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Iberismo

El iberismo «puede ser definido como la tendencia de carácter político a integrar España y Portugal en un todo peninsular».[1][n. 1]​ Estos ideales fueron promovidos principalmente por movimientos republicanos y socialistas de España y Portugal, desde el siglo XIX, cuando tuvieron mayor predicamento ideales nacionalistas de carácter integrador, como los movimientos equiparables del Risorgimento italiano o la unificación alemana.[3]​ Posteriormente dicha corriente no tendría una continuidad histórica relevante.[4]​ El Diccionario de la lengua española lo define como «doctrina que propugna la unión política o el mayor acercamiento de España y Portugal».[5]​ Compite con los relatos de construcción nacional de España y Portugal.[6]

Localización de España (naranja) y Portugal (verde) en el continente europeo y el africano

Se diferencia del paniberismo en que, mientras el iberismo atañe estrictamente a los territorios peninsulares, el paniberismo incluye los territorios que históricamente han estado vinculados a las dos culturas ibéricas principales: la española y la portuguesa; comprendiendo de esta forma gran parte del continente americano, así como territorios de África y Asia, por este orden.[7]

Antecedentes

Geográficos y culturales

 
La península ibérica vista desde el espacio en enero de 2003.

Portugal y España comparten una unidad geográfica que se manifiesta en la larga frontera común (1214 km), en el cruce de importantes ríos (Miño, Duero, Tajo, Guadiana), en el mismo clima, misma economía rural que produce los mismos alimentos: aceite de oliva, vino, cereales, leguminosas, carnes...; mismo aprovechamiento de la tierra de base romana y árabe, o mismo tipo de sociedad vinculado a la comarca o valle de origen.[8]

Además, ambos países participan de una historia, a veces común, a veces paralela, con una evolución coherente y diferenciada del resto de Europa. Desde la dominación romana, visigoda, árabe, hasta la conformación de los reinos cristianos medievales y el ideal común de la Reconquista fundamentado en el doble objetivo de la expulsión del Islam y la unificación de los reinos bajo una misma corona, continuando por la era de los descubrimientos, la unión dinástica aeque principaliter[9]​ de las tres coronas[10]​ de la península ibérica bajo el mismo soberano de la Casa de Austria, la Guerra de la Independencia Española (llamada en Portugal Guerra Peninsular), la Cuádruple Alianza (1834) frente a las guerras carlista y miguelista, el Pacto Ibérico (1942), y terminando en el ingreso de ambos países en la Unión Europea.[11]

El idioma portugués, hablado por más de 200 millones de personas en el mundo, es de gran parecido al español, hablado por más de 500 millones de personas en el mundo. Ambos poseen una similitud léxica del 89 %, más que el castellano con el catalán (85 %), con el italiano (82 %) o con el francés (75 %).[12]​ Además el portugués comparte enormes similitudes con el gallego, ya que provienen de la misma lengua medieval, el galaicoportugués.

Históricos

Siglos XVI-XVII
 
Escudo de los reyes de la Casa de Austria, también como soberanos de Portugal. Es de destacar las armas de Portugal entre las de Castilla y Aragón.

Durante el Antiguo Régimen, los intentos de unión ibérica surgieron de la política matrimonial fomentada entre la Casa de Avís portuguesa y la Casa de Trastámara y posteriormente la Casa de Habsburgo por parte española.

Como resultado de la muerte del rey Enrique I de Portugal en enero de 1580, su sobrino el rey Felipe II de España, hijo de Isabel de Portugal y por tanto nieto del rey Manuel I de Portugal, hizo valer su reclamación al trono portugués, su ejército derrotó a su rival Antonio, prior de Crato en la batalla de Alcántara y se aseguró la sucesión proclamándose rey en septiembre. Felipe II fue finalmente reconocido rey de Portugal en las Cortes de Tomar (1581), en la que se estableció la integración del reino de Portugal dentro de la Monarquía Hispánica. De este modo el reino de Portugal se integró en el sistema polisinodial en el que el Consejo de Portugal era el órgano que mediatizaba y negociaba la orientación de las decisiones del monarca español respecto a los asuntos concernientes al reino portugués.[13]

Sin embargo, las guerras del monarca español en Europa afectaban a los territorios y al comercio portugués en sus territorios ultramarinos, y además el intervencionismo desde Castilla en los asuntos portugueses, especialmente los financieros, produjeron una rebelión que puso en el trono al duque de Braganza, proclamado rey como Juan IV. Finalmente, el Tratado de Lisboa (1668) puso fin a la guerra, y España reconoció la independencia de Portugal.[14]​ Desde entonces, tanto España como Portugal se condujeron de forma antagónica.[15]

Historia

Inicios del iberismo

Antes de la Guerra de Independencia, existieron planteamientos aislados acerca de la unión de España y Portugal, de ellas destaca la del abate José Marchena, quien, a finales de 1792 en una memoria para extender la Revolución a España dirigida al ministro de exteriores francés Charles-François Lebrun planteaba la creación de una República federal ibérica.[16][17]​ Pero el verdadero detonante del inicio del iberismo se produjo durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), en la que tanto españoles y portugueses se aliaron de nuevo en un proyecto común —la expulsión de los franceses—.

No obstante, acabada la contienda y restaurado el absolutismo en España, se reanudó la confrontación diplomática entre España y Portugal acerca de la cuestión de la devolución de Olivenza a Portugal. En este contexto, el iberismo se desarrolla como forma de establecer y consolidar el Estado liberal entre las minorías intelectuales de ambos países.[18]

La Revolución liberal de Oporto de 1820 que trajo un periodo liberal en Portugal, propició la difusión en Portugal de ideas iberistas por sociedades masónicas y liberales españolas, con propuestas que iban desde unir España con Portugal en un solo reino o repartir la península ibérica en siete repúblicas federadas, de las cuales cinco estarían en España y dos en Portugal.[19]​ No obstante, la posición política, incluso de los liberales, era considerar la recomposición de las relaciones de España y Portugal con sus antiguas posesiones en América, lo que chocaba con la unión de España y Portugal.[20]

Tras el retorno al absolutismo en 1823 tanto en España como en Portugal, los liberales españoles refugiados en Londres, prosiguieron sus contactos con los liberales de exilio portugueses prosiguiendo la idea unificadora de la península ibérica.[21]​ En la prensa publicada en el exilio, en El Constitucional Español o en O Campeão Português, aparecieron artículos a favor de la unión ibérica.

Algunos liberales, que no esperaban nada del rey español, depositaron sus esperanzas en la figura de Pedro I de Brasil, breve rey de Portugal, sobrino de Fernando VII, para ser monarca constitucional liberal de toda Iberia. En 1826 los liberales exiliados en Gibraltar enviaron una carta al emperador de Brasil en la que expresaban su deseo de que ciñera algún día «las tres Coronas» (España, Portugal y Brasil) y de que Iberia quedara unificada bajo la dinastía de Braganza desplazando a los Borbones, a los que se añadireron idénticos requerimientos en 1829 y 1830.[22]

Con la muerte de Fernando VII de España se produjo el retorno de los liberales del exilio, y el establecimiento de la Cuádruple Alianza (1834) para apoyar a las recientes monarquías liberales de España y Portugal, reprodujo en la península ibérica las tensiones anglo-francesas, lo cual entorpeció el acercamiento entre España y Portugal y finalizó el primer empuje iberista.[23]​ Estas tensiones se reflejaron en el casamiento de la reina Isabel II de España en 1846. Aunque el príncipe heredero Pedro nacido en 1837 tenía poca edad, y ante esto Andrés Borrego propuso unos esponsales y posponer el matrimonio, la cuestión acerca de quién debía desposar a la reina reflejaba los propios intereses de los dos partidos políticos y sus afinidades hacia Francia o al Reino Unido. El matrimonio de Isabel II con Francisco de Asís de Borbón supuso el triunfo del partido moderado y de los franceses,[24][25]​ y reflejó el anti-iberismo de la Corte español, donde se veía que la Unión Ibérica podía acabar con la reina, por lo que se impulsó una propaganda en contra.[26]

Sin embargo, desde los años 1830 un sector del liberalismo más radical de cuño demócrata-republicano que propugnaba el federalismo como forma de organización política de la «nación española» abogó por el iberismo bajo la fórmula de una república federal que englobara a Portugal y a España. Un ejemplo nos lo proporciona el periódico republicano El Huracán —publicado entre 1840 y 1841 y que ponía como modelo de la «democracia pura» a Estados Unidos— que en sus páginas incluyó los siguientes versos federales e iberistas:[27]

Ante todo destronar
de Borbón la raza infiel,
federarnos en tropel,
con el digno lusitano
y ser pueblo soberano
Sin Cristina ni Isabel.

Mediados del siglo XIX

A mediados del siglo XIX y coincidiendo con el avance de las unificaciones de Alemania e Italia, y el ejemplo del federalismo de Estados Unidos y Suiza, el iberismo en España se dividió en dos corrientes bien diferenciadas a causa de los conflictos socio-económicos, cada vez más tensos, que producía el avance - aunque muy lento - de la industrialización.

Una postura que buscaba la «unión ibérica» basada en la unidad monárquica era el iberismo fusionista. Esta unión de tipo monárquico era apoyada por los liberales progresistas, que deseaban que se realizase la integración ibérica bajo la monarquía liberal constitucional, e implantar un sistema político y social más acorde con el desarrollo económico capitalista. Fue defendida principalmente por los componentes más significativos de la burguesía media y las profesiones liberales.

La otra corriente abogaba por una «federación ibérica» republicana, pues veía a la monarquía como cimiento del latifundismo y el régimen oligárquico burgués. La solución del problema debía encontrarse en la implantación de un régimen federal republicano con un amplio consenso democrático. Esta posición fue apoyada por sectores urbanos, con participación de pequeños burgueses y sectores artesanales.

Iberismo fusionista

 
Escudo propuesto por Sinibaldo de Mas.

La publicación de La Iberia: Memoria sobre las ventajas de la unión de Portugal y España, del diplomático español Sinibaldo de Mas y Sanz en 1852 revitalizó al iberismo. Intentaba demostrar las ventajas políticas, económicas y sociales de la unión de las dos monarquías peninsulares en una sola nación, que era consecuencia de compartir un sistema económico librecambista y comunicaciones comunes, y consideraba que la capital de esa nueva nación debía estar en la localidad portuguesa de Santarém por su situación geográfica estratégica. Se la puede considerar como manifestación de los intereses económicos de la burguesía peninsular, que en competencia con Francia y el Reino Unido quería ampliar su mercado.

El escudo que se propone en la misma obra surge de la combinación de las armas de españoles y portugueses en un escudo partido. En el primer cuartel se inscribe el blasón de Portugal, y en el segundo el de España, representado en un cuartelado que representa, en orden, a León, Navarra, Aragón y Castilla. La representación de Granada se hace mediante escusón sobre el todo, en lugar del tradicional cuartel entado en punta. El escudo lo timbra una corona real cerrada y lo ornamenta un conjunto de medallas y condecoraciones de las diversas órdenes a las que pertenecen los monarcas.

Hubo un fuerte impacto con la obra de Sinibaldo de Mas, que produjo unas 160 publicaciones en los siguientes veinte años.[28]​ En 1861 la obra de Pío Gullón La fusión ibérica se mantuvo en el planteamiento fusionista de un Estado monárquico y centralizado y asignaba a Isabel II de España el mismo papel de Víctor Manuel II de Italia en la unificación de Italia.[29]​ Pero por otro lado hubo una parte del progresismo español que durante el Bienio progresista aspiró sustituir a Isabel II por el rey Pedro V de Portugal, o a mediados de la década de 1860 por Luis I de Portugal.[30]

La idea del iberismo fusionista fue bien acogida en Portugal por parte de intelectuales y políticos, y de hecho solo recibía oposición de los miguelistas.[31]​ En 1852 se fundó en Lisboa el periódico A Iberia y en Oporto el semanario literario e instructivo A Peninsula. También se comenzó a publicar en Lisboa un semanario en castellano y portugués con el título de Revista de Mediodía, el cual puede considerarse el pionero de las publicaciones bilingües. Este tipo de movimiento cultural se hizo cada vez más activo, incrementándose con las conexiones ferroviarias entre Madrid y Lisboa. Al mismo tiempo, se multiplicaron las voces a favor de un estrechamiento de los lazos económicos entre ambos países. El diario La Corona de Aragón, de Barcelona, se convirtió en el líder en la prensa de las conveniencias de la unión económica de Iberia, réplica de la unión aduanera (Zollverein) de Alemania.

Federalismo ibérico

Frente a la unión monárquico-dinástica, surgió una alternativa federalista y republicana. Influidos por la Revolución de 1848 en Francia, unos 400 españoles y portugueses emigrados en París crearon el Club Ibérico y organizaron una manifestación frente al ayuntamiento en la que, precedidos de una bandera con emblemas ibéricos, vitorearon a la federación. En estas circunstancias el «iberismo» pasó a ser un movimiento contra el régimen establecido. Los republicanos seguían creciendo y no era ajeno a ello un iberismo cada vez más fuerte que abogaba por la "federación ibérica". Entre los más fervientes seguidores de la federación ibérica en España se encontraban republicanos como Francisco Pi i Margall,[32]Sixto Cámara, Fernando Garrido, etc. Los republicanos demócratas partidarios del iberismo insistían en la importancia de la reforma social. También recibieron influencias de los primeros socialistas utópicos de Europa: Saint-Simon, Fourier, etc.

En la década de 1850, en Portugal, jóvenes republicanos como Henriques Nogueira o J. Casal Ribeiro sostuvieron la postura iberista. Nogueira publicó Estudos sobre a reforma em Portugal en 1851, donde rechazaba el fusionismo-centralista y defendía un federalismo que, enraizado en la tradición, respetara particularismos locales o regionales, leyes y costumbres. Por otra parte, los artículos que Ribeiro publicó en la Revue Lusitanienne en el año 1852 defendían una unión ibérica en forma de régimen republicano federal. En 1854 se publicó en Oporto el libro Federacão Iberica (anónimo), que contenía el interesante "Proyecto de bases para la constitución federal de los Estados Unidos de Iberia". En este proyecto Iberia era una República federal formada por varios Estados con capital en Lisboa.

Cámara escribió A União Iberica, editada en Lisboa en 1859, en la que se decantaba a favor de la fundación de sendas repúblicas en España y Portugal, y su consiguiente confederación. Su activismo le había llevado a relacionarse con los movimientos republicanos que surgían fuera de España, y a instancias de Mazzini, intentó organizar una "Legión Ibérica" formada por republicanos españoles y portugueses para apoyar a Garibaldi en Nápoles.

Fernando Garrido fue uno de los políticos que con más ardor defendió el federalismo utópico. Postulaba para la península ibérica la formación de una federación, llamada la Federación Ibérica o los Estados Unidos de Iberia, integrada por un conjunto "probablemente" de dieciocho Estados en los que había "afinidades de idioma, origen, historia y geografía". Estos Estados eran: Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Vascongadas, Aragón, Navarra, Cataluña, Baleares, Asturias, Galicia, Extremadura, Tras os Montes, Beira, Alentejo, Sevilla, Valencia, Andalucía, Murcia, Canarias.

Por su parte, Francisco Pi y Margall, sin preocuparse por las divisiones territoriales de los Estados que iban a componer la Federación ibérica, abogó reiteradamente por una federación autonomista y el "pacto proudhoniano", empezando por los municipios hasta alcanzar la formación del Estado.

Sostuvo que «feliz para uno como para otro pueblo el día en que el sol los alumbre confundidos en una sola nación e identificados con un mismo pensamiento» (que fructificaría en lo ibérico).[33]

Último tercio del siglo XIX

A finales de la década de 1860, el régimen liberal moderado entró en una grave crisis, a la vez que aumentaban las fuerzas que consideraban inevitable la abdicación de la reina Isabel II de España. De este modo, el proyecto de iberismo se convirtió en una meta realizable. Los movimientos de unificación de Italia o Alemania y el desarrollo económico y social de los Estados Unidos, acelerado tras superar la crisis de la Guerra de Secesión, ampliaron las esperanzas de una unión o federación de Iberia.

Otra propuesta fue la realizada por Teófilo Braga que describió la trayectoria común de España y Portugal como parte da orden natural das coisas. Según su pensamiento político, el propio Braga desarrolló un plan concreto para el establecimiento de una Federación Ibérica en la que España debería convertirse en república, dividirse en territorios autónomos e incluir en dicha federación a Portugal que sería así la más fuerte y grande unidad del conjunto, así como establecer la capital en Lisboa.

Durante todo el Sexenio Revolucionario el movimiento alcanza su mayor auge tanto en España como en Portugal. Con la Revolución de 1868, los liberales progresistas abogaban de nuevo por la monarquía constitucional. Una vez más surgía la posibilidad de una "unión ibérica" de tipo dinástico, ya que facciones importantes de aquellos consideraron que el candidato más adecuado al trono español era Fernando de Coburgo, padre del rey portugués Luis I, de modo que a su muerte el trono español pasaría al rey portugués. Sin embargo, hubo facciones que proponían otros candidatos, y los republicanos reaccionaron violentamente contra esos proyectos. En estas circunstancias, cuando Fernando de los Ríos fue a Lisboa en 1869 para ofrecerle el trono, Fernando de Coburgo no quiso aceptarlo, temiendo verse envuelto en disturbios y querellas políticas, no solo en España sino también en Portugal, donde se recelaba que dicha candidatura supusiera la pérdida de la soberanía portuguesa.[34]

Fue Amadeo de Saboya quien se sentó en el trono español, teniendo que hacer frente a muy graves problemas que le llevaron en febrero de 1873 a abdicar tras verse aislado políticamente, lo que condujo la proclamación de la Primera República (1873-1874). Esto aumentó los contactos entre los federalistas españoles y portugueses.

Los republicanos españoles abogaban ahora por la Federación Ibérica. Acusaban a la monarquía de ser causa de la ruptura peninsular, y propusieron la república federal, "una federación en la que, conservando dentro de su territorio su autonomía, se asociara al resto de los Estados de la gran república ibérica para aumentar su fuerza ante el extranjero con la fuerza de todos". Pero entre ellos hubo posiciones distintas a la hora de concebir la fórmula federal, diferenciándose cuatro tipos:

  • La primera corriente, más o menos partidaria de Pi y Margall, proponía "una reconstrucción histórica" que actualizase la concepción pactista de la Corona de Aragón. El ideal está en aquella antigua "Hispania" que se identificaba con la totalidad de la península ibérica, compuesta de reinos diferentes. Dividían la península en un número indeterminado de cantones o Estados Federales que disfrutaban de autonomía y que, unidos por un "pacto federal", crearían una República Federal. Portugal sería un Estado más que se sumaría a los ya establecidos, por la división de España, en la península.
  • La segunda corriente mantenía un criterio político más moderno. Le importaba el equilibrio de los Estados, muchas veces ignorando la delimitación de los antiguos reinos. Según Fernández Herrero, uno de sus representantes más notables, España quedaría dividida en los siguientes cantones: Cataluña, Valencia y Murcia, Granada y Córdoba, Sevilla y Extremadura, Castilla la Nueva, Aragón, Vascongadas y Navarra, Castilla la Vieja, Reino de León, Asturias y Galicia. Participarían en este organismo federal los tres Estados de Portugal, divididos por el Duero y por el Tajo.
  • La tercera corriente era intermedia, manteniendo un criterio mixto, entre histórico y político. Garrido era su principal representante, propugnaba que la península ibérica formara una federación compuesta de dieciocho Estados.
  • La cuarta aceptaba la independencia y autonomía de los países ibéricos. Es la confederación, se insistía, en una república federal sólo para España, sin imponérsela a Portugal.

En junio de 1873, tras la dimisión de Estanislao Figueras como presidente del poder ejecutivo, Pi y Margall accedió al puesto. España se definió como República federal y comenzaron los trabajos para elaborar la Constitución federal de la República Española. En el proyecto presentado por Castelar a la Cortes Constituyentes en julio, España se componía de los dieciocho Estados siguientes: Andalucía Alta, Andalucía Baja, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Cataluña, Cuba, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, Puerto Rico, Valencia, León y las Regiones Vascongadas. No obstante, los republicanos centralistas se oponían al propio sistema federal, mientras los republicanos intransigentes reclamaban que la república federal se obtendría por la federación libre de cantones independientes. Mientras tanto, aumentaban las fuerzas monárquicas que intentaban la restauración alfonsina o la instauración de la monarquía carlista. Por tanto, la república española tuvo que afrontar la Rebelión cantonal, la Tercera Guerra Carlista y la Guerra de los Diez Años cubana, lo que frustró la definición de una fórmula definitiva de Estado federal y sin haber adelantado nada sobre la unión de Iberia. Esto en definitiva, finalizó la fase más activa del iberismo.[35]

Finales del siglo XIX

Retraimiento de iberismo

Desde fines del siglo XIX el proyecto iberista se fue diluyendo pero sin llegar a desaparecer. El último cuarto del siglo XIX se caracterizó por una estabilización política tanto en España como en Portugal. Ambos países buscaron un acuerdo con Francia como con el Reino Unido para mantener un statu quo para alejar cualquier revolución político-social, lo que acentuó la afirmación nacional tanto en España como en Portugal, lo que supuso un freno en el iberismo. Con todo, hubo manifestaciones a favor de la unión ibérica: durante el año 1890 el republicano Rafael Labra manifestó su deseo de una Unión Ibérica en el Congreso de Diputados. En junio de 1893 se celebró el Congreso republicano en Badajoz, en el que participaron federalistas tanto de Portugal como de España; pero estos movimientos no encontraban eco, dado que en ambos países se intensificaba el proceso nacionalizador del Estado-nación. Además, en España se añadió el surgimiento de los nacionalismos periféricos de Cataluña y País Vasco, y la pérdida de los territorios de ultramar, por lo que el planteamiento de una unión con Portugal se veía como un problema a añadir. Por su parte, Portugal amplió su imperio colonial lo que le reportó unos beneficios, que incidieron en mejoras de infraestructuras sin necesidad de haber llevado a cabo una unión con España.[36]

El fracaso del iberismo se produjo porque se manejó en una dimensión utópica, restringido a intelectuales y periodistas.[37]​ En estos tiempos los republicanos y federalistas, tan activos en la década de 1860 y el sexenio revolucionario, se dedicaron a escribir libros con las que justificarse. Pi y Margall publicó Las Nacionalidades en 1876, donde defendía el Estado federal insistiendo en las afinidades de España y Portugal. Garrido publicaba Los Estados Unidos de Iberia en 1881. Reiteraba su ideal republicano y universal, pero al mismo tiempo consideraba que la Unión Ibérica era el mejor remedio de los pequeños países para esquivar sus desventajas en la política internacional de la era imperialista. El iberismo portugués de 1890, difundido principalmente entre los estudiantes, fue un caso excepcional.

La reafirmación positiva de la noción de solidaridad peninsular conoció dos momentos de repunte en el siglo xix: 1890 y 1898, marcados respectivamente por el últimatum británico y la Guerra hispano-estadounidense.[38]​ A raíz de la crisis con el Reino Unido por el Ultimátum británico de 1890 la anglofobia dio pie en Portugal a ideas de acercamiento a España y a un horizonte de federación ibérica, celebrado desde España por los republicanos federalistas.[38]​ En cambio, pese a la solidaridad mencionada, la guerra de 1898 generó también dinámicas de recelo en Portugal ante la idea de una España amenazante que, habiendo perdido su imperio, posaría su vista sobre Portugal, que más que reforzar, contribuyeron al debilitamiento de las ideas iberistas en Portugal.[38]

A fines del siglo XIX apareció el "iberismo cultural", coincidente con el Ultimátum británico de 1890 y El desastre de 1898, que provocó un afianzamiento de una relación cultural transibérica. Desde entonces, tanto España como Portugal se condujeron de forma antagónica.[39]​ Sus representantes eran Menéndez Pelayo y Miguel de Unamuno en España y Oliveira Martins en Portugal. Martins escribió su História da Civilização Iberica en 1879, haciéndose muy popular en España. Pero estas acciones limitaban el iberismo a la órbita de la cultura, negando otra manifestaciones de iberismo. Unamuno articuló una idea de iberismo entendida como la unión espiritual de los pueblos de la península y de ultramar.[40]​ Otro destacado iberista fue el poeta Joan Maragall, amigo de Unamuno[41]​ y autor del Himn Iberic (1906).[42]

Propuestas nacionalistas periféricas

Fue planteado por las minorías lingüísticas en España frente al nacionalismo español. Tras la derrota en la guerra hispano-estadounidense de 1898 surgieron propuestas políticas de los llamados nacionalismos periféricos alternativas a las estatales.

Los catalanistas aspiraban a la realización de la Unión Ibérica, ya que el peso de Castilla y la hegemonía política y cultural del castellano podría disminuir relativamente al quedar incluido Portugal dentro del territorio estatal. Este proyecto del nacionalismo catalán dio enorme importancia a la integración lingüística. El iberismo de matriz catalanista admitía la existencia de tres naciones en la península ibérica: «Portugal», «Castilla» y «Cataluña».[42]​ Proponía tres bloques bien definidos en Iberia: Cataluña, Valencia y Baleares en el este; Portugal y Galicia en el oeste; y en el centro Castilla. El ideal de los "Estados Compuestos" o la "Federación Ibérica" sería para los nacionalistas periféricos una peculiar arma frente al nacionalismo de Estado aun avanzado el siglo XX. No fue casual que Francesc Macià proclamara la República Catalana en abril de 1931 de la siguiente forma l'Estat Català integrat en la Federació de Repúbliques Ibèriques.

Siglo XX

La implantación de la I República Portuguesa en 1910 produjo que los iberistas fueran considerados como traidores, debido a que los monárquicos portugueses habían buscado apoyo en España contra el republicanismo de finales del siglo XIX.[39]​ Tras la Primera Guerra Mundial se produjo un periodo de distensión y acercamiento, que se vio favorecido con la implantación de las Dictaduras tanto en España (Dictadura de Primo de Rivera) como en Portugal (Dictadura Nacional). La implantación de la Segunda República Española en 1931 volvió a hacer reaparecer el iberismo,[43]​ de forma que la Constitución de 1931 reconocía la doble nacionalidad a los portugueses afincados en España. Las implicaciones del iberismo, asociado a concepciones políticas y sociales de izquierda, tuvo ejemplos en doctrinas de grupos libertarios como la Federación Anarquista Ibérica y la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias.

En el campo conservador católico tradicionalista, António Sardinha y otros autores portugueses abogaron por ideas panhispanistas, pero rechazando sin embargo el término de iberismo.[44]

No obstante, este ideal iberista español de extender la democracia a toda la península ibérica en una hipotética federación de pueblos hispánicos fue visto como una amenaza por la dictadura portuguesa, de forma que esta apoyó a los sublevados en la guerra civil española. Las relaciones entre ambos países se estabilizaron en el Pacto Ibérico (1942), que soslayó cualquier aspiración iberista por el mantenimiento de fronteras y de los regímenes dictatoriales.[45][46]

Actualidad

Encuestas

Actualmente existe un cierto movimiento iberista en algunos pocos cargos del gobierno portugués[47]​ y en un cierto porcentaje de la población de ambos Estados.

Una encuesta realizada en Portugal en 2006 por el periódico Iberista Sol concluyó que un 28% de los portugueses piensan que los dos Estados ibéricos deberían ser un solo país. De éstos, un 12% —42 % de los favorables a la unión— situaría la capital en Madrid, frente al 16% —58 % de los favorables a la unión— que la situaría en Lisboa. Un 27% opinaba que la economía portuguesa iría mucho mejor en una hipotética unión con España, y más de 15% aceptaría a Juan Carlos I de España como su jefe de Estado.[48]

Según otra encuesta realizada en España por Ipsos para la revista Tiempo reflejaba que el 45,7% de los españoles desean la unión de España y Portugal, y entre los favorables a la unión el 43,4% querrían que el nuevo estado se siguiera llamando España frente a un 39,4% favorable a que el nombre fuera Iberia; para la capital Madrid recibe un apoyo del 80% frente a un 3,3% que optarían por Lisboa; sobre la organización política aproximadamente un 50% optarían por la monarquía frente a un 30,2% que preferirían una república.[49]

Según otra encuesta realizada en 2009 por el centro de análisis sociales de la Universidad de Salamanca, uno de cada tres españoles aceptaría formar una federación con Portugal, casi el 40% de los portugueses aceptaría una unión entre los dos países, sin embargo, un 30% de personas de ambos países rechaza la idea.[50]

En julio del 2016 se dio a conocer otra encuesta según la cual el 78% de los portugueses apoyaban ya una unión política entre España y Portugal.[51]

Estadísticas

La Universidad de Salamanca y el Centro de Investigación y Estudios de Sociología de Lisboa han llevado a cabo un estudio sobre la cantidad de portugueses y españoles a favor de la unión Ibérica.[52]​ El estudio está formado por tres encuestas. La primera presentada en 2009, la segunda en 2010 y la tercera en 2011. El estudio revela que hay un porcentaje mayor de lusos a favor que de españoles. Sin embargo, en ambos países el porcentaje de los que son favorables a una unión entre los dos países es más grande que los que se muestran en contra.[cita requerida]

En 2009, los porcentajes fueron del 30,3% en España y del 39,9% en Portugal. En 2010 los datos aumentaron al 31% en España y al 45% en Portugal. Finalmente, en 2011, los resultados dieron un 39,8% en España y un 46,1% en Portugal.[53]

El número total de encuestados en 2011 fue de 1741 personas y fue hecho entre finales de febrero y principios de marzo. Entrando en detalles de la integración política, los defensores de un sistema federal son más que los defensores de un sistema unitario. En una escala de 0 a 10, el sistema confederal —como sería el caso de Suiza— es la preferida para españoles (5,5%) y portugueses (4,82%). Crear un Estado unitario, como Francia, es la opción menos valorada de las tres, bajando al 4,54% en España y 3,55% en Portugal. La tercera posibilidad que se ofrece es un Estado federal —como Estados Unidos— y recibe un 4,78% de los españoles y un 4% de los lusos.[cita requerida]

Un 34,6% en España y un 30,4% en Portugal están en contra de la unión Ibérica y prefieren atenerse a como se encuentran en la actualidad los dos países. Un 25,5 y 23,5%, respectivamente, no saben/no contestan o les deja indiferente.[cita requerida]


Véase también

Notas

  1. Aparte de dicho iberismo, de carácter político, Sérgio Campos Matos también distingue un iberismo cultural y un iberismo económico.[2]

Referencias

  1. Jiménez Redondo, Juan Carlos (1996). «La Península Ibérica entre el fin de la "cuestión española" y la Guerra Fría». En Alberto J. Lleonart, ed. España y ONU: 1951 5. Editorial CSIC - CSIC Press. p. 88. ISBN 9788400076146. 
  2. Matos, 2009, p. 215.
  3. Rocamora Rocamora, 1989, pp. 29-30.
  4. «El 40% de los portugueses apoya una unión política con España». El País, 28/7/2009.
  5. [1]
  6. Rina Simón, 2012, p. 190.
  7. «Paniberismo e Iberofonía». isdiber. 
  8. Rueda Hernanz, Germán (1998). «El "iberismo" del siglo XIX: historia de la posibilidad de unión hispano-portuguesa». En Hipólito de la Torre Gómez y António Pedro Vicente, ed. España-Portugal: estudios de historia contemporánea. Editorial Complutense. p. 182. ISBN 9788489784321. 
  9. España en Europa: Estudios de historia comparada: escritos seleccionados, John Huxtable Elliott, Universitat de València (2002), páginas 79-80
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Enlaces externos

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iberismo, iberismo, puede, definido, como, tendencia, carácter, político, integrar, españa, portugal, todo, peninsular, estos, ideales, fueron, promovidos, principalmente, movimientos, republicanos, socialistas, españa, portugal, desde, siglo, cuando, tuvieron. El iberismo puede ser definido como la tendencia de caracter politico a integrar Espana y Portugal en un todo peninsular 1 n 1 Estos ideales fueron promovidos principalmente por movimientos republicanos y socialistas de Espana y Portugal desde el siglo XIX cuando tuvieron mayor predicamento ideales nacionalistas de caracter integrador como los movimientos equiparables del Risorgimento italiano o la unificacion alemana 3 Posteriormente dicha corriente no tendria una continuidad historica relevante 4 El Diccionario de la lengua espanola lo define como doctrina que propugna la union politica o el mayor acercamiento de Espana y Portugal 5 Compite con los relatos de construccion nacional de Espana y Portugal 6 Localizacion de Espana naranja y Portugal verde en el continente europeo y el africano Se diferencia del paniberismo en que mientras el iberismo atane estrictamente a los territorios peninsulares el paniberismo incluye los territorios que historicamente han estado vinculados a las dos culturas ibericas principales la espanola y la portuguesa comprendiendo de esta forma gran parte del continente americano asi como territorios de Africa y Asia por este orden 7 Indice 1 Antecedentes 1 1 Geograficos y culturales 1 2 Historicos 2 Historia 2 1 Inicios del iberismo 2 2 Mediados del siglo XIX 2 2 1 Iberismo fusionista 2 2 2 Federalismo iberico 2 3 Ultimo tercio del siglo XIX 2 4 Finales del siglo XIX 2 4 1 Retraimiento de iberismo 2 5 Propuestas nacionalistas perifericas 2 6 Siglo XX 3 Actualidad 3 1 Encuestas 3 2 Estadisticas 4 Vease tambien 5 Notas 6 Referencias 7 Bibliografia 8 Enlaces externosAntecedentes EditarGeograficos y culturales Editar Articulo principal Peninsula iberica La peninsula iberica vista desde el espacio en enero de 2003 Portugal y Espana comparten una unidad geografica que se manifiesta en la larga frontera comun 1214 km en el cruce de importantes rios Mino Duero Tajo Guadiana en el mismo clima misma economia rural que produce los mismos alimentos aceite de oliva vino cereales leguminosas carnes mismo aprovechamiento de la tierra de base romana y arabe o mismo tipo de sociedad vinculado a la comarca o valle de origen 8 Ademas ambos paises participan de una historia a veces comun a veces paralela con una evolucion coherente y diferenciada del resto de Europa Desde la dominacion romana visigoda arabe hasta la conformacion de los reinos cristianos medievales y el ideal comun de la Reconquista fundamentado en el doble objetivo de la expulsion del Islam y la unificacion de los reinos bajo una misma corona continuando por la era de los descubrimientos la union dinastica aeque principaliter 9 de las tres coronas 10 de la peninsula iberica bajo el mismo soberano de la Casa de Austria la Guerra de la Independencia Espanola llamada en Portugal Guerra Peninsular la Cuadruple Alianza 1834 frente a las guerras carlista y miguelista el Pacto Iberico 1942 y terminando en el ingreso de ambos paises en la Union Europea 11 El idioma portugues hablado por mas de 200 millones de personas en el mundo es de gran parecido al espanol hablado por mas de 500 millones de personas en el mundo Ambos poseen una similitud lexica del 89 mas que el castellano con el catalan 85 con el italiano 82 o con el frances 75 12 Ademas el portugues comparte enormes similitudes con el gallego ya que provienen de la misma lengua medieval el galaicoportugues Historicos Editar Siglos XVI XVII Escudo de los reyes de la Casa de Austria tambien como soberanos de Portugal Es de destacar las armas de Portugal entre las de Castilla y Aragon Articulo principal Portugal bajo la Casa de Austria Durante el Antiguo Regimen los intentos de union iberica surgieron de la politica matrimonial fomentada entre la Casa de Avis portuguesa y la Casa de Trastamara y posteriormente la Casa de Habsburgo por parte espanola Como resultado de la muerte del rey Enrique I de Portugal en enero de 1580 su sobrino el rey Felipe II de Espana hijo de Isabel de Portugal y por tanto nieto del rey Manuel I de Portugal hizo valer su reclamacion al trono portugues su ejercito derroto a su rival Antonio prior de Crato en la batalla de Alcantara y se aseguro la sucesion proclamandose rey en septiembre Felipe II fue finalmente reconocido rey de Portugal en las Cortes de Tomar 1581 en la que se establecio la integracion del reino de Portugal dentro de la Monarquia Hispanica De este modo el reino de Portugal se integro en el sistema polisinodial en el que el Consejo de Portugal era el organo que mediatizaba y negociaba la orientacion de las decisiones del monarca espanol respecto a los asuntos concernientes al reino portugues 13 Sin embargo las guerras del monarca espanol en Europa afectaban a los territorios y al comercio portugues en sus territorios ultramarinos y ademas el intervencionismo desde Castilla en los asuntos portugueses especialmente los financieros produjeron una rebelion que puso en el trono al duque de Braganza proclamado rey como Juan IV Finalmente el Tratado de Lisboa 1668 puso fin a la guerra y Espana reconocio la independencia de Portugal 14 Desde entonces tanto Espana como Portugal se condujeron de forma antagonica 15 Historia EditarInicios del iberismo Editar Antes de la Guerra de Independencia existieron planteamientos aislados acerca de la union de Espana y Portugal de ellas destaca la del abate Jose Marchena quien a finales de 1792 en una memoria para extender la Revolucion a Espana dirigida al ministro de exteriores frances Charles Francois Lebrun planteaba la creacion de una Republica federal iberica 16 17 Pero el verdadero detonante del inicio del iberismo se produjo durante la Guerra de la Independencia 1808 1814 en la que tanto espanoles y portugueses se aliaron de nuevo en un proyecto comun la expulsion de los franceses No obstante acabada la contienda y restaurado el absolutismo en Espana se reanudo la confrontacion diplomatica entre Espana y Portugal acerca de la cuestion de la devolucion de Olivenza a Portugal En este contexto el iberismo se desarrolla como forma de establecer y consolidar el Estado liberal entre las minorias intelectuales de ambos paises 18 La Revolucion liberal de Oporto de 1820 que trajo un periodo liberal en Portugal propicio la difusion en Portugal de ideas iberistas por sociedades masonicas y liberales espanolas con propuestas que iban desde unir Espana con Portugal en un solo reino o repartir la peninsula iberica en siete republicas federadas de las cuales cinco estarian en Espana y dos en Portugal 19 No obstante la posicion politica incluso de los liberales era considerar la recomposicion de las relaciones de Espana y Portugal con sus antiguas posesiones en America lo que chocaba con la union de Espana y Portugal 20 Tras el retorno al absolutismo en 1823 tanto en Espana como en Portugal los liberales espanoles refugiados en Londres prosiguieron sus contactos con los liberales de exilio portugueses prosiguiendo la idea unificadora de la peninsula iberica 21 En la prensa publicada en el exilio en El Constitucional Espanol o en O Campeao Portugues aparecieron articulos a favor de la union iberica Algunos liberales que no esperaban nada del rey espanol depositaron sus esperanzas en la figura de Pedro I de Brasil breve rey de Portugal sobrino de Fernando VII para ser monarca constitucional liberal de toda Iberia En 1826 los liberales exiliados en Gibraltar enviaron una carta al emperador de Brasil en la que expresaban su deseo de que cinera algun dia las tres Coronas Espana Portugal y Brasil y de que Iberia quedara unificada bajo la dinastia de Braganza desplazando a los Borbones a los que se anadireron identicos requerimientos en 1829 y 1830 22 Con la muerte de Fernando VII de Espana se produjo el retorno de los liberales del exilio y el establecimiento de la Cuadruple Alianza 1834 para apoyar a las recientes monarquias liberales de Espana y Portugal reprodujo en la peninsula iberica las tensiones anglo francesas lo cual entorpecio el acercamiento entre Espana y Portugal y finalizo el primer empuje iberista 23 Estas tensiones se reflejaron en el casamiento de la reina Isabel II de Espana en 1846 Aunque el principe heredero Pedro nacido en 1837 tenia poca edad y ante esto Andres Borrego propuso unos esponsales y posponer el matrimonio la cuestion acerca de quien debia desposar a la reina reflejaba los propios intereses de los dos partidos politicos y sus afinidades hacia Francia o al Reino Unido El matrimonio de Isabel II con Francisco de Asis de Borbon supuso el triunfo del partido moderado y de los franceses 24 25 y reflejo el anti iberismo de la Corte espanol donde se veia que la Union Iberica podia acabar con la reina por lo que se impulso una propaganda en contra 26 Sin embargo desde los anos 1830 un sector del liberalismo mas radical de cuno democrata republicano que propugnaba el federalismo como forma de organizacion politica de la nacion espanola abogo por el iberismo bajo la formula de una republica federal que englobara a Portugal y a Espana Un ejemplo nos lo proporciona el periodico republicano El Huracan publicado entre 1840 y 1841 y que ponia como modelo de la democracia pura a Estados Unidos que en sus paginas incluyo los siguientes versos federales e iberistas 27 Ante todo destronarde Borbon la raza infiel federarnos en tropel con el digno lusitanoy ser pueblo soberanoSin Cristina ni Isabel Mediados del siglo XIX Editar A mediados del siglo XIX y coincidiendo con el avance de las unificaciones de Alemania e Italia y el ejemplo del federalismo de Estados Unidos y Suiza el iberismo en Espana se dividio en dos corrientes bien diferenciadas a causa de los conflictos socio economicos cada vez mas tensos que producia el avance aunque muy lento de la industrializacion Una postura que buscaba la union iberica basada en la unidad monarquica era el iberismo fusionista Esta union de tipo monarquico era apoyada por los liberales progresistas que deseaban que se realizase la integracion iberica bajo la monarquia liberal constitucional e implantar un sistema politico y social mas acorde con el desarrollo economico capitalista Fue defendida principalmente por los componentes mas significativos de la burguesia media y las profesiones liberales La otra corriente abogaba por una federacion iberica republicana pues veia a la monarquia como cimiento del latifundismo y el regimen oligarquico burgues La solucion del problema debia encontrarse en la implantacion de un regimen federal republicano con un amplio consenso democratico Esta posicion fue apoyada por sectores urbanos con participacion de pequenos burgueses y sectores artesanales Iberismo fusionista Editar Escudo propuesto por Sinibaldo de Mas La publicacion de La Iberia Memoria sobre las ventajas de la union de Portugal y Espana del diplomatico espanol Sinibaldo de Mas y Sanz en 1852 revitalizo al iberismo Intentaba demostrar las ventajas politicas economicas y sociales de la union de las dos monarquias peninsulares en una sola nacion que era consecuencia de compartir un sistema economico librecambista y comunicaciones comunes y consideraba que la capital de esa nueva nacion debia estar en la localidad portuguesa de Santarem por su situacion geografica estrategica Se la puede considerar como manifestacion de los intereses economicos de la burguesia peninsular que en competencia con Francia y el Reino Unido queria ampliar su mercado El escudo que se propone en la misma obra surge de la combinacion de las armas de espanoles y portugueses en un escudo partido En el primer cuartel se inscribe el blason de Portugal y en el segundo el de Espana representado en un cuartelado que representa en orden a Leon Navarra Aragon y Castilla La representacion de Granada se hace mediante escuson sobre el todo en lugar del tradicional cuartel entado en punta El escudo lo timbra una corona real cerrada y lo ornamenta un conjunto de medallas y condecoraciones de las diversas ordenes a las que pertenecen los monarcas Hubo un fuerte impacto con la obra de Sinibaldo de Mas que produjo unas 160 publicaciones en los siguientes veinte anos 28 En 1861 la obra de Pio Gullon La fusion iberica se mantuvo en el planteamiento fusionista de un Estado monarquico y centralizado y asignaba a Isabel II de Espana el mismo papel de Victor Manuel II de Italia en la unificacion de Italia 29 Pero por otro lado hubo una parte del progresismo espanol que durante el Bienio progresista aspiro sustituir a Isabel II por el rey Pedro V de Portugal o a mediados de la decada de 1860 por Luis I de Portugal 30 La idea del iberismo fusionista fue bien acogida en Portugal por parte de intelectuales y politicos y de hecho solo recibia oposicion de los miguelistas 31 En 1852 se fundo en Lisboa el periodico A Iberia y en Oporto el semanario literario e instructivo A Peninsula Tambien se comenzo a publicar en Lisboa un semanario en castellano y portugues con el titulo de Revista de Mediodia el cual puede considerarse el pionero de las publicaciones bilingues Este tipo de movimiento cultural se hizo cada vez mas activo incrementandose con las conexiones ferroviarias entre Madrid y Lisboa Al mismo tiempo se multiplicaron las voces a favor de un estrechamiento de los lazos economicos entre ambos paises El diario La Corona de Aragon de Barcelona se convirtio en el lider en la prensa de las conveniencias de la union economica de Iberia replica de la union aduanera Zollverein de Alemania Federalismo iberico Editar Frente a la union monarquico dinastica surgio una alternativa federalista y republicana Influidos por la Revolucion de 1848 en Francia unos 400 espanoles y portugueses emigrados en Paris crearon el Club Iberico y organizaron una manifestacion frente al ayuntamiento en la que precedidos de una bandera con emblemas ibericos vitorearon a la federacion En estas circunstancias el iberismo paso a ser un movimiento contra el regimen establecido Los republicanos seguian creciendo y no era ajeno a ello un iberismo cada vez mas fuerte que abogaba por la federacion iberica Entre los mas fervientes seguidores de la federacion iberica en Espana se encontraban republicanos como Francisco Pi i Margall 32 Sixto Camara Fernando Garrido etc Los republicanos democratas partidarios del iberismo insistian en la importancia de la reforma social Tambien recibieron influencias de los primeros socialistas utopicos de Europa Saint Simon Fourier etc En la decada de 1850 en Portugal jovenes republicanos como Henriques Nogueira o J Casal Ribeiro sostuvieron la postura iberista Nogueira publico Estudos sobre a reforma em Portugal en 1851 donde rechazaba el fusionismo centralista y defendia un federalismo que enraizado en la tradicion respetara particularismos locales o regionales leyes y costumbres Por otra parte los articulos que Ribeiro publico en la Revue Lusitanienne en el ano 1852 defendian una union iberica en forma de regimen republicano federal En 1854 se publico en Oporto el libro Federacao Iberica anonimo que contenia el interesante Proyecto de bases para la constitucion federal de los Estados Unidos de Iberia En este proyecto Iberia era una Republica federal formada por varios Estados con capital en Lisboa Camara escribio A Uniao Iberica editada en Lisboa en 1859 en la que se decantaba a favor de la fundacion de sendas republicas en Espana y Portugal y su consiguiente confederacion Su activismo le habia llevado a relacionarse con los movimientos republicanos que surgian fuera de Espana y a instancias de Mazzini intento organizar una Legion Iberica formada por republicanos espanoles y portugueses para apoyar a Garibaldi en Napoles Fernando Garrido fue uno de los politicos que con mas ardor defendio el federalismo utopico Postulaba para la peninsula iberica la formacion de una federacion llamada la Federacion Iberica o los Estados Unidos de Iberia integrada por un conjunto probablemente de dieciocho Estados en los que habia afinidades de idioma origen historia y geografia Estos Estados eran Castilla la Nueva Castilla la Vieja Vascongadas Aragon Navarra Cataluna Baleares Asturias Galicia Extremadura Tras os Montes Beira Alentejo Sevilla Valencia Andalucia Murcia Canarias Por su parte Francisco Pi y Margall sin preocuparse por las divisiones territoriales de los Estados que iban a componer la Federacion iberica abogo reiteradamente por una federacion autonomista y el pacto proudhoniano empezando por los municipios hasta alcanzar la formacion del Estado Sostuvo que feliz para uno como para otro pueblo el dia en que el sol los alumbre confundidos en una sola nacion e identificados con un mismo pensamiento que fructificaria en lo iberico 33 Ultimo tercio del siglo XIX Editar A finales de la decada de 1860 el regimen liberal moderado entro en una grave crisis a la vez que aumentaban las fuerzas que consideraban inevitable la abdicacion de la reina Isabel II de Espana De este modo el proyecto de iberismo se convirtio en una meta realizable Los movimientos de unificacion de Italia o Alemania y el desarrollo economico y social de los Estados Unidos acelerado tras superar la crisis de la Guerra de Secesion ampliaron las esperanzas de una union o federacion de Iberia Otra propuesta fue la realizada por Teofilo Braga que describio la trayectoria comun de Espana y Portugal como parte da orden natural das coisas Segun su pensamiento politico el propio Braga desarrollo un plan concreto para el establecimiento de una Federacion Iberica en la que Espana deberia convertirse en republica dividirse en territorios autonomos e incluir en dicha federacion a Portugal que seria asi la mas fuerte y grande unidad del conjunto asi como establecer la capital en Lisboa Durante todo el Sexenio Revolucionario el movimiento alcanza su mayor auge tanto en Espana como en Portugal Con la Revolucion de 1868 los liberales progresistas abogaban de nuevo por la monarquia constitucional Una vez mas surgia la posibilidad de una union iberica de tipo dinastico ya que facciones importantes de aquellos consideraron que el candidato mas adecuado al trono espanol era Fernando de Coburgo padre del rey portugues Luis I de modo que a su muerte el trono espanol pasaria al rey portugues Sin embargo hubo facciones que proponian otros candidatos y los republicanos reaccionaron violentamente contra esos proyectos En estas circunstancias cuando Fernando de los Rios fue a Lisboa en 1869 para ofrecerle el trono Fernando de Coburgo no quiso aceptarlo temiendo verse envuelto en disturbios y querellas politicas no solo en Espana sino tambien en Portugal donde se recelaba que dicha candidatura supusiera la perdida de la soberania portuguesa 34 Fue Amadeo de Saboya quien se sento en el trono espanol teniendo que hacer frente a muy graves problemas que le llevaron en febrero de 1873 a abdicar tras verse aislado politicamente lo que condujo la proclamacion de la Primera Republica 1873 1874 Esto aumento los contactos entre los federalistas espanoles y portugueses Los republicanos espanoles abogaban ahora por la Federacion Iberica Acusaban a la monarquia de ser causa de la ruptura peninsular y propusieron la republica federal una federacion en la que conservando dentro de su territorio su autonomia se asociara al resto de los Estados de la gran republica iberica para aumentar su fuerza ante el extranjero con la fuerza de todos Pero entre ellos hubo posiciones distintas a la hora de concebir la formula federal diferenciandose cuatro tipos La primera corriente mas o menos partidaria de Pi y Margall proponia una reconstruccion historica que actualizase la concepcion pactista de la Corona de Aragon El ideal esta en aquella antigua Hispania que se identificaba con la totalidad de la peninsula iberica compuesta de reinos diferentes Dividian la peninsula en un numero indeterminado de cantones o Estados Federales que disfrutaban de autonomia y que unidos por un pacto federal crearian una Republica Federal Portugal seria un Estado mas que se sumaria a los ya establecidos por la division de Espana en la peninsula La segunda corriente mantenia un criterio politico mas moderno Le importaba el equilibrio de los Estados muchas veces ignorando la delimitacion de los antiguos reinos Segun Fernandez Herrero uno de sus representantes mas notables Espana quedaria dividida en los siguientes cantones Cataluna Valencia y Murcia Granada y Cordoba Sevilla y Extremadura Castilla la Nueva Aragon Vascongadas y Navarra Castilla la Vieja Reino de Leon Asturias y Galicia Participarian en este organismo federal los tres Estados de Portugal divididos por el Duero y por el Tajo La tercera corriente era intermedia manteniendo un criterio mixto entre historico y politico Garrido era su principal representante propugnaba que la peninsula iberica formara una federacion compuesta de dieciocho Estados La cuarta aceptaba la independencia y autonomia de los paises ibericos Es la confederacion se insistia en una republica federal solo para Espana sin imponersela a Portugal En junio de 1873 tras la dimision de Estanislao Figueras como presidente del poder ejecutivo Pi y Margall accedio al puesto Espana se definio como Republica federal y comenzaron los trabajos para elaborar la Constitucion federal de la Republica Espanola En el proyecto presentado por Castelar a la Cortes Constituyentes en julio Espana se componia de los dieciocho Estados siguientes Andalucia Alta Andalucia Baja Aragon Asturias Baleares Canarias Castilla la Nueva Castilla la Vieja Cataluna Cuba Extremadura Galicia Murcia Navarra Puerto Rico Valencia Leon y las Regiones Vascongadas No obstante los republicanos centralistas se oponian al propio sistema federal mientras los republicanos intransigentes reclamaban que la republica federal se obtendria por la federacion libre de cantones independientes Mientras tanto aumentaban las fuerzas monarquicas que intentaban la restauracion alfonsina o la instauracion de la monarquia carlista Por tanto la republica espanola tuvo que afrontar la Rebelion cantonal la Tercera Guerra Carlista y la Guerra de los Diez Anos cubana lo que frustro la definicion de una formula definitiva de Estado federal y sin haber adelantado nada sobre la union de Iberia Esto en definitiva finalizo la fase mas activa del iberismo 35 Finales del siglo XIX Editar Retraimiento de iberismo Editar Desde fines del siglo XIX el proyecto iberista se fue diluyendo pero sin llegar a desaparecer El ultimo cuarto del siglo XIX se caracterizo por una estabilizacion politica tanto en Espana como en Portugal Ambos paises buscaron un acuerdo con Francia como con el Reino Unido para mantener un statu quo para alejar cualquier revolucion politico social lo que acentuo la afirmacion nacional tanto en Espana como en Portugal lo que supuso un freno en el iberismo Con todo hubo manifestaciones a favor de la union iberica durante el ano 1890 el republicano Rafael Labra manifesto su deseo de una Union Iberica en el Congreso de Diputados En junio de 1893 se celebro el Congreso republicano en Badajoz en el que participaron federalistas tanto de Portugal como de Espana pero estos movimientos no encontraban eco dado que en ambos paises se intensificaba el proceso nacionalizador del Estado nacion Ademas en Espana se anadio el surgimiento de los nacionalismos perifericos de Cataluna y Pais Vasco y la perdida de los territorios de ultramar por lo que el planteamiento de una union con Portugal se veia como un problema a anadir Por su parte Portugal amplio su imperio colonial lo que le reporto unos beneficios que incidieron en mejoras de infraestructuras sin necesidad de haber llevado a cabo una union con Espana 36 El fracaso del iberismo se produjo porque se manejo en una dimension utopica restringido a intelectuales y periodistas 37 En estos tiempos los republicanos y federalistas tan activos en la decada de 1860 y el sexenio revolucionario se dedicaron a escribir libros con las que justificarse Pi y Margall publico Las Nacionalidades en 1876 donde defendia el Estado federal insistiendo en las afinidades de Espana y Portugal Garrido publicaba Los Estados Unidos de Iberia en 1881 Reiteraba su ideal republicano y universal pero al mismo tiempo consideraba que la Union Iberica era el mejor remedio de los pequenos paises para esquivar sus desventajas en la politica internacional de la era imperialista El iberismo portugues de 1890 difundido principalmente entre los estudiantes fue un caso excepcional La reafirmacion positiva de la nocion de solidaridad peninsular conocio dos momentos de repunte en el siglo xix 1890 y 1898 marcados respectivamente por el ultimatum britanico y la Guerra hispano estadounidense 38 A raiz de la crisis con el Reino Unido por el Ultimatum britanico de 1890 la anglofobia dio pie en Portugal a ideas de acercamiento a Espana y a un horizonte de federacion iberica celebrado desde Espana por los republicanos federalistas 38 En cambio pese a la solidaridad mencionada la guerra de 1898 genero tambien dinamicas de recelo en Portugal ante la idea de una Espana amenazante que habiendo perdido su imperio posaria su vista sobre Portugal que mas que reforzar contribuyeron al debilitamiento de las ideas iberistas en Portugal 38 A fines del siglo XIX aparecio el iberismo cultural coincidente con el Ultimatum britanico de 1890 y El desastre de 1898 que provoco un afianzamiento de una relacion cultural transiberica Desde entonces tanto Espana como Portugal se condujeron de forma antagonica 39 Sus representantes eran Menendez Pelayo y Miguel de Unamuno en Espana y Oliveira Martins en Portugal Martins escribio su Historia da Civilizacao Iberica en 1879 haciendose muy popular en Espana Pero estas acciones limitaban el iberismo a la orbita de la cultura negando otra manifestaciones de iberismo Unamuno articulo una idea de iberismo entendida como la union espiritual de los pueblos de la peninsula y de ultramar 40 Otro destacado iberista fue el poeta Joan Maragall amigo de Unamuno 41 y autor del Himn Iberic 1906 42 Propuestas nacionalistas perifericas Editar Fue planteado por las minorias linguisticas en Espana frente al nacionalismo espanol Tras la derrota en la guerra hispano estadounidense de 1898 surgieron propuestas politicas de los llamados nacionalismos perifericos alternativas a las estatales Los catalanistas aspiraban a la realizacion de la Union Iberica ya que el peso de Castilla y la hegemonia politica y cultural del castellano podria disminuir relativamente al quedar incluido Portugal dentro del territorio estatal Este proyecto del nacionalismo catalan dio enorme importancia a la integracion linguistica El iberismo de matriz catalanista admitia la existencia de tres naciones en la peninsula iberica Portugal Castilla y Cataluna 42 Proponia tres bloques bien definidos en Iberia Cataluna Valencia y Baleares en el este Portugal y Galicia en el oeste y en el centro Castilla El ideal de los Estados Compuestos o la Federacion Iberica seria para los nacionalistas perifericos una peculiar arma frente al nacionalismo de Estado aun avanzado el siglo XX No fue casual que Francesc Macia proclamara la Republica Catalana en abril de 1931 de la siguiente forma l Estat Catala integrat en la Federacio de Republiques Iberiques Siglo XX Editar La implantacion de la I Republica Portuguesa en 1910 produjo que los iberistas fueran considerados como traidores debido a que los monarquicos portugueses habian buscado apoyo en Espana contra el republicanismo de finales del siglo XIX 39 Tras la Primera Guerra Mundial se produjo un periodo de distension y acercamiento que se vio favorecido con la implantacion de las Dictaduras tanto en Espana Dictadura de Primo de Rivera como en Portugal Dictadura Nacional La implantacion de la Segunda Republica Espanola en 1931 volvio a hacer reaparecer el iberismo 43 de forma que la Constitucion de 1931 reconocia la doble nacionalidad a los portugueses afincados en Espana Las implicaciones del iberismo asociado a concepciones politicas y sociales de izquierda tuvo ejemplos en doctrinas de grupos libertarios como la Federacion Anarquista Iberica y la Federacion Iberica de Juventudes Libertarias En el campo conservador catolico tradicionalista Antonio Sardinha y otros autores portugueses abogaron por ideas panhispanistas pero rechazando sin embargo el termino de iberismo 44 No obstante este ideal iberista espanol de extender la democracia a toda la peninsula iberica en una hipotetica federacion de pueblos hispanicos fue visto como una amenaza por la dictadura portuguesa de forma que esta apoyo a los sublevados en la guerra civil espanola Las relaciones entre ambos paises se estabilizaron en el Pacto Iberico 1942 que soslayo cualquier aspiracion iberista por el mantenimiento de fronteras y de los regimenes dictatoriales 45 46 Actualidad EditarEncuestas Editar Actualmente existe un cierto movimiento iberista en algunos pocos cargos del gobierno portugues 47 y en un cierto porcentaje de la poblacion de ambos Estados Una encuesta realizada en Portugal en 2006 por el periodico Iberista Sol concluyo que un 28 de los portugueses piensan que los dos Estados ibericos deberian ser un solo pais De estos un 12 42 de los favorables a la union situaria la capital en Madrid frente al 16 58 de los favorables a la union que la situaria en Lisboa Un 27 opinaba que la economia portuguesa iria mucho mejor en una hipotetica union con Espana y mas de 15 aceptaria a Juan Carlos I de Espana como su jefe de Estado 48 Segun otra encuesta realizada en Espana por Ipsos para la revista Tiempo reflejaba que el 45 7 de los espanoles desean la union de Espana y Portugal y entre los favorables a la union el 43 4 querrian que el nuevo estado se siguiera llamando Espana frente a un 39 4 favorable a que el nombre fuera Iberia para la capital Madrid recibe un apoyo del 80 frente a un 3 3 que optarian por Lisboa sobre la organizacion politica aproximadamente un 50 optarian por la monarquia frente a un 30 2 que preferirian una republica 49 Segun otra encuesta realizada en 2009 por el centro de analisis sociales de la Universidad de Salamanca uno de cada tres espanoles aceptaria formar una federacion con Portugal casi el 40 de los portugueses aceptaria una union entre los dos paises sin embargo un 30 de personas de ambos paises rechaza la idea 50 En julio del 2016 se dio a conocer otra encuesta segun la cual el 78 de los portugueses apoyaban ya una union politica entre Espana y Portugal 51 Estadisticas Editar La Universidad de Salamanca y el Centro de Investigacion y Estudios de Sociologia de Lisboa han llevado a cabo un estudio sobre la cantidad de portugueses y espanoles a favor de la union Iberica 52 El estudio esta formado por tres encuestas La primera presentada en 2009 la segunda en 2010 y la tercera en 2011 El estudio revela que hay un porcentaje mayor de lusos a favor que de espanoles Sin embargo en ambos paises el porcentaje de los que son favorables a una union entre los dos paises es mas grande que los que se muestran en contra cita requerida En 2009 los porcentajes fueron del 30 3 en Espana y del 39 9 en Portugal En 2010 los datos aumentaron al 31 en Espana y al 45 en Portugal Finalmente en 2011 los resultados dieron un 39 8 en Espana y un 46 1 en Portugal 53 El numero total de encuestados en 2011 fue de 1741 personas y fue hecho entre finales de febrero y principios de marzo Entrando en detalles de la integracion politica los defensores de un sistema federal son mas que los defensores de un sistema unitario En una escala de 0 a 10 el sistema confederal como seria el caso de Suiza es la preferida para espanoles 5 5 y portugueses 4 82 Crear un Estado unitario como Francia es la opcion menos valorada de las tres bajando al 4 54 en Espana y 3 55 en Portugal La tercera posibilidad que se ofrece es un Estado federal como Estados Unidos y recibe un 4 78 de los espanoles y un 4 de los lusos cita requerida Un 34 6 en Espana y un 30 4 en Portugal estan en contra de la union Iberica y prefieren atenerse a como se encuentran en la actualidad los dos paises Un 25 5 y 23 5 respectivamente no saben no contestan o les deja indiferente cita requerida Vease tambien EditarRelaciones entre Espana y Portugal La Raya frontera terrestre entre Espana y Portugal Regionalismo y nacionalismo en Espana Anexo Cronologia de reinos en la Peninsula Iberica Iberofonia PaniberismoNotas Editar Aparte de dicho iberismo de caracter politico Sergio Campos Matos tambien distingue un iberismo cultural y un iberismo economico 2 Referencias Editar Jimenez Redondo Juan Carlos 1996 La Peninsula Iberica entre el fin de la cuestion espanola y la Guerra Fria En Alberto J Lleonart ed Espana y ONU 1951 5 Editorial CSIC CSIC Press p 88 ISBN 9788400076146 Matos 2009 p 215 Rocamora Rocamora 1989 pp 29 30 El 40 de los portugueses apoya una union politica con Espana El Pais 28 7 2009 1 Rina Simon 2012 p 190 Paniberismo e Iberofonia isdiber Rueda Hernanz German 1998 El iberismo del siglo XIX historia de la posibilidad de union hispano portuguesa En 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