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Gracia divina

En teología cristiana se entiende por gracia divina o gracia santificante un favor o don gratuito concedido por Dios para ayudar al hombre a cumplir los mandamientos, salvarse o ser santo, como también se entiende el acto de amor unilateral e inmerecido por el que Dios llama continuamente las almas hacia sí.[1]

Durante la historia de la teología cristiana se ha ido perfilando su definición a partir de las nociones que en la Biblia se dan de la expresión χάρις y las discusiones sobre el estado inicial del hombre antes del pecado original.

La gracia en la Biblia

La expresión hebrea que es traducida comúnmente por gracia es hen o hesed.[2]

En el Antiguo Testamento implica en primer lugar una actitud magnánima de benevolencia gratuita por parte de Dios que se concreta luego en los bienes que el receptor de tal gracia obtiene. Es decir, subraya por un lado la humildad del receptor y la gratuidad del don. De ahí expresiones del tipo: “si he hallado gracia ante tus ojos” (cf. Gn 34, 11; Ex 3, 21, 11, 3; 12, 36; Nm 32, 5, etc). En otras ocasiones incluye la recompensa (cf. Dt 28, 50) aunque el favor de Dios sigue considerándose no obligado y gratuito. También puede referirse a la cualidad de una persona que hace que Yahveh le tenga benevolencia (cf. Gn 39, 5; 1Sm 16, 22). Se ha de decir que en todo el Antiguo Testamento no adquiere el sentido de un don sobrenatural o virtud propia del Nuevo Testamento o de la reflexión cristiana.

En el Nuevo Testamento se encuentra la expresión en el episodio conocido como la Anunciación. Según el relato del evangelista Lucas, el ángel Gabriel al saludar a María habría usado la expresión κεχαριτωμένη (llena de gracia) que implicaría el tercer sentido de los empleados en el Antiguo Testamento. En el resto del evangelio de Lucas se usa sea para referirse a la cualidad de la persona sea también para la manifestación de benevolencia activa por parte de Dios. En el epistolario paulino y en los Hechos de los Apóstoles se da el sentido de:

  • un don que santifica el alma, que se opone al pecado y que Cristo ha merecido para los cristianos (cf. Rm 4, 4-5; 11, 6; 2Co 12, 9, etc.)
  • el evangelio (en contraposición a la ley (cf. Rm 6, 14)
  • del poder de predicar y expulsar demonios o hacer milagros (cf. Rm 12, 6)
  • el apostolado como misión (cf. 1Co 15, 10)
  • las virtudes propias del cristiano (cf. 2Co 8, 7)
  • la benevolencia gratuita por parte de Dios (cf. Hch 14, 26)
  • actos de amor a los demás (como participar de la colecta para Jerusalén) (cf. 1Co 16, 3)
  • el plan de salvación renovado tras la Resurrección (cf. Gá 5, 4).

Las cartas de Pedro usan la expresión “gracia” para referirse a la salvación misma (cf. 1Pe 10, 15) o al evangelio (cf. 1Pe 5, 12). También significa el don sobrenatural o las virtudes propias del cristiano (cf. 2Pe 3, 18; 1Pe 5, 10).

La gracia en la teología cristiana

El pelagianismo y san Agustín

Uno de los factores que más propició la reflexión teológica sobre el tema de la gracia divina fue el pelagianismo. Pelagio sostenía que todo mal solo podía imputarse a la libertad humana. La gracia es la acción externa en la historia que lleva al hombre a responder a Dios teniendo por modelo a Jesucristo. Sin embargo, no habría gracia “interna” o no se podría sostener una libertad humana si Dios actúa también en el interior del hombre para moverlo a hacer el bien.[3]

A esta interpretación se opuso fuertemente san Agustín quien subrayó el daño del pecado original y la absoluta necesidad de la gracia divina para poder hacer el bien y vivir de acuerdo con los mandamientos. Esta gracia divina es concedida al hombre sin ningún mérito de su parte, gratuitamente (de ahí, precisamente su nombre: gratia).[4]​ Además es consecuencia de la presencia del Espíritu Santo.[5]​ Sin embargo, la acción de la gracia no suprime la libertad del hombre porque actúa por atracción, por amor.

El Concilio de Cartago del año 418 hizo eco a estas afirmaciones de san Agustín:

Quienquiera que dijere que la gracia de Dios, por la que el hombre es justificado por medio de Jesucristo nuestro Señor, vale solo para la remisión de los pecados que ya han sido cometidos, pero no como auxilio, para que no se cometan, sea anatema
Canon 3
Acerca de los frutos de los mandamientos hablaba el Señor pues no dijo: “Sin mí obraréis con dificultad” sino “Sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15, 5)
Canon 5

El semipelagianismo

Las doctrinas semipelagianas se opusieron a la teología de Agustín de Hipona y sostenían una especie de predestinación así como la teoría del initium fidei (el comienzo de la conversión se debe al esfuerzo humano)[6]

Aun cuando las tesis del semipelagianismo son todavía ocasión de discusión entre los teólogos (pues no se conoce con certeza el verdadero alcance de sus afirmaciones), San Agustín se enfrentó también a ellos como contra los pelagianos sosteniendo la primacía total de la gracia en cualquier movimiento que lleve a la salvación o justificación.[7]​ Incluso el primerísimo acto de fe requiere una gracia especial de Dios según fueron aclarando los discípulos de Agustín (cf. Próspero de Aquitania, Epistola ad Rufinum (PL 51, 77-90) o Fulgencio de Ruspe, Epistolae 17.19.20). Así el Magisterio de la Iglesia se dedicó a profundizar en la distinción entre gracia sanante y gracia elevante.

El magisterio católico anti semipelagiano

Algunos concilios africanos y los mismos Papas se ocuparon especialmente del tema del semipelagianismo subrayando de nuevo la necesidad de la intervención de Dios y su completa y gratuita iniciativa para la salvación del hombre. Bonifacio II aprobó la profesión de fe y las conclusiones del Sínodo de Orange (529) en una carta que dirigió al obispo Cesáreo de Arlés en 531.[8]​ Allí retoma la enseñanza de san Agustín: cualquier acto de fe requiere una gracia a modo de acción del Espíritu Santo.

Estos documentos fueron nuevamente asumidos y recalcados durante el Concilio de Trento a raíz de las discusiones sobre la justificación.

La gracia en la teología escolástica

Tomás de Aquino afirmaba que ni siquiera el primer movimiento de cualquier persona hacia la conversión es obra de ella misma pues el hombre en la vía de la justificación (es decir, del perdón de los pecados) no puede nada solo. Y tal justificación es obra del amor de Dios que no espera a que el hombre sea inocente para amarlo sino que lo limpia, le ofrece de nuevo una vida de hijo (cf. Summa Theologiae I-II 110, 1; I-II 113, 2) que implica una transformación y que comienza con la gracia del bautismo y las virtudes infusas y que no solo eleva sino que también mueve al hombre a buscar a Dios y a amarlo (cf. Summa Theologiae III 86, 2 ad 3; De Veritate 27, 3).

Juan Duns Scoto subraya que la justificación es un querer de Dios independiente ligado solo a cuanto haya establecido con anterioridad pues la libertad divina es absoluta.[9]​ Una vez hecha esta distinción, introduce otra por la que se separa la recepción de la gracia y de las virtudes infusas de lo que llama acceptatio divina que es, en un momento posterior, la llamada de Dios por la que el hombre queda justificado antes sus ojos.[10]

En el nominalismo se acentúa todavía más la posición de Scoto sobre la independencia y libertad divina de manera que es Dios quien escoge a algunas personas y espera de ellos los actos conformes que les permitan salvarse. Por tanto, no son necesarios los dones ni la gracia sino la acción correcta, el obrar según Dios quiere.[11]

Lutero y el Concilio de Trento

Aun cuando Lutero asumió la tesis de la absoluta libertad de Dios y la no necesidad de obras para alcanzar la justificación o salvación, usa la teoría de la imputación jurídica de los méritos de Cristo donde el pecado no es absolutamente eliminado o borrado, sino que es simplemente cubierto o no imputado contra el pecador por los méritos de Cristo; Dios ya no lo imputa, mientras que el pecador en realidad continúa bajo la cubierta de su existencia miserable hasta la hora de la muerte. Pues, Dios, por su absolución meramente judicial del pecado no quita el pecado en sí, sino que extiende sobre él como un manto su propia justicia:

La persona a ser justificada se apodera por medio de la fe fiduciaria de la justicia exterior de Cristo, y con ella cubre sus pecados; esta justicia exterior se le imputa como si fuera propia, y se presenta ante Dios como teniendo una justificación externa, pero en su interior sigue siendo el mismo pecador de antes.

De acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia católica, sin embargo, en la justificación sí se lleva a cabo un perdón de los pecados de manera que el pecado es realmente eliminado del alma, no solo el pecado original por el bautismo, sino también los pecados personales por el Sacramento de la Penitencia (Trento, Ss. V, Can. V; Ses. VI, Cap. XIV; Ses. XIV, Cap. II).[12][13]

En la teología luterana, la gracia ocupa un lugar privilegiado: el hombre ha sido de tal manera dañado por el pecado original que no le es posible realizar el bien ni cuenta con la libertad necesaria para hacerlo. La justificación ocurre solamente por la gracia (sola gratia) sin ningún mérito de parte del hombre al que solo se le pide la fe.[14]

Los católicos creen que el hombre es justificado por la sola gracia de Dios

- a través del bautismo inicialmente
- a través de la fe que obra por caridad en la vida continua del cristiano (proceso)
- a través del sacramento de la reconciliación (en caso de que se haya perdido la gracia de la justificación por causa del pecado mortal)

El Concilio de Trento declaró que el libre albedrío del hombre, movido y animado por Dios, puede por su consentimiento cooperar con Dios, quien anima e invita a la acción; y que por ello puede disponerse y prepararse para obtener la gracia de justificación. La voluntad del hombre puede resistirse a la gracia si así elige. No es como una cosa inanimada que permanece puramente pasiva. Aún debilitado y disminuido por la caída de Adán, el libre albedrío no es destruido en la carrera (Ses. VI, cap. I y V).

La declaración conjunta entre católicos y luteranos de 1999 sobre la doctrina de la justificación afirma:

Juntos confesamos que en lo que atañe a su salvación, el ser humano depende enteramente de la gracia redentora de Dios. La justificación es obra de la sola gracia de Dios. Cuando los católicos afirman que el ser humano «coopera", aceptando la acción justificadora de Dios, consideran que esa aceptación personal es en sí un fruto de la gracia y no una acción que dimana de la innata capacidad humana.[15]

El concilio de Trento se centra también en la transformación que obra la gracia en el hombre y afirma que queda realmente libre del pecado (cf. D 1560) y de cualquier marca que pudiera causar la reprobación de Dios aun cuando el hombre deba luchar, con la ayuda de la gracia, todavía contra la concupiscencia (cf. D 1515). La justificación la ve como un tema cristológico: es la inserción en Cristo, el entrar a ser parte de su cuerpo místico. La acción de Dios no solo limpia sino que también eleva al hombre: por tanto, sigue siendo Él la causa eficiente de la justificación. Por parte del hombre se requiere, según el concilio, no solo la fe sino también las otras virtudes teologales (cf. D 1531-1534).

Miguel Bayo

Miguel Bayo afirmaba que el estado inicial (con los dones y la amistad con Dios) del hombre era natural. De ahí que el pecado original sea lo mismo, para él, que la concupiscencia: la naturaleza humana está tan dañada que sin la gracia, todos los actos humanos son pecados. Sin embargo, el don de la gracia solo repara esta situación haciendo capaz al hombre de cumplir los mandamientos pero no lo devuelve a su estado inicial ni lo eleva a la filiación divina.[16]​ En su acepción, que sería considerada un precedente directo del jansenismo como lo explica Macias Fattoruso “la verdadera observancia de la religión estaba en la consagración entera a las premisas de la fe, que la vida cotidiana no podía estar por encima de la excepcionalidad de la salvación, que Dios es absolutamente libre para elegir a los que salva, que el libre albedrío tiene como límite la decisión divina y que retacearle a Dios poder sobre la salvación o la condena es decididamente una herejía”.[17]

De auxiliis

Tras el concilio de Trento y en medio de las controversias con los luteranos, los teólogos católicos se dedicaron a profundizar en la noción de gracia y en el modo en que se conjuga la acción de Dios con la libertad humana en la salvación del hombre. En ese ambiente se desarrolló una polémica entre escuelas a partir de los escritos del dominico Domingo Báñez sobre la predeterminación. Algunos miembros de la Compañía de Jesús como Luis de Molina se opusieron frontalmente a sus teorías y generaron la disputa. Para el tema de la gracia el punto en discusión dentro de la polémica era la eficacia de la gracia divina y su relación con la predestinación.

Jansenismo

Aunque se desarrolló al mismo tiempo que la controversia de auxiliis el jansenismo permitió una nueva discusión sobre temas relacionados con la gracia. Jansenio en el Augustinus (1640) asume parte de las tesis de Bayo sobre la naturaleza humana: la situación original es la propia del hombre, y, por tanto, la gracia le es debida. Luego opone de tal manera la naturaleza del hombre caído con la anterior que no sería posible a tal hombre realizar ninguna obra buena. Abunda en detalles explicativos de cómo las llamadas “gracias actuales” (es decir, las necesarias para obrar hic et nunc una obra buena) se dan en el hombre.

Las disputas teológicas sobre el jansenismo se prolongaron con diversas condenas por parte de los Papas hasta 1794. La condenación de las proposiciones de Pascasio Quesnel en la constitución Unigenitus Dei Filius permite a la doctrina católica aclarar que la condición de Adán y Eva con sus dones era sobrenatural.[18]

En el catecismo de la Iglesia católica (1992)

El catecismo de 1992 dedica un apartado de la tercera parte a tratar el tema de la gracia: los números 1996 a 2005. Ofrece una definición:

La gracia es el favor, el auxilio gratuito que Dios nos da para responder a su llamada: llegar a ser hijos de Dios, hijos adoptivos, partícipes de la naturaleza divina, de la vida eterna
CEC 1996

Subraya además que tal participación es sobrenatural en el sentido de que sobrepasa las posibilidades de la naturaleza humana. A la expresión ya conocida en ámbito teológico de gracia santificante se añade la de gracia divinizadora pues se trata del don de la vida divina al alma del cristiano.

Se habla también (cf. n. 2000) de la distinción entre gracia habitual (el don permanente de esa vida divina que permite la relación con Dios) y gracias actuales como intervenciones de Dios en el camino de santificación de cada cristiano, incluso la preparación a recibir este don es también gracia. Otra distinción (cf. n. 2003) se da entre gracias sacramentales –las que vienen con cada uno de los sacramentos y gracias especiales o carismas que el Espíritu Santo concede para alguna situación particular o para la vivencia de un determinado tipo de vida (la así llamada gracia de estado).

Finalmente el catecismo recuerda que la gracia divina es sobrenatural y no es “experimentable” por tanto, como afirmó ya el Concilio de Trento,[19]​ solo se conoce por la fe, no se puede deducir una justificación o salvación como si fuera un dato empírico.

Visión de la teología evangélica

En la teología evangélica, también es un favor inmerecido. [20]​ Permite, a través del Espíritu Santo, la santificación. Es la gracia el poder de Dios para la salvación de los pecadores, dándoles vida y fe para creer en el evangelio (Ef. 2:8-10).

Notas

  1. Esta definición sigue a la que ofrece el diccionario de la Real Academia, aunque ampliada de acuerdo con cuanto se explicita en este mismo artículo sobre la definición.
  2. J. D. Douglas, Merrill C. Tenney, Zondervan Illustrated Bible Dictionary, Zondervan Academic, USA, 2011, p. 547-548
  3. Cf. R.F. EVANS, Pelagius, Inquiries et reappraisals, Nueva York, 1968.
  4. Cf. por ejemplo: De natura et gratia 53, 62.
  5. Cf. De spiritu et littera 29, 51.
  6. Es interesante hacer nota que esta expresión la tomaron de una traducción del mismo Agustín al Cantar de los Cantares 4, 8: veniens et pertransiens ab initio fidei.
  7. Cf. De praedestinatione sanctorum cap. 3-4 (PL 964-966) y Retractationes 2, 1 (PL 32, 629-630).
  8. Para los documentos del concilio de Arlés se puede consultar el DH 370-397, que incluye la conclusión redactada por Cesáreo de Arlés. Para la carta del Papa Bonifacio II, DH 398-400.
  9. Se refiere aquí a las categorías de potencia absoluta (Dios puede hacer todo lo no contradictorio) y de potencia ordenada (Dios hace lo que está en conformidad con sus decisiones anteriores).
  10. Véase para todo este tema: W. DEETLOFF, Die Lehre von der acceptatio divina bei Johannes Duns Scotus, Werle 1954.
  11. Cf. E. BORCHERT, Der Einfluss des Nominalismus auf die Christologie der Spätscholastik, Münster 1940, pág. 46-49.
  12. http://ec.aciprensa.com/wiki/Justificaci%C3%B3n
  13. http://ec.aciprensa.com/wiki/Gracia_Santificante#Teor.C3.ADa_protestante_de_la_no-imputaci.C3.B3n
  14. M. LUTERO, De libero arbitrio 787.
  15. http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/chrstuni/documents/rc_pc_chrstuni_doc_31101999_cath-luth-joint-declaration_sp.html
  16. Algunas tesis de las doctrinas de Bayo fueron condenadas por el magisterio de la Iglesia católica en el año 1567 a través de la bula Ex omnibus afflictionibus de Pío V (cf. DS 1901-1980).
  17. Macias Fattoruso, Rodolfo (2016). «Primera Parte, capitulo I». MAESTROS DE LA GRACIA. LA ABADÍA DE PORT-ROYAL EN EL SIGLO XVII. OmniScriptum AraPers GmbH Bahnhofstraße 28, D-66111 Saarbrücken, Germany: Editorial Académica Española. pp. 42-43. ISBN 978-3-8417-5647-3. 
  18. Cf. DS 2434-2435.
  19. Cf. DS 1533-1534.
  20. Roger E. Olson, The Westminster Handbook to Evangelical Theology, Westminster John Knox Press, USA, 2004, p. 193

Bibliografía

  • FLICK M. - ALSZEGHY Z., Antropología teológica, Ediciones Sígueme, Salamanca 1971.
  • Enciclopedia de la Biblia, Ediciones Garriga S.A., Barcelona 1964.
  • LUIS F. LADARIA, Introducción a la antropología teológica, Ediciones Verbo Divino, Pamplona 1998, ISBN 84-7151-930-5.
  • La gracia, en el Catecismo de la Iglesia católica.
  • Journet, Charles (1979). Charlas acerca de la gracia. Ediciones Rialp. ISBN 9788432119958. 
  • Macias Fattoruso, Rodolfo MAESTROS DE LA GRACIA. La Abadía de Port Royal en el siglo XVII Editorial Académica Española (2016)
  •   Datos: Q3852175

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En teologia cristiana se entiende por gracia divina o gracia santificante un favor o don gratuito concedido por Dios para ayudar al hombre a cumplir los mandamientos salvarse o ser santo como tambien se entiende el acto de amor unilateral e inmerecido por el que Dios llama continuamente las almas hacia si 1 Durante la historia de la teologia cristiana se ha ido perfilando su definicion a partir de las nociones que en la Biblia se dan de la expresion xaris y las discusiones sobre el estado inicial del hombre antes del pecado original Indice 1 La gracia en la Biblia 2 La gracia en la teologia cristiana 2 1 El pelagianismo y san Agustin 2 2 El semipelagianismo 2 3 El magisterio catolico anti semipelagiano 2 4 La gracia en la teologia escolastica 2 5 Lutero y el Concilio de Trento 2 6 Miguel Bayo 2 7 De auxiliis 2 8 Jansenismo 2 9 En el catecismo de la Iglesia catolica 1992 3 Vision de la teologia evangelica 4 Notas 5 BibliografiaLa gracia en la Biblia EditarLa expresion hebrea que es traducida comunmente por gracia es hen o hesed 2 En el Antiguo Testamento implica en primer lugar una actitud magnanima de benevolencia gratuita por parte de Dios que se concreta luego en los bienes que el receptor de tal gracia obtiene Es decir subraya por un lado la humildad del receptor y la gratuidad del don De ahi expresiones del tipo si he hallado gracia ante tus ojos cf Gn 34 11 Ex 3 21 11 3 12 36 Nm 32 5 etc En otras ocasiones incluye la recompensa cf Dt 28 50 aunque el favor de Dios sigue considerandose no obligado y gratuito Tambien puede referirse a la cualidad de una persona que hace que Yahveh le tenga benevolencia cf Gn 39 5 1Sm 16 22 Se ha de decir que en todo el Antiguo Testamento no adquiere el sentido de un don sobrenatural o virtud propia del Nuevo Testamento o de la reflexion cristiana En el Nuevo Testamento se encuentra la expresion en el episodio conocido como la Anunciacion Segun el relato del evangelista Lucas el angel Gabriel al saludar a Maria habria usado la expresion kexaritwmenh llena de gracia que implicaria el tercer sentido de los empleados en el Antiguo Testamento En el resto del evangelio de Lucas se usa sea para referirse a la cualidad de la persona sea tambien para la manifestacion de benevolencia activa por parte de Dios En el epistolario paulino y en los Hechos de los Apostoles se da el sentido de un don que santifica el alma que se opone al pecado y que Cristo ha merecido para los cristianos cf Rm 4 4 5 11 6 2Co 12 9 etc el evangelio en contraposicion a la ley cf Rm 6 14 del poder de predicar y expulsar demonios o hacer milagros cf Rm 12 6 el apostolado como mision cf 1Co 15 10 las virtudes propias del cristiano cf 2Co 8 7 la benevolencia gratuita por parte de Dios cf Hch 14 26 actos de amor a los demas como participar de la colecta para Jerusalen cf 1Co 16 3 el plan de salvacion renovado tras la Resurreccion cf Ga 5 4 Las cartas de Pedro usan la expresion gracia para referirse a la salvacion misma cf 1Pe 10 15 o al evangelio cf 1Pe 5 12 Tambien significa el don sobrenatural o las virtudes propias del cristiano cf 2Pe 3 18 1Pe 5 10 La gracia en la teologia cristiana EditarEl pelagianismo y san Agustin Editar Uno de los factores que mas propicio la reflexion teologica sobre el tema de la gracia divina fue el pelagianismo Pelagio sostenia que todo mal solo podia imputarse a la libertad humana La gracia es la accion externa en la historia que lleva al hombre a responder a Dios teniendo por modelo a Jesucristo Sin embargo no habria gracia interna o no se podria sostener una libertad humana si Dios actua tambien en el interior del hombre para moverlo a hacer el bien 3 A esta interpretacion se opuso fuertemente san Agustin quien subrayo el dano del pecado original y la absoluta necesidad de la gracia divina para poder hacer el bien y vivir de acuerdo con los mandamientos Esta gracia divina es concedida al hombre sin ningun merito de su parte gratuitamente de ahi precisamente su nombre gratia 4 Ademas es consecuencia de la presencia del Espiritu Santo 5 Sin embargo la accion de la gracia no suprime la libertad del hombre porque actua por atraccion por amor El Concilio de Cartago del ano 418 hizo eco a estas afirmaciones de san Agustin Quienquiera que dijere que la gracia de Dios por la que el hombre es justificado por medio de Jesucristo nuestro Senor vale solo para la remision de los pecados que ya han sido cometidos pero no como auxilio para que no se cometan sea anatemaCanon 3 Acerca de los frutos de los mandamientos hablaba el Senor pues no dijo Sin mi obrareis con dificultad sino Sin mi no podeis hacer nada Jn 15 5 Canon 5 El semipelagianismo Editar Las doctrinas semipelagianas se opusieron a la teologia de Agustin de Hipona y sostenian una especie de predestinacion asi como la teoria del initium fidei el comienzo de la conversion se debe al esfuerzo humano 6 Aun cuando las tesis del semipelagianismo son todavia ocasion de discusion entre los teologos pues no se conoce con certeza el verdadero alcance de sus afirmaciones San Agustin se enfrento tambien a ellos como contra los pelagianos sosteniendo la primacia total de la gracia en cualquier movimiento que lleve a la salvacion o justificacion 7 Incluso el primerisimo acto de fe requiere una gracia especial de Dios segun fueron aclarando los discipulos de Agustin cf Prospero de Aquitania Epistola ad Rufinum PL 51 77 90 o Fulgencio de Ruspe Epistolae 17 19 20 Asi el Magisterio de la Iglesia se dedico a profundizar en la distincion entre gracia sanante y gracia elevante El magisterio catolico anti semipelagiano Editar Algunos concilios africanos y los mismos Papas se ocuparon especialmente del tema del semipelagianismo subrayando de nuevo la necesidad de la intervencion de Dios y su completa y gratuita iniciativa para la salvacion del hombre Bonifacio II aprobo la profesion de fe y las conclusiones del Sinodo de Orange 529 en una carta que dirigio al obispo Cesareo de Arles en 531 8 Alli retoma la ensenanza de san Agustin cualquier acto de fe requiere una gracia a modo de accion del Espiritu Santo Estos documentos fueron nuevamente asumidos y recalcados durante el Concilio de Trento a raiz de las discusiones sobre la justificacion La gracia en la teologia escolastica Editar Tomas de Aquino afirmaba que ni siquiera el primer movimiento de cualquier persona hacia la conversion es obra de ella misma pues el hombre en la via de la justificacion es decir del perdon de los pecados no puede nada solo Y tal justificacion es obra del amor de Dios que no espera a que el hombre sea inocente para amarlo sino que lo limpia le ofrece de nuevo una vida de hijo cf Summa Theologiae I II 110 1 I II 113 2 que implica una transformacion y que comienza con la gracia del bautismo y las virtudes infusas y que no solo eleva sino que tambien mueve al hombre a buscar a Dios y a amarlo cf Summa Theologiae III 86 2 ad 3 De Veritate 27 3 Juan Duns Scoto subraya que la justificacion es un querer de Dios independiente ligado solo a cuanto haya establecido con anterioridad pues la libertad divina es absoluta 9 Una vez hecha esta distincion introduce otra por la que se separa la recepcion de la gracia y de las virtudes infusas de lo que llama acceptatio divina que es en un momento posterior la llamada de Dios por la que el hombre queda justificado antes sus ojos 10 En el nominalismo se acentua todavia mas la posicion de Scoto sobre la independencia y libertad divina de manera que es Dios quien escoge a algunas personas y espera de ellos los actos conformes que les permitan salvarse Por tanto no son necesarios los dones ni la gracia sino la accion correcta el obrar segun Dios quiere 11 Lutero y el Concilio de Trento Editar Aun cuando Lutero asumio la tesis de la absoluta libertad de Dios y la no necesidad de obras para alcanzar la justificacion o salvacion usa la teoria de la imputacion juridica de los meritos de Cristo donde el pecado no es absolutamente eliminado o borrado sino que es simplemente cubierto o no imputado contra el pecador por los meritos de Cristo Dios ya no lo imputa mientras que el pecador en realidad continua bajo la cubierta de su existencia miserable hasta la hora de la muerte Pues Dios por su absolucion meramente judicial del pecado no quita el pecado en si sino que extiende sobre el como un manto su propia justicia La persona a ser justificada se apodera por medio de la fe fiduciaria de la justicia exterior de Cristo y con ella cubre sus pecados esta justicia exterior se le imputa como si fuera propia y se presenta ante Dios como teniendo una justificacion externa pero en su interior sigue siendo el mismo pecador de antes De acuerdo con las ensenanzas de la Iglesia catolica sin embargo en la justificacion si se lleva a cabo un perdon de los pecados de manera que el pecado es realmente eliminado del alma no solo el pecado original por el bautismo sino tambien los pecados personales por el Sacramento de la Penitencia Trento Ss V Can V Ses VI Cap XIV Ses XIV Cap II 12 13 En la teologia luterana la gracia ocupa un lugar privilegiado el hombre ha sido de tal manera danado por el pecado original que no le es posible realizar el bien ni cuenta con la libertad necesaria para hacerlo La justificacion ocurre solamente por la gracia sola gratia sin ningun merito de parte del hombre al que solo se le pide la fe 14 Los catolicos creen que el hombre es justificado por la sola gracia de Dios a traves del bautismo inicialmente a traves de la fe que obra por caridad en la vida continua del cristiano proceso a traves del sacramento de la reconciliacion en caso de que se haya perdido la gracia de la justificacion por causa del pecado mortal El Concilio de Trento declaro que el libre albedrio del hombre movido y animado por Dios puede por su consentimiento cooperar con Dios quien anima e invita a la accion y que por ello puede disponerse y prepararse para obtener la gracia de justificacion La voluntad del hombre puede resistirse a la gracia si asi elige No es como una cosa inanimada que permanece puramente pasiva Aun debilitado y disminuido por la caida de Adan el libre albedrio no es destruido en la carrera Ses VI cap I y V La declaracion conjunta entre catolicos y luteranos de 1999 sobre la doctrina de la justificacion afirma Juntos confesamos que en lo que atane a su salvacion el ser humano depende enteramente de la gracia redentora de Dios La justificacion es obra de la sola gracia de Dios Cuando los catolicos afirman que el ser humano coopera aceptando la accion justificadora de Dios consideran que esa aceptacion personal es en si un fruto de la gracia y no una accion que dimana de la innata capacidad humana 15 El concilio de Trento se centra tambien en la transformacion que obra la gracia en el hombre y afirma que queda realmente libre del pecado cf D 1560 y de cualquier marca que pudiera causar la reprobacion de Dios aun cuando el hombre deba luchar con la ayuda de la gracia todavia contra la concupiscencia cf D 1515 La justificacion la ve como un tema cristologico es la insercion en Cristo el entrar a ser parte de su cuerpo mistico La accion de Dios no solo limpia sino que tambien eleva al hombre por tanto sigue siendo El la causa eficiente de la justificacion Por parte del hombre se requiere segun el concilio no solo la fe sino tambien las otras virtudes teologales cf D 1531 1534 Miguel Bayo Editar Miguel Bayo afirmaba que el estado inicial con los dones y la amistad con Dios del hombre era natural De ahi que el pecado original sea lo mismo para el que la concupiscencia la naturaleza humana esta tan danada que sin la gracia todos los actos humanos son pecados Sin embargo el don de la gracia solo repara esta situacion haciendo capaz al hombre de cumplir los mandamientos pero no lo devuelve a su estado inicial ni lo eleva a la filiacion divina 16 En su acepcion que seria considerada un precedente directo del jansenismo como lo explica Macias Fattoruso la verdadera observancia de la religion estaba en la consagracion entera a las premisas de la fe que la vida cotidiana no podia estar por encima de la excepcionalidad de la salvacion que Dios es absolutamente libre para elegir a los que salva que el libre albedrio tiene como limite la decision divina y que retacearle a Dios poder sobre la salvacion o la condena es decididamente una herejia 17 De auxiliis Editar Articulo principal Polemica de auxiliis Tras el concilio de Trento y en medio de las controversias con los luteranos los teologos catolicos se dedicaron a profundizar en la nocion de gracia y en el modo en que se conjuga la accion de Dios con la libertad humana en la salvacion del hombre En ese ambiente se desarrollo una polemica entre escuelas a partir de los escritos del dominico Domingo Banez sobre la predeterminacion Algunos miembros de la Compania de Jesus como Luis de Molina se opusieron frontalmente a sus teorias y generaron la disputa Para el tema de la gracia el punto en discusion dentro de la polemica era la eficacia de la gracia divina y su relacion con la predestinacion Jansenismo Editar Aunque se desarrollo al mismo tiempo que la controversia de auxiliis el jansenismo permitio una nueva discusion sobre temas relacionados con la gracia Jansenio en el Augustinus 1640 asume parte de las tesis de Bayo sobre la naturaleza humana la situacion original es la propia del hombre y por tanto la gracia le es debida Luego opone de tal manera la naturaleza del hombre caido con la anterior que no seria posible a tal hombre realizar ninguna obra buena Abunda en detalles explicativos de como las llamadas gracias actuales es decir las necesarias para obrar hic et nunc una obra buena se dan en el hombre Las disputas teologicas sobre el jansenismo se prolongaron con diversas condenas por parte de los Papas hasta 1794 La condenacion de las proposiciones de Pascasio Quesnel en la constitucion Unigenitus Dei Filius permite a la doctrina catolica aclarar que la condicion de Adan y Eva con sus dones era sobrenatural 18 En el catecismo de la Iglesia catolica 1992 Editar El catecismo de 1992 dedica un apartado de la tercera parte a tratar el tema de la gracia los numeros 1996 a 2005 Ofrece una definicion La gracia es el favor el auxilio gratuito que Dios nos da para responder a su llamada llegar a ser hijos de Dios hijos adoptivos participes de la naturaleza divina de la vida eternaCEC 1996 Subraya ademas que tal participacion es sobrenatural en el sentido de que sobrepasa las posibilidades de la naturaleza humana A la expresion ya conocida en ambito teologico de gracia santificante se anade la de gracia divinizadora pues se trata del don de la vida divina al alma del cristiano Se habla tambien cf n 2000 de la distincion entre gracia habitual el don permanente de esa vida divina que permite la relacion con Dios y gracias actuales como intervenciones de Dios en el camino de santificacion de cada cristiano incluso la preparacion a recibir este don es tambien gracia Otra distincion cf n 2003 se da entre gracias sacramentales las que vienen con cada uno de los sacramentos y gracias especiales o carismas que el Espiritu Santo concede para alguna situacion particular o para la vivencia de un determinado tipo de vida la asi llamada gracia de estado Finalmente el catecismo recuerda que la gracia divina es sobrenatural y no es experimentable por tanto como afirmo ya el Concilio de Trento 19 solo se conoce por la fe no se puede deducir una justificacion o salvacion como si fuera un dato empirico Vision de la teologia evangelica EditarEn la teologia evangelica tambien es un favor inmerecido 20 Permite a traves del Espiritu Santo la santificacion Es la gracia el poder de Dios para la salvacion de los pecadores dandoles vida y fe para creer en el evangelio Ef 2 8 10 Notas Editar Esta definicion sigue a la que ofrece el diccionario de la Real Academia aunque ampliada de acuerdo con cuanto se explicita en este mismo articulo sobre la definicion J D Douglas Merrill C Tenney Zondervan Illustrated Bible Dictionary Zondervan Academic USA 2011 p 547 548 Cf R F EVANS Pelagius Inquiries et reappraisals Nueva York 1968 Cf por ejemplo De natura et gratia 53 62 Cf De spiritu et littera 29 51 Es interesante hacer nota que esta expresion la tomaron de una traduccion del mismo Agustin al Cantar de los Cantares 4 8 veniens et pertransiens ab initio fidei Cf De praedestinatione sanctorum cap 3 4 PL 964 966 y Retractationes 2 1 PL 32 629 630 Para los documentos del concilio de Arles se puede consultar el DH 370 397 que incluye la conclusion redactada por Cesareo de Arles Para la carta del Papa Bonifacio II DH 398 400 Se refiere aqui a las categorias de potencia absoluta Dios puede hacer todo lo no contradictorio y de potencia ordenada Dios hace lo que esta en conformidad con sus decisiones anteriores Vease para todo este tema W DEETLOFF Die Lehre von der acceptatio divina bei Johannes Duns Scotus Werle 1954 Cf E BORCHERT Der Einfluss des Nominalismus auf die Christologie der Spatscholastik Munster 1940 pag 46 49 http ec aciprensa com wiki Justificaci C3 B3n http ec aciprensa com wiki Gracia Santificante Teor C3 ADa protestante de la no imputaci C3 B3n M LUTERO De libero arbitrio 787 http www vatican va roman curia pontifical councils chrstuni documents rc pc chrstuni doc 31101999 cath luth joint declaration sp html Algunas tesis de las doctrinas de Bayo fueron condenadas por el magisterio de la Iglesia catolica en el ano 1567 a traves de la bula Ex omnibus afflictionibus de Pio V cf DS 1901 1980 Macias Fattoruso Rodolfo 2016 Primera Parte capitulo I MAESTROS DE LA GRACIA LA ABADIA DE PORT ROYAL EN EL SIGLO XVII OmniScriptum AraPers GmbH Bahnhofstrasse 28 D 66111 Saarbrucken Germany Editorial Academica Espanola pp 42 43 ISBN 978 3 8417 5647 3 Cf DS 2434 2435 Cf DS 1533 1534 Roger E Olson The Westminster Handbook to Evangelical Theology Westminster John Knox Press USA 2004 p 193Bibliografia EditarFLICK M ALSZEGHY Z Antropologia teologica Ediciones Sigueme Salamanca 1971 Enciclopedia de la Biblia Ediciones Garriga S A Barcelona 1964 LUIS F LADARIA Introduccion a la antropologia teologica Ediciones Verbo Divino Pamplona 1998 ISBN 84 7151 930 5 La gracia en el Catecismo de la Iglesia catolica Journet Charles 1979 Charlas acerca de la gracia Ediciones Rialp ISBN 9788432119958 Macias Fattoruso Rodolfo MAESTROS DE LA GRACIA La Abadia de Port Royal en el siglo XVII Editorial Academica Espanola 2016 Datos Q3852175 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Gracia divina amp oldid 135829195, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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