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La mujer en las letras de tango

La mujer en las letras de tango apareció desde las primeras obras y continuó haciéndolo a lo largo del tiempo convirtiéndose en un personaje ineludible en cuanto se refiere a ese mundo mítico construido alrededor de este género musical. Su figura, tal como aparece en las representaciones predominantes en cada momento, no se ha mantenido siempre igual sino que ha ido variando a lo largo del tiempo acompañando a una sociedad que también ha ido cambiando.

En muchos casos para la referencia a la mujer el letrista ha utilizado términos lunfardos tales como mina -el más genérico y aceptado ya por la Academia de la Lengua[1][2]​pero también hay otros vocablos o derivaciones equivalentes como grela, naifa, papa, percanta, minerva, papirusa, jermu y papusa, si bien no siempre la significación es idéntica.[3]​ Dice un verso del poeta Felipe H. Fernández (Yacaré):

Yo a la mina le bato paica,feba, catriela,
percanta, cosa, piba,budín o percantina,

Chata, bestia, garaba, peor es nada o fémina

Cusifai, adorada, chiruza, nami o grela. [4]

Mundo mítico

Dice Jorge Luis Borges en un poema referido al tango:

”:Esa ráfaga, el tango, esa diablura,
los atareados años desafía;
hecho de polvo y tiempo, el hombre dura
menos que la liviana melodía,
que sólo es tiempo. El tango crea un turbio
pasado irreal que de algún modo es cierto,
un recuerdo imposible de haber muerto
peleando, en una esquina del suburbio.[5]

Los agrupamientos de tangos nunca podrán contener la totalidad de los ejemplos posibles y siempre habrá un tango o parte de él que contradiga las regularidades significantes en las obras que gozaron de mayor popularidad. [6]

Décadas de 1900 y 1910

Irene López seleccionó tres tangos –con autores masculinos pero para ser cantados por mujeres- como “representaciones fundacionales” de la figura femenina en el tango en las dos primeras décadas del siglo XX. El primero es La morocha (1905) de Ángel Villoldo y Enrique Saborido, en el cual la narradora se describe como, “la más agraciada”, indica que realiza sus tareas “con dulce acento” y “tierna pasión”; además, es la “gentil compañera” que “no siente pesares y “alegre pasa la vida…para su dueño”. La mujer agrega que con “dulce emoción” le canta “al pampero, a mi patria amada y a mi fiel amor”. Este último es descrito como el “paisano”, “mi dueño”, “noble gaucho porteño”, “criollito noble y valiente”.

Opina Irene López que

”los valores que se desprenden son los de la mujer como fiel compañera que ama tanto a “su dueño” como a la patria y cuya felicidad es posible, en gran medida, gracias a las cualidades que marcan su conducta en la vida: dulzura, ternura, pasión, generosidad, sencillez, gentileza; virtudes todas ellas al servicio del hombre y de la patria.”

Diez años después Vicente Greco creó La milonguera (1915), el segundo tango representativo elegido por Irene López. En primera persona, la narradora se presenta en los primeros versos destacando su destreza en el baile “Soy milonguera, me gusta el tango, y en los bailongos me sé lucir”. En tono festivo, exultante, muestra orgullo por su destreza y por el placer que le provoca el baile.

Ese tono cambia diametralmente en el tango casi contemporáneo del anterior Maldito tango (1916) de Luis Roldán y Osmán Pérez Freire, tercer representativo elegido por López. Aquí la decente y humilde protagonista es llevada por el tango al consumo de drogas, la prostitución y la decadencia. En este tango no solo aparece ese tono moralizante que será frecuente en adelante sino que también habla sin disimulo de la vinculación entre el mundo de la prostitución y las drogas. Cabe aclarar que cuando en 1944 Libertad Lamarque grabó esta obra, debido a la censura los versos en los que se alude a la cocaína y el ajenjo fueron reemplazados.

Décadas de 1920 y 1930

Por su parte Carlos Mina afirma que hasta mediados de la década de 1930 casi no existían en el tango mujeres que no pertenecieran a una de las dos categorías: las madres o las milonguitas, las mujeres de los lugares bailables. [7]​ Esto era consecuencia de una visión masculina que implicaba una doble moral: en el hogar, la mujer decente cuyo arquetipo era la madre y fuera de ella, la mujer liberada, tal vez encuadrada en una prostitución por entonces permitida, pero ligado a un goce más desinhibido descripto como “vicio” por los mismos narradores.[8][9]

No es un invento del tango la figura de la “madre” como símbolo de vida, amparo, bondad y protección, pero en las letras de tango esa figura aparece ligada al hogar, al barrio[10]​y, por extensión, a la infancia perdida, a la evocación de un pasado sereno. [11]​ Hasta aproximadamente 1935 la gran mayoría de los letristas dividía a la ciudad en dos sectores infranqueables: el suburbio, paraíso perdido, y el centro, antro de perdición. [12]​La visión compartida por casi todos ellos es la de un futuro nefasto para las mujeres de cabaré, que una vez perdidos los atributos de juventud, salud, belleza y buena indumentaria perderán el favor de los bacanes –augurios basados en la realidad del efecto inexorable de la bebida, las enfermedades y el mero paso del tiempo. [13]​Esa visión se refiere a la mujer no solo como objeto sexual sino que también se le recuerda constantemente su desubicación de clase ya que abandonó el barrio persiguiendo el trato abacanado.[13]

Un grupo de autores encabezado por Samuel Linning y su Milonguita (1920) -“los hombres te han hecho mal”- acusa que los responsables de la “caída” de la mujer son los hombres, en especial el bacán, el magnate, el niño bien; con el mismo espíritu está De mi barrio, de Enrique Cadícamo y Mano cruel de Armando Tagini. [13]​. En la acera opuesta, que podemos considerar la del realismo narrativo, están quienes sin desconocer la culpa masculina ven el camino de la milonguera como una elección de vida. Así Pascual Contursi en Flor de fango le dice a la protagonista “los amigos te engrupieron y esos mismos te perdieron” pero también “te entregastes a las farras…te gustaban las alhajas, los vestidos a la moda…” [14]​y, con mayor acritud, Celedonio Flores increpa a Margot: “Son macanas, no fue un guapo haragán y prepotente ni un cafisho veterano el que al vicio te largó, vos rodaste por tu culpa y no fue inocentemente ¡berretines de bacana que tenías en la mente!...” [14]

Entre 1929 y 1935 comenzó una transición en la que aparecieron personajes femeninos más acordes con la imagen de la poesía amatoria universal: De todo te olvidas, de Enrique Cadícamo, Misa de once, de Tagini, La uruguayita Lucía, de López Barreto, La viajera perdida de Blomberg, Mi Buenos Aires querido y El día que me quieras de Alfredo Le Pera.[15]

Desde la década de 1940 en adelante

Desde la década de 1940 prácticamente desaparecieron las referencias a la madre en las letras de tango. [15]​Los poetas comenzaron a reflejar otro sector de la sociedad: la clase media. Los cotorros y bulines ya no se usan como escenario ni como protagonistas. Paulatinamente, el duelo del abandono ya no se ve como una afrenta a la integridad masculina sino como un desencuentro entre dos amantes sin que generalmente importe la responsabilidad, si la hay, de la ruptura. La percanta, la mina, la milonguera, deja paso a la mujer querida y el bacán, el malevo, el gil, el garabo, el mishé, al hombre. [16]​ Ya no hay mujeres engañadas, arrastradas por el fango, o presas de una soltería no querida. Hay una actitud menos extremista frente a las relaciones amorosas y a sus protagonistas; ya no hay ángeles o demonios, mujeres libres o esclavas, puras o perdidas. El destino –o sea las razones imponderables- incide en las relaciones con una fuerza y frecuencia antes desconocida.[16]

Notas

  1. La voz Mina en el RAE. El diccionario le asigna a mina como acepción n° 11 la de “mujer” en Argentina, Bolivia y Uruguay. Acceso 9 de enero de 2016
  2. José Gobello cita una cuarteta que aparece en el artículo Los Beduinos Urbanos de Benigno B. Lugones publicado en La Nación el 17 de marzo de 1879, uno de los primeros trabajos sobre lunfardo que se conocen:
    ”Estando en el bolín polizando
    Se presentó el mayorengo
    A portarlo encana vengo
    Su mina lo ha delatado”
    . José Gobello: Lunfardía. Introducción al estudio del lenguaje porteño pág. 16. Ed. Argos. Buenos Aires 1953
  3. Teruggi, 1978, pp. 71, 152, 196 y 220.
  4. Teruggi, 1978, p. 220.
  5. Franco-Lao, Meri (1977). Tiempo de tango. América Norildis Editores SAICFI y A. p. 234. 
  6. Mina,, p. 17.
  7. Mina, 2007, p. 80.
  8. Mina, Carlos (2007). Tango. La mezcla milagrosa (1917-1956). Buenos Aires. La Nación y Sudamericana. p. 81. ISBN 978-950-07-2814-0. 
  9. Ulloa, 1982, p. 38.
  10. Ulloa, 1982, p. 50.
  11. Ulloa, 1982, p. 53.
  12. Ulloa, 1982, p. 30.
  13. Ulloa, 1982, p. 37.
  14. Ulloa, 1982, p. 40.
  15. Mina, 2007, pp. 87/88.
  16. Ulloa, 1982, p. 83.

Referencias

  • Ulloa, Noemí (1982). Tango, rebelión y nostalgia. Buenos Aires.: Centro Editor de América Latina. ISBN 950-25-0632-4. 
  • Teruggi, , Mario E. (1978). Panorama del lunfardo (2* edición). Buenos Aires. Editorial Sudamericana S.A. pp. 71, 196 y 277. 
  • Gobello, José (1953). Lunfardía. Introducción al estudio del lenguaje porteño. Buenos Aires. Ed. Argos. p. 15, 18 y 22. 
  • López, Irene. «Morochas, milongueras y percantas. Representaciones de la mujer en las letras de tango». Consultado el 24 de diciembre de 2015. 


  •   Datos: Q24937550

mujer, letras, tango, apareció, desde, primeras, obras, continuó, haciéndolo, largo, tiempo, convirtiéndose, personaje, ineludible, cuanto, refiere, mundo, mítico, construido, alrededor, este, género, musical, figura, como, aparece, representaciones, predomina. La mujer en las letras de tango aparecio desde las primeras obras y continuo haciendolo a lo largo del tiempo convirtiendose en un personaje ineludible en cuanto se refiere a ese mundo mitico construido alrededor de este genero musical Su figura tal como aparece en las representaciones predominantes en cada momento no se ha mantenido siempre igual sino que ha ido variando a lo largo del tiempo acompanando a una sociedad que tambien ha ido cambiando En muchos casos para la referencia a la mujer el letrista ha utilizado terminos lunfardos tales como mina el mas generico y aceptado ya por la Academia de la Lengua 1 2 pero tambien hay otros vocablos o derivaciones equivalentes como grela naifa papa percanta minerva papirusa jermu y papusa si bien no siempre la significacion es identica 3 Dice un verso del poeta Felipe H Fernandez Yacare Yo a la mina le bato paica feba catriela percanta cosa piba budin o percantina Chata bestia garaba peor es nada o femina Cusifai adorada chiruza nami o grela 4 Indice 1 Mundo mitico 2 Decadas de 1900 y 1910 3 Decadas de 1920 y 1930 4 Desde la decada de 1940 en adelante 5 Notas 6 ReferenciasMundo mitico EditarDice Jorge Luis Borges en un poema referido al tango Esa rafaga el tango esa diablura los atareados anos desafia hecho de polvo y tiempo el hombre dura menos que la liviana melodia que solo es tiempo El tango crea un turbio pasado irreal que de algun modo es cierto un recuerdo imposible de haber muerto peleando en una esquina del suburbio 5 Los agrupamientos de tangos nunca podran contener la totalidad de los ejemplos posibles y siempre habra un tango o parte de el que contradiga las regularidades significantes en las obras que gozaron de mayor popularidad 6 Decadas de 1900 y 1910 EditarIrene Lopez selecciono tres tangos con autores masculinos pero para ser cantados por mujeres como representaciones fundacionales de la figura femenina en el tango en las dos primeras decadas del siglo XX El primero es La morocha 1905 de Angel Villoldo y Enrique Saborido en el cual la narradora se describe como la mas agraciada indica que realiza sus tareas con dulce acento y tierna pasion ademas es la gentil companera que no siente pesares y alegre pasa la vida para su dueno La mujer agrega que con dulce emocion le canta al pampero a mi patria amada y a mi fiel amor Este ultimo es descrito como el paisano mi dueno noble gaucho porteno criollito noble y valiente Opina Irene Lopez que los valores que se desprenden son los de la mujer como fiel companera que ama tanto a su dueno como a la patria y cuya felicidad es posible en gran medida gracias a las cualidades que marcan su conducta en la vida dulzura ternura pasion generosidad sencillez gentileza virtudes todas ellas al servicio del hombre y de la patria Diez anos despues Vicente Greco creo La milonguera 1915 el segundo tango representativo elegido por Irene Lopez En primera persona la narradora se presenta en los primeros versos destacando su destreza en el baile Soy milonguera me gusta el tango y en los bailongos me se lucir En tono festivo exultante muestra orgullo por su destreza y por el placer que le provoca el baile Ese tono cambia diametralmente en el tango casi contemporaneo del anterior Maldito tango 1916 de Luis Roldan y Osman Perez Freire tercer representativo elegido por Lopez Aqui la decente y humilde protagonista es llevada por el tango al consumo de drogas la prostitucion y la decadencia En este tango no solo aparece ese tono moralizante que sera frecuente en adelante sino que tambien habla sin disimulo de la vinculacion entre el mundo de la prostitucion y las drogas Cabe aclarar que cuando en 1944 Libertad Lamarque grabo esta obra debido a la censura los versos en los que se alude a la cocaina y el ajenjo fueron reemplazados Decadas de 1920 y 1930 EditarPor su parte Carlos Mina afirma que hasta mediados de la decada de 1930 casi no existian en el tango mujeres que no pertenecieran a una de las dos categorias las madres o las milonguitas las mujeres de los lugares bailables 7 Esto era consecuencia de una vision masculina que implicaba una doble moral en el hogar la mujer decente cuyo arquetipo era la madre y fuera de ella la mujer liberada tal vez encuadrada en una prostitucion por entonces permitida pero ligado a un goce mas desinhibido descripto como vicio por los mismos narradores 8 9 No es un invento del tango la figura de la madre como simbolo de vida amparo bondad y proteccion pero en las letras de tango esa figura aparece ligada al hogar al barrio 10 y por extension a la infancia perdida a la evocacion de un pasado sereno 11 Hasta aproximadamente 1935 la gran mayoria de los letristas dividia a la ciudad en dos sectores infranqueables el suburbio paraiso perdido y el centro antro de perdicion 12 La vision compartida por casi todos ellos es la de un futuro nefasto para las mujeres de cabare que una vez perdidos los atributos de juventud salud belleza y buena indumentaria perderan el favor de los bacanes augurios basados en la realidad del efecto inexorable de la bebida las enfermedades y el mero paso del tiempo 13 Esa vision se refiere a la mujer no solo como objeto sexual sino que tambien se le recuerda constantemente su desubicacion de clase ya que abandono el barrio persiguiendo el trato abacanado 13 Un grupo de autores encabezado por Samuel Linning y su Milonguita 1920 los hombres te han hecho mal acusa que los responsables de la caida de la mujer son los hombres en especial el bacan el magnate el nino bien con el mismo espiritu esta De mi barrio de Enrique Cadicamo y Mano cruel de Armando Tagini 13 En la acera opuesta que podemos considerar la del realismo narrativo estan quienes sin desconocer la culpa masculina ven el camino de la milonguera como una eleccion de vida Asi Pascual Contursi en Flor de fango le dice a la protagonista los amigos te engrupieron y esos mismos te perdieron pero tambien te entregastes a las farras te gustaban las alhajas los vestidos a la moda 14 y con mayor acritud Celedonio Flores increpa a Margot Son macanas no fue un guapo haragan y prepotente ni un cafisho veterano el que al vicio te largo vos rodaste por tu culpa y no fue inocentemente berretines de bacana que tenias en la mente 14 Entre 1929 y 1935 comenzo una transicion en la que aparecieron personajes femeninos mas acordes con la imagen de la poesia amatoria universal De todo te olvidas de Enrique Cadicamo Misa de once de Tagini La uruguayita Lucia de Lopez Barreto La viajera perdida de Blomberg Mi Buenos Aires querido y El dia que me quieras de Alfredo Le Pera 15 Desde la decada de 1940 en adelante EditarDesde la decada de 1940 practicamente desaparecieron las referencias a la madre en las letras de tango 15 Los poetas comenzaron a reflejar otro sector de la sociedad la clase media Los cotorros y bulines ya no se usan como escenario ni como protagonistas Paulatinamente el duelo del abandono ya no se ve como una afrenta a la integridad masculina sino como un desencuentro entre dos amantes sin que generalmente importe la responsabilidad si la hay de la ruptura La percanta la mina la milonguera deja paso a la mujer querida y el bacan el malevo el gil el garabo el mishe al hombre 16 Ya no hay mujeres enganadas arrastradas por el fango o presas de una solteria no querida Hay una actitud menos extremista frente a las relaciones amorosas y a sus protagonistas ya no hay angeles o demonios mujeres libres o esclavas puras o perdidas El destino o sea las razones imponderables incide en las relaciones con una fuerza y frecuencia antes desconocida 16 Notas Editar La voz Mina en el RAE El diccionario le asigna a mina como acepcion n 11 la de mujer en Argentina Bolivia y Uruguay Acceso 9 de enero de 2016 Jose Gobello cita una cuarteta que aparece en el articulo Los Beduinos Urbanos de Benigno B Lugones publicado en La Nacion el 17 de marzo de 1879 uno de los primeros trabajos sobre lunfardo que se conocen Estando en el bolin polizandoSe presento el mayorengoA portarlo encana vengoSu mina lo ha delatado Jose Gobello Lunfardia Introduccion al estudio del lenguaje porteno pag 16 Ed Argos Buenos Aires 1953 Teruggi 1978 pp 71 152 196 y 220 Teruggi 1978 p 220 Franco Lao Meri 1977 Tiempo de tango America Norildis Editores SAICFI y A p 234 Mina p 17 Mina 2007 p 80 Mina Carlos 2007 Tango La mezcla milagrosa 1917 1956 Buenos Aires La Nacion y Sudamericana p 81 ISBN 978 950 07 2814 0 Ulloa 1982 p 38 Ulloa 1982 p 50 Ulloa 1982 p 53 Ulloa 1982 p 30 a b c Ulloa 1982 p 37 a b Ulloa 1982 p 40 a b Mina 2007 pp 87 88 a b Ulloa 1982 p 83 Referencias EditarUlloa Noemi 1982 Tango rebelion y nostalgia Buenos Aires Centro Editor de America Latina ISBN 950 25 0632 4 Teruggi Mario E 1978 Panorama del lunfardo 2 edicion Buenos Aires Editorial Sudamericana S A pp 71 196 y 277 Gobello Jose 1953 Lunfardia Introduccion al estudio del lenguaje porteno Buenos Aires Ed Argos p 15 18 y 22 Lopez Irene Morochas milongueras y percantas Representaciones de la mujer en las letras de tango Consultado el 24 de diciembre de 2015 Datos Q24937550Obtenido de https es wikipedia org w index php title La mujer en las letras de tango amp oldid 132386603, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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