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Golpe de Estado en España de 1926

El golpe de Estado en España de 1926, también conocido como Sanjuanada porque estaba previsto para la noche del 24 de junio, noche de San Juan, fue un golpe de Estado que fracasó en su intento de poner fin a la dictadura de Primo de Rivera, instaurada en España mediante otro golpe de Estado en septiembre de 1923. Fue el primer intento de golpe de Estado contra la dictadura.[1]

Antecedentes: la política militar de la Dictadura de Primo de Rivera

Como ha destacado Eduardo González Calleja, la política militar de la Dictadura "resultó caótica y contradictoria" como se pudo comprobar en la cuestión de Marruecos —primero defendiendo la postura "abandonista", apoyada por los militares junteros y cuestionada por los militares africanistas, y luego la intervencionista, defendida por los africanistas y criticada por los junteros— y en la política de ascensos, convertida "en el reino de la contradicción y la arbitrariedad".[2]

La gestión de los ascensos siempre había sido un tema muy polémico, especialmente en el Arma de Infantería, pues los junteros defendían que sólo se tuviera en cuenta la antigüedad, mientras que los africanistas patrocinaban los méritos de guerra. Progresivamente la Dictadura fue tomando el control de la Junta de Clasificación de generales y coroneles, por lo que fue Primo de Rivera quien en última instancia decidía los ascensos, recompensando a los militares afines y castigando a los críticos. Un Real Decreto de 4 de julio de 1926 estableció que no era necesario comunicar los motivos de por qué determinados jefes y oficiales no habían sido ascendidos y además se les negaba cualquier posibilidad de recurso. La arbitrariedad resultante en los ascensos —que se hizo evidente sobre todo tras el desembarco de Alhucemas en que se produjo un aluvión de promociones por méritos de guerra— motivó el distanciamiento de algunos jefes y oficiales que empezaron a conspirar contra la Dictadura contactando con políticos de los partidos del turno desalojados del poder. "Muchas de las memorias y obras políticas escritas por militares durante estos años y en los posteriores dejan traslucir agravios personales, antes que una militancia antidictatorial cimentada en profundas convicciones ideológicas", afirma González Calleja.[3]

La conspiración

El primer complot serio contra la Dictadura fue organizado en 1925 por el coronel de caballería Segundo García García, aunque sólo pudo contar con un militar de relieve, el general Eduardo López Ochoa.[4]​ Los conjurados, entre los que se encontraban destacados miembros de la "vieja política" como el conde de Romanones y Melquíades Álvarez (presidentes de la Cámaras que habían sido clausuradas), pretendían restablecer la Constitución de 1876 y convocar a las Cortes suspendidas en 1923, bajo el lema, ideado por Romanones, «ni reacción, ni revolución; Monarquía y régimen parlamentario», aunque López Ochoa discrepó y consideró que el objetivo no debía ser el retorno a la situación anterior al golpe de Estado de Primo de Rivera, sino la convocatoria de Cortes Constituyentes.[5]​ La conspiración fue descubierta muy pronto, pero Primo de Rivera no les impuso a los implicados penas severas, tratándolos "como si fueran cadetes traviesos", según el historiador Gabriel Cardona. "No había comprendido que se trataba de un síntoma inquietante", añade Cardona.[4]

El coronel García, desde el casino militar de Madrid, donde estaba recluido en prisión atenuada, siguió conspirando, y entró en contacto con la recién constituida Alianza Republicana que aglutinaba a los partidos republicanos y que había sido promovida por el catedrático de la Universidad Central José Giral. A esta conjura se unieron políticos de la Restauración, como el reformista Melquíades Álvarez y el liberal conde de Romanones. La conspiración cobró importancia cuando se unieron a ella los dos generales más antiguos del Ejército español: Valeriano Weyler —al parecer incitado por la antigua regente María Cristina de Habsburgo-Lorena, que estaba preocupada por la identificación de su hijo, el rey Alfonso XIII, con la Dictadura— y Francisco Aguilera y Egea. Finalmente fue este último el que encabezó la conspiración, debido a la avanzada edad de Weyler, rondaba los 90 años, y también a que Primo de Rivera lo había cesado de sus cargos de jefe del Estado Mayor Central, consejero de Estado y presidente de la Junta de Clasificación, cuando le llegaron noticias de las entrevistas que había mantenido con Maria Cristina de Habsburgo. En la casa de Weyler en Madrid se celebraron algunas de las reuniones de los conspiradores.[4][1]

La mayor parte de los oficiales comprometidos en la conjura eran del Cuerpo de Artillería. Estos estaban en contra del decreto publicado el 9 de junio de 1926 por el que se unificaban los sistemas de ascensos en todas las Armas y Cuerpos del Ejército, lo que dejaba fuera a la "escala cerrada" que defendían los artilleros y que consistía en que los ascensos se producían exclusivamente por antigüedad. El decreto también prohibía una práctica habitual entre los oficiales del Cuerpo de Artillería de cambiar los ascensos por méritos de guerra por condecoraciones.[6]

El objetivo del general Aguilera era, una vez derrocado Primo de Rivera, formar un gobierno liberal presidido por él mismo o por Melquíades Álvarez, y en el que el conde de Romanones ocuparía el Ministerio de Estado, Niceto Alcalá-Zamora el Ministerio de Gracia y Justicia y Manuel de Burgos y Mazo el Ministerio de Gobernación.[7]​ Sin embargo, los generales de menor edad comprometidos con el golpe, como López Ochoa, Riquelme o Queipo de Llano, no se conformaban con la restauración de la Constitución de 1876 sino que propugnaban la convocatoria de Cortes Constituyentes que decidieran la forma de gobierno, y los oficiales más jóvenes, como el comandante Ramón Franco o el capitán Fermín Galán, iban mucho más lejos pues defendían la proclamación de la República.[8]

El golpe abortado

El plan de los conjurados consistía en que el general Aguilera se trasladaría a Valencia y allí se sublevaría, contando con el apoyo de un Comité revolucionario encabezado por el teniente coronel Bermúdez de Castro —la razón de escoger Valencia fue que se trataba de un punto equidistante de Madrid, Barcelona y Zaragoza, tres enclaves fundamentales del Ejército—.[9]​ A continuación se alzarían en Madrid los militares comprometidos de la capital, encargándose el general Riquelme de asumir el mando de la capitanía general —los conjurados también contaban con el apoyo del general Domingo Batet, gobernador militar de Tarragona, y del general Gil Dolz de Castellar, capitán general de Valladolid, aunque éste en el último momento se echó atrás, además de grupos de militares en Galicia, Andalucía, Aragón y Cataluña—. Inmediatamente Melquíades Álvarez y el conde de Romanones visitarían al rey para exigirle la destitución de Primo de Rivera y el nombramiento de Aguilera como nuevo jefe de gobierno, cargo en el que estaría poco tiempo para dar paso a un gabinete civil. La fecha fijada para la sublevación fue la noche del 24 de junio, noche de San Juan.[10]

 
Melquíades Álvarez, autor del Manifiesto del golpe

Melquíades Álvarez quedó encargado de redactar el manifiesto del golpe dirigido «A la Nación y al Ejército de mar y tierra», en el que entre otras cosas se decía:[11]

El Ejército no puede tolerar que utilicen su bandera y su nombre para mantener a un régimen que despoja al Pueblo de sus derechos.[…] [Reclamamos] el restablecimiento de la legalidad constitucional. Reintegración del Ejército, para la mejor defensa de su prestigio, a sus peculiares fines. Mantenimiento del orden y adopción de medidas que garanticen la constitución de unas Cortes libremente elegidas y que, por ser soberanas, necesitan expresar la verdadera voluntad nacional.

Siguiendo el plan acordado, el general Aguilera, acompañado por el coronel Segundo García, se trasladó a Valencia a donde llegó el día 23 de junio por la tarde,[9]​ pero cuando se reunió en Godella, a pocos kilómetros de Valencia, con los responsables locales del golpe comprobó que las fuerzas comprometidas eran muy reducidas —algunos conspiradores habían sido detenidos por la policía y otros se habían desvinculado del golpe ante la actuación policial—.[12]​ A pesar de todo Aguilera decidió continuar, pero el teniente coronel Bermúdez de Castro fue detenido por lo que se frustró el planeado asalto a la capitanía general. Entonces Aguilera decidió dirigirse a Tarragona, con la intención de sublevarse allí, contando con el apoyo del gobernador militar, el general Domingo Batet, también comprometido en la sublevación. Pero la guardia civil los detuvo a los dos en el hotel de Tarragona donde se reunieron.[13]​ La Guardia Civil encontró en el equipaje del general Aguilera más de doscientos ejemplares del Manifiesto a la Nación y al Ejército de Mar y Tierra que había redactado Melquiades Álvarez, y que estaba firmado por el propio general Aguilera y por el general Weyler.[12]

Mientras tanto en Madrid, en la noche de San Juan se leyó el Manifiesto del golpe en el Ateneo de Madrid «en un clima de euforia», según Gabriel Cardona, pero las fuerzas de seguridad controlaban la capital y la guardia civil detuvo al grupo de estudiantes de ingeniería que encabezados por Antonio María Sbert iban a tomar el Palacio de Comunicaciones de la plaza de Cibeles, para hacerse cargo del servicio de telégrafos.[13]

Una de las claves del fracaso del golpe fue que el plan fue conocido por el rey, porque algunos de los conjurados habían contactado con personajes cercanos al monarca —el propio Aguilera había informado a la reina madre María Cristina—, y Alfonso XIII «decidió apostar por Primo de Rivera, que le parecía más seguro y, desde luego, más cómodo» y porque «sospechaba que, si caía la Dictadura, sería muy difícil establecer un gobierno estable», afirma Gabriel Cardona.[11]

Consecuencias

 
El rey Alfonso XIII y el dictador Miguel Primo de Rivera.

Además de los generales Aguilera y Batet, detenidos en Tarragona, y del teniente coronel Bermúdez de Castro, arrestado en Valencia, fueron detenidos la misma noche de San Juan el capitán Fermín Galán, uno de los enlaces del coronel Segundo García, y varios políticos y sindicalistas implicados, entre ellos Ángel Pestaña. Más tarde fue arrestado el general Weyler, cuando regresó a Madrid tras haberse retirado a su casa de Mallorca, en espera de acontecimientos.[13]

El día 26 de junio los periódicos publicaron una «Nota oficiosa» del Gobierno en la que éste daba su versión de los sucedido:[14]

Un corto número de personas, cegadas, sin duda, por pasiones, ambición o desesperación, venían intentando desde hace unas semanas la organización de un complot, fundándolo en que va transcurriendo mucho tiempo sin gozar de las libertades ni del régimen constitucional puro. Añoran, por lo que se ve, los tiempos anteriores al 13 de septiembre en que disfrutaban de eso y, además, del terrorismo, del separatismo, de la impiedad, del descrédito monetario, del desdén mundial, del desbarajuste en Marruecos y de la ruina y abandono de la producción agrícola e industrial. Allá ellos con su parecer. La inmensa mayoría española demuestra a diario querer la perseverancia del régimen y del Gobierno actual.[…]
La Jefatura de Seguridad, que tan brillantes servicios viene prestando, ha hecho abortar la escandalera en proyecto, documentándose lo suficiente para conocer a las personas que tramaban este absurdo complot.[…]
El mosaico de los conspiradores no puede ser más abigarrado y grotesco: un grupo de sindicalistas, otro de republicanos y de intelectuales anarquizantes, calificados por su constante acción demoledora, algunas personas que, por su edad, categoría y posición, nadie las creería capaces de marchar en tal compañía y la docena de militares descontentos y de carácter rebelde e indisciplinado, que son excepción de la clase, y siempre voluntarios agentes de enlace para esta clase de aventuras. […] Los conspiradores, naturalmente, no han encontrado eco en ningún sector social y, a juzgar por el error en que han incurrido, no deben ser personas inteligentes para apreciar las circunstancias nacionales y las razones poderosísimas, por las que un pueblo y un Ejército, por excepción que se puede dar una vez por siglo, dan su calor y apoyo a un cambio de régimen político, cosa bien distinta de un pronunciamiento vulgar a la antigua, movido por el despecho a la ambición, unidos a la insensatez.
No parece necesario anticipar las medidas que el Gobierno tomará disciplinaria y gubernativamente, sin perjuicio de las penas que en su día impongan los Tribunales; la opinión pública las irá conociendo, y es de esperar quede satisfecha del vigor con que el Gobierno cuida la tranquilidad social y garantiza de perturbaciones al desenvolvimiento nacional.

Sin esperar al juicio Primo de Rivera impuso a los implicados cuantiosas multas, proporcionales a sus respectivas fortunas. Así el conde de Romanones fue multado con 500 000 pesetas (una fortuna para la época), el general Aguilera con 200 000; el general Weyler, Gregorio Marañón y el exsenador Manteca con 100 000; el general Batet con 15 000, y otros con cantidades menores. En la sanción de Weyler se decía que se le aplicaba por «su probada intervención o concomitancia, más o menos acentuada, en la preparación de sucesos que pudieran determinar grave daño a la Nación y por promover frecuentemente con sus augurios y palabras inquietud en el ánimo público, y dificultades para el Gobierno del País». El general Aguilera, por su parte, se negó a pagar la multa, por lo que el gobierno ordenó el embargo de todos sus bienes y de su sueldo.[4]

El 18 de abril de 1927 se celebró el consejo de guerra en el que los generales Weyler y Batet, junto con otras 17 personas, fueron declarados inocentes —a pesar de ello Primo de Rivera ordenó que el nombre de Weyler fuera retirado de las calles o plazas que lo llevaran—. El general Aguilera sólo fue condenado a seis meses y un día. En cambio fueron expulsados del Ejército el coronel Segundo García, condenado a 8 años; el teniente coronel Bermúdez de Castro, condenado a 6 años y un día; y los capitanes Fermín Galán y Perea y el teniente Rubio Villanuevas, condenados a 4 años.[13]

El dictador Primo de Rivera intentó minimizar la importancia del golpe, pero como señaló el político republicano Alejandro Lerroux «no se diga que aquello fue una botaratada: en el banco de los acusados estuvo el capitán general del Ejército [Weyler] y el teniente general número 1 de la escala, que acababa de dimitir del cargo de presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina [Aguilera]». Por otro lado y a pesar del fracaso, Melquiades Álvarez, el redactor del Manifiesto del golpe, vio algo positivo en la Sanjuanada: «Malas y desagradables noticias son; pero ya estamos en el camino del triunfo. El movimiento tiene ya su cabeza y su ídolo. La República es obra de muy poco tiempo».[12]

Referencias

  1. Alía Miranda, 2018, p. 62.
  2. González Calleja, 2005, pp. 75-76.
  3. González Calleja, 2005, pp. 76-78.
  4. Cardona, 2001, p. 66.
  5. González Calleja, 2005, p. 365.
  6. Alía Miranda, 2018, p. 62-63.
  7. Cardona, 2001, pp. 66-68.
  8. González Calleja, 2005, pp. 366-367.
  9. Alía Miranda, 2018, p. 63.
  10. Cardona, 2001, pp. 68-69.
  11. Cardona, 2001, p. 69.
  12. Alía Miranda, 2018, p. 64.
  13. Cardona, 2001, p. 70.
  14. "El gobierno explica a la opinión el fracaso de un complot y anuncia sus propósitos de imponer sanciones severas", ABC, 26 de junio de 1926.

Bibliografía

  •   Datos: Q2746741

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El golpe de Estado en Espana de 1926 tambien conocido como Sanjuanada porque estaba previsto para la noche del 24 de junio noche de San Juan fue un golpe de Estado que fracaso en su intento de poner fin a la dictadura de Primo de Rivera instaurada en Espana mediante otro golpe de Estado en septiembre de 1923 Fue el primer intento de golpe de Estado contra la dictadura 1 Indice 1 Antecedentes la politica militar de la Dictadura de Primo de Rivera 2 La conspiracion 3 El golpe abortado 4 Consecuencias 5 Referencias 6 BibliografiaAntecedentes la politica militar de la Dictadura de Primo de Rivera EditarComo ha destacado Eduardo Gonzalez Calleja la politica militar de la Dictadura resulto caotica y contradictoria como se pudo comprobar en la cuestion de Marruecos primero defendiendo la postura abandonista apoyada por los militares junteros y cuestionada por los militares africanistas y luego la intervencionista defendida por los africanistas y criticada por los junteros y en la politica de ascensos convertida en el reino de la contradiccion y la arbitrariedad 2 La gestion de los ascensos siempre habia sido un tema muy polemico especialmente en el Arma de Infanteria pues los junteros defendian que solo se tuviera en cuenta la antiguedad mientras que los africanistas patrocinaban los meritos de guerra Progresivamente la Dictadura fue tomando el control de la Junta de Clasificacion de generales y coroneles por lo que fue Primo de Rivera quien en ultima instancia decidia los ascensos recompensando a los militares afines y castigando a los criticos Un Real Decreto de 4 de julio de 1926 establecio que no era necesario comunicar los motivos de por que determinados jefes y oficiales no habian sido ascendidos y ademas se les negaba cualquier posibilidad de recurso La arbitrariedad resultante en los ascensos que se hizo evidente sobre todo tras el desembarco de Alhucemas en que se produjo un aluvion de promociones por meritos de guerra motivo el distanciamiento de algunos jefes y oficiales que empezaron a conspirar contra la Dictadura contactando con politicos de los partidos del turno desalojados del poder Muchas de las memorias y obras politicas escritas por militares durante estos anos y en los posteriores dejan traslucir agravios personales antes que una militancia antidictatorial cimentada en profundas convicciones ideologicas afirma Gonzalez Calleja 3 La conspiracion EditarEl primer complot serio contra la Dictadura fue organizado en 1925 por el coronel de caballeria Segundo Garcia Garcia aunque solo pudo contar con un militar de relieve el general Eduardo Lopez Ochoa 4 Los conjurados entre los que se encontraban destacados miembros de la vieja politica como el conde de Romanones y Melquiades Alvarez presidentes de la Camaras que habian sido clausuradas pretendian restablecer la Constitucion de 1876 y convocar a las Cortes suspendidas en 1923 bajo el lema ideado por Romanones ni reaccion ni revolucion Monarquia y regimen parlamentario aunque Lopez Ochoa discrepo y considero que el objetivo no debia ser el retorno a la situacion anterior al golpe de Estado de Primo de Rivera sino la convocatoria de Cortes Constituyentes 5 La conspiracion fue descubierta muy pronto pero Primo de Rivera no les impuso a los implicados penas severas tratandolos como si fueran cadetes traviesos segun el historiador Gabriel Cardona No habia comprendido que se trataba de un sintoma inquietante anade Cardona 4 El coronel Garcia desde el casino militar de Madrid donde estaba recluido en prision atenuada siguio conspirando y entro en contacto con la recien constituida Alianza Republicana que aglutinaba a los partidos republicanos y que habia sido promovida por el catedratico de la Universidad Central Jose Giral A esta conjura se unieron politicos de la Restauracion como el reformista Melquiades Alvarez y el liberal conde de Romanones La conspiracion cobro importancia cuando se unieron a ella los dos generales mas antiguos del Ejercito espanol Valeriano Weyler al parecer incitado por la antigua regente Maria Cristina de Habsburgo Lorena que estaba preocupada por la identificacion de su hijo el rey Alfonso XIII con la Dictadura y Francisco Aguilera y Egea Finalmente fue este ultimo el que encabezo la conspiracion debido a la avanzada edad de Weyler rondaba los 90 anos y tambien a que Primo de Rivera lo habia cesado de sus cargos de jefe del Estado Mayor Central consejero de Estado y presidente de la Junta de Clasificacion cuando le llegaron noticias de las entrevistas que habia mantenido con Maria Cristina de Habsburgo En la casa de Weyler en Madrid se celebraron algunas de las reuniones de los conspiradores 4 1 La mayor parte de los oficiales comprometidos en la conjura eran del Cuerpo de Artilleria Estos estaban en contra del decreto publicado el 9 de junio de 1926 por el que se unificaban los sistemas de ascensos en todas las Armas y Cuerpos del Ejercito lo que dejaba fuera a la escala cerrada que defendian los artilleros y que consistia en que los ascensos se producian exclusivamente por antiguedad El decreto tambien prohibia una practica habitual entre los oficiales del Cuerpo de Artilleria de cambiar los ascensos por meritos de guerra por condecoraciones 6 El objetivo del general Aguilera era una vez derrocado Primo de Rivera formar un gobierno liberal presidido por el mismo o por Melquiades Alvarez y en el que el conde de Romanones ocuparia el Ministerio de Estado Niceto Alcala Zamora el Ministerio de Gracia y Justicia y Manuel de Burgos y Mazo el Ministerio de Gobernacion 7 Sin embargo los generales de menor edad comprometidos con el golpe como Lopez Ochoa Riquelme o Queipo de Llano no se conformaban con la restauracion de la Constitucion de 1876 sino que propugnaban la convocatoria de Cortes Constituyentes que decidieran la forma de gobierno y los oficiales mas jovenes como el comandante Ramon Franco o el capitan Fermin Galan iban mucho mas lejos pues defendian la proclamacion de la Republica 8 El golpe abortado EditarEl plan de los conjurados consistia en que el general Aguilera se trasladaria a Valencia y alli se sublevaria contando con el apoyo de un Comite revolucionario encabezado por el teniente coronel Bermudez de Castro la razon de escoger Valencia fue que se trataba de un punto equidistante de Madrid Barcelona y Zaragoza tres enclaves fundamentales del Ejercito 9 A continuacion se alzarian en Madrid los militares comprometidos de la capital encargandose el general Riquelme de asumir el mando de la capitania general los conjurados tambien contaban con el apoyo del general Domingo Batet gobernador militar de Tarragona y del general Gil Dolz de Castellar capitan general de Valladolid aunque este en el ultimo momento se echo atras ademas de grupos de militares en Galicia Andalucia Aragon y Cataluna Inmediatamente Melquiades Alvarez y el conde de Romanones visitarian al rey para exigirle la destitucion de Primo de Rivera y el nombramiento de Aguilera como nuevo jefe de gobierno cargo en el que estaria poco tiempo para dar paso a un gabinete civil La fecha fijada para la sublevacion fue la noche del 24 de junio noche de San Juan 10 Melquiades Alvarez autor del Manifiesto del golpe Melquiades Alvarez quedo encargado de redactar el manifiesto del golpe dirigido A la Nacion y al Ejercito de mar y tierra en el que entre otras cosas se decia 11 El Ejercito no puede tolerar que utilicen su bandera y su nombre para mantener a un regimen que despoja al Pueblo de sus derechos Reclamamos el restablecimiento de la legalidad constitucional Reintegracion del Ejercito para la mejor defensa de su prestigio a sus peculiares fines Mantenimiento del orden y adopcion de medidas que garanticen la constitucion de unas Cortes libremente elegidas y que por ser soberanas necesitan expresar la verdadera voluntad nacional Siguiendo el plan acordado el general Aguilera acompanado por el coronel Segundo Garcia se traslado a Valencia a donde llego el dia 23 de junio por la tarde 9 pero cuando se reunio en Godella a pocos kilometros de Valencia con los responsables locales del golpe comprobo que las fuerzas comprometidas eran muy reducidas algunos conspiradores habian sido detenidos por la policia y otros se habian desvinculado del golpe ante la actuacion policial 12 A pesar de todo Aguilera decidio continuar pero el teniente coronel Bermudez de Castro fue detenido por lo que se frustro el planeado asalto a la capitania general Entonces Aguilera decidio dirigirse a Tarragona con la intencion de sublevarse alli contando con el apoyo del gobernador militar el general Domingo Batet tambien comprometido en la sublevacion Pero la guardia civil los detuvo a los dos en el hotel de Tarragona donde se reunieron 13 La Guardia Civil encontro en el equipaje del general Aguilera mas de doscientos ejemplares del Manifiesto a la Nacion y al Ejercito de Mar y Tierra que habia redactado Melquiades Alvarez y que estaba firmado por el propio general Aguilera y por el general Weyler 12 Mientras tanto en Madrid en la noche de San Juan se leyo el Manifiesto del golpe en el Ateneo de Madrid en un clima de euforia segun Gabriel Cardona pero las fuerzas de seguridad controlaban la capital y la guardia civil detuvo al grupo de estudiantes de ingenieria que encabezados por Antonio Maria Sbert iban a tomar el Palacio de Comunicaciones de la plaza de Cibeles para hacerse cargo del servicio de telegrafos 13 Una de las claves del fracaso del golpe fue que el plan fue conocido por el rey porque algunos de los conjurados habian contactado con personajes cercanos al monarca el propio Aguilera habia informado a la reina madre Maria Cristina y Alfonso XIII decidio apostar por Primo de Rivera que le parecia mas seguro y desde luego mas comodo y porque sospechaba que si caia la Dictadura seria muy dificil establecer un gobierno estable afirma Gabriel Cardona 11 Consecuencias Editar El rey Alfonso XIII y el dictador Miguel Primo de Rivera Ademas de los generales Aguilera y Batet detenidos en Tarragona y del teniente coronel Bermudez de Castro arrestado en Valencia fueron detenidos la misma noche de San Juan el capitan Fermin Galan uno de los enlaces del coronel Segundo Garcia y varios politicos y sindicalistas implicados entre ellos Angel Pestana Mas tarde fue arrestado el general Weyler cuando regreso a Madrid tras haberse retirado a su casa de Mallorca en espera de acontecimientos 13 El dia 26 de junio los periodicos publicaron una Nota oficiosa del Gobierno en la que este daba su version de los sucedido 14 Un corto numero de personas cegadas sin duda por pasiones ambicion o desesperacion venian intentando desde hace unas semanas la organizacion de un complot fundandolo en que va transcurriendo mucho tiempo sin gozar de las libertades ni del regimen constitucional puro Anoran por lo que se ve los tiempos anteriores al 13 de septiembre en que disfrutaban de eso y ademas del terrorismo del separatismo de la impiedad del descredito monetario del desden mundial del desbarajuste en Marruecos y de la ruina y abandono de la produccion agricola e industrial Alla ellos con su parecer La inmensa mayoria espanola demuestra a diario querer la perseverancia del regimen y del Gobierno actual La Jefatura de Seguridad que tan brillantes servicios viene prestando ha hecho abortar la escandalera en proyecto documentandose lo suficiente para conocer a las personas que tramaban este absurdo complot El mosaico de los conspiradores no puede ser mas abigarrado y grotesco un grupo de sindicalistas otro de republicanos y de intelectuales anarquizantes calificados por su constante accion demoledora algunas personas que por su edad categoria y posicion nadie las creeria capaces de marchar en tal compania y la docena de militares descontentos y de caracter rebelde e indisciplinado que son excepcion de la clase y siempre voluntarios agentes de enlace para esta clase de aventuras Los conspiradores naturalmente no han encontrado eco en ningun sector social y a juzgar por el error en que han incurrido no deben ser personas inteligentes para apreciar las circunstancias nacionales y las razones poderosisimas por las que un pueblo y un Ejercito por excepcion que se puede dar una vez por siglo dan su calor y apoyo a un cambio de regimen politico cosa bien distinta de un pronunciamiento vulgar a la antigua movido por el despecho a la ambicion unidos a la insensatez No parece necesario anticipar las medidas que el Gobierno tomara disciplinaria y gubernativamente sin perjuicio de las penas que en su dia impongan los Tribunales la opinion publica las ira conociendo y es de esperar quede satisfecha del vigor con que el Gobierno cuida la tranquilidad social y garantiza de perturbaciones al desenvolvimiento nacional Sin esperar al juicio Primo de Rivera impuso a los implicados cuantiosas multas proporcionales a sus respectivas fortunas Asi el conde de Romanones fue multado con 500 000 pesetas una fortuna para la epoca el general Aguilera con 200 000 el general Weyler Gregorio Maranon y el exsenador Manteca con 100 000 el general Batet con 15 000 y otros con cantidades menores En la sancion de Weyler se decia que se le aplicaba por su probada intervencion o concomitancia mas o menos acentuada en la preparacion de sucesos que pudieran determinar grave dano a la Nacion y por promover frecuentemente con sus augurios y palabras inquietud en el animo publico y dificultades para el Gobierno del Pais El general Aguilera por su parte se nego a pagar la multa por lo que el gobierno ordeno el embargo de todos sus bienes y de su sueldo 4 El 18 de abril de 1927 se celebro el consejo de guerra en el que los generales Weyler y Batet junto con otras 17 personas fueron declarados inocentes a pesar de ello Primo de Rivera ordeno que el nombre de Weyler fuera retirado de las calles o plazas que lo llevaran El general Aguilera solo fue condenado a seis meses y un dia En cambio fueron expulsados del Ejercito el coronel Segundo Garcia condenado a 8 anos el teniente coronel Bermudez de Castro condenado a 6 anos y un dia y los capitanes Fermin Galan y Perea y el teniente Rubio Villanuevas condenados a 4 anos 13 El dictador Primo de Rivera intento minimizar la importancia del golpe pero como senalo el politico republicano Alejandro Lerroux no se diga que aquello fue una botaratada en el banco de los acusados estuvo el capitan general del Ejercito Weyler y el teniente general numero 1 de la escala que acababa de dimitir del cargo de presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina Aguilera Por otro lado y a pesar del fracaso Melquiades Alvarez el redactor del Manifiesto del golpe vio algo positivo en la Sanjuanada Malas y desagradables noticias son pero ya estamos en el camino del triunfo El movimiento tiene ya su cabeza y su idolo La Republica es obra de muy poco tiempo 12 Referencias Editar a b Alia Miranda 2018 p 62 Gonzalez Calleja 2005 pp 75 76 Gonzalez Calleja 2005 pp 76 78 a b c d Cardona 2001 p 66 Gonzalez Calleja 2005 p 365 Alia Miranda 2018 p 62 63 Cardona 2001 pp 66 68 Gonzalez Calleja 2005 pp 366 367 a b Alia Miranda 2018 p 63 Cardona 2001 pp 68 69 a b Cardona 2001 p 69 a b c Alia Miranda 2018 p 64 a b c d Cardona 2001 p 70 El gobierno explica a la opinion el fracaso de un complot y anuncia sus propositos de imponer sanciones severas ABC 26 de junio de 1926 Bibliografia EditarAlia Miranda Francisco 2006 Duelo de sables el General Aguilera de ministro a conspirador contra Primo de Rivera 1917 1931 Madrid Biblioteca Nueva pp 287 ISBN 84 9742 516 2 Alia Miranda Francisco 2018 Historia del Ejercito espanol y de su intervencion politica Madrid Los Libros de la Catarata ISBN 978 84 9097 459 9 Cardona Gabriel 2001 Se tambalea el Dictador La Aventura de la historia 37 66 70 Gonzalez Calleja Eduardo 2005 La Espana de Primo de Rivera La modernizacion autoritaria 1923 1930 Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 4724 1 Datos Q2746741Obtenido de https es wikipedia org w index php title Golpe de Estado en Espana de 1926 amp oldid 132342564, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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