ellos, al norte, se extiende silenciosa y negra la gran llanura en la que estaba previsto que se había de celebrar la batalla. Los exploradores que parten hacia ella, vuelven y comunican que no encuentran rastro alguno ni de amigos ni de enemigos. Pero al noreste, los isabelinos ven rasgar la negrura los últimos fogonazos producidos por los soldados de Oráa que están consiguiendo salir de Barabia a la llanura mientras que al este, por donde cae Arquijas, el resplandor de las enormes hogueras encendidas por Córdova para incinerar a sus muertos ilumina el cielo.

Gurrea quiere salir de la incertidumbre y penetra con su tropa en la llanura, consigue llegar a Zúñiga, donde se encuentra con Oráa.

El combate en Barabia

Entrando desde Lana en Barabia, en las montañas que se levantan a la izquierda o sur, destaca en su cresta una gran roca de singular estructura y belleza. Es la peña La Gallina. Restos de viejas construcciones allí existentes confirman que este lugar ya tuvo en la antigüedad importancia estratégica. Oráa ordena inmediatamente que un batallón se encarame allí arriba, lo que hace, arrojando de él a los carlistas que ya lo habían ocupado. Pero pronto ve que tanto en las crestas del norte como en las restantes del sur van a apareciendo carlistas y se atrincheran allí. Y por el oeste, por la parte que da a Zúñiga, empiezan a entrar varios batallones carlistas con intención de impedirle la salida del valle. Oráa no comprende cómo es posible que la fuerza carlista que se le enfrenta sea tan importante ya que ignora que Córdova ha iniciado la retirada en Arquijas, con lo que Zumalacárregui puede dedicar el grueso de su fuerza a aniquilar a Oráa en Barabia.[14]

Desde lo alto de las crestas comienzan a recibir los isabelinos nutridas descargas que les obligan a desparramarse por el valle, deshaciendo el orden de marcha, al tratar de ponerse fuera del alcance de las balas carlistas. Y por un malentendido, el batallón emplazado en la peña La Gallina abandona su posición y baja al valle para unirse al grueso de la tropa, lo que tiene como consecuencia que los carlistas que han sobrevivido a la carga cuando les arrebataron la posición y se encontraban refugiados en el bosque, vuelven a ocupar la peña, iniciando de nuevo desde allí arriba un mortífero fuego sobre las tropas enemigas situadas en el valle. «Me hallaba con seis batallones sin municiones, metido en un hoyo, coronadas las alturas de enemigos, cuyos fuegos se cruzaban, y perdida la esperanza de un pronto socorro, a aquella hora a las seis de la noche...»[15]​ dice Oráa y piensa que quedarse en el valle, esperando la luz del día para saber donde se encuentra el enemigo y poder realizar una ofensiva sobre él, le parece que esto «...no era asequible por lo crudo de la estación, porque los enemigos se hallaban encima, y por ser humanos con los heridos»".[16]​ y decide salir a la desesperada de aquel infierno. Consigue que su desperdigada tropa se vuelva a formar y se lanza hacia el oeste, hacia las salidas del valle que ofrecen allí las dos brechas abiertas en la montaña. Pero el cónico cerro que se levanta entre las dos brechas está cuajado de carlistas. Tiene una altura de unos 15 metros y no más de 30 de diámetro, está formado por roca y maleza y se precisa usar manos y pies para trepar por él. Desde allí, los carlistas solo tienen que disparar hacia abajo, sin hacer puntería, puesto que sus balas siempre encuentran el blanco en alguno de los cuerpos de la masa de soldados isabelinos que se apretujan para salir del fatídico valle para ganar la llanura. A Oráa, cuando ve la muerte que desde el cerro siembran los carlistas entre su gente, se le materializa la "Eternidad" que le mencionaba Córdova en Acedo. Sus cazadores dejan sus fusiles en tierra y con la bayoneta entre los dientes trepan por el cerro, consiguiendo desalojar a los carlistas, dejando libre el camino. Los isabelinos pueden ahora recoger a sus heridos y salir a la llanura y muy poco después pasan, caminando hacia el sur, junto a la ermita de la Santa Cruz donde ha tenido Zumalacárregui su puesto de mando. Y llegan a Zúñiga, encontrándose con la cena preparada para los carlistas y abandonada por éstos ante las órdenes de su jefe de realizar inmediata retirada hacia el norte por el valle de Arana. Poco después se les une, viniendo desde Santa Cruz de Campezo, la columna de Gurrea.[nota 2]

La columna de Rivero

De la tropa de Córdova, una vez llegada a Arquijas, había de segregarse una columna de 5 batallones al mando del coronel Rivero que continuaría marchando hacia el oeste para cruzar el río «...por el vado que está cercano al molino de Zúñiga.»[17]​ Al oeste de Arquijas las rocas de la sierra de Codés encajonan el río en un cauce de no más de 12 metros de anchura, haciendo correr el agua profunda y a gran velocidad. El camino por esta orilla no es más que una mínima senda, considerada hoy por los pescadores de truchas como uno de los tramos más peligrosos del río. Dado que ninguno de los testigos que escribieron sobre la batalla vuelve a mencionar a la columna de Rivero, es de suponer que ésta, al ver que el avance previsto para ella era completamente imposible de realizar, se quedó en Arquijas, engrosando las tropas que intentaron cruzar por aquí el río.

El combate en Arquijas

El grueso de la tropa de Córdova toma en Acedo el camino hacia el oeste para recorrer los 6 kilómetros que le separan de Arquijas. El río va muy encajonado entre la ladera norte de la sierra de Codés y la ladera sur de un estribo de la sierra de Lóquiz, tras el que se hallan los valles de Lana y Barabia. Ambas laderas siguen siendo muy boscosas y cuando el suelo se empobrece, las rocas sustituyen al sotobosque. El río corre rápido y no tiene más de 30 metros de anchura. A mitad de camino lo cruza un puente que lleva al Molino Nuevo que se encuentra en la orilla norte. Apostado en el puente, Córdova deja 2 batallones para que, si la batalla le es adversa, Zumalacárregui no pueda, viniendo de Zúñiga, traspasarlo y cortarle la retirada a Los Arcos. Con Córdova marcha su hermano Fernando Fernández de Córdova que recuerda muy bien el paisaje: «Corre el Ega por un curso estrecho y de profundo fondo: sus dos orillas, cubiertas de espesos bosques...».[8]​ También Zaratiegui habla del paisaje: «El caudal de agua del Ega por aquel paraje, no ofrece, a la verdad, una gran ventaja para disputar el paso respecto a que por cualquiera parte puede esguazarse con facilidad; pero su curso por entre rocas y la aspereza de sus orillas presentan allí una defensa regular. El paso que no ofrece obstáculo es aquel en que está situado el puente llamado de Arquijas; pero aun éste se halla dominado por excelentes posiciones pobladas de árboles.»[18]

Cuando los isabelinos llegan a Arquijas, encuentran una pequeña explanada de unos 50 x 50 metros[nota 3]​ y lo primero que ven allí es el Humilladero de Arquijas, diminuta construcción de deliciosa factura. Un poco más adelante está el puente sobre el río que apenas tiene aquí 20 metros de anchura. El puente es de madera y está soportado en machones de piedra situados en cada una de las dos orillas. Subiendo por la ladera desde la planicie, a unos 100 metros, se encuentra la ermita de Nuestra Señora de Arquijas. Es un conjunto de edificios compuesto por la ermita, la vivienda del ermitaño y los corrales en los que este encierra sus rebaños. A este lugar hace subir Córdova su artillería, eligiéndolo como su puesto de mando. Desde aquí divisa con su catalejo al norte, a tres kilómetros de distancia, la ermita de Santa María de Zúñiga, descubriendo en ella el puesto de mando de Zumalacárregui, con lo que ambos jefes pueden contemplarse mutuamente desde sus respectivos puestos. También Henningsen participa en el combate y dedica unas palabras al paisaje: «...montañas cubiertas con densa vegetación de arbustos y laurel y otras plantas, cuyas raíces entrelazadas y ramas que se meten entre las rocas, independientemente de su pendiente...el mayor obstáculo, sin embargo, es el río Ega, que corre veloz, entre ambas escarpadas orillas. Aunque de poca profundidad y anchura, en muchos sitios hay pozos profundos, y el agua corre, además, con tanta fuerza, que es muy difícil de cruzar...si se defiende bien, el río es aquí imposible de pasar»..[19]​ El inglés ha cabalgado temprano con su escuadrón de lanceros hasta Mendaza para observar los movimientos de los isabelinos y viene retrocediendo ante ellos. Cuando llega al puente, encuentra en la orilla izquierda, atrincherados en la maleza, dos batallones carlistas. El resto de las tropas de Zumalacárregui esperan entre Orbiso y Zúñiga.[20]​ Las tropas isabelinas, tan pronto como se acercan a la explanada y se ven expuestas al fuego que les llega desde la orilla opuesta, corren monte arriba y se refugian en el bosque, quedando fuera del alcance del tiro enemigo.

Es mediodía cuando las tropas de Córdova inician el asalto al puente. El jefe isabelino hace bajar una y otra vez tropas a la explanada del Humilladero para que se formen en ella e inicien el asalto al puente, pero la pequeña dimensión de la planicie no permite grandes formaciones. Las que consiguen formarse bajo el fuego que les llega desde la otra orilla, avanzan e intentan atravesar el puente pero son batidos por las balas enemigas, o muertos a bayonetazos[nota 4]​ los pocos que consiguen pisar la otra orilla. Hacia las tres de la tarde, comprobando la imposibilidad de tomar el puente, Córdova ordena ensanchar el frente, a izquierda y derecha del mismo, bajando sus tropas directamente al río para vadearlo: «...después de haber sido rechazados en el puente, mandó que se intentase vadear el río. Sin embargo, sus hombres fueron destrozados tan pronto como llegaron a la orilla.»,[21]​ ya que el jefe carlista ha reforzado la defensa de su orilla con otros dos batallones.

Zumalacárregui va sustituyendo las tropas emplazadas y Henningsen cuenta que en la retaguardia: «...reinaba un silencio de muerte...dos líneas de tropa se estaban moviendo constantemente por la carretera, en silencio y en buen orden: unos volviendo del fuego y llevando sus heridos, y los otros para sustituir a los combatientes. De esta manera, Zumalacárregui hacía que nuevos hombres entrasen constantemente en combate...»[22]

«Un extravío en la dirección de la columna que envié por mi derecha retardó de cuatro horas la llegada de Oráa al punto de ataque...»[23]​ dice el jefe isabelino y su hermano se lamenta: «Pero Oráa no llegaba...»[24]​ Estas palabras de los hermanos Córdova dan testimonio de su desconcierto al no conseguir abrirse paso en Arquijas ya que la batalla estaba planeada para ser entablada en la llanura de Santa Cruz de Campezo-Orbiso-Zúñiga y no en el puente: Córdova marcharía con el grueso de su ejército y tras pasar el Ega por Arquijas, se enfrentaría a Zumalacárregui en la llanura. Comenzado el combate, los carlistas se verían sorprendidos por su derecha por las tropas de la columna de Gurrea y por la retaguardia por las de Oráa. Pero ahora, en Arquijas, a las cuatro de la tarde, ante el aprieto en el que se encuentran al no poder cruzar el puente, los Córdova esperan que Oráa con sus 6 batallones se abra paso entre los de Zumalacárregui desplegados en el llano, llegue al puente y les facilite el paso.

Anochece y el estruendo del combate en Arquijas no permite oír, a pesar de que sólo 4 kilómetros lo separan del que se está produciendo en Barabia, lo que hace que Córdova «Tomó en consecuencia y sin vacilar la resolución que su estado reclamaba, retirándose a Los Arcos, en donde encontraría descanso y raciones...»[25]

Vencedores y vencidos

Las fuerzas de Córdoba lucharon con gran valor en Arquijas pero, al no conseguir traspasar el río, no alcanzaron el campo de batalla previsto y se retiraron al punto del que habían partido. La columna de Gurrea llegó al campo de batalla previsto pero no encontró enemigos en él. La tropa de Oráa realizó un esfuerzo inaudito al conseguir salir del hoyo de Barabia al imponerse a fuerzas muy superiores, más descansadas y que ocupaban posiciones privilegiadas. Zumalacárregui contuvo, empleando poca tropa y teniendo mínimas bajas, a Córdova en Arquijas pero no pudo aguantar el empuje de Oráa en Barabia.[nota 5]

Testimonios escritos

Los militares isabelinos Luis y Fernando Fernández de Córdova, Marcelino Oráa y los carlistas Louis Xavier Auguet de Saint-Sylvain, francés, secretario del pretendiente Carlos, F.C. Henningsen, inglés y capitán de lanceros de Navarra y Juan Antonio de Zaratiegui, secretario de Zumalacárregui, participaron en la batalla y dejaron testimonio escrito de ella.[nota 6]

Notas

  1. En 1984, Montxo Armendáriz realizó la película "Tasio" basada en la vida real de un carbonero de leña de cisco que vivió en Zúñiga a mediados del siglo XX y era muy conocido en la región por sus cacerías furtivas. La película se rodó en los escenarios de Zúñiga, valles de Ega, Lana, Barabia y sierra de Lóquiz. En ella se contemplan los paisajes en los que se desarrolló la Primera Batalla de Arquijas.
  2. La noticia del combate de Oráa por el dominio de la peña La Gallina hizo que durante el resto de la guerra se emplease, cuando se hablaba de un combate muy duro, la expresión "engallinarse".
  3. La explanada del Humilladero de Arquijas fue considerablemente ampliada en la última década del siglo XX al construirse una presa para regular durante las crecidas el cauce del río Ega.
  4. En las casas de Zúñiga emplean para atizar sus fogones viejas bayonetas que sus moradores o sus antepasados han ido encontrando en sus montes.
  5. .Las cifras de participantes y bajas difieren mucho según las fuentes consultadas. Así, Fernando Fernández de Córdova dice que la columna de Oráa estaba formada por 9 batallones, seis cañones de montaña y 200 caballos, cifra muy superior a la que menciona Oráa en sus Memoria, por lo que se procuran citarlas lo menos posible.
  6. Del puente del que se habla en este artículo existen únicamemente restos de los machones de piedra que sostenían el maderamen y están situados a unos 50 metros al oeste del puente actual. En uno de los bloques de piedra hay grabadas las palabras: "¡Puente de Arquijas! ¿Por qué, cuando me hablan de este puente, me duelen las heridas viejas?"

Referencias

  1. Louis Xavier Auguet de Saint-Sylvain, The career of don Carlos, since the death of Ferdinand the Seventh (Original from Oxford University, 1835), 266.
  2. William Bollaert, The Wars of Succession of Portugal and Spain, from 1826 to 1840 (E. Stanford, 1870), 125.
  3. Galería Militar Contemporánea. Tomo II. p.24. Madrid 1846.
  4. Luis Fernández de Córdoba, Memoria justificativa. París, 1837. Apéndice.
  5. Luis Fernández de Córdoba, op. cit.p. 94
  6. Fernando Fernández de Córdoba. Mis memorias íntimas. Madrid, 1886. Tomo I. p.258-259
  7. Fernando Fernández de Córdova, op. cit. p. 176
  8. Fernando Fernández de Córdova, op. cit. p. 173
  9. Juan Antonio Zaratiegui. Vida y hechos de don Tomás de Zumalacárregui. San Sebastián, 1947. p.273
  10. José María Azcona. Zumalacárregui. Estudio crítico de las fuentes históricas de su tiempo. Madrid, 1946. 369.
  11. C.F. Henningsen, Campaña de doce meses en Navarra y las Provincias Vascongadas con el General Zumalacárregui. Madrid, 1935. p.421
  12. José María Azcona. op. cit. p. 367.
  13. José María Azcona. op. cit. p. 201.
  14. Juan Antonio Zaratiegui. op. cit. p. 272
  15. Memoria Histórica de la conducta militar y política del General Oráa, Madrid, 1851. p. 53
  16. Memoria Histórica de la conducta militar y política del General Oráa, op. cit. p. 53
  17. Memoria histórica de la conducta militar y política del General Oráa , op. cit. p. 50
  18. Juan Antonio Zaratiegui. op. cit. p. 270
  19. C.F. Henningsen, op. cit. p. 258.
  20. C.F. Henningsen, op. cit. p. 258-260.
  21. C.F. Henningsen, op. cit. p.264
  22. C.F. Henningsen, op. cit. p.262
  23. Luis Fernández de Córdova, op. cit. p. 81
  24. Fernando Fernández de Córdova, op. cit. p. 177
  25. Fernando Fernández de Córdova, op. cit. p. 178

Otras fuentes consultadas

  • Alexis Sabatier. Tío Tomás - Souvenirs d´un soldat de Charles V. Bordeaux 1836
  • Alphonse Barrés du Molard. Memoires de la Guerre de la Navarre et des Provinces Basques. París 1842
  • Adolfo Loning. Das spanische Volk in seinen Ständen, Sitten und Gebräuchen mit Episoden aus dem carlistischen Erbfolgekriege. Hannover 1844
  • Wihelm Baron von Rahden. Aus Spaniens Bürgerkrieg. 1833 - 1840. Berlín 1851

Enlaces externos

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  •   Datos: Q3755395
  •   Multimedia: First Battle of Arquijas / Q3755395

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La Primera Batalla de Arquijas tuvo lugar el 15 de diciembre de 1834 durante la Primera Guerra Carlista en Espana 1833 1840 al enfrentarse las tropas carlistas de Tomas de Zumalacarregui a las isabelinas de Luis Fernandez de Cordoba en el valle del rio Ega en Navarra El resultado de la batalla fue indeciso Primera Batalla de ArquijasPrimera Guerra CarlistaParte de Primera guerra carlistaFecha15 de diciembre de 1834LugarArquijas y Barabia NavarraCoordenadas42 38 46 N 2 24 45 O 42 64611111 2 4125ResultadoIndecisoBeligerantesCarlistas IsabelinosComandantesTomas de Zumalacarregui Luis Fernandez de CordobaMarcelino OraaBajas1 000 heridos 300 muertos 1 1 300 2 editar datos en Wikidata Articulo principal Primera Guerra Carlista Indice 1 Antecedentes 2 Estrategia de Zumalacarregui 3 Estrategia de Cordoba 4 Marcha de Cordova de Los Arcos a Acedo 5 Marcha de la columna de Oraa al valle de Barabia 6 Marcha de la columna de Gurrea 7 El combate en Barabia 8 La columna de Rivero 9 El combate en Arquijas 10 Vencedores y vencidos 11 Testimonios escritos 12 Notas 13 Referencias 14 Otras fuentes consultadas 15 Enlaces externosAntecedentes EditarTras la batalla de Mendaza del 12 de diciembre de 1834 las tropas carlistas se habian visto obligadas a retirarse del valle de La Berrueza acuartelandose a unos 25 kilometros al norte en las localidades de Santa Cruz de Campezo Orbiso y Zuniga a ambos lados del rio Ega Este rio tras salir de los desfiladeros de Maranon transcurre por una planicie en la que se encuentran las tres localidades citadas antes de entrar en el desfiladero de Arquijas Las tropas isabelinas habian vuelto tras su victoria en Mendaza a acantonarse en Los Arcos Tomas de Zumalacarregui Estrategia de Zumalacarregui EditarZumalacarregui comprobo en la batalla de Mendaza que su ejercito no estaba preparado para sostener una batalla en campo abierto por lo que decidio volverlo a emplear unicamente aprovechando la orografia de esta parte de Navarra para apostar sus tropas en las laderas boscosas y cargadas de rocas y atacar los flancos del enemigo cuando atravesaba los estrechos valles Si Cordoba venia al Ega le disputaria el paso en Arquijas infligiendole alli grandes danos dada la naturaleza de este lugar Si el enemigo conseguia imponerse en el paso Zumalacarregui abandonaria inmediatamente la llanura y se dirigiria por el valle de Arana hacia las Amescoas El valle de Arana es un enorme bosque y alli si Cordoba se empenaba en perseguirle lo volveria a castigar con un minimo riesgo con su tactica guerrillera disparandole protegido por los arboles y la maleza El jefe cristino sin cosechar exito alguno se veria obligado por falta de subsistencias y lo crudo de la estacion a replegarse situando durante semanas sus tropas en las guarniciones isabelinas existentes en la linea Pamplona Logrono Asi se presentaria para Zumalacarregui la ocasion de poder mandar durante unas semanas a un importante contingente de su tropa dada las cortas distancias que existian entre las Amescoas y los domicilios de sus soldados a pasar las fiestas de Navidad en sus casas Mudarse de camisa llamaba a estos breves permisos que concedia a sus soldados para regresar unos dias con sus familias 3 Alli en sus hogares darian una gran alegria a sus familias al ser vistos sanos y salvos serian bien alimentados descansarian y tan pronto como los necesitase otra vez en pocas horas estarian de nuevo en las Amescoas Tambien mientras estaban en sus casas se ahorraba de pagarles el real diario que tenian como soldada y tampoco tenia que alimentarlos disminuyendo notablemente las peticiones de alimentos a las pocas y pobres localidades que estaban bajo su dominio Estrategia de Cordoba Editar Luis Fernandez de Cordoba Informado Cordoba por sus exploradores que Zumalacarregui se encontraba en la planicie de Santa Cruz de Campezo Orbiso y Zuniga supuso que el jefe carlista le esperaba alli para enfrentarse a el en una nueva batalla Por lo que proyecto un ambicioso movimiento de tropas su izquierda al mando de Manuel Gurrea saldria de Viana en direccion norte remontaria la sierra de Codes por el puerto de Aguilar bajando a Santa Cruz de Campezo quedando frente a la derecha de la formacion carlista El resto del ejercito marcharia desde Los Arcos hacia el norte por el valle de La Berrueza y llegando a Acedo se dividiria continuando Cordoba hacia el oeste con el grueso por la orilla derecha del rio Ega lo atravesaria por el puente de Arquijas presentandose en la planicie donde suponia que le esperaba el enemigo Su derecha una columna al mando de Marcelino Oraa seguiria desde Acedo hacia el norte pasaria el rio Ega por el puente que existe para entrar al valle de Lana penetraria en este valle doblaria despues hacia el oeste pasaria al valle de Barabia y saliendo de el se encontraria en Zuniga en la espalda del enemigo Estos movimientos darian como resultado que el ejercito isabelino convergeria en la llanura sobre el carlista encerrandolo en una bolsa Mapa del Pais Vasco Navarro que poseia Cordoba El plan de Cordoba era ilusorio Era diciembre y los dias son muy cortos Para llegar a enfrentarse con Zumalacarregui cada una de sus columnas tenian que recorrer una distancia de unos 25 kilometros Tras someterlas a una marcha tan larga por pesimos caminos en los que a trechos tenian que marchar en fila de a uno y obligarles seguidamente a librar una batalla era extremadamente arriesgado Desconocia el paisaje por el que habia de marchar Oraa ya que poseia un mapa del territorio muy deficiente 4 Pero su defecto principal era que como hombre que apenas descendia del caballo suponia que la infanteria era capaz de realizar sus movimientos con el mismo esfuerzo del de la tropa montada Este defecto ya se habia puesto de manifiesto mientras mandaba una de las divisiones de Rodil en el territorio vasco navarro durante el pasado verano y se volveria a producir cuando ordeno los movimientos tan excesivamente amplios para entablar la batalla de Mendigorria 5 y nuevamente el 23 de julio de 1835 cuando bajo un sol abrasador obligo a marchar a su ejercito de Larraga a Lerin sin necesidad alguna provocando la muerte por deshidratacion a un gran numero de sus soldados de infanteria 6 Escenario geografico de la Primera Batalla de Arquijas 15 12 1834 Marcha de Cordova de Los Arcos a Acedo EditarAmanece el dia 15 es claro y frio aun no ha nevado y la tierra se encuentra seca facilitando el paso 7 Pero la columna retrasa su salida mas de dos horas 8 lo que confirma que Cordova ignora las distancias que le separan de la llanura en la que le esta esperando Zumalacarregui Marchando hacia Acedo a ambos lados del camino se extienden tierras de labor los cerros boscosos quedan con excepcion de la garganta de Mues lo suficientemente lejanos para no estar al alcance de tiro de fusil de los carlistas que pueden estar en ellos emboscados Pero las companias de cazadores de los batallones isabelinos van adelantadas flanqueando y no encuentran enemigo alguno La columna atraviesa el valle de La Berrueza y desciende hacia el valle del Ega llegando a Acedo Lleva recorridos 13 kilometros Marcha de la columna de Oraa al valle de Barabia EditarCordova despide en Acedo a la columna de Oraa con un poetico por punto de reunion el campo del enemigo y por el de retirada la Eternidad 9 Oraa que se quejara mas tarde por la escasa fuerza que se ha puesto a sus ordenes ya que se compone solo de 6 batallones 50 hombres de caballeria y dos baterias de montana sigue hacia el norte camino del valle de Lana Las tierras a ambos lados del camino no son ya siempre de labor sino que a veces se acercan al camino pequenos cerros cubiertos con la espesa vegetacion caracteristica de esta zona de Navarra compuesta por robles y encinas carrascas con su denso rico y variado sotobosque de enebros bojes acebos y madronos Aun hoy el caminante que penetra en estos bosques apartandose de las sendas encuentra muy dificultoso abrirse paso en ellos nota 1 La columna llega al rio Ega cruza el puente y entra en la garganta rocosa breve sinuosa tras la que se abre el valle de Lana Un batallon carlista apostado en estas rocas habria conseguido bloquear el paso de Oraa al valle durante horas Pero el camino esta libre y una vez franqueado se abre el asombroso paisaje del valle de Lana es como un crater oblongo de 6 kilometros de extension este oeste y dos de norte sur incrustado en la sierra de Loquiz Las crestas son rocosas y las laderas cubiertas con la frondosa vegetacion antes descrita caen con gran pendiente al valle Lo apartado del valle la dificultad de llegar a el hizo que Zumalacarregui utilizase las cinco pequenas aldeas que se asientan alli como hospital de sus heridos aunque se carecia de los mas indispensables medios para atenderlos Los soldados carlistas llamaban a ese lugar valle de lagrimas 10 Aquel dia las casas estaban repletas de heridos de la batalla de Mendaza y tan pronto como los aduaneros vieron que la columna de Oraa se dirigia al valle mandaron aviso y los habitantes tomaron a los heridos y fueron todos llevados a las montanas para mayor seguridad 11 Entre los heridos se encontraba Alexis Sabatier y que una vez puesto a salvo en Lana consiguio que su asistente lo trasladase a Francia donde se repuso de sus heridas mientras escribia su obra referenciada 12 La vista engana desde el fondo del valle todo hace pensar que la unica salida de el se encuentra en la garganta que da al rio Ega pero la ladera de la pared oeste va perdiendo altura casi imperceptiblemente dejando paso al valle de Barabia Subiendo desde Lana y asomandose a Barabia se vuelve a repetir el paisaje de Lana aunque el valle que se presenta solo tiene de este oeste una extension de 700 metros y 300 de norte sur Pero esto hace al verse las crestas rocosas tan cercanas y altas sentir al que se encuentra dentro de el aun mas singular y angustioso el paisaje Y nuevamente la vista hace creer que no existe otra salida que volviendo a Lana pero al oeste dos brechas entre las que solo queda un conico cerro rocoso parten la montana dejando dos estrechos caminos para salir del valle y pasar a la llanura de Zuniga Marcha de la columna de Gurrea EditarGurrea ha llevado a Logrono los heridos en la batalla de Mendaza Cuando vuelve el dia 14 recibe orden de Cordova de acuartelarse en Viana y marchar al dia siguiente a Santa Cruz de Campezo Sale con su columna de Viana el dia 15 hacia el norte por un camino con fuerte pendiente que desde los 480 metros de altitud les lleva a los 900 metros de altitud del puerto de Aguilar a 15 kilometros de distancia Durante todo el camino los bosques de robles encinas y matorrales se acercan peligrosamente al camino dando un gran trabajo a los cazadores isabelinos para explorarlos y limpiarlos de carlistas que pueden encontrarse emboscados ralentizando por ello la marcha Pero no hay enemigo en el bosque Una vez alcanzado el puerto cayendo ya la tarde se extiende bajo ellos de oeste a este el valle del Ega Mirando hacia el noreste ven a 15 kilometros a vuelo de pajaro la polvareda que levanta la columna de Oraa que comienza a pasar del valle de Lana al de Barabia Y desde otros 15 kilometros al este llega el estruendo de la artilleria de Cordova que trata de abrirse paso en Arquijas La bajada al valle del Ega es aun mas pendiente y la vegetacion de la ladera al estar orientada al norte direccion de donde provienen principalmente las lluvias es aun mas densa Las precauciones que toman van en aumento pero siguen sin encontrar enemigo alguno Ignoran cuando atraviesan el pequeno lugar de Genevilla que alli tiene su taller el herrero que forja las puntas de acero de las lanzas de la caballeria de Zumalacarregui 13 Ha anochecido cuando entran sin lucha en Santa Cruz de Campezo Ante ellos al norte se extiende silenciosa y negra la gran llanura en la que estaba previsto que se habia de celebrar la batalla Los exploradores que parten hacia ella vuelven y comunican que no encuentran rastro alguno ni de amigos ni de enemigos Pero al noreste los isabelinos ven rasgar la negrura los ultimos fogonazos producidos por los soldados de Oraa que estan consiguiendo salir de Barabia a la llanura mientras que al este por donde cae Arquijas el resplandor de las enormes hogueras encendidas por Cordova para incinerar a sus muertos ilumina el cielo Gurrea quiere salir de la incertidumbre y penetra con su tropa en la llanura consigue llegar a Zuniga donde se encuentra con Oraa El combate en Barabia EditarEntrando desde Lana en Barabia en las montanas que se levantan a la izquierda o sur destaca en su cresta una gran roca de singular estructura y belleza Es la pena La Gallina Restos de viejas construcciones alli existentes confirman que este lugar ya tuvo en la antiguedad importancia estrategica Oraa ordena inmediatamente que un batallon se encarame alli arriba lo que hace arrojando de el a los carlistas que ya lo habian ocupado Pero pronto ve que tanto en las crestas del norte como en las restantes del sur van a apareciendo carlistas y se atrincheran alli Y por el oeste por la parte que da a Zuniga empiezan a entrar varios batallones carlistas con intencion de impedirle la salida del valle Oraa no comprende como es posible que la fuerza carlista que se le enfrenta sea tan importante ya que ignora que Cordova ha iniciado la retirada en Arquijas con lo que Zumalacarregui puede dedicar el grueso de su fuerza a aniquilar a Oraa en Barabia 14 Desde lo alto de las crestas comienzan a recibir los isabelinos nutridas descargas que les obligan a desparramarse por el valle deshaciendo el orden de marcha al tratar de ponerse fuera del alcance de las balas carlistas Y por un malentendido el batallon emplazado en la pena La Gallina abandona su posicion y baja al valle para unirse al grueso de la tropa lo que tiene como consecuencia que los carlistas que han sobrevivido a la carga cuando les arrebataron la posicion y se encontraban refugiados en el bosque vuelven a ocupar la pena iniciando de nuevo desde alli arriba un mortifero fuego sobre las tropas enemigas situadas en el valle Me hallaba con seis batallones sin municiones metido en un hoyo coronadas las alturas de enemigos cuyos fuegos se cruzaban y perdida la esperanza de un pronto socorro a aquella hora a las seis de la noche 15 dice Oraa y piensa que quedarse en el valle esperando la luz del dia para saber donde se encuentra el enemigo y poder realizar una ofensiva sobre el le parece que esto no era asequible por lo crudo de la estacion porque los enemigos se hallaban encima y por ser humanos con los heridos 16 y decide salir a la desesperada de aquel infierno Consigue que su desperdigada tropa se vuelva a formar y se lanza hacia el oeste hacia las salidas del valle que ofrecen alli las dos brechas abiertas en la montana Pero el conico cerro que se levanta entre las dos brechas esta cuajado de carlistas Tiene una altura de unos 15 metros y no mas de 30 de diametro esta formado por roca y maleza y se precisa usar manos y pies para trepar por el Desde alli los carlistas solo tienen que disparar hacia abajo sin hacer punteria puesto que sus balas siempre encuentran el blanco en alguno de los cuerpos de la masa de soldados isabelinos que se apretujan para salir del fatidico valle para ganar la llanura A Oraa cuando ve la muerte que desde el cerro siembran los carlistas entre su gente se le materializa la Eternidad que le mencionaba Cordova en Acedo Sus cazadores dejan sus fusiles en tierra y con la bayoneta entre los dientes trepan por el cerro consiguiendo desalojar a los carlistas dejando libre el camino Los isabelinos pueden ahora recoger a sus heridos y salir a la llanura y muy poco despues pasan caminando hacia el sur junto a la ermita de la Santa Cruz donde ha tenido Zumalacarregui su puesto de mando Y llegan a Zuniga encontrandose con la cena preparada para los carlistas y abandonada por estos ante las ordenes de su jefe de realizar inmediata retirada hacia el norte por el valle de Arana Poco despues se les une viniendo desde Santa Cruz de Campezo la columna de Gurrea nota 2 La columna de Rivero EditarDe la tropa de Cordova una vez llegada a Arquijas habia de segregarse una columna de 5 batallones al mando del coronel Rivero que continuaria marchando hacia el oeste para cruzar el rio por el vado que esta cercano al molino de Zuniga 17 Al oeste de Arquijas las rocas de la sierra de Codes encajonan el rio en un cauce de no mas de 12 metros de anchura haciendo correr el agua profunda y a gran velocidad El camino por esta orilla no es mas que una minima senda considerada hoy por los pescadores de truchas como uno de los tramos mas peligrosos del rio Dado que ninguno de los testigos que escribieron sobre la batalla vuelve a mencionar a la columna de Rivero es de suponer que esta al ver que el avance previsto para ella era completamente imposible de realizar se quedo en Arquijas engrosando las tropas que intentaron cruzar por aqui el rio El combate en Arquijas EditarEl grueso de la tropa de Cordova toma en Acedo el camino hacia el oeste para recorrer los 6 kilometros que le separan de Arquijas El rio va muy encajonado entre la ladera norte de la sierra de Codes y la ladera sur de un estribo de la sierra de Loquiz tras el que se hallan los valles de Lana y Barabia Ambas laderas siguen siendo muy boscosas y cuando el suelo se empobrece las rocas sustituyen al sotobosque El rio corre rapido y no tiene mas de 30 metros de anchura A mitad de camino lo cruza un puente que lleva al Molino Nuevo que se encuentra en la orilla norte Apostado en el puente Cordova deja 2 batallones para que si la batalla le es adversa Zumalacarregui no pueda viniendo de Zuniga traspasarlo y cortarle la retirada a Los Arcos Con Cordova marcha su hermano Fernando Fernandez de Cordova que recuerda muy bien el paisaje Corre el Ega por un curso estrecho y de profundo fondo sus dos orillas cubiertas de espesos bosques 8 Tambien Zaratiegui habla del paisaje El caudal de agua del Ega por aquel paraje no ofrece a la verdad una gran ventaja para disputar el paso respecto a que por cualquiera parte puede esguazarse con facilidad pero su curso por entre rocas y la aspereza de sus orillas presentan alli una defensa regular El paso que no ofrece obstaculo es aquel en que esta situado el puente llamado de Arquijas pero aun este se halla dominado por excelentes posiciones pobladas de arboles 18 Cuando los isabelinos llegan a Arquijas encuentran una pequena explanada de unos 50 x 50 metros nota 3 y lo primero que ven alli es el Humilladero de Arquijas diminuta construccion de deliciosa factura Un poco mas adelante esta el puente sobre el rio que apenas tiene aqui 20 metros de anchura El puente es de madera y esta soportado en machones de piedra situados en cada una de las dos orillas Subiendo por la ladera desde la planicie a unos 100 metros se encuentra la ermita de Nuestra Senora de Arquijas Es un conjunto de edificios compuesto por la ermita la vivienda del ermitano y los corrales en los que este encierra sus rebanos A este lugar hace subir Cordova su artilleria eligiendolo como su puesto de mando Desde aqui divisa con su catalejo al norte a tres kilometros de distancia la ermita de Santa Maria de Zuniga descubriendo en ella el puesto de mando de Zumalacarregui con lo que ambos jefes pueden contemplarse mutuamente desde sus respectivos puestos Tambien Henningsen participa en el combate y dedica unas palabras al paisaje montanas cubiertas con densa vegetacion de arbustos y laurel y otras plantas cuyas raices entrelazadas y ramas que se meten entre las rocas independientemente de su pendiente el mayor obstaculo sin embargo es el rio Ega que corre veloz entre ambas escarpadas orillas Aunque de poca profundidad y anchura en muchos sitios hay pozos profundos y el agua corre ademas con tanta fuerza que es muy dificil de cruzar si se defiende bien el rio es aqui imposible de pasar 19 El ingles ha cabalgado temprano con su escuadron de lanceros hasta Mendaza para observar los movimientos de los isabelinos y viene retrocediendo ante ellos Cuando llega al puente encuentra en la orilla izquierda atrincherados en la maleza dos batallones carlistas El resto de las tropas de Zumalacarregui esperan entre Orbiso y Zuniga 20 Las tropas isabelinas tan pronto como se acercan a la explanada y se ven expuestas al fuego que les llega desde la orilla opuesta corren monte arriba y se refugian en el bosque quedando fuera del alcance del tiro enemigo Es mediodia cuando las tropas de Cordova inician el asalto al puente El jefe isabelino hace bajar una y otra vez tropas a la explanada del Humilladero para que se formen en ella e inicien el asalto al puente pero la pequena dimension de la planicie no permite grandes formaciones Las que consiguen formarse bajo el fuego que les llega desde la otra orilla avanzan e intentan atravesar el puente pero son batidos por las balas enemigas o muertos a bayonetazos nota 4 los pocos que consiguen pisar la otra orilla Hacia las tres de la tarde comprobando la imposibilidad de tomar el puente Cordova ordena ensanchar el frente a izquierda y derecha del mismo bajando sus tropas directamente al rio para vadearlo despues de haber sido rechazados en el puente mando que se intentase vadear el rio Sin embargo sus hombres fueron destrozados tan pronto como llegaron a la orilla 21 ya que el jefe carlista ha reforzado la defensa de su orilla con otros dos batallones Zumalacarregui va sustituyendo las tropas emplazadas y Henningsen cuenta que en la retaguardia reinaba un silencio de muerte dos lineas de tropa se estaban moviendo constantemente por la carretera en silencio y en buen orden unos volviendo del fuego y llevando sus heridos y los otros para sustituir a los combatientes De esta manera Zumalacarregui hacia que nuevos hombres entrasen constantemente en combate 22 Un extravio en la direccion de la columna que envie por mi derecha retardo de cuatro horas la llegada de Oraa al punto de ataque 23 dice el jefe isabelino y su hermano se lamenta Pero Oraa no llegaba 24 Estas palabras de los hermanos Cordova dan testimonio de su desconcierto al no conseguir abrirse paso en Arquijas ya que la batalla estaba planeada para ser entablada en la llanura de Santa Cruz de Campezo Orbiso Zuniga y no en el puente Cordova marcharia con el grueso de su ejercito y tras pasar el Ega por Arquijas se enfrentaria a Zumalacarregui en la llanura Comenzado el combate los carlistas se verian sorprendidos por su derecha por las tropas de la columna de Gurrea y por la retaguardia por las de Oraa Pero ahora en Arquijas a las cuatro de la tarde ante el aprieto en el que se encuentran al no poder cruzar el puente los Cordova esperan que Oraa con sus 6 batallones se abra paso entre los de Zumalacarregui desplegados en el llano llegue al puente y les facilite el paso Anochece y el estruendo del combate en Arquijas no permite oir a pesar de que solo 4 kilometros lo separan del que se esta produciendo en Barabia lo que hace que Cordova Tomo en consecuencia y sin vacilar la resolucion que su estado reclamaba retirandose a Los Arcos en donde encontraria descanso y raciones 25 Vencedores y vencidos EditarLas fuerzas de Cordoba lucharon con gran valor en Arquijas pero al no conseguir traspasar el rio no alcanzaron el campo de batalla previsto y se retiraron al punto del que habian partido La columna de Gurrea llego al campo de batalla previsto pero no encontro enemigos en el La tropa de Oraa realizo un esfuerzo inaudito al conseguir salir del hoyo de Barabia al imponerse a fuerzas muy superiores mas descansadas y que ocupaban posiciones privilegiadas Zumalacarregui contuvo empleando poca tropa y teniendo minimas bajas a Cordova en Arquijas pero no pudo aguantar el empuje de Oraa en Barabia nota 5 Testimonios escritos EditarLos militares isabelinos Luis y Fernando Fernandez de Cordova Marcelino Oraa y los carlistas Louis Xavier Auguet de Saint Sylvain frances secretario del pretendiente Carlos F C Henningsen ingles y capitan de lanceros de Navarra y Juan Antonio de Zaratiegui secretario de Zumalacarregui participaron en la batalla y dejaron testimonio escrito de ella nota 6 Notas Editar En 1984 Montxo Armendariz realizo la pelicula Tasio basada en la vida real de un carbonero de lena de cisco que vivio en Zuniga a mediados del siglo XX y era muy conocido en la region por sus cacerias furtivas La pelicula se rodo en los escenarios de Zuniga valles de Ega Lana Barabia y sierra de Loquiz En ella se contemplan los paisajes en los que se desarrollo la Primera Batalla de Arquijas La noticia del combate de Oraa por el dominio de la pena La Gallina hizo que durante el resto de la guerra se emplease cuando se hablaba de un combate muy duro la expresion engallinarse La explanada del Humilladero de Arquijas fue considerablemente ampliada en la ultima decada del siglo XX al construirse una presa para regular durante las crecidas el cauce del rio Ega En las casas de Zuniga emplean para atizar sus fogones viejas bayonetas que sus moradores o sus antepasados han ido encontrando en sus montes Las cifras de participantes y bajas difieren mucho segun las fuentes consultadas Asi Fernando Fernandez de Cordova dice que la columna de Oraa estaba formada por 9 batallones seis canones de montana y 200 caballos cifra muy superior a la que menciona Oraa en sus Memoria por lo que se procuran citarlas lo menos posible Del puente del que se habla en este articulo existen unicamemente restos de los machones de piedra que sostenian el maderamen y estan situados a unos 50 metros al oeste del puente actual En uno de los bloques de piedra hay grabadas las palabras Puente de Arquijas Por que cuando me hablan de este puente me duelen las heridas viejas Referencias Editar Louis Xavier Auguet de Saint Sylvain The career of don Carlos since the death of Ferdinand the Seventh Original from Oxford University 1835 266 William Bollaert The Wars of Succession of Portugal and Spain from 1826 to 1840 E Stanford 1870 125 Galeria Militar Contemporanea Tomo II p 24 Madrid 1846 Luis Fernandez de Cordoba Memoria justificativa Paris 1837 Apendice Luis Fernandez de Cordoba op cit p 94 Fernando Fernandez de Cordoba Mis memorias intimas Madrid 1886 Tomo I p 258 259 Fernando Fernandez de Cordova op cit p 176 a b Fernando Fernandez de Cordova op cit p 173 Juan Antonio Zaratiegui Vida y hechos de don Tomas de Zumalacarregui San Sebastian 1947 p 273 Jose Maria Azcona Zumalacarregui Estudio critico de las fuentes historicas de su tiempo Madrid 1946 369 C F Henningsen Campana de doce meses en Navarra y las Provincias Vascongadas con el General Zumalacarregui Madrid 1935 p 421 Jose Maria Azcona op cit p 367 Jose Maria Azcona op cit p 201 Juan Antonio Zaratiegui op cit p 272 Memoria Historica de la conducta militar y politica del General Oraa Madrid 1851 p 53 Memoria Historica de la conducta militar y politica del General Oraa op cit p 53 Memoria historica de la conducta militar y politica del General Oraa op cit p 50 Juan Antonio Zaratiegui op cit p 270 C F Henningsen op cit p 258 C F Henningsen op cit p 258 260 C F Henningsen op cit p 264 C F Henningsen op cit p 262 Luis Fernandez de Cordova op cit p 81 Fernando Fernandez de Cordova op cit p 177 Fernando Fernandez de Cordova op cit p 178Otras fuentes consultadas EditarAlexis Sabatier Tio Tomas Souvenirs d un soldat de Charles V Bordeaux 1836 Alphonse Barres du Molard Memoires de la Guerre de la Navarre et des Provinces Basques Paris 1842 Adolfo Loning Das spanische Volk in seinen Standen Sitten und Gebrauchen mit Episoden aus dem carlistischen Erbfolgekriege Hannover 1844 Wihelm Baron von Rahden Aus Spaniens Burgerkrieg 1833 1840 Berlin 1851Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una galeria multimedia sobre Iconografia de la Primera Guerra Carlista Wikimedia Commons alberga una galeria multimedia sobre Primera Batalla de Arquijas Datos Q3755395 Multimedia First Battle of Arquijas Q3755395 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Primera Batalla de Arquijas amp oldid 143849345, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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