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Arenga de George S. Patton al Tercer Ejército

La arenga de Patton al Tercer Ejército fue una serie de discursos dados por el General George S. Patton a tropas del Tercer Ejército de los Estados Unidos en 1944, antes de la invasión Aliada de Francia. El objetivo de la arenga fue motivar al inexperto Tercer Ejército en su primera misión. En los discursos, Patton instó a sus soldados a cumplir su deber a pesar del miedo personal, y los exhortó a la agresividad y la constante acción ofensiva. El crudo discurso, salpicado de obscenidades, fue visto como poco profesional por algunos colegas oficiales, pero bien recibido por sus hombres. Algunos historiadores lo consideran una de las mejores arengas de la historia.

George S. Patton como Teniente General

Una versión abreviada y menos procaz del discurso se volvió icónica en 1970 con la película Patton de 1970, interpretada por George C. Scott, de pie ante una enorme bandera americana, lo que ayudó a cementar la popularidad de Patton.

Trasfondo

 
Patton hablando ante una división del Ejército de EE.UU. el 1 de abril de 1944 en Irlanda del Norte

Al momento de los discursos, Patton intentaba mantener un bajo perfil ante la prensa, por órdenes del General Dwight Eisenhower. A Patton se le había asignado un rol central en un elaborado esquema fantasma destinado a desorientar al ejército del Tercer Reich. Los alemanes creían que Patton se hallaba en Dover alistando el (ficticio) Primer Grupo de Tareas del Ejército de los Estados Unidos para una invasión en Pas de Calais. Para los discursos, Patton vistió su más pulido casco, uniforme de gala, lustradísimas botas y látigo de cabalgar, que hacía chasequear para mayor efecto. Solía arribar en Mercedes y hablar desde una plataforma elevada rodeado por una gran audiencia sentada alrededor de la plataforma y en elevaciones circundantes. Cada discurso fue dado ante una división comandada por un general e integrada por 15.000 o más hombres.

La arenga

Patton comenzó a arengar a sus tropas en el Reino Unido en febrero de 1944. El número de discursos pronunciados no es claro, con fuentes que mencionan de cuatro a seis, y otras que sugieren uno ante cada unidad del Tercer Ejército. La arenga más famosa fue la del 5 de junio de 1944, la jornada previa al Día D. Aunque Patton ignoraba la fecha del comienzo de la invasión a Europa (puesto que el Tercer Ejército no formó parte de la fuerza inicial de desembarque), el general utilizó el discurso como mecanismo motivador para enardecer a sus tropas y evitar que cunda el desaliento por la espera. Patton hablaba sin apuntes, y aunque se trataba básicamente del mismo discurso, el orden de algunas de sus partes varió en algunas ocasiones. Una diferencia notable ocurrió en el discurso del 31 de mayo de 1944, dirigido a la 6.ª División Blindada de los EE. UU., cuando comenzó con una frase que luego quedaría entre sus más recordadas:[1]

Ningún bastardo ganó jamás una guerra muriendo por su patria. La ganó haciendo que otro estúpido bastardo muera por la suya.

Las palabras de Patton fueron puestas luego por escrito por algunos integrantes de sus tropas, de modo que existen varias iteraciones con textos alternativos. El historiador Terry Brighton reconstruyó un discurso completo a partir de las memorias de algunos de los soldados que asentaron partes de la arenga, incluyendo Gilbert R. Cook, Hobart R. Gay, y un número de otros reclutas. Patton sólo mencionó brevemente los discursos en su diario, comentando, "como en todas mis charlas, enfaticé la necesidad de atacar y matar". El discurso más tarde se haría tan popular que se lo conoce sencillamente como "La arenga de Patton" o al hablar del general simplemente como "La arenga".

Sentaos.

Quiero que recordéis que ningún bastardo ganó jamás una guerra muriendo por su patria. La ganó haciendo que otros estúpidos bastardos murieran por la suya. 

Muchachos, todas esas historias de que Estados Unidos no quiere combatir, que quiere quedarse al margen de la guerra, son un montón de mierda. A los americanos por tradición nos encanta combatir, todo verdadero americano ama el acicate de la lucha. Cuando erais niños admirabais a los campeones de canicas: al corredor más veloz, a los ases del fútbol, a los boxeadores más recios. Los americanos aman al ganador y no toleran al perdedor. Todo americano juega siempre para ganar, yo no apostaría el pellejo por alguien que, perdiendo, se riera. Por eso los americanos nunca hemos perdido ni perderemos una guerra, porque la sola idea de perder nos da náuseas. Una batalla es el torneo más trascendente del que un hombre puede participar. Saca todo lo bueno de su interior, y purga lo malo.

No todos vosotros moriréis. Solo el dos por ciento de los que estáis hoy aquí morirá en un gran combate. No se debe temer a la muerte. Con el tiempo, la muerte le llega a todo hombre. Y todo hombre siente temor ante su primera batalla. Si dice que no, es un maldito mentiroso. El verdadero héroe es quien lucha aun cuando tiene miedo. Hay quienes superan su miedo en un minuto, otros en una hora y algunos en días. Pero el hombre de verdad jamás dejará que el miedo le gane a su honor, su sentido del deber a la patria, a su hombría.

Toda vuestra maldita carrera en el ejército, vosotros muchachos habéis estado echando pestes contra lo que llamáis la “maldita instrucción”. Pero eso, como todo lo demás en este ejército, tiene un propósito bien definido: garantizar obediencia instantánea a las órdenes y generar un estado de alerta. Ese estado de alerta debe ser inculcado en cada soldado. No doy dos centavos por el hombre que no está siempre en puntillas de pie. La “maldita instrucción” os ha vuelto a todos veteranos. Ahora estáis listos. Un hombre no puede bajar la guardia un segundo si pretende seguir respirando al minuto siguiente. Porque si lo hace, algún hijo de puta alemán se le escurrirá por la espalda y le encajará por la cabeza un saco de bosta. Hay cuatrocientas lápidas blancas y bonitas en Sicilia, todas por culpa de uno solo que se quedó dormido en su puesto; pero son lápidas alemanas, porque nosotros dimos con el bastardo antes que su oficial.

Un ejército es un equipo, vive come, duerme y lucha como un equipo. Todo ese asunto de la heroicidad individual es un montón de mierda. Los biliosos bastardos que escribieron eso para el Saturday Evening Post saben tanto del verdadero combate como saben de follar. Y tenemos el mejor equipo, la mejor comida y pertrechos, el mejor espíritu y los mejores hombres del mundo. ¡Dios! Si casi compadezco a los pobres hijos de perra que tendrán que hacernos frente.

No creáis que los héroes son como los de los de libros de aventuras. Todos y cada uno de vosotros desempeñáis una tarea vital en el ejército. Jamás desistáis. Jamás penséis “mi puesto es inconsecuente”. ¿Qué pasaría si un conductor de camión decidiera de súbito que le asusta el zumbido de las balas, se pusiera amarillo y se arrojara de cabeza al arcén? El bastardo cobarde podría decirse a sí mismo: "¡Al diablo! No echarán uno solo de menos ¡Somos miles!”. Pero ¿qué ocurriría si todos pensaran así? ¿Dónde demonios estaríamos ahora? No, maldita sea, un americano jamás piensa así. Cada hombre cumple su deber, sirve al todo. Los de suministros son necesarios para pertrechar las armas y la maquinaria de guerra para seguir adelante. Los de intendencia son necesarios para traernos la comida y la ropa porque a donde vamos no hay ni siquiera una mierda que robar. Hasta el último hombre de las cocinas tiene un deber que cumplir, incluso el que hierve nuestra agua para prevenirnos de la diarrea. Todos y cada uno de los hombres debe pensar, no solo en sí mismo, sino también en el camarada que lucha a su lado. No hay lugar para cobardes en el ejército. Los mataremos como moscas. Si no, volverán a casa y procrearán más cobardes. Los valientes procrearán valientes. Matemos a todos los cobardes y tendremos una nación de valientes.

Uno de los hombres más valientes que conocí en la campaña de África estaba subido a un poste de telégrafo en medio de fuego cruzado, en la carretera a Túnez. Me paré y le pregunté qué coño estaba haciendo ahí arriba, bajo ese fuego. Él respondió, "Reparando el cable, señor". "¿No es un poco insalubre hacerlo en este momento?", le dije. "Sí, señor, pero el maldito cable necesita ser reparado". Le pregunto: "Esos aviones bombardeando la ruta ¿no lo distraen?". Y él respondió, "No, señor. Pero usted sí". Ahora bien, ese era un verdadero soldado. Un hombre de verdad. Un hombre que consagró todo a su deber, sin importar lo aparentemente insignificante que pudiera ser su labor.

Y deberíais haber visto a los camiones en la ruta a Gabes. Aquellos chóferes magníficos. Días y noches manejando por las malditas carreteras, sin parar ni desviarse, con proyectiles estallando a su alrededor. Muchos condujeron 40 horas seguidas. Lo lograron a base de buenos cojones americanos. Y no eran soldados de combate. Pero eran soldados trabajando, con una labor que cumplir. Sin su trabajo en equipo, ciertamente hubiéramos perdido la batalla. Todos los eslabones de la cadena tiraron a un tiempo y esta se hizo irrompible.

Por supuesto todos queremos volver a casa. Queremos acabar con esta guerra. Pero no se puede ganar una guerra sentados. La forma más rápida de acabar esta guerra es ir a por los bastardos que la empezaron y barrerlos del mapa. Cuanto antes los hagamos, más pronto nos volveremos. El camino más corto a casa pasa por Berlín y Tokio. Así que no os detengáis. Y cuando llegue a Berlín, yo personalmente mataré a ese burócrata hijo de perra Hitler, igual que mataría una víbora.

Cuando un soldado se pasa todo el día en una trinchera, tarde temprano un alemán lo hallará y lo ensartará. Al diablo con esa idea. Mis hombres no cavan trincheras. Las trincheras solo retrasan la ofensiva. ¡Moveos! Os quiero avanzando. Y tampoco deis tiempo al enemigo para cavar las suyas. Vamos a ganar esta guerra, pero solo la ganaremos luchando y mostrándoles a los alemanes que tenemos más agallas de las que ellos tienen y tendrán.

No solo vamos a dispararles, ¡nuestra intención es arrancarles las tripas y usarlas después para engrasar las ruedas de nuestros tanques: vamos a matar a esos malditos teutones de a cien por metro!

Algunos de vosotros estáis dudando si tendréis miedo bajo fuego. Eso no debe preocuparos, estoy convencido de que todos cumpliréis con vuestro deber. La guerra es un asunto sangriento y mortal. O vertéis vuestra sangre, o vertéis la de ellos. Rajadles el vientre, disparadles en las tripas. Cuando los proyectiles estallen a vuestro alrededor y al limpiaros la suciedad de la cara os deis cuenta de que no es suciedad, sino la sangre y las entrañas del que hasta hace un momento era vuestro mejor amigo, entonces sabréis que hacer.

No quiero recibir ningún mensaje que diga: “Estamos sosteniendo nuestra posición”. Nosotros no sostenemos una mierda. Que la sostengan los alemanes. Nosotros avanzamos constantemente y no estamos interesados en sostener nada salvo al enemigo por las pelotas. Lo agarraremos por las bolas y le patearemos el trasero sin respiro. Nuestro plan de operaciones es avanzar y seguir avanzando sin importar si tenemos que pasar o través o por debajo del enemigo. Perforaremos su posición como la mierda por el agujero de lata.

No faltarán las quejas de que estamos exigiendo demasiado a los nuestros. Me importan un carajo esas quejas. Una onza de sudor salvará un galón de sangre. Mientras más duro empujemos, más alemanes mataremos. Mientras más alemanes matemos, menor número de los nuestros morirán. Más avance significa menos bajas. Quiero que todos recordéis esto.

Mis hombres no se rinden. No quiero oír de nadie bajo mi mando capturado a menos que sea por haber estado herido. Incluso si está herido, todavía puede seguir peleando. La clase de hombre que quiero bajo mi mando es como la de ese teniente de Libia, que teniendo una Luger apuntada contra el pecho, se arrancó el casco, aparto el arma hacia un lado con una mano y le reventó el casco en la cabeza a ese Kraut. Luego se arrojó por el arma y mató a otro alemán. Todo el tiempo con una bala alojada en un pulmón. ¡Ahí tenéis un hombre de verdad!

Recordad muchachos que vosotros no sabéis que yo estoy aquí. No haréis ni una sola mención de esto en vuestras cartas. Se supone que el mundo no debe saber que diantres me pasó. Se supone incluso que yo no debo estar en Inglaterra al mando de este ejército. Haced que los primeros bastardos en enterarse sean los malditos alemanes. Un día, quiero que se caigan de trasero y digan “¡Ach, son de vuelta el maldito Tercer Cuerpo y ese hijo de puta Patton!”. Queremos desatar el infierno allí, limpiar ese desaguisado y proseguir cuanto antes a por esos japos que mean morado,[2]​ antes que los malditos Marines se lleven todo el mérito.

Hay algo magnífico que vosotros muchachos podréis decir una vez haya acabado la guerra y estéis de vuelta en casa. Podréis estar agradecidos que, dentro de 20 años, cuando os halléis sentados al calor de la lumbre con vuestro nieto en la rodilla y os pregunte que hicisteis en la Segunda Guerra Mundial, no tendréis que toser, cambiarlo de rodilla y decirle, «Bueno, tu abuelito paleaba estiércol en Louisiana». No señor, lo podréis mirar fijo a los ojos y decirle: «Hijo, tu abuelito marchó con el Gran Tercer Ejército y con un maldito hijo de perra llamado George Patton».

Bien, ahora, hijos de perra, ya sabéis cómo pienso. Estaré muy orgulloso de dirigiros en esta lucha muchachos, siempre y en todo lugar. 

Esto es todo. .[3]

[1][2]

Impacto

Las tropas al mando de Patton acogieron favorablemente la arenga. La fuerte reputación del general generaba gran entusiasmo entre sus hombres, y lo escuchaban atentamente, en absoluto silencio. Una mayoría indicó haber disfrutado del estilo de Patton. Como señaló luego un oficial: "Los hombres instintivamente percibieron el hecho y la marca distintiva que ellos estarían desempeñando en la historia por esa causa, pues se les estaba informando de ello. Tras las procaces palabras del general discernían profunda sinceridad y seriedad, y los hombres lo sabían, pero les encantaba su estilo, como solo él podía dárselos". Patton le imprimió un tono de humor al discurso, buscando adrede que sus hombres se rieran con sus giros heterodoxos. Observadores apuntaron más tarde que las tropas parecieron divertirse sobremanera con los discursos. En particular, el uso del humor obsceno por parte de Patton tuvo buena acogida por los reclutas, que apreciaron "la jerga de cuartel".

Una minoría notable de oficiales de Patton rechazaron o expresaron disgusto por la vulgaridad del lenguaje, considerándolo como impropio en un alto mando. Entre quienes criticaron el uso de profanidades por parte de Patton estaba el General Omar Bradley, su anterior subordinado. Era bien sabido que ambos hombres eran polos opuestos en personalidad, y hay evidencia considerable que Bradley sintió desagrado por Patton tanto profesional como personalmente. En respuesta a las críticas por la crudeza de su lenguaje, Patton escribió a un familiar, "Cuando quiero que mis hombres recuerden algo importante, que se les pegue, les meto el doble de obscenidades. Puede que escandalice a ancianas jugando a la canasta, pero a mis soldados les ayuda a recordar".

Los historiadores señalan el discurso como uno de los mejores logros de Patton. El autor Terry Brighton lo llamó "el discurso motivacional más grande de la guerra y quizás de todos los tiempos, superando (en su capacidad de entonar la moral de las tropas, sino como pieza literaria) a las palabras dadas por Shakespeare al rey Enrique V en Agincourt"[14]. Alan Axelrod postuló que era la más famosa de sus citas.

Véase también

Referencias

Notas

  1. . Fort Knox, Kentucky: Patton Museum of Cavalry and Armor. Archivado desde el original el 16 de junio de 2006. 
  2. 1Referencia a la violeta de genciana, utilizada para tratar las enfermedades venéreas (que Patton implica los japoneses padecen)
  3. Brighton 2009, pp. 262–265.
  •   Datos: Q13611058

arenga, george, patton, tercer, ejército, arenga, patton, tercer, ejércitofue, serie, discursos, dados, general, george, patton, tropas, tercer, ejército, estados, unidos, 1944, antes, invasión, aliada, francia, objetivo, arenga, motivar, inexperto, tercer, ej. La arenga de Patton al Tercer Ejercitofue una serie de discursos dados por el General George S Patton a tropas del Tercer Ejercito de los Estados Unidos en 1944 antes de la invasion Aliada de Francia El objetivo de la arenga fue motivar al inexperto Tercer Ejercito en su primera mision En los discursos Patton insto a sus soldados a cumplir su deber a pesar del miedo personal y los exhorto a la agresividad y la constante accion ofensiva El crudo discurso salpicado de obscenidades fue visto como poco profesional por algunos colegas oficiales pero bien recibido por sus hombres Algunos historiadores lo consideran una de las mejores arengas de la historia George S Patton como Teniente General Una version abreviada y menos procaz del discurso se volvio iconica en 1970 con la pelicula Patton de 1970 interpretada por George C Scott de pie ante una enorme bandera americana lo que ayudo a cementar la popularidad de Patton Indice 1 Trasfondo 2 La arenga 3 Impacto 4 Vease tambien 5 Referencias 5 1 NotasTrasfondo Editar Patton hablando ante una division del Ejercito de EE UU el 1 de abril de 1944 en Irlanda del Norte Al momento de los discursos Patton intentaba mantener un bajo perfil ante la prensa por ordenes del General Dwight Eisenhower A Patton se le habia asignado un rol central en un elaborado esquema fantasma destinado a desorientar al ejercito del Tercer Reich Los alemanes creian que Patton se hallaba en Dover alistando el ficticio Primer Grupo de Tareas del Ejercito de los Estados Unidos para una invasion en Pas de Calais Para los discursos Patton vistio su mas pulido casco uniforme de gala lustradisimas botas y latigo de cabalgar que hacia chasequear para mayor efecto Solia arribar en Mercedes y hablar desde una plataforma elevada rodeado por una gran audiencia sentada alrededor de la plataforma y en elevaciones circundantes Cada discurso fue dado ante una division comandada por un general e integrada por 15 000 o mas hombres La arenga EditarPatton comenzo a arengar a sus tropas en el Reino Unido en febrero de 1944 El numero de discursos pronunciados no es claro con fuentes que mencionan de cuatro a seis y otras que sugieren uno ante cada unidad del Tercer Ejercito La arenga mas famosa fue la del 5 de junio de 1944 la jornada previa al Dia D Aunque Patton ignoraba la fecha del comienzo de la invasion a Europa puesto que el Tercer Ejercito no formo parte de la fuerza inicial de desembarque el general utilizo el discurso como mecanismo motivador para enardecer a sus tropas y evitar que cunda el desaliento por la espera Patton hablaba sin apuntes y aunque se trataba basicamente del mismo discurso el orden de algunas de sus partes vario en algunas ocasiones Una diferencia notable ocurrio en el discurso del 31 de mayo de 1944 dirigido a la 6 ª Division Blindada de los EE UU cuando comenzo con una frase que luego quedaria entre sus mas recordadas 1 Ningun bastardo gano jamas una guerra muriendo por su patria La gano haciendo que otro estupido bastardo muera por la suya Las palabras de Patton fueron puestas luego por escrito por algunos integrantes de sus tropas de modo que existen varias iteraciones con textos alternativos El historiador Terry Brighton reconstruyo un discurso completo a partir de las memorias de algunos de los soldados que asentaron partes de la arenga incluyendo Gilbert R Cook Hobart R Gay y un numero de otros reclutas Patton solo menciono brevemente los discursos en su diario comentando como en todas mis charlas enfatice la necesidad de atacar y matar El discurso mas tarde se haria tan popular que se lo conoce sencillamente como La arenga de Patton o al hablar del general simplemente como La arenga Sentaos Quiero que recordeis que ningun bastardo gano jamas una guerra muriendo por su patria La gano haciendo que otros estupidos bastardos murieran por la suya Muchachos todas esas historias de que Estados Unidos no quiere combatir que quiere quedarse al margen de la guerra son un monton de mierda A los americanos por tradicion nos encanta combatir todo verdadero americano ama el acicate de la lucha Cuando erais ninos admirabais a los campeones de canicas al corredor mas veloz a los ases del futbol a los boxeadores mas recios Los americanos aman al ganador y no toleran al perdedor Todo americano juega siempre para ganar yo no apostaria el pellejo por alguien que perdiendo se riera Por eso los americanos nunca hemos perdido ni perderemos una guerra porque la sola idea de perder nos da nauseas Una batalla es el torneo mas trascendente del que un hombre puede participar Saca todo lo bueno de su interior y purga lo malo No todos vosotros morireis Solo el dos por ciento de los que estais hoy aqui morira en un gran combate No se debe temer a la muerte Con el tiempo la muerte le llega a todo hombre Y todo hombre siente temor ante su primera batalla Si dice que no es un maldito mentiroso El verdadero heroe es quien lucha aun cuando tiene miedo Hay quienes superan su miedo en un minuto otros en una hora y algunos en dias Pero el hombre de verdad jamas dejara que el miedo le gane a su honor su sentido del deber a la patria a su hombria Toda vuestra maldita carrera en el ejercito vosotros muchachos habeis estado echando pestes contra lo que llamais la maldita instruccion Pero eso como todo lo demas en este ejercito tiene un proposito bien definido garantizar obediencia instantanea a las ordenes y generar un estado de alerta Ese estado de alerta debe ser inculcado en cada soldado No doy dos centavos por el hombre que no esta siempre en puntillas de pie La maldita instruccion os ha vuelto a todos veteranos Ahora estais listos Un hombre no puede bajar la guardia un segundo si pretende seguir respirando al minuto siguiente Porque si lo hace algun hijo de puta aleman se le escurrira por la espalda y le encajara por la cabeza un saco de bosta Hay cuatrocientas lapidas blancas y bonitas en Sicilia todas por culpa de uno solo que se quedo dormido en su puesto pero son lapidas alemanas porque nosotros dimos con el bastardo antes que su oficial Un ejercito es un equipo vive come duerme y lucha como un equipo Todo ese asunto de la heroicidad individual es un monton de mierda Los biliosos bastardos que escribieron eso para el Saturday Evening Post saben tanto del verdadero combate como saben de follar Y tenemos el mejor equipo la mejor comida y pertrechos el mejor espiritu y los mejores hombres del mundo Dios Si casi compadezco a los pobres hijos de perra que tendran que hacernos frente No creais que los heroes son como los de los de libros de aventuras Todos y cada uno de vosotros desempenais una tarea vital en el ejercito Jamas desistais Jamas penseis mi puesto es inconsecuente Que pasaria si un conductor de camion decidiera de subito que le asusta el zumbido de las balas se pusiera amarillo y se arrojara de cabeza al arcen El bastardo cobarde podria decirse a si mismo Al diablo No echaran uno solo de menos Somos miles Pero que ocurriria si todos pensaran asi Donde demonios estariamos ahora No maldita sea un americano jamas piensa asi Cada hombre cumple su deber sirve al todo Los de suministros son necesarios para pertrechar las armas y la maquinaria de guerra para seguir adelante Los de intendencia son necesarios para traernos la comida y la ropa porque a donde vamos no hay ni siquiera una mierda que robar Hasta el ultimo hombre de las cocinas tiene un deber que cumplir incluso el que hierve nuestra agua para prevenirnos de la diarrea Todos y cada uno de los hombres debe pensar no solo en si mismo sino tambien en el camarada que lucha a su lado No hay lugar para cobardes en el ejercito Los mataremos como moscas Si no volveran a casa y procrearan mas cobardes Los valientes procrearan valientes Matemos a todos los cobardes y tendremos una nacion de valientes Uno de los hombres mas valientes que conoci en la campana de Africa estaba subido a un poste de telegrafo en medio de fuego cruzado en la carretera a Tunez Me pare y le pregunte que cono estaba haciendo ahi arriba bajo ese fuego El respondio Reparando el cable senor No es un poco insalubre hacerlo en este momento le dije Si senor pero el maldito cable necesita ser reparado Le pregunto Esos aviones bombardeando la ruta no lo distraen Y el respondio No senor Pero usted si Ahora bien ese era un verdadero soldado Un hombre de verdad Un hombre que consagro todo a su deber sin importar lo aparentemente insignificante que pudiera ser su labor Y deberiais haber visto a los camiones en la ruta a Gabes Aquellos choferes magnificos Dias y noches manejando por las malditas carreteras sin parar ni desviarse con proyectiles estallando a su alrededor Muchos condujeron 40 horas seguidas Lo lograron a base de buenos cojones americanos Y no eran soldados de combate Pero eran soldados trabajando con una labor que cumplir Sin su trabajo en equipo ciertamente hubieramos perdido la batalla Todos los eslabones de la cadena tiraron a un tiempo y esta se hizo irrompible Por supuesto todos queremos volver a casa Queremos acabar con esta guerra Pero no se puede ganar una guerra sentados La forma mas rapida de acabar esta guerra es ir a por los bastardos que la empezaron y barrerlos del mapa Cuanto antes los hagamos mas pronto nos volveremos El camino mas corto a casa pasa por Berlin y Tokio Asi que no os detengais Y cuando llegue a Berlin yo personalmente matare a ese burocrata hijo de perra Hitler igual que mataria una vibora Cuando un soldado se pasa todo el dia en una trinchera tarde temprano un aleman lo hallara y lo ensartara Al diablo con esa idea Mis hombres no cavan trincheras Las trincheras solo retrasan la ofensiva Moveos Os quiero avanzando Y tampoco deis tiempo al enemigo para cavar las suyas Vamos a ganar esta guerra pero solo la ganaremos luchando y mostrandoles a los alemanes que tenemos mas agallas de las que ellos tienen y tendran No solo vamos a dispararles nuestra intencion es arrancarles las tripas y usarlas despues para engrasar las ruedas de nuestros tanques vamos a matar a esos malditos teutones de a cien por metro Algunos de vosotros estais dudando si tendreis miedo bajo fuego Eso no debe preocuparos estoy convencido de que todos cumplireis con vuestro deber La guerra es un asunto sangriento y mortal O verteis vuestra sangre o verteis la de ellos Rajadles el vientre disparadles en las tripas Cuando los proyectiles estallen a vuestro alrededor y al limpiaros la suciedad de la cara os deis cuenta de que no es suciedad sino la sangre y las entranas del que hasta hace un momento era vuestro mejor amigo entonces sabreis que hacer No quiero recibir ningun mensaje que diga Estamos sosteniendo nuestra posicion Nosotros no sostenemos una mierda Que la sostengan los alemanes Nosotros avanzamos constantemente y no estamos interesados en sostener nada salvo al enemigo por las pelotas Lo agarraremos por las bolas y le patearemos el trasero sin respiro Nuestro plan de operaciones es avanzar y seguir avanzando sin importar si tenemos que pasar o traves o por debajo del enemigo Perforaremos su posicion como la mierda por el agujero de lata No faltaran las quejas de que estamos exigiendo demasiado a los nuestros Me importan un carajo esas quejas Una onza de sudor salvara un galon de sangre Mientras mas duro empujemos mas alemanes mataremos Mientras mas alemanes matemos menor numero de los nuestros moriran Mas avance significa menos bajas Quiero que todos recordeis esto Mis hombres no se rinden No quiero oir de nadie bajo mi mando capturado a menos que sea por haber estado herido Incluso si esta herido todavia puede seguir peleando La clase de hombre que quiero bajo mi mando es como la de ese teniente de Libia que teniendo una Luger apuntada contra el pecho se arranco el casco aparto el arma hacia un lado con una mano y le revento el casco en la cabeza a ese Kraut Luego se arrojo por el arma y mato a otro aleman Todo el tiempo con una bala alojada en un pulmon Ahi teneis un hombre de verdad Recordad muchachos que vosotros no sabeis que yo estoy aqui No hareis ni una sola mencion de esto en vuestras cartas Se supone que el mundo no debe saber que diantres me paso Se supone incluso que yo no debo estar en Inglaterra al mando de este ejercito Haced que los primeros bastardos en enterarse sean los malditos alemanes Un dia quiero que se caigan de trasero y digan Ach son de vuelta el maldito Tercer Cuerpo y ese hijo de puta Patton Queremos desatar el infierno alli limpiar ese desaguisado y proseguir cuanto antes a por esos japos que mean morado 2 antes que los malditos Marines se lleven todo el merito Hay algo magnifico que vosotros muchachos podreis decir una vez haya acabado la guerra y esteis de vuelta en casa Podreis estar agradecidos que dentro de 20 anos cuando os halleis sentados al calor de la lumbre con vuestro nieto en la rodilla y os pregunte que hicisteis en la Segunda Guerra Mundial no tendreis que toser cambiarlo de rodilla y decirle Bueno tu abuelito paleaba estiercol en Louisiana No senor lo podreis mirar fijo a los ojos y decirle Hijo tu abuelito marcho con el Gran Tercer Ejercito y con un maldito hijo de perra llamado George Patton Bien ahora hijos de perra ya sabeis como pienso Estare muy orgulloso de dirigiros en esta lucha muchachos siempre y en todo lugar Esto es todo 3 1 2 Impacto EditarLas tropas al mando de Patton acogieron favorablemente la arenga La fuerte reputacion del general generaba gran entusiasmo entre sus hombres y lo escuchaban atentamente en absoluto silencio Una mayoria indico haber disfrutado del estilo de Patton Como senalo luego un oficial Los hombres instintivamente percibieron el hecho y la marca distintiva que ellos estarian desempenando en la historia por esa causa pues se les estaba informando de ello Tras las procaces palabras del general discernian profunda sinceridad y seriedad y los hombres lo sabian pero les encantaba su estilo como solo el podia darselos Patton le imprimio un tono de humor al discurso buscando adrede que sus hombres se rieran con sus giros heterodoxos Observadores apuntaron mas tarde que las tropas parecieron divertirse sobremanera con los discursos En particular el uso del humor obsceno por parte de Patton tuvo buena acogida por los reclutas que apreciaron la jerga de cuartel Una minoria notable de oficiales de Patton rechazaron o expresaron disgusto por la vulgaridad del lenguaje considerandolo como impropio en un alto mando Entre quienes criticaron el uso de profanidades por parte de Patton estaba el General Omar Bradley su anterior subordinado Era bien sabido que ambos hombres eran polos opuestos en personalidad y hay evidencia considerable que Bradley sintio desagrado por Patton tanto profesional como personalmente En respuesta a las criticas por la crudeza de su lenguaje Patton escribio a un familiar Cuando quiero que mis hombres recuerden algo importante que se les pegue les meto el doble de obscenidades Puede que escandalice a ancianas jugando a la canasta pero a mis soldados les ayuda a recordar Los historiadores senalan el discurso como uno de los mejores logros de Patton El autor Terry Brighton lo llamo el discurso motivacional mas grande de la guerra y quizas de todos los tiempos superando en su capacidad de entonar la moral de las tropas sino como pieza literaria a las palabras dadas por Shakespeare al rey Enrique V en Agincourt 14 Alan Axelrod postulo que era la mas famosa de sus citas Vease tambien EditarSegunda Guerra Mundial Estados Unidos AlemaniaReferencias EditarNotas Editar George S Patton s Speech to the Third U S Army Fort Knox Kentucky Patton Museum of Cavalry and Armor Archivado desde el original el 16 de junio de 2006 1Referencia a la violeta de genciana utilizada para tratar las enfermedades venereas que Patton implica los japoneses padecen Brighton 2009 pp 262 265 Datos Q13611058Obtenido de https es wikipedia org w index php title Arenga de George S Patton al Tercer Ejercito amp oldid 136830747, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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