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Jornada del 10 de agosto de 1792

La jornada del 10 de agosto de 1792 fue una insurrección, durante la Revolución Francesa, que puso fin a la monarquía de Luis XVI, por lo que también es conocida como la «segunda revolución». El hecho principal fue el asalto del palacio de las Tullerías por los insurgentes, miembros de las secciones parisinas y de los sans-culottes de París, junto con las tropas «federadas». El rey buscó la protección de la Asamblea Legislativa, pero fue suspendido de sus funciones constitucionales y detenido junto con su familia. Al mismo tiempo se decidió convocar elecciones por sufragio universal para formar una Convención Nacional que asumiera todos los poderes del Estado y redactara una nueva Constitución. Cuando la Convención se reunió el 21 de septiembre proclamó la República francesa. Después Luis XVI fue sometido a juicio y condenado a muerte. Fue guillotinado en enero de 1793.

Toma de las Tullerías el 10 de agosto de 1792, por Jean Duplessis-Bertaux (1793, Museo del castillo de Versalles).

Antecedentes

Declaración de guerra al rey de Bohemia y Hungría

 
Palacio de las Tullerías, residencia de Luis XVI y de la familia real.

A principios de 1792 se va extendiendo la idea de que una guerra es el único medio para salvar la Revolución, porque permitirá expulsar de los estados fronterizos a los nobles «emigrados» dispuestos «a combatir a esos criminales perjuros e ingratos, salidos del infierno», que son los «patriotas». Algunos feuillants, singularmente el general Lafayette, creen que la guerra reforzará la posición del ejército. Pero son los girondinos los que más la apoyan porque defienden una «guerra revolucionaria» que permita alcanzar «la libertad universal».[1]

El 10 de marzo de 1792 algunos girondinos entran a formar parte del gobierno de Luis XVI, quien también está a favor de la guerra aunque por motivos opuestos. Pensaba que los ejércitos del Imperio austríaco y del reino de Prusia le devolverían su poder como monarca absoluto. Así, el 20 de abril se declaró la guerra al «rey de Bohemia y Hungría» (al sacro emperador germano Francisco II, sobrino de la esposa de Luis XVI, María Antonieta). Una de las pocas voces que se alzó en contra de la guerra fue la del jacobino Maximilien Robespierre.[2]

Cuando se inició la guerra se sucedieron las derrotas para los ejércitos franceses y se produjeron muchas deserciones de oficiales, la mayoría de ellos miembros de la nobleza.[3]​ Para hacer frente a esta difícil situación, la Asamblea Legislativa aprueba el 29 de mayo, a propuesta de los girondinos, que los miembros del clero refractario puedan ser deportados fuera del reino si veinte ciudadanos activos los denunciaban como «contrarrevolucionarios», y el 9 de junio el llamamiento a los guardias nacionales «federados» para que acudan a defender París. Pero el rey impone su veto a los dos decretos, haciendo uso de la prerrogativa que le otorga la Constitución de 1791, por lo que no entran en vigor.[4]

Jornada del 20 de junio de 1792

 
Entrada de los manifestantes en el palacio de las Tullerías el 20 de junio de 1792 (Pierre-Gabriel Berthault, hacia 1800), (Museo de la Revolución francesa).

Tres ministros girondinos, encabezados por Jean Marie Roland, escribieron el 10 de junio una carta abierta al rey —que al parecer fue escrita por Madame Roland— para que firmara los decretos y que se podía entender como una amenaza, especialmente cuando decía: «de darse una mayor demora, el pueblo, afligido, podría empezar a tener a su rey por amigo y cómplice de los conspiradores». La respuesta de Luis XVI fue destituir a los tres ministros girondinos y sustituirlos por tres feuillants.[5]

Mientras tanto las secciones de París se movilizan y piden que se les autorice a mantenerse reunidas de forma permanente y a armarse, y el Club de los Jacobinos, por su parte, envía circulares a sus comités de fuera de París en las que les piden que hagan campaña a favor de la abolición del veto real, además de ratificar su defensa del sufragio universal, frente al sufragio censitario acordado en la Constitución de 1791.[4]

 
Los manifestantes rodean a Luis XVI (grabado de 1796).

El 20 de junio, aniversario del juramento del juego de pelota pero también de la huida del rey, las secciones de París organizan una manifestación para exigir que el rey firme los dos decretos que ha vetado y que vuelva a llamar al gobierno a los girondinos.[4]​ Hacia las cuatro de la tarde una multitud de varios miles de personas armadas se congrega frente al palacio real de las Tullerías, logrando romper el cordón de miembros de la Guardia Nacional que lo protegía.[6]​ Una vez dentro, obligan al rey a ponerse el gorro frigio de los sans-culottes y a beber a la salud de la nación, pero Luis XVI no cede y mantiene su veto a los decretos —tampoco destituye al gobierno feuillant—.[4]

 
Caricatura de Luis XVI con el gorro frigio y bebiendo a la salud de la nación (1792).

En los días siguientes la Asamblea intenta recuperar el control, restringiendo el derecho de petición y asegurándose la obediencia de la guardia nacional. Estas medidas reciben el apoyo de treinta y tres departamentos, que proponen enviar a sus propios guardias nacionales para acabar con los sediciosos de París.[7]​ También en la capital se condena la invasión de las Tullerías como lo demuestra un escrito con veinte mil firmas presentado a la Asamblea.[2]

Por su parte, el general Lafayette vuelve a París el 28 de junio y exige a la Asamblea Legislativa que se tomen severas medidas contra los «facciosos». Pide también el cierre de los clubes políticos.[8]​ Mientras escuchaban a Lafayette, los diputados de la izquierda imaginan estar asistiendo al manifiesto preparatorio de un golpe de estado, si bien Lafayette no encontró los apoyos suficientes entre la Guardia Nacional, ni en el rey ni en la reina, que se oponían a la idea de la monarquía constitucional que Lafayette defendía.[9]

Desarrollo

Preparación de la insurrección y manifiesto de Brunswick

A pesar de que el decreto no había sido sancionado por el rey, los guardias nacionales «federados» fueron llegando a la capital para celebrar una nueva «Fiesta de la Federación» el 14 de julio y luego dirigirse al norte para defender París. Muchos de estos federados compartían las reivindicaciones de los sans-culottes y de los jacobinos de que se suspendiera en sus funciones al rey y que se convocara una nueva asamblea constituyente, elegida por sufragio universal (masculino).[8]

Mientras tanto, las derrotas del ejército en la frontera norte con los Países Bajos Austríacos continuaban, por lo que el 11 de julio de 1792 la Asamblea Legislativa declara que «la patria se encuentra en peligro». Tres días después se celebra la Fiesta de la Federación a la que, paradójicamente, asiste el propio rey, a pesar de que la reunión es ilegal porque él sigue sin firmar el decreto de convocatoria de la guardia nacional.[8]​ Un día antes, el Club de los Jacobinos había hecho público un violento manifiesto contra el rey en el que lo calificaba de «monarca pérfido».[10]

El 25 de julio la Asamblea Legislativa autoriza a las secciones de París a que se reúnan de forma permanente. Esa misma noche comienzan los preparativos para la insurrección, adoptándose la bandera roja como enseña —la bandera de la ley marcial según la ley de 21 de octubre de 1789—.[8]

El 3 de agosto se conoce en París el manifiesto con fecha de 25 de julio del duque de Brunswick —el general en jefe las tropas prusianas y austríacas que avanzaban hacia la frontera francesa desde Renania—, en el que amenaza a París con la destrucción «hasta los cimientos» si la familia real sufre alguna vejación.[11]​ El manifiesto decía:[12]

Los habitantes de las ciudades, burgos y pueblos que osen defenderse frente a las huestes de sus majestades imperial y real, así como disparar contra ellas... serían castigados de inmediato, con la severidad propia de la ley marcial, o verán demolidos o incendiados sus hogares. [...]
La ciudad de París y todos sus habitantes, sin distinción alguna, serán obligados a someterse, al punto y sin demora, al rey, a garantizar a este príncipe libertad plena y a responder por él, así como por toda persona del entorno real, de la inviolabilidad y el respeto a que obligan las leyes de la naturaleza y los hombres a los súbditos respecto de sus soberanos. [...] Sus majestades declaran... que si se toma por la fuerza el palacio de las Tullerías, se somete a vejación alguna o al menor acto de violencia, o se ultraja de forma mínima a sus majestades el monarca, la reina o el resto de la familia real; si no se garantizan de forma inmediata su seguridad, su conservación y su libertad, no dudarán en emprender una venganza ejemplar cuya memoria tardará en borrarse, destruyendo por lo militar la ciudad de París hasta los cimientos y ajusticiando a los rebeldes responsables de asesinato conforme a la pena que merecen.

Sin embargo, el manifiesto de Brunswick —redactado por un noble francés absolutista emigrado— consigue el efecto contrario que pretendía porque galvaniza a los «patriotas» en la defensa de la revolución. Así aumenta la presión de las secciones de París: todas menos una reclaman ahora la destitución del rey, además de la convocatoria de una asamblea constituyente elegida por sufragio universal. Y dan un plazo a la Asamblea para que cumpla con este programa.[13]​ La exigencia de las secciones de París se vio reforzada por la llegada a París de un batallón de guardias nacionales federados procedentes de Marsella. Estos marselleses trasladaron a la capital la «atmósfera de guerra casi civil» que ya se vivía en el sur, como lo demostraba la «Canción de guerra del Ejército del Rin», que pronto sería conocida por ello como «La Marsellesa». Según el historiador británico David Andress,[14]

se trata de una pieza de horror y desafío, de traición, sacrificio, victoria y libertad. Desde sus primeros versos (Vamos, hijos de la patria:/ha llegado el día de gloria) evoca un sentido del drama casi milenario. El resto de la primera estrofa resulta siniestro, y reviste una trascendencia terrible: «¡Contra nosotros se ha alzado / el sangriento estandarte de la tiranía! / ¿No oís, en los campos, / el bramar de esos fieros soldados? / Si van a vuestro encuentro / es para degollar a vuestros hijos y esposas...». Y a continuación, estalla el estribillo: «¡A las armas, ciudadanos! / ¡Formad vuestros batallones! / ¡Marchemos, marchemos, / para regar con su sucia sangre / los surcos de nuestra tierra!».
 
Luis XVI pasa revista a las tropas que defienden las Tullerías, junto con Augustin-Joseph de Mailly, mariscal de Francia.

Asalto a las Tullerías

 
Enfrentamiento entre los guardias suizos y los insurgentes (dibujo de Henri-Paul Motte, 1892).

El rumor que se extiende por París de que el rey va a dar un golpe de estado acelera los planes de la insurrección.[13]​ La iniciativa la tomaron los cordeliers, los cabecillas de los guardias nacionales federados y los dirigentes de las secciones parisinas donde predominaban los sans-culottes, que desde el 26 de julio habían formado una especie de comité que volvería a reunirse el 4 y el 9 de agosto. Este último día se decidió iniciar la insurrección, después de conocerse que la Asamblea Legislativa había rechazado la petición de las secciones del destronamiento del rey. El día 5, el embajador norteamericano Gouverneur Morris visitó a los reyes, y anotó: «nada digno de mención, salvo que se mantuvieron toda la noche en vela, en espera de ser asesinados».[15]

 
Pierre-Louis Roederer.

Al amanecer del día 10 de agosto se pusieron en marcha hacia las Tullerías dos columnas de guardias nacionales federados y de seccionarios sans-culottes. La primera provenía de la margen izquierda del Sena y la segunda, al mando del cervecero acomodado Antoine-Joseph Santerre, de las secciones del este de la capital. A esa hora ya estaba organizada la defensa del palacio real a cargo de unos 800 guardias suizos, a los que se habían sumado más de mil guardias nacionales leales a la Asamblea Legislativa y algunos cientos de voluntarios provenientes de la antigua Guardia Real. Hacia las seis de la mañana el rey Luis XVI les pasó revista, después de haber dormido apenas, pero tuvo que volver rápidamente al palacio ante avance de los insurgentes. Las fuerzas leales parecían suficientes para hacer frente a los tres mil hombres que sumaban las dos columnas de insurgentes, pero la detención de su jefe, el marqués de Mandat a las siete de la mañana por la Comuna insurrecta proclamada por los rebeldes, les privó de un mando unificado, lo que resultaría fatal. Más decisiva aún resultó la decisión del rey de seguir el consejo del diputado Pierre-Louis Roederer de abandonar las Tullerías junto con su familia para acogerse a la protección de la Asamblea Legislativa, siendo escoltados en su camino a pie hacia las 8:30 horas por unos cuatrocientos cincuenta defensores de las Tullerías, reduciendo así las fuerzas que defendían el palacio real.[16]

Los guardias suizos y los voluntarios que defendían las Tullerías se negaron a rendirse a pesar de que su jefe estaba detenido y el rey y la familia real ya no estaban en el palacio, por lo que se inició el combate. Los guardias suizos abatieron a varios centenares de rebeldes, pero recibieron la orden del rey de abandonar la defensa. Cuando intentaron huir a través de los jardines fueron acribillados por las fuerzas insurgentes —los heridos fueron rematados con bayonetas y picas—, y sólo unos ciento cincuenta lograron llegar a la Asamblea. Cuando los insurgentes entraron en el palacio asesinaron a los miembros de la servidumbre, al considerarlos «traidores», y luego cortaron algunas cabezas de los cadáveres y las exhibieron clavadas en sus picas.[17]

Suspensión y detención del rey

 
Detención de Luis XVI.

El rey y la familia real cuando llegaron a la sala donde se reunía la Asamblea Legislativa, habían sido acomodados en la tribuna destinada a los periodistas.[18]​ Cuando se conoció la victoria de los insurgentes el diputado girondino Vergniaud, presionado por los diputados más radicales, propuso que se suspendieran las funciones constitucionales del rey y que se convocaran elecciones por sufragio universal para una Convención Nacional. La media fue aprobada —en aquel momento los diputados monárquicos y la mayoría de los feuillants ya habían abandonado la asamblea—. Como gobierno transitorio y de acuerdo con la Comuna insurgente se constituyó un Consejo Ejecutivo Provisional, formado por los antiguos ministros girondinos y el cordelier Georges Danton, que ocupó la cartera de Justicia. También se formó, asimismo por exigencia de la Comuna insurrecta, un «tribunal extraordinario» que sería el encargado de juzgar los crímenes de la corte.[19]

 
Luis XVI en la prisión del Temple, óleo de Jean-François Garneray.

El rey, la reina y sus hijos y la hermana del monarca fueron encarcelados en la Torre del Temple. Por un decreto de la Asamblea podrían tener servidumbre y otras comodidades relativas como disponer de libros o poder dar pequeños paseos. Los guardias que los custodiaron fueron sans-cullottes de la Comuna, que tenían prohibido ejercer ningún tipo de violencia ni contra el rey ni contra su familia, pero que «solían bromear en términos poco halagüeños acerca de la suerte que le esperaba [al rey], pues todos tenían por cierto, claro está, que sería ajusticiado».[20]

El nuevo gobierno provisional, así como la Comuna insurgente, enviaron representantes a los departamentos para que destituyeran a las autoridades y funcionarios monárquicos o simplemente de los que se sospechara algún tipo de lealtad hacia el rey, llevándose a cabo «una purga administrativa más profunda que la que se había emprendido en 1789». «Igual que en la época que precedió al 10 de agosto, este proceso estuvo salpicado, en todo el país, de ejecuciones tumultuarias de presuntos contrarrevolucionarios».[21]

El 17 de agosto el general Lafayette hizo un último intento para liberar a la familia real pero sus soldados se insubordinaron y el general optó por huir a las líneas austríacas. Dos días después cruzaban la frontera francesa del este las fuerzas prusianas al mando del duque de Brunswick, convencido de que «los franceses necesitan que les den una lección inolvidable», a lo que el conde de Provenza, hermano emigrado de Luis XVI, le contestó: «Presumo que los franceses van a defender su país, y no siempre han sido derrotados». Las fuerzas prusianas iban acompañadas de nobles franceses emigrados quienes en los pueblos que iban ocupando se dedicaban a restablecer el Antiguo régimen. El marqués de Falaiseau escribió a su esposa: «Se ha devuelto a su lugar a los antiguos sacerdotes de la parroquia. Hace no mucho, lo gendarmes trajeron a un cura constitucional ligado y amordazado. Un granuja redomado, según dicen. He hablado con él... y se niega a retractarse —no se sabe lo que ocurrió con él—».[22]

Consecuencias

La Convención Nacional se reunió por primera vez el 20 de septiembre de 1792 y asumió todos los poderes de la República que proclamó al día siguiente: el ejecutivo, el legislativo e incluso el judicial, al asumir la función propia de un tribunal supremo, como se comprobaría en el juicio al que sería sometido el rey Luis XVI —condenado y guillotinado en enero de 1793—.[23]

Referencias

  1. Andress, 2011, pp. 117-119.
  2. Andress, 2011, pp. 119-123.
  3. Andress, 2011, pp. 127-128.
  4. Péronnet, 1985, p. 196.
  5. Andress, 2011, p. 130.
  6. Andress, 2011, p. 132.
  7. Péronnet, 1985, pp. 196-197.
  8. Péronnet, 1985, p. 197.
  9. Andress, 2011, pp. 136-137.
  10. Andress, 2011, p. 138.
  11. Andress, 2011, p. 142.
  12. Andress, 2011, pp. 142-143.
  13. Péronnet, 1985, p. 198.
  14. Andress, 2011, p. 144.
  15. Andress, 2011.
  16. Andress, 2011, pp. 149-151.
  17. Andress, 2011, p. 152.
  18. Andress, 2011, p. 151.
  19. Andress, 2011, pp. 153-154.
  20. Andress, 2011, p. 234.
  21. Andress, 2011, p. 154.
  22. Andress, 2011, pp. 155-156.
  23. Andress, 2011, pp. 195; 199.

Bibliografía

  • Andress, David (2011) [2005]. El Terror. Los años de la guillotina [The Terror. Civil War in the French Revolution]. Barcelona: Edhasa. ISBN 978-84-350-2685-7. 
  • Péronnet, Michel (1985) [1983]. Vocabulario básico de la Revolución Francesa [Les 50 mots clefs de la Révolution Française]. Barcelona: Crítica. ISBN 978-84-7423-250-9. 

Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre la Jornada del 10 de agosto de 1792.
  •   Datos: Q1154330
  •   Multimedia: 10th of August 1792

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La jornada del 10 de agosto de 1792 fue una insurreccion durante la Revolucion Francesa que puso fin a la monarquia de Luis XVI por lo que tambien es conocida como la segunda revolucion El hecho principal fue el asalto del palacio de las Tullerias por los insurgentes miembros de las secciones parisinas y de los sans culottes de Paris junto con las tropas federadas El rey busco la proteccion de la Asamblea Legislativa pero fue suspendido de sus funciones constitucionales y detenido junto con su familia Al mismo tiempo se decidio convocar elecciones por sufragio universal para formar una Convencion Nacional que asumiera todos los poderes del Estado y redactara una nueva Constitucion Cuando la Convencion se reunio el 21 de septiembre proclamo la Republica francesa Despues Luis XVI fue sometido a juicio y condenado a muerte Fue guillotinado en enero de 1793 Toma de las Tullerias el 10 de agosto de 1792 por Jean Duplessis Bertaux 1793 Museo del castillo de Versalles Indice 1 Antecedentes 1 1 Declaracion de guerra al rey de Bohemia y Hungria 1 2 Jornada del 20 de junio de 1792 2 Desarrollo 2 1 Preparacion de la insurreccion y manifiesto de Brunswick 2 2 Asalto a las Tullerias 2 3 Suspension y detencion del rey 3 Consecuencias 4 Referencias 5 Bibliografia 6 Enlaces externosAntecedentes EditarDeclaracion de guerra al rey de Bohemia y Hungria Editar Palacio de las Tullerias residencia de Luis XVI y de la familia real A principios de 1792 se va extendiendo la idea de que una guerra es el unico medio para salvar la Revolucion porque permitira expulsar de los estados fronterizos a los nobles emigrados dispuestos a combatir a esos criminales perjuros e ingratos salidos del infierno que son los patriotas Algunos feuillants singularmente el general Lafayette creen que la guerra reforzara la posicion del ejercito Pero son los girondinos los que mas la apoyan porque defienden una guerra revolucionaria que permita alcanzar la libertad universal 1 El 10 de marzo de 1792 algunos girondinos entran a formar parte del gobierno de Luis XVI quien tambien esta a favor de la guerra aunque por motivos opuestos Pensaba que los ejercitos del Imperio austriaco y del reino de Prusia le devolverian su poder como monarca absoluto Asi el 20 de abril se declaro la guerra al rey de Bohemia y Hungria al sacro emperador germano Francisco II sobrino de la esposa de Luis XVI Maria Antonieta Una de las pocas voces que se alzo en contra de la guerra fue la del jacobino Maximilien Robespierre 2 Cuando se inicio la guerra se sucedieron las derrotas para los ejercitos franceses y se produjeron muchas deserciones de oficiales la mayoria de ellos miembros de la nobleza 3 Para hacer frente a esta dificil situacion la Asamblea Legislativa aprueba el 29 de mayo a propuesta de los girondinos que los miembros del clero refractario puedan ser deportados fuera del reino si veinte ciudadanos activos los denunciaban como contrarrevolucionarios y el 9 de junio el llamamiento a los guardias nacionales federados para que acudan a defender Paris Pero el rey impone su veto a los dos decretos haciendo uso de la prerrogativa que le otorga la Constitucion de 1791 por lo que no entran en vigor 4 Jornada del 20 de junio de 1792 Editar Articulo principal Jornada del 20 de junio de 1792 Entrada de los manifestantes en el palacio de las Tullerias el 20 de junio de 1792 Pierre Gabriel Berthault hacia 1800 Museo de la Revolucion francesa Tres ministros girondinos encabezados por Jean Marie Roland escribieron el 10 de junio una carta abierta al rey que al parecer fue escrita por Madame Roland para que firmara los decretos y que se podia entender como una amenaza especialmente cuando decia de darse una mayor demora el pueblo afligido podria empezar a tener a su rey por amigo y complice de los conspiradores La respuesta de Luis XVI fue destituir a los tres ministros girondinos y sustituirlos por tres feuillants 5 Mientras tanto las secciones de Paris se movilizan y piden que se les autorice a mantenerse reunidas de forma permanente y a armarse y el Club de los Jacobinos por su parte envia circulares a sus comites de fuera de Paris en las que les piden que hagan campana a favor de la abolicion del veto real ademas de ratificar su defensa del sufragio universal frente al sufragio censitario acordado en la Constitucion de 1791 4 Los manifestantes rodean a Luis XVI grabado de 1796 El 20 de junio aniversario del juramento del juego de pelota pero tambien de la huida del rey las secciones de Paris organizan una manifestacion para exigir que el rey firme los dos decretos que ha vetado y que vuelva a llamar al gobierno a los girondinos 4 Hacia las cuatro de la tarde una multitud de varios miles de personas armadas se congrega frente al palacio real de las Tullerias logrando romper el cordon de miembros de la Guardia Nacional que lo protegia 6 Una vez dentro obligan al rey a ponerse el gorro frigio de los sans culottes y a beber a la salud de la nacion pero Luis XVI no cede y mantiene su veto a los decretos tampoco destituye al gobierno feuillant 4 Caricatura de Luis XVI con el gorro frigio y bebiendo a la salud de la nacion 1792 En los dias siguientes la Asamblea intenta recuperar el control restringiendo el derecho de peticion y asegurandose la obediencia de la guardia nacional Estas medidas reciben el apoyo de treinta y tres departamentos que proponen enviar a sus propios guardias nacionales para acabar con los sediciosos de Paris 7 Tambien en la capital se condena la invasion de las Tullerias como lo demuestra un escrito con veinte mil firmas presentado a la Asamblea 2 Por su parte el general Lafayette vuelve a Paris el 28 de junio y exige a la Asamblea Legislativa que se tomen severas medidas contra los facciosos Pide tambien el cierre de los clubes politicos 8 Mientras escuchaban a Lafayette los diputados de la izquierda imaginan estar asistiendo al manifiesto preparatorio de un golpe de estado si bien Lafayette no encontro los apoyos suficientes entre la Guardia Nacional ni en el rey ni en la reina que se oponian a la idea de la monarquia constitucional que Lafayette defendia 9 Desarrollo EditarPreparacion de la insurreccion y manifiesto de Brunswick Editar A pesar de que el decreto no habia sido sancionado por el rey los guardias nacionales federados fueron llegando a la capital para celebrar una nueva Fiesta de la Federacion el 14 de julio y luego dirigirse al norte para defender Paris Muchos de estos federados compartian las reivindicaciones de los sans culottes y de los jacobinos de que se suspendiera en sus funciones al rey y que se convocara una nueva asamblea constituyente elegida por sufragio universal masculino 8 Mientras tanto las derrotas del ejercito en la frontera norte con los Paises Bajos Austriacos continuaban por lo que el 11 de julio de 1792 la Asamblea Legislativa declara que la patria se encuentra en peligro Tres dias despues se celebra la Fiesta de la Federacion a la que paradojicamente asiste el propio rey a pesar de que la reunion es ilegal porque el sigue sin firmar el decreto de convocatoria de la guardia nacional 8 Un dia antes el Club de los Jacobinos habia hecho publico un violento manifiesto contra el rey en el que lo calificaba de monarca perfido 10 El 25 de julio la Asamblea Legislativa autoriza a las secciones de Paris a que se reunan de forma permanente Esa misma noche comienzan los preparativos para la insurreccion adoptandose la bandera roja como ensena la bandera de la ley marcial segun la ley de 21 de octubre de 1789 8 El 3 de agosto se conoce en Paris el manifiesto con fecha de 25 de julio del duque de Brunswick el general en jefe las tropas prusianas y austriacas que avanzaban hacia la frontera francesa desde Renania en el que amenaza a Paris con la destruccion hasta los cimientos si la familia real sufre alguna vejacion 11 El manifiesto decia 12 Carlos Guillermo Fernando de Brunswick Los habitantes de las ciudades burgos y pueblos que osen defenderse frente a las huestes de sus majestades imperial y real asi como disparar contra ellas serian castigados de inmediato con la severidad propia de la ley marcial o veran demolidos o incendiados sus hogares La ciudad de Paris y todos sus habitantes sin distincion alguna seran obligados a someterse al punto y sin demora al rey a garantizar a este principe libertad plena y a responder por el asi como por toda persona del entorno real de la inviolabilidad y el respeto a que obligan las leyes de la naturaleza y los hombres a los subditos respecto de sus soberanos Sus majestades declaran que si se toma por la fuerza el palacio de las Tullerias se somete a vejacion alguna o al menor acto de violencia o se ultraja de forma minima a sus majestades el monarca la reina o el resto de la familia real si no se garantizan de forma inmediata su seguridad su conservacion y su libertad no dudaran en emprender una venganza ejemplar cuya memoria tardara en borrarse destruyendo por lo militar la ciudad de Paris hasta los cimientos y ajusticiando a los rebeldes responsables de asesinato conforme a la pena que merecen Sin embargo el manifiesto de Brunswick redactado por un noble frances absolutista emigrado consigue el efecto contrario que pretendia porque galvaniza a los patriotas en la defensa de la revolucion Asi aumenta la presion de las secciones de Paris todas menos una reclaman ahora la destitucion del rey ademas de la convocatoria de una asamblea constituyente elegida por sufragio universal Y dan un plazo a la Asamblea para que cumpla con este programa 13 La exigencia de las secciones de Paris se vio reforzada por la llegada a Paris de un batallon de guardias nacionales federados procedentes de Marsella Estos marselleses trasladaron a la capital la atmosfera de guerra casi civil que ya se vivia en el sur como lo demostraba la Cancion de guerra del Ejercito del Rin que pronto seria conocida por ello como La Marsellesa Segun el historiador britanico David Andress 14 se trata de una pieza de horror y desafio de traicion sacrificio victoria y libertad Desde sus primeros versos Vamos hijos de la patria ha llegado el dia de gloria evoca un sentido del drama casi milenario El resto de la primera estrofa resulta siniestro y reviste una trascendencia terrible Contra nosotros se ha alzado el sangriento estandarte de la tirania No ois en los campos el bramar de esos fieros soldados Si van a vuestro encuentro es para degollar a vuestros hijos y esposas Y a continuacion estalla el estribillo A las armas ciudadanos Formad vuestros batallones Marchemos marchemos para regar con su sucia sangre los surcos de nuestra tierra Luis XVI pasa revista a las tropas que defienden las Tullerias junto con Augustin Joseph de Mailly mariscal de Francia Asalto a las Tullerias Editar Enfrentamiento entre los guardias suizos y los insurgentes dibujo de Henri Paul Motte 1892 El rumor que se extiende por Paris de que el rey va a dar un golpe de estado acelera los planes de la insurreccion 13 La iniciativa la tomaron los cordeliers los cabecillas de los guardias nacionales federados y los dirigentes de las secciones parisinas donde predominaban los sans culottes que desde el 26 de julio habian formado una especie de comite que volveria a reunirse el 4 y el 9 de agosto Este ultimo dia se decidio iniciar la insurreccion despues de conocerse que la Asamblea Legislativa habia rechazado la peticion de las secciones del destronamiento del rey El dia 5 el embajador norteamericano Gouverneur Morris visito a los reyes y anoto nada digno de mencion salvo que se mantuvieron toda la noche en vela en espera de ser asesinados 15 Pierre Louis Roederer Al amanecer del dia 10 de agosto se pusieron en marcha hacia las Tullerias dos columnas de guardias nacionales federados y de seccionarios sans culottes La primera provenia de la margen izquierda del Sena y la segunda al mando del cervecero acomodado Antoine Joseph Santerre de las secciones del este de la capital A esa hora ya estaba organizada la defensa del palacio real a cargo de unos 800 guardias suizos a los que se habian sumado mas de mil guardias nacionales leales a la Asamblea Legislativa y algunos cientos de voluntarios provenientes de la antigua Guardia Real Hacia las seis de la manana el rey Luis XVI les paso revista despues de haber dormido apenas pero tuvo que volver rapidamente al palacio ante avance de los insurgentes Las fuerzas leales parecian suficientes para hacer frente a los tres mil hombres que sumaban las dos columnas de insurgentes pero la detencion de su jefe el marques de Mandat a las siete de la manana por la Comuna insurrecta proclamada por los rebeldes les privo de un mando unificado lo que resultaria fatal Mas decisiva aun resulto la decision del rey de seguir el consejo del diputado Pierre Louis Roederer de abandonar las Tullerias junto con su familia para acogerse a la proteccion de la Asamblea Legislativa siendo escoltados en su camino a pie hacia las 8 30 horas por unos cuatrocientos cincuenta defensores de las Tullerias reduciendo asi las fuerzas que defendian el palacio real 16 Pierre Victurnien Vergniaud Los guardias suizos y los voluntarios que defendian las Tullerias se negaron a rendirse a pesar de que su jefe estaba detenido y el rey y la familia real ya no estaban en el palacio por lo que se inicio el combate Los guardias suizos abatieron a varios centenares de rebeldes pero recibieron la orden del rey de abandonar la defensa Cuando intentaron huir a traves de los jardines fueron acribillados por las fuerzas insurgentes los heridos fueron rematados con bayonetas y picas y solo unos ciento cincuenta lograron llegar a la Asamblea Cuando los insurgentes entraron en el palacio asesinaron a los miembros de la servidumbre al considerarlos traidores y luego cortaron algunas cabezas de los cadaveres y las exhibieron clavadas en sus picas 17 Suspension y detencion del rey Editar Detencion de Luis XVI El rey y la familia real cuando llegaron a la sala donde se reunia la Asamblea Legislativa habian sido acomodados en la tribuna destinada a los periodistas 18 Cuando se conocio la victoria de los insurgentes el diputado girondino Vergniaud presionado por los diputados mas radicales propuso que se suspendieran las funciones constitucionales del rey y que se convocaran elecciones por sufragio universal para una Convencion Nacional La media fue aprobada en aquel momento los diputados monarquicos y la mayoria de los feuillants ya habian abandonado la asamblea Como gobierno transitorio y de acuerdo con la Comuna insurgente se constituyo un Consejo Ejecutivo Provisional formado por los antiguos ministros girondinos y el cordelier Georges Danton que ocupo la cartera de Justicia Tambien se formo asimismo por exigencia de la Comuna insurrecta un tribunal extraordinario que seria el encargado de juzgar los crimenes de la corte 19 Luis XVI en la prision del Temple oleo de Jean Francois Garneray El rey la reina y sus hijos y la hermana del monarca fueron encarcelados en la Torre del Temple Por un decreto de la Asamblea podrian tener servidumbre y otras comodidades relativas como disponer de libros o poder dar pequenos paseos Los guardias que los custodiaron fueron sans cullottes de la Comuna que tenian prohibido ejercer ningun tipo de violencia ni contra el rey ni contra su familia pero que solian bromear en terminos poco halaguenos acerca de la suerte que le esperaba al rey pues todos tenian por cierto claro esta que seria ajusticiado 20 El nuevo gobierno provisional asi como la Comuna insurgente enviaron representantes a los departamentos para que destituyeran a las autoridades y funcionarios monarquicos o simplemente de los que se sospechara algun tipo de lealtad hacia el rey llevandose a cabo una purga administrativa mas profunda que la que se habia emprendido en 1789 Igual que en la epoca que precedio al 10 de agosto este proceso estuvo salpicado en todo el pais de ejecuciones tumultuarias de presuntos contrarrevolucionarios 21 El 17 de agosto el general Lafayette hizo un ultimo intento para liberar a la familia real pero sus soldados se insubordinaron y el general opto por huir a las lineas austriacas Dos dias despues cruzaban la frontera francesa del este las fuerzas prusianas al mando del duque de Brunswick convencido de que los franceses necesitan que les den una leccion inolvidable a lo que el conde de Provenza hermano emigrado de Luis XVI le contesto Presumo que los franceses van a defender su pais y no siempre han sido derrotados Las fuerzas prusianas iban acompanadas de nobles franceses emigrados quienes en los pueblos que iban ocupando se dedicaban a restablecer el Antiguo regimen El marques de Falaiseau escribio a su esposa Se ha devuelto a su lugar a los antiguos sacerdotes de la parroquia Hace no mucho lo gendarmes trajeron a un cura constitucional ligado y amordazado Un granuja redomado segun dicen He hablado con el y se niega a retractarse no se sabe lo que ocurrio con el 22 Consecuencias EditarLa Convencion Nacional se reunio por primera vez el 20 de septiembre de 1792 y asumio todos los poderes de la Republica que proclamo al dia siguiente el ejecutivo el legislativo e incluso el judicial al asumir la funcion propia de un tribunal supremo como se comprobaria en el juicio al que seria sometido el rey Luis XVI condenado y guillotinado en enero de 1793 23 Referencias Editar Andress 2011 pp 117 119 a b Andress 2011 pp 119 123 Andress 2011 pp 127 128 a b c d Peronnet 1985 p 196 Andress 2011 p 130 Andress 2011 p 132 Peronnet 1985 pp 196 197 a b c d Peronnet 1985 p 197 Andress 2011 pp 136 137 Andress 2011 p 138 Andress 2011 p 142 Andress 2011 pp 142 143 a b Peronnet 1985 p 198 Andress 2011 p 144 Andress 2011 Andress 2011 pp 149 151 Andress 2011 p 152 Andress 2011 p 151 Andress 2011 pp 153 154 Andress 2011 p 234 Andress 2011 p 154 Andress 2011 pp 155 156 Andress 2011 pp 195 199 Bibliografia EditarAndress David 2011 2005 El Terror Los anos de la guillotina The Terror Civil War in the French Revolution Barcelona Edhasa ISBN 978 84 350 2685 7 Peronnet Michel 1985 1983 Vocabulario basico de la Revolucion Francesa Les 50 mots clefs de la Revolution Francaise Barcelona Critica ISBN 978 84 7423 250 9 Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre la Jornada del 10 de agosto de 1792 Datos Q1154330 Multimedia 10th of August 1792Obtenido de https es wikipedia org w index php title Jornada del 10 de agosto de 1792 amp oldid 133975571, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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