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Sitio de Oviedo (1936)

El sitio de Oviedo hace referencia a las operaciones militares que tuvieron lugar en torno a esta ciudad durante los primeros meses de la Guerra Civil Española, enfrentando a las fuerzas sublevadas o «nacionales» contra las fuerzas leales al gobierno republicano y, principalmente, las poderosas milicias obreras.

Sitio de Oviedo
Guerra Civil Española
Parte de guerra civil española

Asedio de Oviedo desde San Esteban
Fecha 19 de julio - 17 de octubre de 1936
Lugar Oviedo, Asturias
Coordenadas 43°21′36″N 5°50′42″O / 43.36, -5.845
Resultado Victoria de las fuerzas sublevadas
Beligerantes
Comandantes
Fuerzas en combate
Milicias mineras
• 10.000 milicianos
• Numerosa artillería
Guarnición de Oviedo
• 2.500 efectivos
Bajas
2.000-5.000 muertos,
heridos o prisioneros
Los defensores perdieron el 81% de sus efectivos (se estima que 2300 en los combates y 400 por enfermedad); 2.000 civiles murieron a causa de los bombardeos y de la enfermedad de tifus provocada por la falta de higiene adecuada (al no tener suministro de agua)

Tras el comienzo del golpe de estado de julio de 1936, se produjeron numerosas sublevaciones militares a lo largo de toda la península. En dicho contexto la ciudad de Oviedo se une a las fuerzas sublevadas por orden del jefe de la guarnición, el coronel Antonio Aranda. Desde entonces ésta quedó sitiada por las milicias mineras y/o obreras que se habían mantenido fieles a la República. A pesar de la presión republicana —la ciudad fue duramente bombardeada por los sitiadores—, la capital asturiana se mantuvo en esta situación durante varios meses, hasta que el 17 de octubre de 1936, fuerzas sublevadas procedentes de Galicia lograron romper el cerco al que estaba sometida la ciudad.

Antecedentes

Situación militar y conspiración

Asturias, y particularmente Oviedo, habían sido testigos de los hechos revolucionarios de 1934.[1][2]​ Las unidades militares destinadas en el principado se habían mostrado incapaces de poder hacer frente a los revolucionarios, por lo que el gobierno republicano había reforzado la guarnición. Se constituyó una comandancia militar de Asturias —separada de la VIII División Orgánica— y se organizó una Brigada Mixta de Montaña. Dependían de ella el Regimiento de Infantería «Milán» n.º 32,[3]​ con base en Oviedo, y el Regimiento de Infantería «Simancas» n.º 40,[3]​ con base en Gijón, y un Grupo de Artillería de Montaña estacionado en Oviedo. En Gijón tenían su base una compañía de transmisiones y un Batallón de Ingenieros Zapadores, aunque este último pertenecía la VIII División.[4]​ Además de estas fuerzas, en Asturias se encontraban destinadas ocho compañías de guardias civiles —una basada en Oviedo y otra en Gijón—, una compañía de guardias de asalto —con base en Oviedo— y dos compañías de carabineros —una de ellas en Gijón—.[4]​ Hacia el 18 de julio de 1936, los conspiradores de Oviedo contaban aproximadamente con unos 660 soldados, ocho piezas de artillería, 1300 guardias civiles, 270 guardias de asalto y 300 carabineros.[5]​ También contaban con importantes reservas de armamento y municiones.

Al frente de estas fuerzas se encontraba el coronel Antonio Aranda, que aunque era un militar prestigioso y tenía fama de republicano, no era de la confianza de muchos republicanos puesto que había participado en la represión de la revolución de Asturias.[6]​ Aranda, implicado en la conspiración militar contra el gobierno republicano, contaba con la adhesión de los coroneles Antonio Pinilla —jefe del regimiento «Simancas»— y Eduardo Recas —jefe del regimiento «Milán»—, del teniente coronel Luis Valcárcel —jefe del batallón de zapadores de Gijón—, y del comandante de la Guardia Civil en Asturias, Santiago Alonso Muñoz.[4]​ Por el contrario, no contaba con el respaldo ni del jefe local de la Guardia de asalto —comandante Alfonso Ros— ni del jefe de los carabineros —teniente coronel Ricardo Ballinas—.[4]

Los días previos

Ya en la noche del 17 de julio, tras conocerse la sublevación del Ejército en el Protectorado de Marruecos, los sindicatos y organizaciones obreras comenzaron a prepararse para hacer frente a una posible sublevación militar en la región. Los conspiradores no consideraban a Oviedo —epicentro de la revolución asturiana de 1934—[7]​ un lugar factible para sublevarse, e inicialmente se consideró que cualquier rebelión estaba condenada al fracaso. Entre los conspiradores también existían disensiones. Aranda tenía reputación de ser masón y liberal,[8]​ por lo que mantenía buenas relaciones con las autoridades locales. De hecho, la Falange desconfiaba de él. Cuando se produjo la sublevación, Aranda se declaró leal a la República y convenció al gobernador civil de Oviedo, Isidro Liarte Lausín, y a los líderes sindicales que la situación en Asturias era tranquila, quitándole importancia al alcance de la rebelión.[9]​ Incluso se ofreció a repartir armas entre los trabajadores.[10]

Las autoridades locales quedaron lo bastante convencidas por las explicaciones de Aranda que autorizaron a que 4.000 mineros y obreros metalúrgicos se organizasen en milicias que saldrían de Asturias hacia otras partes de España para tomar parte en el incipiente conflicto. A pesar de sus reservas iniciales que mostró, al final Aranda cedió y acabó entregando 200 mosquetones a la columna minera que se estaba organizando.[11]​ Sin embargo, mientras tenía lugar la movilización de las milicias obreras, Aranda secretamente dio orden a los efectivos de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto de Asturias para que se concentraran en Oviedo. La noche del 18 de julio Aranda salió discretamente de Oviedo para encontrarse con el coronel Pinilla en Gijón, y ultimar los planes de cara a la sublevación; acordó con Pinilla que se declararía el estado de guerra de forma simultánea en Gijón y Oviedo, así como los pasos a tomar tras el inicio del alzamiento. No obstante, regresó a la capital ovetense con una pésima impresión sobre la actuación que tendrían tanto los guardias de asalto en Gijón como los carabineros en Avilés cuando se produjera la sublevación.[11]

A pesar de todas las dificultades, los sublevados pudieron contar con la presencia en Oviedo del comandante Gerardo Caballero. Este había sido antiguo comandante del 10.º Grupo de Asalto —que operaba en Asturias—,[12]​ y había tenido un destacado papel en la represión contra los mineros.[13]​ Aunque el gobierno republicano lo había destituido tras las elecciones de febrero de 1936 y asignado a la V División Orgánica en Zaragoza,[12]​ para el 18 de julio había logrado trasladarse nuevamente a Oviedo.

La sublevación

 

Al día siguiente (19 de julio), los conspiradores continuaron con los preparativos. Mientras tanto, por la mañana salieron de Oviedo dos columnas de mineros,[14]​ convencidos de que la situación en Asturias estaba asegurada. A pesar de ello, a lo largo del día Aranda no hizo entrega de armas a la población bajo varios pretextos. La situación era incierta en toda España: para entonces ya se habían sublevado las guarniciones de grandes ciudades como Barcelona o Sevilla, así como Valladolid, Burgos o Pamplona. Tras haber conversado con el general Mola —«director» de la conspiración militar—, a las 5 de la tarde Aranda declaró el estado de guerra.[15]​ Además de las fuerzas militares bajo su mando, contó con el apoyo de la Guardia civil y las milicias de Falange.[16][7]​ A continuación llamó al comandante de Gijón, coronel Pinilla, comunicándole que se uniera a la sublevación. También llamó al director de la Fábrica de Armas de Trubia, el coronel José Franco Mussió, conminándole para que se uniera a su plan y se sublevara, pero éste se mostró reticente.[17]​ El coronel Franco finalmente no se unió a los rebeldes, lo que dejó la fábrica de Trubia en manos republicanas. Desde Radio Asturias se lanzó una alocución en la que justificaba la rebelión para devolver el orden a la República.[18]

Aranda logró hacerse con el control de los principales edificios y centros neurálgicos de la ciudad. Los obreros que habían quedado en Oviedo y que aguardaban recibir armas fueron masacrados por las fuerzas sublevadas.[10]​ El Gobierno Civil no fue tomado inicialmente por los sublevados y continuó resistiendo hasta el anochecer, cuando se rindió.[19]​ El cuartel de la Guardia de asalto no se sublevó, por lo que Aranda encargó al comandante Caballero que lo tomase al asalto. Allí resistieron el comandante de asalto Alfonso Ros y un grupo de guardias de asalto leales hasta la mañana del 20 de julio, momento en que él y sus hombres se rindieron.[20]​ Al frente de un grupo de guardias civiles, el comandante Caballero logró hacerse con el control del cuartel.[17]​ Acto seguido, el comandante Ros y sus hombres fueron llevados a uno de los muros del cuartel y ejecutados al instante.[21]​ Junto a los guardias de asalto también fue fusilado un numeroso grupo de milicianos que resistían en el cuartel.[21]

La rebelión militar sorprendió a muchos republicanos de la capital asturiana —factor que benefició a los sublevados—,[7]​ y muchos de ellos cayeron hechos prisioneros. El gobernador civil de Oviedo, Liarte Lausín, también fue hecho prisionero por las tropas de Aranda, al igual que otros muchos funcionaros, sindicalistas y políticos leales al gobierno. Aranda pudo así hacerse con el control de Oviedo, aunque en el resto de Asturias no encontró respaldo —salvo Gijón, donde el coronel Pinilla había logrado sublevarse—. Para el 21 de julio, tras asegurar el control del casco urbano, Oviedo se encontraba aislada dentro del territorio republicano y sin conexión con el mar.[22][23]

Comienzo del sitio

Situación inicial

Al frente de las fuerzas milicianas de Oviedo estaba el socialista Francisco Martínez Dutor,[24]​ veterano de la revolución de 1934. Sus fuerzas, que habían regresado de la frustrada expedición a León, contaban con la artillería procedente de la Fábrica de armas de Trubia.[24]​ Los republicanos no disponían de unidades regulares del Ejército, por lo que sus fuerzas estaban compuestas principalmente por milicias de los partidos y sindicatos del Frente Popular. Las fuerzas republicanas pusieron a Oviedo bajo sitio el mismo 20 de julio, al tiempo que también sitiaban a las fuerzas sublevadas en Gijón, a poca distancia de Oviedo. En Gijón los sublevados mantuvieron sus posiciones en el cuartel de Simancas hasta el 16 de agosto, hecho que impidió a los republicanos poder sitiar Oviedo de forma adecuada.[25]​ La resistencia sublevada en Gijón continuó hasta el 21 de agosto, cuando cesó por completo. A partir de ese momento los republicanos centraron sus esfuerzos en la capital asturiana. Sin embargo, el hecho de que doscientos defensores tuvieran retenidas a un buen número de milicias republicanas significó que estas fuerzas estuvieran inmovilizadas durante un mes. Esto supuso que los republicanos perdieran un tiempo precioso,[26]​ tiempo que Aranda dispuso para organizar el perímetro defensivo.

Después de que finalizasen las operaciones en Gijón, las fuerzas republicanas estaban en condiciones de poder reforzar el sitio de Oviedo. La mayor parte de las milicias atacantes estaban compuestas por numerosos mineros de la provincia. La fuerza de asedio, sin embargo, tuvo varios problemas; carecía de profesionalismo y apenas si disponía de entrenamiento militar, dado que la mayor parte de las fuerzas armadas, incluyendo a la Guardia de Asalto, se había unido al levantamiento. Además, una columna de relevo procedente de Galicia avanzaba hacia la capital asturiana, y debido a las operaciones militares en Gijón, las fuerzas republicanas no habían podido disponer de efectivos suficientes para hacer frente a este avance. Ello facilitó que la fuerza de relevo realizara avances sustanciales hacia la capital provincial. Mientras tanto, las fuerzas que sitiaban Oviedo no disponían ni del material ni del equipo apropiado para llevar a cabo un asedio, a excepción de la numerosa dinamita que la que disponían. El terreno tampoco facilitaba las operaciones militares de asedio. Aranda se había asegurado de ocupar las alturas alrededor de Oviedo para reforzar la defensa de la ciudad.[27]

En el interior de la ciudad, las fuerzas de Aranda tenían en su poder a entre 700 y 1000 personas detenidas, muchas de ellas esposas de diputados republicanos y dirigentes sindicales.[28]​ Dentro de la ciudad, se desató una fuerte represión contra todos aquellos sectores y personas considerados izquierdistas; Aranda autorizó que los escuadrones falangistas salieran cada noche en busca de personas a las que detener, y con frecuencia a la mañana siguiente solían aparecer cadáveres en las calles.[13]​ Las fuerzas sublevadas llegaron incluso a usar a prisioneros políticos como escudos humanos.[29]

Los atacantes estrechan el cerco

Dos destacados sindicalistas —Otero, un minero socialista, e Higinio Carrocera, un trabajador metalúrgico anarquista— asumieron la dirección de la operaciones en Oviedo.[30]​ Posteriormente el teniente coronel Javier Linares Aranzabe fue nombrado jefe del sector de Oviedo y dirigió los asaltos contra la ciudad.[31]​ Los atacantes habían cortado el suministro de agua desde el comienzo. Las fuerzas sublevadas, sin embargo, hicieron del embalse de la ciudad uno de los puntos fuertes del sistema defensivo, y a través de su racionamiento fueron capaces de soportar el asedio. Pero a pesar de estos esfuerzos, el agua no podría ser usada para labores de higiene. Como importante centro logístico que era Oviedo, desde los primeros días tanto la guarnición como la población dispusieron de una considerable reserva de alimentos.

Hasta el 4 de septiembre no tuvieron lugar combates de importancia en el sector de Oviedo: ese día los atacantes lanzaron un potente bombardeo aéreo y artillero contra las posiciones sublevadas. Alrededor de 1500 bombas y proyectiles de artillería fueron arrojadas sobre Oviedo, provocando la interrupción del suministro del gas, la electricidad, y la red telefónica, provocando un apagón total en la ciudad. Cuatro días después, contando con el apoyo de artillería y aviación, las milicias republicanas trataron de capturar uno de los puestos avanzados de la línea defensiva. Los defensores reaccionaron situando varias piezas de artillería en posición elevada para que actuasen como cañones antiaéreos. Además, se vieron apoyados por tres tanques Trubia A-4 del Regimento de Infantería «Milán». El «Trubia» era una versión española del tanque francés Renault FT que tanto éxito había tenido en la Gran Guerra, y que había sido utilizado por el Ejército de África en la Guerra del Rif, especialmente durante el desembarco de Alhucemas.[32]​ A pesar de contar con un importante apoyo artillero y aéreo, tras una batalla de 12 horas los atacantes fueron rechazados.[33]

El potente bombardeo había provocado numerosas bajas civiles, aunque hubo más muertes debido a la falta de agua para la higiene. Muchas personas que simpatizaban con el Frente Popular se acabaron uniendo a las fuerzas sublevadas en Oviedo porque algún miembro de su familia había resultado muerto o herido por las explosiones de la artillería republicana. A pesar de que dentro de ciudad seguía habiendo un gran número de partidarios de la República, los defensores contaban con la ventaja de que una parte de los habitantes eran políticamente neutrales.[34]​ Los sitiadores incrementaron la presión sobre Oviedo a medida que fue avanzando el mes de septiembre. Debido a la falta de agua para labores de higiene y se desató una epidemia de tifus y se cobró muchas vidas, especialmente entre los físicamente débiles, los ancianos y los más jóvenes.[35]

Asalto final y liberación

El 4 de octubre —el día anterior al segundo aniversario de la Revolución de Asturias de 1934— las milicias del Frente Popular emprendieron una ofensiva generalizada. Los atacantes tenían prisa por conquistar la ciudad, ya que las temidas unidades del Ejército de África habían reforzado la columna de socorro que, procedente de Galicia, avanzaba hacia la capital asturiana. Aunque las milicias republicanas habían reforzado la presión sobre Oviedo y habían logrado retrasar por dos semanas el avance de la columna de socorro, ésta se encontraba a tan sólo 24 kilómetros del centro de Oviedo. Además, la columna para entonces contaba con unos 19.000 efectivos, y había sido reforzada con un batallón de la Legión y con ocho tabores de Regulares.[29]​ Aranda ya había perdido a la mitad de los defensores, y los atacantes, al conquistar una de las alturas que dominaba la ciudad, habían logrado superar uno de los ejes en los que se apoyaba la defensa urbana. Los combates duraron una semana, y uno tras otro los sublevados fueron perdiendo los puntos fuertes de la línea defensiva. Forzado por las circunstancias, Aranda ordenó a sus tropas que abanadonaran el perímetro defensivo y retiró a los supervivientes al interior de la ciudad. Para entonces sus fuerzas habían consumido en torno al 90% de sus reservas de munición. La munición de ametralladora también se había agotado, por lo que los defensores tuvieron que recurrir al combate cuerpo a cuerpo. Entre ambos bandos se desarrolló una intensa lucha casa por casa. Los defensores se encontraban casi sin munición cuando varios pilotos sublevados lograron lanzarles 30.000 cartuchos de munición diversa.[36]

 
Búnker situado en los alrededores de Oviedo, levantado durante el sitio a la ciudad.

A Aranda ya solo le quedaban 500 defensores, por lo que retiró a sus fuerzas al centro de la ciudad para emprender una última resistencia. Para entonces las milicias gubernamentales habían capturado la última central eléctrica de Oviedo, lo que dejó a toda la ciudad sin luz ni energía eléctrica. Aranda se retiró a un cuartel situado en el centro de la ciudad, en mitad del dispositivo defensivo, y con una radio alimentada por una batería de coche exhortó a los defensores a «luchar como españoles hasta el final». Se envió un mensaje a la columna gallega diciéndoles que las fuerzas defensoras estaban casi sin municiones, pero que iban a luchar hasta el final. Las milicias republicanas habían sufrido unas bajas enormes. Además, sus fuerzas se encontraban con sus reservas de munición prácticamente agotadas, aunque seguían realizando progresos; ya habían penetrado en el casco urbano de Oviedo.[30]​ Los sitiados, que se encontraban faltos de víveres y de electricidad, estaban próximos al colapso. Pero justo en ese momento, el 17 de octubre, la columna de socorro procedente de Galicia logró enlazar con los sitiados y levantar el sitio de Oviedo.[30][29]​ Las milicias republicanas, que prácticamente se habían quedado sin municiones, detuvieron el asalto y emprendieron una retirada a las que habían sido sus posiciones de partida.

Consecuencias

Los sublevados lograron establecer un estrecho y precario pasillo que conectaba la capital asturiana con el resto del territorio sublevado. En principio el peligro que se cernía sobre Oviedo había desaparecido,[37]​ aunque la ciudad siguió estando sitiada por las fuerzas republicanas durante varios meses más,[38]​ hasta el final de la Guerra en el Norte. La ciudad todavía sufriría varios ataques republicanos que, sin embargo, no lograron prosperar. Esta victoria le dio a Aranda una gran fama y popularidad en la zona sublevada. Continuaría al frente del sector de Oviedo durante un año más, y durante el resto de la contienda tomó parte en numerosas batallas y campañas militares.

Notas

  1. En los primeros momentos de la Guerra, las fuerzas sublevadas no tenían una bandera diferente a la del resto del ejército. El 29 de agosto de 1936 un decreto de la Junta de Defensa Nacional (organismo que ostentaba la Jefatura del Estado en la zona sublevada) restableció la bandera bicolor, roja y gualda.

Referencias

  1. Martínez Bande, 2007, pp. 106-121.
  2. Thomas, 1976, pp. 160-167.
  3. Martínez Bande, 2007, p. 343.
  4. Martínez Bande, 2007, p. 350.
  5. Martínez Bande, 2007, pp. 350-351.
  6. Martínez Bande, 2007, pp. 349-350.
  7. Thomas, 1961, p. 148.
  8. Payne, 1967, p. 344.
  9. Thomas, 1976, p. 261.
  10. Preston, 2013, p. 579.
  11. Martínez Bande, 2007, p. 351.
  12. Cabanellas, 1977, p. 170.
  13. Preston, 2013, pp. 580-581.
  14. Aróstegui, 2006, p. 82.
  15. Thomas, 1976, pp. 261-262.
  16. Thomas, 1976, p. 262.
  17. Martínez Bande, 2007, p. 352.
  18. Aróstegui, 2006, pp. 82-83.
  19. Hurtado, 2011, pp. 64-65.
  20. Cabanellas, 1975, p. 1262.
  21. Rodero, Moreno y Castrillo, 2008, p. 208.
  22. Fraser, 1979, pp. 238-239.
  23. Thomas, 1976, p. 282.
  24. Romero García, 2001, p. 254.
  25. Thomas, 1961, p. 254.
  26. Fraser, 1979, p. 241.
  27. Fraser, 1979, pp. 245-246.
  28. Preston, 2013, p. 580.
  29. Preston, 2013, p. 581.
  30. Thomas, 1976, p. 417.
  31. Martínez Bande, 1969, p. 103n.
  32. García, Dionisío (marzo de 2008). «Trubia: El Primer Carro de Combate Español». Serga (52) (Madrid: Almena). 
  33. Fraser, 1979, p. 248.
  34. Fraser, 1979, p. 249.
  35. Fraser, 1979, p. 250.
  36. Fraser, 1979, pp. 250-252.
  37. Fraser, 1979, pp. 252-254.
  38. Preston, 2013, p. 582.

Bibliografía

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sitio, oviedo, 1936, sitio, oviedo, hace, referencia, operaciones, militares, tuvieron, lugar, torno, esta, ciudad, durante, primeros, meses, guerra, civil, española, enfrentando, fuerzas, sublevadas, nacionales, contra, fuerzas, leales, gobierno, republicano,. El sitio de Oviedo hace referencia a las operaciones militares que tuvieron lugar en torno a esta ciudad durante los primeros meses de la Guerra Civil Espanola enfrentando a las fuerzas sublevadas o nacionales contra las fuerzas leales al gobierno republicano y principalmente las poderosas milicias obreras Sitio de OviedoGuerra Civil EspanolaParte de guerra civil espanolaAsedio de Oviedo desde San EstebanFecha19 de julio 17 de octubre de 1936LugarOviedo AsturiasCoordenadas43 21 36 N 5 50 42 O 43 36 5 845ResultadoVictoria de las fuerzas sublevadasBeligerantesRepublica Espanola a Fuerzas sublevadasComandantesIsidro Liarte Lausin Alfonso Ros Francisco Martinez DutorJavier Linares Aranzabe Antonio Aranda MataGerardo CaballeroEduardo RecasFuerzas en combateMilicias mineras 10 000 milicianos Numerosa artilleria Guarnicion de Oviedo 2 500 efectivosBajas2 000 5 000 muertos heridos o prisioneros Los defensores perdieron el 81 de sus efectivos se estima que 2300 en los combates y 400 por 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inicial 3 2 Los atacantes estrechan el cerco 3 3 Asalto final y liberacion 4 Consecuencias 5 Notas 6 Referencias 7 BibliografiaAntecedentes EditarSituacion militar y conspiracion Editar Vease tambien Organizacion territorial del Ejercito espanol en 1936 Asturias y particularmente Oviedo habian sido testigos de los hechos revolucionarios de 1934 1 2 Las unidades militares destinadas en el principado se habian mostrado incapaces de poder hacer frente a los revolucionarios por lo que el gobierno republicano habia reforzado la guarnicion Se constituyo una comandancia militar de Asturias separada de la VIII Division Organica y se organizo una Brigada Mixta de Montana Dependian de ella el Regimiento de Infanteria Milan n º 32 3 con base en Oviedo y el Regimiento de Infanteria Simancas n º 40 3 con base en Gijon y un Grupo de Artilleria de Montana estacionado en Oviedo En Gijon tenian su base una compania de transmisiones y un Batallon de Ingenieros Zapadores aunque este ultimo pertenecia la VIII Division 4 Ademas de estas fuerzas en Asturias se encontraban destinadas ocho companias de guardias civiles una basada en Oviedo y otra en Gijon una compania de guardias de asalto con base en Oviedo y dos companias de carabineros una de ellas en Gijon 4 Hacia el 18 de julio de 1936 los conspiradores de Oviedo contaban aproximadamente con unos 660 soldados ocho piezas de artilleria 1300 guardias civiles 270 guardias de asalto y 300 carabineros 5 Tambien contaban con importantes reservas de armamento y municiones Al frente de estas fuerzas se encontraba el coronel Antonio Aranda que aunque era un militar prestigioso y tenia fama de republicano no era de la confianza de muchos republicanos puesto que habia participado en la represion de la revolucion de Asturias 6 Aranda implicado en la conspiracion militar contra el gobierno republicano contaba con la adhesion de los coroneles Antonio Pinilla jefe del regimiento Simancas y Eduardo Recas jefe del regimiento Milan del teniente coronel Luis Valcarcel jefe del batallon de zapadores de Gijon y del comandante de la Guardia Civil en Asturias Santiago Alonso Munoz 4 Por el contrario no contaba con el respaldo ni del jefe local de la Guardia de asalto comandante Alfonso Ros ni del jefe de los carabineros teniente coronel Ricardo Ballinas 4 Los dias previos Editar Ya en la noche del 17 de julio tras conocerse la sublevacion del Ejercito en el Protectorado de Marruecos los sindicatos y organizaciones obreras comenzaron a prepararse para hacer frente a una posible sublevacion militar en la region Los conspiradores no consideraban a Oviedo epicentro de la revolucion asturiana de 1934 7 un lugar factible para sublevarse e inicialmente se considero que cualquier rebelion estaba condenada al fracaso Entre los conspiradores tambien existian disensiones Aranda tenia reputacion de ser mason y liberal 8 por lo que mantenia buenas relaciones con las autoridades locales De hecho la Falange desconfiaba de el Cuando se produjo la sublevacion Aranda se declaro leal a la Republica y convencio al gobernador civil de Oviedo Isidro Liarte Lausin y a los lideres sindicales que la situacion en Asturias era tranquila quitandole importancia al alcance de la rebelion 9 Incluso se ofrecio a repartir armas entre los trabajadores 10 Las autoridades locales quedaron lo bastante convencidas por las explicaciones de Aranda que autorizaron a que 4 000 mineros y obreros metalurgicos se organizasen en milicias que saldrian de Asturias hacia otras partes de Espana para tomar parte en el incipiente conflicto A pesar de sus reservas iniciales que mostro al final Aranda cedio y acabo entregando 200 mosquetones a la columna minera que se estaba organizando 11 Sin embargo mientras tenia lugar la movilizacion de las milicias obreras Aranda secretamente dio orden a los efectivos de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto de Asturias para que se concentraran en Oviedo La noche del 18 de julio Aranda salio discretamente de Oviedo para encontrarse con el coronel Pinilla en Gijon y ultimar los planes de cara a la sublevacion acordo con Pinilla que se declararia el estado de guerra de forma simultanea en Gijon y Oviedo asi como los pasos a tomar tras el inicio del alzamiento No obstante regreso a la capital ovetense con una pesima impresion sobre la actuacion que tendrian tanto los guardias de asalto en Gijon como los carabineros en Aviles cuando se produjera la sublevacion 11 A pesar de todas las dificultades los sublevados pudieron contar con la presencia en Oviedo del comandante Gerardo Caballero Este habia sido antiguo comandante del 10 º Grupo de Asalto que operaba en Asturias 12 y habia tenido un destacado papel en la represion contra los mineros 13 Aunque el gobierno republicano lo habia destituido tras las elecciones de febrero de 1936 y asignado a la V Division Organica en Zaragoza 12 para el 18 de julio habia logrado trasladarse nuevamente a Oviedo La sublevacion Editar Antiguo cuartel del Regimiento de Infanteria Milan Al dia siguiente 19 de julio los conspiradores continuaron con los preparativos Mientras tanto por la manana salieron de Oviedo dos columnas de mineros 14 convencidos de que la situacion en Asturias estaba asegurada A pesar de ello a lo largo del dia Aranda no hizo entrega de armas a la poblacion bajo varios pretextos La situacion era incierta en toda Espana para entonces ya se habian sublevado las guarniciones de grandes ciudades como Barcelona o Sevilla asi como Valladolid Burgos o Pamplona Tras haber conversado con el general Mola director de la conspiracion militar a las 5 de la tarde Aranda declaro el estado de guerra 15 Ademas de las fuerzas militares bajo su mando conto con el apoyo de la Guardia civil y las milicias de Falange 16 7 A continuacion llamo al comandante de Gijon coronel Pinilla comunicandole que se uniera a la sublevacion Tambien llamo al director de la Fabrica de Armas de Trubia el coronel Jose Franco Mussio conminandole para que se uniera a su plan y se sublevara pero este se mostro reticente 17 El coronel Franco finalmente no se unio a los rebeldes lo que dejo la fabrica de Trubia en manos republicanas Desde Radio Asturias se lanzo una alocucion en la que justificaba la rebelion para devolver el orden a la Republica 18 Aranda logro hacerse con el control de los principales edificios y centros neuralgicos de la ciudad Los obreros que habian quedado en Oviedo y que aguardaban recibir armas fueron masacrados por las fuerzas sublevadas 10 El Gobierno Civil no fue tomado inicialmente por los sublevados y continuo resistiendo hasta el anochecer cuando se rindio 19 El cuartel de la Guardia de asalto no se sublevo por lo que Aranda encargo al comandante Caballero que lo tomase al asalto Alli resistieron el comandante de asalto Alfonso Ros y un grupo de guardias de asalto leales hasta la manana del 20 de julio momento en que el y sus hombres se rindieron 20 Al frente de un grupo de guardias civiles el comandante Caballero logro hacerse con el control del cuartel 17 Acto seguido el comandante Ros y sus hombres fueron llevados a uno de los muros del cuartel y ejecutados al instante 21 Junto a los guardias de asalto tambien fue fusilado un numeroso grupo de milicianos que resistian en el cuartel 21 La rebelion militar sorprendio a muchos republicanos de la capital asturiana factor que beneficio a los sublevados 7 y muchos de ellos cayeron hechos prisioneros El gobernador civil de Oviedo Liarte Lausin tambien fue hecho prisionero por las tropas de Aranda al igual que otros muchos funcionaros sindicalistas y politicos leales al gobierno Aranda pudo asi hacerse con el control de Oviedo aunque en el resto de Asturias no encontro respaldo salvo Gijon donde el coronel Pinilla habia logrado sublevarse Para el 21 de julio tras asegurar el control del casco urbano Oviedo se encontraba aislada dentro del territorio republicano y sin conexion con el mar 22 23 Comienzo del sitio EditarSituacion inicial Editar Al frente de las fuerzas milicianas de Oviedo estaba el socialista Francisco Martinez Dutor 24 veterano de la revolucion de 1934 Sus fuerzas que habian regresado de la frustrada expedicion a Leon contaban con la artilleria procedente de la Fabrica de armas de Trubia 24 Los republicanos no disponian de unidades regulares del Ejercito por lo que sus fuerzas estaban compuestas principalmente por milicias de los partidos y sindicatos del Frente Popular Las fuerzas republicanas pusieron a Oviedo bajo sitio el mismo 20 de julio al tiempo que tambien sitiaban a las fuerzas sublevadas en Gijon a poca distancia de Oviedo En Gijon los sublevados mantuvieron sus posiciones en el cuartel de Simancas hasta el 16 de agosto hecho que impidio a los republicanos poder sitiar Oviedo de forma adecuada 25 La resistencia sublevada en Gijon continuo hasta el 21 de agosto cuando ceso por completo A partir de ese momento los republicanos centraron sus esfuerzos en la capital asturiana Sin embargo el hecho de que doscientos defensores tuvieran retenidas a un buen numero de milicias republicanas significo que estas fuerzas estuvieran inmovilizadas durante un mes Esto supuso que los republicanos perdieran un tiempo precioso 26 tiempo que Aranda dispuso para organizar el perimetro defensivo Despues de que finalizasen las operaciones en Gijon las fuerzas republicanas estaban en condiciones de poder reforzar el sitio de Oviedo La mayor parte de las milicias atacantes estaban compuestas por numerosos mineros de la provincia La fuerza de asedio sin embargo tuvo varios problemas carecia de profesionalismo y apenas si disponia de entrenamiento militar dado que la mayor parte de las fuerzas armadas incluyendo a la Guardia de Asalto se habia unido al levantamiento Ademas una columna de relevo procedente de Galicia avanzaba hacia la capital asturiana y debido a las operaciones militares en Gijon las fuerzas republicanas no habian podido disponer de efectivos suficientes para hacer frente a este avance Ello facilito que la fuerza de relevo realizara avances sustanciales hacia la capital provincial Mientras tanto las fuerzas que sitiaban Oviedo no disponian ni del material ni del equipo apropiado para llevar a cabo un asedio a excepcion de la numerosa dinamita que la que disponian El terreno tampoco facilitaba las operaciones militares de asedio Aranda se habia asegurado de ocupar las alturas alrededor de Oviedo para reforzar la defensa de la ciudad 27 En el interior de la ciudad las fuerzas de Aranda tenian en su poder a entre 700 y 1000 personas detenidas muchas de ellas esposas de diputados republicanos y dirigentes sindicales 28 Dentro de la ciudad se desato una fuerte represion contra todos aquellos sectores y personas considerados izquierdistas Aranda autorizo que los escuadrones falangistas salieran cada noche en busca de personas a las que detener y con frecuencia a la manana siguiente solian aparecer cadaveres en las calles 13 Las fuerzas sublevadas llegaron incluso a usar a prisioneros politicos como escudos humanos 29 Los atacantes estrechan el cerco Editar Dos destacados sindicalistas Otero un minero socialista e Higinio Carrocera un trabajador metalurgico anarquista asumieron la direccion de la operaciones en Oviedo 30 Posteriormente el teniente coronel Javier Linares Aranzabe fue nombrado jefe del sector de Oviedo y dirigio los asaltos contra la ciudad 31 Los atacantes habian cortado el suministro de agua desde el comienzo Las fuerzas sublevadas sin embargo hicieron del embalse de la ciudad uno de los puntos fuertes del sistema defensivo y a traves de su racionamiento fueron capaces de soportar el asedio Pero a pesar de estos esfuerzos el agua no podria ser usada para labores de higiene Como importante centro logistico que era Oviedo desde los primeros dias tanto la guarnicion como la poblacion dispusieron de una considerable reserva de alimentos Hasta el 4 de septiembre no tuvieron lugar combates de importancia en el sector de Oviedo ese dia los atacantes lanzaron un potente bombardeo aereo y artillero contra las posiciones sublevadas Alrededor de 1500 bombas y proyectiles de artilleria fueron arrojadas sobre Oviedo provocando la interrupcion del suministro del gas la electricidad y la red telefonica provocando un apagon total en la ciudad Cuatro dias despues contando con el apoyo de artilleria y aviacion las milicias republicanas trataron de capturar uno de los puestos avanzados de la linea defensiva Los defensores reaccionaron situando varias piezas de artilleria en posicion elevada para que actuasen como canones antiaereos Ademas se vieron apoyados por tres tanques Trubia A 4 del Regimento de Infanteria Milan El Trubia era una version espanola del tanque frances Renault FT que tanto exito habia tenido en la Gran Guerra y que habia sido utilizado por el Ejercito de Africa en la Guerra del Rif especialmente durante el desembarco de Alhucemas 32 A pesar de contar con un importante apoyo artillero y aereo tras una batalla de 12 horas los atacantes fueron rechazados 33 El potente bombardeo habia provocado numerosas bajas civiles aunque hubo mas muertes debido a la falta de agua para la higiene Muchas personas que simpatizaban con el Frente Popular se acabaron uniendo a las fuerzas sublevadas en Oviedo porque algun miembro de su familia habia resultado muerto o herido por las explosiones de la artilleria republicana A pesar de que dentro de ciudad seguia habiendo un gran numero de partidarios de la Republica los defensores contaban con la ventaja de que una parte de los habitantes eran politicamente neutrales 34 Los sitiadores incrementaron la presion sobre Oviedo a medida que fue avanzando el mes de septiembre Debido a la falta de agua para labores de higiene y se desato una epidemia de tifus y se cobro muchas vidas especialmente entre los fisicamente debiles los ancianos y los mas jovenes 35 Asalto final y liberacion Editar El 4 de octubre el dia anterior al segundo aniversario de la Revolucion de Asturias de 1934 las milicias del Frente Popular emprendieron una ofensiva generalizada Los atacantes tenian prisa por conquistar la ciudad ya que las temidas unidades del Ejercito de Africa habian reforzado la columna de socorro que procedente de Galicia avanzaba hacia la capital asturiana Aunque las milicias republicanas habian reforzado la presion sobre Oviedo y habian logrado retrasar por dos semanas el avance de la columna de socorro esta se encontraba a tan solo 24 kilometros del centro de Oviedo Ademas la columna para entonces contaba con unos 19 000 efectivos y habia sido reforzada con un batallon de la Legion y con ocho tabores de Regulares 29 Aranda ya habia perdido a la mitad de los defensores y los atacantes al conquistar una de las alturas que dominaba la ciudad habian logrado superar uno de los ejes en los que se apoyaba la defensa urbana Los combates duraron una semana y uno tras otro los sublevados fueron perdiendo los puntos fuertes de la linea defensiva Forzado por las circunstancias Aranda ordeno a sus tropas que abanadonaran el perimetro defensivo y retiro a los supervivientes al interior de la ciudad Para entonces sus fuerzas habian consumido en torno al 90 de sus reservas de municion La municion de ametralladora tambien se habia agotado por lo que los defensores tuvieron que recurrir al combate cuerpo a cuerpo Entre ambos bandos se desarrollo una intensa lucha casa por casa Los defensores se encontraban casi sin municion cuando varios pilotos sublevados lograron lanzarles 30 000 cartuchos de municion diversa 36 Bunker situado en los alrededores de Oviedo levantado durante el sitio a la ciudad A Aranda ya solo le quedaban 500 defensores por lo que retiro a sus fuerzas al centro de la ciudad para emprender una ultima resistencia Para entonces las milicias gubernamentales habian capturado la ultima central electrica de Oviedo lo que dejo a toda la ciudad sin luz ni energia electrica Aranda se retiro a un cuartel situado en el centro de la ciudad en mitad del dispositivo defensivo y con una radio alimentada por una bateria de coche exhorto a los defensores a luchar como espanoles hasta el final Se envio un mensaje a la columna gallega diciendoles que las fuerzas defensoras estaban casi sin municiones pero que iban a luchar hasta el final Las milicias republicanas habian sufrido unas bajas enormes Ademas sus fuerzas se encontraban con sus reservas de municion practicamente agotadas aunque seguian realizando progresos ya habian penetrado en el casco urbano de Oviedo 30 Los sitiados que se encontraban faltos de viveres y de electricidad estaban proximos al colapso Pero justo en ese momento el 17 de octubre la columna de socorro procedente de Galicia logro enlazar con los sitiados y levantar el sitio de Oviedo 30 29 Las milicias republicanas que practicamente se habian quedado sin municiones detuvieron el asalto y emprendieron una retirada a las que habian sido sus posiciones de partida Consecuencias EditarLos sublevados lograron establecer un estrecho y precario pasillo que conectaba la capital asturiana con el resto del territorio sublevado En principio el peligro que se cernia sobre Oviedo habia desaparecido 37 aunque la ciudad siguio estando sitiada por las fuerzas republicanas durante varios meses mas 38 hasta el final de la Guerra en el Norte La ciudad todavia sufriria varios ataques republicanos que sin embargo no lograron prosperar Esta victoria le dio a Aranda una gran fama y popularidad en la zona sublevada Continuaria al frente del sector de Oviedo durante un ano mas y durante el resto de la contienda tomo parte en numerosas batallas y campanas militares Notas Editar En los primeros momentos de la Guerra las fuerzas sublevadas no tenian una bandera diferente a la del resto del ejercito El 29 de agosto de 1936 un decreto de la Junta de Defensa Nacional organismo que ostentaba la Jefatura del Estado en la zona sublevada restablecio la bandera bicolor roja y gualda Referencias Editar Martinez Bande 2007 pp 106 121 Thomas 1976 pp 160 167 a b Martinez Bande 2007 p 343 a b c d Martinez Bande 2007 p 350 Martinez Bande 2007 pp 350 351 Martinez Bande 2007 pp 349 350 a b c Thomas 1961 p 148 Payne 1967 p 344 Thomas 1976 p 261 a b Preston 2013 p 579 a b Martinez Bande 2007 p 351 a b Cabanellas 1977 p 170 a b Preston 2013 pp 580 581 Arostegui 2006 p 82 Thomas 1976 pp 261 262 Thomas 1976 p 262 a b Martinez Bande 2007 p 352 Arostegui 2006 pp 82 83 Hurtado 2011 pp 64 65 Cabanellas 1975 p 1262 a b Rodero Moreno y Castrillo 2008 p 208 Fraser 1979 pp 238 239 Thomas 1976 p 282 a b Romero Garcia 2001 p 254 Thomas 1961 p 254 Fraser 1979 p 241 Fraser 1979 pp 245 246 Preston 2013 p 580 a b c Preston 2013 p 581 a b c Thomas 1976 p 417 Martinez Bande 1969 p 103n Garcia Dionisio marzo de 2008 Trubia El Primer Carro de Combate Espanol Serga 52 Madrid Almena Fraser 1979 p 248 Fraser 1979 p 249 Fraser 1979 p 250 Fraser 1979 pp 250 252 Fraser 1979 pp 252 254 Preston 2013 p 582 Bibliografia EditarArostegui Julio 2006 Por que el 18 de julio Y despues Barcelona Flor del Viento Ediciones ISBN 84 96495 13 2 Beevor Antony 2006 The battle for Spain The Spanish civil war 1936 1939 Londres Penguin Books ISBN 978 0 14 303765 1 Cabanellas Guillermo 1975 La guerra de los mil dias nacimiento vida y muerte de la II Republica Espanola II Buenos Aires Heliasta 1977 Cuatro generales La Lucha por el poder II Barcelona Editorial Planeta Fraser Ronald 1979 Blood of Spain An Oral History of the Spanish Civil War Pantheon ISBN 978 0394489827 Hurtado Victor 2011 La sublevacion Barcelona DAU ISBN 978 84 936625 6 1 Jackson Gabriel 1965 Spanish Republic and the Civil War 1931 1939 Princeton University Press ISBN 9781400820184 Martinez Bande Jose Manuel 1969 La guerra en el norte hasta el 31 de marzo de 1937 Madrid Editorial San Martin 2007 Los anos criticos Republica conspiracion revolucion y alzamiento Madrid Encuentro ISBN 84 306 0487 1 Payne Stanley G 1967 Politics and the Military in Modern Spain Stanford University Press Preston Paul 2013 2011 El Holocausto Espanol Odio y Exterminio en la Guerra Civil y despues Barcelona Debolsillo Rodero Joaquin Moreno Juan Castrillo Jesus 2008 Represion franquista en el frente norte Eneida Romero Garcia Eladi 2001 Itinerarios de la guerra civil espanola guia del viajero curioso Laertes Thomas Hugh 1961 The Spanish Civil War Harper 1976 Historia de la Guerra Civil Espanola Barcelona Circulo de Lectores ISBN 84 226 0874 X Datos Q752564 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Sitio de Oviedo 1936 amp oldid 138222323, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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