Generación sin nombre
Generación sin nombre, se denomina a dos movimientos estéticos y culturales distintos:
Algunos de los intelectuales que pertenecieron a este grupo son William Agudelo, David Bonells, Elkin Restrepo, Jaime García Maffla, Darío Jaramillo Agudelo, José Luis Díaz Granados, María Mercedes Carranza y Giovanny Quessep. Observemos las características mencionadas, en una obra del último autor: Se conformó por autores nacidos entre 1939 y 1949, escribían y compartían poemas, cuentos e incluso lo que se convertiría en novelas. El mayor aporte de este grupo de escritores es la presencia de un “yo” en cada uno de sus creaciones, es decir un yo poético o narrador que reflexionaba sobre las palabras allí escritas.
Estos escritores que crecieron y desarrollaron su obra en la época más álgida del hipismo en nuestro país, observando cómo se desarrollaba en otras partes del continente la Revolución Cubana y la liberación femenina, se reunían de manera informal para compartir no sólo su obra sino para leer a los grandes escritores latinoamericanos.
1. Un grupo o constelación de poetas colombianos antologados por Jaime Ferrán en su Antología de una generación sin nombre: últimos poetas colombianos (Madrid: Editorial Rialp, 1970). La Generación sin nombre comienza con una reunión y la publicación de una fotografía en la casa del joven poeta Juan Gustavo Cobo Borda, en 1968, donde aparecen en su orden de izquierda a derecha: Darío Jaramillo, David Bonells Rovira, José Luis Díaz Granados, Cobo Borda, Henry Luque Muñoz, Álvaro Miranda y Agusto Pinilla. Se suman después con encuentro y reuniones, Giovanny Quessep, Jaime García Maffla, Miguel Méndez Camacho, Elkin Restrepo, Martha Canfield y María Mercedes Carranza, directoria entonces del suplemento Vanguardia del diario El Siglo de Bogotá.
2. Una generación norteamericana denominada también Generación X de jóvenes educados por padres militantes en posturas sociales demasiado abiertas, relacionadas con mayo del 68 o con la cultura beatnik y psicodélica. Son hijos que se han creado en una enorme libertad que han interpretado como falta de afecto por parte de sus padres. De ahí que uno de los grandes temas de esta generación sea la orfandad, o más concretamente el sentimiento de desamparo y la falta de identidad ejemplificadas por la X. No es una generación guerrillera contra nada, para no parecerse a sus padres, sino conformista y consumista, conservadora, buscadora de comodidad y beneficio económico, apática, obsesionada con las marcas como signo de identidad social, de estar en el mundo: no consideran a la publicidad una molestia, sino una forma de estar en el mundo. Sus padres soñaron que podían cambiarlo experimentando con drogas, practicando el amor libre y predicando amor y paz, pero al difuminarse la nube de marihuana en el año '68 cambiaron sus ropas hippies por trajes sastre y sus consignas por empleos estables. Quienes nacieron entre los años de 1966 a 1976 son hijos desencantados y escépticos.
El término Generación X se le atribuyó al escritor Douglas Coupland. En realidad lo tomó de un libro de sociología escrito por Paul Fussell; sin embargo, fueron los sociólogos publicitarios quienes definieron la incógnita X al buscar un concepto para referirse a esta generación que comenzaba a tener poder adquisitivo.