Jaime Ardévol y Cabré
Jaime Ardévol y Cabré (Vilella Alta, 5 de abril de 1775-Barcelona, 4 de abril de 1835) fue un médico e inventor español.[1]
Jaime Ardévol y Cabré | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 1773 o 5 de abril de 1775 Vilella Alta (España) | |
Fallecimiento | 4 de abril de 1835 Barcelona (España) | |
Nacionalidad | Española | |
Educación | ||
Educado en | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Médico, ensayista e inventor | |
Firma | ||
Biografía
Estudios y guerras
Cursó Gramática, Bellas Letras y Filosofía en el seminario tridentino de Tarragona y Medicina en la Universidad de Tarragona y en la Sertoriana de Huesca.[2] Declarada la guerra a la República Francesa en el año 1793, suspendió sus estudios y, dos años más tarde, presentó a la Junta de armamento y tercio del partido de Montblanch una compañía compuesta de quinientos hombres de infantería, de la que fue nombrado capitán.[2] Según documentos examinados por Elías de Molins para su Diccionario biográfico y bibliográfico de escritores y artistas catalanes del siglo XIX, «tomó parte, con próspera fortuna, en algunos hechos de armas que tuvieron lugar en la frontera».[2]
Finalizada la contienda con la paz estipulada en Basilea, estudió en la Universidad de Montpellier, y tomó el título de doctor en Medicina —que después revalidaría en España— en 1800.[3] De vuelta a España, ejerció la medicina en Reus y se dedicó al estudio de la geología y la mineralogía y al fomento de las artes industriales.[4] De hecho, fue el primero en dar a conocer en la provincia de Tarragona el procedimiento de blanquear por medio del cloro los tejidos y fibras vegetales.[4] Contribuyó con sus especiales conocimientos al perfeccionamiento de los hornillos de los alambiques en la fabricación, a gran escala, del alcohol.[4] En 1805 fue el más ardiente apóstol de Antoine Parmentier a la hora de propagar el cultivo de la patata en el campo de la región.[4]
Durante la guerra de la Independencia española, sirvió como médico en el ejército y prestó importantes servicios en los hospitales de campaña.[4] Los desastres ocasionados por la contienda en 1811 acumularon en la villa de Reus un número elevado de mendigos, lo que obligó a establecer un asilo en el entonces deshabitado convento del Carmen para dar cobijo a ochocientas personas.[4] Para atender sus necesidades, se creó una publicación titulada Periódico político y mercantil de Reus, dirigida por Ardévol y considerada por Elías de Molins como el primer periódico político de Cataluña.[4] Algunas de las ideas emitidas en este periódico llevaron a su encausamiento y fue finalmente reducido a prisión y encerrado en los calabozos del tarraconense castillo de Pilatos.[4] Allí permaneció durante quince meses; condenado por los tribunales inferiores, la Audiencia de Barcelona lo absolvió.[4]
Invención del hidrópota
Se dedicó después al estudio de un aparato para la elevación de aguas que denominó «hidrópota».[4] Lo dio a conocer en 1818 y su objetivo era el de facilitar el riego de los terrenos situados a poca altura sobre las riberas de los grandes ríos, en los que resultaba complicada la construcción de presas.[4] Deseando reducir a cultivo las tierras bajas y arenosas de la desembocadura del Ebro, aplicó su invento en la isla de Buda.[4] Verificado el invento en el puerto de Salou, en el acta notarial del acto se escribió lo siguiente:[4]
[...] Por la sola vista del hecho se deduce la certidumbre física de los cálculos del autor, y de las sorprendentes aplicaciones que se van a ver por este nuevo invento. No cabe duda de que la agricultura ha adquirido el más grande impulso, y las artes un nuevo brazo derecho.
El rey hizo caso omiso de la instancia de protección que Ardévol presentó para su invento, de modo que el privilegio de invención no se le concedió hasta entrado el año 1820.[4] Al año siguiente, construyó un hidrópota en Barcelona y se verificaron nuevos ensayos ante comisiones del Ayuntamiento, corporaciones y particulares invitado.[4] A petición de las Cortes, la Real Academia de Ciencias y Artes de esa ciudad emitió un dictamen en 1822 que albergaba una consigna que recomendaba la compra, con fondos públicos, de una unidad.[4]
Ardévol recibió cartas de las principales corporaciones y empresas agrícolas de España, así como del embajador de Rusia, por la novedad de su invento y por la utilidad que reportaría su aplicación.[4]
Referencias
- Elías de Molins, 1889, pp. 109-110.
- ↑ Elías de Molins, 1989, p. 109.
- Elías de Molins, 1989, pp. 109-110.
- ↑ Elías de Molins, 1989, p. 110.
- Partes de este artículo incluyen texto de Diccionario biográfico y bibliográfico de escritores y artistas catalanes del siglo XIX: (apuntes y datos) (1889), una obra de Antonio Elías de Molins (1850-1909) en dominio público.
Bibliografía
- Elías de Molins, Antonio (1889). «Ardévol y Cabré (D. Jaime)». Diccionario biográfico y bibliográfico de escritores y artistas catalanes del siglo XIX: (apuntes y datos) I. Barcelona: Imp. de Fidel Giró.