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Anaxibio

Anaxibio (en griego antiguo: Ἀναξίβιος, Anaxíbios, final del siglo V a. C.388 a. C.) fue un navarca y harmosta[1]​ espartano que estuvo activo en la zona de Bizancio y el Helesponto. Nos es conocido por las noticias que Jenofonte incluye en sus obras Anábasis[2]​ y Helénicas.[3]

Aunque históricamente no es un personaje destacado, su tipo es representativo del notable espartano de la época de la Guerra del Peloponeso, no muy leal ni generoso en su trato con otros griegos, venal y corrupto en desempeño de su cargo pero eficaz como militar y firme y valiente al encarar su propio final.

En la Anábasis frente a los mercenarios griegos

Anaxibio estaba estacionado en Bizancio en 400 a. C. al frente de una flota espartana, cuando llegaron a Trebisonda, en el extremo oriental del Mar Negro, los mercenarios griegos retirados de Persia tras la batalla de Cunaxa, en Mesopotamia, donde fracasó la expedición de Ciro el Joven contra su hermano el rey Artajerjes II.

Estos mercenarios, necesitados de naves que les llevaran a Europa, enviaron a Bizancio a uno de sus generales para negociar la ayuda de los espartanos que ocupaban la ciudad desde hacía escasos años. Anaxibio le recibió pero no le proporcionó ningún barco; solo buenas palabras y una oferta de empleo para los mercenarios cuando hubieran llegado.

No les quedó otro remedio a los mercenarios griegos que hacer a pie el trayecto a lo largo de la costa del Mar Negro hacia Bizancio, manteniéndose a costa de las poblaciones anatolias, a las que extorsionaron y saquearon, pero encontrando apoyo en las colonias griegas situadas en su camino (Trebisonda, Sinope, Heraclea), a las que respetaron. El sátrapa persa Farnabazo, intranquilo por la presencia de un ejércitio griego no controlado en su territorio, hizo tratos con los espartanos de Bizancio para que acogieran a los mercernarios situados al otro lado del Bósforo. Para ello prometió a Anaxibio una futura recompensa.

Bajo el señuelo de una paga que no estaba dispuesto a satisfacer, Anaxibio recibió a los mercenarios griegos en Bizancio, pero inmediatamente se arrepintió, quiso librarse de ellos y tenerlos fuera de las murallas. Anaxibio hizo una proclamación para la supuesta entrega de la paga prometida convocando a los mercenarios fuera de las puertas, y cuando la mayoría había salido las mandó cerrar. Pero los mercenarios fueron más rápidos y, viendo que todo ello no era más que una argucia para librarse de ellos sin pagarles lo prometido, se precipitaron de nuevo dentro de la ciudad impidiendo el cierre de las puertas y, una vez dentro, empezaron a mostrar su ira por el intento de engaño.

La población se aterrorizó y se encerró en sus casas. Anaxibio se refugió en la acrópolis, pidiendo refuerzos a las guarniciones espartanas de los alrededores. Con dificultad y arrojo, Jenofonte logró reconducir la situación, calmar las iras de los mercenarios y restaurar la disciplina, logrando una salida ordenada del ejército de mercenarios que se dirigieron hacia las aldeas cercanas de Tracia, sin medios y con riesgo cierto de dispersión.[4]

Una vez pasada la crisis, Anaxibio visitó a Farnabazo en Cícico para hacerle saber que el ejército mercenario ya no era ningún problema y para reclamar la recompensa prometida. Pero en ese momento llegó la noticia de la sustitución de Anaxibio como almirante de la flota espartana. Su sucesor ya viajaba a tomar posesión del cargo. Farnabazo, viendo que su amistad con Anaxibio ya no iba a ser valiosa, le despidió sin recompensarle.

Anaxibio, irritado, quiso en venganza hacer volver a los mercenarios hacia el territorio de Farnabazo y para ello convocó a Jenofonte, aunque ya no era el jefe de la expedición, para que se pudiera al frente de nuevo, llamara a los que se dispersaban y se volvieran todos a Bizancio con el fin de cruzar el Bósforo. Pero el nuevo harmosta espartano de Bizancio, Aristarco, con quien ya había hecho tratos Farnabazo,[5]​ paró en seco la venganza de Anaxibio, dejando en claro a Jenofonte que aquel ya no era navarca, y que él, como responsable, impediría el cruce del ejército y «hundiría en el mar a cualquier mercenario que encontrara».[6]

Anaxibio terminó volviendo a Esparta con las manos vacías. Era el año 399 a. C.

En las Helénicas frente a Ifícrates

Diez años más tarde, la situación en Bizancio y el Helesponto acababa de cambiar. Los atenienses, al mando de Trasíbulo, habían reconquistado el control de la zona.[7]​ Al perder el dominio de la zona, los espartanos habían perdido también los ingresos de los peajes del tráfico marítimo que pasaba por el estrecho corredor formado por el Bósforo, la Propóntide y el Helesponto. En Esparta, Anaxibio utilizó su influencia sobre los éforos y su conocimiento de la zona para hacerse nombrar harmosta de Abido, una posesión espartana en el lado asiático del Helesposto, en sustitución de Dercílidas.

Anaxibio fue, pues, enviado a Abido con tres naves, que reforzó con otras tres que encontró en el puerto, además de con una pequeña escolta militar y dinero suficiente para contratar un millar de mercenarios. Con las naves empezó a apoderarse de los navíos mercantes que pasaban por el Helesponto en dirección a Atenas o a sus aliados. La fuerza naval ateniense estacionada en Bizancio no era suficiente para hacerle frente. Con las fuerzas terrestres empezó a extender su influencia por las ciudades vecinas, a costa de Atenas y de Farnabazo, y a cobrarles tributos.

Para oponerse a Anaxibio, Atenas envió a Ifícrates con 1200 peltastas y ocho naves.[8]​ El Helesponto volvió a convertirse en zona de hostilidades, con los atenienses en la parte europea y los espartanos en la asiática, con extorsiones tributarias, pirateos y escaramuzas constantes.

Pero esa situación no duró mucho. Enterado Ifícrates que Anaxibio se había dirigido a la vecina ciudad de Antandro[9]​ para dejar una guarnición que garantizase su lealtad a Esparta decidió tenderle una emboscada aprovechando lo accidentado del terreno. Cruzó el Helesponto de noche, y para confundir a Anaxibio, mandó que por la mañana sus naves zarparan hacia el norte, mientras él y sus peltastas se colocaban en un paso estrecho en el camino de vuelta que iba a seguir Anaxibio.

Anaxibio, creyendo ir por territorio amigo, y creyendo que Ifícrates se encontraba lejos, en una expedición recaudatoria, no tomó las habituales precauciones en un desplazamiento militar y se vio sorprendido por las fuerzas de Ifícrates. Rápidamente se dio cuenta de que no podría evitar la derrota. Recomendó a sus soldados abidenos y mercenarios que se dieran a la fuga, algo que no era honorable para él[10]​ ni para los escasos espartanos presentes.[11]

Ἄνδρες, ἐμοὶ μὲν ἐνθάδε καλὸν ἀποθανεῖν· ὑμεῖς δὲ πρὶν συμμεῖξαι τοῖς πολεμίοις σπεύδετε εἰς τὴν σωτηρίαν.
Compañeros, para mí es honroso morir aquí, pero vosotros, antes que enzarzaros con los enemigos, corred para salvaros.
Jenofonte, Helénicas, IV, 8, 38.

Dicho esto, requirió su escudo y esperó el ataque junto con su joven enamorado, que no quiso abandonarlo. Ambos cayeron y con la derrota espartana[12]​ también llegó la pérdida de Abido y el final de la presencia de Esparta en el Helesponto.

Referencias

  1. Almirante y gobernador militar.
  2. Jenofonte, Anábasis, VII, 1, 1 a 2, 13
  3. Jenofonte, Helénicas, IV, 8, 32 y sig.
  4. Grote, History of Greece, vol. 9, cap. 71, p. 163.
  5. Grote, History of Greece, vol. 9, cap. 71, p. 164.
  6. Jenofonte, Anábasis, VII, 2, 13
  7. Control que habían perdido ante los espartanos con motivo de su derrota en Egospótamos, en 405 a. C., acción que a su vez precipitó su derrota final en la Guerra del Peloponeso.
  8. Ifícrates acababa de conseguir una victoria inaudita: con sus peltastas (infantería ligera, cuyo equipamiento y táctica él había reorganizado) había logrado destruir una mora de hoplitas (infantería pesada) espartanos a las afueras de Corinto.
  9. Situada al borde el mar en la Tróade, tras la zona montañosa del monte Ida.
  10. Grote comenta: «Tal desprecio de la vida apenas nos sorprende en los espartanos notorios, para quienes su supervivencia por la huida no era una “auténtica supervivencia” (en expresión de Jenofonte) sino una mera prolongación de la vida en medio de una deshonra intolerable al volver a casa.» Grote, History of Greece, vol. 9, cap. 75, p. 371.
  11. Estos espartanos presentes eran antiguos harmostas de ciudades perdidas tras la derrota de Cnido (según Grote, loc. cit.) junto con otros escoltas.
  12. Los espartanos cayeron en número de doce durante el ataque, y algunos más en la huida. Hubo persecución hasta Abido. En conjunto cayeron unos doscientos mercenarios y cincuenta hoplitas abidenos, según Jenofonte, Helénicas, IV, 8, 39.

Enlaces externos

Grote, George, A History of Greece, Londres, 1846–1856, disponible en inglés en el Proyecto Gutenberg.

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Anaxibio en griego antiguo Ἀna3ibios Anaxibios final del siglo V a C 388 a C fue un navarca y harmosta 1 espartano que estuvo activo en la zona de Bizancio y el Helesponto Nos es conocido por las noticias que Jenofonte incluye en sus obras Anabasis 2 y Helenicas 3 Aunque historicamente no es un personaje destacado su tipo es representativo del notable espartano de la epoca de la Guerra del Peloponeso no muy leal ni generoso en su trato con otros griegos venal y corrupto en desempeno de su cargo pero eficaz como militar y firme y valiente al encarar su propio final Indice 1 En la Anabasis frente a los mercenarios griegos 2 En las Helenicas frente a Ificrates 3 Referencias 4 Enlaces externosEn la Anabasis frente a los mercenarios griegos EditarAnaxibio estaba estacionado en Bizancio en 400 a C al frente de una flota espartana cuando llegaron a Trebisonda en el extremo oriental del Mar Negro los mercenarios griegos retirados de Persia tras la batalla de Cunaxa en Mesopotamia donde fracaso la expedicion de Ciro el Joven contra su hermano el rey Artajerjes II Estos mercenarios necesitados de naves que les llevaran a Europa enviaron a Bizancio a uno de sus generales para negociar la ayuda de los espartanos que ocupaban la ciudad desde hacia escasos anos Anaxibio le recibio pero no le proporciono ningun barco solo buenas palabras y una oferta de empleo para los mercenarios cuando hubieran llegado No les quedo otro remedio a los mercenarios griegos que hacer a pie el trayecto a lo largo de la costa del Mar Negro hacia Bizancio manteniendose a costa de las poblaciones anatolias a las que extorsionaron y saquearon pero encontrando apoyo en las colonias griegas situadas en su camino Trebisonda Sinope Heraclea a las que respetaron El satrapa persa Farnabazo intranquilo por la presencia de un ejercitio griego no controlado en su territorio hizo tratos con los espartanos de Bizancio para que acogieran a los mercernarios situados al otro lado del Bosforo Para ello prometio a Anaxibio una futura recompensa Bajo el senuelo de una paga que no estaba dispuesto a satisfacer Anaxibio recibio a los mercenarios griegos en Bizancio pero inmediatamente se arrepintio quiso librarse de ellos y tenerlos fuera de las murallas Anaxibio hizo una proclamacion para la supuesta entrega de la paga prometida convocando a los mercenarios fuera de las puertas y cuando la mayoria habia salido las mando cerrar Pero los mercenarios fueron mas rapidos y viendo que todo ello no era mas que una argucia para librarse de ellos sin pagarles lo prometido se precipitaron de nuevo dentro de la ciudad impidiendo el cierre de las puertas y una vez dentro empezaron a mostrar su ira por el intento de engano La poblacion se aterrorizo y se encerro en sus casas Anaxibio se refugio en la acropolis pidiendo refuerzos a las guarniciones espartanas de los alrededores Con dificultad y arrojo Jenofonte logro reconducir la situacion calmar las iras de los mercenarios y restaurar la disciplina logrando una salida ordenada del ejercito de mercenarios que se dirigieron hacia las aldeas cercanas de Tracia sin medios y con riesgo cierto de dispersion 4 Una vez pasada la crisis Anaxibio visito a Farnabazo en Cicico para hacerle saber que el ejercito mercenario ya no era ningun problema y para reclamar la recompensa prometida Pero en ese momento llego la noticia de la sustitucion de Anaxibio como almirante de la flota espartana Su sucesor ya viajaba a tomar posesion del cargo Farnabazo viendo que su amistad con Anaxibio ya no iba a ser valiosa le despidio sin recompensarle Anaxibio irritado quiso en venganza hacer volver a los mercenarios hacia el territorio de Farnabazo y para ello convoco a Jenofonte aunque ya no era el jefe de la expedicion para que se pudiera al frente de nuevo llamara a los que se dispersaban y se volvieran todos a Bizancio con el fin de cruzar el Bosforo Pero el nuevo harmosta espartano de Bizancio Aristarco con quien ya habia hecho tratos Farnabazo 5 paro en seco la venganza de Anaxibio dejando en claro a Jenofonte que aquel ya no era navarca y que el como responsable impediria el cruce del ejercito y hundiria en el mar a cualquier mercenario que encontrara 6 Anaxibio termino volviendo a Esparta con las manos vacias Era el ano 399 a C En las Helenicas frente a Ificrates EditarDiez anos mas tarde la situacion en Bizancio y el Helesponto acababa de cambiar Los atenienses al mando de Trasibulo habian reconquistado el control de la zona 7 Al perder el dominio de la zona los espartanos habian perdido tambien los ingresos de los peajes del trafico maritimo que pasaba por el estrecho corredor formado por el Bosforo la Propontide y el Helesponto En Esparta Anaxibio utilizo su influencia sobre los eforos y su conocimiento de la zona para hacerse nombrar harmosta de Abido una posesion espartana en el lado asiatico del Helesposto en sustitucion de Dercilidas Anaxibio fue pues enviado a Abido con tres naves que reforzo con otras tres que encontro en el puerto ademas de con una pequena escolta militar y dinero suficiente para contratar un millar de mercenarios Con las naves empezo a apoderarse de los navios mercantes que pasaban por el Helesponto en direccion a Atenas o a sus aliados La fuerza naval ateniense estacionada en Bizancio no era suficiente para hacerle frente Con las fuerzas terrestres empezo a extender su influencia por las ciudades vecinas a costa de Atenas y de Farnabazo y a cobrarles tributos Para oponerse a Anaxibio Atenas envio a Ificrates con 1200 peltastas y ocho naves 8 El Helesponto volvio a convertirse en zona de hostilidades con los atenienses en la parte europea y los espartanos en la asiatica con extorsiones tributarias pirateos y escaramuzas constantes Pero esa situacion no duro mucho Enterado Ificrates que Anaxibio se habia dirigido a la vecina ciudad de Antandro 9 para dejar una guarnicion que garantizase su lealtad a Esparta decidio tenderle una emboscada aprovechando lo accidentado del terreno Cruzo el Helesponto de noche y para confundir a Anaxibio mando que por la manana sus naves zarparan hacia el norte mientras el y sus peltastas se colocaban en un paso estrecho en el camino de vuelta que iba a seguir Anaxibio Anaxibio creyendo ir por territorio amigo y creyendo que Ificrates se encontraba lejos en una expedicion recaudatoria no tomo las habituales precauciones en un desplazamiento militar y se vio sorprendido por las fuerzas de Ificrates Rapidamente se dio cuenta de que no podria evitar la derrota Recomendo a sus soldados abidenos y mercenarios que se dieran a la fuga algo que no era honorable para el 10 ni para los escasos espartanos presentes 11 Ἄndres ἐmoὶ mὲn ἐn8ade kalὸn ἀpo8aneῖn ὑmeῖs dὲ prὶn symmeῖ3ai toῖs polemiois speydete eἰs tὴn swthrian Companeros para mi es honroso morir aqui pero vosotros antes que enzarzaros con los enemigos corred para salvaros Jenofonte Helenicas IV 8 38 Dicho esto requirio su escudo y espero el ataque junto con su joven enamorado que no quiso abandonarlo Ambos cayeron y con la derrota espartana 12 tambien llego la perdida de Abido y el final de la presencia de Esparta en el Helesponto Referencias Editar Almirante y gobernador militar Jenofonte Anabasis VII 1 1 a 2 13 Jenofonte Helenicas IV 8 32 y sig Grote History of Greece vol 9 cap 71 p 163 Grote History of Greece vol 9 cap 71 p 164 Jenofonte Anabasis VII 2 13 Control que habian perdido ante los espartanos con motivo de su derrota en Egospotamos en 405 a C accion que a su vez precipito su derrota final en la Guerra del Peloponeso Ificrates acababa de conseguir una victoria inaudita con sus peltastas infanteria ligera cuyo equipamiento y tactica el habia reorganizado habia logrado destruir una mora de hoplitas infanteria pesada espartanos a las afueras de Corinto Situada al borde el mar en la Troade tras la zona montanosa del monte Ida Grote comenta Tal desprecio de la vida apenas nos sorprende en los espartanos notorios para quienes su supervivencia por la huida no era una autentica supervivencia en expresion de Jenofonte sino una mera prolongacion de la vida en medio de una deshonra intolerable al volver a casa Grote History of Greece vol 9 cap 75 p 371 Estos espartanos presentes eran antiguos harmostas de ciudades perdidas tras la derrota de Cnido segun Grote loc cit junto con otros escoltas Los espartanos cayeron en numero de doce durante el ataque y algunos mas en la huida Hubo persecucion hasta Abido En conjunto cayeron unos doscientos mercenarios y cincuenta hoplitas abidenos segun Jenofonte Helenicas IV 8 39 Enlaces externos EditarGrote George A History of Greece Londres 1846 1856 disponible en ingles en el Proyecto Gutenberg Obtenido de https es wikipedia org w index php title Anaxibio amp oldid 130652953, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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