El Llano (Gijón)
El Llano es un barrio y a la vez un distrito de Gijón, Asturias (España). Es el más poblado del concejo, el de mayor superficie y uno de los que más comercio posee.
El Llano | ||
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Barrio de Gijón | ||
Plano de El Llano. | ||
País | España | |
• Com. autónoma | Asturias | |
• Ciudad | Gijón | |
Ubicación | 43°31′43″N 5°39′45″O / 43.5285421, -5.6624582Coordenadas: 43°31′43″N 5°39′45″O / 43.5285421, -5.6624582 | |
Situación geográfica
Dentro de la organización de Gijón en distritos se configura como un distrito en sí mismo.[1]
Población
A 21 de abril de 2016 el Barrio de El Llano cuenta con 48.095 habitantes de los cuales, 25.204 son mujeres y 22.891 hombres.[2]
Historia
El barrio de El Llano se denominaba, en el siglo XIX, Los Llanos, debido a que sus terrenos presentaban esta característica.
Aunque ya Jovellanos (Diarios –lunes, 25 de octubre de 1790-), Julio Somoza, cronista oficial de Gijón, en su Historia General de Asturias y Pascual Madoz (Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España, 1847) hacen mención a El Llano, su origen, tal y como lo conocemos actualmente, está en la carretera Carbonera.
Al mismo Jovellanos se debe, como tantas otras, la idea de trazar “un camino carbonero” que tendría que unir La Felguera y Gijón, con el fin de reducir el coste de la conducción de carbones desde las minas al puerto, y que hasta ese momento se hacía con chalanas por el Río Nalón.
En 1842, el día 12 de abril, se inaugura esa carretera que sirvió como entrada a la ciudad y también como eje de El Llano. Parte de esa carretera conserva actualmente ese nombre y otra parte es conocida como Avenida de Schulz.
Desde el principio se distinguió entre Llano de Abajo, Llano del Medio y Llano de Arriba en función de su mayor o menor cercanía, respectivamente, al centro de Gijón.
Producto del desarrollo urbano de Gijón, estuvo abandonado durante muchos años al considerarse zona no urbanizable, si bien el aislamiento no era total puesto que en 1905 el tranvía alcanzaba a los tres Llanos, primero con coches tirados por mulos y con posterioridad, en 1909, electrificado. Hasta mediados del siglo pasado era habitual que en esta zona de Gijón, especialmente en El Llano del Medio y El Llano de Arriba, el Ayuntamiento no realizara trabajos de asfaltado, alcantarillado o incluso de conducciones de agua. El Ayuntamiento se limitaba a poner los materiales y eran los propios vecinos los que ponían la mano de obra. Esto, entre otras razones, fue el motivo de un crecimiento desordenado y sin la mínima planificación urbanística.
La población de Gijón empieza a crecer muy rápido y El Llano sigue la misma evolución. El crecimiento del barrio vino ligado fundamentalmente al asentamiento en el mismo de numerosas industrias, lo que significó un crecimiento espectacular de la población, de modo que si en 1900 contaba con 288 habitantes, en 1930 pasó a tener unos 8.000. Desde las últimas décadas del XIX se define el carácter fundamentalmente industrial de este barrio. Construyéndose, al mismo tiempo, casas para el alojamiento de los nuevos vecinos, trabajadores en busca de un futuro.
Entre las primeras industrias en instalarse estaban La Electra Industrial, que generaba parte de la electricidad que Gijón consumía, en su recuerdo existe hoy el nombre de una calle y una plaza; la Fábrica de Orueta, fundada en 1895, que producía forjas y diverso material metálico e incluso vagones para trenes. De la importancia de esta última puede dar noción el hecho de que la Infanta Isabel de Borbón y Borbón, la Chata, durante su estancia en Gijón en julio de 1909, realizó una visita para conocer sus instalaciones.
Junto a éstas existieron otras muchas: La Positiva, dedicada a los mosaicos; Pondal y Compañía, a los jabones; la popular fábrica de chocolates, La Primitiva Indiana, o la fábrica de camas Truan y Trelles que ofrecía entre sus productos camas metálicas; la fábrica de bombones La Suiza así como numerosos talleres.
El Llano era un barrio con industrias en el que las condiciones de vida para sus vecinos eran de gran pobreza e insalubridad.
En el diario El Comercio, a comienzos de 1903 (El comercio, 4 y 5 de abril) el médico de la Junta local de Sanidad, Ambrosio Rodríguez denuncia esta situación: “El Llano, con sus pestilencias, aglomeraciones, ratas y miserias, está llamado a dar días de luto y espanto a la población”
En 1915, siguiendo el ejemplo de otras de la ciudad, se inaugura la sede de la Asociación Cultura e Higiene de El Llano que como refleja su nombre, se dedicaba a desarrollar actividades culturales y “artísticas”, contaba con biblioteca y se trataba de conseguir una mejora del barrio en todos los aspectos y especialmente en el sanitario.
Debido a estos niveles de miseria, en El Llano, como en otros barrios de Gijón, también surgen poblados de chabolas, en este caso los conocidos como la Cábila o la Santina, casuchas y chabolas fabricadas con maderas, cartones o latas y donde no existe las más mínimas condiciones de habitabilidad.
Este fenómeno de los poblados de chabolas se mantiene hasta bien avanzado el siglo pasado. Las siguientes fechas y datos son significativas para conocer el proceso de mejora llevado a cabo en el barrio de El Llano: en 1979 la primera corporación de la democracia aprueba el Plan de Erradicación del Chabolismo, en 1986 se elabora el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), conocido por el nombre de su autor, Plan Rañada y entre 1990 y 1992 se lleva a cabo el Plan Especial de Reforma Interior (PERI de El Llano).
El PERI de El Llano fue la mayor remodelación urbana llevada a cabo en Gijón hasta esa fecha (afectó a más de 350 propietarios y a unos 70.000 metros cuadrados) y supuso la reordenación urbanística, con una profunda transformación morfológica y social, de unos espacios totalmente degradados.
Esta nueva fisonomía es la que hoy se mantiene y se ha ido completando con la creación de diversos equipamientos y servicios públicos:
Centro de Salud (1995); nuevos centros docentes como el C.P. Manuel Martínez Blanco (1977), el C.P. El Llano (1982), la E.E.I. Gloria Fuertes (1985), la E.I. La Serena (de 0 a 3 años, 2003), completaron la oferta educativa existente ya que entre las décadas de 1930 y de 1970 se había reducido a un único centro de enseñanza: La Escuelona.
En la década de 1990 se crean equipamientos deportivos: Piscina Pública Luis Alvargonzález y el Complejo Deportivo El Llano - Contrueces.
En 1994 se abre el Centro Municipal de El Llano, núcleo de actividad cultural y social.
El crecimiento demográfico del barrio y su vitalidad social y cultural exigían nuevas demandas que se traducen en la creación del Centro Municipal Integrado de El Llano (2007) que responde al nuevo concepto del proyecto de integración de servicios. Es el equipamiento más moderno de la red de centros integrados con que cuenta la ciudad de Gijón. Fue inaugurado en el año 2007 tras seguir, en su diseño, las pautas sobre equipamientos de proximidad publicadas en los estudios de la fundación Kaleidos.Red, de la que el Ayuntamiento de Gijón fue patrono fundador. Se sitúa en una área de reciente crecimiento y reforma urbana y atiende a una extensa zona muy poblada con los recursos más modernos, entre ellos: oficina de atención al ciudadano, servicios sociales, concejalía de distrito, salón de actos, sala de exposiciones, ludoteca, sala polivalente, aulas, taller de cocina, sala de estudio, biblioteca, mediateca y cajero ciudadano.
Pero no se han limitado las intervenciones a este único ámbito. Si por algo destaca el barrio y su contribución a la mejora misma de la ciudad en su conjunto, es por el tratamiento y consideración de las zonas verdes. Y entre ellas sin duda destaca y sobresale el Parque de los Pericones que se creó en 1986, con sucesivas y posteriores actuaciones de crecimiento, repoblación, instalación de zonas lúdicas y de recreo, así como de esculturas de vanguardia, etc., convirtiéndolo en el gran pulmón verde del distrito y en uno de los espacios más populares de la ciudad.
Colectivos y asociaciones
La aparición de numerosas fábricas y viviendas obreras desemboca en un importante movimiento asociativo. El Ateneo Obrero del Llano (1906) fue una de esas sociedades culturales –el Ateneo Casino-Obrero tuvo tres sucursales, siendo la de El Llano la segunda de ellas-, desarrollando numerosas actividades relacionadas con la cultura popular: conferencias, charlas e interesándose igualmente por la enseñanza, tanto para los niños como para los adultos. Existían otras sociedades culturales como la llamada Cultura e Higiene, citada anteriormente, o la llamada Sociedad Popular (1903). Actualmente, sirva como ejemplo de este fuerte asociacionismo que caracteriza al barrio, existen en torno a noventa asociaciones. Entre ellas debemos nombrar a la Asociación de Vecinos El Fumeru, que debe su nombre a una finca llamada así porque se cree estaba llena de umeros (alisos) o fumerus, y que cuenta con una Vocalía de La Mujer muy activa e implicada en el desarrollo social y cultural del barrio.
Bibliografía
- Piñera Entrialgo, Luis Miguel; Granda Álvarez, Francisco Javier (2007). Historias de El Llano. Ayuntamiento de Gijón. ISBN 978-84-89466-76-0.
- García Quirós, Paz; Flores Suárez, José María (2000). La ciudad de vapor: la historia de la industria y el comercio. GEA. ISBN 84-7286-413-8.
- Piñera, Luis Miguel (1997). Ciudadelas, patios, callejones y otras formas similares de vida obrera en Gijón (1860-1960). Ayuntamiento de Gijón. ISBN 84-89466-06-8.
- López Gago, Mª Jesús (2000). Salud pública y organización sanitaria en Gijón (1874-1914). Nobel. ISBN 84-8459-029-1.
Referencias
- Ayuntamiento de Gijón. «Distrito LLANO». Consultado el 22 de abril de 2016.
- Ayuntamiento de Gijón. «Población de Gijón por Barrios». Consultado el 22 de abril de 2016.