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Emilio Mitre (ingeniero)

Emilio Edelmiro Mitre y Vedia (Buenos Aires, 8 de diciembre de 1853-Buenos Aires, 26 de mayo de 1909), fue un ingeniero y periodista argentino. Era hijo del general Bartolomé Mitre y de Delfina Vedia y llevaba el mismo nombre que su tío Emilio Mitre.

Emilio Mitre
Información personal
Nombre de nacimiento Emilio Edelmiro Mitre
Nacimiento 8 de diciembre de 1853
Buenos Aires, Argentina
Fallecimiento 26 de mayo de 1909
(55 años)
Buenos Aires, Argentina
Sepultura Cementerio de la Recoleta
Nacionalidad Argentina
Familia
Padres Bartolomé Mitre
Delfina María Luisa de Vedia
Familiares Bartolomé Mitre Vedia (hermano)
Información profesional
Ocupación Periodista, político e ingeniero
Cargos ocupados Diputado de Argentina
Partido político Unión Cívica Nacional

Biografía

Emilio Mitre nació en la ciudad de Buenos Aires el 8 de diciembre de 1853 siendo hijo del que sería futuro presidente Bartolomé Mitre y de Delfina de Vedia, hermana del general Julio de Vedia. Egresó como ingeniero civil de la Universidad Nacional, tras lo cual se lo designó como inspector de telégrafos de la provincia de Buenos Aires, teniendo a su cargo varias líneas en proceso de construcción. Al poco tiempo se dirigió a Europa, para ampliar su formación y supervisar el servicio de corresponsales del diario La Nación, el cual era dirigido por su padre, Bartolomé Mitre. Recorrió diversos países europeos, y en Inglaterra se lo nombró miembro correspondiente del Instituto de Ingenieros Civiles. Tras su regreso a Buenos Aires, continuó ejerciendo su profesión, así como también colaborando en el diario mencionado.

Estuvo involucrado en la revolución de 1880, y fue capitán del regimiento de rifleros de las milicias de Buenos Aires. Integró el directorio del Ferrocarril Oeste de Buenos Aires (que cambiaría su nombre a Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento luego de ser nacionalizado). También tuvo participaciones destacadas en los movimientos revolucionarios de 1890 y 1893. En 1896 fue elegido como diputado por la provincia de Buenos Aires.

 
Emilio Mitre en 1900

A partir de 1894 tomó la dirección del diario La Nación, desde donde abogó por la paz entre Chile y Argentina. Continuó en dicho cargo hasta su muerte en 1909. El diario La Nación tiene un gran recuerdo de él.

Suele relacionarse a Mitre con el Puerto de Buenos Aires y el canal del Delta del Paraná.

Útil y necesario para el país parecía, ante todo, en las décadas que siguieron a la organización nacional, promover el desarrollo de su riqueza y acelerar su progreso técnico. Juan María Gutiérrez —designado rector por el general Mitre— había organizado poco antes en la Universidad de Buenos Aires el Departamento de Ciencias Exactas, y a sus aulas acudió Emilio Mitre. Allí hizo sus estudios de ingeniería y los completó luego en Londres. Desde su regreso fue preocupación permanente del joven técnico dedicar sus esfuerzos a la solución de los problemas prácticos que afligían al país. La situación política comenzaba a estabilizarse y el cotejo con los países europeos en pleno desarrollo industrial hacía más visible el retraso en que la Argentina se hallaba. Ferrocarriles, caminos, diques, puertos, telégrafos, todo estaba por hacerse cuando comenzaban a multiplicarse los ganados y las áreas sembradas. Un ingeniero tenía una enorme labor por delante en la Argentina de 1880 y Emilio Mitre comenzó a realizarla. Pero Emilio Mitre no era sólo un técnico. Había crecido al calor de las pasiones políticas y no hubiera podido mantenerse ajeno a ellas en cuanto respetara el ejemplo paterno. A su regreso de Inglaterra —mientras se ocupaba de telégrafos y ferrocarriles— se encontró sumergido en la contienda y aceptó el deber moral de definirse en ella. Tomó las armas en 1880 y siguió a su padre en la corriente de oposición a Roca y Juárez Celman que debía desembocar en la fundación de la Unión Cívica. La revolución del ’90 lo contó entre los que se movieron contra el unicato, contra «el fraude y la violencia», y la política sería desde entonces una de sus permanentes preocupaciones; se manifestó a través de sus campañas periodísticas, de las luchas partidarias, pero se manifestó, sobre todo, en el ahincado estudio de los grandes problemas nacionales, actividad que expresaba en última instancia su manera de entender la política. Dividida la Unión Cívica en 1891, tras el histórico abrazo de Mitre y Roca, se incorporó a las filas de la Unión Cívica Nacional y comenzó a compartir con su padre la jefatura del movimiento, al tiempo que lo sucedía en la dirección de La Nación. Tenía entonces treinta y ocho años y había logrado una temprana madurez, un recio equilibrio y una segura independencia de carácter, virtudes que habían suscitado, como el mejor premio, la admiración paterna.

Pero el político se conjugaba con el técnico en la figura del estadista. Frente a las contingencias de cada día tomaba Emilio Mitre posición sin vacilaciones; mas en cuanto las pasiones se serenaban y recobraba su calma interior volvía a dirigir la mirada a los problemas permanentes del país para coadyuvar a su solución. Obra de estadista fue enfocar el problema de la navegación de los ríos. En 1876 había comenzado la exportación de carnes congeladas, y ese año alcanzó la de cereales las treinta mil toneladas, cifra que llegaría al millón hacia 1890. El crecimiento del volumen del comercio exterior parecía previsible y era necesario poner en condiciones el puerto de Buenos Aires y facilitar el acceso a los puertos del Paraná, que servían a la más importante zona agrícola-ganadera del país. La certidumbre de la trascendencia del problema para el desarrollo de la riqueza nacional movió a Emilio Mitre a estudiar a fondo el sistema de la navegación fluvial, estudio cuyo fruto fue el proyecto de construcción de un canal, excavado en tierra firme, que uniera el cauce del Paraná con las aguas profundas del Plata, evitando los bajíos de la zona del Delta, proyecto cuyos fundamentos y detalles técnicos expuso en los artículos que publicó en La Nación en los últimos días de 1893. La personalidad del autor se afirmaba; era un político con impulsos constructivos, de sostenida preocupación por las necesidades colectivas y más atraído por los problemas fundamentales del país que por las contingencias cotidianas de la política. Su nombre era ya notorio cuando se produjo la conmoción de 1893. Aristóbulo del Valle le ofreció una cartera en el gabinete que, a pedido del presidente Luis Sáenz Peña, constituyó a principios de julio, pero la rechazó porque no quería perder su independencia política; y pocos días después se lo vio sumado a uno de los bandos revolucionarios que se proponían derrocar al gobernador bonaerense. Triunfante el movimiento en cuanto a sus designios inmediatos e intervenida la provincia, la renuncia del gabinete de Del Valle llevó al sector que orientaba Mitre al primer plano en el orden nacional, por la designación de Manuel Quintana como ministro del Interior, y más tarde en la provincia de Buenos Aires, con la elección de Guillermo Udaondo como gobernador y del propio Mitre como senador de la Nación. Poco después la figura de su hijo Emilio cobraría en la Cámara de Diputados un singular relieve.

Desde su aparición en el Parlamento, Emilio Mitre fue reconocido como el primero de los expertos en materia de obras públicas. Por su amplia visión y su capacidad de estudio, su opinión se consideró imprescindible para resolver los numerosos y arduos problemas técnicos que se tornaban impostergables en aquel período de expansión económica. Emilio Mitre se anticipaba a todos previendo las dificultades y las necesidades futuras del país. Y las cuestiones financieras e internacionales que por entonces conmovieron a la República le proporcionaron la ocasión de contribuir con su recto juicio a la ordenación de los problemas nacionales.

En noviembre de 1896 se ocupó en la Cámara de la navegación del Riachuelo, apoyando un proyecto de construcción de esclusas que aseguraran un nivel regular de aguas. Como en ocasiones semejantes, su estudio serio y metódico del problema reveló su contracción a los asuntos públicos, y acaso por eso quiso contar Roca con su colaboración al organizar el gabinete que debía acompañarlo en su segunda presidencia. Una vez más desechó Emilio Mitre los cargos ejecutivos y prefirió atenerse a su labor periodística y par-lamentaria sin contraer responsabilidades de gobierno, que acaso no pudiera compartir con plena tranquilidad de ánimo. Su posición se puso de manifiesto en el memorable debate de octubre de 1899, en el que Emilio Mitre enfrentó al gobierno al tratarse el proyecto de conversión de la emisión fiduciaria presentado por el ministro Rosa. Una documentación acabada sirvió de base a los discursos que pronunció durante dos sesiones consecutivas, en los que se señalaba la preocupación por la abultada deuda pública, por el cariz que tomaban las inversiones extranjeras y por las consecuencias que acarrearía al país una política monetaria a su juicio improvisada y peligrosa. Empero, fue en otro terreno donde alcanzó Emilio Mitre poco después la plenitud de su ascendiente en la vida pública de la Nación. El pleito de límites con Chile había conmovido la conciencia nacional y, a fines de siglo, parecía inminente la guerra. Pactado el arbitraje en 1898, Inglaterra comenzó a cumplir la misión que le asignaron los litigantes, y el coronel Holdich empezó a principios de 1902 a determinar la línea fronteriza sobre el terreno. Ahora la paz parecía estar a un paso, y con ella la esperanza de poder desmovilizar al país; y, sin embargo, abundaban los que creían en la guerra y aun los que parecían desearla. Se decía que el arbitraje no pondría fin a la tensión internacional, y que la política chilena frente a sus vecinos del Pacífico comprometía de manera directa la posición argentina, hasta el punto de que no podría nuestro país desentenderse del problema. Quienes sostenían este punto de vista exigían el mantenimiento de la movilización militar y no faltaba quien insinuara proyectos de futuros repartos territoriales. En ese instante Emilio Mitre creyó necesario establecer con claridad los principios de la política exterior argentina y preparó un meditado editorial para ser publica-do en La Nación, en el que sostenía la tesis de que el problema del Pacífico nos era ajeno y que era imprescindible dar por concluido el conflicto con Chile en el momento en que el árbitro inglés estableciera los límites cordilleranos. Leído y aprobado por su padre, el editorial se publicó el 9 de abril de 1902, con el título El día siguiente del fallo. Era la prosa periodística de Emilio Mitre precisa y categórica, como su oratoria parlamentaria. El planteo honesto y realista a un tiempo del problema, la argumentación sólida y el tono convencido y convincente dieron a aquellas páginas tal vigor que la opinión pública, como galvanizada, rechazó unánimemente la actitud belicista. El país tomó nota ese día de la presencia de este mentor sereno y responsable, para quien la razón constituía el mejor instrumento de la acción política.

Aunque vigiladas por la razón, vibraban, sin embargo, en su espíritu las pasiones, y la pasión política entre todas, que no era en él ambición de poder, sino como un entusiasmo fervoroso por el destino de la colectividad. Como en 1890, la indignación se apoderó de su espíritu otra vez al contemplar el espectáculo de la usurpación de la voluntad ciudadana, que se preparaba en los círculos áulicos de Roca al expirar su segunda presidencia. Los nombres de los candidatos para sucederle se discutían en juntas de notables, sopesándose las influencias y auscultando la voluntad del presidente de la República, mientras la opinión pública se mantenía ajena e insensible al despojo. Para Emilio Mitre el sistema era la negación del régimen republicano, y acaso por eso quiso que se llamara «republicano» el partido político que constituyó en 1902 para combatir a un tiempo las candidaturas oficiales y la indiferencia ciudadana. El Partido Republicano nació de la división que hubo en la Unión Cívica Nacional con miras a las elecciones presidenciales de 1904. Algunos miembros del partido como Manuel Quintana (que luego sería elegido por Roca como candidato a presidente) y Antonio Bermejo buscaban continuar el pacto que había entre mitristas y el Partido Autonomista Nacional, mientras que la fracción que encabezaba Emilio Mitre junto a otros dirigentes como Guillermo Udaondo, Juan Carballido, Emilio Frers, Norberto Piñero etc, y miembros que provenían de otros partidos como el caso de los ex radicales Lisandro de la Torre y Juan Mamerto Garro buscaban la implementación del sufragio libre y la purificación de la democracia. José Evaristo Uriburu y Guillermo Udaondo fueron los hombres que propuso al país el Partido Republicano para las elecciones de 1904. «Hace un año —decía Emilio Mitre al despedir a los convencionales que los habían elegido— apelamos a la opinión pública para que se congregara en torno a nuestra bandera de principios y se lanzara a la recuperación de los derechos cívicos. Ese día levantamos como tema el imperio del sufragio libre y protestamos virilmente contra el régimen de absorción oficialista que tenía cristalizada la vida pública de la Nación y anuladas sus energías». Con esa bandera fue a la lucha el nuevo partido, y, como era previsible, los resultados contrariaron las aspiraciones renovadoras. Pero el paso estaba dado y serviría para llamar la atención de los que, dentro del régimen, comenzaban, como Carlos Pellegrini y Roque Sáenz Peña, a comprender que era necesario purificar la democracia.

Vencido, siguió combatiendo por los principios. Luchó con sostenida tenacidad para que el país desarrollara su riqueza, porque estaba persuadido de que la transformación social que habría de operar traería consigo el perfeccionamiento político. Pero no quiso ceder un paso en el terreno de los principios, porque sabía que constituyen el único freno capaz de contener las pasiones y los excesos, las declinaciones peligrosas del espíritu ciudadano y las aventuras irresponsables de la política. «La más grave, la más urgente de las cuestiones que tenemos entre manos, la que debe primar sobre todas las otras, bien se trate de obras públicas, de legislación o de tanta reforma que está reclamando el país», así definió Emilio Mitre en su discurso en la Cámara de Diputados la defensa de los privilegios parlamentarios, atropellados por el presidente José Figueroa Alcorta al clausurar el Congreso con la fuerza pública en enero de 1908. Seguro de sus opiniones —»nunca he intervenido en un debate público con un juicio más seguro», decía—, reclamó la enérgica reacción de la Cámara contra la extralimitación del Poder Ejecutivo, porque veía en ella la última expresión de la funesta tendencia a la concentración del poder, negación del principio republicano.

Poco antes se había ocupado de la necesidad de ampliar el puerto de Buenos Aires y había elaborado el proyecto de ley de ferrocarriles. Otros asuntos de interés público demandarían su atención después de aquella intervención en defensa del régimen institucional de la República. Y hasta las vísperas de su muerte apenas hubo asunto importante en cuya dilucidación no participara en busca de soluciones eficaces. Pero las soluciones eficaces tenían para él un límite preciso, determinado por una concepción armónica del desarrollo del país, que se desprende tanto de sus palabras como de sus obras. Buen liberal, creía en el progreso, pero creía más en el espíritu. Su acción política fue reflejo fiel de su personalidad: recta y mesurada, constructiva y eficaz, apasionada y severa. Hombre de su tiempo, heredó de la generación que le precedió la certidumbre de que era necesario construir; cosas que se apoyaran sobre la tierra y normas e ideas que se enraizaran en los espíritus. Entendió la política como una lenta y cotidiana labor constructiva, como un deber propio de su condición de ciudadano, como un tributo debido a la colectividad; y no hizo otra política que aquella a la que se sentía obligado por sus convicciones. No buscó las dignidades ni quiso prevalerse de las circunstancias que le hubieran abierto una brillante carrera de los honores. Vivió tras de su mesa de periodista y tras de su banca de legislador. Y murió en 1909, sirviendo al país, honrado y honorable.

Le dedicaron palabras de despedida los doctores Luis María Drago, por la Cámara de Diputados; José Luis Murature, por La Nación; Santiago G. O’Farrell, por sus amigos políticos y colegas de representación del Partido Republicano; Salvador Oria, por el Círculo de la Prensa; José León Suárez, por el Comité de la Juventud del Partido Republicano; Manuel Carlés y Mariano de Vedia, que habían disentido con él, en los planteamientos políticos; Belisario Roldán, Guillermo White y Pablo Lascano. Se le tributaron honores de general de brigada, y entre los homenajes póstumos la Municipalidad dio su nombre a una calle de la ciudad.

El libro Principales escritos y discursos del ingeniero Emilio Mitre fue editado en 1910, por la Comisión que tuvo a su cargo el monumento que lo recuerda en el paseo de la Recoleta, inaugurado en 1931, por el presidente provisional teniente general José Félix Uriburu, donde aparece sentado con las piernas cruzadas, como sosteniendo un diálogo con su pueblo. En esa ocasión el doctor Carlos Saavedra Lamas leyó un discurso, Ezequiel Ramos Mejía, lo llamó “constante Ministro de Obras Públicas…”. En los editoriales del diario La Nación del 8 de diciembre de 1953 y 26 de mayo de 1959, se recordó la importancia en la vida política y para el progreso del país, la acción periodística y parlamentaria de Emilio Mitre.

 
E. Mitre, su tumba en el cementerio de la Recoleta.

Matrimonio

El 9 de mayo de 1885 contrajo matrimonio en la ciudad de Buenos Aires con Angiolina Astengo Huergo (Bs.As., 20/12/1867-Mar del Plata, 18/02/1943), hija de don Francisco Astengo y de Delfina Ignacia Huergo. El matrimonio no tuvo hijos, pero criaron como tal a su sobrina María Delfina Astengo, quien se casó con don Guillermo H. Moores. Tal matrimonio tampoco tuvo descendencia.

Fallecimiento

Emilio Mitre falleció en la ciudad de Buenos Aires el 26 de mayo de 1909 y fue sepultado al día siguiente en la bóveda familiar del cementerio de la Recoleta. Luego de su fallecimiento se le tributaron honores de general de brigada, y se le dio su nombre a una calle de la ciudad de Buenos Aires y en el Partido de Campana, a 70 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Lleva su nombre la Escuela Nacional de Educación Técnica N.º 2 (hoy Escuela de Educación Secundaria Técnica N.º 4) fundada en 1926 y ubicada en la ciudad de San Martín, Buenos Aires. Se erigió una estatua en su honor en 1931 en el paseo de la Recoleta.

Véase también

Enlaces externos

    •   Datos: Q5831227
    •   Multimedia: Emilio Mitre


    https://jlromero.com.ar/textos/en-el-centenario-de-emilio-mitre-el-ciudadano-1953/

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Emilio Edelmiro Mitre y Vedia Buenos Aires 8 de diciembre de 1853 Buenos Aires 26 de mayo de 1909 fue un ingeniero y periodista argentino Era hijo del general Bartolome Mitre y de Delfina Vedia y llevaba el mismo nombre que su tio Emilio Mitre Emilio MitreInformacion personalNombre de nacimientoEmilio Edelmiro MitreNacimiento8 de diciembre de 1853Buenos Aires ArgentinaFallecimiento26 de mayo de 1909 55 anos Buenos Aires ArgentinaSepulturaCementerio de la RecoletaNacionalidadArgentinaFamiliaPadresBartolome MitreDelfina Maria Luisa de VediaFamiliaresBartolome Mitre Vedia hermano Informacion profesionalOcupacionPeriodista politico e ingenieroCargos ocupadosDiputado de ArgentinaPartido politicoUnion Civica Nacional editar datos en Wikidata Indice 1 Biografia 2 Matrimonio 3 Fallecimiento 4 Vease tambien 5 Enlaces externosBiografia EditarEmilio Mitre nacio en la ciudad de Buenos Aires el 8 de diciembre de 1853 siendo hijo del que seria futuro presidente Bartolome Mitre y de Delfina de Vedia hermana del general Julio de Vedia Egreso como ingeniero civil de la Universidad Nacional tras lo cual se lo designo como inspector de telegrafos de la provincia de Buenos Aires teniendo a su cargo varias lineas en proceso de construccion Al poco tiempo se dirigio a Europa para ampliar su formacion y supervisar el servicio de corresponsales del diario La Nacion el cual era dirigido por su padre Bartolome Mitre Recorrio diversos paises europeos y en Inglaterra se lo nombro miembro correspondiente del Instituto de Ingenieros Civiles Tras su regreso a Buenos Aires continuo ejerciendo su profesion asi como tambien colaborando en el diario mencionado Estuvo involucrado en la revolucion de 1880 y fue capitan del regimiento de rifleros de las milicias de Buenos Aires Integro el directorio del Ferrocarril Oeste de Buenos Aires que cambiaria su nombre a Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento luego de ser nacionalizado Tambien tuvo participaciones destacadas en los movimientos revolucionarios de 1890 y 1893 En 1896 fue elegido como diputado por la provincia de Buenos Aires Emilio Mitre en 1900 A partir de 1894 tomo la direccion del diario La Nacion desde donde abogo por la paz entre Chile y Argentina Continuo en dicho cargo hasta su muerte en 1909 El diario La Nacion tiene un gran recuerdo de el Suele relacionarse a Mitre con el Puerto de Buenos Aires y el canal del Delta del Parana Util y necesario para el pais parecia ante todo en las decadas que siguieron a la organizacion nacional promover el desarrollo de su riqueza y acelerar su progreso tecnico Juan Maria Gutierrez designado rector por el general Mitre habia organizado poco antes en la Universidad de Buenos Aires el Departamento de Ciencias Exactas y a sus aulas acudio Emilio Mitre Alli hizo sus estudios de ingenieria y los completo luego en Londres Desde su regreso fue preocupacion permanente del joven tecnico dedicar sus esfuerzos a la solucion de los problemas practicos que afligian al pais La situacion politica comenzaba a estabilizarse y el cotejo con los paises europeos en pleno desarrollo industrial hacia mas visible el retraso en que la Argentina se hallaba Ferrocarriles caminos diques puertos telegrafos todo estaba por hacerse cuando comenzaban a multiplicarse los ganados y las areas sembradas Un ingeniero tenia una enorme labor por delante en la Argentina de 1880 y Emilio Mitre comenzo a realizarla Pero Emilio Mitre no era solo un tecnico Habia crecido al calor de las pasiones politicas y no hubiera podido mantenerse ajeno a ellas en cuanto respetara el ejemplo paterno A su regreso de Inglaterra mientras se ocupaba de telegrafos y ferrocarriles se encontro sumergido en la contienda y acepto el deber moral de definirse en ella Tomo las armas en 1880 y siguio a su padre en la corriente de oposicion a Roca y Juarez Celman que debia desembocar en la fundacion de la Union Civica La revolucion del 90 lo conto entre los que se movieron contra el unicato contra el fraude y la violencia y la politica seria desde entonces una de sus permanentes preocupaciones se manifesto a traves de sus campanas periodisticas de las luchas partidarias pero se manifesto sobre todo en el ahincado estudio de los grandes problemas nacionales actividad que expresaba en ultima instancia su manera de entender la politica Dividida la Union Civica en 1891 tras el historico abrazo de Mitre y Roca se incorporo a las filas de la Union Civica Nacional y comenzo a compartir con su padre la jefatura del movimiento al tiempo que lo sucedia en la direccion de La Nacion Tenia entonces treinta y ocho anos y habia logrado una temprana madurez un recio equilibrio y una segura independencia de caracter virtudes que habian suscitado como el mejor premio la admiracion paterna Pero el politico se conjugaba con el tecnico en la figura del estadista Frente a las contingencias de cada dia tomaba Emilio Mitre posicion sin vacilaciones mas en cuanto las pasiones se serenaban y recobraba su calma interior volvia a dirigir la mirada a los problemas permanentes del pais para coadyuvar a su solucion Obra de estadista fue enfocar el problema de la navegacion de los rios En 1876 habia comenzado la exportacion de carnes congeladas y ese ano alcanzo la de cereales las treinta mil toneladas cifra que llegaria al millon hacia 1890 El crecimiento del volumen del comercio exterior parecia previsible y era necesario poner en condiciones el puerto de Buenos Aires y facilitar el acceso a los puertos del Parana que servian a la mas importante zona agricola ganadera del pais La certidumbre de la trascendencia del problema para el desarrollo de la riqueza nacional movio a Emilio Mitre a estudiar a fondo el sistema de la navegacion fluvial estudio cuyo fruto fue el proyecto de construccion de un canal excavado en tierra firme que uniera el cauce del Parana con las aguas profundas del Plata evitando los bajios de la zona del Delta proyecto cuyos fundamentos y detalles tecnicos expuso en los articulos que publico en La Nacion en los ultimos dias de 1893 La personalidad del autor se afirmaba era un politico con impulsos constructivos de sostenida preocupacion por las necesidades colectivas y mas atraido por los problemas fundamentales del pais que por las contingencias cotidianas de la politica Su nombre era ya notorio cuando se produjo la conmocion de 1893 Aristobulo del Valle le ofrecio una cartera en el gabinete que a pedido del presidente Luis Saenz Pena constituyo a principios de julio pero la rechazo porque no queria perder su independencia politica y pocos dias despues se lo vio sumado a uno de los bandos revolucionarios que se proponian derrocar al gobernador bonaerense Triunfante el movimiento en cuanto a sus designios inmediatos e intervenida la provincia la renuncia del gabinete de Del Valle llevo al sector que orientaba Mitre al primer plano en el orden nacional por la designacion de Manuel Quintana como ministro del Interior y mas tarde en la provincia de Buenos Aires con la eleccion de Guillermo Udaondo como gobernador y del propio Mitre como senador de la Nacion Poco despues la figura de su hijo Emilio cobraria en la Camara de Diputados un singular relieve Desde su aparicion en el Parlamento Emilio Mitre fue reconocido como el primero de los expertos en materia de obras publicas Por su amplia vision y su capacidad de estudio su opinion se considero imprescindible para resolver los numerosos y arduos problemas tecnicos que se tornaban impostergables en aquel periodo de expansion economica Emilio Mitre se anticipaba a todos previendo las dificultades y las necesidades futuras del pais Y las cuestiones financieras e internacionales que por entonces conmovieron a la Republica le proporcionaron la ocasion de contribuir con su recto juicio a la ordenacion de los problemas nacionales En noviembre de 1896 se ocupo en la Camara de la navegacion del Riachuelo apoyando un proyecto de construccion de esclusas que aseguraran un nivel regular de aguas Como en ocasiones semejantes su estudio serio y metodico del problema revelo su contraccion a los asuntos publicos y acaso por eso quiso contar Roca con su colaboracion al organizar el gabinete que debia acompanarlo en su segunda presidencia Una vez mas desecho Emilio Mitre los cargos ejecutivos y prefirio atenerse a su labor periodistica y par lamentaria sin contraer responsabilidades de gobierno que acaso no pudiera compartir con plena tranquilidad de animo Su posicion se puso de manifiesto en el memorable debate de octubre de 1899 en el que Emilio Mitre enfrento al gobierno al tratarse el proyecto de conversion de la emision fiduciaria presentado por el ministro Rosa Una documentacion acabada sirvio de base a los discursos que pronuncio durante dos sesiones consecutivas en los que se senalaba la preocupacion por la abultada deuda publica por el cariz que tomaban las inversiones extranjeras y por las consecuencias que acarrearia al pais una politica monetaria a su juicio improvisada y peligrosa Empero fue en otro terreno donde alcanzo Emilio Mitre poco despues la plenitud de su ascendiente en la vida publica de la Nacion El pleito de limites con Chile habia conmovido la conciencia nacional y a fines de siglo parecia inminente la guerra Pactado el arbitraje en 1898 Inglaterra comenzo a cumplir la mision que le asignaron los litigantes y el coronel Holdich empezo a principios de 1902 a determinar la linea fronteriza sobre el terreno Ahora la paz parecia estar a un paso y con ella la esperanza de poder desmovilizar al pais y sin embargo abundaban los que creian en la guerra y aun los que parecian desearla Se decia que el arbitraje no pondria fin a la tension internacional y que la politica chilena frente a sus vecinos del Pacifico comprometia de manera directa la posicion argentina hasta el punto de que no podria nuestro pais desentenderse del problema Quienes sostenian este punto de vista exigian el mantenimiento de la movilizacion militar y no faltaba quien insinuara proyectos de futuros repartos territoriales En ese instante Emilio Mitre creyo necesario establecer con claridad los principios de la politica exterior argentina y preparo un meditado editorial para ser publica do en La Nacion en el que sostenia la tesis de que el problema del Pacifico nos era ajeno y que era imprescindible dar por concluido el conflicto con Chile en el momento en que el arbitro ingles estableciera los limites cordilleranos Leido y aprobado por su padre el editorial se publico el 9 de abril de 1902 con el titulo El dia siguiente del fallo Era la prosa periodistica de Emilio Mitre precisa y categorica como su oratoria parlamentaria El planteo honesto y realista a un tiempo del problema la argumentacion solida y el tono convencido y convincente dieron a aquellas paginas tal vigor que la opinion publica como galvanizada rechazo unanimemente la actitud belicista El pais tomo nota ese dia de la presencia de este mentor sereno y responsable para quien la razon constituia el mejor instrumento de la accion politica Aunque vigiladas por la razon vibraban sin embargo en su espiritu las pasiones y la pasion politica entre todas que no era en el ambicion de poder sino como un entusiasmo fervoroso por el destino de la colectividad Como en 1890 la indignacion se apodero de su espiritu otra vez al contemplar el espectaculo de la usurpacion de la voluntad ciudadana que se preparaba en los circulos aulicos de Roca al expirar su segunda presidencia Los nombres de los candidatos para sucederle se discutian en juntas de notables sopesandose las influencias y auscultando la voluntad del presidente de la Republica mientras la opinion publica se mantenia ajena e insensible al despojo Para Emilio Mitre el sistema era la negacion del regimen republicano y acaso por eso quiso que se llamara republicano el partido politico que constituyo en 1902 para combatir a un tiempo las candidaturas oficiales y la indiferencia ciudadana El Partido Republicano nacio de la division que hubo en la Union Civica Nacional con miras a las elecciones presidenciales de 1904 Algunos miembros del partido como Manuel Quintana que luego seria elegido por Roca como candidato a presidente y Antonio Bermejo buscaban continuar el pacto que habia entre mitristas y el Partido Autonomista Nacional mientras que la fraccion que encabezaba Emilio Mitre junto a otros dirigentes como Guillermo Udaondo Juan Carballido Emilio Frers Norberto Pinero etc y miembros que provenian de otros partidos como el caso de los ex radicales Lisandro de la Torre y Juan Mamerto Garro buscaban la implementacion del sufragio libre y la purificacion de la democracia Jose Evaristo Uriburu y Guillermo Udaondo fueron los hombres que propuso al pais el Partido Republicano para las elecciones de 1904 Hace un ano decia Emilio Mitre al despedir a los convencionales que los habian elegido apelamos a la opinion publica para que se congregara en torno a nuestra bandera de principios y se lanzara a la recuperacion de los derechos civicos Ese dia levantamos como tema el imperio del sufragio libre y protestamos virilmente contra el regimen de absorcion oficialista que tenia cristalizada la vida publica de la Nacion y anuladas sus energias Con esa bandera fue a la lucha el nuevo partido y como era previsible los resultados contrariaron las aspiraciones renovadoras Pero el paso estaba dado y serviria para llamar la atencion de los que dentro del regimen comenzaban como Carlos Pellegrini y Roque Saenz Pena a comprender que era necesario purificar la democracia Vencido siguio combatiendo por los principios Lucho con sostenida tenacidad para que el pais desarrollara su riqueza porque estaba persuadido de que la transformacion social que habria de operar traeria consigo el perfeccionamiento politico Pero no quiso ceder un paso en el terreno de los principios porque sabia que constituyen el unico freno capaz de contener las pasiones y los excesos las declinaciones peligrosas del espiritu ciudadano y las aventuras irresponsables de la politica La mas grave la mas urgente de las cuestiones que tenemos entre manos la que debe primar sobre todas las otras bien se trate de obras publicas de legislacion o de tanta reforma que esta reclamando el pais asi definio Emilio Mitre en su discurso en la Camara de Diputados la defensa de los privilegios parlamentarios atropellados por el presidente Jose Figueroa Alcorta al clausurar el Congreso con la fuerza publica en enero de 1908 Seguro de sus opiniones nunca he intervenido en un debate publico con un juicio mas seguro decia reclamo la energica reaccion de la Camara contra la extralimitacion del Poder Ejecutivo porque veia en ella la ultima expresion de la funesta tendencia a la concentracion del poder negacion del principio republicano Poco antes se habia ocupado de la necesidad de ampliar el puerto de Buenos Aires y habia elaborado el proyecto de ley de ferrocarriles Otros asuntos de interes publico demandarian su atencion despues de aquella intervencion en defensa del regimen institucional de la Republica Y hasta las visperas de su muerte apenas hubo asunto importante en cuya dilucidacion no participara en busca de soluciones eficaces Pero las soluciones eficaces tenian para el un limite preciso determinado por una concepcion armonica del desarrollo del pais que se desprende tanto de sus palabras como de sus obras Buen liberal creia en el progreso pero creia mas en el espiritu Su accion politica fue reflejo fiel de su personalidad recta y mesurada constructiva y eficaz apasionada y severa Hombre de su tiempo heredo de la generacion que le precedio la certidumbre de que era necesario construir cosas que se apoyaran sobre la tierra y normas e ideas que se enraizaran en los espiritus Entendio la politica como una lenta y cotidiana labor constructiva como un deber propio de su condicion de ciudadano como un tributo debido a la colectividad y no hizo otra politica que aquella a la que se sentia obligado por sus convicciones No busco las dignidades ni quiso prevalerse de las circunstancias que le hubieran abierto una brillante carrera de los honores Vivio tras de su mesa de periodista y tras de su banca de legislador Y murio en 1909 sirviendo al pais honrado y honorable Le dedicaron palabras de despedida los doctores Luis Maria Drago por la Camara de Diputados Jose Luis Murature por La Nacion Santiago G O Farrell por sus amigos politicos y colegas de representacion del Partido Republicano Salvador Oria por el Circulo de la Prensa Jose Leon Suarez por el Comite de la Juventud del Partido Republicano Manuel Carles y Mariano de Vedia que habian disentido con el en los planteamientos politicos Belisario Roldan Guillermo White y Pablo Lascano Se le tributaron honores de general de brigada y entre los homenajes postumos la Municipalidad dio su nombre a una calle de la ciudad El libro Principales escritos y discursos del ingeniero Emilio Mitre fue editado en 1910 por la Comision que tuvo a su cargo el monumento que lo recuerda en el paseo de la Recoleta inaugurado en 1931 por el presidente provisional teniente general Jose Felix Uriburu donde aparece sentado con las piernas cruzadas como sosteniendo un dialogo con su pueblo En esa ocasion el doctor Carlos Saavedra Lamas leyo un discurso Ezequiel Ramos Mejia lo llamo constante Ministro de Obras Publicas En los editoriales del diario La Nacion del 8 de diciembre de 1953 y 26 de mayo de 1959 se recordo la importancia en la vida politica y para el progreso del pais la accion periodistica y parlamentaria de Emilio Mitre E Mitre su tumba en el cementerio de la Recoleta Matrimonio EditarEl 9 de mayo de 1885 contrajo matrimonio en la ciudad de Buenos Aires con Angiolina Astengo Huergo Bs As 20 12 1867 Mar del Plata 18 02 1943 hija de don Francisco Astengo y de Delfina Ignacia Huergo El matrimonio no tuvo hijos pero criaron como tal a su sobrina Maria Delfina Astengo quien se caso con don Guillermo H Moores Tal matrimonio tampoco tuvo descendencia Fallecimiento EditarEmilio Mitre fallecio en la ciudad de Buenos Aires el 26 de mayo de 1909 y fue sepultado al dia siguiente en la boveda familiar del cementerio de la Recoleta Luego de su fallecimiento se le tributaron honores de general de brigada y se le dio su nombre a una calle de la ciudad de Buenos Aires y en el Partido de Campana a 70 kilometros de la Ciudad de Buenos Aires Lleva su nombre la Escuela Nacional de Educacion Tecnica N º 2 hoy Escuela de Educacion Secundaria Tecnica N º 4 fundada en 1926 y ubicada en la ciudad de San Martin Buenos Aires Se erigio una estatua en su honor en 1931 en el paseo de la Recoleta Vease tambien EditarBartolome Mitre Diario La Nacion Radio MitreEnlaces externos EditarMuseo Mitre Datos Q5831227 Multimedia Emilio Mitre https jlromero com ar textos en el centenario de emilio mitre el ciudadano 1953 Obtenido de https es wikipedia org w index php title Emilio Mitre ingeniero amp oldid 139690972, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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