Miguel Marín
José Miguel Marín Acotto (Río Tercero, Córdoba, 15 de mayo de 1944 - Querétaro, 30 de diciembre de 1991) fue un futbolista y director técnico argentino que se desempeñó como guardameta. Es ampliamente considerado como el mejor arquero que ha llegado al fútbol mexicano.[5][6] Surgido en el Club Atlético Vélez Sarsfield, se consagró campeón en el conjunto argentino. Posteriormente, se convirtió en una de las máximas leyendas del Club Deportivo Cruz Azul, siendo el más grande ídolo a nivel deportivo de la institución.[7]
Miguel Marín | ||
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Miguel Marín en 1968. | ||
Datos personales | ||
Nombre completo | José Miguel Marín Acotto[1] | |
Apodo(s) | El Gato,[2] Superman[3] | |
Nacimiento | Río Tercero, Córdoba, Argentina 15 de mayo de 1944 | |
Nacionalidad(es) | Argentina | |
Fallecimiento | Querétaro, México 30 de diciembre de 1991 (47 años) | |
Altura | 1,81 m (5 ′ 11 ″) | |
Carrera deportiva | ||
Deporte | Fútbol | |
Club profesional | ||
Debut deportivo | 9 de agosto de 1964 (Vélez Sarsfield) | |
Posición | Guardameta | |
Dorsal(es) | 1 | |
Retirada deportiva | 6 de junio de 1981 (Cruz Azul) | |
Debut como entrenador | 21 de noviembre de 1982 (Cruz Azul) | |
Retirada como entrenador | 25 de noviembre de 1991 (Querétaro) | |
Selección nacional | ||
Selección | Argentina | |
Debut | 15 de agosto de 1967 | |
Dorsal(es) | 12 | |
Part. | 5[4] | |
Formaría parte del histórico Vélez campeón del Nacional 1968, siendo este el primer título de liga del equipo. Más adelante, sería un pilar en la época dorada del Cruz Azul de México, obteniendo un tricampeonato de liga (1971/72, 1972/73, 1973/74), una Copa de Campeones de la Concacaf en 1971, el Campeón de Campeones de la temporada 1973/74 y un bicampeonato a finales de la década (1978/79, 1979/80). A nivel individual, fue nombrado tres veces el mejor portero de la Primera División de México y una vez el mejor jugador del campeonato mexicano. En 2011, fue incluido en el Salón de la Fama del Fútbol Internacional.[8] Ostenta el récord de menos goles en contra de todos los tiempos en el futbol mexicano, pues de los 309 partidos de liga y liguilla que disputó, apenas recibió 298 goles (0.96 goles por juego).[9]
Destacado por tener magníficos reflejos, un poderoso resorte y una excelente orientación dentro del área; fue pionero en la innovación de técnicas y estrategias en su puesto de guardameta, tales como salir de su área para participar en la defensa o salir jugando; lanzarse a los pies del contrario para arrebatarle el balón en un ataque y utilizar el saque de portería para iniciar un contraataque. Parador de cañoneros como Cabinho, Hugo Sánchez, Juan José Muñante, Carlos Reinoso y Ricardo Ferretti; el arco defendido por Marín era sinónimo de seguridad para sus compañeros. No obstante, el “Súper Hombre” resentía el castigo de los disparos. Durante una entrevista a los medios deportivos mexicanos reveló las consecuencias del atajar tantos “bombazos” al quitarse los guantes y dejar ver unas manos deformadas, aseverando: «Son pelotazos de la vida».[10]
Trayectoria deportiva
Inicios (1944-1958)
Creció trabajando en verdulerías de su barrio, al tiempo de desarrollar ese amor inédito que tienen los porteros hacia una posición que no cuenta con la gloria del gol y que sólo tiene la pelota de vez en cuando durante los partidos, teniendo como ejemplo a seguir a el mítico arquero Amadeo Carrizo. Uno de sus jefes en el trabajo lo llevó a una prueba a Buenos Aires, específicamente con el equipo de Vélez Sarsfield. A pesar de recibir ocho goles, el histórico entrenador Victorio Spinetto decidió aceptarlo con “El Fortín” a los 14 años.[11]
Primeros pasos en tierras velezanas (1958-1964)
Su paso por las inferiores del equipo no pasaba inadvertido y sus condiciones naturales para el puesto eran comentario obligado de aquellos que seguían el fútbol amateur de la institución. Esas condiciones las fue trabajando a destajo, pues ni bien llegó a Buenos Aires no aceptó tener un empleo de medio día al margen del entrenamiento diario que tenían los jugadores de inferiores del Vélez en ese tiempo. Manifestando que él había llegado al club para jugar y no para laburar, se dedicó a entrenar el físico y la técnica dos veces al día, lo cual le ayudaría notablemente al momento de llegar al primer equipo de la institución.
Consolidación y el sabor de la primera vez (1964-1968)
Con tan solo 19 años, le llegó la oportunidad para debutar en Primera División. Una lesión de Rogelio Domínguez, quien fuera destacado guardameta del Real Madrid, permitió que el técnico Juan José Ferraro le diera la titularidad. Fue el 9 de agosto de 1964, en un triunfo sobre Huracán por 3-2 y con un muy buen desempeño de “El Gato”, pues luego de recibir gol apenas a los 7 minutos de juego, anotado por Alberto Rendo, no sintió los nervios del debut y atajó bastante bien, de hecho el otro tanto se lo marcaron recién a los 42 minutos del complemento de penal, cuando su equipo ya tenía el triunfo en el bolsillo. Gracias a la lesión del veterano titular, Marín pudo jugar en 9 de los 30 encuentros de ese torneo de 1964, en el que Vélez terminó en el 8º puesto entre 16 participantes.[12][13]
En 1965, pese a que continuó la competencia con Domínguez, las cosas mejoraron tanto para Marín como para la institución, que obtuvo un excelente 3º puesto.[14][15] En este campeonato Miguel, pese a comenzar como suplente, a partir de la doceava fecha se consolidó como titular y tuvo muy buenas actuaciones en los 23 partidos que le tocó disputar. Para 1966, Domínguez emigró al fútbol del Uruguay y no hubo nadie que pudiera hacerle sombra a Marín, pues disputó 35 de los 38 encuentros de dicho certamen. En esa temporada, Vélez y Marín confirmaron que lo del año anterior no había sido casualidad, culminando el equipo en el 5º puesto entre 20 contendientes.[16][17] Miguel se adueñó del arco con autoridad y apoyado en innegables aptitudes: era seguro, plástico y eficaz para custodiar la valla, con inteligencia e intuición para lograr casi siempre una correcta ubicación y sobre todo, sus piernas tenían una terrible potencia, lo que le permitía realizar acrobáticos y estéticos vuelos de palo a palo, como si de un felino se tratase; de ahí a que la prensa le encontrara el apodo que lo acompañó durante el resto de su carrera, habría un paso nada más. Se ganó el cariño y respeto de la gente, pero ese éxito le haría resignar sus nombres de pila y convertirse en “El Gato” para siempre.
En Metropolitano 1967, Marín contribuyó a otra gran temporada del Vélez, jugó 21 de los 22 partidos de su equipo, el mismo fue 3º en la Zona “A” y quedó a un paso de jugar las semifinales por el título, siendo postergado solamente por Racing y Estudiantes, los dos que terminaron jugando la final. Mientras que en el Nacional, jugado con el sistema de todos contra todos a una vuelta, el equipo terminó tercero entre 16 participantes, con Marín alternando la titularidad con Carlos Caballero.[18]
En 1968, el año en el cual Vélez escribió la gloriosa historia de su primer título en el fútbol grande, fue una de las máximas figuras y destacado protagonista. Ese Torneo Nacional tuvo un final infartante. Racing, River y Vélez terminaron igualados en lo más alto de la tabla con 22 puntos y la definición llegó por medio de un triangular. Empataron a unos con River en el partido donde se dio un evento histórico para el futbol argentino, conocido como la “Mano de Gallo”. A 10 minutos del final del partido, Jorge Recio remataba para dejar parado a Marín, pero justo antes de que entrara la bola el lateral Luis Gregorio Gallo se lanzó con la mano izquierda para desviar la pelota. Y es que una semana después los velezanos visitaban el Gasómetro de Racing y se llevaban una victoria por 4-2, con lo que conseguían su primer título de la Primera División Argentina. Miguel Marín levantaba así su primer trofeo liguero aquel inolvidable 29 de diciembre. Ese año se cerró para él con 27 presencias entre Metropolitano y Nacional (14 y 13 respectivamente).[19][20][21][22]
Últimas temporadas en Argentina (1969-1971)
Ya en 1969 Vélez no pudo repetir tan buen rendimiento. Marín atajó en 19 de los 22 partidos del Metropolitano, en el que “El Fortín” volvió a quedar 3º en su grupo y quedó ahí de las semifinales, mientras que ya en el Nacional resignó el protagonismo por primera vez, atajando sólo en 5 de los 17 encuentros de un certamen que vio a los de Liniers culminar en el 6º lugar entre 18 participantes.[23] En el Metropolitano 1970, recuperó la titularidad con 16 presencias en 21 fechas, algo que mantuvo en el Nacional; de hecho, allí tuvo asistencia perfecta y jugó los 20 encuentros de un campeonato, en el que Vélez fue 3º y otra vez quedó a un pasito de las semifinales, sólo postergado por Boca y Central, que a la postre fueron campeón y subcampeón respectivamente.[24] En ese año el equipo participó por primera vez de la Copa Argentina, en dicho concurso eliminó sucesivamente a Instituto, Chacarita, Racing y llegó a la final junto con San Lorenzo, el encuentro decisivo se disputó el 3 de marzo de 1971, en el estadio de Atlanta, el cual terminó con el marcador empatado a dos. Se debió jugar un desempate, el cual nunca se realizó y el torneo se declaró desierto.[25]
Pudo repetir el campeonato en el Metropolitano 1971, ya afianzado como un gran pilar de “El Fortín” a lado del cañonero Carlos Bianchi con sus 36 goles, pero luego de una gran racha de victorias, perdieron en las últimas dos jornadas contra Racing y Huracán, por lo que el Independiente se llevó un inesperado campeonato.[26] Todavía participó algunos partidos del Nacional 1971, pero en diciembre un directivo mexicano llamado Guillermo Álvarez Macías arribaba a Buenos Aires con la intención de comprar a Bianchi.
Llegada a México y tricampeonato (1971-1974)
Guillermo Álvarez Macías, director general del Cruz Azul de México en aquella época, fue a Argentina en busca de un delantero. El plan original era traer a Carlos Bianchi, pero por un tema reglamentario les fue imposible adquirir la ficha del goleador, pues tenía 22 años y en aquel tiempo los jugadores Sub-23 no se podían vender al extranjero. Los mexicanos quisieron que el viaje valiera la pena habiendo contratado al menos un guardameta de primer nivel. y en parte gracias al buen ojo de Panchito Hernández, reclutador del América, fue que Marín terminó llegando al equipo por USD 30 000.[27]
El cordobés fue presentado en diciembre de 1971 en su nueva institución. Prácticamente bajaba del avión y ya se ponía los guantes, su debut fue el 26 de ese mes y se dio con el pie derecho, ya que contribuyó al triunfo de los de camiseta azul sobre las Chivas de Guadalajara, pudiendo mantener invicto su arco. De hecho, su primera temporada en México no pudo terminar mejor para él, ya que el Cruz Azul se consagró campeón de la temporada 1971/72 con un 4-1 ante el Club América, en lo que para muchos dio origen al “Clásico Joven”.[28][29] Su campeonato les calificaba a la Copa de Campeones de la CONCACAF, en donde se decidía al ganador en un torneo por puntos. Cruz Azul y el Alajuelense de Costa Rica empataban en la cima con 8 puntos y se jugaba un partido de desempate en el Azteca, en donde los cementeros apabullaron a los Ticos con un contundente 5 por 1. Con ello se convertían en tricampeones del área.
Para finales de 1972, Cruz Azul viajaba a Argentina a jugar algunos amistosos y entre nostalgias del portero y su esposa, se rumoraba con el retorno del “Gato” a jugar en su país. Sin embargo, la oferta económica del San Lorenzo no era suficiente ni para el club ni para el jugador y Marín decidía quedarse. Pero ese fue solamente el comienzo de una década maravillosa que le tocó vivir en México, tanto a nivel individual como colectivo, en lo que fueron los años más gloriosos del club “Cementero”, consolidando su posición entre los más importantes de aquel país. A pesar de arribar a media temporada, inmediatamente se adueñó del puesto titular y enseguida comenzó a llamar la atención de los aficionados azules que venían de un par de campeonatos.
Marín representó la seguridad en la que descansaron los equipos que retuvieron el título en las temporadas 1972/73 y 1973/74, en las que él en particular mostró un nivel fenomenal. Atajador ya experimentado, era una luz abajo de los tres palos pero también dominaba el área grande sin mayores problemas.[30][31] Además, gracias a su fuerza de brazos podía meter un saque hasta mitad de cancha tranquilamente, dando así inicio muchas veces a los contragolpes de su equipo. Tras perder la Copa México 1973/74 ante el América y coronarse campeón de liga, disputó el Campeón de Campeones ante los azulcremas a partido único en Estadio Azteca, en el que el Cruz Azul se impuso 2-1, obteniendo así su quinto título con los cementeros.
De Gato a Superman (1974-1978)
Tan bien andaba José Miguel, que un día dejó de ser el “Gato” para pasar a ser denominado “Superman”. El mítico comentarista y locutor Ángel Fernández, quien maravillado por las voladas del argentino, domingo tras domingo empezó a utilizar ese apodo, el cual al poco tiempo prendió en el ambiente futbolero mexicano, acompañándolo hasta el momento de su muerte y más allá también. Era común escuchar su narración con una frase muy hecha para su gran amigo: «Y me pongo de pie ante el Superman Miguel Marín».[32]
Se iniciaba la etapa épica del club y, a la vez, la leyenda del arquero. La brillante trayectoria de Marín lo colocaría en una posición inigualable dentro de las estadísticas, con un número mínimo de goles en contra que lo convertían en el guardameta más eficaz de la historia del fútbol mexicano. La sencillez, el carisma y sus enormes dotes de líder lo convirtieron en ídolo de los niños mexicanos de aquellos años. El gran sentido de disciplina y camaradería se hacían patentes en el plantel a través de su persona.
Autogol de antología
Cuando ya llevaba un lustro siendo uno de los más destacados jugadores del país, en 1976 cometió un error muy grosero y se hizo un gol en contra que dio la vuelta al mundo. El 23 de mayo de ese año, en un duelo contra el Atlante que terminó 1-1; tras atajar un disparo, quiso salir jugando con las manos pero se arrepintió a último momento, perdió el control y como ya había impulsado su brazo con muchísima fuerza, al retraerlo no pudo evitar desprenderse de la pelota, anotando un gol que quedaría registrado como uno de los más raros e insólitos de la historia del fútbol mundial.[33] Para otro arquero, semejante burrada hubiera sido quizás el principio del fin. Pero para Marín, quien ya llevaba tantos años maravillando a los mexicanos con su espectacularidad y solvencia, fue apenas una anécdota: «Vi a “Nacho” Flores para salir jugando desde abajo, pero cuando iba a enviarle el balón lo marcó un delantero y decidí no mandársela, y como ya llevaba el impulso se me escurrió y fue a parar a la red». Claro que seguramente para eso influyó el hecho de que ese gol se lo hizo en un partido de temporada regular y no de etapas definitorias, pero la gran mayoría lo tomó como una muestra de que ese tipo que tantas veces había parecido invulnerable, era al fin y al cabo un ser humano que también se podía equivocar.
Bicampeonato y un triste retiro (1978-1981)
En una muestra de gran vigencia, luego del triplete obtenido en sus primeros años en México, a los que hay que agregar en el plano internacional la Liga de Campeones de CONCACAF 1971 y el Campeón de Campeones 1973/74, Marín volvería a ser campeón con el conjunto “Cementero” a fines de los 70´s, ya cuando empezaba a transitar el tramo final de su carrera: ganó las ligas de las temporadas 1978/79 y 1979/80, siempre como pieza clave de su equipo y convertido en una verdadera leyenda del fútbol mexicano. La primera frente a los Pumas de Cabinho y Hugo Sánchez, un marcador de dos a cero que entregaba a la institución el sexto título en un periodo de 10 años.[34][35] El mejor equipo de la década de los setenta, al que todavía le sobraba gas para algo más.
Y es que para la temporada 1979/80, el Cruz Azul conseguiría el bicampeonato frente a los Tigres UANL de Tomás Boy que querían repetir la gloria de dos campañas atrás. En Nuevo León los locales tuvieron algunas buenas oportunidades, pero no atinaron a concretar. Cruz Azul desaprovechó un par y el Gato Marín sacó dos de las que ya tenía acostumbrada a su afición. El único gol del partido llegó con el pie derecho de Rodolfo Montoya de tiro libre. El Coloso de Santa Úrsula viviría un encuentro digno de la memoria futbolera, la última gran final de la década de los 70 que enfrentaría a dos equipos sumamente ofensivos y espectaculares. Sería también la última vez que Miguel Marín disputaría un partido por el título con su amado Cruz Azul. Después de un espectacular empate a tres en la vuelta, los azules conseguían su séptimo campeonato de liga, quinto de la mano de “Superman”.[36][37]
A comienzos de 1980 todo parecía estar perfecto en la vida de José Miguel, era un ícono en México y tenía una buena familia a su lado, pero un día llegó la mala. Pocos días después de un triunfo 1-0 ante el Atlante el 29 de noviembre de 1980, sintió los primeros avisos de un corazón enfermo. El 9 de diciembre, justo en la entrega de los Premios Citlali en donde era galardonado como el mejor portero y el mejor jugador de todo México, el argentino sufría un desmayo y un posterior paro cardiaco. En febrero de 1981 era operado en Houston y se le colocaba una vena de su pierna en el corazón, ese que le entregó a tanta gente y que ahora le traicionaba, condenándolo a un retiro inmediato, desastroso, demoledor.
Homenaje a Miguel Marín
La directiva del Cruz Azul no pudo hacer menos que un adecuado homenaje al mejor portero de toda su historia, incluso su mejor jugador. Como una manera de cerrar el círculo, el “Gato” se despidió del fútbol el 6 de junio de 1981, en un partido que su equipo jugó ante las Chivas de Guadalajara, aquel primer rival al que había enfrentado 10 años antes en su debut mexicano. Un Marín que ya llevaba seis meses parado apenas pudo jugar unos segundos, más que nada para despedirse desde el césped de esa gente que lo amaba y para entregarle su ya tradicional buzo a rayas horizontales azules, blancas y negras a Ricardo Ferrero, un compatriota que llegaba desde Rosario Central a reemplazarlo, pero que ni cerca estuvo de poder emular sus actuaciones.
Tras jugar 319 encuentros en el arco del Cruz Azul, recibiendo solamente 298 goles, ese equipo con el que logró una enorme identificación, habiendo ganado 5 torneos locales, una Liga de Campeones a nivel continental y el Campeón de Campeones de México, el José Miguel Marín futbolista ya había quedado en el pasado. Era tiempo para él de comenzar una nueva etapa.
Entrenador y un pronto adiós
Casi un año y medio después de su retiro como futbolista, la directiva del Cruz Azul le ofreció ser director técnico del primer equipo del club. Sin embargo, el 26 de diciembre de 1982 su carrera, que apenas tenía 5 partidos, se vio parcialmente truncada a causa de una agresión contra el juez Jesús Mercado, a quien le dio un cabezazo en el duelo ante Puebla; algo llamativo en un tipo que tan buena conducta había tenido durante una década en las canchas mexicanas. Este episodio le costó una sanción de un año y el despido de La Máquina.[38]
En ese plazo, le llegó una oferta del Coyotes Neza para ser entrenador, estuvo dos temporadas con el equipo. Tras esa experiencia laboral lo fueron a buscar nuevamente del Cruz Azul, pero no para dirigir al plantel principal, sino para ocuparse de las categorías inferiores.
Tiempo después, fue entrenador de porteros en el Mundial de 1986. Por experiencia y por lo que significaba su nombre en México, Bora Milutinovic lo contrató como entrenador de porteros de la selección anfitriona, la cual llegó hasta los cuartos de final y solamente en los penales cayó derrotada ante Alemania Federal.[39]
Tras ese trabajo ayudó durante algún tiempo en el Toluca a Raúl Cárdenas, aquel técnico que pidió su contratación y fue clave en su arribo a México en 1971, para luego pasar a desempeñarse como colaborador del mejor amigo que le dio aquel país: Enrique Meza. Tan fuerte era la amistad que habían forjado en esa década del ´70 donde uno era amo y señor del arco y el otro su eterno suplente, que quien fuera apodado “Ojitos” por el propio Marín, le dio trabajo a su lado cuando más de una institución le cerraba la puerta al argentino por aquel rapto de locura vivido en 1982. Para inicios de los 90´s, Marín tuvo un breve paso por el Querétaro como entrenador y posteriormente como asesor deportivo, pero al no tener éxito presentó su renuncia.
Fallecimiento y polémica por negligencia
Pocos días después de haber dejado su cargo como entrenador de la Universidad de Querétaro, sufrió un infarto masivo: el 30 de diciembre de 1991 ingresó en el Hospital de Santa Cruz de Querétaro. La noticia se extendió como la pólvora, un duro golpe para el fútbol mexicano, “Superman” había muerto. El insuperable Miguel Marín. Sus rivales y compañeros acudieron a despedirse por última vez. Marín se convirtió en una leyenda que ha perdurado en el tiempo, y es un gigante en la historia del Cruz Azul y el fútbol mexicano. Sus restos descansan en el Cementerio de la Chacarita, en su país natal, Argentina.
Si bien 11 años después de la muerte de Marín, el senador y cardiólogo mexicano Elías Moreno Brizuela denunció negligencia médica en la muerte del ex-arquero, debido a que primero le diagnosticaron un problema en los bronquios sin darse cuenta de que su corazón estaba a punto de colapsar, eso jamás pudo probarse en sede judicial.[40]
Selección Argentina
Sólo un par de meses después de su estreno futbolístico fue convocado a la Selección Juvenil de Argentina que participaría en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, en donde no podrían pasar de la primera fase, sobre todo por la gran remontada del equipo local sobre la albiceleste. Sólo disputó cinco partidos como seleccionado nacional, entre 1967 y 1971. Pudo asistir al Mundial de 1970, pero Argentina fue eliminada a manos de Perú y Bolivia en las eliminatorias mundialistas. También se dice que tras el flojo mundial de Daniel Carnevali en el arco nacional, Vladislao Cap se arrepintió de no llevarlo a Alemania 1974, aunque es una anécdota incomprobable.
«En la mayor jugué y alterné hasta 1971, bajo las órdenes de Pizzutti. Y pese a ser quizás el preferido de Sívori para el Mundial del ´74, cuando él se fue tras las eliminatorias y llegó el “Polaco” Cap, me terminé quedando afuera del grupo que viajó a Alemania». Con esas palabras recordaba Marín, una vez retirado, lo que fue su etapa como jugador del seleccionado.
Clubes
Como jugador
Como entrenador
Club | País | Año |
---|---|---|
Cruz Azul | México | 1982 - 1983 |
Deportivo Neza | México | 1983 - 1985 |
Querétaro | México | 1990 - 1991 |
Como auxiliar técnico
Club | País | Año |
---|---|---|
Selección de México | México | 1986 |
Deportivo Toluca | México | 1987 - 1988 |
Palmarés
Campeonatos nacionales
Campeonatos internacionales
Título | Club | País | Edición |
---|---|---|---|
Copa Campeones CONCACAF | Cruz Azul | México | 1971 |
Distinciones individuales
Distinción | Año |
---|---|
Citlali al Mejor Portero de la Primera División de México | 1974/75 |
Citlali al Mejor Portero de la Primera División de México | 1978/79 |
Citlali al Mejor Portero de la Primera División de México | 1979/80 |
Citlali al Mejor Jugador de la Primera División de México | 1979/80 |
Salón de la Fama del Cruz Azul | 2005 |
Investido en el Salón de la Fama del Fútbol | 2011 |
Véase también
Referencias
- «RECORDANDO A MIGUEL MARÍN». cruzazulfc.com.mx. Consultado el 7 de junio de 2021.
- «Miguel 'El Gato' Marín, la leyenda continúa». El Universal. 24 de noviembre de 2020.
- «Superman Marín, la añoranza del Campeonísimo». Apuntes de Rabona. 22 de enero de 2021.
- «MIGUEL MARÍN, la razón por la que le seguimos diciendo grande al CRUZ AZUL». LeyFutMex. Consultado el 13 de febrero de 2021.
- «Homenaje a Miguel "El Gato" Marín». El Punto Semanal. 11 de noviembre de 2012.
- «¡Impiden a Corona usar suéter de Marín!». Fox Sports. 10 de noviembre de 2012.
- Tapia, Alejandro (30 de diciembre de 2020). «El día que falleció Miguel Marín». XEU Deportes. Consultado el 30 de diciembre de 2020.
- García Salguero, Raúl (8 de noviembre de 2011). «Histórica Ceremonia de Investidura en el Salón de la Fama del Futbol en Pachuca». AIPS América.
- «Los mexicanos que nos dio EL MUNDO». Nación Multicultural =. Consultado el 14 de octubre de 2020.
- «El “Gato” que se convirtió en “Superman”». infobae =. 3 de abril de 2021.
- «Grandes arqueros argentinos: José Miguel Marín». La Refundación. 21 de septiembre de 2017. Consultado el 5 de junio de 2021.
- Rao, Osvaldo y Mariano (2010). Centenario Velezano, La historia del Club Atlético Vélez Sarsfield. Buenos Aires: Impreso Gráfico. pp. 118 y 119. ISBN 978-987-26102-0-3.
- «Argentina 1964». RSSSF. Consultado el 10 de abril de 2015.
- Rao, Osvaldo y Mariano (2010). Centenario Velezano, La historia del Club Atlético Vélez Sarsfield. Buenos Aires: Impreso Gráfico. pp. 120 y 121. ISBN 978-987-26102-0-3.
- «Argentina 1965». RSSSF. Consultado el 10 de abril de 2015.
- Rao, Osvaldo y Mariano (2010). Centenario Velezano, La historia del Club Atlético Vélez Sarsfield. Buenos Aires: Impreso Gráfico. pp. 122 y 123. ISBN 978-987-26102-0-3.
- «Argentina 1966». RSSSF. Consultado el 10 de abril de 2015.
- Rao, Osvaldo y Mariano (2010). Centenario Velezano, La historia del Club Atlético Vélez Sarsfield. Buenos Aires: Impreso Gráfico. pp. 124 y 125. ISBN 978-987-26102-0-3.
- Rao, Osvaldo y Mariano (2010). Centenario Velezano, La historia del Club Atlético Vélez Sarsfield. Buenos Aires: Impreso Gráfico. pp. 130 y 131. ISBN 978-987-26102-0-3.
- «Fútbol argentino en 1968». RSSSF.
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- «Argentina 1969». RSSSF. Consultado el 10 de abril de 2015.
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- «JOSÉ MIGUEL MARÍN, UN ARQUERAZO». La Refundación. 14 de mayo de 2019. Consultado el 13 de mayo de 2021.
- «Mexico 1971/72». RSSSF. Consultado el 22 de enero de 2021.
- «¿Quiénes jugaban en el Cruz Azul de la temporada 1971-1972?». AS México. 19 de marzo de 2021.
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- «Mexico 1973/74». RSSSF. Consultado el 22 de enero de 2021.
- «Ángel Fernández, maestro de la imaginación».
- «El autogol de un porterazo, Miguel Marín».
- «Mexico 1978/79». RSSSF. Consultado el 22 de enero de 2021.
- «Final de 1978-79, éxtasis de La Máquina contra Pumas». Récord. 16 de septiembre de 2015.
- «Mexico 1979/80». RSSSF. Consultado el 22 de enero de 2021.
- «Cruz Azul se impuso a Tigres en una final de época». Récord. 24 de noviembre de 2020.
- «20 años sin “Supermán”». El Universal. 30 de diciembre de 2011.
- «Se cumplen 29 años de la muerte de Miguel Marín». El Siglo de Durango. 31 de diciembre de 2020.
- «Miguel Marín, la sombra de la negligencia médica». Proceso. 11 de febrero de 2004. Consultado el 21 de diciembre de 2020.
Enlaces externos
- Sitio oficial del Cruz Azul
- Sitio oficial del Club Atlético Vélez Sarsfield