Telos IV
Telos IV, a menudo simplemente llamado Telos, era un planeta del Borde Exterior, situado en la Vía Hydiana. Es un planeta ficticio del universo Star Wars.
Historia
Guerra Civil Jedi
Antes de la Guerra Civil Jedi, Telos IV era un próspero planeta. Fue una importante base militar de la Antigua República y de las fuerzas Jedi durante las Guerras Mandalorianas, así como un retiro para meditar y un enclave agrícola para todos aquellos que servían al mundo a través del Cuerpo Agrónomo de la República. En aquella época, estuvo gobernado por el Consejo Telosiano y protegido por las Fuerzas de Seguridad Telosianas.[3] Después de la traición de los ex Caballeros Jedi, Revan y Malak, en 3.959 ABY se descubrió que el entonces Darth Malak, ordenó al Almirante Saul Karath bombardear la superficie de Telos, como prueba final de su lealtad al nuevo Sith. La flota Sith apuntó específicamente a los centros de mando Jedi y republicanos, lo que supuso la pérdida de casi todos los Jedi y ningún superviviente conocido tras el final de la guerra. Durante y después del mayor bombardeo, algunos refugiados consiguieron escapar de la conflagración gracias a las escasas lanzaderas disponibles del sistema de evacuación. Estas lanzaderas flotaron en el espacio durante semanas antes de que la República las recogiera en naves capital, enviadas en respuesta al holocausto planetario. Se descubrió más tarde que de hecho, los Sith permitieron sobrevivir a los refugiados en las lanzaderas para que atestiguasen el ataque y dieran a conocer el destino de Telos por toda la Galaxia. Muchos de aquellos supervivientes, acabaron vagando de planeta en planeta, otros se vieron obligados a asentarse en los bajos fondos de Nar Shaddaa, y después no se les permitió marchar.
Telos era el mundo natal de Carth Onasi, el héroe de la República que perdió a casi todos sus amigos y familiares en el ataque. Su hijo, Dustil Onasi, consiguió sobrevivir a la devastación, y más tarde se uniría a los Sith. Por si aún fuera poco para el agravio de Carth, el perpetrador del ataque, Saul Karath, fue un ex héroe de la República y el antiguo mentor de Carth.
Telos poseyó un colosal sistema planetario de irrigación polar, que rivalizaba con el de Coruscant. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Sith, el sistema estaba casi completamente aniquilado, y la población lo había abandonado. Aun así, la instalación principal del norte, en el casquete polar estaba prácticamente intacta del bombardeo Sith, y se convirtió en la academia de entrenamiento Jedi antes de la derrota final de Malak.
Restauración
Tras el fin de la Guerra Civil Jedi, la República lanzó un programa de restauración para mundos que habían quedado desolados por las Guerras Mandalorianas y la Guerra Civil Jedi. Telos, que había sido una vez un lugar importante de la República, fue escogido como plantilla del proyecto. Los resultados de restauración en Telos, determinarían si el proyecto era lo suficientemente fructuoso como para implantarse en otros mundos. El gobierno telosiano, pidió a los ithorianos, famosos en toda la Galaxia por su ingeniería agrícola y ecológica, que dirigieran la iniciativa republicana de restauración planetaria; en particular a aquellos que pertenecían al grupo de Chodo Habat, un cacique reconocido por su benevolencia comunal. En órbita a Telos, se construyó la inmensa Estación Ciudadela para dirigir el proyecto. Se clausuraron secciones de la superficie con escudos, permitiendo que el proceso de estabilización climática eliminase las propiedades ácidas de la enrarecida atmósfera del planeta, capacitándolo de nuevo para albergar vida. Bajo la dirección de los ithorianos, la vida fue injertada en las nuevas zonas, con muchas criaturas importadas desde Dxun, debido a su resistencia y capacidad de supervivencia. Desde el comienzo, el proyecto avanzó sin problemas, gracias a la generosa legislación de fondos de la República, que esperaba que Telos fuese algún día un modelo para otros planetas necesitados de rehabilitación tras la última Guerra Sith. El nivel de financiación permitió a Telos comprar flora y fauna de Onderon; durante los últimos años, numerosas mejoras en la red de escudos de la Estación Ciudadela permitió a los ithorianos replantar y revivificar una pequeña porción de la superficie planetaria.
Sin embargo, alrededor del año 3.951 ABY, comenzaron los problemas. Las relaciones diplomáticas con Onderon se deterioraron rápidamente, lo que hizo incrementar enormemente el ya gigantesco coste económico del transporte y compra del material biológico onderoniano. A la par con estos problemas, desde hacía seis o siete años, el crecimiento de la Estación Ciudadela era tan grande que las patrullas de seguridad telosianas ya no eran capaces de controlar toda la estación.
Cinco años después del fin de la Guerra Civil Jedi, la Corporación Czerka se acercó al gobierno de la República y le ofreció generosamente pequeñas ofertas de suministro y contratos de seguridad. Encantada, la República aceptó y finalmente dos tercios de la Estación Ciudadela terminaron bajo control policial de los matones de la Corporación Czerka. Esta situación, causó estragos con la restauración del proyecto de Telos, Czerka, se había introducido tan profundamente en el sistema político telosiano y en la economía planetaria que comenzó a dictar órdenes de expulsión a los ithorianos que habían sido traídos por la República desde el principio. De hecho, la compañía comenzó a presionar al gobierno para que rescindiera los contratos de restauración planetaria de los ithorianos todos a la vez.
Mediante la combinación de lagunas jurídicas, sobornos políticos, tácticas de mano dura y sabotaje, la Corporación Czerka consiguió hacerse con el control de la restauración regional de Telos; con la previsión de que a partir de entonces, estas zonas comenzarían a deteriorarse en pocas semanas. De acuerdo con los ithorianos, si a la Corporación Czerka se le hubiera permitido seguir sin restricciones, todo el proyecto de restauración se habría arruinado.
Finalmente, los ithorianos pidieron ayuda a la Jedi Exiliada a su llegada al planeta, cinco años después de la Guerra Civil Jedi. A cambio, el jefe ithoriano, Chodo Habat, ofreció 'curar' a la exiliada de su herida en la Fuerza. La exiliada decidió ayudar a los ithorianos y a exponer las intenciones de la Corporación Czerka, que acabó con su total expulsión de la Estación Ciudadela. A continuación, la exiliada viajó hasta la superficie del planeta en busca del Halcón de Ébano robado. Allí conoció a Bao-Dur, uno de los técnicos de escudo, que había estado intentando dificultar las operaciones de Czerka. El grupo de la exiliada viajó hasta una antigua academia, al final encontró su camino al polo norte, en donde parte de la energía de escudo había sido desviada. Allí descubrieron que la superviviente Maestro Jedi, Atris, había levantado una Academia Jedi sobre una vieja planta acuática. Atris había trasladado muchas grabaciones y artefactos a Telos desde el Enclave Jedi en Dantooine antes de su abandono.
Tiempo después, la exiliada volvió a Telos ante la llamada que sintió por el ataque de las fuerzas Sith, dirigidas por Darth Nihilus. Ella colaboró con la Fuerza de Seguridad de Telos y con los clanes unidos Mandalorianos, así como con miembros de la Milicia Khoonda y el Ejército de Onderon para combatir contra el Devastador, la nave insignia de Nihilus. El Almirante Carth Onasi llegó con una flota de asalto, proclamando que no volvería de nuevo a perder Telos contra los Sith. La exiliada y sus compañeros triunfaron, asesinando a Darth Nihilus y destruyendo su nave insignia. Después de la victoria de la Batalla de Telos, Carth agradeció a la exiliada y preguntó a la Jedi sobre el paradero de Revan. Carth pidió a la exiliada que simplemente le dijera a Revan que estaba haciendo lo que Revan le pidió.
Último siglo de la República
Tras el aparente triunfo del proyecto de Telos, el planeta se convirtió en una destinación turística de cara al fin de la República. Tristemente, tras 3.900 años su prosperidad venía a su fin. El planeta sufrió de hambruna en 94 ABY y una guerra civil en 49 ABY. En la Guerra Civil Telosiana, Qui-Gon Jinn se vio obligado a matar a Crion, el tiránico padre de su primer padawan, Xanatos. Xanatos se había unido a su padre y se había vuelto al lado oscuro. Nunca perdonó a Jinn por matar a Crion.[5] Xanatos, volvió al planeta patas arriba en su búsqueda personal de poder, controlando el mundo mediante la Corporación Offworld. Solamente la intervención de Qui-Gon Jinn y su nuevo padawan, Obi-Wan Kenobi, en el 44 ABY desbarató los planes de Xanatos y ayudó a devolver al planeta a su legítimo gobierno.
Sin embargo, después de la derrota de Offworld, otras industrias se trasladaron y tomaron control de Telos, contaminando el una vez prístino mundo. Muchos telosianos trataron de salir de su arruinado planeta a bordo de la nave experimental BioCrucero en el año 39 ABY.
Era imperial
Durante la Guerra Civil Galáctica, el planeta fue uno de los mundos del Sector Kwymar que se alió a la Alianza Rebelde. El Imperio Galáctico respondió con una serie de brutales asaltos en el sector, conocidos como las Supresiones de Kwymar, incluyendo el devastador ataque en Telos. Durante las supresiones, el Sargento Mayor de las tropas imperiales Beilert Valance fue gravemente herido en el vecino Doniphon. La vida de Valance se salvó en el hospital de la Estación Anglebay. Fue allí donde Valance se transformó en un cyborg.
Valance sufrió discriminación y prejuicios por ser cyborg hasta el punto de enloquecer y ansiar venganza. Se convirtió en Valance el Cazador, un despiadado cazarrecompensas, y regresó a la Estación Anglebay con un grupo de asesinos. Mataron a todo ser viviente en la estación incluidos el paciente Don-Wan Kihotay.