Revuelta de la Sal
La Revuelta de la Sal (1896-1897) fue un conflicto armado entre las comunidades indígenas de Huanta y el Ejército del Perú.
Antecedentes
Durante la segunda mitad de la centuria, la pequeña aristocracia terrateniente del interior peruano había sido desplazada del poder por sus pares costeros y la burguesía mercantil del litoral, dedicadas a la exportación de guano y caña de azúcar.[1] En consecuencia, la élite serrana se opuso a una modernización en que quedaba relegada,.[2] la producción del interior quedó relegada.[1] y el país se fragmentó política y económicamente con una creciente hegemonía del litoral centro-norte. En el marco de la «competencia entre las élites» se encuadran muchas guerras civiles peruanas.[3]
La guerra civil peruana de 1894-1895 puso fin al gobierno de Andrés Avelino Cáceres (1833-1923) y permitió el retorno del exdictador Nicolás de Piérola (1839-1913).[4] Los «"modernos", demócratas o pierolistas» costeros vencían a los «"tradicionalistas", constitucionalistas o caceristas» serranos.[5] Primero prohibió la circulación del peso de plata boliviano en Piura y Ayacucho e impuso «El Estanco de la Sal», en que el Estado se adjudicaba el monopolio del comercio de sal e imponía una carga impositiva, algo que jamás había sucedido en la historia de la región.[4] En un intento por defender su modo tradicional de vida frente a la nueva influencia capitalista, los campesinos indios del interior se levantaron en armas bajo la dirección de la aristocracia regional debido a los lazos de clientelismo con clanes de la élite provincial.[6][5] Los indios serranos eran el grueso de los ejércitos de los caudillos decimonónicos, elemento clave para resolver los conflictos políticos con un Estado extremadamente frágil.[7] Para este movimiento contaban con los «guerrilleros de la sal», veteranos de las montoneras de la Campaña de la Sierra (1881-1883) y la guerra civil (1884-1885). Estas milicias paramilitares habían sido lideradas en Huanta por el coronel Miguel Lazón Llamas (1825-1890).[8][6][7] En otras ocasiones la aristocracia y el campesino indígena se enfrentaron, como cuando los primeros apoyaron a los soldados chilenos y los segundos mantuvieron su resistencia.[9]
Revuelta
El 30 de septiembre de 1896 los huantinos se alzan, rápidamente convocaron más de 6000 indios armados con fusiles, lanzas, palos y hondas se apoderaron de la ciudad y aplastaron a las decenas de soldados que ahí estaban.[10] El prefecto de Ayacucho, coronel Pedro Portillo (1856-1916), solicitó refuerzos inmediatamente por miedo a que atacaran la capital provincial,[11] pero los indios no avanzaron contra Ayacucho y se limitaron a volver a sus hogares;[12] sólo lo habían considerado en agosto, cuando preparaban su alzamiento y sabían que el prefecto estaba de viaje en la costa.[11] El 5 de octubre, el gobierno responde enviando una división «pacificadora» comandada por el prefecto del Callao, coronel Domingo Juan de la Parra y Aubide.[13] La tropa se componía de 800 infantes armados con modernos fusiles Mannlicher, caballería y dos cañones Krupp. Tres días después desembarcan en Ica y el 13 salen al interior. El 25 de octubre entraban en Ayacucho.[14] El 2 de noviembre recuperaron Huanta tras un breve combate. Hasta el 20 de noviembre una hueste de 3000[15] a 4000[16] campesinos del valle y las punas siguieron merodeando alrededor de la ciudad, mantenidos a raya por la superioridad tecnológica de la división de Parra[15] Para vencerlos, la expedición «punitiva» arrasara el territorio rebelde,[13] quemando casas y aldeas cercanas y masacrando a las partidas guerrilleras que se encontraba en repetidas incursiones fuera de Huanta.[16] Por último, dejó una tropa guarneciendo la ciudad mientras algunos batallones marchaban por los pueblos de los alrededores, incluido Iquicha. Numerosos cabecillas y campesinos fueron fusilados sin proceso o tras juicios sumarios.[17] Se destruyó sistemáticamente la economía regional: se quemaron pueblos y cultivos y se confiscaron varias decenas de miles de cabezas de ganado ovino, bovino, equino y camélido (algunos usados para mantener a las tropas y otros revendidos).[18] En mayo de 1897 la división volvió a Lima victoriosa.[18]
Consecuencias
Finalmente Huanta quedó en paz por varias décadas gracias a los acuerdos logrados con la República en que obtuvieron autonomía[19] hasta el 4 de junio de 1969, cuando los huantinos volvieron a protagonizar una nueva revuelta contra un impuesto a la sal instaurado por un gobierno autoritario. El 12 se les sumaban los estudiantes de Huamanga. El 21 las protestas estudiantiles eran dispersadas a balazos y el 22 durante un mitin de 10 000 personas en Huanta son asesinados 50 campesinos.[20]
Durante la Época del terrorismo, en los años ochenta, la región de Ayacucho sería una de las más afectadas por las acciones de Sendero Luminoso.[21]
Referencias
- ↑ Seijo, 2007, p. 2.
- Seijo, 2007, p. 13.
- Seijo, 2007, p. 5s.
- ↑ Seijo, 2007, p. 4.
- ↑ Seijo, 2007, p. 8.
- ↑ Seijo, 2007, p. 3.
- ↑ Seijo, 2007, p. 10.
- Méndez Gastelumendi, 2005, p. 126.
- Seijo, 2007, p. 11.
- Husson, 1992, p. 135.
- ↑ Husson, 1992, p. 136.
- Husson, 1992, p. 137.
- ↑ Seijo, 2007, p. 4s.
- Husson, 1992, p. 138.
- ↑ Husson, 1992, p. 139.
- ↑ Husson, 1992, p. 140.
- Husson, 1992, p. 141.
- ↑ Husson, 1992, p. 142.
- Méndez Gastelumendi, 2002, p. 10s.
- Pariona Reyes, 2007.
- Méndez Gastelumendi, 2002, p. 6s.
Bibliografía
- Husson, Patrick (1992). De la guerra a la rebelión: (Huanta, siglo XIX). Lima; Cuzco: Centro de Estudios Regionales Andinos «Bartolomé de Las Casas» & Instituto Francés de Estudios Andinos.
- Méndez Gastelumendi, Cecilia (2002). El poder del nombre, o la construcción de identidades étnicas y nacionales en el Perú: Mito e historia de los iquichanos. Lima: Instituto de Estudios Peruanos (IEP). ISSN 1022-0356.
- Méndez Gastelumendi, Cecilia (2005). «Tradiciones liberales en los Andes o la ciudadanía por las armas: campesinos y militares en la formación del Estado peruano». La mirada esquiva: reflexiones históricas sobre la interacción del Estado y la ciudadanía en los Andes (Bolivia, Ecuador y Perú), siglo XIX. Madrid: Concejo Superior de Investigaciones Científicas. Coordinación de Marta Irurozqui Victoriano. ISBN 978-8-40008-338-0.
- Pariona Reyes, Eder (2007). Rebelión en Huanta. Junio de 1969.
- Seijo, Ana María Mercedes (2007). La revuelta de la sal: ¿Una demanda restaurativa para resistir el avance del Estado moderno. Trabajo del curso «América II» para la carrera de Profesorado y Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional del Comahue.