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Resurrección

El término «resurrección» [del sustantivo latino resurrectĭo, -ōnis -3.ª declinación-; derivado del verbo resurgo (resurrexi, resurrectum): levantarse, alzarse, resurgir, renacer] hace referencia a la acción de resucitar, de dar nuevo ser o nueva vida. Es la creencia que sostiene que una persona puede recobrar la vida después de la muerte. La resurrección constituye un símbolo de la trascendencia.[1]​ El judaísmo y el islam aceptan la existencia de la resurrección.[2]​ Para el cristianismo es el pilar de su fe: «Si Cristo no resucitó, vacía es nuestra predicación, vacía es también nuestra fe» (I Corintios 15, 14).[3]

La Resurrección de la Carne, por Luca Signorelli.

La resurrección en algunos mitos

 
Estatua de Asclepio, encontrada en un santuario dedicado a él en Epidauro (Grecia). Esculpida en mármol, datada de 160 d.C., es copia de un original del siglo IV a.C. En las proximidades de la pierna izquierda, los restos de una serpiente, símbolo de la medicina y de las «ciencias ocultas», ligada a las fuentes de la vida. Museo Nacional Arqueológico en Atenas.

Desde la antigüedad, la resurrección se consideró el símbolo más indiscutible de la manifestación divina, ya que se suponía que el secreto de la vida no puede pertenecer más que a la divinidad. El propio «sol inmortal», que cada noche descendía al «reino de los muertos», podía llevar consigo a los hombres y, al ponerse, matarlos. Pero también podía guiar a las almas a través de las regiones infernales, «resucitando» a la luz al día siguiente, con la mañana.[1]

Cuando Asclepio, hijo de Apolo y de la mortal Corónide, semidiós de la medicina (al que los romanos llamaron Esculapio), instruido por el centauro Quirón en el arte de curar las enfermedades, alcanzó tales progresos que consiguió ser capaz de resucitar a los muertos,[Nota 1]​ su ciencia llegó al punto de provocar las quejas de Hades. Zeus, temiendo que el arte de Asclepio trastornase el orden del mundo, fulminó al médico con un rayo.[4][Nota 2]​ La «ciencia de la resurrección» era, pues, una ciencia prohibida.

Las «religiones del misterio», en particular los misterios de Eleusis, así como las ceremonias funerarias egipcias, testimoniaron una expectativa humana vivaz por la resurrección.[1]​ Los ritos de iniciación a los grandes misterios eran símbolos de la resurrección esperada por los iniciados. Si algo tienen en común con la idea bíblica de resurrección es que todos sitúan el principio de la resurrección fuera del poder del hombre.

En la Biblia

El concepto de resurrección en la Biblia se basa en la idea que una divinidad crea humanos híbridos (en parte carne y en parte espíritu) , la resurrección se toma como base de los dogmas en la multitud de credos alrededor del mundo.

La concepción bíblica del término «resurrección»,[5]​ que experimentó una revelación lenta a través de la Biblia hebrea, de los libros griegos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, y que continúa presente en el Judaísmo, en el Cristianismo y en el Islam, no tiene punto de comparación con el ideario antiguo de inmortalidad típico, por ejemplo, de la concepción griega. Entendida en las Sagradas Escrituras primero como rescate del šeol, en algunos casos como retorno a la vida anterior, y luego como continuidad en la vida eterna de toda la persona humana, el vocablo «resurrección» termina por asumir con el cristianismo su acepción por antonomasia: la resurrección de Jesucristo, resultante de la experiencia de la Pascua, de la cual sigue por extensión la resurrección de los hombres. Este punto, debatido desde las primeras comunidades seguidoras de Jesús de Nazaret hasta nuestros días, es -sin dudas- el centro y piedra angular de la fe cristiana, tal como lo expresó taxativamente Pablo de Tarso a la comunidad griega de Corinto, renuente a creer en la resurrección de los muertos: «Si Cristo no resucitó, vacía es nuestra predicación, vacía es también nuestra fe» (I Corintios 15:14).

La resurrección en la Biblia hebrea (Antiguo Testamento)

Dios como señor de muerte y vida

Se considera que Dios es «el único señor de la vida y de la muerte»:

  • «Yahvé da muerte y vida, hace bajar al šeol y retornar» (1 Samuel 2:6).[Nota 3]
  • «Ved ahora que yo, sólo yo soy, y que no hay otro Dios junto a mí. Yo doy la muerte y doy la vida, hiero yo y sano yo mismo (y no hay quien libre de mi mano)» (Deuteronomio 32:39).

Según la Biblia, Dios tiene el poder sobre el šeol mismo y rescata el alma de la fosa:

  • «Él, que todas tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias, rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura» (Salmo 103[102]:3-4).
  • «Por eso se me alegra el corazón, mis entrañas retozan, y hasta mi carne en seguro descansa; pues no has de abandonar mi alma al šeol, ni dejarás a tu amigo ver la fosa» (Salmo 16[15]:9-10).

Sin duda, estas expresiones se entienden de forma hiperbólica, para significar una preservación temporal de la muerte.

Vivificación de los muertos en la Biblia hebrea

 
«Eliseo el profeta resucita al hijo de la sulamita». De Benjamin West (1738-1820), pintor estadounidense.

Los milagros de resurrección operados por Elías y Eliseo van aún más allá: muestran a Dios vivificando a los muertos mismos sacándolos del šeol, al que habían descendido.

  • La resurrección del hijo de la viuda de Sarepta por mediación del profeta Elías (1Reyes 17:17-23).
  • La resurrección del hijo de la sunamita por mediación del profeta Eliseo (2Reyes 4:31-37).
  • Finalmente, un cadáver que fue arrojado apresuradamente en la tumba del propio Eliseo volvió a la vida al tocar los huesos del profeta (2Reyes 13:20-21).

Este tipo de «resurrección», no para la vida eterna, sino como reanimación o retorno a la vida anterior, se repite en el Nuevo Testamento como se detalla más adelante.

«La resurrección» del pueblo de Dios

La Biblia hebrea también hace referencia a la «resurrección» con un sentido metafórico, implicando una verdadera liberación. Por ejemplo:

  • Después de vivir la prueba del exilio, el profeta anuncia que Dios restaurará a Israel. Para ello, se utiliza la imagen de los huesos secos que se revisten de carne y nervios y vuelven a la vida (Ezequiel 37:1-14). La Biblia de Jerusalén sugiere que este pasaje orienta por primera vez hacia la idea de una resurrección individual de la carne.
  • Devolverá la vida a los muertos, hará que se levanten sus cadáveres, que se despierten los que están acostados sobre el polvo (Isaias 26:19).

La resurrección individual

 
«El martirio de los siete macabeos» (1863), de Antonio Ciseri. Óleo sobre tela localizado en S. Felicita, Florencia. El martirio de los siete hermanos macabeos delante de su propia madre, martirizada al final, constituye el trasfondo dramático para la explicitación en la Biblia griega de la fe en la resurrección de los cuerpos.

Con motivo de la crisis macabea (siglo II a.C.), de la persecución de Antíoco IV Epífanes y de la experiencia del martirio, se plantea de forma aguda el tema de la retribución individual. Según la Biblia, en esta etapa ya se transmite como una certeza fundamental que haya que aguardar el reinado de Dios y el triunfo final de su pueblo. Pero ¿qué sería de los santos muertos por la fe?

  • El apocalipsis de Daniel responde: «Muchos de los que duermen en el país del polvo se despertarán; unos para la vida eterna; otros, para el oprobio, para el horror eterno. Los doctos brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a la multitud la justicia, como las estrellas por toda la eternidad» (Daniel 12:2-3). Este es uno de los textos más importantes sobre la resurrección de los muertos en la Biblia hebrea, para muchos especialistas el más antiguo, compuesto posiblemente durante la revuelta macabea (167-164 a.C.).[6]​ Este pasaje se refiere de forma indisputable a la resurrección individual, de la muerte a la vida eterna.[7]
  • La esperanza que sostiene a los mártires en medio de su prueba es de tal magnitud, que, aún arrancándoles la vida corpórea, confían en que el Dios que los creó será también el que los resucite. Así se presenta de forma explícita en los libros griegos el concepto de la «resurrección de los justos» (2 Macabeos 7:9.11.22). El concepto de la resurrección del cuerpo aparece abundantemente en este libro.[7]​ Desde entonces, la fe en la resurrección se convierte en patrimonio común del judaísmo.

La resurrección en el Nuevo Testamento

Jesús de Nazaret: «La resurrección y la vida»

En los escritos neotestamentarios, Jesús de Nazaret no es presentado solo como alguien que cree en la resurrección de los justos que tendría lugar al final de los tiempos. En los Evangelios, manifiesta poder sobre la vida, volviendo a la vida a varios muertos por los que acuden a él a suplicarle durante su ministerio:

 
«La resurrección de Lázaro», de Caravaggio. Museo regional de Mesina (Italia).
  • La hija de Jairo (Marcos 5:21-42).
  • El hijo de la viuda de Naín (Lucas 7:11-17).
  • Su amigo Lázaro de Betania, por quien suplican sus hermanas Marta y María (Juan 11:1-43).

En todos estos casos, los cuerpos físicos habrían vuelto a la vida, indistinguibles de su situación antes de la muerte. Estas resurrecciones recuerdan los milagros proféticos del Antiguo Testamento y representan en las Escrituras el anuncio velado de otra resurrección muy diferente: la de Jesús mismo.

Más aún:

  • Jesús señala en el Evangelio de Juan: «Yo soy la resurrección y la vida. El que vive en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás» (Juan 11:25), implicando así que quienes creen en él son ya participes de un nuevo nacimiento, lo cual conlleva a un cambio y esperan la resurreción la vida eterna.
  • Jesús añade predicciones precisas: repite en varias ocasiones que el Hijo del hombre ha de morir y que resucitará al tercer día (Marcos 8:31Marcos 9:31Marcos 10:33-34).
  • El Evangelio de Mateo anuncia la muerte de Jesús con un paralelo con el «signo de Jonás»: así como Jonás estuvo en el vientre de la ballena durante tres días, el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en el seno de la tierra (Mateo 12:38-40).
  • El Evangelio de Juan lo reitera con el «signo del Templo»: Jesús, interpelado por los judíos, dice: «Destruid este templo y yo lo reedificaré en tres días...»; ahora bien, «hablaba del templo de su cuerpo» (Juan 2:18-22).
  • El anuncio de una «resurrección de los muertos» se hace incomprensible aun al grupo de «los Doce Apóstoles» (Marcos 9:9-10), y con más razón a los enemigos de Jesús, que toman pretexto de él para poner guardias en su sepulcro, después de la muerte de Jesús (Mateo 27:62-66).

En la Biblia el término significa volver a la vida o reanimar como cuerpo físico (creencia ampliamente aceptada entre los israelitas), jamás aparece el concepto de unión cuerpo/alma. Más tarde, se mencionan otros casos de resurrección en el libro de los Hechos de los Apóstoles:

  • La resurrección de Dorcas (Tabita) por mediación de Simón Pedro (Hechos 9:36-42).
  • La resurrección del joven Eutico por mediación de Pablo de Tarso (Hechos 20:7-12).

La experiencia pascual de Jesús de Nazaret

Los Evangelios no describen el momento de la resurrección, ni dicen que alguien haya visto a Jesús resucitar. En cambio, describen distintos momentos en que Jesús resucitado se manifiesta a testigos escogidos.

 
«Tomás el incrédulo», obra del pintor Mathias Stomer (1590–1656). Museo del Prado, Madrid. Según los Evangelios, Jesús resucitado no es un fantasma: su cuerpo es visible, y las llagas de su crucifixión, tangibles.
  • Los apóstoles «hasta entonces no habían comprendido que, según la Escritura, Jesús debía resucitar de entre los muertos» (Juan 20:9); por eso la muerte de Jesús y su sepultura los llena de temor (Juan 20:19) y sobresalto (Lucas 24:21-23).
  • La experiencia del sepulcro vacío no es suficiente para convencerlos, y piensan que las mujeres que anuncian que el sepulcro está vacío están locas (Lucas 24:11).

Luego comienzan las apariciones del resucitado. Jesús aparece «durante muchos días» (Hechos 13:31), «durante cuarenta días» (Hechos 1:3). Los relatos subrayan el carácter concreto de estas manifestaciones: el que aparece es ciertamente Jesús de Nazaret.

  • Las mujeres lo ven y le abrazan los pies (Mateo 28:8-9).
  • Los apóstoles lo ven, lo tocan y conversan con él (Lucas 24:36-40, Juan 20:19-23).
  • Los apóstoles comen con él, y él realiza gestos por los cuales se le reconoce (Lucas 24:30-31, Juan 21:9-14).
  • Pedro anunciaría más tarde lo mismo: que comieron y bebieron con Jesús resucitado (Hechos 10:34-41).
  • Jesús resucitado no es un fantasma, porque aparece con su propio cuerpo, tiene «carne y huesos», y desafía a Tomás el Apóstol a probar la existencia de sus llagas (Juan 20:24-27),
  • Sin embargo, este cuerpo está sustraído de las condiciones habituales de la vida terrena: no reconoce los límites físicos (Juan 20:19).

«La resurrección» en la predicación de los Apóstoles

 
«San Pablo predicando en Atenas» (1515), obra de Rafael Sanzio (1483-1520). Royal Collection of the United Kingdom. A los atenienses, que creían en la «inmortalidad del alma», Pablo de Tarso les predica en el Areópago la «resurrección de los muertos».

Desde el día de Pentecostés, la resurrección se torna en el centro de la predicación apostólica porque, según los discípulos de Jesús, se revela en la resurrección el objeto fundamental de la fe cristiana (Hechos 2:22-32). Se trata del testimonio que los apóstoles tributan a hechos que aseguran haber visto: que Jesús fue crucificado y murió; pero Dios lo resucitó. En correspondencia con lo anterior anuncian que, al igual que sucedió con Jesús de Nazaret, la vida de los hombres no termina con la muerte. Tal es la predicación de Simón Pedro a los judíos (Hechos 3:11-15) y el testimonio de Simón Pedro y de Juan el Apóstol ante el Gran Sanedrín (Hechos 4:1-13). Así es la enseñanza de Pablo de Tarso a los judíos (Hechos 13:26-33 Hechos 17:1-3) y su confesión delante de sus jueces (Hechos 23:6). La predicación de Pablo a los atenienses también se centra en la resurrección, aunque por ello sufra el rechazo por parte de la mayoría de los griegos (Hechos 17:22-34). Para los apóstoles, todas estas predicaciones no son otra cosa que el contenido de la experiencia pascual de Jesús de Nazaret, que sucedió de conformidad con lo previsto por las Escrituras (1Corintios 15:3-10).

El tema de la resurrección en la tradición judía

En la época de Jesús de Nazaret, los judíos creían en buena medida en la futura resurrección de los muertos al final de los tiempos, aunque se diferenciaban actitudes variadas y era tema de debate (Mateo 22:23-33). En efecto, tanto los fariseos como los esenios sostenían su firme apoyo a la otra vida, mientras que los saduceos la negaban.[6]​ Merced a la reciente publicación de fragmentos de los rollos disponibles de la década de 1950, está claro que la esperanza y la creencia por parte de los esenios en una vida después de la muerte y en la resurrección están explícitas en algunos manuscritos del Mar Muerto encontrados en las cuevas de Qumrán.[7][Nota 4]​ El Nuevo Testamento y el historiador judío Flavio Josefo amplían considerablemente el número de alusiones a la resurrección. A los manuscritos de la época, se puede añadir otro tipo de pruebas, como la epigrafía. Existen numerosos epitafios en tumbas judías de la época que evidencian la creencia ya asentada en la resurrección de los muertos.[8][Nota 5]

Como derivó desde fuentes judaicas, hay que señalar que el Judaísmo también tiene como principio de fe la resurrección de los muertos. Una famosa autoridad judía, Maimónides, indicó trece principios de la fe judía, y la resurrección es uno de ellos, impreso en el libro de oraciones rabínicas. Es el principio décimo tercero y señala:

Creo con fe sincera que los muertos resucitarán, cuando Dios (sea bendito), lo desee. Sea el Nombre (de Dios) bendito, y Su recuerdo se eleve por los siglos de los siglos".

La resurrección y los mitos: opiniones en los siglos XIX y XX

Quienes rechazaron o rechazan que Jesús sea un personaje histórico, niegan asimismo la resurrección. Charles-François Dupuis (1742–1809), quien se opuso por completo a la historicidad de Jesús, sostuvo que las escrituras judías y cristianas se pueden interpretar de acuerdo con el «patrón de la energía solar»: la caída del hombre en el Génesis sería una alegoría de las dificultades causadas por el invierno, y la resurrección de Jesús representaría el crecimiento de la fuerza del sol en el signo de Aries en el equinoccio de primavera.[9]

 
James George Frazer, autor de «Golden Bough».

El tema de «los dioses que mueren y resucitan» se suele asociar con el análisis de James George Frazer, en su obra « La rama dorada» («Golden Bough: A Study in Magic and Religion», publicado por primera vez en 1890).[10]​ El libro gira en torno a la idea de que, en el núcleo de las religiones, existe un mito –ritual promulgado– de un dios real que encarna el poder de la fertilidad, que muere al año y –a continuación– resucita como el grano para reinar de nuevo. Si bien este sistema de «mito-ritual» estaría representado particularmente por dioses como Atis, Adonis y Osiris, Frazer consideró que es general a todas las religiones y, aunque no hizo referencia directa a los relatos de la muerte y resurrección de Jesús, fue tomado como antecedente por todos aquellos que lo consideraron un mito.

Casi nadie pone en tela de juicio que los cultos naturistas del Antiguo Oriente asignaban una posición de importancia al mito de un dios muerto y resucitado,[5]​ que parecía no ser otra cosa que una traducción dramática de la experiencia que viven los hombres: la del resurgir de la vida en primavera, después del tono melancólico del otoño, y de la angustia del invierno. Osiris en Egipto, Tammuz en la Mesopotamia asiática, Baal en Canaán, eran dioses de este género. Aunque el debate se centra en el presunto influjo o no de los mitos antiguos sobre los documentos neotestamentarios referidos a Jesús resucitado. Mientras que, como se verá a continuación, algunos ateos, agnósticos o creyentes en otras religiones sugieren la influencia de los mitos antiguos en los relatos de Jesús resucitado,[Nota 6]​ los cristianos en general sostienen la ausencia de cualquier proyección de los relatos mitológicos sobre la resurrección de Jesús a la que reconocen, no solo como hecho real, sino como hecho central de la historia de la Humanidad: el retorno de toda la creación a Dios, por medio de Jesucristo.[Nota 7]

 
Joseph McCabe.

De allí que Joseph McCabe (1867–1955), escritor ateo racionalista, documentó en su obra «The Myth of the Resurrection» de 1925 (reeditada junto con otras obras suyas en el libro «The Myth of the Resurrection and Other Essays» en 1993)[11]​ lo que en su opinión eran similitudes entre la «resurrección de Jesús» y algunos mitos paganos como el mito egipcio de Osiris, el mito sumerio de Tammuz y el de Attis de Frigia: «Es una característica muy importante de nuestra historia que esta leyenda de un dios muerto y resucitado surgió en partes muy diferentes del mundo civilizado antiguo. Tammuz, Attis y Osiris son tres creaciones separadas e independientes de la imaginación creadora de mitos» (p. 45). McCabe señaló que estas historias paganas con temática similar no fueron reproducciones unas de otras, tomadas de una única fuente más antigua, sino que aparecieron de forma separada e independiente: «Por alguna razón [...] la mente del hombre en la mayoría de los lugares del mundo llegó a concebir una leyenda de muerte y resurrección [...] De hecho, en una forma u otra existía una creencia universal que el dios o un representante del dios (rey, prisionero, efigie, etc.) moría, o que debía morir cada año» (pp. 52-53). McCabe intuyó en sus propios términos la existencia de una «creencia universal en un dios muerto y resucitado», que implicaría la existencia de «una estructura mental universal» sobre el tema de la resurrección (p. 63). La intención de McCabe fue, sin dudas, asociar esta «estructura mental universal» con la visión judeocristiana. Con variantes, esa postura es aún sostenida por algunos pensadores agnósticos que señalan que el cristianismo se habría apropiado de este tipo de mitos para elaborar su «historia de la resurrección».

Earl Doherty afirma en «The Jesus Puzzle» (2005) que Jesús se originó como un mito derivado del platonismo medio, con cierta influencia de la mística judía. Según Doherty, la creencia en Jesús surgió solamente entre las comunidades cristianas del siglo II. Doherty afirma que Teófilo de Antioquía (c. 163-182), Atenágoras de Atenas (c. 133-190), Taciano el sirio (c. 120-180) y Marco Minucio Félix (quien escribió entre 150 y 170) no ofrecen ninguna indicación de que creyeran en una figura histórica crucificada y resucitada, y que el nombre de Jesús no aparece en ninguno de ellos.[12]​ Pero resulta que Atenágoras de Atenas fue un filósofo griego antes de su conversión al cristianismo, Taciano se unió a una secta herética, Marco Minucio Félix fue un licenciado romano antes de su conversión (su obra fue en forma de diálogo entre un cristiano y un pagano), y Teófilo de Antioquía se convirtió en edad madura y solo se conservan de él tres libros, en los que sí hace referencia a la resurrección. Al teorizar que el cristianismo primitivo era una versión judía sectaria de este tipo de sistema de creencia generalizada, Doherty no solo desconsidera los escritos neotestamentarios, sino toda la evidencia patrística de fondo (Clemente de Roma, Papías de Hierápolis, Ignacio de Antioquía, Policarpo de Esmirna, Justino Mártir, Melitón de Sardes, Ireneo de Lyon, Clemente de Alejandría, por citar algunos representantes de la misma época), que encarnan el testimonio vivo de las comunidades cristianas de los primeros dos siglos.

Estos supuestos paralelismos entre la mitología y la resurrección de Jesús fueron intensamente rebatidos desde diferentes ángulos por especialistas de distintas corrientes de pensamiento. Según académicos especialistas en mitología, se distorsionan las fuentes para forzar la comparación de los relatos mitológicos con los relatos de Jesús resucitado. El especialista en religiones comparadas Jonathan Z. Smith[13]​ y el académico de semitismo antiguo del Department of Hebrew and Judaic Studies de la Universidad de Nueva York, Mark S. Smith[14]​ declararon como fantasía al llamado «mito de la muerte y resurrección de los dioses», al que consideraron el producto de una comparación carente de crítica, más que un examen atento de la evidencia.

Por su parte, son muy escasos los eruditos bíblicos que no rechacen el concepto de uniformidad en referencia a la «muerte y resurrección de los dioses», y que sostengan que los relatos acerca de Jesús resucitado tienen carácter mítico. La inmensa mayoría de los exégetas de las Sagradas Escrituras señalan que los libros de la Biblia se desarrollaron en un ambiente totalmente distinto del que abonó la difusión de los mitos antiguos sobre la resurrección. Tryggve Mettinger, exprofesor de Biblia hebrea en la Universidad de Lund, es uno de los académicos que apoya la existencia del mito de la «muerte y resurrección de los dioses», pero él sostiene que Jesús no encaja en ese patrón.[15]

 
Hermann Gunkel (1862-1932), profesor protestante de Antiguo Testamento en Berlín, quien negó la existencia de mitos propiamente dichos en la Biblia.

En el «Comentario Bíblico "San Jerónimo"»,[16]​ obra dirigida por el biblista Raymond E. Brown y colaboradores, reconocida por su rigurosidad, se comenta que «los críticos del siglo XIX, que negaban toda historicidad científica a los documentos bíblicos, veían mitos por doquier» (op. cit., p. 264). Y se agrega: «De todas las reacciones frente a la metodología clásica en el siglo XIX, la historia de las formas de Hermann Gunkel (1862-1932) fue la más notable. Gunkel negó la existencia de mitos propiamente tales en la Biblia. Si bien en las leyendas abundan los elementos míticos, el monoteísmo israelita los hizo inofensivos y eliminó sus aspectos más groseros». Según Raymond E. Brown, «la crítica actual sugiere que el mito se refiere más a la modalidad del pensamiento que a su contenido» (op. cit., p. 264). En la misma obra, John L. McKenzie comentó el tema del mito entre los diferentes aspectos del pensamiento veterotestamentario, en los siguientes términos:

La mayor parte de sus críticos han tratado de mensurar el mito de acuerdo con los esquemas de la lógica discursiva y lo han encontrado deficiente; pero en culturas que carecen de un pensamiento discursivo desarrollado, el pensamiento mítico es el único camino de que dispone la mente para abordar ciertos problemas que caen más allá de la experiencia sensible. Estos problemas implican algunas de las más importantes cuestiones que se puedan plantear: el origen del mundo y del hombre, la naturaleza de la divinidad, las relaciones del hombre con la naturaleza y con la divinidad, los orígenes de la sociedad y de las instituciones sociales, la validación última de los principios morales, el objeto y el fin último de la existencia humana. Estos problemas pueden abordarse también por la vía del razonamiento discursivo con sus propios métodos y principios. El mito no resuelve realmente estos problemas, pero expresa la actitud que adopta el hombre ante el misterio; es dudoso que el razonamiento discursivo consiga mucho más.[16]
John L. McKenzie; En: Raymond E. Brown et al., p. 618

La resurrección: ¿un mito hecho realidad? Las opiniones de Tolkien y Lewis

 
El escritor J. R. R. Tolkien en 1916, durante la Primera Guerra Mundial. El autor de El Silmarillion, El hobbit y El Señor de los Anillos, entre otras obras, sostenía que «los mitos que tejemos, aunque con errores, reflejan también un astillado fragmento de la luz verdadera, la verdad eterna de Dios».

Desde otro ángulo, la discusión académica sobre el «mito de la resurrección» quizá obnubila otra posible relación entre los mitos antiguos y la resurrección de Cristo, que bien pudo intuir «poéticamente» J. R. R. Tolkien (1892-1973), escritor, poeta, filólogo y profesor universitario. De hecho, el famoso novelista C. S. Lewis, quien en su juventud fuera un ateo interesado por la mitología y el ocultismo, debió a esta interpretación de su amigo Tolkien su conversión final al cristianismo. Según Walter Hooper, amigo y biógrafo del escritor C. S. Lewis, la comprensión de la verdad en las mitologías desencadenó la conversión de Lewis.[17]

El largo intercambio de opiniones entre C. S. Lewis, J. R. R. Tolkien y Hugo Dyson (los tres, miembros del cenáculo conocido como los Inklings) que tendría luego un impacto revolucionario en la vida de Lewis, se desarrolló en el marco de una reunión efectuada el 19 de septiembre de 1931, después de que Lewis invitara a Tolkien y a Dyson a cenar en sus habitaciones en el Magdalen College de Oxford. La charla se prolongó hasta las cuatro de la mañana, y fue recogida por Humphrey Carpenter en J. R. R. Tolkien, una biografía.[18]​ A partir del libro de Carpenter, el diálogo entre Tolkien y Lewis fue reproducido y comentado por otros varios escritores, entre ellos Joseph Pearce.[17]

Después de la cena los tres hombres fueron a dar un paseo junto al río y discutieron la naturaleza y el propósito del mito. Lewis explicó que él sentía el poder de los mitos pero que ellos eran, en última instancia, falsos o, como lo expresó a Tolkien:

—Pero los mitos son mentiras, aunque esas mentiras sean susurradas a través de la plata. («Myths are lies, even though lies breathed through silver»). —No –dijo Tolkien–. No lo son.

Tolkien reanudó la conversación con el argumento de que los mitos, lejos de ser mentiras, eran la mejor manera de transmitir las verdades que, de otro modo, serían inexpresables. Señalando las ramas de los grandes árboles de Magdalen Grove dobladas por el viento, inició una nueva argumentación.

—Llamas árbol a un árbol —dijo—, sin detenerte a pensar que no era un árbol hasta que alguien le dio ese nombre. Llamas estrella a una estrella, y dices que es solo una bola de materia describiendo un curso matemático. Pero eso es simplemente como las ves tú. Al nombrar y describir las cosas no estás más que inventando tus propios términos. Y así como [en este sentido] el lenguaje es invención de objetos e ideas, el mito es invención de la verdad. Venimos de Dios —continuó Tolkien—, e inevitablemente los mitos que tejemos, aunque contienen errores, reflejan también un astillado fragmento de la luz verdadera, la verdad eterna de Dios. Solo elaborando mitos, solo convirtiéndose en un sub-creador e inventando historias, puede aspirar el hombre al estado de perfección que conoció antes de la Caída. Nuestros mitos pueden equivocarse... sin embargo, conducen de forma trémula hacia el puerto de la verdad...

Comenta Joseph Pearce:

Escuchando casi como hechizado mientras Tolkien exponía su filosofía del mito, Lewis sintió que las bases de su propia filosofía teísta se desmoronaban hasta hacerse polvo ante la fuerza de los argumentos de su amigo. [...]Tolkien desarrolló su argumento para explicar que la historia de Cristo es el verdadero mito, un mito que funciona de la misma manera que los demás, pero un mito que realmente ocurrió - un mito que existió en el reino de los hechos, así como en el reino de la verdad. De la misma manera que los hombres desentrañan la verdad a través del tejido de una narración, Dios revela la verdad a través del tejido de la historia. [...] Tolkien [...] había mostrado que los mitos paganos eran, de hecho, Dios mismo expresándose a través de la mente de los poetas, utilizando las imágenes de sus mythopoeia para revelar fragmentos de su verdad eterna. Sin embargo, lo más sorprendente de todo, era que Tolkien sostenía que el cristianismo era exactamente lo mismo excepto por la enorme diferencia de que el poeta que lo inventó fue el mismo Dios, y de que las imágenes que utilizó eran hombres de verdad e historia real.[17]
Joseph Pearce

C. S. Lewis expresó su concepción posterior con las siguientes palabras:

[...] las historias paganas son Dios mismo expresándose a través de la mente de los poetas, usando las imágenes que él encontró allí, mientras que el cristianismo es Dios mismo expresándose a través de lo que llamamos «cosas reales». Por lo tanto, son verdad, no en el sentido de ser una «descripción» de Dios (que ninguna mente finita puede captar), sino en el sentido de ser la forma en que Dios elige (o puede) aparecer a nuestras facultades. Las «doctrinas» que extraemos del verdadero mito son, por supuesto, menos ciertas: se trata de traducciones a nuestros conceptos e ideas de lo que Dios ya ha expresado en un lenguaje más adecuado, es decir, la encarnación real, la crucifixión y la resurrección.[19]
C.S. Lewis

«Resurrección de la carne»: análisis cristiano de la expresión

 
Corinto, situada en Grecia a 8 km del istmo y del canal actual, era la capital de la provincia senatorial de Acaya gobernada por un procónsul. En ese lugar se desarrolló la llamada «Iglesia de Corinto» (Hechos 18:1-11).

La «resurrección de la carne» en la Primera epístola a los corintios

En la Primera epístola a los corintios 15, Pablo de Tarso desarrolla una explicación minuciosa del tema de la resurrección de los muertos, que incluye:

  1. el «Evangelio» de la resurrección (1Corintios 15:1-11);
  2. las incongruencias de algunos corintios cristianos que negaban la resurrección de los muertos (1Corintios 15:12-19), lo que implicaría negar la resurrección de Cristo, que conllevaría la inutilidad de la fe cristiana (1Corintios 15:14; 1Corintios 15:17);
  3. la resurrección como incorporación al mismo misterio de Cristo (1Corintios 15:20-28);
  4. la inutilidad del sacrificio cristiano si no hay resurrección de los muertos (1Corintios 15:29-34); todos los ritos cristianos suponen la resurrección, sin la cual es mejor vivir como viven los paganos. Esto se resume en la famosa frase empleada por Pablo de Tarso: si no hay resurrección de los muertos, «comamos y bebamos que mañana moriremos» (1Corintios 15:32);
  5. la respuesta a la pregunta «¿cómo resucitan los muertos?», utilizando comparaciones desarrolladas a partir del conocimiento natural de la época (1Corintios 15:35-49);
  6. la victoria final de la resurrección, presentada como un himno (1Corintios 15:55-57), conocido por su frase: «¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?»; a lo cual sigue una exhortación al trabajo cristiano, «sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano» (1Corintios 15:58).

Dag Øistein Endsjø[20]​ señala que la incredulidad demostrada en la Primera epístola a los corintios hacia la idea de la resurrección del cuerpo no es realmente acerca de la «resurrección de Cristo», sino acerca de la «resurrección general de los muertos». Según Endsjø, este dilema no puede explicarse por referencia a las creencias platónicas, donde todas las formas de la resurrección corporal eran consideradas igualmente absurdas, o a la tradición judía, que no sabía de ninguna resurrección y subsecuente inmortalización de un solo individuo antes del fin del mundo. Sin embargo, volviendo al material griego más tradicional, se encuentra que la idea de la resurrección corporal no era en absoluto desconocida. Pero siempre había una objeción a la «continuidad» del cuerpo. Ningún cuerpo o parte del cuerpo que había sido aniquilado podría ser «recreado». Como tal, esto puede explicar por qué los oponentes de Pablo en 1 Corintios no consideraron la resurrección de Cristo controvertida, pero rechazaban la idea de una resurrección general de los muertos.

Metonimia lingüística

Podría decirse que la expresión «resurrección de la carne» se trata de una metonimia lingüística, como cuando hablamos de un «rebaño de cuatrocientas cabezas»: se toma la parte por el todo. Pero no cualquier parte, sino precisamente la más vulnerable y efímera: la carne, aquello que parecería menos recuperable por ser más perecedero.[21]​ Algo muy semejante ocurre cuando, para decir que «el Hijo de Dios se hizo hombre», se dice que «se hizo carne»: se menciona la parte más visible, palpable y precaria de su humanidad, en contraste con la trascendencia de lo divino.

En ambos casos resulta muy significativa la «elección del elemento débil». Este énfasis, esta voluntad de subrayar tan deliberada, obedece en ambos casos al mismo propósito. El Evangelio de Juan insistía en la «encarnación»: «Y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros» (Juan 1:14a). Del mismo modo, frente a los griegos del Areópago que exaltaban el alma en detrimento de la carne, San Pablo, al referirse a la vida futura, no menciona siquiera la inmortalidad del alma: trata solo la «resurrección de los muertos» (Hechos 17:16-34).

Él hombre, más que «la suma de cuerpo y espíritu»

Pero, al hablar de «resurrección de la carne» desde el punto de vista cristiano, solo se puede decir que es una metonimia (del todo y de sus partes) en un sentido impropio, porque el cuerpo no constituye «una parte del hombre».

El hombre –según José María Cabodevilla, y con él, buena parte de los teólogos y biblistas contemporáneos– no es una «suma» de cuerpo y espíritu, sino una «totalidad indivisible»: un todo, al que llamamos «espíritu» porque posee tal «interioridad» que desborda la realidad «físico-biológica», y lo llamamos «cuerpo» en cuanto que ese mismo todo resulta visible, localizable, histórico.[21]

Más aún, para el cristianismo, el cuerpo pertenece a la definición misma del «espíritu humano»: el espíritu es «humano» porque está encarnado, porque es corporal. El hombre no «tiene» cuerpo, «es» cuerpo: todo él «es cuerpo», lo mismo que todo él «es alma»[21]​ Por eso, el mensaje de los Evangelios (a diferencia de la filosofía griega) nunca menciona la «inmortalidad del alma». Pero confiesa su fe en la «resurrección de los muertos», es decir, su fe en que «el hombre, como entidad completa, resucitará».

La «resurrección» y la ciencia

Para los cristianos, el cuerpo resucitado es un dato de fe. La revelación no ofrece ninguna explicitación científica al respecto y no existen trabajos científicos sobre el tema de ninguna naturaleza. En ese marco, José María Cabodevilla (1928-2003) escribe en su libro El cielo en palabras terrenas sobre el tema de la resurrección:[21]

¿Se trata de una transformación límite de la materia en energía? La ciencia actual tiene un concepto de la materia sumamente elástico: esta puede ser inconmensurable, imponderable, inextensa. La gran variedad de seres que pueblan el mundo se debe únicamente a la manera de combinarse sus partículas elementales; todo se reduce a estructura. Esos mismos componentes pueden presentarse aquí como corpúsculos y allí como ondas. ¿Como ondas inmateriales? Inevitablemente tendemos a pensar que para que haya ondas tiene que haber algo que ondule, es decir, un soporte o conductor de dichas ondas, lo mismo que hace falta la cuerda vibrante de un violín para que haya vibraciones. La física moderna niega tal necesidad. Koestler desafiaba a sus oyentes a imaginar una vibración de la cuerda pero sin cuerda, una onda de agua pero sin agua, la sonrisa del gato de Alicia pero sin gato. La verdad es que no hace falta que algo sea imaginable para que sea verdad. El grado exigible para que algo pueda considerarse real, para que podamos afirmar que tiene entidad material, ha descendido bajo mínimos. Nada más amplio, nada más flexible y acomodaticio que el concepto actual de materia. Diríamos que la frontera entre lo que llamamos material y lo que llamamos inmaterial se ha hecho no solo borrosa, sino incluso permeable.[21]
José María Cabodevilla, El cielo en palabras terrenas

¿Se puede esperar que la ciencia confirme la resurrección? Cabodevilla responde negativamente.

Por supuesto, así como la revelación no proporciona ninguna explicación científica, tampoco debemos esperar que la ciencia confirme o esclarezca los hechos revelados. Pero sí cabe decir, al menos, que las teorías de la física moderna son tan sorprendentes, tan extrañas al sentido común, tan inverosímiles como un dogma de fe. Nada imaginable o inimaginable contradice de suyo a las leyes de la naturaleza, sino solamente el exiguo conocimiento que podamos tener de las mismas. Nada atenta contra las leyes de la naturaleza, sino únicamente contra el cálculo de probabilidades.
 
«La resurrección» (1532), de Miguel Ángel Buonarotti. Royal Collection, Londres.
Hoy nos divierten o nos irritan ciertas cuestiones que la antigua escolástica solía plantear acerca de los cuerpos glorificados. [...] Hoy hay quienes intentan demostrar que la relación entre onda y corpúsculo es algo más que una metáfora de la relación entre alma y cuerpo, y se plantean cuestiones que mañana mismo han de divertir o irritar a la posteridad. Deberían saber ya que las metafísicas mueren casi siempre por su física y que las creencias pierden vigor en la medida en que andan buscando una prueba palpable donde afirmarse. En realidad se trata de algo totalmente ajeno a la fe, en cierta manera opuesto a la fe. Quienes siguen preocupándose por problemas de orden físico recuerdan a aquellas mujeres del evangelio que fueron con sus perfumes al sepulcro de Jesús: se preguntaban cómo podrían mover la losa.[21]
José María Cabodevilla, El Cielo en Palabras Terrenas

Sin renunciar a pensar sobre el tema de la resurrección, Cabodevilla señala que resulta vano el esfuerzo imaginativo del hombre.

La materia, sin dejar de ser materia, es asumida en la vida, y la vida, sin dejar de ser vida, es asumida en el pensamiento. En el hombre hay pensamientos, hay funciones orgánicas, y hay una cierta cantidad de carbono, hidrógeno, calcio. ¿No cabría pensar en un nuevo nivel donde todo eso estuviera presente y a la vez transformado? [...] El cuerpo glorioso y el cuerpo terreno son tan diferentes y tan semejantes como un cuerpo terreno y su sombra. En una rosa no hay otros elementos distintos de los que ya existen en el suelo donde arraiga el rosal. Son las mismas sustancias, pero cernidas y refinadas y transmutadas. Desde esos cuerpos oscuros, pesadamente terrenales, intentamos vanamente imaginar cómo será, en qué consistirá aquello que Rilke llamaba «florecimiento de la carne».[21]
José María Cabodevilla, El cielo en palabras terrenas

Notas

  1. Atenea le había enviado a Asclepio sangre brotada de las heridas de Medusa. La sangre procedente de las venas del costado izquierdo constituía un veneno violento, y la que había salido del lado derecho era capaz de volver a los muertos a la vida.
  2. La leyenda continúa con la cólera violenta de Apolo, quien con sus flechas mató a los cíclopes que habían forjado el rayo de Zeus.
  3. El šeol era considerada la morada de los muertos.
  4. De hecho, los esenios que habitaban las cuevas de Qumrán conocían el libro de Daniel y el libro de Enoc, documentos que contenían la creencia en la resurrección.
  5. El autor señala la existencia de una simpática inscripción sobre una tumba de los primeros siglos de nuestra era: «Que tengas una buena resurrección». Este tipo de epitafios proporcionan detalles que merecen ser considerados como parte de las evidencias de aquella época sobre la creencia en la resurrección.
  6. Las opiniones de quienes no creen en la resurrección de Cristo no son uniformes, sino muy variadas: desde considerar la resurrección de Jesucristo como mito, hasta sostener que se trata de una fábula, de un relato fruto de la fantasía de los autores de los escritos neotestamentarios, o de un engaño de los primeros cristianos, entre otras. Por su parte, los cristianos no encuentran verdad en esas opiniones, y señalan los muchos testimonios de la presencia de Jesús resucitado, y la ausencia de razones por parte de los primeros cristianos para querer engañar, siendo que muchos de ellos llegaron a dar su propia sangre por su testimonio, un precio para nada razonable si se mide en función del sostenimiento de un mito, de una mera fábula o de una burda mentira.
  7. Sin embargo, algunos cristianos consideran los mitos de la resurrección de los dioses como resultantes de la búsqueda de vida eterna que anida en el hombre, búsqueda que encuentra en la resurrección de Jesucristo su realización. Como ejemplo, ver más adelante la opinión de Tolkien.

Referencias

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Enlaces externos

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resurrección, para, otros, usos, este, término, véase, desambiguación, véase, también, escatología, cristiana, término, resurrección, sustantivo, latino, resurrectĭo, ōnis, declinación, derivado, verbo, resurgo, resurrexi, resurrectum, levantarse, alzarse, res. Para otros usos de este termino vease Resurreccion desambiguacion Vease tambien Escatologia cristiana El termino resurreccion del sustantivo latino resurrectĭo ōnis 3 ª declinacion derivado del verbo resurgo resurrexi resurrectum levantarse alzarse resurgir renacer hace referencia a la accion de resucitar de dar nuevo ser o nueva vida Es la creencia que sostiene que una persona puede recobrar la vida despues de la muerte La resurreccion constituye un simbolo de la trascendencia 1 El judaismo y el islam aceptan la existencia de la resurreccion 2 Para el cristianismo es el pilar de su fe Si Cristo no resucito vacia es nuestra predicacion vacia es tambien nuestra fe I Corintios 15 14 3 La Resurreccion de la Carne por Luca Signorelli Indice 1 La resurreccion en algunos mitos 2 En la Biblia 2 1 La resurreccion en la Biblia hebrea Antiguo Testamento 2 1 1 Dios como senor de muerte y vida 2 1 2 Vivificacion de los muertos en la Biblia hebrea 2 1 3 La resurreccion del pueblo de Dios 2 1 4 La 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ciencias ocultas ligada a las fuentes de la vida Museo Nacional Arqueologico en Atenas Desde la antiguedad la resurreccion se considero el simbolo mas indiscutible de la manifestacion divina ya que se suponia que el secreto de la vida no puede pertenecer mas que a la divinidad El propio sol inmortal que cada noche descendia al reino de los muertos podia llevar consigo a los hombres y al ponerse matarlos Pero tambien podia guiar a las almas a traves de las regiones infernales resucitando a la luz al dia siguiente con la manana 1 Cuando Asclepio hijo de Apolo y de la mortal Coronide semidios de la medicina al que los romanos llamaron Esculapio instruido por el centauro Quiron en el arte de curar las enfermedades alcanzo tales progresos que consiguio ser capaz de resucitar a los muertos Nota 1 su ciencia llego al punto de provocar las quejas de Hades Zeus temiendo que el arte de Asclepio trastornase el orden del mundo fulmino al medico con un rayo 4 Nota 2 La ciencia de la resurreccion era pues una ciencia prohibida Las religiones del misterio en particular los misterios de Eleusis asi como las ceremonias funerarias egipcias testimoniaron una expectativa humana vivaz por la resurreccion 1 Los ritos de iniciacion a los grandes misterios eran simbolos de la resurreccion esperada por los iniciados Si algo tienen en comun con la idea biblica de resurreccion es que todos situan el principio de la resurreccion fuera del poder del hombre En la Biblia EditarEl concepto de resurreccion en la Biblia se basa en la idea que una divinidad crea humanos hibridos en parte carne y en parte espiritu la resurreccion se toma como base de los dogmas en la multitud de credos alrededor del mundo La concepcion biblica del termino resurreccion 5 que experimento una revelacion lenta a traves de la Biblia hebrea de los libros griegos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento y que continua presente en el Judaismo en el Cristianismo y en el Islam no tiene punto de comparacion con el ideario antiguo de inmortalidad tipico por ejemplo de la concepcion griega Entendida en las Sagradas Escrituras primero como rescate del seol en algunos casos como retorno a la vida anterior y luego como continuidad en la vida eterna de toda la persona humana el vocablo resurreccion termina por asumir con el cristianismo su acepcion por antonomasia la resurreccion de Jesucristo resultante de la experiencia de la Pascua de la cual sigue por extension la resurreccion de los hombres Este punto debatido desde las primeras comunidades seguidoras de Jesus de Nazaret hasta nuestros dias es sin dudas el centro y piedra angular de la fe cristiana tal como lo expreso taxativamente Pablo de Tarso a la comunidad griega de Corinto renuente a creer en la resurreccion de los muertos Si Cristo no resucito vacia es nuestra predicacion vacia es tambien nuestra fe I Corintios 15 14 La resurreccion en la Biblia hebrea Antiguo Testamento Editar Dios como senor de muerte y vida Editar Se considera que Dios es el unico senor de la vida y de la muerte Yahve da muerte y vida hace bajar al seol y retornar 1 Samuel 2 6 Nota 3 Ved ahora que yo solo yo soy y que no hay otro Dios junto a mi Yo doy la muerte y doy la vida hiero yo y sano yo mismo y no hay quien libre de mi mano Deuteronomio 32 39 Segun la Biblia Dios tiene el poder sobre el seol mismo y rescata el alma de la fosa El que todas tus culpas perdona que cura todas tus dolencias rescata tu vida de la fosa te corona de amor y de ternura Salmo 103 102 3 4 Por eso se me alegra el corazon mis entranas retozan y hasta mi carne en seguro descansa pues no has de abandonar mi alma al seol ni dejaras a tu amigo ver la fosa Salmo 16 15 9 10 Sin duda estas expresiones se entienden de forma hiperbolica para significar una preservacion temporal de la muerte Vivificacion de los muertos en la Biblia hebrea Editar Eliseo el profeta resucita al hijo de la sulamita De Benjamin West 1738 1820 pintor estadounidense Los milagros de resurreccion operados por Elias y Eliseo van aun mas alla muestran a Dios vivificando a los muertos mismos sacandolos del seol al que habian descendido La resurreccion del hijo de la viuda de Sarepta por mediacion del profeta Elias 1Reyes 17 17 23 La resurreccion del hijo de la sunamita por mediacion del profeta Eliseo 2Reyes 4 31 37 Finalmente un cadaver que fue arrojado apresuradamente en la tumba del propio Eliseo volvio a la vida al tocar los huesos del profeta 2Reyes 13 20 21 Este tipo de resurreccion no para la vida eterna sino como reanimacion o retorno a la vida anterior se repite en el Nuevo Testamento como se detalla mas adelante La resurreccion del pueblo de Dios Editar La Biblia hebrea tambien hace referencia a la resurreccion con un sentido metaforico implicando una verdadera liberacion Por ejemplo Despues de vivir la prueba del exilio el profeta anuncia que Dios restaurara a Israel Para ello se utiliza la imagen de los huesos secos que se revisten de carne y nervios y vuelven a la vida Ezequiel 37 1 14 La Biblia de Jerusalen sugiere que este pasaje orienta por primera vez hacia la idea de una resurreccion individual de la carne Devolvera la vida a los muertos hara que se levanten sus cadaveres que se despierten los que estan acostados sobre el polvo Isaias 26 19 La resurreccion individual Editar El martirio de los siete macabeos 1863 de Antonio Ciseri oleo sobre tela localizado en S Felicita Florencia El martirio de los siete hermanos macabeos delante de su propia madre martirizada al final constituye el trasfondo dramatico para la explicitacion en la Biblia griega de la fe en la resurreccion de los cuerpos Con motivo de la crisis macabea siglo II a C de la persecucion de Antioco IV Epifanes y de la experiencia del martirio se plantea de forma aguda el tema de la retribucion individual Segun la Biblia en esta etapa ya se transmite como una certeza fundamental que haya que aguardar el reinado de Dios y el triunfo final de su pueblo Pero que seria de los santos muertos por la fe El apocalipsis de Daniel responde Muchos de los que duermen en el pais del polvo se despertaran unos para la vida eterna otros para el oprobio para el horror eterno Los doctos brillaran como el fulgor del firmamento y los que ensenaron a la multitud la justicia como las estrellas por toda la eternidad Daniel 12 2 3 Este es uno de los textos mas importantes sobre la resurreccion de los muertos en la Biblia hebrea para muchos especialistas el mas antiguo compuesto posiblemente durante la revuelta macabea 167 164 a C 6 Este pasaje se refiere de forma indisputable a la resurreccion individual de la muerte a la vida eterna 7 La esperanza que sostiene a los martires en medio de su prueba es de tal magnitud que aun arrancandoles la vida corporea confian en que el Dios que los creo sera tambien el que los resucite Asi se presenta de forma explicita en los libros griegos el concepto de la resurreccion de los justos 2 Macabeos 7 9 11 22 El concepto de la resurreccion del cuerpo aparece abundantemente en este libro 7 Desde entonces la fe en la resurreccion se convierte en patrimonio comun del judaismo La resurreccion en el Nuevo Testamento Editar Jesus de Nazaret La resurreccion y la vida Editar En los escritos neotestamentarios Jesus de Nazaret no es presentado solo como alguien que cree en la resurreccion de los justos que tendria lugar al final de los tiempos En los Evangelios manifiesta poder sobre la vida volviendo a la vida a varios muertos por los que acuden a el a suplicarle durante su ministerio La resurreccion de Lazaro de Caravaggio Museo regional de Mesina Italia La hija de Jairo Marcos 5 21 42 El hijo de la viuda de Nain Lucas 7 11 17 Su amigo Lazaro de Betania por quien suplican sus hermanas Marta y Maria Juan 11 1 43 En todos estos casos los cuerpos fisicos habrian vuelto a la vida indistinguibles de su situacion antes de la muerte Estas resurrecciones recuerdan los milagros profeticos del Antiguo Testamento y representan en las Escrituras el anuncio velado de otra resurreccion muy diferente la de Jesus mismo Mas aun Jesus senala en el Evangelio de Juan Yo soy la resurreccion y la vida El que vive en mi aunque muera vivira y todo el que vive y cree en mi no morira jamas Juan 11 25 implicando asi que quienes creen en el son ya participes de un nuevo nacimiento lo cual conlleva a un cambio y esperan la resurrecion la vida eterna Jesus anade predicciones precisas repite en varias ocasiones que el Hijo del hombre ha de morir y que resucitara al tercer dia Marcos 8 31 Marcos 9 31 Marcos 10 33 34 El Evangelio de Mateo anuncia la muerte de Jesus con un paralelo con el signo de Jonas asi como Jonas estuvo en el vientre de la ballena durante tres dias el Hijo del hombre estara tres dias y tres noches en el seno de la tierra Mateo 12 38 40 El Evangelio de Juan lo reitera con el signo del Templo Jesus interpelado por los judios dice Destruid este templo y yo lo reedificare en tres dias ahora bien hablaba del templo de su cuerpo Juan 2 18 22 El anuncio de una resurreccion de los muertos se hace incomprensible aun al grupo de los Doce Apostoles Marcos 9 9 10 y con mas razon a los enemigos de Jesus que toman pretexto de el para poner guardias en su sepulcro despues de la muerte de Jesus Mateo 27 62 66 En la Biblia el termino significa volver a la vida o reanimar como cuerpo fisico creencia ampliamente aceptada entre los israelitas jamas aparece el concepto de union cuerpo alma Mas tarde se mencionan otros casos de resurreccion en el libro de los Hechos de los Apostoles La resurreccion de Dorcas Tabita por mediacion de Simon Pedro Hechos 9 36 42 La resurreccion del joven Eutico por mediacion de Pablo de Tarso Hechos 20 7 12 La experiencia pascual de Jesus de Nazaret Editar Los Evangelios no describen el momento de la resurreccion ni dicen que alguien haya visto a Jesus resucitar En cambio describen distintos momentos en que Jesus resucitado se manifiesta a testigos escogidos Tomas el incredulo obra del pintor Mathias Stomer 1590 1656 Museo del Prado Madrid Segun los Evangelios Jesus resucitado no es un fantasma su cuerpo es visible y las llagas de su crucifixion tangibles Los apostoles hasta entonces no habian comprendido que segun la Escritura Jesus debia resucitar de entre los muertos Juan 20 9 por eso la muerte de Jesus y su sepultura los llena de temor Juan 20 19 y sobresalto Lucas 24 21 23 La experiencia del sepulcro vacio no es suficiente para convencerlos y piensan que las mujeres que anuncian que el sepulcro esta vacio estan locas Lucas 24 11 Luego comienzan las apariciones del resucitado Jesus aparece durante muchos dias Hechos 13 31 durante cuarenta dias Hechos 1 3 Los relatos subrayan el caracter concreto de estas manifestaciones el que aparece es ciertamente Jesus de Nazaret Las mujeres lo ven y le abrazan los pies Mateo 28 8 9 Los apostoles lo ven lo tocan y conversan con el Lucas 24 36 40 Juan 20 19 23 Los apostoles comen con el y el realiza gestos por los cuales se le reconoce Lucas 24 30 31 Juan 21 9 14 Pedro anunciaria mas tarde lo mismo que comieron y bebieron con Jesus resucitado Hechos 10 34 41 Jesus resucitado no es un fantasma porque aparece con su propio cuerpo tiene carne y huesos y desafia a Tomas el Apostol a probar la existencia de sus llagas Juan 20 24 27 Sin embargo este cuerpo esta sustraido de las condiciones habituales de la vida terrena no reconoce los limites fisicos Juan 20 19 La resurreccion en la predicacion de los Apostoles Editar San Pablo predicando en Atenas 1515 obra de Rafael Sanzio 1483 1520 Royal Collection of the United Kingdom A los atenienses que creian en la inmortalidad del alma Pablo de Tarso les predica en el Areopago la resurreccion de los muertos Desde el dia de Pentecostes la resurreccion se torna en el centro de la predicacion apostolica porque segun los discipulos de Jesus se revela en la resurreccion el objeto fundamental de la fe cristiana Hechos 2 22 32 Se trata del testimonio que los apostoles tributan a hechos que aseguran haber visto que Jesus fue crucificado y murio pero Dios lo resucito En correspondencia con lo anterior anuncian que al igual que sucedio con Jesus de Nazaret la vida de los hombres no termina con la muerte Tal es la predicacion de Simon Pedro a los judios Hechos 3 11 15 y el testimonio de Simon Pedro y de Juan el Apostol ante el Gran Sanedrin Hechos 4 1 13 Asi es la ensenanza de Pablo de Tarso a los judios Hechos 13 26 33 Hechos 17 1 3 y su confesion delante de sus jueces Hechos 23 6 La predicacion de Pablo a los atenienses tambien se centra en la resurreccion aunque por ello sufra el rechazo por parte de la mayoria de los griegos Hechos 17 22 34 Para los apostoles todas estas predicaciones no son otra cosa que el contenido de la experiencia pascual de Jesus de Nazaret que sucedio de conformidad con lo previsto por las Escrituras 1Corintios 15 3 10 El tema de la resurreccion en la tradicion judia EditarEn la epoca de Jesus de Nazaret los judios creian en buena medida en la futura resurreccion de los muertos al final de los tiempos aunque se diferenciaban actitudes variadas y era tema de debate Mateo 22 23 33 En efecto tanto los fariseos como los esenios sostenian su firme apoyo a la otra vida mientras que los saduceos la negaban 6 Merced a la reciente publicacion de fragmentos de los rollos disponibles de la decada de 1950 esta claro que la esperanza y la creencia por parte de los esenios en una vida despues de la muerte y en la resurreccion estan explicitas en algunos manuscritos del Mar Muerto encontrados en las cuevas de Qumran 7 Nota 4 El Nuevo Testamento y el historiador judio Flavio Josefo amplian considerablemente el numero de alusiones a la resurreccion A los manuscritos de la epoca se puede anadir otro tipo de pruebas como la epigrafia Existen numerosos epitafios en tumbas judias de la epoca que evidencian la creencia ya asentada en la resurreccion de los muertos 8 Nota 5 Como derivo desde fuentes judaicas hay que senalar que el Judaismo tambien tiene como principio de fe la resurreccion de los muertos Una famosa autoridad judia Maimonides indico trece principios de la fe judia y la resurreccion es uno de ellos impreso en el libro de oraciones rabinicas Es el principio decimo tercero y senala Creo con fe sincera que los muertos resucitaran cuando Dios sea bendito lo desee Sea el Nombre de Dios bendito y Su recuerdo se eleve por los siglos de los siglos La resurreccion y los mitos opiniones en los siglos XIX y XX EditarVease tambien Jesucristo en la mitologia comparada Quienes rechazaron o rechazan que Jesus sea un personaje historico niegan asimismo la resurreccion Charles Francois Dupuis 1742 1809 quien se opuso por completo a la historicidad de Jesus sostuvo que las escrituras judias y cristianas se pueden interpretar de acuerdo con el patron de la energia solar la caida del hombre en el Genesis seria una alegoria de las dificultades causadas por el invierno y la resurreccion de Jesus representaria el crecimiento de la fuerza del sol en el signo de Aries en el equinoccio de primavera 9 James George Frazer autor de Golden Bough El tema de los dioses que mueren y resucitan se suele asociar con el analisis de James George Frazer en su obra La rama dorada Golden Bough A Study in Magic and Religion publicado por primera vez en 1890 10 El libro gira en torno a la idea de que en el nucleo de las religiones existe un mito ritual promulgado de un dios real que encarna el poder de la fertilidad que muere al ano y a continuacion resucita como el grano para reinar de nuevo Si bien este sistema de mito ritual estaria representado particularmente por dioses como Atis Adonis y Osiris Frazer considero que es general a todas las religiones y aunque no hizo referencia directa a los relatos de la muerte y resurreccion de Jesus fue tomado como antecedente por todos aquellos que lo consideraron un mito Casi nadie pone en tela de juicio que los cultos naturistas del Antiguo Oriente asignaban una posicion de importancia al mito de un dios muerto y resucitado 5 que parecia no ser otra cosa que una traduccion dramatica de la experiencia que viven los hombres la del resurgir de la vida en primavera despues del tono melancolico del otono y de la angustia del invierno Osiris en Egipto Tammuz en la Mesopotamia asiatica Baal en Canaan eran dioses de este genero Aunque el debate se centra en el presunto influjo o no de los mitos antiguos sobre los documentos neotestamentarios referidos a Jesus resucitado Mientras que como se vera a continuacion algunos ateos agnosticos o creyentes en otras religiones sugieren la influencia de los mitos antiguos en los relatos de Jesus resucitado Nota 6 los cristianos en general sostienen la ausencia de cualquier proyeccion de los relatos mitologicos sobre la resurreccion de Jesus a la que reconocen no solo como hecho real sino como hecho central de la historia de la Humanidad el retorno de toda la creacion a Dios por medio de Jesucristo Nota 7 Joseph McCabe De alli que Joseph McCabe 1867 1955 escritor ateo racionalista documento en su obra The Myth of the Resurrection de 1925 reeditada junto con otras obras suyas en el libro The Myth of the Resurrection and Other Essays en 1993 11 lo que en su opinion eran similitudes entre la resurreccion de Jesus y algunos mitos paganos como el mito egipcio de Osiris el mito sumerio de Tammuz y el de Attis de Frigia Es una caracteristica muy importante de nuestra historia que esta leyenda de un dios muerto y resucitado surgio en partes muy diferentes del mundo civilizado antiguo Tammuz Attis y Osiris son tres creaciones separadas e independientes de la imaginacion creadora de mitos p 45 McCabe senalo que estas historias paganas con tematica similar no fueron reproducciones unas de otras tomadas de una unica fuente mas antigua sino que aparecieron de forma separada e independiente Por alguna razon la mente del hombre en la mayoria de los lugares del mundo llego a concebir una leyenda de muerte y resurreccion De hecho en una forma u otra existia una creencia universal que el dios o un representante del dios rey prisionero efigie etc moria o que debia morir cada ano pp 52 53 McCabe intuyo en sus propios terminos la existencia de una creencia universal en un dios muerto y resucitado que implicaria la existencia de una estructura mental universal sobre el tema de la resurreccion p 63 La intencion de McCabe fue sin dudas asociar esta estructura mental universal con la vision judeocristiana Con variantes esa postura es aun sostenida por algunos pensadores agnosticos que senalan que el cristianismo se habria apropiado de este tipo de mitos para elaborar su historia de la resurreccion Earl Doherty afirma en The Jesus Puzzle 2005 que Jesus se origino como un mito derivado del platonismo medio con cierta influencia de la mistica judia Segun Doherty la creencia en Jesus surgio solamente entre las comunidades cristianas del siglo II Doherty afirma que Teofilo de Antioquia c 163 182 Atenagoras de Atenas c 133 190 Taciano el sirio c 120 180 y Marco Minucio Felix quien escribio entre 150 y 170 no ofrecen ninguna indicacion de que creyeran en una figura historica crucificada y resucitada y que el nombre de Jesus no aparece en ninguno de ellos 12 Pero resulta que Atenagoras de Atenas fue un filosofo griego antes de su conversion al cristianismo Taciano se unio a una secta heretica Marco Minucio Felix fue un licenciado romano antes de su conversion su obra fue en forma de dialogo entre un cristiano y un pagano y Teofilo de Antioquia se convirtio en edad madura y solo se conservan de el tres libros en los que si hace referencia a la resurreccion Al teorizar que el cristianismo primitivo era una version judia sectaria de este tipo de sistema de creencia generalizada Doherty no solo desconsidera los escritos neotestamentarios sino toda la evidencia patristica de fondo Clemente de Roma Papias de Hierapolis Ignacio de Antioquia Policarpo de Esmirna Justino Martir Meliton de Sardes Ireneo de Lyon Clemente de Alejandria por citar algunos representantes de la misma epoca que encarnan el testimonio vivo de las comunidades cristianas de los primeros dos siglos Estos supuestos paralelismos entre la mitologia y la resurreccion de Jesus fueron intensamente rebatidos desde diferentes angulos por especialistas de distintas corrientes de pensamiento Segun academicos especialistas en mitologia se distorsionan las fuentes para forzar la comparacion de los relatos mitologicos con los relatos de Jesus resucitado El especialista en religiones comparadas Jonathan Z Smith 13 y el academico de semitismo antiguo del Department of Hebrew and Judaic Studies de la Universidad de Nueva York Mark S Smith 14 declararon como fantasia al llamado mito de la muerte y resurreccion de los dioses al que consideraron el producto de una comparacion carente de critica mas que un examen atento de la evidencia Por su parte son muy escasos los eruditos biblicos que no rechacen el concepto de uniformidad en referencia a la muerte y resurreccion de los dioses y que sostengan que los relatos acerca de Jesus resucitado tienen caracter mitico La inmensa mayoria de los exegetas de las Sagradas Escrituras senalan que los libros de la Biblia se desarrollaron en un ambiente totalmente distinto del que abono la difusion de los mitos antiguos sobre la resurreccion Tryggve Mettinger exprofesor de Biblia hebrea en la Universidad de Lund es uno de los academicos que apoya la existencia del mito de la muerte y resurreccion de los dioses pero el sostiene que Jesus no encaja en ese patron 15 Hermann Gunkel 1862 1932 profesor protestante de Antiguo Testamento en Berlin quien nego la existencia de mitos propiamente dichos en la Biblia En el Comentario Biblico San Jeronimo 16 obra dirigida por el biblista Raymond E Brown y colaboradores reconocida por su rigurosidad se comenta que los criticos del siglo XIX que negaban toda historicidad cientifica a los documentos biblicos veian mitos por doquier op cit p 264 Y se agrega De todas las reacciones frente a la metodologia clasica en el siglo XIX la historia de las formas de Hermann Gunkel 1862 1932 fue la mas notable Gunkel nego la existencia de mitos propiamente tales en la Biblia Si bien en las leyendas abundan los elementos miticos el monoteismo israelita los hizo inofensivos y elimino sus aspectos mas groseros Segun Raymond E Brown la critica actual sugiere que el mito se refiere mas a la modalidad del pensamiento que a su contenido op cit p 264 En la misma obra John L McKenzie comento el tema del mito entre los diferentes aspectos del pensamiento veterotestamentario en los siguientes terminos La mayor parte de sus criticos han tratado de mensurar el mito de acuerdo con los esquemas de la logica discursiva y lo han encontrado deficiente pero en culturas que carecen de un pensamiento discursivo desarrollado el pensamiento mitico es el unico camino de que dispone la mente para abordar ciertos problemas que caen mas alla de la experiencia sensible Estos problemas implican algunas de las mas importantes cuestiones que se puedan plantear el origen del mundo y del hombre la naturaleza de la divinidad las relaciones del hombre con la naturaleza y con la divinidad los origenes de la sociedad y de las instituciones sociales la validacion ultima de los principios morales el objeto y el fin ultimo de la existencia humana Estos problemas pueden abordarse tambien por la via del razonamiento discursivo con sus propios metodos y principios El mito no resuelve realmente estos problemas pero expresa la actitud que adopta el hombre ante el misterio es dudoso que el razonamiento discursivo consiga mucho mas 16 John L McKenzie En Raymond E Brown et al p 618La resurreccion un mito hecho realidad Las opiniones de Tolkien y Lewis Editar El escritor J R R Tolkien en 1916 durante la Primera Guerra Mundial El autor de El Silmarillion El hobbit y El Senor de los Anillos entre otras obras sostenia que los mitos que tejemos aunque con errores reflejan tambien un astillado fragmento de la luz verdadera la verdad eterna de Dios Desde otro angulo la discusion academica sobre el mito de la resurreccion quiza obnubila otra posible relacion entre los mitos antiguos y la resurreccion de Cristo que bien pudo intuir poeticamente J R R Tolkien 1892 1973 escritor poeta filologo y profesor universitario De hecho el famoso novelista C S Lewis quien en su juventud fuera un ateo interesado por la mitologia y el ocultismo debio a esta interpretacion de su amigo Tolkien su conversion final al cristianismo Segun Walter Hooper amigo y biografo del escritor C S Lewis la comprension de la verdad en las mitologias desencadeno la conversion de Lewis 17 Magdalen College Oxford El largo intercambio de opiniones entre C S Lewis J R R Tolkien y Hugo Dyson los tres miembros del cenaculo conocido como los Inklings que tendria luego un impacto revolucionario en la vida de Lewis se desarrollo en el marco de una reunion efectuada el 19 de septiembre de 1931 despues de que Lewis invitara a Tolkien y a Dyson a cenar en sus habitaciones en el Magdalen College de Oxford La charla se prolongo hasta las cuatro de la manana y fue recogida por Humphrey Carpenter en J R R Tolkien una biografia 18 A partir del libro de Carpenter el dialogo entre Tolkien y Lewis fue reproducido y comentado por otros varios escritores entre ellos Joseph Pearce 17 Despues de la cena los tres hombres fueron a dar un paseo junto al rio y discutieron la naturaleza y el proposito del mito Lewis explico que el sentia el poder de los mitos pero que ellos eran en ultima instancia falsos o como lo expreso a Tolkien Pero los mitos son mentiras aunque esas mentiras sean susurradas a traves de la plata Myths are lies even though lies breathed through silver No dijo Tolkien No lo son Humphrey Carpenter J R R Tolkien una biografia Tolkien reanudo la conversacion con el argumento de que los mitos lejos de ser mentiras eran la mejor manera de transmitir las verdades que de otro modo serian inexpresables Senalando las ramas de los grandes arboles de Magdalen Grove dobladas por el viento inicio una nueva argumentacion Llamas arbol a un arbol dijo sin detenerte a pensar que no era un arbol hasta que alguien le dio ese nombre Llamas estrella a una estrella y dices que es solo una bola de materia describiendo un curso matematico Pero eso es simplemente como las ves tu Al nombrar y describir las cosas no estas mas que inventando tus propios terminos Y asi como en este sentido el lenguaje es invencion de objetos e ideas el mito es invencion de la verdad Venimos de Dios continuo Tolkien e inevitablemente los mitos que tejemos aunque contienen errores reflejan tambien un astillado fragmento de la luz verdadera la verdad eterna de Dios Solo elaborando mitos solo convirtiendose en un sub creador e inventando historias puede aspirar el hombre al estado de perfeccion que conocio antes de la Caida Nuestros mitos pueden equivocarse sin embargo conducen de forma tremula hacia el puerto de la verdad Humphrey Carpenter J R R Tolkien una biografia Comenta Joseph Pearce Escuchando casi como hechizado mientras Tolkien exponia su filosofia del mito Lewis sintio que las bases de su propia filosofia teista se desmoronaban hasta hacerse polvo ante la fuerza de los argumentos de su amigo Tolkien desarrollo su argumento para explicar que la historia de Cristo es el verdadero mito un mito que funciona de la misma manera que los demas pero un mito que realmente ocurrio un mito que existio en el reino de los hechos asi como en el reino de la verdad De la misma manera que los hombres desentranan la verdad a traves del tejido de una narracion Dios revela la verdad a traves del tejido de la historia Tolkien habia mostrado que los mitos paganos eran de hecho Dios mismo expresandose a traves de la mente de los poetas utilizando las imagenes de sus mythopoeia para revelar fragmentos de su verdad eterna Sin embargo lo mas sorprendente de todo era que Tolkien sostenia que el cristianismo era exactamente lo mismo excepto por la enorme diferencia de que el poeta que lo invento fue el mismo Dios y de que las imagenes que utilizo eran hombres de verdad e historia real 17 Joseph Pearce C S Lewis expreso su concepcion posterior con las siguientes palabras las historias paganas son Dios mismo expresandose a traves de la mente de los poetas usando las imagenes que el encontro alli mientras que el cristianismo es Dios mismo expresandose a traves de lo que llamamos cosas reales Por lo tanto son verdad no en el sentido de ser una descripcion de Dios que ninguna mente finita puede captar sino en el sentido de ser la forma en que Dios elige o puede aparecer a nuestras facultades Las doctrinas que extraemos del verdadero mito son por supuesto menos ciertas se trata de traducciones a nuestros conceptos e ideas de lo que Dios ya ha expresado en un lenguaje mas adecuado es decir la encarnacion real la crucifixion y la resurreccion 19 C S Lewis Resurreccion de la carne analisis cristiano de la expresion Editar Corinto situada en Grecia a 8 km del istmo y del canal actual era la capital de la provincia senatorial de Acaya gobernada por un proconsul En ese lugar se desarrollo la llamada Iglesia de Corinto Hechos 18 1 11 La resurreccion de la carne en la Primera epistola a los corintios Editar En la Primera epistola a los corintios 15 Pablo de Tarso desarrolla una explicacion minuciosa del tema de la resurreccion de los muertos que incluye el Evangelio de la resurreccion 1Corintios 15 1 11 las incongruencias de algunos corintios cristianos que negaban la resurreccion de los muertos 1Corintios 15 12 19 lo que implicaria negar la resurreccion de Cristo que conllevaria la inutilidad de la fe cristiana 1Corintios 15 14 1Corintios 15 17 la resurreccion como incorporacion al mismo misterio de Cristo 1Corintios 15 20 28 la inutilidad del sacrificio cristiano si no hay resurreccion de los muertos 1Corintios 15 29 34 todos los ritos cristianos suponen la resurreccion sin la cual es mejor vivir como viven los paganos Esto se resume en la famosa frase empleada por Pablo de Tarso si no hay resurreccion de los muertos comamos y bebamos que manana moriremos 1Corintios 15 32 la respuesta a la pregunta como resucitan los muertos utilizando comparaciones desarrolladas a partir del conocimiento natural de la epoca 1Corintios 15 35 49 la victoria final de la resurreccion presentada como un himno 1Corintios 15 55 57 conocido por su frase Donde esta oh muerte tu victoria a lo cual sigue una exhortacion al trabajo cristiano sabiendo que vuestro trabajo en el Senor no es vano 1Corintios 15 58 Dag Oistein Endsjo 20 senala que la incredulidad demostrada en la Primera epistola a los corintios hacia la idea de la resurreccion del cuerpo no es realmente acerca de la resurreccion de Cristo sino acerca de la resurreccion general de los muertos Segun Endsjo este dilema no puede explicarse por referencia a las creencias platonicas donde todas las formas de la resurreccion corporal eran consideradas igualmente absurdas o a la tradicion judia que no sabia de ninguna resurreccion y subsecuente inmortalizacion de un solo individuo antes del fin del mundo Sin embargo volviendo al material griego mas tradicional se encuentra que la idea de la resurreccion corporal no era en absoluto desconocida Pero siempre habia una objecion a la continuidad del cuerpo Ningun cuerpo o parte del cuerpo que habia sido aniquilado podria ser recreado Como tal esto puede explicar por que los oponentes de Pablo en 1 Corintios no consideraron la resurreccion de Cristo controvertida pero rechazaban la idea de una resurreccion general de los muertos Metonimia linguistica Editar Podria decirse que la expresion resurreccion de la carne se trata de una metonimia linguistica como cuando hablamos de un rebano de cuatrocientas cabezas se toma la parte por el todo Pero no cualquier parte sino precisamente la mas vulnerable y efimera la carne aquello que pareceria menos recuperable por ser mas perecedero 21 Algo muy semejante ocurre cuando para decir que el Hijo de Dios se hizo hombre se dice que se hizo carne se menciona la parte mas visible palpable y precaria de su humanidad en contraste con la trascendencia de lo divino En ambos casos resulta muy significativa la eleccion del elemento debil Este enfasis esta voluntad de subrayar tan deliberada obedece en ambos casos al mismo proposito El Evangelio de Juan insistia en la encarnacion Y la Palabra se hizo carne y habito entre nosotros Juan 1 14a Del mismo modo frente a los griegos del Areopago que exaltaban el alma en detrimento de la carne San Pablo al referirse a la vida futura no menciona siquiera la inmortalidad del alma trata solo la resurreccion de los muertos Hechos 17 16 34 El hombre mas que la suma de cuerpo y espiritu Editar Pero al hablar de resurreccion de la carne desde el punto de vista cristiano solo se puede decir que es una metonimia del todo y de sus partes en un sentido impropio porque el cuerpo no constituye una parte del hombre El hombre segun Jose Maria Cabodevilla y con el buena parte de los teologos y biblistas contemporaneos no es una suma de cuerpo y espiritu sino una totalidad indivisible un todo al que llamamos espiritu porque posee tal interioridad que desborda la realidad fisico biologica y lo llamamos cuerpo en cuanto que ese mismo todo resulta visible localizable historico 21 Mas aun para el cristianismo el cuerpo pertenece a la definicion misma del espiritu humano el espiritu es humano porque esta encarnado porque es corporal El hombre no tiene cuerpo es cuerpo todo el es cuerpo lo mismo que todo el es alma 21 Por eso el mensaje de los Evangelios a diferencia de la filosofia griega nunca menciona la inmortalidad del alma Pero confiesa su fe en la resurreccion de los muertos es decir su fe en que el hombre como entidad completa resucitara La resurreccion y la ciencia Editar Para los cristianos el cuerpo resucitado es un dato de fe La revelacion no ofrece ninguna explicitacion cientifica al respecto y no existen trabajos cientificos sobre el tema de ninguna naturaleza En ese marco Jose Maria Cabodevilla 1928 2003 escribe en su libro El cielo en palabras terrenas sobre el tema de la resurreccion 21 Se trata de una transformacion limite de la materia en energia La ciencia actual tiene un concepto de la materia sumamente elastico esta puede ser inconmensurable imponderable inextensa La gran variedad de seres que pueblan el mundo se debe unicamente a la manera de combinarse sus particulas elementales todo se reduce a estructura Esos mismos componentes pueden presentarse aqui como corpusculos y alli como ondas Como ondas inmateriales Inevitablemente tendemos a pensar que para que haya ondas tiene que haber algo que ondule es decir un soporte o conductor de dichas ondas lo mismo que hace falta la cuerda vibrante de un violin para que haya vibraciones La fisica moderna niega tal necesidad Koestler desafiaba a sus oyentes a imaginar una vibracion de la cuerda pero sin cuerda una onda de agua pero sin agua la sonrisa del gato de Alicia pero sin gato La verdad es que no hace falta que algo sea imaginable para que sea verdad El grado exigible para que algo pueda considerarse real para que podamos afirmar que tiene entidad material ha descendido bajo minimos Nada mas amplio nada mas flexible y acomodaticio que el concepto actual de materia Diriamos que la frontera entre lo que llamamos material y lo que llamamos inmaterial se ha hecho no solo borrosa sino incluso permeable 21 Jose Maria Cabodevilla El cielo en palabras terrenas Se puede esperar que la ciencia confirme la resurreccion Cabodevilla responde negativamente Por supuesto asi como la revelacion no proporciona ninguna explicacion cientifica tampoco debemos esperar que la ciencia confirme o esclarezca los hechos revelados Pero si cabe decir al menos que las teorias de la fisica moderna son tan sorprendentes tan extranas al sentido comun tan inverosimiles como un dogma de fe Nada imaginable o inimaginable contradice de suyo a las leyes de la naturaleza sino solamente el exiguo conocimiento que podamos tener de las mismas Nada atenta contra las leyes de la naturaleza sino unicamente contra el calculo de probabilidades La resurreccion 1532 de Miguel Angel Buonarotti Royal Collection Londres Hoy nos divierten o nos irritan ciertas cuestiones que la antigua escolastica solia plantear acerca de los cuerpos glorificados Hoy hay quienes intentan demostrar que la relacion entre onda y corpusculo es algo mas que una metafora de la relacion entre alma y cuerpo y se plantean cuestiones que manana mismo han de divertir o irritar a la posteridad Deberian saber ya que las metafisicas mueren casi siempre por su fisica y que las creencias pierden vigor en la medida en que andan buscando una prueba palpable donde afirmarse En realidad se trata de algo totalmente ajeno a la fe en cierta manera opuesto a la fe Quienes siguen preocupandose por problemas de orden fisico recuerdan a aquellas mujeres del evangelio que fueron con sus perfumes al sepulcro de Jesus se preguntaban como podrian mover la losa 21 Jose Maria Cabodevilla El Cielo en Palabras Terrenas Sin renunciar a pensar sobre el tema de la resurreccion Cabodevilla senala que resulta vano el esfuerzo imaginativo del hombre La materia sin dejar de ser materia es asumida en la vida y la vida sin dejar de ser vida es asumida en el pensamiento En el hombre hay pensamientos hay funciones organicas y hay una cierta cantidad de carbono hidrogeno calcio No cabria pensar en un nuevo nivel donde todo eso estuviera presente y a la vez transformado El cuerpo glorioso y el cuerpo terreno son tan diferentes y tan semejantes como un cuerpo terreno y su sombra En una rosa no hay otros elementos distintos de los que ya existen en el suelo donde arraiga el rosal Son las mismas sustancias pero cernidas y refinadas y transmutadas Desde esos cuerpos oscuros pesadamente terrenales intentamos vanamente imaginar como sera en que consistira aquello que Rilke llamaba florecimiento de la carne 21 Jose Maria Cabodevilla El cielo en palabras terrenasNotas Editar Atenea le habia enviado a Asclepio sangre brotada de las heridas de Medusa La sangre procedente de las venas del costado izquierdo constituia un veneno violento y la que habia salido del lado derecho era capaz de volver a los muertos a la vida La leyenda continua con la colera violenta de Apolo quien con sus flechas mato a los ciclopes que habian forjado el rayo de Zeus El seol era considerada la morada de los muertos De hecho los esenios que habitaban las cuevas de Qumran conocian el libro de Daniel y el libro de Enoc documentos que contenian la creencia en la resurreccion El autor senala la existencia de una simpatica inscripcion sobre una tumba de los primeros siglos de nuestra era Que tengas una buena resurreccion Este tipo de epitafios proporcionan detalles que merecen ser considerados como parte de las evidencias de aquella epoca sobre la creencia en la resurreccion Las opiniones de quienes no creen en la resurreccion de Cristo no son uniformes sino muy variadas desde considerar la resurreccion de Jesucristo como mito hasta sostener que se trata de una fabula de un relato fruto de la fantasia de los autores de los escritos neotestamentarios o de un engano de los primeros cristianos entre otras Por su parte los cristianos no encuentran verdad en esas opiniones y senalan los muchos testimonios de la presencia de Jesus resucitado y la ausencia de razones por parte de los primeros cristianos para querer enganar siendo que muchos de ellos llegaron a dar su propia sangre por su testimonio un precio para nada razonable si se mide en funcion del sostenimiento de un mito de una mera fabula o de una burda mentira Sin embargo algunos cristianos consideran los mitos de la resurreccion de los dioses como resultantes de la busqueda de vida eterna que anida en el hombre busqueda que encuentra en la resurreccion de Jesucristo su realizacion Como ejemplo ver mas adelante la opinion de Tolkien Referencias Editar a b c Chevalier Jean Gheerbrant Alain 1986 Diccionario de los simbolos Barcelona Editorial Herder ISBN 978 84 254 2642 1 Galera Jose Antonio 2006 Dialogo sobre el Islam Madrid Ediciones Palabra ISBN 84 9840 016 3 Consultado el 7 de diciembre de 2015 Panikkar Raimon 1994 Pensamiento cientifico y pensamiento cristiano Maliano Cantabria Sal Terrae pp 26 y siguientes ISBN 84 293 1116 5 Consultado el 7 de diciembre de 2018 Grimal Pierre 2008 Mitologias del Mediterraneo al Ganges Madrid Editorial Gredos ISBN 978 84 249 2885 8 a b Leon Dufour Xavier 2001 Vocabulario de Teologia Biblica 18ª edicion Barcelona Biblioteca Herder pp 774 780 ISBN 978 84 254 0809 0 a b Elledge C D 2006 Resurrection of the dead Exploring our earlier evidence today En Charlesworth James H ed Resurrection The Origin and Future of a Biblical Doctrine en ingles Nueva York T amp T Clark pp 22 52 ISBN 0 567 02871 2 a b c Charlesworth James H 2006 Where does 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