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Cien Días

El periodo conocido como los Cien Días (en Francés: les Cent-Jours), o Campaña de Waterloo, comprende desde el 20 de marzo de 1815, fecha del regreso de Napoleón a París desde su exilio en Elba, hasta el 8 de julio de 1815, fecha de la segunda restauración de Luis XVIII como rey de Francia. Este periodo pone fin a las llamadas guerras napoleónicas, así como al imperio francés de Napoleón Bonaparte.

«El Gran Pilar del Triunfo», un cartel satírico sobre el regreso de Napoleón desde Elba del caricaturista británico J. Gillray.

La expresión Cien Días fue usada por primera vez por el prefecto de París, Conde de Chabrol, en su discurso de bienvenida al rey, y se usa también para referirse a la guerra de la Séptima Coalición. Este periodo conoció el último de los conflictos del largo periodo napoleónico, y tanto el Reino Unido como Rusia, Prusia, Suecia, Austria y algunos Estados alemanes declararon en el Congreso de Viena al Emperador francés fuera de la ley y no lo reconocieron como líder de la nación francesa, aliándose en su contra.

El regreso de Elba

Napoleón había permanecido durante once meses en un intranquilo retiro en Elba entre 1814 y 1815, observando con mucho interés el transcurso de los acontecimientos en Francia. Tal como él había previsto, la contracción del antiguo gran Imperio a solo el reino de la vieja Francia provocó un gran malestar, un sentimiento alimentado además por las historias sobre la falta de tacto con que la monarquía borbónica trataba a los veteranos de la Grande Armée. La situación en Europa no era menos peligrosa; las demandas del zar Alejandro I eran tan desorbitadas que las potencias en el Congreso de Viena se hallaban al borde de una guerra entre ellas. Toda esta situación conducía a Napoleón a una renovada actividad. El retorno de los prisioneros franceses desde Rusia, Alemania, Gran Bretaña y España podría proporcionarle un ejército mucho mayor que aquel que se había ganado renombre en 1814. La amenaza que aún suponía Napoleón había llevado a los monárquicos en París y a los plenipotenciarios en Viena a discutir la conveniencia de deportarle a las Azores, y algunos iban aún más lejos, proponiendo su asesinato.

Napoleón, sin embargo, resolvió el problema en su forma característica. El 26 de febrero de 1815, aprovechando el descuido de la guardia francesa y británica, embarcó en Portoferraio con unos 600 hombres y desembarcó el 1 de marzo en Golfe-Juan, cerca de Antibes. Excepto en la Provenza (que siempre fue proclive a la monarquía borbónica), recibió en todas partes una bienvenida que atestiguaba el poder de atracción de su personalidad en contraste con la nulidad de la del Borbón. Sin disparar un solo tiro en su defensa, su pequeña tropa fue creciendo hasta convertirse en un ejército. Ney, quien había dicho de Napoleón que debía ser llevado a París en una jaula de hierro, se unió a él con 6000 hombres el 14 de marzo. Seis días más tarde, el emperador entraba en la capital, de donde Luis XVIII acababa de huir apresuradamente en dirección a Grandvilliers.

El retorno del emperador

 

Una vieja anécdota sirve como ejemplo ilustrativo del carisma y la personalidad de Napoleón: su ejército se enfrentaba a las tropas enviadas por el rey para detenerle; los hombres de cada bando formaban en líneas y se preparaban para disparar. Antes de iniciarse el fuego, Napoleón caminó hacia el centro de ambas fuerzas, encarando a los hombres del rey y abriendo su pechera mientras decía: «¡Si alguno de vosotros es capaz de dispararle a su emperador, hacedlo ahora!». Poco más tarde, todos los hombres se unían a su causa.

También es conocida la que refiere las pintadas aparecidas en París, que decían: «Ya tengo suficientes hombres, Luis, no me envíes más. Firmado Napoleón», que expresaba el sentir en la capital desde antes de la llegada del emperador.

Napoleón no se dejó engañar por el entusiasmo que despertaba en las provincias y en París. Sabía que solo el ansia de cambio y el desprecio hacia el viejo rey y sus codiciosos cortesanos le habían conducido a esta victoria incruenta. Instintivamente sabía que ahora debía vérselas con una nueva Francia que no toleraría el despotismo. En su camino hacia París se había prodigado en promesas de reforma y de un gobierno constitucional. Para poder llevar a cabo estas promesas, primero debía terminar con el miedo que provocaba en las grandes potencias.

Un Napoleón más débil

Esta fue la principal tarea que se impuso a sí mismo durante los Cien Días. Se podría dudar sobre si su capacidad física y mental podrían llevarla a cabo. Existen evidencias que permitirían afirmar que su salud se había resentido. Algunas personas (como Carnot, Pasquier, Lavalette y Thiébault) pensaban que se hallaba prematuramente envejecido y debilitado. Otros, sin embargo, no distinguían ningún cambio, mientras que Mollien, que conocía bien al emperador, atribuía la laxitud que le afectaba a la perplejidad por las circunstancias cambiantes. Esta explicación es la que parece aproximarse más a la verdad. El autócrata se sentía presionado por todas partes ante la necesidad de presentarse como un soberano constitucional, y al mismo tiempo que se desprendía de una buena parte de la anterior rigidez, perdía también mucha de la vieja energía, tanto en pensamiento como en capacidad de acción. La suya era una mente que trabajaba maravillosamente sobre los hechos y caminos bien conocidos. Ahora existía una nueva necesidad de compromiso con los mismos hombres que anteriormente habían sido simplemente sus herramientas, pero cuando dejó los asuntos parlamentarios atrás y volvió al campo de batalla, mostró prácticamente todas las capacidades de iniciativa y resistencia que habían caracterizado su más brillante plan estratégico: la campaña de 1814.

Fechar su declive, como hace Chaptal, a partir de los fríos de la campaña de Moscú, es claramente incorrecto. El tiempo que duró su letargo en Elba pudo haber sido más desfavorable para su capacidad que los fríos de Rusia. En Elba, tal como indica sir Neil Campbell, se convirtió en una persona inactiva y con sobrepeso. A esto habría que sumar que a partir de 1815 comenzó a sufrir retenciones de orina intermitentes, aunque no de gravedad. En conjunto, parece segura la afirmación de que fueron los cambios en Francia, más que los cambios en su salud, los que condujeron al manifiesto constreñimiento del emperador durante los Cien Días. Sus palabras a Benjamin Constant: «Me estoy haciendo viejo. El descanso de un rey constitucional podría satisfacerme, pero es más seguro que satisfaga a mi hijo» muestran que en su mente abarcaba las salidas a su situación, pero sus instintos se rebelaban contra ellas. De ahí su mal tanto físico como mental.

Los desafíos de la nueva Francia

Los intentos de los monárquicos le dieron pocas preocupaciones: el duque de Angulema reclutó una pequeña fuerza para Luis XVIII en el sur, pero en Valence se deshizo frente a las comandadas por Grouchy, y el duque firmó el 9 de abril un convenio por el cual recibía el perdón del emperador. Los monárquicos de la Vandea se rebelaron más tarde, causando también un problema mayor, pero la dificultad central estaba en la Constitución. El 13 de marzo de 1815 Napoleón había publicado un edicto en Lyon disolviendo las cámaras u ordenando la convocatoria de una convención masiva a nivel nacional, conocida como «Campo de Mayo», con el propósito de modificar la constitución del Imperio napoleónico. Este trabajo fue llevado a cabo por Benjamin Constant, de acuerdo con el Emperador. La resultante Acte additionel (documento que suplía a las constituciones del Imperio) concedía a Francia una cámara hereditaria de Pares y una cámara de representantes electa por los «colegios electorales» del Imperio, los cuales comprendían a una centésima parte de los ciudadanos de Francia. Como Chateaubriand remarcó, en referencia a la Carta Constitucional de Luis XVIII, la nueva Constitución, la Benjamina, como era apodada esta, no era sino una carta mejorada. Su estado incompleto disgustaba a los liberales; solo garantizaba 1 532 527 votos en el plebiscito, menos de la mitad que en los plebiscitos durante el Consulado.

Toda la muestra de entusiasmo en el Campo de Mayo (que tuvo lugar el 1 de junio de 1815) no podía esconder el descontento por el pobre cumplimiento de las promesas hechas en Lyon. Napoleón terminó su discurso con las palabras: «Mi voluntad es la de la gente: Mis derechos son los suyos»; palabras que sonaron huecas, como pudo verse cuando el 3 de junio los diputados elegían como presidente de la Cámara a Jean-Denis Lanjuinais, el firme liberal que se había opuesto frecuentemente al emperador. Este último fue disuadido con mucha dificultad para que no anulara la elección.

Posteriormente se presentaron nuevos motivos para la ofensa, y Napoleón les advirtió en su último comunicado que no imitaran a los griegos del antiguo imperio, quienes se enzarzaban en sutiles discusiones mientras el enemigo llamaba a sus puertas. Al día siguiente (12 de junio de 1815), Napoleón se dirigiría a la frontera norte. Su espíritu se animó con la perspectiva de unirse de nuevo con su ejército. En Santa Elena, el emperador había comentado a Gaspard Gourgaud que pretendía disolver las cámaras tan pronto como hubiera conseguido la victoria.

Europa contra Napoleón

De hecho, solo las armas podían decidir su destino, tanto en los asuntos exteriores como internos. Ni Francia ni el resto de Europa se tomaron en serio la declaración de su satisfacción por el nuevo papel de monarca constitucional de Francia. Ninguna potencia europea creía que pudiera contentarse con los antiguos límites de Francia. Habían sido tantas las veces que había declarado que el Rin y los Países Bajos eran necesarios para Francia, que todos tomaban su nueva postura como una forma de ganar tiempo. Y tanto fue así que el 13 de marzo de 1815, seis días antes de su llegada a París, las potencias en el Congreso de Viena le declararon fuera de la ley. Cuatro días más tarde, el Reino Unido, Rusia, Austria y Prusia se comprometían a aportar 150 000 hombres al combate para terminar con su gobierno. El recuerdo que estas tenían de su conducta durante el Congreso de Châtillon fue determinante para tomar esta decisión. Los esfuerzos de Napoleón por separar a Austria de la Coalición, así como la apasionada tentativa diplomática de Fouché en Viena, fueron infructuosas.

Napoleón sabía que, una vez que sus intentos de disuadir a una o más de las potencias aliadas de invadir Francia habían fracasado, su única posibilidad de permanecer en el poder era atacarles antes de que los aliados pudieran reunirse en una fuerza abrumadora. Si lograba destruir a las fuerzas aliadas existentes en Bélgica antes de que se reforzaran, estaría en condiciones de atacar a los ingleses conduciéndolos al mar, mientras expulsaba a los prusianos de la guerra; una estrategia que le había servido en anteriores ocasiones.

Batalla de Waterloo

 
La batalla de Waterloo, por Clément-Auguste Andrieux (1852).

El inicio de la batalla de Waterloo, el 18 de junio, se demoró durante bastantes horas, mientras Napoleón esperaba a que el suelo del campo de batalla se secara de la lluvia de la noche anterior. A últimas horas de la tarde, el ejército francés no había conseguido expulsar a las fuerzas aliadas de Wellington de la colina donde se habían hecho fuertes. Una vez que los prusianos llegaron, atacando el flanco derecho francés en número cada vez mayor, el punto clave de la estrategia de Napoleón de dividir a los ejércitos enemigos había fallado, y su ejército era empujado de sus posiciones por el avance combinado de los aliados. A la mañana siguiente, la batalla de Wavre terminó con una victoria francesa que ya no servía para nada. El ala de Grouchy del ejército del norte se retiraba en orden, y otros elementos del ejército francés se encontraban en condiciones de unirse a él. Sin embargo, el ejército ya no tenía la fuerza necesaria para resistir a las fuerzas aliadas combinadas, por lo que se retiraron hacia París.

La caída del emperador

Al llegar a París, tres días después de Waterloo, Napoleón aún mantenía la esperanza de preparar una resistencia nacional, pero el ambiente en las cámaras y en la opinión pública en general le impidió llevarla a cabo. Él mismo y Lucien Bonaparte estaban solos en la creencia de que, disolviendo las cámaras y declarando la dictadura de Napoleón, podrían salvar a Francia de los ejércitos de las potencias que ahora convergían sobre París. Hasta Davout, ministro de la guerra, advirtió a Napoleón de que el destino de Francia solo se podía hallar en las cámaras, lo cual era verdad.

La carrera de Napoleón, que había conducido a Francia mucho más lejos de lo que se encontraba a principios de 1789, ahora le devolvía a su punto de partida, lo mismo que, en el aspecto físico, hicieron sus campañas entre 1796 y 1814, que al principio habían aumentado enormemente sus dominios, para luego encogerse de una forma todavía más portentosa. Ahora era claramente el momento de salvaguardar lo que aún pudiera conservarse, y esto lo podría hacer Talleyrand desde su apariencia de legitimidad. El mismo Napoleón reconoció finalmente la verdad. Cuando Lucien le presionó para que se atreviera a tomar la iniciativa dictatorial, le replicó: «Ya me he atrevido demasiado». El 22 de junio de 1815, abdicaba en favor de su hijo, Napoleón II Bonaparte, sabiendo de antemano que esto era simplemente una formalidad, ya que su hijo se encontraba en Austria. El 25 de junio recibió de Fouché, el presidente del recientemente constituido gobierno provisional, la insinuación de que debía dejar París. Napoleón se retiró entonces a Malmaison, la antigua casa de Josephine, donde esta había muerto poco después de la primera abdicación. El 29 de junio, la aproximación de los prusianos, que tenían órdenes de capturarle vivo o muerto, le hizo retirarse el 3 de julio hacia Rochefort y el 9 a Île-d'Aix, donde esperaba poder embarcar hacia los Estados Unidos. La definitiva restauración de Luis XVIII tuvo lugar el 8 de julio. Napoleón, sin embargo, nunca llegó a América, sino que bloqueado por la Marina Real tuvo que rendirse al HMS Bellerophon el 15 de julio y enviado al exilio en la isla de Santa Elena. Donde pasó el resto de su vida, hasta su fallecimiento el 5 de mayo de 1821 en la casa de Longwood.

Véase también

Bibliografía relacionada de la serie «Las Guerras Napoleónicas»

En español

  • La campaña de Trafalgar (1804-1805): Corpus documental. González-Aller Hierro, José Ignacio. Madrid: Ministerio de Defensa. Centro de Publicaciones. ISBN 8497811364
  • Austerlitz 1805: la batalla de los tres emperadores. Chandler, David. Madrid: Ediciones del Prado, S.A. ISBN 84-7838-491-X
  • Jena 1806. Chandler, David. Madrid: Ediciones del Prado, S.A. ISBN 84-7838-982-2
  • Borodino 1812: las últimas luces del imperio. Gracia Yagüe, José Carlos; Bobi Miguel, María del Carmen. Madrid: Delta Ediciones. ISBN 84-609-5011-5
  • Waterloo 1815: el nacimiento de la Europa moderna. Wootten, Geofrey. Ediciones del Prado, S.A. ISBN 84-7838-481-2
  • Las campañas de Napoleón: un emperador en el campo de batalla: de Tolón a Waterloo (1796-1815). Chandler, David. Madrid: La Esfera de los Libros S.L. ISBN 84-9734-335-2
  • La grande armée: introducción al ejército de Napoleón. Martín Mas, Miguel Ángel. Alpedrete: Andrea Press. ISBN 84-96527-43-3
  • Los cien días: el final de la era napoleónica. Dominique de Villepin. Inédita Ediciones. ISBN 84-96364-01-1

En inglés

Enlaces externos

  • — La época de la Restauración
  • El Mundo Libros — «La loca cabalgada de Napoleón hacia Waterloo» (comentarios sobre el libro Los Cien Días de Villepin)
  • Hispania Nova — Napoleón y el mito del héroe romántico, por Irene Castells y Jordi Roca
  •   Datos: Q199955
  •   Multimedia: Category:Hundred Days of Napoleon

cien, días, para, otros, usos, este, término, véase, desambiguación, periodo, conocido, como, francés, cent, jours, campaña, waterloo, comprende, desde, marzo, 1815, fecha, regreso, napoleón, parís, desde, exilio, elba, hasta, julio, 1815, fecha, segunda, rest. Para otros usos de este termino vease Cien Dias desambiguacion El periodo conocido como los Cien Dias en Frances les Cent Jours o Campana de Waterloo comprende desde el 20 de marzo de 1815 fecha del regreso de Napoleon a Paris desde su exilio en Elba hasta el 8 de julio de 1815 fecha de la segunda restauracion de Luis XVIII como rey de Francia Este periodo pone fin a las llamadas guerras napoleonicas asi como al imperio frances de Napoleon Bonaparte El Gran Pilar del Triunfo un cartel satirico sobre el regreso de Napoleon desde Elba del caricaturista britanico J Gillray La expresion Cien Dias fue usada por primera vez por el prefecto de Paris Conde de Chabrol en su discurso de bienvenida al rey y se usa tambien para referirse a la guerra de la Septima Coalicion Este periodo conocio el ultimo de los conflictos del largo periodo napoleonico y tanto el Reino Unido como Rusia Prusia Suecia Austria y algunos Estados alemanes declararon en el Congreso de Viena al Emperador frances fuera de la ley y no lo reconocieron como lider de la nacion francesa aliandose en su contra Indice 1 El regreso de Elba 2 El retorno del emperador 3 Un Napoleon mas debil 4 Los desafios de la nueva Francia 5 Europa contra Napoleon 6 Batalla de Waterloo 7 La caida del emperador 8 Vease tambien 9 Bibliografia relacionada de la serie Las Guerras Napoleonicas 9 1 En espanol 9 2 En ingles 10 Enlaces externosEl regreso de Elba EditarNapoleon habia permanecido durante once meses en un intranquilo retiro en Elba entre 1814 y 1815 observando con mucho interes el transcurso de los acontecimientos en Francia Tal como el habia previsto la contraccion del antiguo gran Imperio a solo el reino de la vieja Francia provoco un gran malestar un sentimiento alimentado ademas por las historias sobre la falta de tacto con que la monarquia borbonica trataba a los veteranos de la Grande Armee La situacion en Europa no era menos peligrosa las demandas del zar Alejandro I eran tan desorbitadas que las potencias en el Congreso de Viena se hallaban al borde de una guerra entre ellas Toda esta situacion conducia a Napoleon a una renovada actividad El retorno de los prisioneros franceses desde Rusia Alemania Gran Bretana y Espana podria proporcionarle un ejercito mucho mayor que aquel que se habia ganado renombre en 1814 La amenaza que aun suponia Napoleon habia llevado a los monarquicos en Paris y a los plenipotenciarios en Viena a discutir la conveniencia de deportarle a las Azores y algunos iban aun mas lejos proponiendo su asesinato Napoleon sin embargo resolvio el problema en su forma caracteristica El 26 de febrero de 1815 aprovechando el descuido de la guardia francesa y britanica embarco en Portoferraio con unos 600 hombres y desembarco el 1 de marzo en Golfe Juan cerca de Antibes Excepto en la Provenza que siempre fue proclive a la monarquia borbonica recibio en todas partes una bienvenida que atestiguaba el poder de atraccion de su personalidad en contraste con la nulidad de la del Borbon Sin disparar un solo tiro en su defensa su pequena tropa fue creciendo hasta convertirse en un ejercito Ney quien habia dicho de Napoleon que debia ser llevado a Paris en una jaula de hierro se unio a el con 6000 hombres el 14 de marzo Seis dias mas tarde el emperador entraba en la capital de donde Luis XVIII acababa de huir apresuradamente en direccion a Grandvilliers El retorno del emperador Editar Napoleon por Andrea Appiani 1805 Una vieja anecdota sirve como ejemplo ilustrativo del carisma y la personalidad de Napoleon su ejercito se enfrentaba a las tropas enviadas por el rey para detenerle los hombres de cada bando formaban en lineas y se preparaban para disparar Antes de iniciarse el fuego Napoleon camino hacia el centro de ambas fuerzas encarando a los hombres del rey y abriendo su pechera mientras decia Si alguno de vosotros es capaz de dispararle a su emperador hacedlo ahora Poco mas tarde todos los hombres se unian a su causa Tambien es conocida la que refiere las pintadas aparecidas en Paris que decian Ya tengo suficientes hombres Luis no me envies mas Firmado Napoleon que expresaba el sentir en la capital desde antes de la llegada del emperador Napoleon no se dejo enganar por el entusiasmo que despertaba en las provincias y en Paris Sabia que solo el ansia de cambio y el desprecio hacia el viejo rey y sus codiciosos cortesanos le habian conducido a esta victoria incruenta Instintivamente sabia que ahora debia verselas con una nueva Francia que no toleraria el despotismo En su camino hacia Paris se habia prodigado en promesas de reforma y de un gobierno constitucional Para poder llevar a cabo estas promesas primero debia terminar con el miedo que provocaba en las grandes potencias Un Napoleon mas debil EditarEsta fue la principal tarea que se impuso a si mismo durante los Cien Dias Se podria dudar sobre si su capacidad fisica y mental podrian llevarla a cabo Existen evidencias que permitirian afirmar que su salud se habia resentido Algunas personas como Carnot Pasquier Lavalette y Thiebault pensaban que se hallaba prematuramente envejecido y debilitado Otros sin embargo no distinguian ningun cambio mientras que Mollien que conocia bien al emperador atribuia la laxitud que le afectaba a la perplejidad por las circunstancias cambiantes Esta explicacion es la que parece aproximarse mas a la verdad El autocrata se sentia presionado por todas partes ante la necesidad de presentarse como un soberano constitucional y al mismo tiempo que se desprendia de una buena parte de la anterior rigidez perdia tambien mucha de la vieja energia tanto en pensamiento como en capacidad de accion La suya era una mente que trabajaba maravillosamente sobre los hechos y caminos bien conocidos Ahora existia una nueva necesidad de compromiso con los mismos hombres que anteriormente habian sido simplemente sus herramientas pero cuando dejo los asuntos parlamentarios atras y volvio al campo de batalla mostro practicamente todas las capacidades de iniciativa y resistencia que habian caracterizado su mas brillante plan estrategico la campana de 1814 Fechar su declive como hace Chaptal a partir de los frios de la campana de Moscu es claramente incorrecto El tiempo que duro su letargo en Elba pudo haber sido mas desfavorable para su capacidad que los frios de Rusia En Elba tal como indica sir Neil Campbell se convirtio en una persona inactiva y con sobrepeso A esto habria que sumar que a partir de 1815 comenzo a sufrir retenciones de orina intermitentes aunque no de gravedad En conjunto parece segura la afirmacion de que fueron los cambios en Francia mas que los cambios en su salud los que condujeron al manifiesto constrenimiento del emperador durante los Cien Dias Sus palabras a Benjamin Constant Me estoy haciendo viejo El descanso de un rey constitucional podria satisfacerme pero es mas seguro que satisfaga a mi hijo muestran que en su mente abarcaba las salidas a su situacion pero sus instintos se rebelaban contra ellas De ahi su mal tanto fisico como mental Los desafios de la nueva Francia EditarLos intentos de los monarquicos le dieron pocas preocupaciones el duque de Angulema recluto una pequena fuerza para Luis XVIII en el sur pero en Valence se deshizo frente a las comandadas por Grouchy y el duque firmo el 9 de abril un convenio por el cual recibia el perdon del emperador Los monarquicos de la Vandea se rebelaron mas tarde causando tambien un problema mayor pero la dificultad central estaba en la Constitucion El 13 de marzo de 1815 Napoleon habia publicado un edicto en Lyon disolviendo las camaras u ordenando la convocatoria de una convencion masiva a nivel nacional conocida como Campo de Mayo con el proposito de modificar la constitucion del Imperio napoleonico Este trabajo fue llevado a cabo por Benjamin Constant de acuerdo con el Emperador La resultante Acte additionel documento que suplia a las constituciones del Imperio concedia a Francia una camara hereditaria de Pares y una camara de representantes electa por los colegios electorales del Imperio los cuales comprendian a una centesima parte de los ciudadanos de Francia Como Chateaubriand remarco en referencia a la Carta Constitucional de Luis XVIII la nueva Constitucion la Benjamina como era apodada esta no era sino una carta mejorada Su estado incompleto disgustaba a los liberales solo garantizaba 1 532 527 votos en el plebiscito menos de la mitad que en los plebiscitos durante el Consulado Toda la muestra de entusiasmo en el Campo de Mayo que tuvo lugar el 1 de junio de 1815 no podia esconder el descontento por el pobre cumplimiento de las promesas hechas en Lyon Napoleon termino su discurso con las palabras Mi voluntad es la de la gente Mis derechos son los suyos palabras que sonaron huecas como pudo verse cuando el 3 de junio los diputados elegian como presidente de la Camara a Jean Denis Lanjuinais el firme liberal que se habia opuesto frecuentemente al emperador Este ultimo fue disuadido con mucha dificultad para que no anulara la eleccion Posteriormente se presentaron nuevos motivos para la ofensa y Napoleon les advirtio en su ultimo comunicado que no imitaran a los griegos del antiguo imperio quienes se enzarzaban en sutiles discusiones mientras el enemigo llamaba a sus puertas Al dia siguiente 12 de junio de 1815 Napoleon se dirigiria a la frontera norte Su espiritu se animo con la perspectiva de unirse de nuevo con su ejercito En Santa Elena el emperador habia comentado a Gaspard Gourgaud que pretendia disolver las camaras tan pronto como hubiera conseguido la victoria Europa contra Napoleon EditarArticulo principal Septima Coalicion De hecho solo las armas podian decidir su destino tanto en los asuntos exteriores como internos Ni Francia ni el resto de Europa se tomaron en serio la declaracion de su satisfaccion por el nuevo papel de monarca constitucional de Francia Ninguna potencia europea creia que pudiera contentarse con los antiguos limites de Francia Habian sido tantas las veces que habia declarado que el Rin y los Paises Bajos eran necesarios para Francia que todos tomaban su nueva postura como una forma de ganar tiempo Y tanto fue asi que el 13 de marzo de 1815 seis dias antes de su llegada a Paris las potencias en el Congreso de Viena le declararon fuera de la ley Cuatro dias mas tarde el Reino Unido Rusia Austria y Prusia se comprometian a aportar 150 000 hombres al combate para terminar con su gobierno El recuerdo que estas tenian de su conducta durante el Congreso de Chatillon fue determinante para tomar esta decision Los esfuerzos de Napoleon por separar a Austria de la Coalicion asi como la apasionada tentativa diplomatica de Fouche en Viena fueron infructuosas Napoleon sabia que una vez que sus intentos de disuadir a una o mas de las potencias aliadas de invadir Francia habian fracasado su unica posibilidad de permanecer en el poder era atacarles antes de que los aliados pudieran reunirse en una fuerza abrumadora Si lograba destruir a las fuerzas aliadas existentes en Belgica antes de que se reforzaran estaria en condiciones de atacar a los ingleses conduciendolos al mar mientras expulsaba a los prusianos de la guerra una estrategia que le habia servido en anteriores ocasiones Batalla de Waterloo EditarArticulo principal Batalla de Waterloo La batalla de Waterloo por Clement Auguste Andrieux 1852 El inicio de la batalla de Waterloo el 18 de junio se demoro durante bastantes horas mientras Napoleon esperaba a que el suelo del campo de batalla se secara de la lluvia de la noche anterior A ultimas horas de la tarde el ejercito frances no habia conseguido expulsar a las fuerzas aliadas de Wellington de la colina donde se habian hecho fuertes Una vez que los prusianos llegaron atacando el flanco derecho frances en numero cada vez mayor el punto clave de la estrategia de Napoleon de dividir a los ejercitos enemigos habia fallado y su ejercito era empujado de sus posiciones por el avance combinado de los aliados A la manana siguiente la batalla de Wavre termino con una victoria francesa que ya no servia para nada El ala de Grouchy del ejercito del norte se retiraba en orden y otros elementos del ejercito frances se encontraban en condiciones de unirse a el Sin embargo el ejercito ya no tenia la fuerza necesaria para resistir a las fuerzas aliadas combinadas por lo que se retiraron hacia Paris La caida del emperador EditarAl llegar a Paris tres dias despues de Waterloo Napoleon aun mantenia la esperanza de preparar una resistencia nacional pero el ambiente en las camaras y en la opinion publica en general le impidio llevarla a cabo El mismo y Lucien Bonaparte estaban solos en la creencia de que disolviendo las camaras y declarando la dictadura de Napoleon podrian salvar a Francia de los ejercitos de las potencias que ahora convergian sobre Paris Hasta Davout ministro de la guerra advirtio a Napoleon de que el destino de Francia solo se podia hallar en las camaras lo cual era verdad La carrera de Napoleon que habia conducido a Francia mucho mas lejos de lo que se encontraba a principios de 1789 ahora le devolvia a su punto de partida lo mismo que en el aspecto fisico hicieron sus campanas entre 1796 y 1814 que al principio habian aumentado enormemente sus dominios para luego encogerse de una forma todavia mas portentosa Ahora era claramente el momento de salvaguardar lo que aun pudiera conservarse y esto lo podria hacer Talleyrand desde su apariencia de legitimidad El mismo Napoleon reconocio finalmente la verdad Cuando Lucien le presiono para que se atreviera a tomar la iniciativa dictatorial le replico Ya me he atrevido demasiado El 22 de junio de 1815 abdicaba en favor de su hijo Napoleon II Bonaparte sabiendo de antemano que esto era simplemente una formalidad ya que su hijo se encontraba en Austria El 25 de junio recibio de Fouche el presidente del recientemente constituido gobierno provisional la insinuacion de que debia dejar Paris Napoleon se retiro entonces a Malmaison la antigua casa de Josephine donde esta habia muerto poco despues de la primera abdicacion El 29 de junio la aproximacion de los prusianos que tenian ordenes de capturarle vivo o muerto le hizo retirarse el 3 de julio hacia Rochefort y el 9 a Ile d Aix donde esperaba poder embarcar hacia los Estados Unidos La definitiva restauracion de Luis XVIII tuvo lugar el 8 de julio Napoleon sin embargo nunca llego a America sino que bloqueado por la Marina Real tuvo que rendirse al HMS Bellerophon el 15 de julio y enviado al exilio en la isla de Santa Elena Donde paso el resto de su vida hasta su fallecimiento el 5 de mayo de 1821 en la casa de Longwood Vease tambien EditarGuerras napoleonicas Septima Coalicion Batalla de WaterlooBibliografia relacionada de la serie Las Guerras Napoleonicas EditarEn espanol Editar La campana de Trafalgar 1804 1805 Corpus documental Gonzalez Aller Hierro Jose Ignacio Madrid Ministerio de Defensa Centro de Publicaciones ISBN 8497811364 Austerlitz 1805 la batalla de los tres emperadores Chandler David Madrid Ediciones del Prado S A ISBN 84 7838 491 X Jena 1806 Chandler David Madrid Ediciones del Prado S A ISBN 84 7838 982 2 Borodino 1812 las ultimas luces del imperio Gracia Yague Jose Carlos Bobi Miguel Maria del Carmen Madrid Delta Ediciones ISBN 84 609 5011 5 Waterloo 1815 el nacimiento de la Europa moderna Wootten Geofrey Ediciones del Prado S A ISBN 84 7838 481 2 Las campanas de Napoleon un emperador en el campo de batalla de Tolon a Waterloo 1796 1815 Chandler David Madrid La Esfera de los Libros S L ISBN 84 9734 335 2 La grande armee introduccion al ejercito de Napoleon Martin Mas Miguel Angel Alpedrete Andrea Press ISBN 84 96527 43 3 Los cien dias el final de la era napoleonica Dominique de Villepin Inedita Ediciones ISBN 84 96364 01 1En ingles Editar The Rise of Napoleon Bonaparte Asprey Robert New York Basic Books 2000 ISBN 0 465 04879 X Napoleon Cronin Vincent London HarperCollins 1994 ISBN 0 00 637521 9 The Cassel Dictionary of the Napoleonic Wars Pope Stephen Cassel 1999 ISBN 0 304 35229 2 Napoleon Bonaparte A Life Schom Alan 1998 Perennial ISBN 0 06 092958 8 1812 Napoleon s Fatal March on Moscow Zamoyski Adam 2004 HarperCollins ISBN 0 00 718489 1Enlaces externos EditarArtehistoria La epoca de la Restauracion El Mundo Libros La loca cabalgada de Napoleon hacia Waterloo comentarios sobre el libro Los Cien Dias de Villepin Hispania Nova Napoleon y el mito del heroe romantico por Irene Castells y Jordi Roca Datos Q199955 Multimedia Category Hundred Days of NapoleonObtenido de https es wikipedia org w index php title Cien Dias amp oldid 135625748, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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