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Eduardo Cano de la Peña

Eduardo Cano de la Peña (Madrid, 1823-Sevilla, 1897) fue un pintor romántico español, especializado en pintura histórica.

Eduardo Cano
Información personal
Nacimiento 1823
Madrid (España)
Fallecimiento 4 de abril de 1897
Sevilla (España)
Sepultura Cementerio de San Fernando
Nacionalidad Española
Educación
Educado en
Información profesional
Ocupación Pintor
Alumnos José Jiménez Aranda
Género Retrato

Biografía y obra

Era hijo del arquitecto Melchor Cano.[1]​ Empezó estudiando arquitectura siguiendo los pasos paternos, teniendo que residir desde muy joven en la ciudad Hispalense, al ser nombrado su padre arquitecto mayor de la ciudad.

Inicio sus estudios artísticos en la Real Escuela de las Tres Nobles Artes de Sevilla, al seguir su vocación artística y musical, perfeccionando más tarde su habilidad pictórica en Madrid en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando bajo la dirección de José y Federico Madrazo y Carlos Luis de Ribera y Fieve.

 
Boceto de Entierro de Don Álvaro de Luna.

Más tarde viajó a París, donde realizó dos de sus más famosas obras, "Cristóbal Colón en el Convento de la Rábida", lienzo de puro estilo romántico con el que obtuvo la primera medalla en la Exposición Nacional de 1856 y se encuentra en el Palacio del Senado (Madrid) y "Entierro del condestable Don Álvaro de Luna", también primera medalla en la Exposición Nacional de 1858, actualmente expuesto en el Museo del Prado de Madrid.

De vuelta a Sevilla, es nombrado Conservador del Museo de Bellas Artes de esta ciudad, así como catedrático de colorido y composición en la escuela de Bellas Artes de Sevilla.

Aunque su faceta más conocida fue la de pintor histórico, no se debe olvidar su labor como retratista, realizó diferentes obras en este campo como "Retrato de Fernán Caballero", "Retrato en el estudio del pintor" o "Retrato de una joven".

Fue considerado pintor romántico, nazareno, impulsor de la pintura de historia en España, aunque también hubo de practicar los géneros del retrato, participó de las corrientes costumbrista, realista, y ejerció como muralista, acuarelista, grabador, así como exploró el territorio del casaconismo. Asimismo, fue un destacado defensor de la conservación del patrimonio hispalense, de la igualdad de sexos en cuestiones de formación y músico amateur.

           La participación en géneros, estilos y acciones tan distintos prueban no solo que Cano fue un pintor muy activo a lo largo de una dilatada trayectoria de más de cuatro décadas, sino que además alcanzó gran consideración, no solo para sus coetáneos –al ser capaz de integrar instituciones de prestigio relacionadas con el arte y la estética–, sino también para las generaciones posteriores, que siempre lo tomaron por maestro y referente indiscutible. Es factible afirmar que el enorme ascendente conseguido lo debía, no tanto al número de obras que conforman su catálogo –algo menos de ciento cincuenta títulos–, o a la calidad de las mismas, sino al constante trabajo y disponibilidad que prestó como asesor, pintor y profesor, a veces de forma desinteresada y durante muchos años. Llegó a tanto su dedicación que pudo alcanzar y establecerse en la cúspide de la Escuela de pintura sevillana, personificándola –de manera inequívoca entre los años sesenta y ochenta de la centuria decimonónica–, como ningún otro artista desde el Siglo de Oro. Eso es, desde luego, lo que creían críticos como Cascales, uno de sus primeros biógrafos, que lo llamó "Genio hacedor de genios" al actuar como "revitalizador" de dicha escuela, no tanto, como decía antes, por su propia pintura, sino por ser maestro del grupo de pintores que dominará el panorama artístico sevillano durante todo el primer tercio del siglo XX. Esta posición preponderante no se refiere a una guía formal o estética para sus discípulos y alumnos al modo de Murillo –casi ninguno de ellos adeudó formas propias del maestro–, en la Escuela de Bellas Artes. Más bien se debía a la autoridad que nacía de su inexcusable presencia en los círculos dictaminadores de la aprobación artística: formó parte de casi todas las comisiones que se crearon al efecto durante la segunda mitad del siglo, seleccionó los representantes de la ciudad en las exposiciones nacionales que se celebraron a partir de los años cincuenta, o los restauradores de los cuadros y el equipo encargado de elaborar –siempre bajo su dirección–, los catálogos y el plan museográfico de la nueva pinacoteca sevillana. Incluso fue el representante de los pintores sevillanos ante las más altas instancias, como cuando Isabel II visitó el Museo en 1862 o cuando hizo lo mismo Alfonso XII en 1877. Todo esto no solo lo categorizaba como prestigioso artista de conocimientos, sino que le permitía disfrutar de una selecta clientela para el desarrollo de su pintura, ya que la retrataba con asiduidad.

           Como consecuencia de lo anterior, Eduardo Cano suponía en el último tercio del siglo XIX un jalón determinante que alentaba al ejercicio de la práctica de la pintura y al comercio artístico como medio posible de vida para los jóvenes pintores. Para sus contemporáneos, no parecía haber existido una personalidad tan fuerte y poderosa desde Murillo en la escuela de pintura hispalense, ya que Cano había supuesto una frontera entre un periodo a olvidar y otro a recordar con ahínco[15]. Precisamente, como fuente legitimadora de la nueva etapa, protagonizada por los muchos y conocidos artistas del primer tercio del siglo XX, fue tomado por Mattoni cuando lo clasificó como "regenerador de la pintura en nuestra ciudad y maestro de una brillante pléyade de artistas".


Referencias

  1. José Manuel Suárez Garmendia (1986). Arquitectura y Urbanismo en la Sevilla del siglo XIX. Diputación de Sevilla. pp. 48-49. ISBN 84-505-4905-1. 

Bibliografía

  •  
    Un estudiante del siglo XVII leyendo El Quijote
    CABEZAS GARCÍA, Álvaro: "Una pintura y tres bocetos desconocidos de Eduardo Cano". Laboratorio de Arte: Revista del Departamento de Historia del Arte, 1130-5762, Nº. 31, 2019, págs. 561-572
  • Pérez Calero, Gerardo: El pintor Eduardo Cano de la Peña. Universidad de Sevilla (1979). ISBN 84-7405-130-4

Enlaces externos

  •   Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Eduardo Cano de la Peña.
  •   Datos: Q8772252
  •   Multimedia: Eduardo Cano de la Peña

eduardo, cano, peña, madrid, 1823, sevilla, 1897, pintor, romántico, español, especializado, pintura, histórica, eduardo, canoinformación, personalnacimiento1823, madrid, españa, fallecimiento4, abril, 1897, sevilla, españa, sepulturacementerio, fernandonacion. Eduardo Cano de la Pena Madrid 1823 Sevilla 1897 fue un pintor romantico espanol especializado en pintura historica Eduardo CanoInformacion personalNacimiento1823 Madrid Espana Fallecimiento4 de abril de 1897 Sevilla Espana SepulturaCementerio de San FernandoNacionalidadEspanolaEducacionEducado enReal Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de HungriaReal Academia de Bellas Artes de San FernandoInformacion profesionalOcupacionPintorAlumnosJose Jimenez ArandaGeneroRetrato editar datos en Wikidata Indice 1 Biografia y obra 2 Referencias 3 Bibliografia 4 Enlaces externosBiografia y obra EditarEra hijo del arquitecto Melchor Cano 1 Empezo estudiando arquitectura siguiendo los pasos paternos teniendo que residir desde muy joven en la ciudad Hispalense al ser nombrado su padre arquitecto mayor de la ciudad Inicio sus estudios artisticos en la Real Escuela de las Tres Nobles Artes de Sevilla al seguir su vocacion artistica y musical perfeccionando mas tarde su habilidad pictorica en Madrid en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando bajo la direccion de Jose y Federico Madrazo y Carlos Luis de Ribera y Fieve Boceto de Entierro de Don Alvaro de Luna Mas tarde viajo a Paris donde realizo dos de sus mas famosas obras Cristobal Colon en el Convento de la Rabida lienzo de puro estilo romantico con el que obtuvo la primera medalla en la Exposicion Nacional de 1856 y se encuentra en el Palacio del Senado Madrid y Entierro del condestable Don Alvaro de Luna tambien primera medalla en la Exposicion Nacional de 1858 actualmente expuesto en el Museo del Prado de Madrid De vuelta a Sevilla es nombrado Conservador del Museo de Bellas Artes de esta ciudad asi como catedratico de colorido y composicion en la escuela de Bellas Artes de Sevilla Aunque su faceta mas conocida fue la de pintor historico no se debe olvidar su labor como retratista realizo diferentes obras en este campo como Retrato de Fernan Caballero Retrato en el estudio del pintor o Retrato de una joven Fue considerado pintor romantico nazareno impulsor de la pintura de historia en Espana aunque tambien hubo de practicar los generos del retrato participo de las corrientes costumbrista realista y ejercio como muralista acuarelista grabador asi como exploro el territorio del casaconismo Asimismo fue un destacado defensor de la conservacion del patrimonio hispalense de la igualdad de sexos en cuestiones de formacion y musico amateur La participacion en generos estilos y acciones tan distintos prueban no solo que Cano fue un pintor muy activo a lo largo de una dilatada trayectoria de mas de cuatro decadas sino que ademas alcanzo gran consideracion no solo para sus coetaneos al ser capaz de integrar instituciones de prestigio relacionadas con el arte y la estetica sino tambien para las generaciones posteriores que siempre lo tomaron por maestro y referente indiscutible Es factible afirmar que el enorme ascendente conseguido lo debia no tanto al numero de obras que conforman su catalogo algo menos de ciento cincuenta titulos o a la calidad de las mismas sino al constante trabajo y disponibilidad que presto como asesor pintor y profesor a veces de forma desinteresada y durante muchos anos Llego a tanto su dedicacion que pudo alcanzar y establecerse en la cuspide de la Escuela de pintura sevillana personificandola de manera inequivoca entre los anos sesenta y ochenta de la centuria decimononica como ningun otro artista desde el Siglo de Oro Eso es desde luego lo que creian criticos como Cascales uno de sus primeros biografos que lo llamo Genio hacedor de genios al actuar como revitalizador de dicha escuela no tanto como decia antes por su propia pintura sino por ser maestro del grupo de pintores que dominara el panorama artistico sevillano durante todo el primer tercio del siglo XX Esta posicion preponderante no se refiere a una guia formal o estetica para sus discipulos y alumnos al modo de Murillo casi ninguno de ellos adeudo formas propias del maestro en la Escuela de Bellas Artes Mas bien se debia a la autoridad que nacia de su inexcusable presencia en los circulos dictaminadores de la aprobacion artistica formo parte de casi todas las comisiones que se crearon al efecto durante la segunda mitad del siglo selecciono los representantes de la ciudad en las exposiciones nacionales que se celebraron a partir de los anos cincuenta o los restauradores de los cuadros y el equipo encargado de elaborar siempre bajo su direccion los catalogos y el plan museografico de la nueva pinacoteca sevillana Incluso fue el representante de los pintores sevillanos ante las mas altas instancias como cuando Isabel II visito el Museo en 1862 o cuando hizo lo mismo Alfonso XII en 1877 Todo esto no solo lo categorizaba como prestigioso artista de conocimientos sino que le permitia disfrutar de una selecta clientela para el desarrollo de su pintura ya que la retrataba con asiduidad Como consecuencia de lo anterior Eduardo Cano suponia en el ultimo tercio del siglo XIX un jalon determinante que alentaba al ejercicio de la practica de la pintura y al comercio artistico como medio posible de vida para los jovenes pintores Para sus contemporaneos no parecia haber existido una personalidad tan fuerte y poderosa desde Murillo en la escuela de pintura hispalense ya que Cano habia supuesto una frontera entre un periodo a olvidar y otro a recordar con ahinco 15 Precisamente como fuente legitimadora de la nueva etapa protagonizada por los muchos y conocidos artistas del primer tercio del siglo XX fue tomado por Mattoni cuando lo clasifico como regenerador de la pintura en nuestra ciudad y maestro de una brillante pleyade de artistas Referencias Editar Jose Manuel Suarez Garmendia 1986 Arquitectura y Urbanismo en la Sevilla del siglo XIX Diputacion de Sevilla pp 48 49 ISBN 84 505 4905 1 Bibliografia Editar Un estudiante del siglo XVII leyendo El QuijoteCABEZAS GARCIA Alvaro Una pintura y tres bocetos desconocidos de Eduardo Cano Laboratorio de Arte Revista del Departamento de Historia del Arte 1130 5762 Nº 31 2019 pags 561 572 Perez Calero Gerardo El pintor Eduardo Cano de la Pena Universidad de Sevilla 1979 ISBN 84 7405 130 4Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Eduardo Cano de la Pena Datos Q8772252 Multimedia Eduardo Cano de la PenaObtenido de https es wikipedia org w index php title Eduardo Cano de la Pena amp oldid 133319457, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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