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Terremoto de Lima de 1746


El terremoto y maremoto de Lima y Callao de 1746 ocurrió el 28 de octubre de 1746 en la costa central del Perú. Gobernaba entonces en el Perú el virrey José Antonio Manso de Velasco. Es considerado el mayor terremoto ocurrido en Lima hasta la fecha, y el segundo en la historia del Perú después del Terremoto de Arica de 1868.

Terremoto de Lima y Callao de 1746
Aprox. 9.0 en potencia de Magnitud de Momento (MW)
Fecha 28 de octubre de 1746
Coordenadas del epicentro 11°21′S 77°17′O / -11.35, -77.28Coordenadas: 11°21′S 77°17′O / -11.35, -77.28
Consecuencias
Zonas afectadas Costa y Andes del centro de Perú
Víctimas Oscilan entre 15.000 y 20.000 fallecidos

Antecedentes

Según testimonios de la época (1746), la catástrofe que se avecinaba fue perceptible en varias oportunidades, pues los marinos veintitrés días antes del terremoto notaban exhalaciones ígneas que parecían envolver al Callao. Manuel Romero, entonces alcaide de la cárcel de la Isla San Lorenzo, contaba que se veía como si el puerto se deshiciera en pavesa y se sentían ruidos bajo tierra, como el mugido de centenares de bueyes unas veces y otras como disparos de artillería.[1]

El terremoto

El viernes 28 de octubre de 1746 a las 10:30 p.m., los habitantes de Lima fueron sorprendidos por las violentas sacudidas de la tierra que obligaron a todos a salir de sus casas y buscar los lugares descampados. Por desdicha no todos pudieron hacerlo y aun aquellos que ganaron la calle vinieron a sucumbir al derrumbarse los muros adyacentes. La confusión y el espanto cundieron por toda la ciudad e hizo que fuese mayor el desconcierto la circunstancia de la hora, aun cuando la oscuridad no era tanta por la iluminación de la luna.

La duración del sismo, según las relaciones del tiempo, fue de tres a cuatro minutos, tiempo más que suficiente para una destrucción total de la ciudad. Lima tenía 60,000 habitantes y contaba con 3,000 casas, repartida en 150 manzanas. Cayeron las partes altas de templos, conventos, mansiones y diversas construcciones; culminado el sismo nubes de polvo ocultaron la visión de la población.

No es posible dar otras indicaciones del fenómeno porque no las traen las noticias de la época, salvo lo que dice el Marqués de Obando sobre la dirección del movimiento: que su mayor ímpetu parecía venir del noroeste. Según las descripciones que nos han llegado debió ser de magnitud 9.0 Mw en la escala de momento.

La noche fue verdaderamente angustiante, aún sin saberse todavía en Lima la desgracia del vecino puerto del Callao, que fue arrasado por un maremoto. Muchos, para no quedar sepultados entre las ruinas, así como para hallar amparo en la compañía de los demás, se refugiaron en la Plaza Mayor y otros se retiraron al fondo de sus huertas, de modo que en las casas que aún permanecían en pie o entre los escombros de otras reinaba un gran silencio, como lo advierte en su relación el autor antes citado.

En medio de tan grande confusión y sucediéndose las subsiguientes réplicas, aunque ya no con tanta violencia, no se hizo posible acudir al auxilio de los heridos y de los que gemían sepultados bajo las ruinas. Algunos fueron extraídos de entre los escombros después de haber pasado uno y aun dos días sepultados. Pocos pudieron conservar en aquellos instantes bastante serenidad de ánimo para acudir al socorro de los demás.

La procesión del Señor de los Milagros se realizó por primera vez después del devastador terremoto de 1687, cuando el muro otra vez se mantuvo en pie. Se hizo una réplica en lienzo que salió en procesión desde el humilde barrio de Pachacamilla -hoy Santuario y Monasterio de las Nazarenas- hasta la Plaza Mayor y las principales calles de la ciudad, y los Barrios Altos. Se declara como fiesta oficial después del terremoto de octubre de 1746.

Un amanecer de espanto

Amaneció el día sábado 29 de octubre y los ojos de los sobrevivientes contemplaron con espanto la ruina de la ciudad. De las tres mil casas que componían las ciento cincuenta islas o manzanas que se encerraban dentro de las murallas de Lima, apenas veinticinco se mantuvieron incólumes. Las calles se veían obstruidas por los escombros y el interior de los edificios ofrecía un aspecto desolador. Las torres de la Catedral se desplomaron y cayeron sobre las bóvedas destruyéndolas. Otro tanto sufrieron las torres de las iglesias de San Agustín, La Merced y San Pablo de la Compañía. Prácticamente todas las iglesias, conventos, monasterios, capillas y hospitales, sufrieron más o menos iguales destrozos.

El arco magnífico que estaba a la entrada del Puente de Piedra, coronado por la estatua ecuestre del rey Felipe V (cuya muerte, acaecida el 9 de julio de ese año, se ignoraba todavía en el Perú), se vino al suelo, quedando la escultura desgajada en el suelo y entorpeciendo el paso. En el Palacio virreinal, no quedó un lugar habitable y el Virrey hubo de acomodarse en una barraca de tablas y lona, pero no estaba en mejores condiciones el Santísimo Sacramento que del Sagrario fue conducido a una ramada que se improvisó en la Plaza mayor. El edificio del Tribunal del Santo Oficio quedó igualmente en ruinas.

Desaparece el puerto del Callao bajo el mar

Desde las primeras horas del día comenzaron a circular voces sobre la destrucción del Callao y el virrey envió a aquel puerto a algunos soldados de a caballo, a fin de cerciorarse del hecho. Estos trajeron la confirmación del desastre y a poco ya toda la ciudad lo sabía, pues a ella llegaron también unos cuantos sobrevivientes de la embestida del mar.

Lo que contaron dichos sobrevivientes fue algo horrendo, con ribetes apocalípticos. Media hora después del terremoto se había entumecido el mar y elevado a enorme altura, y con horrible estruendo se había precipitado por dos veces sobre la tierra, que la inundó y barrió todo lo que encontró a su paso. Del antiguo puerto solo quedaron unos cuantos restos de la muralla y el arranque de las paredes de algunos edificios. El Marqués de Obando, Jefe de la Escuadra y General de la Mar del Sur, dice que los cuatro mayores navíos que había en el puerto, soltando las anclas fueron lanzados por encima del presidio y vinieron a varar el uno dentro de la plaza, el otro, cargado de trigo, a escasa distancia del anterior y los otros dos hacia el sureste, como a distancia de un tiro de cañón de los baluartes.

El número de los que perecieron en el puerto se calcula en unos cuatro a cinco mil, prácticamente toda la población; solo se salvaron 200 personas. En un lienzo de muralla lograron salvarse un religioso y unas treinta personas. Otros, en su mayoría pescadores o marineros, acogidos a las tablas y maderos que sobrenadaban fueron arrojados más tarde a las playas o bien a la isla de San Lorenzo. El mar se retiró, pero no volvió a su límite antiguo. Esto significa que hubo una subsidencia cosísmica, es decir, toda la zona del Callao se hundió después del terremoto.

Impacto en el resto de provincias

La destrucción causada por el sismo se extendió a varios kilómetros a la redonda. Fueron afectadas Cañete, Chancay, y Huaura, hasta 24 leguas al NNO. del Callao; y sufrieron también los valles de Barranca y Pativilca. En Lucanas reventó un volcán de agua caliente inundando toda la quebrada.

Intensidades máximas se evaluaron en el denominado norte chico, con XI en Huacho y X en Chancay; luego el área de Lima y Callao donde varió de IX a X en la zona de Canta y Matucana también se evaluó intensidades de IX, en Cañete VIII, reportes de Trujillo con una intensidad de VI, Cerro de Pasco, Santa y Huaraz VI-VII, Huamanga y Huancayo VI, Arequipa y Cuzco V.[2]​ Fue sentido en Moyobamba, Cajamarca, Chachapoyas, Tumbes, Puno y Tacna.

Consecuencias

Víctimas y daños materiales

 
Plano de Lima que publicó Jorge Juan y Antonio de Ulloa en 1744, dos años antes del terremoto.

El reporte oficial mencionó más de 10,000 muertos en Lima, Callao y villas adyacentes. En Lima las víctimas no debieron pasar de 2.000, habiendo diversidad en los datos al respecto, lo que se explica por no haberse dado a todos los cadáveres sepultura: muchos quedaron insepultos entre las ruinas y solo con el tiempo fueron paulatinamente descubriéndose. De todos modos una cifra crecida teniendo en cuenta la población total, de unos 60.000 habitantes. Otras víctimas inevitables fueron los animales domésticos. Se calcula en 3.000 las mulas y caballos que murieron aplastados por los derrumbes.

En el Callao, según el Marqués de Obando, era horrendo el espectáculo de los despojos humanos descubiertos y en las posturas más violentas que se puedan imaginar. Así por el calor propio de la estación como por andar revueltos con las horruras del mar y no ser fácil enterrarlos en el terreno que ocupaban, por ser de cascajo o piedra zahorra e inundarse fácilmente, la fetidez era intolerable.

En cuanto a las edificaciones, Lima sufrió una destrucción total, excepto 25 casas de las 3.000 que conformaban la ciudad; pero Emilio Pérez-Mallaína ha hecho ver que esta información sobre las edificaciones fue exagerada por varios motivos, sobre todo para reducir el interés de los censos de los inmuebles propiedad de la Iglesia Católica.

Réplicas del sismo

Luego del sismo la tierra continuó moviéndose aunque con menor intensidad. Un reporte de José Eusebio de Llano Zapata describe todas las réplicas: Los movimientos continuaron en forma intermitente hasta las 5:00 a.m. y muchos remezones se sintieron hasta el Cuzco y desde el 28 de octubre hasta el 10 de noviembre se produjeron 220 réplicas más, y hasta el 28 de octubre de 1747 fueron un total de 568 temblores.

Pánico

Tan abatidos se hallaban los ánimos y tan honda impresión había causado la noticia de la ruina del Callao que el día 30, habiendo comenzado a esparcirse el rumor de la salida del mar, toda la gente, presa de irresistible pánico, comenzó a huir en bandadas hacia los montes vecinos, sin que en su carrera nadie fuese capaz de detenerla. El Virrey, sabiendo que la noticia carecía de fundamento, hubo de montar a caballo a fin de contener a la multitud y desvanecer la falsa noticia que con delincuencial intento había comenzado a difundir un negro caballista. Hizo lo mismo el Marqués de Obando en compañía de un religioso franciscano y solo después de mucho trajinar por todas las veredas que salen al campo se logró que volviera un tanto la calma. Ya cerca del anochecer comenzaron a deshacerse las aglomeraciones de gente de toda clase y condición que se habían formado y empezaron a volver a sus casas con más orden que a la salida.

Pillajes y saqueos

Debido a la confusión y desorden que reinaba en todas partes, así como por haber abandonado sus casas los dueños, la baja plebe se entregó al robo y saqueo. Hubo que recurrir a la tropa y el Virrey destinó tres patrullas de soldados con sus correspondientes cabos para que de continuo rondasen toda la ciudad y apresasen a los malhechores. En el Callao se hizo más necesaria esta providencia por los muchos objetos que iba arrojando el mar a la playa, que despertaban la codicia de bandidos y simples buscones. Por esta razón hubo de expedirse un decreto ordenando al Tribunal del Consulado velase por que no se cometiesen robos y recogiese cuanto se hallase a fin de restituirlo a los interesados. Como en toda la extensión de las playas que se suceden desde el Morro Solar hasta La Punta y también por el lado de Bocanegra varaban los restos de la ruina no era fácil evitar la audacia de los merodeadores, pero a fin de reprimirla se publicó un bando amenazando con pena de la vida al que hiciera alguna sustracción y se fijaron dos horcas en la ciudad y otras dos en el Callao, para contenerlos.

Escasez de alimentos y epidemias

Los días que se siguieron fueron de angustia, tanto por no cesar de temblar la tierra como por la amenaza del hambre y las epidemias.

Gracias a las acertadas medidas adoptadas por el Virrey se logró abastecer a la población prontamente aunque no tan de inmediato que no se dejara sentir la escasez. Dispuso que de las vecinas provincias se remitiese cuanto antes el trigo almacenado y, convocando a los panaderos, les proporcionó el auxilio necesario, así para abastecerse de harina como de agua, por haberse roto los acueductos y cañerías de la que venía a la ciudad. Encomendó a los alcaldes ordinarios, D. Francisco Carrillo de Córdoba y D. Vicente Lobatón y Azaña la ejecución de estas medidas y de otras al mismo intento, como el abastecimiento de carne fresca.

En cuanto a las epidemias, dice Llano Zapata en su Carta o Diario que hasta mediados de febrero del 1747 habían muerto en la ciudad, víctimas de tabardillo, dolores pleuríticos, disentería y cólicos hepáticos hasta dos mil personas, número excesivamente crecido para la Lima de entonces.

Religiosidad popular

Durante esos días luctuosos, las rogativas, procesiones de penitencia y públicas manifestaciones de piedad fueron casi ordinarias y los predicadores de uno y otro clero llenaban las calles con sus voces de gemido, excitando a todos a la desesperación y al arrepentimiento. A su vez, el virrey encomendó a los hermanos de la cofradía de la caridad la tarea de sepultar los cadáveres y de asistir a los muchos enfermos que no bastaban a contener los hospitales, en ruinas la mayor parte de ellos, pues en el de Santa Ana para indios perecieron 60 de estos, al caer sobre ellos la pesada techumbre de las salas.

El clero limeño atribuyó la desgracia a la ira divina desencadenada por una serie de razones, a saber:

  • Las injusticias que se cometían contra los pobres.
  • Las prácticas ilícitas de la codicia y la usura.
  • El torpísimo pecado de la lujuria.
  • La vanidad de las mujeres con sus escandalosos vestidos, en especial los escotes demasiados abiertos.[3]

La fe católica no sufrió merma y más bien se incrementó notablemente la devoción al Señor de los Milagros, venerada imagen que solía ser sacada en procesión en eventos de ese tipo, manifestación admirable de fe colectiva que ha persistido a través de los siglos.

La reconstrucción

 
Retrato oficial del Conde de Superunda como Virrey del Perú.

El Virrey Manso de Velasco desde un principio mostró gran presencia de ánimo y adoptó todas las medidas que pudieran contribuir a tajar el desorden y hacer menos grave la desgracia. En los años siguientes se dedicó todos sus esfuerzos a la reedificación de la capital y de su puerto, de las que se puede considerar con razón el segundo fundador. Por todos estos servicios y por la construcción de la estupenda fortaleza del Callao, que elevó en el terreno que ocuparon las olas en el desborde del mar, recibió del rey Fernando VI con fecha de 8 de febrero de 1748 el título de Conde, con la expresiva denominación de Superunda, “sobre las olas”.

Tuvieron que reconstruirse la mayoría de templos y conventos; la Catedral de Lima recién comenzó su reconstrucción en 1752 sobre todo por la falta de voluntad del entonces Arzobispo de Lima, Pedro Antonio Barroeta y Ángel.

Repercusión mundial

Sin exagerar podemos afirmar que el terremoto de Lima del año 1746 conmovió a todo el mundo civilizado. Las Relaciones que del mismo se publicaron en español fueron traducidas al inglés, italiano y portugués y circularon abundantemente, pues se hicieron de algunas varias ediciones. Algunos años después, el suceso sería evocado nuevamente con motivo de otra catástrofe de repercusión universal, el terremoto de Lisboa de 1755.

Muy poco a poco volvieron las cosas a tomar su ritmo normal en Lima, aun cuando el recuerdo de tan funesto episodio quedó por mucho tiempo grabado en el espíritu de los sobrevivientes de la catástrofe. Unos seis años después, el arzobispo Pedro Antonio Barroeta recordaba en Lima la muerte y destrucción que causara el terremoto. Se refirió del Callao como de un emporio del comercio que fue enteramente destruido y arruinado por las furiosas olas, quedando innumerables cadáveres insepultos y huesos que aún blanqueaban por esos días.[4]

Véase también

  • Desolación de la ciudad de Lima y dilubio del Callao. Lima, 6 de noviembre de 1746

Referencias

  1. Odriozola, Manuel de: Terremotos. Lima, 1863. Tipografía de Aurelio Alfaro. Es una colección de las Relaciones de los más notables terremotos ocurridos en Lima y Callao, entre ellos una Carta o diario que escribió D. José Eusebio de Llano y Zapata sobre el indicado terremoto (pág. 70 a 110); una Carta que escribió el Marqués de Obando sobre el mismo terremoto (pág. 47 al 70); etc., documentos que han sido las fuentes de quienes han historiado dicho evento del año 1746.
  2. Dichas intensidades son cálculos basados en las relaciones o informes de la época, que detallaron los efectos del terremoto.
  3. O’Phelan Godoy, Scarlett: La moda francesa y el terremoto de Lima de 1746 el 2 de diciembre de 2014 en Wayback Machine.. Bulletin de l’Institut Français d’Études Andines / 2007, 36 (1): 19-38
  4. Pastoral de 16 de agosto de 1752 con motivo del Jubileo concedido por S.S. Benedicto XIV, Lima; 4.º. Citado por Rubén Vargas Ugarte.

Bibliografía

  • Banchero Castellano, Raúl: Historia del Mural de Pachacamilla, 1993.
  • Odriozola, Manuel de: Terremotos. Lima, 1863. Tipografía de Aurelio Alfaro.
  • Pérez-Mallaina, Emilio: La ruina de Lima, 2001.
  • Vargas Ugarte, Rubén: Historia General del Perú. Cuarto Tomo. Virreinato (1689-1778). Tercera Edición. Editor Carlos Milla Batres. Lima, Perú, 1981. ISBN 84-499-4816-9
  • Varios autores: Historia General de los peruanos. Tomo 2. Obra editada con el auspicio del Gobierno Revolucionario del Perú. Lima, 1973. Sección: “Temblores y Terremotos de Lima”.
  •   Datos: Q4552798

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El terremoto y maremoto de Lima y Callao de 1746 ocurrio el 28 de octubre de 1746 en la costa central del Peru Gobernaba entonces en el Peru el virrey Jose Antonio Manso de Velasco Es considerado el mayor terremoto ocurrido en Lima hasta la fecha y el segundo en la historia del Peru despues del Terremoto de Arica de 1868 Terremoto de Lima y Callao de 1746Aprox 9 0 en potencia de Magnitud de Momento MW Fecha28 de octubre de 1746Coordenadas del epicentro11 21 S 77 17 O 11 35 77 28 Coordenadas 11 21 S 77 17 O 11 35 77 28ConsecuenciasZonas afectadasCosta y Andes del centro de PeruVictimasOscilan entre 15 000 y 20 000 fallecidos editar datos en Wikidata Indice 1 Antecedentes 2 El terremoto 3 Un amanecer de espanto 4 Desaparece el puerto del Callao bajo el mar 5 Impacto en el resto de provincias 6 Consecuencias 6 1 Victimas y danos materiales 6 2 Replicas del sismo 6 3 Panico 6 4 Pillajes y saqueos 6 5 Escasez de alimentos y epidemias 6 6 Religiosidad popular 7 La reconstruccion 8 Repercusion mundial 9 Vease tambien 10 Referencias 11 BibliografiaAntecedentes EditarSegun testimonios de la epoca 1746 la catastrofe que se avecinaba fue perceptible en varias oportunidades pues los marinos veintitres dias antes del terremoto notaban exhalaciones igneas que parecian envolver al Callao Manuel Romero entonces alcaide de la carcel de la Isla San Lorenzo contaba que se veia como si el puerto se deshiciera en pavesa y se sentian ruidos bajo tierra como el mugido de centenares de bueyes unas veces y otras como disparos de artilleria 1 El terremoto EditarEl viernes 28 de octubre de 1746 a las 10 30 p m los habitantes de Lima fueron sorprendidos por las violentas sacudidas de la tierra que obligaron a todos a salir de sus casas y buscar los lugares descampados Por desdicha no todos pudieron hacerlo y aun aquellos que ganaron la calle vinieron a sucumbir al derrumbarse los muros adyacentes La confusion y el espanto cundieron por toda la ciudad e hizo que fuese mayor el desconcierto la circunstancia de la hora aun cuando la oscuridad no era tanta por la iluminacion de la luna La duracion del sismo segun las relaciones del tiempo fue de tres a cuatro minutos tiempo mas que suficiente para una destruccion total de la ciudad Lima tenia 60 000 habitantes y contaba con 3 000 casas repartida en 150 manzanas Cayeron las partes altas de templos conventos mansiones y diversas construcciones culminado el sismo nubes de polvo ocultaron la vision de la poblacion No es posible dar otras indicaciones del fenomeno porque no las traen las noticias de la epoca salvo lo que dice el Marques de Obando sobre la direccion del movimiento que su mayor impetu parecia venir del noroeste Segun las descripciones que nos han llegado debio ser de magnitud 9 0 Mw en la escala de momento La noche fue verdaderamente angustiante aun sin saberse todavia en Lima la desgracia del vecino puerto del Callao que fue arrasado por un maremoto Muchos para no quedar sepultados entre las ruinas asi como para hallar amparo en la compania de los demas se refugiaron en la Plaza Mayor y otros se retiraron al fondo de sus huertas de modo que en las casas que aun permanecian en pie o entre los escombros de otras reinaba un gran silencio como lo advierte en su relacion el autor antes citado En medio de tan grande confusion y sucediendose las subsiguientes replicas aunque ya no con tanta violencia no se hizo posible acudir al auxilio de los heridos y de los que gemian sepultados bajo las ruinas Algunos fueron extraidos de entre los escombros despues de haber pasado uno y aun dos dias sepultados Pocos pudieron conservar en aquellos instantes bastante serenidad de animo para acudir al socorro de los demas La procesion del Senor de los Milagros se realizo por primera vez despues del devastador terremoto de 1687 cuando el muro otra vez se mantuvo en pie Se hizo una replica en lienzo que salio en procesion desde el humilde barrio de Pachacamilla hoy Santuario y Monasterio de las Nazarenas hasta la Plaza Mayor y las principales calles de la ciudad y los Barrios Altos Se declara como fiesta oficial despues del terremoto de octubre de 1746 Un amanecer de espanto EditarAmanecio el dia sabado 29 de octubre y los ojos de los sobrevivientes contemplaron con espanto la ruina de la ciudad De las tres mil casas que componian las ciento cincuenta islas o manzanas que se encerraban dentro de las murallas de Lima apenas veinticinco se mantuvieron incolumes Las calles se veian obstruidas por los escombros y el interior de los edificios ofrecia un aspecto desolador Las torres de la Catedral se desplomaron y cayeron sobre las bovedas destruyendolas Otro tanto sufrieron las torres de las iglesias de San Agustin La Merced y San Pablo de la Compania Practicamente todas las iglesias conventos monasterios capillas y hospitales sufrieron mas o menos iguales destrozos El arco magnifico que estaba a la entrada del Puente de Piedra coronado por la estatua ecuestre del rey Felipe V cuya muerte acaecida el 9 de julio de ese ano se ignoraba todavia en el Peru se vino al suelo quedando la escultura desgajada en el suelo y entorpeciendo el paso En el Palacio virreinal no quedo un lugar habitable y el Virrey hubo de acomodarse en una barraca de tablas y lona pero no estaba en mejores condiciones el Santisimo Sacramento que del Sagrario fue conducido a una ramada que se improviso en la Plaza mayor El edificio del Tribunal del Santo Oficio quedo igualmente en ruinas Desaparece el puerto del Callao bajo el mar EditarDesde las primeras horas del dia comenzaron a circular voces sobre la destruccion del Callao y el virrey envio a aquel puerto a algunos soldados de a caballo a fin de cerciorarse del hecho Estos trajeron la confirmacion del desastre y a poco ya toda la ciudad lo sabia pues a ella llegaron tambien unos cuantos sobrevivientes de la embestida del mar Lo que contaron dichos sobrevivientes fue algo horrendo con ribetes apocalipticos Media hora despues del terremoto se habia entumecido el mar y elevado a enorme altura y con horrible estruendo se habia precipitado por dos veces sobre la tierra que la inundo y barrio todo lo que encontro a su paso Del antiguo puerto solo quedaron unos cuantos restos de la muralla y el arranque de las paredes de algunos edificios El Marques de Obando Jefe de la Escuadra y General de la Mar del Sur dice que los cuatro mayores navios que habia en el puerto soltando las anclas fueron lanzados por encima del presidio y vinieron a varar el uno dentro de la plaza el otro cargado de trigo a escasa distancia del anterior y los otros dos hacia el sureste como a distancia de un tiro de canon de los baluartes El numero de los que perecieron en el puerto se calcula en unos cuatro a cinco mil practicamente toda la poblacion solo se salvaron 200 personas En un lienzo de muralla lograron salvarse un religioso y unas treinta personas Otros en su mayoria pescadores o marineros acogidos a las tablas y maderos que sobrenadaban fueron arrojados mas tarde a las playas o bien a la isla de San Lorenzo El mar se retiro pero no volvio a su limite antiguo Esto significa que hubo una subsidencia cosismica es decir toda la zona del Callao se hundio despues del terremoto Impacto en el resto de provincias EditarLa destruccion causada por el sismo se extendio a varios kilometros a la redonda Fueron afectadas Canete Chancay y Huaura hasta 24 leguas al NNO del Callao y sufrieron tambien los valles de Barranca y Pativilca En Lucanas revento un volcan de agua caliente inundando toda la quebrada Intensidades maximas se evaluaron en el denominado norte chico con XI en Huacho y X en Chancay luego el area de Lima y Callao donde vario de IX a X en la zona de Canta y Matucana tambien se evaluo intensidades de IX en Canete VIII reportes de Trujillo con una intensidad de VI Cerro de Pasco Santa y Huaraz VI VII Huamanga y Huancayo VI Arequipa y Cuzco V 2 Fue sentido en Moyobamba Cajamarca Chachapoyas Tumbes Puno y Tacna Consecuencias EditarVictimas y danos materiales Editar Plano de Lima que publico Jorge Juan y Antonio de Ulloa en 1744 dos anos antes del terremoto El reporte oficial menciono mas de 10 000 muertos en Lima Callao y villas adyacentes En Lima las victimas no debieron pasar de 2 000 habiendo diversidad en los datos al respecto lo que se explica por no haberse dado a todos los cadaveres sepultura muchos quedaron insepultos entre las ruinas y solo con el tiempo fueron paulatinamente descubriendose De todos modos una cifra crecida teniendo en cuenta la poblacion total de unos 60 000 habitantes Otras victimas inevitables fueron los animales domesticos Se calcula en 3 000 las mulas y caballos que murieron aplastados por los derrumbes En el Callao segun el Marques de Obando era horrendo el espectaculo de los despojos humanos descubiertos y en las posturas mas violentas que se puedan imaginar Asi por el calor propio de la estacion como por andar revueltos con las horruras del mar y no ser facil enterrarlos en el terreno que ocupaban por ser de cascajo o piedra zahorra e inundarse facilmente la fetidez era intolerable En cuanto a las edificaciones Lima sufrio una destruccion total excepto 25 casas de las 3 000 que conformaban la ciudad pero Emilio Perez Mallaina ha hecho ver que esta informacion sobre las edificaciones fue exagerada por varios motivos sobre todo para reducir el interes de los censos de los inmuebles propiedad de la Iglesia Catolica Replicas del sismo Editar Luego del sismo la tierra continuo moviendose aunque con menor intensidad Un reporte de Jose Eusebio de Llano Zapata describe todas las replicas Los movimientos continuaron en forma intermitente hasta las 5 00 a m y muchos remezones se sintieron hasta el Cuzco y desde el 28 de octubre hasta el 10 de noviembre se produjeron 220 replicas mas y hasta el 28 de octubre de 1747 fueron un total de 568 temblores Panico Editar Tan abatidos se hallaban los animos y tan honda impresion habia causado la noticia de la ruina del Callao que el dia 30 habiendo comenzado a esparcirse el rumor de la salida del mar toda la gente presa de irresistible panico comenzo a huir en bandadas hacia los montes vecinos sin que en su carrera nadie fuese capaz de detenerla El Virrey sabiendo que la noticia carecia de fundamento hubo de montar a caballo a fin de contener a la multitud y desvanecer la falsa noticia que con delincuencial intento habia comenzado a difundir un negro caballista Hizo lo mismo el Marques de Obando en compania de un religioso franciscano y solo despues de mucho trajinar por todas las veredas que salen al campo se logro que volviera un tanto la calma Ya cerca del anochecer comenzaron a deshacerse las aglomeraciones de gente de toda clase y condicion que se habian formado y empezaron a volver a sus casas con mas orden que a la salida Pillajes y saqueos Editar Debido a la confusion y desorden que reinaba en todas partes asi como por haber abandonado sus casas los duenos la baja plebe se entrego al robo y saqueo Hubo que recurrir a la tropa y el Virrey destino tres patrullas de soldados con sus correspondientes cabos para que de continuo rondasen toda la ciudad y apresasen a los malhechores En el Callao se hizo mas necesaria esta providencia por los muchos objetos que iba arrojando el mar a la playa que despertaban la codicia de bandidos y simples buscones Por esta razon hubo de expedirse un decreto ordenando al Tribunal del Consulado velase por que no se cometiesen robos y recogiese cuanto se hallase a fin de restituirlo a los interesados Como en toda la extension de las playas que se suceden desde el Morro Solar hasta La Punta y tambien por el lado de Bocanegra varaban los restos de la ruina no era facil evitar la audacia de los merodeadores pero a fin de reprimirla se publico un bando amenazando con pena de la vida al que hiciera alguna sustraccion y se fijaron dos horcas en la ciudad y otras dos en el Callao para contenerlos Escasez de alimentos y epidemias Editar Los dias que se siguieron fueron de angustia tanto por no cesar de temblar la tierra como por la amenaza del hambre y las epidemias Gracias a las acertadas medidas adoptadas por el Virrey se logro abastecer a la poblacion prontamente aunque no tan de inmediato que no se dejara sentir la escasez Dispuso que de las vecinas provincias se remitiese cuanto antes el trigo almacenado y convocando a los panaderos les proporciono el auxilio necesario asi para abastecerse de harina como de agua por haberse roto los acueductos y canerias de la que venia a la ciudad Encomendo a los alcaldes ordinarios D Francisco Carrillo de Cordoba y D Vicente Lobaton y Azana la ejecucion de estas medidas y de otras al mismo intento como el abastecimiento de carne fresca En cuanto a las epidemias dice Llano Zapata en su Carta o Diario que hasta mediados de febrero del 1747 habian muerto en la ciudad victimas de tabardillo dolores pleuriticos disenteria y colicos hepaticos hasta dos mil personas numero excesivamente crecido para la Lima de entonces Religiosidad popular Editar Durante esos dias luctuosos las rogativas procesiones de penitencia y publicas manifestaciones de piedad fueron casi ordinarias y los predicadores de uno y otro clero llenaban las calles con sus voces de gemido excitando a todos a la desesperacion y al arrepentimiento A su vez el virrey encomendo a los hermanos de la cofradia de la caridad la tarea de sepultar los cadaveres y de asistir a los muchos enfermos que no bastaban a contener los hospitales en ruinas la mayor parte de ellos pues en el de Santa Ana para indios perecieron 60 de estos al caer sobre ellos la pesada techumbre de las salas El clero limeno atribuyo la desgracia a la ira divina desencadenada por una serie de razones a saber Las injusticias que se cometian contra los pobres Las practicas ilicitas de la codicia y la usura El torpisimo pecado de la lujuria La vanidad de las mujeres con sus escandalosos vestidos en especial los escotes demasiados abiertos 3 La fe catolica no sufrio merma y mas bien se incremento notablemente la devocion al Senor de los Milagros venerada imagen que solia ser sacada en procesion en eventos de ese tipo manifestacion admirable de fe colectiva que ha persistido a traves de los siglos La reconstruccion Editar Retrato oficial del Conde de Superunda como Virrey del Peru El Virrey Manso de Velasco desde un principio mostro gran presencia de animo y adopto todas las medidas que pudieran contribuir a tajar el desorden y hacer menos grave la desgracia En los anos siguientes se dedico todos sus esfuerzos a la reedificacion de la capital y de su puerto de las que se puede considerar con razon el segundo fundador Por todos estos servicios y por la construccion de la estupenda fortaleza del Callao que elevo en el terreno que ocuparon las olas en el desborde del mar recibio del rey Fernando VI con fecha de 8 de febrero de 1748 el titulo de Conde con la expresiva denominacion de Superunda sobre las olas Tuvieron que reconstruirse la mayoria de templos y conventos la Catedral de Lima recien comenzo su reconstruccion en 1752 sobre todo por la falta de voluntad del entonces Arzobispo de Lima Pedro Antonio Barroeta y Angel Repercusion mundial EditarSin exagerar podemos afirmar que el terremoto de Lima del ano 1746 conmovio a todo el mundo civilizado Las Relaciones que del mismo se publicaron en espanol fueron traducidas al ingles italiano y portugues y circularon abundantemente pues se hicieron de algunas varias ediciones Algunos anos despues el suceso seria evocado nuevamente con motivo de otra catastrofe de repercusion universal el terremoto de Lisboa de 1755 Muy poco a poco volvieron las cosas a tomar su ritmo normal en Lima aun cuando el recuerdo de tan funesto episodio quedo por mucho tiempo grabado en el espiritu de los sobrevivientes de la catastrofe Unos seis anos despues el arzobispo Pedro Antonio Barroeta recordaba en Lima la muerte y destruccion que causara el terremoto Se refirio del Callao como de un emporio del comercio que fue enteramente destruido y arruinado por las furiosas olas quedando innumerables cadaveres insepultos y huesos que aun blanqueaban por esos dias 4 Vease tambien EditarDesolacion de la ciudad de Lima y dilubio del Callao Lima 6 de noviembre de 1746Referencias Editar Odriozola Manuel de Terremotos Lima 1863 Tipografia de Aurelio Alfaro Es una coleccion de las Relaciones de los mas notables terremotos ocurridos en Lima y Callao entre ellos una Carta o diario que escribio D Jose Eusebio de Llano y Zapata sobre el indicado terremoto pag 70 a 110 una Carta que escribio el Marques de Obando sobre el mismo terremoto pag 47 al 70 etc documentos que han sido las fuentes de quienes han historiado dicho evento del ano 1746 Dichas intensidades son calculos basados en las relaciones o informes de la epoca que detallaron los efectos del terremoto O Phelan Godoy Scarlett La moda francesa y el terremoto de Lima de 1746 Archivado el 2 de diciembre de 2014 en Wayback Machine Bulletin de l Institut Francais d Etudes Andines 2007 36 1 19 38 Pastoral de 16 de agosto de 1752 con motivo del Jubileo concedido por S S Benedicto XIV Lima 4 º Citado por Ruben Vargas Ugarte Bibliografia EditarBanchero Castellano Raul Historia del Mural de Pachacamilla 1993 Odriozola Manuel de Terremotos Lima 1863 Tipografia de Aurelio Alfaro Perez Mallaina Emilio La ruina de Lima 2001 Vargas Ugarte Ruben Historia General del Peru Cuarto Tomo Virreinato 1689 1778 Tercera Edicion Editor Carlos Milla Batres Lima Peru 1981 ISBN 84 499 4816 9 Varios autores Historia General de los peruanos Tomo 2 Obra editada con el auspicio del Gobierno Revolucionario del Peru Lima 1973 Seccion Temblores y Terremotos de Lima Datos Q4552798Obtenido de https es wikipedia org w index php title Terremoto de Lima de 1746 amp oldid 137426979, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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