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Diego Velázquez

Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla, bautizado el 6 de junio de 1599-Madrid, 6 de agosto de 1660), conocido como Diego Velázquez, fue un pintor barroco español considerado uno de los máximos exponentes de la pintura española y maestro de la pintura universal. Pasó sus primeros años en Sevilla, donde desarrolló un estilo naturalista de iluminación tenebrista, por influencia de Caravaggio y sus seguidores. A los 24 años se trasladó a Madrid, donde fue nombrado pintor del rey Felipe IV y cuatro años después fue ascendido a pintor de cámara, el cargo más importante entre los pintores de la corte. A esta labor dedicó el resto de su vida. Su trabajo consistía en pintar retratos del rey y de su familia, así como otros cuadros destinados a decorar las mansiones reales. Su presencia en la corte le permitió estudiar la colección real de pintura que, junto con las enseñanzas de su primer viaje a Italia, donde conoció tanto la pintura antigua como la que se hacía en su tiempo, fueron influencias determinantes para evolucionar a un estilo de gran luminosidad, con pinceladas rápidas y sueltas. En su madurez, a partir de 1631, pintó de esta forma grandes obras como La rendición de Breda. En su última década su estilo se hizo más esquemático y abocetado, alcanzando un dominio extraordinario de la luz. Este período se inauguró con el Retrato del papa Inocencio X, pintado en su segundo viaje a Italia, y a él pertenecen sus dos últimas obras maestras: Las meninas y Las hilanderas.

Velázquez se autorretrató, pintando, en 1656 en su cuadro más emblemático: Las meninas. En las mangas de su vestido y en su mano derecha se aprecia su estilo final rápido y abocetado. En su paleta distinguimos los pocos colores que utilizaba en sus pinturas. La cruz de la Orden de Santiago que lleva en el pecho fue añadida al cuadro posteriormente.

Su catálogo consta de unas 120 o 130 obras. El reconocimiento como pintor universal se produjo tardíamente, hacia 1850.[1]​ Alcanzó su máxima fama entre 1880 y 1920, coincidiendo con la época de los pintores impresionistas franceses, para los que fue un referente. Manet se sintió maravillado con su obra y le calificó como «pintor de pintores» y «el más grande pintor que jamás ha existido». La parte fundamental de sus cuadros que integraban la colección real se conserva en el Museo del Prado en Madrid.

Reseña biográfica

 
Diego Velázquez Autorretrato Museo de Bellas Artes de Valencia

Primeros años en Sevilla

Diego Rodríguez de Silva y Velázquez fue bautizado el 6 de junio de 1599 en la iglesia de San Pedro de Sevilla. Sobre la fecha de su nacimiento, Bardi se aventura a decir, sin dar más detalles, que probablemente nació el día anterior a su bautizo, es decir, el 5 de junio de 1599.[2]

Sus padres fueron Juan Rodríguez de Silva, nacido en Sevilla, aunque de origen portugués (sus abuelos paternos, Diego Rodríguez y María Rodríguez de Silva, se habían establecido en la ciudad procedentes de Oporto), y Jerónima Velázquez, sevillana de nacimiento.[3]​ Se habían casado en la misma iglesia de San Pedro el 28 de diciembre de 1597.[4]​ Diego, el primogénito, sería el mayor de ocho hermanos.[5]​ Velázquez, como su hermano Juan, también «pintor de imaginería», adoptó el apellido de su madre según la costumbre extendida en Andalucía, aunque hacia la mitad de su vida firmó también en ocasiones «Silva Velázquez», utilizando el segundo apellido paterno.[6]

 
Su casa natal en Sevilla
 
Iglesia de San Pedro (Sevilla). Capilla bautismal en la que fue bautizado Diego Velázquez.

Se ha afirmado que la familia figuraba entre la pequeña hidalguía de la ciudad.[7][8]​ Sin embargo, y a pesar de las pretensiones nobiliarias de Velázquez, no hay pruebas suficientes que lo confirmen. El padre, tal vez hidalgo, era notario eclesiástico, oficio que solo podía corresponder a los niveles más bajos de la nobleza y, según Camón Aznar, debió de vivir con suma modestia, próxima a la pobreza.[9]​ El abuelo materno, Juan Velázquez Moreno, era calcetero, oficio mecánico incompatible con la nobleza, aunque pudo destinar algunos ahorros a inversiones inmobiliarias.[10]​ Los allegados del pintor alegaban como prueba de hidalguía que, desde 1609, la ciudad de Sevilla había comenzado a devolverle a su bisabuelo Andrés la tasa que pesaba sobre «la blanca de la carne», impuesto al consumo que solo debían pagar los pecheros,[11]​ y en 1613 comenzó a hacerse lo mismo con el padre y el abuelo. El propio Velázquez quedó exento de su pago desde que alcanzó la mayoría de edad. Sin embargo, esta exención no fue juzgada suficiente acreditación de nobleza por el Consejo de Órdenes Militares cuando en la década de los cincuenta se abrió el expediente para determinar la supuesta hidalguía de Velázquez, reconocida únicamente al abuelo paterno, de quien se decía que había sido tenido por tal en Portugal y Galicia.[12]

Aprendizaje

La Sevilla en que se formó el pintor era la ciudad más rica y poblada de España, así como la más cosmopolita y abierta del Imperio. Disponía del monopolio del comercio con América y tenía una importante colonia de comerciantes flamencos e italianos.[13]​ También era una sede eclesiástica de gran importancia y disponía de grandes pintores.[14]

Su talento afloró a edad muy temprana. Recién cumplidos los diez años, según Antonio Palomino, comenzó su formación en el taller de Francisco Herrera el Viejo, pintor prestigioso en la Sevilla del siglo XVII, pero de muy mal carácter y al que el joven alumno no habría podido soportar. La estancia en el taller de Herrera, que no ha podido ser documentada, hubo de ser necesariamente muy corta, pues en octubre de 1611 Juan Rodríguez firmó la «carta de aprendizaje» de su hijo Diego con Francisco Pacheco, obligándose con él por un periodo de seis años, a contar desde diciembre de 1610, cuando pudo haber tenido lugar la incorporación efectiva al taller del que sería su suegro.[15][16]

En el taller de Pacheco, pintor vinculado a los ambientes eclesiásticos e intelectuales de Sevilla, Velázquez adquirió su primera formación técnica y sus ideas estéticas. El contrato de aprendizaje fijaba las habituales condiciones de servidumbre: el joven aprendiz, instalado en la casa del maestro, debía servirle «en la dicha vuestra casa y en todo lo demás que le dixéredes e mandáredes que le sea onesto e pusible de hazer»,[17]​ mandatos que solían incluir moler los colores, calentar las colas, decantar los barnices, tensar los lienzos y armar bastidores entre otras obligaciones.[18]​ El maestro, a cambio, se obligaba a dar al aprendiz comida, casa y cama, a vestirle y calzarle, y a enseñarle el «arte bien e cumplidamente según como vos lo sabéis sin le encubrir dél cosa alguna».[17]

Los pintores de los que fue aprendiz
 
Francisco de Herrera el Viejo.
San Buenaventura recibe el hábito de San Francisco.
 
Francisco Pacheco.
Juicio Final.

Pacheco era un hombre de amplia cultura, autor de un importante tratado, El arte de la pintura, que no llegó a ver publicado en vida. Como pintor era bastante limitado, fiel seguidor de los modelos de Rafael y Miguel Ángel, interpretados de forma dura y seca. Sin embargo, como dibujante realizó excelentes retratos a lápiz. Aun así, supo dirigir a su discípulo y no limitar sus capacidades.[15]​ Pacheco es más conocido por sus escritos y por ser el maestro de Velázquez que como pintor. En su importante tratado, publicado póstumamente en 1649 e imprescindible para conocer la vida artística española de la época, se muestra fiel a la tradición idealista del anterior siglo XVI y poco proclive a los progresos de la pintura naturalista flamenca e italiana. Sin embargo, muestra su admiración por la pintura de su yerno y elogia los bodegones con figuras de marcado carácter naturalista que pintó en sus primeros años. Tenía un gran prestigio entre el clero y era muy influyente en los círculos literarios sevillanos que reunían a la nobleza local.[19]

Así describió Pacheco este periodo de aprendizaje: «Con esta doctrina [del dibujo] se crio mi yerno, Diego Velásques de Silva siendo muchacho, el cual tenía cohechado un aldeanillo aprendiz, que le servía de modelo en diversas acciones y posturas, ya llorando, ya riendo, sin perdonar dificultad alguna. Y hizo por él muchas cabezas de carbón y realce en papel azul, y de otros muchos naturales, con que granjeó la certeza en el retratar».[20][21]

No se ha conservado ningún dibujo de los que debió realizar de este aprendiz, pero es significativa la repetición de las mismas caras y personas en algunas de sus obras de esta época[22]​ (véase por ejemplo el muchacho de la izquierda en Vieja friendo huevos o en El aguador de Sevilla).

Justi, el primer gran especialista sobre el pintor, consideraba que en el breve tiempo que pasó con Herrera debió transmitirle el impulso inicial que le dio grandeza y singularidad. Le debió enseñar la «libertad de mano», que Velázquez no alcanzaría hasta años más tarde en Madrid, aunque la ejecución libre era ya un rasgo conocido en su tiempo y anteriormente se había encontrado en el Greco. Posiblemente su primer maestro le sirviese de ejemplo en la búsqueda de su propio estilo, pues las analogías que se encuentran entre los dos son solo de carácter general. En las primeras obras de Diego se encuentra un dibujo estricto atento a percibir la exactitud de la realidad del modelo, de plástica severa, totalmente opuesto a los contornos sueltos de la tumultuosa fantasía de las figuras de Herrera. Continuó su aprendizaje con un maestro totalmente diferente. Así como Herrera era un pintor nato muy temperamental, Pacheco era culto pero poco pintor, que lo que más valoraba era la ortodoxia. Justi concluía al comparar sus cuadros que Pacheco ejerció poca influencia artística en su discípulo.[7]​ Mayor influencia hubo de ejercer sobre él en los aspectos teóricos, tanto de carácter iconográfico, por ejemplo en su defensa de la Crucifixión con cuatro clavos, como en lo que se refiere al reconocimiento de la pintura como un arte noble y liberal, frente al carácter meramente artesanal con que era percibida por la mayoría de sus contemporáneos.[23]

Debe advertirse, con todo, que de haber sido discípulo de Herrera el Viejo, lo habría sido en los inicios de su carrera, cuando este contaba alrededor de veinte años y ni siquiera se había examinado como pintor, lo que solo haría en 1619 y precisamente ante Francisco Pacheco.[24]Jonathan Brown, que no toma en consideración la supuesta etapa de formación con Herrera, apunta otra posible influencia temprana, la de Juan de Roelas, presente en Sevilla durante los años de aprendizaje de Velázquez. Habiendo recibido importantes encargos eclesiásticos, Roelas introdujo en Sevilla el incipiente naturalismo escurialense, distinto del practicado por el joven Velázquez.[25]

Sus comienzos como pintor

 
Inmaculada Concepción, c. 1618 (National Gallery de Londres)
 
Adoración de los Magos, 1619. Se estima que sus modelos fueron su familia: así el Niño Jesús sería su hija Francisca, la Virgen su esposa Juana, Melchor su suegro Pacheco y Gaspar sería el mismo Velázquez.[26]

Terminado el periodo de aprendizaje, el 14 de marzo de 1617 aprobó ante Juan de Uceda y Francisco Pacheco el examen que le permitía incorporarse al gremio de pintores de Sevilla. Recibió licencia para ejercer como «maestro de imaginería y al óleo», pudiendo practicar su arte en todo el reino, tener tienda pública y contratar aprendices.[15][14]​ La escasa documentación conservada de su etapa sevillana, relativa casi exclusivamente a asuntos familiares y transacciones económicas, que indican cierta holgura familiar, solo ofrecen un dato relacionado con su oficio de pintor: el contrato de aprendizaje que Alonso Melgar, padre de Diego Melgar, de trece o catorce años, firmó en los primeros días de febrero de 1620 con Velázquez para que este le enseñase su oficio.[27]

Antes de cumplir los 19 años, el 23 de abril de 1618, se casó en Sevilla con Juana Pacheco, hija de Francisco Pacheco, que tenía 15 años pues había nacido el 1 de junio de 1602. En Sevilla nacieron sus dos hijas: Francisca, bautizada el 18 de mayo de 1619, e Ignacia, bautizada el 29 de enero de 1621.[2]​ Era frecuente entre los pintores de Sevilla de su época unirse por vínculos de parentesco, formando así una red de intereses que facilitaba trabajos y encargos.

Su gran calidad como pintor se manifestó ya en sus primeras obras realizadas con solo 18 o 19 años, bodegones con figuras como El almuerzo del Museo del Ermitage de San Petersburgo, o la Vieja friendo huevos de la National Gallery of Scotland de Edimburgo,[19]​ de asunto y técnica totalmente ajenos a cuanto se hacía en Sevilla, opuestos además a los modelos y preceptos teóricos de su maestro, quien no obstante iba a hacer, a raíz de ellos, una defensa del género pictórico del bodegón:

¿Los bodegones no se deben estimar? Claro está que sí si son pintados como mi yerno los pinta alzándose con esta parte sin dexar lugar a otros, y merecen estimación grandísima; pues con estos principios y los retratos, de que hablaremos luego, halló la verdadera imitación del natural alentando los ánimos de muchos con su poderoso ejemplo.[28]

En estos primeros años desarrolló una extraordinaria maestría, en la que se pone de manifiesto su interés por dominar la imitación del natural, consiguiendo la representación del relieve y de las calidades, mediante una técnica de claroscuro que recuerda el naturalismo de Caravaggio, aunque no es probable que el joven Velázquez pudiera haber llegado a conocer ninguna de las obras del pintor italiano.[29]​ En sus cuadros una fuerte luz dirigida acentúa los volúmenes y objetos sencillos que aparecen destacados en primer plano. El cuadro de género o bodegón, de procedencia flamenca, de los que Velázquez pudo conocer los grabados de Jacob Matham, y la llamada pittura ridicola, practicada en el norte de Italia por artistas como Vincenzo Campi, con su representación de objetos cotidianos y tipos vulgares, pudieron servirle para desarrollar estos aspectos tanto como la iluminación claroscurista. Prueba de la temprana recepción en España de pinturas de este género se encuentra en la obra de un modesto pintor de Úbeda llamado Juan Esteban.[30]

Además, el primer Velázquez pudo conocer obras del Greco, de su discípulo Luis Tristán, practicante de un personal claroscurismo, y de un actualmente mal conocido retratista, Diego de Rómulo Cincinnato, del que se ocupó elogiosamente Pacheco.[31]​ El Santo Tomás del Museo de Bellas Artes de Orleans y el San Pablo del Museo Nacional de Arte de Cataluña, evidenciarían el conocimiento de los dos primeros. La clientela sevillana, mayoritariamente eclesiástica, demandaba temas religiosos, cuadros de devoción y retratos,[19]​ por lo que también la producción del pintor en este tiempo se volcó en los encargos religiosos, como la Inmaculada Concepción de la National Gallery de Londres y su pareja, el San Juan en Patmos, procedentes del convento de carmelitas calzados de Sevilla, de acusado sentido volumétrico y un manifiesto gusto por las texturas de los materiales; la Adoración de los Magos del Museo del Prado o la Imposición de la casulla a San Ildefonso del Ayuntamiento de Sevilla. Velázquez, sin embargo, abordó en ocasiones los temas religiosos de la misma forma que sus bodegones con figuras, como ocurre en el Cristo en casa de Marta y María de la National Gallery de Londres o en La cena de Emaús de la National Gallery of Ireland, también conocida como La mulata, de la que una réplica posiblemente autógrafa en el Instituto de Arte de Chicago suprime el motivo religioso, reducido a bodegón profano.[32]​ Esa forma de interpretar el natural le permitió llegar al fondo de los personajes, demostrando tempranamente una gran capacidad para el retrato, transmitiendo la fuerza interior y temperamento de los retratados. Así en el retrato de sor Jerónima de la Fuente de 1620, del que se conocen dos ejemplares de gran intensidad, donde transmite la energía de esa monja que con 70 años partió de Sevilla para fundar un convento en Filipinas.[33]

Se consideran obras maestras de esta época la Vieja friendo huevos de 1618 y El aguador de Sevilla realizada hacia 1620. En la primera demuestra su maestría en la hilera de objetos de primera fila mediante una luz fuerte e intensa que destaca superficies y texturas. El segundo, cuadro que llevó a Madrid y regaló a Juan Fonseca, quien le ayudó a posicionarse en la corte, tiene excelentes efectos: el gran jarro de barro capta la luz en sus estrías horizontales mientras pequeñas gotas de agua transparentes resbalan por su superficie.[29]

Primer estilo
Esta etapa se caracteriza por el predominio de la técnica tenebrista, destacando en primer plano figuras fuertemente iluminadas sobre un fondo oscuro. Utilizaba un color espeso que recubría totalmente el lienzo.[34]

Sus obras, en especial sus bodegones, tuvieron gran influencia en los pintores sevillanos contemporáneos, existiendo gran cantidad de copias e imitaciones de ellos. De las veinte obras que se conservan de este periodo, nueve se pueden considerar bodegones.[35]

Rápido reconocimiento en la corte

 
En su primera visita a Madrid en 1622 pintó el retrato de Góngora, captando sin ninguna concesión su amargura.[36]

En 1621 murió en Madrid Felipe III y el nuevo monarca, Felipe IV, favoreció a un noble de familia sevillana, Gaspar de Guzmán, luego conde-duque de Olivares, que se convirtió en poco tiempo en el todopoderoso valido del rey. Olivares abogó por que la corte estuviera integrada mayoritariamente por andaluces. Pacheco debió entenderlo como una gran oportunidad para su yerno, procurándose los contactos oportunos para que Velázquez fuese presentado en la corte, a donde iba a viajar so pretexto de conocer las colecciones de pintura de El Escorial. Su primer viaje a Madrid tuvo lugar en la primavera de 1622.[37]​ Velázquez debió de ser presentado a Olivares por Juan de Fonseca o por Francisco de Rioja, pero según relata Pacheco «no se pudo retratar al rey aunque se procuró»,[38]​ por lo que el pintor regresó a Sevilla antes de fin de año.[39]​ A quien sí retrató por encargo de Pacheco, que preparaba un Libro de retratos, fue al poeta Luis de Góngora, que era capellán del rey.

 
Retrato del infante Don Carlos (1626-27). Elegante y austero, todavía con iluminación tenebrista, resalta su rostro y sus manos iluminados sobre un fondo de penumbra.[40]

Gracias a Fonseca, Velázquez pudo visitar las colecciones reales de pintura, de enorme calidad, donde Carlos I y Felipe II habían reunido cuadros de Tiziano, Veronés, Tintoretto y los Bassano. Según Julián Gállego, entonces debió comprender la limitación artística de Sevilla y que además de la imitación de la naturaleza existía «una poesía en la pintura y una belleza en la entonación».[41]​ El estudio posterior de la colección real, especialmente los tizianos, tuvo una decisiva influencia en la evolución estilística del pintor, que pasó del naturalismo austero de su época sevillana y de las severas gamas terrosas a la luminosidad de los grises plata y azules transparentes en su madurez.[33]

Poco más tarde, los amigos de Pacheco, principalmente Juan de Fonseca, que era capellán real y había sido canónigo de Sevilla, consiguieron que el conde-duque llamase a Velázquez para retratar al rey.[38]​ Así lo relató Pacheco:

El de 1623 fue llamado [a Madrid] del mesmo don Juan (por orden del Conde Duque); hospedóse en su casa, donde fue regalado y servido, y hizo su retrato. Llevólo a palacio aquella noche un hijo del conde de Peñaranda, camarero del Infante Cardenal, y en una hora lo vieron todos los de Palacio, los Infantes y el Rey, que fue la mayor calificación que tuvo. Ordenóse que retratase al infante, pero pareció más conveniente hacer el de su Majestad primero, aunque no pudo ser tan presto por grandes ocupaciones; en efecto se hizo en 30 de agosto, 1623, a gusto de Su Majestad, y de los Infantes y del Conde Duque, que afirmó no haber retratado al rey hasta entonces; y lo mismo sintieron todos los señores que lo vieron. Hizo también de camino un bosquexo del Príncipe de Gales, que le dio cien escudos.[28][42]

Ninguno de estos retratos se conserva, aunque se ha querido identificar un discutido Retrato de caballero (Detroit Institute of Arts) con el de Juan de Fonseca. Tampoco se conoce el del príncipe de Gales, futuro Carlos I, excelente aficionado a la pintura y que había llegado a Madrid de incógnito para concertar su matrimonio con la infanta María, hermana de Felipe IV, operación que no prosperó. Las obligaciones protocolarias de esta visita debieron de ser las que retrasaran el primer retrato del rey, que por la precisa datación de Pacheco, el 30 de agosto, debió de ser un boceto para elaborarlo en el taller. Pudo servir de base para un primer y también perdido retrato ecuestre, que en 1625 se expuso en la calle Mayor, «con admiración de toda la corte e invidia de los de l'arte», de lo que Pacheco se declara testigo.[43]Cassiano dal Pozzo, secretario del cardenal Barberini, a quien acompañó en su visita a Madrid en 1626, informa de su colocación en el Salón Nuevo del Alcázar formando pareja con el célebre retrato de Carlos V a caballo en Mühlberg de Tiziano, testimoniando la «grandeza» del caballo «è un bel paese» (un bello paisaje), que según Pacheco habría sido pintado del natural, como todo lo demás.[44]

Todo indica que el joven monarca, seis años menor que Velázquez, que había recibido clases de dibujo de Juan Bautista Maíno, supo apreciar de inmediato las dotes artísticas del sevillano. Consecuencia de ese primer encuentro con el rey fue que en octubre de 1623 se ordenó a Velázquez trasladar su lugar de residencia a Madrid, siendo nombrado pintor del rey con un sueldo de veinte ducados al mes, ocupando la vacante de Rodrigo de Villandrando que había fallecido el año anterior.[38]​ Ese sueldo, que no incluía la remuneración que le pudiese corresponder por sus pinturas, se vio pronto incrementado con otras concesiones, incluido un beneficio eclesiástico en las Canarias por valor de 300 ducados anuales, otorgado a petición del conde-duque por el papa Urbano VIII.[45]

 
El triunfo de Baco, (1628-29), conocida como Los borrachos y considerada la obra maestra de este periodo. Los adoradores de la derecha están modelados con un empaste denso y en unos colores que corresponden a su etapa juvenil. Sin embargo, la luminosidad del cuerpo desnudo y la presencia del paisaje de fondo muestran una evolución en su técnica.[46]

La rápida ascensión de Velázquez provocó el resentimiento de los pintores más veteranos, como Vicente Carducho y Eugenio Cajés, que lo acusaban de ser solo capaz de pintar cabezas. Según escribió Jusepe Martínez, esto provocó la realización de un concurso en 1627 entre Velázquez y los otros tres pintores reales: Carducho, Cajés y Angelo Nardi.[47]​ El ganador sería elegido para pintar el lienzo principal del Salón Grande del Real Alcázar de Madrid. El motivo del cuadro era La expulsión de los moriscos de España. El jurado, presidido por Juan Bautista Maíno, entre los bocetos presentados declaró vencedor a Velázquez. El cuadro fue colgado en este edificio y se perdió posteriormente en el incendio del mismo (Nochebuena de 1734). Este concurso contribuyó al cambio del gusto de la corte, abandonando el viejo estilo de pintura y aceptando la nueva pintura.[47]

En marzo de 1627 juró el cargo de ujier de cámara, otorgado quizá por el triunfo en este concurso, con un sueldo de 350 ducados anuales, y desde 1628 ostentó el cargo de pintor de cámara, vacante a la muerte de Santiago Morán, considerado el cargo más importante entre los pintores de la corte.[48]​ Su trabajo principal consistía en realizar los retratos de la familia real, por lo que estos representan una parte significativa de su producción. Otro trabajo era pintar cuadros para decorar los palacios reales, lo que le dio una mayor libertad en la elección de temas y en cómo representarlos, libertad de la que no gozaban los pintores comunes, atados a los encargos y a la demanda del mercado. Velázquez podía aceptar también encargos particulares, y consta que en 1624 cobró de doña Antonia de Ipeñarrieta por los retratos que le pintó de su esposo fallecido, del rey y del conde-duque, pero desde que se trasladó a Madrid solo aceptó encargos de miembros influyentes de la corte.[49]​ Se sabe que pintó varios retratos del rey y del conde-duque, algunos para ser enviados fuera de España, como los dos retratos ecuestres que en mayo de 1627 fueron enviados a Mantua por el embajador en Madrid de los Gonzaga, algunos de los cuales se perdieron en el incendio del Alcázar de 1734.[38]

Entre las obras conservadas de este periodo destaca especialmente El triunfo de Baco, popularmente conocido como Los borrachos, su primera composición mitológica, por la que en julio de 1629 cobró 100 ducados de la casa del rey. En él la antigüedad clásica se representa de forma vigorosa y cotidiana como una reunión de campesinos de su tiempo reunidos alegremente para beber, donde todavía persisten algunos modos sevillanos. Entre los retratos de los miembros de la familia real destaca El infante Don Carlos (Museo del Prado), de aspecto galán y algo indolente. De los retratos no pertenecientes a la familia real puede destacarse el inacabado Retrato de hombre joven de la Alte Pinakothek de Múnich.[50]​ También podría pertenecer a este momento El geógrafo del Museo de Bellas Artes de Rouen, inventariado en 1692 en la colección del marqués del Carpio como «un retrato de una vara de un filósofo estándose riendo con un globo, original de Diego Velázquez». Identificado también como Demócrito y alguna vez atribuido a Ribera, con cuyo estilo guarda estrecha semejanza, provoca cierta perplejidad a la crítica por el modo diverso como en él se tratan manos y cabeza, con una pincelada muy suelta, y la manera más apretada del resto de la composición, lo que se explicaría por una reelaboración de aquellas partes en torno a 1640.[51]

Su técnica en este periodo valora más la luz en función del color y la composición. En los retratos de los monarcas, según indicó Palomino, debía reflejar «la discreción e inteligencia del artífice, para saber elegir, a la luz o el contorno más grato... que en los soberanos es menester gran arte, para tocar sus defectos, sin peligrar en la adulación o tropezar en la irreverencia». Son las normas propias del «retrato de corte» a las que el pintor se obliga para dar al retratado el aspecto que mejor responda a la dignidad de su persona y de su condición. Pero Velázquez limita el número de atributos tradicionales del poder (reducidos a la mesa, el sombrero, el toisón o la empuñadura de la espada) para incidir en el tratamiento del rostro y las manos, más iluminados y sometidos progresivamente a un mayor refinamiento.[52]​ Muy característico en su obra, como ocurre en el Retrato de Felipe IV de negro (Museo del Prado), es la tendencia a repintar rectificando lo hecho, lo que dificulta la datación precisa de sus obras. Esto constituye lo que se denominan «arrepentimientos», achacables a la ausencia de estudios previos y a un modo lento de trabajar, dado el carácter flemático del pintor, según lo definió el propio rey. Pasado el tiempo lo antiguo que quedó debajo y sobre lo que se pintó, surge de nuevo de forma fácilmente perceptible. En este retrato del rey se comprueba en las piernas y el manto, pero las radiografías revelan que el retrato fue repintado por completo, hacia 1628, introduciendo sutiles variaciones sobre el retrato subyacente, del que existe otra copia posiblemente autógrafa en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, algunos años anterior. De igual forma se percibe en muchos retratos posteriores, sobre todo de los monarcas.[53]

En 1628 Rubens llegó a Madrid para realizar gestiones diplomáticas y permaneció en la ciudad casi un año. Se sabe que pintó del orden de diez retratos de la familia real, en su mayor parte perdidos. Al compararse los retratos de Felipe IV realizados por ambos pintores, las diferencias son notables: Rubens pintó al rey de forma alegórica, mientras Velázquez lo representaba como la esencia del poder. Picasso lo analizó así: «el Felipe IV de Velázquez es persona distinta del Felipe IV de Rubens».[54]​ Rubens en este viaje copió también obras de la colección de pintura del rey, especialmente de Tiziano.[54]​ Ya en otras ocasiones había copiado sus obras, pues Tiziano representaba para él una de sus principales fuentes de inspiración y estímulo. Esta labor de copia fue especialmente intensa en la corte de Felipe IV, que poseía la más importante colección de obras del veneciano.[55]​ Las copias que hizo Rubens fueron adquiridas por Felipe IV y previsiblemente inspiraron también a Velázquez.[56]

Rubens y Velázquez ya habían colaborado en cierta forma antes de este viaje a Madrid, al servirse el flamenco de un retrato de Olivares pintado por Velázquez para proporcionar el dibujo de un grabado realizado por Paulus Pontius e impreso en Amberes en 1626, en el que el marco alegórico fue diseñado por Rubens y la cabeza por Velázquez. El sevillano lo debió ver pintar los retratos reales y copias de Tiziano, siendo una gran experiencia para él observar la ejecución de esos cuadros de los dos pintores que más influencia tendrían en su propia obra. Pacheco afirmaba, en efecto, que Rubens en Madrid había tenido poco trato con pintores excepto con su yerno, con quien visitó las colecciones de El Escorial, estimulándole, según Palomino, a viajar a Italia.[57][58]​ Para Harris no hay duda de que esta relación inspiró su primer cuadro alegórico, Los borrachos.[59]​ Sin embargo Calvo Serraller precisa que aunque la mayoría de los especialistas han interpretado la visita de Rubens como la primera influencia decisiva que sufrió la pintura de Velázquez, nada hay que demuestre un cambio sustancial en su estilo en este momento. Para Calvo Serraller lo que sí es casi seguro es que Rubens impulsó el primer viaje a Italia, pues al poco de marcharse de la corte española en mayo de 1629 Velázquez obtuvo el permiso para realizar su viaje.[60]​ Según los representantes italianos en España este viaje era para completar sus estudios.[59]

Primer viaje a Italia

 
La fragua de Vulcano, (1630). Obra esencial para entender su evolución en su primer viaje a Italia. La atmósfera ha superado las limitaciones del tenebrismo y los cuerpos se modelan en un espacio real y no emergen en una sombra envolvente. La preocupación por el desnudo y la riqueza de las expresiones sugieren el estudio del clasicismo romano-boloñés.[46]

Así pues, después de la marcha de Rubens y seguramente influido por él, Velázquez solicitó licencia al rey para viajar a Italia a completar sus estudios.[61]​ El 22 de julio de 1629 le concedieron para el viaje dos años de salario, 480 ducados, y además disponía de otros 400 ducados por el pago de varios cuadros. Velázquez viajó con un criado, y llevaba cartas de recomendación para las autoridades de los lugares que quería visitar.[62]

Este viaje a Italia representó un cambio decisivo en su pintura. Desde el siglo anterior muchos artistas de toda Europa viajaban a Italia para conocer el centro de la pintura europea admirado por todos, un anhelo compartido también por Velázquez. Además, Velázquez era el pintor del rey de España, y por ello se le abrieron todas las puertas, pudiendo contemplar obras que solo estaban al alcance de los más privilegiados.[63]

Partió del puerto de Barcelona en la nave de Espínola, general genovés al servicio del rey español, que volvía a su tierra. El 23 de agosto de 1629 la nave arribó a Génova, de donde sin apenas detenerse marchó a Venecia, donde el embajador español le gestionó visitas a las principales colecciones artísticas de los distintos palacios. Según Palomino, copió obras de Tintoretto. Como la situación política era delicada en la ciudad, permaneció allí poco tiempo y partió hacia Ferrara, donde se encontraría con la pintura de Giorgione; se desconoce el efecto que le produjo la obra de este gran innovador.[64]

Después estuvo en Cento, interesado en conocer la obra de Guercino, que pintaba sus cuadros con una iluminación muy blanca, trataba a sus figuras religiosas como personajes corrientes y era un gran paisajista. Para Julián Gállego, la obra de Guercino fue la que más ayudó a Velázquez a encontrar su estilo personal.[64]

En Roma, el cardenal Francesco Barberini, a quien había tenido ocasión de retratar en Madrid, le facilitó la entrada a las estancias vaticanas, en las que dedicó muchos días a la copia de los frescos de Miguel Ángel y Rafael. Después se trasladó a Villa Médici, en las afueras de Roma, donde copió su colección de escultura clásica. No solo estudió a los maestros antiguos; en aquel momento se encontraban activos en Roma los grandes pintores del barroco Pietro da Cortona, Andrea Sacchi, Nicolas Poussin, Claudio de Lorena y Gian Lorenzo Bernini. No hay testimonio directo de que Velázquez contactase con ellos, pero existen importantes indicios de que conoció de primera mano las novedades del mundo artístico romano.[65]

 
La túnica de José, (1630). En este primer viaje a Italia el conocimiento de los maestros italianos perfecciona su técnica. En este cuadro se evidencia; en sus modelados anatómicos, en los juegos de luces, en la armónica claridad de color y en una composición más estructurada y compleja.[53]

La asimilación del arte italiano en el estilo de Velázquez se comprueba en La fragua de Vulcano y La túnica de José, lienzos pintados en este momento por iniciativa propia sin encargo de por medio. En La fragua de Vulcano, aunque persisten elementos del periodo sevillano, se advierte una ruptura importante con su pintura anterior. Algunos de esos cambios se aprecian en el tratamiento espacial: la transición hacia el fondo es suave y el intervalo entre figuras está muy medido. También en las pinceladas, aplicadas antes en capas de pintura opaca y ahora con una imprimación muy ligera, de modo que la pincelada es fluida y los toques de luz producen sorprendentes efectos entre las zonas iluminadas y las sombras. Así el pintor contemporáneo Jusepe Martínez concluía: «vino muy mejorado en cuanto a perspectiva y arquitectura se refiere».[65]

En Roma pintó también dos pequeños paisajes en el jardín de Villa Médici: La entrada a la gruta y El Pabellón de Cleopatra-Ariadna, pero no existe acuerdo entre los historiadores sobre el momento de su ejecución. Quienes sostienen que pudo pintarlos durante el primer viaje, singularmente López-Rey, se apoyan en que el pintor vivió en Villa Médici en el verano de 1630, mientras que la mayoría de los especialistas han preferido retrasar la fecha de su realización al segundo viaje, por considerar muy avanzada su técnica bocetística, casi impresionista. Los estudios técnicos realizados en el Museo del Prado, si bien en este caso no son concluyentes, avalan sin embargo la ejecución en torno a 1630.[66]​ Según Pantorba, se propuso captar dos fugaces «impresiones» a la manera como lo haría Monet dos siglos después. El estilo de estos cuadros ha sido frecuentemente comparado con los paisajes romanos que Corot pintó en el siglo XIX.[67]​ La novedad de estos paisajes radica no tanto en sus asuntos como en su ejecución. Los estudios de paisajes tomados del natural eran una práctica poco frecuente, utilizada solo por algunos artistas holandeses establecidos en Roma. Algo después, también Claudio de Lorena realizó de ese modo algunos conocidos dibujos. Pero, a diferencia de todos ellos, Velázquez iba a emplear directamente el óleo, emulando en su ejecución la técnica informal del dibujo.[68]

Permaneció en Roma hasta el otoño de 1630, y regresó a Madrid pasando por Nápoles, donde hizo el retrato de la reina de Hungría (Museo del Prado). Allí pudo conocer a José de Ribera, que se encontraba en su plenitud pictórica.[49]

Madurez en Madrid

 
Según Gudiol, este retrato de Felipe IV de castaño y plata, pintado hacia 1631-1636, es de los primeros donde cambió su técnica buscando la impresión visual. El conjunto parece plasmado meticulosamente pero consiguió los efectos del vestido y de las mangas mediante manchas y toques irregulares.[69]

Concluido su primer viaje a Italia, estaba en posesión de una técnica extraordinaria. Con 32 años inició su periodo de madurez. En Italia había completado su proceso formativo estudiando las obras maestras del Renacimiento y su educación pictórica era la más amplia que un pintor español había recibido hasta la fecha.[70]

Desde principios de 1631, de nuevo en Madrid, volvió a su principal tarea de pintor de retratos reales en un periodo de amplia producción.[59]​ Según Palomino, inmediatamente después de su regreso a la corte se presentó al conde-duque, quien le ordenó acudir a dar las gracias al rey por no haberse dejado retratar por otro pintor en su ausencia. También se le aguardaba para retratar al príncipe Baltasar Carlos, nacido durante su estancia en Roma, al que retrató en al menos seis ocasiones.[71]​ Estableció su taller en el Alcázar y tuvo ayudantes. Al mismo tiempo, prosiguió su ascenso en la corte, no exento de litigios: en 1633 recibió una vara de alguacil de corte, ayuda de guardarropa de su majestad en 1636, ayuda de cámara en 1643 y superintendente de obras un año más tarde. La documentación, relativamente abundante para esta etapa, recogida por Pita Andrade, presenta, sin embargo, lagunas importantes en lo relativo a su labor artística.[72]

En 1631 entró en su taller un joven ayudante de veinte años, Juan Bautista Martínez del Mazo, nacido en Cuenca, del que nada se sabe de su primera formación como pintor. Mazo se casó el 21 de agosto de 1633 con la hija mayor de Velázquez, Francisca, que tenía 15 años de edad. En 1634 su suegro le cedió su puesto de ujier de cámara, para asegurar el futuro económico de Francisca. Mazo apareció desde entonces estrechamente unido a Velázquez, como su ayudante más importante, pero sus propias obras no pasarían de ser copias o adaptaciones del maestro sevillano, destacando, según el aragonés Jusepe Martínez, por su habilidad en la pintura de pequeñas figuras.[69]​ Su destreza al copiar las obras de su maestro, destacada por Palomino,[73]​ y su intervención en algunas obras de Velázquez, que habían quedado sin terminar a su muerte, ha originado ciertas incertidumbres, pues todavía hay discusiones entre los críticos sobre la atribución de ciertos cuadros a Velázquez o a Mazo.[74]

En 1632 pintó un Retrato del príncipe Baltasar Carlos que se conserva en la Colección Wallace de Londres, derivado de un retrato anterior, El príncipe Baltasar Carlos con un enano, terminado en 1631. Para José Gudiol, este segundo retrato representa el comienzo de una nueva etapa en la técnica de Velázquez, que en una larga evolución le llevó hasta sus últimas pinturas, mal llamadas «impresionistas». En algunas zonas de este cuadro, especialmente en el vestido, Velázquez deja de modelar la forma, tal como es, para pintar según la impresión visual. Buscaba de este modo la simplificación del trabajo pictórico, pero esto exigía un conocimiento profundo de cómo se producen los efectos de luz en las cosas representadas en la pintura. Se precisa también una gran seguridad, una gran técnica y un instinto considerable para poder elegir los elementos dominantes y principales, aquellos que permitirían al espectador apreciar con exactitud todos los detalles como si hubiesen sido pintados de verdad detalladamente. Precisa también de un dominio total del claroscuro para dar la sensación de volumen. Esta técnica se consolidó en el retrato Felipe IV de castaño y plata, donde, mediante una disposición irregular de toques claros, se sugieren los bordados del traje del monarca.[69]

Participó en los dos grandes proyectos decorativos del periodo: el nuevo Palacio del Buen Retiro, impulsado por Olivares, y la Torre de la Parada, un pabellón de caza del rey en las proximidades de Madrid.[59]

Para el Palacio del Buen Retiro, Velázquez realizó entre 1634 y 1635 una serie de cinco retratos ecuestres de Felipe III, Felipe IV, las esposas de ambos y el príncipe heredero. Estos decoraban los testeros (extremos) del gran Salón de Reinos, concebido con la finalidad de exaltar a la monarquía española y a su soberano. Para sus muros laterales se encargó también una amplia serie de lienzos con batallas mostrando las victorias recientes de las tropas españolas. Velázquez realizó uno de ellos, La rendición de Breda, el llamado también Las lanzas.[70]​ Tanto el retrato de Felipe IV a caballo como el del príncipe se encuentran entre las obras maestras del pintor. Quizás en los otros tres retratos ecuestres pudo recibir ayuda de su taller, pero de todas formas se observa en los mismos detalles de suma destreza que pertenecen a la mano de Velázquez. La disposición de los retratos ecuestres del rey Felipe IV, la reina y el príncipe Baltasar Carlos en el Salón de Reinos, ha sido reconstruida por Brown apoyándose en descripciones de la época. El retrato del príncipe, el futuro de la monarquía, se encontraba entre los de sus padres:[75]

Para la Torre de la Parada pintó tres retratos del rey, de su hermano, el cardenal-infante don Fernando, y del príncipe vestidos de cazadores. También para aquel pabellón de caza pintó otros tres cuadros, Esopo, Menipo y Marte descansando.[59]

Hacia 1634, y con destino también al Palacio del Buen Retiro, Velázquez habría realizado un grupo de retratos de bufones y «hombres de placer» de la corte. El inventario de 1701 menciona seis cuadros verticales de cuerpo entero que podrían haber servido para decorar una escalera o una habitación inmediata al cuarto de la reina. De ellos únicamente tres se conservan en el Museo del Prado: Pablo de Valladolid, El bufón llamado don Juan de Austria y El bufón Cristóbal de Castañeda como Barbarroja.[76]​ A la misma serie podrían pertenecer el desaparecido Francisco de Ocáriz y Ochoa, que entró al servicio del rey al mismo tiempo que Cristóbal de Pernía, y el llamado Juan Calabazas (Calabacillas con un molinete) del Museo de Arte de Cleveland, cuya autoría y fecha de ejecución son dudosas.[77]​ Otros dos lienzos con bufones sentados decoraban sobreventanas de la sala de la reina en la Torre de la Parada, descritos en los inventarios como sendos enanos, uno de ellos «en traje de filósofo» y en actitud de estudio, identificado con Diego de Acedo, el Primo, y el otro, un bufón sentado con una baraja que se puede reconocer en Francisco Lezcano, el Niño de Vallecas. La misma procedencia podría tener El bufón Calabacillas sentado. Otros dos retratos de bufones fueron inventariados en 1666 por Juan Martínez del Mazo en el Alcázar: El Primo, que debió de perderse en el incendio de 1734, y El bufón don Sebastián de Morra, pintado hacia 1644.[78]​ Mucho se ha escrito sobre estas series de bufones en las que retrató compasivamente sus carencias físicas y psíquicas. Resueltos en unos espacios inverosímiles, pudo en ellos realizar experimentos estilísticos con absoluta libertad.[79]

 
El bufón Calabacillas (1637-39). Uno de los retratos más angustiosos de Velázquez. Se representa al bufón de forma realista con sus manos de epiléptico, el estrabismo evidente en su mirada y su sonrisa provocada por un gesto deforme y asimétrico.[80][81]

Entre sus cuadros religiosos de este periodo destacan San Antonio y San Pablo ermitaño, pintado para su ermita en los jardines del palacio del Buen Retiro, y el Cristo crucificado pintado para el convento de San Plácido. Según Azcárate, en este Cristo reflejó su religiosidad expresada en un cuerpo idealizado y sereno de formas sosegadas y bellas.[82]

La década de 1630 fue para Velázquez la de mayor actividad con los pinceles; casi un tercio de su catálogo pertenece a este periodo. Hacia 1640 esta intensa producción disminuyó drásticamente, y ya no se recuperó en el futuro. No se conoce con seguridad el motivo de tal descenso en la actividad, si bien parece probable que se viese acaparado en labores cortesanas al servicio del rey, que le ayudaron a ganar una mejor posición social, pero que le restaron tiempo para pintar.[83]​ Como superintendente de obras, debía ocuparse además en tareas de conservación y dirigir las reformas que se hacían en el Real Alcázar.[84]​ Entre 1642 y 1646 hubo además de acompañar a la corte en las «jornadas de Aragón». Allí pintó un nuevo retrato del rey «de la forma que entró en Lérida» para conmemorar el levantamiento del cerco puesto a la ciudad por el ejército francés, enviado inmediatamente a Madrid y expuesto en público a petición de los catalanes de la corte.[85]​ Es el llamado Felipe IV en Fraga, por la ciudad oscense donde se pintó, en el que Velázquez alcanzó un notable equilibrio entre la meticulosidad de la cabeza y los centelleantes brillos de la indumentaria.[86]

Velázquez ocupó en 1643 el puesto de ayuda de cámara, que suponía el máximo reconocimiento de los favores reales, dado que era una de las personas más próximas al monarca. Después de este nombramiento, se sucedieron una serie de desgracias personales, la muerte de su suegro y maestro Francisco Pacheco, el 27 de noviembre de 1644, sumadas a las acontecidas en la corte: las rebeliones de Cataluña y Portugal en 1640, caída del poder del que había sido su protector: el valido del rey, el Conde-Duque de Olivares, junto con la derrota de los tercios españoles en la batalla de Rocroi en 1643; la muerte de la reina Isabel en 1644; y por último la defunción, en 1646, del príncipe heredero Baltasar Carlos, a los 17 años de edad; harían de estos unos años difíciles también para Velázquez.

Segundo viaje a Italia

Velázquez llegó a Málaga a principios de diciembre de 1648, desde donde embarcaría con una pequeña flota el 21 de enero de 1649 en dirección a Génova,[87]​ permaneciendo en Italia hasta mediados de 1651, con el fin de adquirir pinturas y esculturas antiguas para el rey. También debía contratar a Pietro da Cortona para pintar al fresco varios techos de estancias que se habían reformado en el Real Alcázar de Madrid. Al no poder comprar esculturas antiguas tuvo que conformarse con encargar copias en bronce mediante vaciados o moldes obtenidos de originales famosos. Tampoco pudo convencer a Pietro da Cortona para realizar los frescos del Alcázar, y en su lugar contrató a Angelo Michele Colonna y Agostino Mitelli, expertos en la pintura de trampantojo. Este trabajo de gestión, más que el propiamente creativo, le absorbió mucho tiempo; viajó buscando pinturas de maestros antiguos, seleccionando esculturas antiguas para copiar y obteniendo los permisos para hacerlo. Otra vez realizó un recorrido por los principales estados italianos en dos etapas: la primera le llevó hasta Venecia, donde adquirió obras de Veronés y Tintoretto para el monarca español; la segunda, tras instalarse en Roma, a Nápoles, donde se reencontró con Ribera e hizo provisión de fondos antes de retornar a la Ciudad Eterna.[88]

 
Juan de Pareja (1649-50). Este retrato de su esclavo morisco fue expuesto en el pórtico del Panteón el día de San José. En tonos verdosos, lo representó con porte elegante y seguro de sí.

En Roma, a comienzos de 1650, fue elegido miembro de las dos principales organizaciones de artistas: la Academia de San Lucas en enero, y la Congregazione dei Virtuosi del Panteón el 13 de febrero.[88]​ La pertenencia a la Congregación de los Virtuosos le daba derecho a exponer en el pórtico del Panteón el 19 de marzo, día de San José, donde expuso su retrato de Juan Pareja (Museo Metropolitano de Arte de Nueva York).

El retrato de Pareja fue pintado antes del realizado al papa Inocencio X. Victor Stoichita estima que Palomino relató esto de la forma que mejor le convino, alterando la cronología y acentuando el mito:

Cuando se determinó retratarse al Sumo Pontífice, quiso prevenirse antes con el ejercicio de pintar una cabeza del natural; hizo la de Juan Pareja, esclavo suyo y agudo pintor, tan semejante, y con tanta viveza, que habiéndolo enviado con el mismo Pareja a la censura de algunos amigos, se quedaban mirando el retrato pintado, y al original, con admiración y asombro, sin saber con quién habían de hablar, o quién había de responder (...) contaba Andrés Esmit ... que siendo estilo que el día de San José se adorne el claustro de la Rotunda [el Panteón de Agripa] (donde está enterrado Rafael de Urbino) con pinturas insignes antiguas, y modernas, se puso este retrato con tan universal aplauso en dicho sitio, que a voto de todos los pintores de diferentes naciones, todo lo demás parecía pintura, pero este solo verdad; en cuya atención fue recibido Velázquez por Académico romano, año de 1650.[89]

Destaca Stoichita la leyenda forjada a lo largo de los años alrededor de este retrato y sobre la base de este texto en varios niveles: la contraposición entre el retrato-ensayo del esclavo y el retrato final con la grandeza del papa; las imágenes expuestas en un espacio casi sagrado (en la tumba de Rafael, príncipe de los pintores); el aplauso universal de todos los pintores de diferentes naciones al contemplarlo entre insignes pinturas antiguas y modernas.[90]​ En realidad, se sabe que entre un retrato y otro pasaron algunos meses, dado que Velázquez no retrató al papa hasta agosto de ese año y, por otra parte, su admisión como académico había tenido lugar antes de su exposición.[91]

Sobre Juan de Pareja, esclavo y ayudante de Velázquez, se sabe que era morisco, «de generación mestiza y de color extraño» según Palomino.[92]​ Se desconoce en qué momento pudo entrar en contacto con el maestro, pero en 1642 firmó ya como testigo en un poder otorgado por Velázquez.[93]​ Fue testigo nuevamente en 1647 y lo volvió a ser en 1653, firmando en esta ocasión el poder para testar de Francisca Velázquez, hija del pintor.[94]​ Según Palomino, Pareja ayudaba a Velázquez en tareas mecánicas, como moler los colores y preparar los lienzos, sin que el maestro, en razón de la dignidad del arte, le permitiese ocuparse nunca en cuestiones de pintura o dibujo. Sin embargo, Pareja aprendió a pintar a escondidas de su dueño. En 1649 acompañó a Velázquez en su segundo viaje a Italia, donde lo retrató y, según se sabe por un documento publicado, el 23 de noviembre de 1650, todavía en Roma, le otorgó la carta de libertad, con obligación de seguir sirviendo al pintor cuatro años más.[95][90]

El retrato más importante que pintó en Roma fue el del papa Inocencio X. Gombrich considera que Velázquez debió sentir el gran reto de tener que pintar al papa, y sería consciente al contemplar los retratos que Tiziano y Rafael realizaron a anteriores papas, considerados obras maestras, que sería recordado y comparado con estos maestros. Velázquez, de igual forma, hizo un gran retrato, interpretando con seguridad la expresión del papa y la calidad de sus ropas.[96]

 
Venus del espejo (1650). El reducido cromatismo del cuadro, limitado a un rojo brillante, un cálido marrón, un suave azul y un blanco, hace resaltar el cuerpo de Venus, que domina sobre lo demás, y que en realidad está pintado por mezcla de esos cuatro colores. Venus aparece en una postura sensual y a la vez pudorosa.[97]

El excelente trabajo en el retrato del papa desencadenó que otros miembros de la curia papal deseasen retratos suyos de la mano de Velázquez. Palomino dice que realizó siete de personajes que cita, dos no identificados y otros que quedaron inacabados, un volumen de actividad bastante sorprendente en Velázquez, tratándose de un pintor que se prodigaba muy poco.[88]

Muchos críticos adjudican la Venus del espejo a esta etapa en Italia. Velázquez debió de realizar al menos otros dos desnudos femeninos, probablemente otras dos Venus, una de ellas citada en el inventario de los bienes que dejaba a su muerte.[98]​ El tema del tocador de Venus había sido tratado anteriormente por dos de los maestros que más influencia tuvieron en la pintura velazqueña: Tiziano y Rubens, pero por sus implicaciones eróticas creaba serias reticencias en España. Cabe recordar que Pacheco aconsejaba a los pintores que se viesen obligados a pintar un desnudo femenino utilizar a mujeres honestas como modelos para cabeza y manos, imitando lo demás de estatuas o grabados.[99]​ La Venus de Velázquez aporta al género una nueva variante: la diosa se encuentra tendida de espaldas y muestra su rostro al espectador reflejado en el espejo.

Jenifer Montagu descubrió un documento notarial que acreditaba la existencia en 1652 de un hijo romano de Velázquez, Antonio de Silva, hijo natural y cuya madre se desconoce. Los estudiosos han especulado sobre ello y Camón Aznar apuntó que pudo ser la modelo que posó para el desnudo de la Venus del espejo, que quizás fuese la que Palomino llamaba Flaminia Triunfi, «excelente pintora», a la que habría retratado Velázquez. De esta supuesta pintora, sin embargo, no se tiene ninguna otra noticia, aunque Marini sugiere que quizás se pueda identificar con Flaminia Triva, de veinte años, hermana y colaboradora de Antonio Domenico Triva, discípulo de Guercino.[100][101][102]

La correspondencia que se conserva muestra las continuas demoras de Velázquez para retrasar el fin del viaje. Felipe IV estaba impaciente y deseaba su vuelta. En febrero de 1650 escribió a su embajador en Roma para que le urgiese en el regreso: «pues conoceis su flema, y que sea por mar, y no por tierra, porque se podría ir deteniendo y más con su natural». Velázquez seguía en Roma a finales de noviembre. El conde de Oñate comunicó su marcha el 2 de diciembre y a mediados de mes se comunicó su paso por Módena. Sin embargo, hasta mayo de 1651 no embarcó en Génova.[103]

Última década: su cumbre pictórica

En junio de 1651 regresó a Madrid con numerosas obras de arte. Poco después, Felipe IV lo nombró Aposentador Real, lo que le encumbró en la corte y añadió fuertes ingresos que se sumaron a los que ya recibía como pintor, ayuda de cámara, superintendente y en concepto de pensión. Aparte recibía las cantidades estipuladas por los cuadros que realizaba.[104]​ Sus cargos administrativos le absorbieron cada vez más, incluido el de Aposentador Real, que le quitaron gran cantidad de tiempo para desarrollar su labor pictórica.[105]​ Aun así, a este periodo corresponden algunos de sus mejores retratos y sus obras magistrales Las meninas y Las hilanderas.[104]

La llegada de la nueva reina, Mariana de Austria, motivó la realización de varios retratos. También la infanta casadera María Teresa fue retratada en varias ocasiones, pues debía enviarse su imagen a los posibles esposos a las cortes europeas. Los nuevos infantes, nacidos de Mariana, también originaron varios retratos, sobre todo Margarita, nacida en 1651.[105]

En el final de su vida pintó sus dos composiciones más grandes y complejas, sus obras La fábula de Aracné (1658), conocida popularmente como Las hilanderas, y el más celebrado y famoso de todos sus cuadros, La familia de Felipe IV o Las meninas (1656). En ellos vemos su estilo último, donde parece representar la escena mediante una visión fugaz. Empleó pinceladas atrevidas que de cerca parecen inconexas, pero contempladas a distancia adquieren todo su sentido, anticipándose a la pintura de Manet y a los impresionistas del siglo XIX, en los que tanto influyó su estilo.[106]​ Las interpretaciones de estas dos obras han originado multitud de estudios y son consideradas dos obras maestras de la pintura europea.[105]

Los dos últimos retratos oficiales que pintó del rey son muy diferentes de los anteriores. Tanto el busto del Museo del Prado como el debatido de la National Gallery son dos retratos íntimos donde aparece vestido de negro y solo en el segundo con el toisón de oro. Según Harris, reflejan el decaimiento físico y moral del monarca, del cual se dio cuenta. Hacía nueve años que no lo retrataba, y así mostró el mismo Felipe IV sus reticencias a dejarse pintar: «no me inclino a pasar por la flema de Velázquez, como por no verme ir envejeciendo».[106]

El último encargo que recibió del rey Felipe IV fue la realización en 1659 de cuatro escenas mitológicas para el Salón de los Espejos del Real Alcázar de Madrid, donde se colocaron junto a obras de Tiziano, Tintoretto, Veronés y Rubens, los pintores preferidos del monarca. De las cuatro pinturas (Apolo y Marsias, Adonis y Venus, Psique y Cupido, y Mercurio y Argos) solo se conserva en la actualidad la última, sita en el Museo del Prado, resultando destruidas las otras tres en el incendio del Real Alcázar la Nochebuena de 1734, ya en tiempos de Felipe V. Durante ese incendio se perdieron más de quinientas obras de maestros de la pintura y el edificio quedó reducido a escombros, hasta que cuatro años más tarde en su solar se comenzó a edificar el Palacio Real de Madrid.[105]​ La calidad de la tela conservada, y lo infrecuente que entre los pintores españoles de la época eran los temas tratados en estas escenas, que por su naturaleza incluirían desnudos, hace especialmente grave la pérdida de estas tres pinturas.

Retratos de los infantes
Su último estilo. Pintura alla prima, rápida y espontánea, con yuxtaposición y superposición de pinceladas que a distancia logra los efectos visuales requeridos.[104]​ Todos se conservan en el Kunsthistorisches Museum de Viena.

De acuerdo a la mentalidad de su época, Velázquez deseaba alcanzar la nobleza, y procuró ingresar en la Orden de Santiago, contando para ello con el favor real, que el 12 de junio de 1658, le hizo merced del hábito de caballero.[107]​ Para ser admitido, sin embargo, el pretendiente debía probar que sus antepasados directos habían pertenecido también a la nobleza, no contándose entre ellos judíos ni conversos. Por tal motivo, el Consejo de Órdenes Militares abrió en julio una investigación sobre su linaje, tomando declaración a 148 testigos. De forma muy significativa, muchos de ellos afirmaron que Velázquez no vivía de la pintura, sino de su trabajo en la corte, llegando a decir algunos de los más allegados, pintores también, que nunca había vendido un cuadro. A principios de abril de 1659 el Consejo dio por concluida la recogida de informes, rechazando la pretensión del pintor al no encontrarse acreditada la nobleza de su abuela paterna ni de sus abuelos maternos. En estas circunstancias solo la dispensa del papa podía lograr que Velázquez fuese admitido en la Orden. A instancias del rey, el papa Alejandro VII dictó un breve apostólico el 9 de julio de 1659, ratificado el 1 de octubre, otorgándole la dispensa solicitada, y el rey le concedió la hidalguía el 28 de noviembre, venciendo así la resistencia del Consejo de Órdenes, que en la misma fecha despachó en favor de Velázquez el ansiado título.[108]

En 1660 el rey y la corte acompañaron a la infanta María Teresa a Fuenterrabía, cerca de la frontera francesa, donde se encontró con su nuevo esposo Luis XIV. Velázquez, como aposentador real, se encargó de preparar el alojamiento del séquito y de decorar el pabellón donde se produjo el encuentro. El trabajo debió ser agotador y a la vuelta enfermó de viruela.[105]

Cayó enfermo a finales de julio y, unos días después, el 6 de agosto de 1660 murió a las tres de la tarde en Madrid. Al día siguiente, 7 de agosto, fue enterrado en la desaparecida iglesia de San Juan Bautista, con los honores debidos a sus cargos y como caballero de la Orden de Santiago. Ocho días después, el 14 de agosto, falleció también su esposa Juana.[109]

Documentación contemporánea sobre el pintor

Sus primeros biógrafos aportaron abundante información básica sobre su vida y su obra. El primero fue Francisco Pacheco (1564-1644), persona muy cercana a él pues fue su maestro en su juventud y también su suegro. En un tratado dedicado al Arte de la pintura, terminado en 1638, dio amplia información hasta esa fecha. Aportó detalles personales sobre su aprendizaje, sus primeros años en la corte y su primer viaje a Italia. El aragonés Jusepe Martínez, que lo trató en Madrid y Zaragoza, incluyó una breve reseña biográfica en sus Discursos practicables del nobilísimo arte de la pintura (1673), con informaciones del segundo viaje a Italia y de los honores recibidos en la corte.[110]​ También se dispone de la biografía completa que sobre el pintor realizó Antonio Palomino (1655-1721), publicada en 1724, 64 años después de la muerte de Velázquez. Esta obra, relativamente tardía, sin embargo estaba basada en las notas biográficas tomadas por un amigo del pintor, Lázaro Díaz del Valle, que se han conservado manuscritas, y las perdidas de uno de sus últimos discípulos, Juan de Alfaro (1643-1680). Además Palomino era pintor en la corte, conocía bien las obras de Velázquez de las colecciones reales y habló con personas que de jóvenes conocieron al pintor. Dio abundante información de su segundo viaje a Italia, de su actividad como pintor de cámara y como funcionario de Palacio.[111]

Diversos elogios poéticos, entre ellos alguno muy temprano como el soneto dedicado por Juan Vélez de Guevara a un retrato ecuestre del rey, el panegírico de Salcedo Coronel a otro del conde-duque, o el epigrama de Gabriel Bocángel al Retrato de una dama de superior belleza, además de noticias sobre obras concretas permiten comprobar el rápido reconocimiento del pintor en círculos allegados a la corte.[112]​ Otras noticias se encuentran en escritores contemporáneos como Diego Saavedra Fajardo o Baltasar Gracián, en los que su fama, aunque directamente ligada a su condición de retratista del rey, trasciende el ámbito meramente cortesano. Muy significativos son en este orden los comentarios del padre Francisco de los Santos, con noticias relativas a su participación en la decoración del Monasterio de El Escorial.[113]​ Se dispone, además, de muchos documentos administrativos sobre acontecimientos que le sucedieron. Sin embargo nada se sabe de sus cartas, escritos personales, amistades o vida privada, que permitirían indagar en su vida, su trabajo y su pensamiento. Lo cual hace difícil la comprensión de la personalidad del artista.[1]

Sí se conocen sus intereses en libros. Su biblioteca, muy numerosa para la época, estaba formada por 154 ejemplares sobre matemáticas, geometría, geografía, mecánica, anatomía, arquitectura y teoría del arte. Recientemente, varios estudiosos a través de estos libros han intentado acercarse a la compresión de su personalidad.[114]

El artista

 
Príncipe Baltasar Carlos a caballo (detalle, 1635). Considerada una de sus obras maestras. Sus pinceladas rápidas, abocetadas y de enorme precisión, anteceden en dos siglos los modos impresionistas.

Evolución de su estilo pictórico

En sus inicios sevillanos, su estilo era el del naturalismo tenebrista, valiéndose de una luz intensa y dirigida; su pincelada densamente empastada modelaba las formas con precisión, y sus colores dominantes eran tonos tostados y carnaciones cobrizas.[40]

Para Xavier de Salas cuando Velázquez se estableció en Madrid, al estudiar a los grandes pintores venecianos en la colección real, modificó su paleta y pasó a pintar con grises y negros en lugar de los colores terrosos.[115]​ Todavía hasta el final de su primer periodo madrileño, concretamente hasta que realizó Los borrachos, siguió pintando sus personajes con contornos precisos y destacándolos de los fondos con pinceladas opacas.[116]

En su primer viaje a Italia realizó una radical transformación de su estilo. En este viaje el pintor ensayó nuevas técnicas, buscando la luminosidad. Velázquez, que había ido desarrollando su técnica en los años anteriores, concluyó esta transformación a mediados de 1630, donde se considera que encontró su lenguaje pictórico propio mediante una combinación de pinceladas sueltas de colores transparentes y toques precisos de pigmento para resaltar los detalles.[116]

A partir de La fragua de Vulcano, pintada en Italia, la preparación de los cuadros cambió y se mantuvo así el resto de su vida. Se componía básicamente de blanco de plomo aplicado con espátula, que formaba un fondo de gran luminosidad, complementado con pinceladas cada vez más transparentes.[116]​ En La rendición de Breda y en el Retrato ecuestre de Baltasar Carlos, pintados en la década de 1630, concluyó este cambio. El recurso a los fondos claros y capas transparentes de color para crear una gran luminosidad eran frecuentes en pintores flamencos e italianos, pero Velázquez desarrolló esta técnica hasta extremos nunca vistos.[116]

Esta evolución se produjo debido al conocimiento de la obra de otros artistas, especialmente la colección real y los cuadros que estudió en Italia. También por su relación directa con otros pintores, como Rubens en su visita a Madrid y los que conoció en su primer viaje a Italia.[116]​ Velázquez, por tanto, no hacía como los otros pintores que trabajaban en España, que pintaban superponiendo capas de color. Él desarrolló su propio estilo de pinceladas diluidas y toques rápidos y precisos en los detalles. Estos pequeños detalles tenían mucha importancia en la composición. La evolución de su pintura prosiguió hacia una mayor simplificación y rapidez de ejecución. Su técnica, con el paso del tiempo, se volvió más precisa y esquemática. Fue el resultado de un amplio proceso de maduración interior.[116]

El pintor no tenía la composición totalmente definida al ponerse a trabajar; más bien prefería ajustarla según iba progresando el cuadro, introduciendo modificaciones que mejorasen el resultado. Raramente hacía dibujos preparatorios, simplemente hacía un bosquejo de las líneas generales de la composición. En muchas de sus obras sus célebres correcciones se aprecian a simple vista. Los contornos de las figuras se van superponiendo en el cuadro según modificaba su posición, añadía o eliminaba elementos. A simple vista se pueden observar muchos de estos ajustes: modificaciones en la posición de las manos, de las mangas, en los cuellos, en los vestidos.[116]​ Otra costumbre suya era retocar sus obras después de concluidas; en algunos casos estos retoques se produjeron mucho tiempo después.[117]

La paleta de colores que empleaba era muy reducida, utilizando en toda su vida los mismos pigmentos. Lo que varió con el tiempo es la forma de mezclarlos y aplicarlos.[116]

El grado de acabado es otra parte fundamental de su arte y depende del tema. Las figuras —en particular cabezas y manos— son siempre la parte más elaborada; en el caso de los retratos de la familia real, están mucho más trabajadas que en los bufones, donde se tomó las mayores libertades técnicas.[116]​ En cuadros como La costurera, la zona abocetada con amplias pinceladas ocupa gran parte del cuadro. A lo largo de su vida, en muchos retratos y otras composiciones mitológicas, religiosas o históricas, aparecen estas zonas esbozadas. Para López-Rey es claro que estas partes abocetadas tienen una intensidad expresiva intrínseca, estando bien integradas en la composición del cuadro, y puede considerarse parte del arte de Velázquez.[117]

 
Detalle de Las meninas donde se aprecia su último estilo: trazos largos y sueltos en los contornos y pinceladas breves en los toques de luz, fundamentalmente en los vestidos.

Sus dibujos

De Velázquez se conocen muy pocos dibujos, lo que dificulta su estudio. A pesar de las noticias facilitadas por Pacheco y Palomino, sus primeros biógrafos, que hablan de su labor de dibujante, su técnica de pintura alla prima parece excluir la ejecución de numerosos estudios previos. Pacheco se refiere a los dibujos realizados durante su etapa de aprendizaje de un muchacho que le servía de modelo y cuenta que durante su primer viaje a Italia estuvo alojado en el Vaticano, donde pudo dibujar libremente los frescos de Rafael y Miguel Ángel.[118]​ De algunos de esos dibujos pudo servirse muchos años más tarde en La fábula de Aracne, al utilizar para las dos hilanderas principales el diseño de los efebos situados sobre la Sibila pérsica en la bóveda de la Capilla Sixtina.[119]​ Palomino, por su lado, cuenta que realizó estudios dibujados de las obras de los pintores venecianos del Renacimiento, «y particularmente del cuadro de Tintoretto, de la Crucifixión de Cristo Nuestro Señor, copioso de figuras».[120]​ Ninguna de estas obras se ha conservado.

Dibujo preparatorio y cuadro terminado
 
Copia de taller del cuadro perdido del cardenal Borja (1645), Museo de Arte de Ponce, del que se conocen otras réplicas.

Según Gudiol, el único dibujo del que se tiene total garantía que sea de su mano es el estudio realizado para el retrato del cardenal Borja. Dibujado a lápiz, cuando Velázquez tenía 45 años de edad, dice de él Gudiol que «está ejecutado con simplicidad pero dando el valor preciso a líneas, sombras, superficies y volúmenes dentro de la tendencia realista».[121]

Para el resto de dibujos atribuidos o relacionados con Velázquez no existe unanimidad de criterio entre los historiadores, por la diversidad de técnicas empleadas. Gudiol solo acepta con pleno convencimiento, además del citado retrato del cardenal Borja, una cabeza de muchacha y un busto femenino, en los que aparece retratada la misma muchacha, ejecutados ambos con lápiz negro sobre papel de hilo y sin duda de la misma mano. Ambos dibujos se conservan en la Biblioteca Nacional de Madrid y pertenecen probablemente a su etapa sevillana.[121]​ Dos esbozos a lápiz muy ligeros, estudios para figuras de La rendición de Breda, conservados también en la Biblioteca Nacional de Madrid, son aceptados como autógrafos por López-Rey y Jonathan Brown.[122]​ Últimamente Mckim-Smith da por auténticos, como estudios preparatorios del retrato de Inocencio X, ocho dibujos del Papa esbozados en dos hojas de papel que se conservan en Toronto.[123]

Esta escasez de dibujos confirma la suposición de que Velázquez comenzaba sus cuadros sin estudios previos marcando sobre el lienzo las líneas iniciales de la composición. Esto se corrobora en algunos sectores que dejó sin terminar en varios cuadros, donde aparecen vigorosos trazos, como en la mano izquierda del retrato de un hombre de la Pinacoteca de Múnich o en la cabeza de Felipe IV en el retrato de Montañés.[121]​ También se ha comprobado en otros cuadros del pintor conservados en el Museo del Prado donde mediante reflectografía infrarroja, a veces, son visibles los trazos de estas líneas esenciales de la composición.[124]

Reconocimiento de su pintura

El reconocimiento de Velázquez como gran maestro de la pintura occidental fue relativamente tardío. Hasta principios del siglo XIX raramente su nombre aparece fuera de España entre los artistas considerados mayores.[125]​ Las causas son varias: la mayor parte de su carrera la consagró al servicio de Felipe IV, por lo que casi toda su producción permaneció en los palacios reales, lugares poco accesibles al público. Al contrario que Murillo o Zurbarán, no dependió de la clientela eclesiástica y realizó pocas obras para iglesias y demás edificios religiosos, por lo que no fue un artista popular.

 
Pablo de Valladolid (1636-37). Sin suelo, ni fondo, crea el espacio por medio de la sombra, realzada por la diagonal en profundidad.[80]​ Este retrato fue de los más admirados por Manet que dijo: «... el fondo desaparece. Es aire lo que rodea al hombrecillo...»

Además, compartió la incomprensión general hacia algunos pintores del final del Renacimiento y del Barroco como el Greco, Caravaggio o Rembrandt, que debieron aguardar tres siglos para ser comprendidos por la crítica, que en cambio encumbraba a otros pintores como Rubens y Van Dyck y en general a los que persistían en el estilo antiguo. La escasa fortuna de Velázquez con la crítica debió comenzar pronto; además de las críticas de los pintores de corte, quienes le censuraban saber pintar solo «una cabeza», Palomino cuenta que el primer retrato ecuestre de Felipe IV sometido a la censura pública fue muy criticado, argumentándose que el caballo iba contra las reglas del arte y el pintor enfadado borró gran parte de la pintura.[126]​ En otro lugar hablaba, sin embargo, de la excelente acogida dispensada por el público a ese mismo retrato, recogiendo los versos laudatorios de Juan Vélez de Guevara.[127]​ Pacheco, en su época, ya advirtió de la necesidad de defender esta pintura de la acusación de ser simples borrones. Si aún hoy cualquier aficionado se admira al contemplar de cerca una maraña de colores que a distancia cobra todo su sentido, en aquella época, los efectos ópticos aún desconcertaban e impresionaban más y Velázquez cuando los adoptó poco tiempo después de su primer viaje a Italia, fue continuo motivo de discusión como partidario del nuevo estilo.[128]

El primer conocimiento en Europa del pintor se debe a Antonio Palomino, rendido admirador, cuya biografía de Velázquez, publicada en 1724 en el tomo III de El museo pictórico y escala óptica, fue traducida abreviadamente al inglés en Londres en 1739, al francés en París en 1749 y 1762, y al alemán en Dresde en 1781, sirviendo a partir de entonces de fuente y conocimiento para los historiadores. Norberto Caimo, en la Lettere d'un vago italiano ad un suo amico (1764), se servía del texto de Palomino para ensalzar al «Principe de'Pittori Spagnuoli», quien habría sabido unir magistralmente al dibujo romano el colorido veneciano.[129]​ El primer juicio francés sobre Velázquez es anterior y se encuentra en el tomo V (1688) de los Entretiens sur les vies et sur les ouvrages des plus excellents peintres anciens et modernes de André Félibien. Limitado su conocimiento de la pintura española a la conservada en las colecciones reales francesas, Félibien solo podía citar un paisaje de Cleantes (por Collantes), y «plusieurs Portraits de la Maison d'Autriche», conservados en los bajos del Louvre y atribuidos a Velázquez. Respondiendo a su interlocutor, que le había preguntado qué encontraba de admirable en la obra de estos dos desconocidos, y situándolos entre los pintores de segundo rango, Félibien elogiaba en ellos «que han escogido y mirado la naturaleza de modo muy particular», sin el aire bello de los pintores italianos.[130]​ Ya en el siglo XVIII Pierre-Jean Mariette calificaba las pinturas de Velázquez de «osadías inconcebibles que, a distancia, hacen un efecto sorprendente y llegan a producir una ilusión total».[131]

También en el siglo XVIII el pintor Anton Raphael Mengs consideraba que aun careciendo de las nociones de belleza ideal por su tendencia al naturalismo, había conseguido hacer circular el aire en torno a las cosas pintadas, y por ello es merecedor de respeto.[128]​ En sus cartas a Antonio Ponz elogiaba algunas pinturas concretas por su sabia imitación del natural, en particular las Hilanderas, de su último estilo, «que parece no tuvo parte la mano en la execución».[132]​ A un mejor conocimiento y valoración de su pintura contribuyeron también las noticias transmitidas por viajeros ingleses como Richard Twiss (1775), Henry Swinburne (1779) o Joseph Townsend (1786), quien con el consabido elogio a la imitación del natural, en lo que los españoles no son inferiores a los principales maestros de Italia o de Flandes, valoraba el tratamiento de la luz y la perspectiva aérea, en lo que Velázquez «deja a todos los otros pintores bastante por detrás de él».[133]

Con la Ilustración y sus ideales educativos, Goya, que en alguna ocasión declaró no tener otros maestros que Velázquez, Rembrandt y la Naturaleza, recibió el encargo de hacer grabados de algunas de las obras velazqueñas conservadas en las colecciones reales. Diderot y D'Alembert, en el artículo «peinture» de L'Encyclopédie de 1791, describieron la vida de Velázquez y algunas de sus obras maestras: El aguador, Los borrachos y Las hilanderas. Poco después Ceán Bermúdez renovó en su Diccionario (1800) la valoración de Palomino, ampliándola con algunas obras de su etapa sevillana. Muchas de estas ya habían salido de España, según contaba el pintor Francisco Preciado de la Vega a Giambatista Ponfredi en carta fechada en 1765, aludiendo a las «bambochadas» que allí había pintado, «con manera bastante colorida, y acabada, según el gusto de Caravaggio» y que habían sido llevadas por los extranjeros.[134]​ La obra de Velázquez comenzó a ser mejor conocida fuera de España cuando los viajeros extranjeros que visitaban el país pudieron contemplarla en el Museo del Prado, que comenzó a mostrar las colecciones reales en 1819. Antes solo los que disponían de un permiso especial podían contemplar su obra en los palacios regios.[1]

El estudio sobre el pintor de Stirling-Maxwell, publicado en Londres en 1855 y traducido al francés en 1865, ayudó en el redescubrimiento del artista; se trataba del primer estudio moderno sobre la vida y obra del pintor. La revisión de la importancia de Velázquez como pintor coincidió con un cambio de sensibilidad artística.[1]

La revalorización definitiva del maestro la realizaron los pintores impresionistas, que comprendieron perfectamente sus enseñanzas, sobre todo Manet y Renoir, que viajaron al Prado para descubrirlo y comprenderlo.[128]​ Cuando Manet realizó su famoso viaje de estudio a Madrid en 1865, la fama del pintor ya estaba establecida, pero nadie se sintió tan maravillado y fue quien más hizo por la comprensión y valoración de su arte.[1]​ Lo calificó como el «pintor de pintores» y «el más grande pintor que jamás ha existido».[135]​ La influencia de Velázquez se encuentra por ejemplo en El pífano, donde Manet se inspira abiertamente en los pintores de enanos y bufones realizados por el pintor sevillano.[136]​ También hay que tener en cuenta la confusión sobre su obra pues en ese tiempo había un considerable caos y un gran desconocimiento sobre sus obras autógrafas, copias, réplicas del taller o atribuciones erróneas y no estaba clara su diferencia. Así en el período de 1821 a 1850 se vendieron en París unas 147 obras atribuidas a Velázquez, de las cuales solo una, La dama del abanico hoy conservada en Londres, es reconocida actualmente como auténtica por los especialistas.[128]

Por tanto, el surgimiento de Velázquez como pintor universal se produjo hacia 1850. En la segunda parte del siglo fue considerado como el realista supremo y el padre del arte moderno.[137]​ A finales de siglo se añadió la interpretación de Velázquez como un pintor protoimpresionista. Stevenson, en 1899, estudió sus cuadros con mirada de pintor, y encontró numerosas conexiones entre la técnica de Velázquez y los impresionistas franceses.[105]José Ortega y Gasset situó el momento de máxima fama de Velázquez entre 1880 y 1920, coincidiendo con el tiempo de los impresionistas franceses.[138]

Luego aconteció lo inverso, hacia 1920 el impresionismo y sus ideas estéticas declinaron, y con ellos la consideración de Velázquez.[139]​ Comenzó, según Ortega, un periodo que llamó de invisibilidad de Velázquez.[138]

Influencias y homenajes en el arte del siglo XX

El capítulo esencial que constituye Velázquez en la historia del arte es perceptible en nuestros días por el modo como los pintores del siglo XX han juzgado su obra. Fue Pablo Picasso quien rindió a su compatriota el homenaje más visible, con la serie de lienzos que dedicó a Las meninas (1957) reinterpretadas en estilo cubista, pero conservando con precisión la posición original de los personajes. Otra serie famosa es la que dedicó Francis Bacon en 1953 al Estudio según el retrato del papa Inocencio X por Velázquez. Salvador Dalí, entre otras muestras de admiración al pintor, realizó en 1958 una obra titulada Velázquez pintando a la infanta Margarita con las luces y las sombras de su propia gloria, seguida en el año del tercer centenario de su muerte de un Retrato de Juan de Pareja reparando una cuerda de su mandolina y de su propia versión de Las meninas (1960), evocadas también en La apoteosis del dólar (1965), en la que Dalí se reivindicaba a sí mismo.[140]

La influencia de Velázquez ha llegado también al cine. Es particularmente notable en el caso de Jean-Luc Godard, quien en Pierrot le fou (1965) puso en escena a una niña leyendo un texto de Élie Faure dedicado a Velázquez, extraído de su L'Histoire de l'Art:

Vélasquez, après cinquante ans, ne peignait plus jamais une chose définie. Il errait autour des objets avec l'air et le crépuscule. Il surprenait dans l'ombre et la transparence des fonds les palpitations colorées dont il faisait le centre invisible de sa symphonie silencieuse.[141]

Catálogo y museografía

 
El bufón don Sebastián de Morra (1645). Obsérvense la luminosidad del rostro, su mirada concentrada, la representación de sus ropas y el tratamiento del fondo neutro.

Las obras conservadas del pintor se estiman entre ciento veinte y ciento veinticinco lienzos, cantidad reducida dados los cuarenta años de dedicación pictórica. Si se añaden las obras de las que se tienen referencias pero que se han perdido debió pintar alrededor de ciento sesenta cuadros. En los veinte primeros años de actividad pintó sobre ciento veinte, a razón de seis al año, mientras que en sus últimos veinte años solo pintó unos cuarenta cuadros, a razón de dos anuales.[142]​ Palomino explicó que esta reducción se produjo porque las múltiples actividades de la corte le quitaban mucho tiempo.[143]

El primer catálogo sobre la obra de Velázquez lo realizó William Stirling-Maxwell en 1848 e incluía 226 cuadros. Los sucesivos catálogos de otros autores han ido reduciendo el número de obras auténticas hasta llegar a la cifra actual de 120-125. De los catálogos actuales, el más utilizado es el de José López-Rey publicado en 1963 y revisado en 1979. En el primero incluía ciento veinte obras y en la revisión eran ciento veintitrés.[144]

El Museo del Prado tiene unas cincuenta obras del pintor, la parte fundamental de la colección real, mientras que en otros lugares y museos de Madrid se encuentran otras diez obras.[145]

En el Museo de Historia del Arte de Viena (Kunsthistorisches Museum) se pueden admirar diez cuadros, entre ellos cinco retratos de la última década.[64]​ Estos cuadros, la mayoría retratos de la infanta Margarita, eran enviados a la corte imperial de Viena para que su primo el emperador Leopoldo, que se había prometido con ella en su nacimiento, pudiese observar su crecimiento.[146]

En las islas británicas se conservan una veintena de cuadros y ya en vida de Velázquez había aficionados a coleccionar su pintura. Es donde existen más obras del periodo sevillano y allí se conserva la única Venus de Velázquez que ha sobrevivido. Los bodegones se encuentran en galerías públicas de Londres, Edimburgo y Dublín. La mayor parte de estas obras salieron de España durante la invasión napoleónica.[147]

En Estados Unidos se encuentra otra veintena de obras, de las que la mitad se encuentran en museos de Nueva York.[64]

Obra

Se incluye a continuación parte de su mejor obra para dar una visión de su estilo pictórico de madurez, por el que es mundialmente reconocido. En primer lugar La rendición de Breda de 1635 donde experimentó con la luminosidad. Después uno de los mejores retratos de quien fue especialista en el género, el del papa Inocencio X pintado en 1650. Por último sus dos obras magistrales tardías Las meninas de 1656 y Las hilanderas de 1658.

La rendición de Breda

 
La rendición de Breda (1635). 307 x 367 cm. En esta obra encontró una nueva forma de captar la luz. Velázquez ya no emplea el modo «caravaggista» de iluminar los volúmenes con luz intensa y dirigida, como había hecho en su etapa sevillana. La técnica se ha vuelto muy fluida.[148]​ Sobre la marcha modificó varias veces la composición borrando lo que no le gustaba con ligeras superposiciones de color. Así las lanzas de los soldados españoles se añadieron en una fase posterior.[54]

Este cuadro de la batalla de Breda estaba destinado a decorar el gran Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, junto con otros cuadros de batallas de varios pintores. El Salón de Reinos se concibió con el fin de exaltar a la monarquía española y a Felipe IV.[148]

Se trata de una obra de total madurez técnica, donde encontró una nueva forma de captar la luz. El estilo sevillano ha desaparecido, ya no se emplea la forma «caravaggista» de tratar el volumen iluminado. La técnica se vuelve muy fluida hasta el punto de que en algunas zonas el pigmento no cubre el lienzo dejando ver la preparación del mismo.[148]​ En este cuadro Velázquez terminó de desarrollar su estilo pictórico. A partir de él pintará siempre con esta técnica, realizando posteriormente solo pequeños ajustes en ella.[149]

En la escena representada el general español Ambrosio Espínola recibe del neerlandés Justino de Nassau las llaves de la ciudad conquistada. Las condiciones de la rendición fueron excepcionalmente benignas y se les permitió a los vencidos salir de la ciudad con las armas. La escena es una invención, pues el acto de entrega de llaves no existió realmente.[54]

Sobre la marcha Velázquez fue modificando varias veces la composición. Borraba lo que no le gustaba con ligeras superposiciones de color. Las radiografías permiten distinguir la superposición de muchas modificaciones. Una de las más significativas es la que hizo en las lanzas de los soldados españoles, elemento capital de la composición, que fueron añadidas en una fase posterior. La composición se articula en profundidad mediante una perspectiva aérea. Entre los soldados holandeses de la izquierda y los españoles de la derecha hay rostros fuertemente iluminados y otros están tratados en diferentes niveles de sombras. La figura del general vencido tratado con nobleza es una forma de resaltar al vencedor.[54]​ A la derecha, el caballo de Espínola se mueve impaciente. Los soldados, unos atienden y otros parecen distraídos. Son estos pequeños movimientos y gestos los que quitan rigidez a la rendición y le dan una apariencia de naturalidad.[149]

Retrato del papa Inocencio X

 
Inocencio X (1649-51). Se inspiró en anteriores retratos papales de Rafael y de Tiziano, a los que rindió homenaje. Sobre una combinación de distintos tonos de rojos, amarillos y blancos, la figura del pontífice erguida en el sillón tiene mucha fuerza resaltando el vigor de su rostro y su mirada severa.

El retrato más aclamado en vida del pintor y que sigue hoy día suscitando admiración, es el que realizó al papa Inocencio X. Pintado en su segundo viaje a Italia, el artista estaba en la cima de su fama y de su técnica.[88]

No era fácil que el papa posase para un pintor, era un privilegio que muy pocos conseguían. Para Enriqueta Harris las pinturas que Velázquez le llevó como regalo del rey debieron poner a Inocencio en buena disposición.

Se inspiró en el retrato de Julio II que Rafael pintó hacia 1511, y en la interpretación que de este hizo Tiziano en el retrato del papa Paulo III, ambos muy célebres y copiados. Velázquez rindió homenaje a su admirado maestro veneciano en este cuadro más que en ningún otro, aunque se trata de una creación independiente: la figura erguida en su sillón tiene mucha fuerza.[88]

Con pinceladas sueltas varios tonos de rojos se combinan, desde el más lejano al más cercano, al fondo el rojo oscuro de la cortina, después el más claro del sillón, en primer plano el impresionante rojo de la muceta con sus luminosos reflejos. Sobre este ambiente domina la cabeza del pontífice de rasgos fuertes y mirada severa.[88]

Este retrato siempre ha sido muy admirado. Ha inspirado a pintores de todas las épocas desde Neri a Francis Bacon con su atormentada serie. Para Joshua Reynolds era este el mejor cuadro de Roma y uno de los primeros retratos del mundo.[88]

Palomino dijo que Velázquez llevó en su vuelta a Madrid una réplica (copia autógrafa), que se considera que es la versión del Museo Wellington (Apsley House, Londres). Wellington la arrebató a los franceses tras la batalla de Vitoria, que a su vez la habían expoliado en Madrid durante la guerra de la Independencia. Se trata de la única copia considerada autógrafa de Velázquez de las muchas réplicas existentes.[88]

Las meninas

 
Las meninas, (1656). 318 x 276 cm. Este complejo lienzo es la cima de su pintura. La maestría de su luz hace sentir como verdadero el aire de la habitación.[150]

Velázquez se encontraba, después de su segundo viaje a Italia, en plena madurez vital y artística. En 1652 había sido nombrado aposentador mayor de palacio disponiendo de poco tiempo para pintar, pero aun así los escasos cuadros que realizó en esta última etapa de su vida se consideran excepcionales. En 1656 realizó Las meninas.[151][152]​ Se trata de una de las obras más famosas y controvertidas de nuestro tiempo. Gracias a Palomino sabemos los nombres de casi todos los personajes. En el centro aparece la infanta Margarita, asistida por dos damas de honor o meninas. En la derecha están dos personajes de la corte que padecían enanismo, María Bárbara Asquín y Nicolás Pertusato, este último dando un puntapié a un perro tumbado en primer plano. Detrás, en penumbra, aparecen una dama de compañía y un guardia de corps, al fondo, en la puerta, José Nieto, aposentador de la reina. A la izquierda pintando un gran lienzo que vemos por detrás se encuentra el pintor Diego Velázquez. En el espejo reflejados se adivinan los reyes Felipe IV y su esposa Mariana.[153]​ Este cuadro fue pintado para ser colocado en el despacho de verano del rey.[154]

Para Gudiol Las meninas suponen la culminación de su estilo pictórico en un proceso continuado de simplificación de su técnica pictórica, primando el realismo visual sobre los efectos del dibujo. Velázquez en su evolución artística entendió que para plasmar con exactitud cualquier forma solo se precisaban unas pocas pinceladas. Sus amplios conocimientos de la técnica pictórica le permitieron determinar cuales eran esas pinceladas y la intuición de darlas en el sitio justo al primer toque, sin reiteraciones ni rectificaciones.[155]

Según la descripción de Palomino Velázquez se sirvió del reflejo de los reyes en el espejo para descubrir ingeniosamente lo que estaba pintando.[156]​ Las miradas de la Infanta, del pintor, de la enana, del guardadamas, del perro, de la menina Isabel y del aposentador desde la puerta del fondo se dirigen hacia el espectador que observa el cuadro, ocupando el punto focal en el que previsiblemente se situaban los reyes. Lo que pinta Velázquez está fuera de él, en el espacio real del espectador. Foucault llamó la atención acerca de como Velázquez logró integrar y confundir este espacio real del espectador y el primer plano del cuadro creando la ilusión de continuidad entre los dos espacios.[157]​ Lo consiguió mediante el artificio de la fuerte iluminación del primer plano así como por el neutro y uniforme suelo.[158][151]

Sobre el modo como se autorretrata Velázquez Julián Gállego, como antes Charles de Tolnay, destaca que no se representa en la acción manual de aplicar el pincel al lienzo sino en una posición más intelectual y más noble: en actitud de pensar y de reflexionar sobre el diseño interno de la obra. Para Tolnay parece como si Velázquez estuviese fuera de la composición, concibiendo e imaginando la obra, en el momento creador del artista.[158]​ Por primera vez en el arte occidental un pintor se autorretrataba junto a sus señores, en compañía de algunos miembros de la familia real. Lo hizo en el desempeño de sus funciones como pintor de cámara y con las insignias de su rango, la llave de ayuda de cámara y la cruz de la Orden de Santiago, quizá añadida posteriormente y, según Palomino, por orden del propio rey, «para aliento de los profesores de esta nobílisima arte». Muy elocuente es a este respecto la temprana descripción del portugués Félix da Costa, recogida en un tratado de arte fechado en 1696 y que quedó manuscrito. Costa se ocupaba de Las meninas en relación con el consabido tema del reconocimiento y honores que los pintores han recibido de los monarcas, recordando que «A Diego Velázquez pintor, dio Felipe IV, rey de Castilla, el hábito de Santiago, que es la primera orden de aquel reino, y la llave de su cámara». Y el pintor se habría valido de su ingenio para perpetuar esta honra «en un cuadro en el palacio de Madrid, que sirve de ornato de una sala con el retrato de la emperatriz, hija de Felipe IV, junto con el suyo», para concluir, tras una breve descripción, que «el cuadro parece más un retrato de Velázquez que de la emperatriz».[159]

En Las meninas destaca su equilibrada composición, su orden. En Velázquez, pintor barroco, sobrevive todavía un intenso componente clásico, un interés por el orden y un menosprecio por los ejes oblicuos barrocos. La mitad inferior del lienzo está llena de personajes en dinamismo contenido mientras que la mitad superior está imbuida en una progresiva penumbra de quietud. Los cuadros de las paredes, el espejo, la puerta abierta del fondo son una sucesión de formas rectangulares que forman un contrapunto a los sutiles juegos de color que ocasionan las actitudes y movimientos de los personajes.[155]

La composición se articula repitiendo la forma y las proporciones en los dos tríos principales (Velázquez-Agustina-Margarita por un lado e Isabel-Maribarbola-Nicolasito por otro), en una posición muy reflexionada que no precisó modificaciones sobre la marcha, como acostumbraba a hacer en su forma de pintar llena de arrepentimientos y ajustes conforme avanzaba en la ejecución de un cuadro.[158]

 
El rostro de la infanta Margarita está tratado con tenues sombras y luminosos toques que dan ligereza a su cabello y modelan su figura, obteniéndose uno de los mejores efectos lumínicos en la obra del artista.[160]

Velázquez fue un maestro en el tratamiento de la luz. Iluminó el cuadro con tres focos luminosos independientes, sin contar el pequeño reflejo del espejo. El más importante es el que incide sobre el primer plano procedente de una ventana de la izquierda que no se ve, que ilumina a la Infanta y su grupo convirtiéndola a ella en el principal foco de atención. El amplio espacio que hay detrás se va diluyendo en penumbras hasta que en el fondo un nuevo y pequeño foco luminoso irrumpe desde otra ventana lateral derecha cuyo resplandor incide sobre el techo y la zona trasera de la habitación. El tercer foco luminoso es el fuerte contraluz de la puerta abierta en la parte más lejana, donde se recorta la figura de José Nieto, desde donde la luminosidad se proyecta desde el fondo del cuadro hacia el espectador, formándose así una diagonal que atraviesa el cuadro en sentido perpendicular. Esta compleja trama luminosa, el entrecruzamiento de esta luz frontal de dentro a fuera y las transversales aludidas, forma distintos juegos luminosos llenando el espacio de sombras y contraluces, creando con ella la célebre atmósfera velazqueña.[161]

Para Luis Eusebi, catalogador en el Museo del Prado en 1828, solo la audacia de Velázquez podía atreverse a poner un agujero blanco en la zona central de la composición, de una luz tan intensa que hiciese brillar la puerta, la escalera y la persona que está en ella.[158]

El cuadro está pintado a la última manera de Velázquez, la que empleó desde su regreso del segundo viaje a Italia. En esta última etapa se aprecia una mayor dilución de los pigmentos, un adelgazamiento de las capas pictóricas, una aplicación de las pinceladas desenfada, atrevida y libre. Como decía Quevedo, una pintura de manchas distantes o, en la tradición de Tiziano, lo que en España se llamaba pintura de borrones. Las meninas se realizó de forma rápida e intuitiva según la costumbre de Velázquez de pintar de primeras el motivo, en vivo, y de hacerlo directamente alla prima, con espontaneidad.[162]

Lo único que está modelado con una cierta precisión es el perro en primer término. Detrás de él, la pintura se simplifica y con ciertas alusiones y sugerencias es suficiente. La eliminación de elementos es máxima en las imágenes en penumbra; la figura del guardadamas se representa mediante una muy vaga forma humana. Los reyes en el espejo están pintados mediante unos bocetos de la máxima simplicidad: un movimiento del pincel le ha servido al pintor para representar a un tiempo el reflejo de la luz en el espejo en la zona baja y la forma del cuerpo del rey, una sola línea clara define el tocado de la reina.[163]

La forma abocetada va acompañada de una seguridad absoluta en lo que concierne a las gradaciones. Tanto en las que deben sugerir diferencias de lejanía en los objetos como en las que establecen diferencias en los materiales representados. Para distinguir un raso, un terciopelo o una carnación no precisa incidir en su elaboración, logra el efecto preciso de inmediato, solo con la forma de aplicar la pincelada.[163]

Sistemáticamente busca neutralizar los matices destacando solo algunos elementos para que la intensidad cromática no predomine en general. Así en el grupo de personajes principal sobre un sostén ocre solo destacan algunos matices grises y amarillentos en contraposición a los grises oscuros del fondo y de la zona alta del cuadro. Ligeros y expresivos toques negros y rojos y la blancura rosada de las carnaciones completan el efecto armónico. Las sombras son empleadas con determinación y sin vacilar, incluyendo en ellas el negro. Esta idea de neutralizar los matices predomina en su arte, tanto al definir con pocos y precisos trazos negros el personaje a contraluz del fondo, como cuando obtiene la verdadera calidad de la madera en la puerta de cuarterones del fondo, o cuando siembra de pequeños trazos blancos la falda amarillenta de la Infanta o al sugerir sin ni siquiera intentar dibujarlo su ligero pelo rubio.[163]

 

Carmen Garrido señaló que las radiografías de Las meninas muestran la rapidez y soltura con que se ejecutó. En la base de preparación del lienzo el pigmento más empleado es el blanco de plomo extendido desigualmente. Los contornos de las figuras se realizaron con trazos largos y sueltos; posteriormente aplicó toques rápidos y breves destacando las luces de los rostros, manos o detalles de los vestidos. Los rostros aparecen difusos sin precisarse los detalles fisonómicos. Las figuras están ejecutadas en su posición actual, sin apenas cambios, con solo breves correcciones de detalle. El cambio más importante que se percibe en las radiografías es el que afecta a la figura del propio pintor, que inicialmente tenía el rostro vuelto hacia la escena, parecía más joven y vestía de forma diferente. El artista dispuso la distribución de la luz antes de iniciar la escena, situando la zona de máxima iluminación al fondo, y colocando al aposentador sobre esa mancha blanca. La reflectografía infrarroja no muestra dibujo preparatorio, únicamente algunas líneas oscuras de situación realizadas en los contornos de las figuras y en los cuadros de la pared derecha.[164]

La fábula de Aracne (Las hilanderas)

La fábula de Aracne la pintó para un cliente particular, Pedro de Arce, que pertenecía a la corte. En el cuadro se representa el mito de Aracne, una extraordinaria tejedora, que Ovidio describió en Las metamorfosis. La mortal desafió a la diosa Minerva para demostrar que tejía como una diosa. El resultado fue un empate y se concluyó que el tapiz de Aracne era de igual calidad que el de la diosa. En el cuadro en primer término se ven a la diosa y a Aracne tejiendo sus respectivos tapices. En el fondo se representa el momento posterior, colgados en las paredes los tapices terminados, en que se declaran de calidad equivalentes.[165]​ El motivo representado en el tapiz, el Rapto de Europa, es un nuevo homenaje a sus maestros Tiziano, autor del cuadro, y Rubens, que pintó la copia que se conservaba en el palacio real.

 
Las hilanderas (1658). La composición se organiza en distintos planos de luz y de sombra muy contrastados entre ellos. Para López-Rey es en este cuadro donde alcanzó mayor dominio de la luz. La mayoría de las figuras están difuminadas, definidas con toques rápidos que provocan esa borrosidad.

Después de pintarlo Velázquez, se añadieron cuatro bandas suplementando los cuatro lados del cuadro: el superior se aumentó unos 50 cm, sobre 22 cm el lateral derecho, 21 el izquierdo y unos 10 cm el lado inferior,[166]​ quedando al final con 222 cm de altura y 293 de anchura.

Está ejecutado de forma muy rápida sobre un fondo anaranjado empleando mezclas muy fluidas. Las figuras en primer término están difuminadas, definidas con toques rápidos que provocan esa borrosidad y más al fondo este efecto aumenta siendo las pinceladas más breves y transparentes. A la izquierda representa una rueca cuyos radios se adivinan en una borrosa impresión de movimiento. Velázquez resaltó este efecto disponiendo en el interior de la circunferencia unos toques de luz que sugieren los fugaces reflejos de los radios en movimiento.[166]

Introdujo en la composición muchos cambios, uno de los más significativos es la mujer de la izquierda que aparta la cortina, que al principio no figuraba en el cuadro.[166]​ El cuadro ha llegado en malas condiciones de conservación, atenuadas mediante una delicada restauración en la década de 1980. Para los estudiosos, es la obra donde el color es más luminoso y donde alcanzó el mayor dominio de la luz. El contraste entre la intensa luminosidad de la escena del fondo y el claroscuro de la estancia en primer plano es muy acusado. También hay otro gran contraste en el primer término entre la luminosa figura de Aracne y las figuras en sombra de la diosa Minerva y demás tejedoras.[167]

Véase también

Referencias

  1. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 305-6.
  2. Bardi, Documentación sobre el hombre y el artista, p. 83.
  3. Corpus velazqueño, pp. 25 y 346.
  4. Baticle, Jeannine (1990). Velázquez, el pintor hidalgo. Madrid: Aguilar, S.A. de Ediciones. p. 12. 
  5. Corpus velazqueño, p. 40; el 7 de noviembre de 1621 recibió el bautizo Francisca, la octava hermana de Velázquez, cuando este ya había sido padre de dos niñas.
  6. Bennasar, Velázquez. Vida, pp. 14 y 21.
  7. Justi, op. cit., pp. 107-114.
  8. Gállego, op. cit., p. 15.
  9. Bennasar, Velázquez. Vida, p. 19.
  10. Bennasar, Velázquez. Vida, p. 20.
  11. La blanca era una moneda de vellón del valor de medio maravedí que se debía pagar por una libra de carne, y servía en Sevilla para distinguir a los nobles, exentos del pago, de los pecheros, Bennassar, p. 16.
  12. Marías (1999), pp. 15-16.
  13. Ragusa, «La vida y el arte», p. 23.
  14. Harris, «Biografía», pp. 424-425.
  15. Pérez Sánchez, Velázquez y su arte, pp. 24-26.
  16. Marías (1999), pp. 16-17.
  17. Corpus velazqueño, p. 28.
  18. Gállego, op. cit., pp. 37-38.
  19. Ragusa, «La vida y el arte», pp. 24-29.
  20. Pacheco, El arte de la pintura, ed. de Bonaventura Bassegoda, pp. 527-528.
  21. Ragusa, «Breve antología crítica», p. 183.
  22. Harris, «Biografía», p. 424.
  23. Marías (1999), pp. 18-21.
  24. Marías (1999), p. 23. Las primeras obras al óleo que se conocen de Herrera, ya de 1614, muestran, por otra parte, a un pintor arcaico, que no se ha desprendido todavía del manierismo flamenquizante practicado en Sevilla en la anterior centuria.
  25. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 7.
  26. Ragusa, «Las obras maestras», p. 74.
  27. Corpus velazqueño, p. 15.
  28. Pacheco, El arte de la pintura, p. 527.
  29. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 12.
  30. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 15.
  31. Marías (1999), pp. 27-32.
  32. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 21.
  33. Pérez Sánchez, Velázquez y su arte, pp. 27-31.
  34. Azcarate, Velázquez pintor de la luz, p. 8.
  35. López-Rey, Velázquez, p. 10.
  36. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 34.
  37. Calvo Serraller, op. cit., pp. 36-37.
  38. Pérez Sánchez, Velázquez y su arte, pág 31-32.
  39. Casado, «Su vida y su época», p. 74.
  40. Pérez Sánchez, Escuela española, p. 99.
  41. Gállego, op. cit., p. 52.
  42. Calvo Serraller, op. cit., pp. 40-43.
  43. La un tanto confusa información de Pacheco llevó a Palomino a suponer que el primer retrato de 1623 sería un retrato ecuestre, y así lo han defendido Justi y otros. Sobre ello, véanse las notas de Bonaventura Bassegoda a su edición de El arte de la pintura de Pacheco, pp. 204-205, y Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 45-47.
  44. Corpus velazqueño, p. 57.
  45. Marías (1999), pp. 54-55.
  46. Pérez Sánchez, Escuela española, p. 104.
  47. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 60-61.
  48. Marías (1999), p. 55.
  49. Brown, Velázquez. La técnica del genio, p. 10.
  50. Calvo Serraller, op. cit., pp. 55-59.
  51. Pérez Sánchez, Alfonso (2005). El retrato español del Greco a Picasso (32). catálogo de la exposición. Madrid, Museo del Prado. p. 344. ISBN 84-8480-066-0. 
  52. Marías (1999), pp. 64-67.
  53. Azcarate, Velázquez pintor de la luz, p. 10.
  54. López-Rey, Velázquez, p. 17.
  55. «Rubens. Copista de Tiziano. Exposición de 1987 (Fernando Checa)». Museo Nacional del Prado. Consultado el 1 de enero de 2011. 
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  57. Pacheco, El arte de la pintura, p. 202.
  58. Palomino, p. 218.
  59. Harris, «Biografía», p. 426.
  60. Calvo Serraller, op. cit., p. 53.
  61. Pérez Sánchez, Velázquez y su arte, pp. 35-36.
  62. Gállego, op. cit., pp. 74-75.
  63. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 69.
  64. Gállego, op. cit., pp. 76-80.
  65. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 70-77.
  66. Garrido, pp. 212-217.
  67. Morales y Marín, p. 108.
  68. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 204-205.
  69. Gudiol, Velázquez, pp. 139-143.
  70. Pérez Sánchez, Velázquez y su arte, pp. 36-37.
  71. Palomino, p. 254.
  72. Corpus velazqueño, pp. 89-193.
  73. Palomino, p. 310.
  74. Ragusa, «La vida y el arte», p. 49.
  75. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 107-111.
  76. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 907-104. López-Rey (1996, pp. 206-207) resta valor al documento aportado por Brown y Elliot para sostener la formación de la serie en ese año y adelanta la ejecución del llamado Calabacillas a 1628-1629 (p. 90).
  77. Cruz Valdovinos (2011). Diego Velázquez, Vida y obra de un pintor cortesano. Caja Inmaculada. p. ?. ISBN 978-84-96869-41-7. 
  78. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 148 y 174. Al contrario López-Rey (1996, pp. 246-249) sostiene que el bufón llamado al ingresar en el Museo del Prado Diego de Acedo, el Primo es precisamente el así llamado por Mazo en el viejo Alcázar.
  79. Marías, Velázquez, pp. 80-84.
  80. Azcarate, Velázquez pintor de la luz, p. 12.
  81. Ragusa, «Las obras maestras», p. 124.
  82. Azcarate, Velázquez pintor de la luz, p. 13.
  83. Brown, Velázquez. La técnica del genio, pp. 11-12.
  84. Corpus velazqueño, p. 157.
  85. Marías (1999), p. 165.
  86. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 173.
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  88. Harris, «Inocencio X», pp. 203-213.
  89. Palomino, pp. 238-239.
  90. Stoichita, pp. 367-379.
  91. Salort, pp. 110 y 308.
  92. Palomino, p. 307.
  93. Corpus velazqueño, p. 151.
  94. Corpus velazqueño, pp. 182-185 y 290.
  95. Salort, p. 454.
  96. Gombrich, p. 408.
  97. Prater, El Barroco, pp. 223 y 272.
  98. Ragusa, «Las obras maestras», p. 144. Sin embargo, se sabe por un documento dado a conocer por Pita Andrade, que la Venus se encontraba en Madrid al menos desde el 1 de julio de 1651 en la colección de Gaspar de Haro y Guzmán, marqués del Carpio, con anterioridad al regreso de Velázquez de Italia, por lo que López-Rey (1996, pp. 260-262), Marías (1999, p. 169) y otros adelantan su ejecución al periodo comprendido entre 1644 y 1648.
  99. Pacheco, El arte de la pintura, p. 377.
  100. Calvo Serraller, op. cit., p. 94.
  101. Marini, p. 32.
  102. Prater, Venus ante el espejo, p. 86.
  103. Gállego, op. cit., p. 114.
  104. Azcarate, Velázquez pintor de la luz, p. 14.
  105. Brown, Velázquez. La técnica del genio, p. 13.
  106. Harris, «Biografía», pp. 427-428.
  107. Corpus velazqueño, p. 344.
  108. Corpus velazqueño, pp. 444-446 y 448-449 breves pontificios; pp. 449-450, resolución del Consejo; p. 451, concesión del título de hidalgo.
  109. Bardi, Documentación sobre el hombre y el artista, p. 85.
  110. Hellwig, pp. 129-135.
  111. Harris, «Biografía», p. 423.
  112. Alcalá Zamora-Pérez Sánchez, pp. 36-40.
  113. Alcalá Zamora-Pérez Sánchez, pp. 52-53.
  114. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 266.
  115. Ragusa, «Breve antología crítica», p. 188.
  116. Brown, Velázquez. La técnica del genio, pp. 16-20.
  117. López-Rey, Velázquez, pp. 122-127.
  118. Pacheco, El arte de la pintura, pp. 208 y 527-528.
  119. Angulo Iñiguez, Diego. Velázquez. Cómo compuso sus cuadros, Sevilla, 1947, pp. 54-63.
  120. Palomino, p. 220.
  121. Gudiol, Velázquez, pp. 318-319.
  122. López-Rey, 1996, números 74 y 75, pp. 184-186.
  123. Morán Turina y Sánchez Quevedo, op. cit., p. 228.
  124. Brown, Velázquez. La técnica del genio, p. 17.
  125. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 267-9.
  126. Palomino, p. 231.
  127. Palomino, p. 215.
  128. Ragusa, «Breve antología crítica», pp. 180-182.
  129. Corpus velazqueño, vol. II, p. 632: «che ha si maestrevolmente unito al disegno Romano il Veneziano colorito».
  130. Alcalá Zamora-Pérez Sánchez, pp. 50-51. Los comentarios de Félibien fueron recogidos por Antonio Ponz en su Viaje fuera de España (1785), oponiendo a ellos el «alto grado de estimación» en que Mengs tenía a la pintura de Velázquez, para criticar el escaso conocimiento que de la pintura española tenían los críticos franceses, «con el fallo de que tal país [Francia] no ha dado grandes pintores», Corpus velazqueño, p. 654.
  131. Mariette, Pierre-Jean, Abecedario: sur les Arts et les artistes, París, 1762, voz, Vélasquez: «audaces inconcevables, qui, à distance, donnaient un effet surprenant et arrivaient à produire une illusion totale».
  132. Corpus velazqueño, vol. II, p. 646.
  133. Corpus velazqueño, vol. II, p. 655.
  134. Corpus velazqueño, p. 633.
  135. Calvo Serraller, op. cit., pp. 131-3.
  136. Lacambre, Geneviève, en Gary Tinterow (dir.), Manet Vélasquez la manière espagnole au XIXe siècle, exposición en el musée d'Orsay, edición de la RMN, 2003, p. 480.
  137. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 307-8.
  138. Ortega y Gasset, La fama de Velázquez.
  139. Herzer, op. cit., pp. 7-10.
  140. Carme Ruiz, «¿Qué hay de nuevo? Velázquez. Salvador Dalí y Velázquez.» Centro de Estudios Dalinianos, Fundacio Gala-Salvador Dali.
  141. «Velázquez, al cabo de cincuenta años, no pintará jamás una cosa definida. Giró alrededor de las cosas con el aire y la luz del crepúsculo. Sorprendió en la sombra y la transparencia de los fondos las palpitaciones del color, donde puso el centro invisible de su sinfonía silenciosa». Chiesi, Roberto, Jean-Luc Godard, p. 5, ISBN 88-7301-584-0.
  142. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 169.
  143. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 183.
  144. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 306-7.
  145. Gállego, op. cit., pp. 193-204.
  146. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 222.
  147. Harris, «Velázquez y Gran Bretaña», pp. 333-337.
  148. Pérez Sánchez, Velázquez y su arte, pp. 37-38.
  149. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, pp. 84-87.
  150. Pérez Sánchez, Escuela española, p. 118.
  151. Calvo Serraller; Las Meninas de Velázquez; pp. 9-30.
  152. Pérez Sánchez; Velázquez, Catálogo Exposición 1990; pp. 46-50.
  153. Brown, Velázquez. La técnica del genio, pp. 181-194.
  154. Pérez Sánchez; Velázquez, Catálogo Exposición 1990; p. 46-50.
  155. Gudiol; Velázquez; pp. 289-290.
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  157. Foucault, Michel (1966). Le mot et les choses. Paris:Gallimard. ISBN 2-07-022484-8. 
  158. Gallego; Velázquez, Catálogo Exposición 1990; pp. 324-328.
  159. Citado en Gilles Knox, Las últimas obras de Velázquez, p. 132.
  160. López-Rey (1978), Velázquez, pp. 156-164.
  161. Calvo Serraller; Las Meninas de Velázquez; pp. 34-36.
  162. Calvo Serraller; Las Meninas de Velázquez; pp. 61-63.
  163. Calvo Serraller; Las Meninas de Velázquez; pp. 290-291.
  164. Garrido; Velázquez, Técnica y Evolución; pp. 582-590
  165. Brown, Velázquez. Pintor y cortesano, p. 252.
  166. Brown, Velázquez. La técnica del genio, pp. 200-204.
  167. López-Rey, Velázquez, pp. 135-136.

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Enlaces externos

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  • Biografía de Velázquez por Enriqueta Harris (en la web del Museo del Prado)
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diego, velázquez, para, otros, usos, este, término, véase, desambiguación, velázquez, redirige, aquí, para, otras, acepciones, véase, velázquez, desambiguación, diego, rodríguez, silva, velázquez, sevilla, bautizado, junio, 1599, madrid, agosto, 1660, conocido. Para otros usos de este termino vease Diego Velazquez desambiguacion Velazquez redirige aqui Para otras acepciones vease Velazquez desambiguacion Diego Rodriguez de Silva y Velazquez Sevilla bautizado el 6 de junio de 1599 Madrid 6 de agosto de 1660 conocido como Diego Velazquez fue un pintor barroco espanol considerado uno de los maximos exponentes de la pintura espanola y maestro de la pintura universal Paso sus primeros anos en Sevilla donde desarrollo un estilo naturalista de iluminacion tenebrista por influencia de Caravaggio y sus seguidores A los 24 anos se traslado a Madrid donde fue nombrado pintor del rey Felipe IV y cuatro anos despues fue ascendido a pintor de camara el cargo mas importante entre los pintores de la corte A esta labor dedico el resto de su vida Su trabajo consistia en pintar retratos del rey y de su familia asi como otros cuadros destinados a decorar las mansiones reales Su presencia en la corte le permitio estudiar la coleccion real de pintura que junto con las ensenanzas de su primer viaje a Italia donde conocio tanto la pintura antigua como la que se hacia en su tiempo fueron influencias determinantes para evolucionar a un estilo de gran luminosidad con pinceladas rapidas y sueltas En su madurez a partir de 1631 pinto de esta forma grandes obras como La rendicion de Breda En su ultima decada su estilo se hizo mas esquematico y abocetado alcanzando un dominio extraordinario de la luz Este periodo se inauguro con el Retrato del papa Inocencio X pintado en su segundo viaje a Italia y a el pertenecen sus dos ultimas obras maestras Las meninas y Las hilanderas Velazquez se autorretrato pintando en 1656 en su cuadro mas emblematico Las meninas En las mangas de su vestido y en su mano derecha se aprecia su estilo final rapido y abocetado En su paleta distinguimos los pocos colores que utilizaba en sus pinturas La cruz de la Orden de Santiago que lleva en el pecho fue anadida al cuadro posteriormente Su catalogo consta de unas 120 o 130 obras El reconocimiento como pintor universal se produjo tardiamente hacia 1850 1 Alcanzo su maxima fama entre 1880 y 1920 coincidiendo con la epoca de los pintores impresionistas franceses para los que fue un referente Manet se sintio maravillado con su obra y le califico como pintor de pintores y el mas grande pintor que jamas ha existido La parte fundamental de sus cuadros que integraban la coleccion real se conserva en el Museo del Prado en Madrid Indice 1 Resena biografica 1 1 Primeros anos en Sevilla 1 1 1 Aprendizaje 1 1 2 Sus comienzos como pintor 1 2 Rapido reconocimiento en la corte 1 3 Primer viaje a Italia 1 4 Madurez en Madrid 1 5 Segundo viaje a Italia 1 6 Ultima decada su cumbre pictorica 1 7 Documentacion contemporanea sobre el pintor 2 El artista 2 1 Evolucion de su estilo pictorico 2 2 Sus dibujos 2 3 Reconocimiento de su pintura 2 4 Influencias y homenajes en el arte del siglo XX 2 5 Catalogo y museografia 3 Obra 3 1 La rendicion de Breda 3 2 Retrato del papa Inocencio X 3 3 Las meninas 3 4 La fabula de Aracne Las hilanderas 4 Vease tambien 5 Referencias 6 Bibliografia 7 Enlaces externosResena biografica Editar Diego Velazquez Autorretrato Museo de Bellas Artes de Valencia Primeros anos en Sevilla Editar Diego Rodriguez de Silva y Velazquez fue bautizado el 6 de junio de 1599 en la iglesia de San Pedro de Sevilla Sobre la fecha de su nacimiento Bardi se aventura a decir sin dar mas detalles que probablemente nacio el dia anterior a su bautizo es decir el 5 de junio de 1599 2 Sus padres fueron Juan Rodriguez de Silva nacido en Sevilla aunque de origen portugues sus abuelos paternos Diego Rodriguez y Maria Rodriguez de Silva se habian establecido en la ciudad procedentes de Oporto y Jeronima Velazquez sevillana de nacimiento 3 Se habian casado en la misma iglesia de San Pedro el 28 de diciembre de 1597 4 Diego el primogenito seria el mayor de ocho hermanos 5 Velazquez como su hermano Juan tambien pintor de imagineria adopto el apellido de su madre segun la costumbre extendida en Andalucia aunque hacia la mitad de su vida firmo tambien en ocasiones Silva Velazquez utilizando el segundo apellido paterno 6 Su casa natal en Sevilla Iglesia de San Pedro Sevilla Capilla bautismal en la que fue bautizado Diego Velazquez Se ha afirmado que la familia figuraba entre la pequena hidalguia de la ciudad 7 8 Sin embargo y a pesar de las pretensiones nobiliarias de Velazquez no hay pruebas suficientes que lo confirmen El padre tal vez hidalgo era notario eclesiastico oficio que solo podia corresponder a los niveles mas bajos de la nobleza y segun Camon Aznar debio de vivir con suma modestia proxima a la pobreza 9 El abuelo materno Juan Velazquez Moreno era calcetero oficio mecanico incompatible con la nobleza aunque pudo destinar algunos ahorros a inversiones inmobiliarias 10 Los allegados del pintor alegaban como prueba de hidalguia que desde 1609 la ciudad de Sevilla habia comenzado a devolverle a su bisabuelo Andres la tasa que pesaba sobre la blanca de la carne impuesto al consumo que solo debian pagar los pecheros 11 y en 1613 comenzo a hacerse lo mismo con el padre y el abuelo El propio Velazquez quedo exento de su pago desde que alcanzo la mayoria de edad Sin embargo esta exencion no fue juzgada suficiente acreditacion de nobleza por el Consejo de ordenes Militares cuando en la decada de los cincuenta se abrio el expediente para determinar la supuesta hidalguia de Velazquez reconocida unicamente al abuelo paterno de quien se decia que habia sido tenido por tal en Portugal y Galicia 12 Aprendizaje Editar La Sevilla en que se formo el pintor era la ciudad mas rica y poblada de Espana asi como la mas cosmopolita y abierta del Imperio Disponia del monopolio del comercio con America y tenia una importante colonia de comerciantes flamencos e italianos 13 Tambien era una sede eclesiastica de gran importancia y disponia de grandes pintores 14 Su talento afloro a edad muy temprana Recien cumplidos los diez anos segun Antonio Palomino comenzo su formacion en el taller de Francisco Herrera el Viejo pintor prestigioso en la Sevilla del siglo XVII pero de muy mal caracter y al que el joven alumno no habria podido soportar La estancia en el taller de Herrera que no ha podido ser documentada hubo de ser necesariamente muy corta pues en octubre de 1611 Juan Rodriguez firmo la carta de aprendizaje de su hijo Diego con Francisco Pacheco obligandose con el por un periodo de seis anos a contar desde diciembre de 1610 cuando pudo haber tenido lugar la incorporacion efectiva al taller del que seria su suegro 15 16 En el taller de Pacheco pintor vinculado a los ambientes eclesiasticos e intelectuales de Sevilla Velazquez adquirio su primera formacion tecnica y sus ideas esteticas El contrato de aprendizaje fijaba las habituales condiciones de servidumbre el joven aprendiz instalado en la casa del maestro debia servirle en la dicha vuestra casa y en todo lo demas que le dixeredes e mandaredes que le sea onesto e pusible de hazer 17 mandatos que solian incluir moler los colores calentar las colas decantar los barnices tensar los lienzos y armar bastidores entre otras obligaciones 18 El maestro a cambio se obligaba a dar al aprendiz comida casa y cama a vestirle y calzarle y a ensenarle el arte bien e cumplidamente segun como vos lo sabeis sin le encubrir del cosa alguna 17 Los pintores de los que fue aprendiz Francisco de Herrera el Viejo San Buenaventura recibe el habito de San Francisco Francisco Pacheco Juicio Final Pacheco era un hombre de amplia cultura autor de un importante tratado El arte de la pintura que no llego a ver publicado en vida Como pintor era bastante limitado fiel seguidor de los modelos de Rafael y Miguel Angel interpretados de forma dura y seca Sin embargo como dibujante realizo excelentes retratos a lapiz Aun asi supo dirigir a su discipulo y no limitar sus capacidades 15 Pacheco es mas conocido por sus escritos y por ser el maestro de Velazquez que como pintor En su importante tratado publicado postumamente en 1649 e imprescindible para conocer la vida artistica espanola de la epoca se muestra fiel a la tradicion idealista del anterior siglo XVI y poco proclive a los progresos de la pintura naturalista flamenca e italiana Sin embargo muestra su admiracion por la pintura de su yerno y elogia los bodegones con figuras de marcado caracter naturalista que pinto en sus primeros anos Tenia un gran prestigio entre el clero y era muy influyente en los circulos literarios sevillanos que reunian a la nobleza local 19 Asi describio Pacheco este periodo de aprendizaje Con esta doctrina del dibujo se crio mi yerno Diego Velasques de Silva siendo muchacho el cual tenia cohechado un aldeanillo aprendiz que le servia de modelo en diversas acciones y posturas ya llorando ya riendo sin perdonar dificultad alguna Y hizo por el muchas cabezas de carbon y realce en papel azul y de otros muchos naturales con que granjeo la certeza en el retratar 20 21 No se ha conservado ningun dibujo de los que debio realizar de este aprendiz pero es significativa la repeticion de las mismas caras y personas en algunas de sus obras de esta epoca 22 vease por ejemplo el muchacho de la izquierda en Vieja friendo huevos o en El aguador de Sevilla Justi el primer gran especialista sobre el pintor consideraba que en el breve tiempo que paso con Herrera debio transmitirle el impulso inicial que le dio grandeza y singularidad Le debio ensenar la libertad de mano que Velazquez no alcanzaria hasta anos mas tarde en Madrid aunque la ejecucion libre era ya un rasgo conocido en su tiempo y anteriormente se habia encontrado en el Greco Posiblemente su primer maestro le sirviese de ejemplo en la busqueda de su propio estilo pues las analogias que se encuentran entre los dos son solo de caracter general En las primeras obras de Diego se encuentra un dibujo estricto atento a percibir la exactitud de la realidad del modelo de plastica severa totalmente opuesto a los contornos sueltos de la tumultuosa fantasia de las figuras de Herrera Continuo su aprendizaje con un maestro totalmente diferente Asi como Herrera era un pintor nato muy temperamental Pacheco era culto pero poco pintor que lo que mas valoraba era la ortodoxia Justi concluia al comparar sus cuadros que Pacheco ejercio poca influencia artistica en su discipulo 7 Mayor influencia hubo de ejercer sobre el en los aspectos teoricos tanto de caracter iconografico por ejemplo en su defensa de la Crucifixion con cuatro clavos como en lo que se refiere al reconocimiento de la pintura como un arte noble y liberal frente al caracter meramente artesanal con que era percibida por la mayoria de sus contemporaneos 23 Debe advertirse con todo que de haber sido discipulo de Herrera el Viejo lo habria sido en los inicios de su carrera cuando este contaba alrededor de veinte anos y ni siquiera se habia examinado como pintor lo que solo haria en 1619 y precisamente ante Francisco Pacheco 24 Jonathan Brown que no toma en consideracion la supuesta etapa de formacion con Herrera apunta otra posible influencia temprana la de Juan de Roelas presente en Sevilla durante los anos de aprendizaje de Velazquez Habiendo recibido importantes encargos eclesiasticos Roelas introdujo en Sevilla el incipiente naturalismo escurialense distinto del practicado por el joven Velazquez 25 Sus comienzos como pintor Editar Inmaculada Concepcion c 1618 National Gallery de Londres Adoracion de los Magos 1619 Se estima que sus modelos fueron su familia asi el Nino Jesus seria su hija Francisca la Virgen su esposa Juana Melchor su suegro Pacheco y Gaspar seria el mismo Velazquez 26 Terminado el periodo de aprendizaje el 14 de marzo de 1617 aprobo ante Juan de Uceda y Francisco Pacheco el examen que le permitia incorporarse al gremio de pintores de Sevilla Recibio licencia para ejercer como maestro de imagineria y al oleo pudiendo practicar su arte en todo el reino tener tienda publica y contratar aprendices 15 14 La escasa documentacion conservada de su etapa sevillana relativa casi exclusivamente a asuntos familiares y transacciones economicas que indican cierta holgura familiar solo ofrecen un dato relacionado con su oficio de pintor el contrato de aprendizaje que Alonso Melgar padre de Diego Melgar de trece o catorce anos firmo en los primeros dias de febrero de 1620 con Velazquez para que este le ensenase su oficio 27 Antes de cumplir los 19 anos el 23 de abril de 1618 se caso en Sevilla con Juana Pacheco hija de Francisco Pacheco que tenia 15 anos pues habia nacido el 1 de junio de 1602 En Sevilla nacieron sus dos hijas Francisca bautizada el 18 de mayo de 1619 e Ignacia bautizada el 29 de enero de 1621 2 Era frecuente entre los pintores de Sevilla de su epoca unirse por vinculos de parentesco formando asi una red de intereses que facilitaba trabajos y encargos Su gran calidad como pintor se manifesto ya en sus primeras obras realizadas con solo 18 o 19 anos bodegones con figuras como El almuerzo del Museo del Ermitage de San Petersburgo o la Vieja friendo huevos de la National Gallery of Scotland de Edimburgo 19 de asunto y tecnica totalmente ajenos a cuanto se hacia en Sevilla opuestos ademas a los modelos y preceptos teoricos de su maestro quien no obstante iba a hacer a raiz de ellos una defensa del genero pictorico del bodegon Los bodegones no se deben estimar Claro esta que si si son pintados como mi yerno los pinta alzandose con esta parte sin dexar lugar a otros y merecen estimacion grandisima pues con estos principios y los retratos de que hablaremos luego hallo la verdadera imitacion del natural alentando los animos de muchos con su poderoso ejemplo 28 En estos primeros anos desarrollo una extraordinaria maestria en la que se pone de manifiesto su interes por dominar la imitacion del natural consiguiendo la representacion del relieve y de las calidades mediante una tecnica de claroscuro que recuerda el naturalismo de Caravaggio aunque no es probable que el joven Velazquez pudiera haber llegado a conocer ninguna de las obras del pintor italiano 29 En sus cuadros una fuerte luz dirigida acentua los volumenes y objetos sencillos que aparecen destacados en primer plano El cuadro de genero o bodegon de procedencia flamenca de los que Velazquez pudo conocer los grabados de Jacob Matham y la llamada pittura ridicola practicada en el norte de Italia por artistas como Vincenzo Campi con su representacion de objetos cotidianos y tipos vulgares pudieron servirle para desarrollar estos aspectos tanto como la iluminacion claroscurista Prueba de la temprana recepcion en Espana de pinturas de este genero se encuentra en la obra de un modesto pintor de Ubeda llamado Juan Esteban 30 Ademas el primer Velazquez pudo conocer obras del Greco de su discipulo Luis Tristan practicante de un personal claroscurismo y de un actualmente mal conocido retratista Diego de Romulo Cincinnato del que se ocupo elogiosamente Pacheco 31 El Santo Tomas del Museo de Bellas Artes de Orleans y el San Pablo del Museo Nacional de Arte de Cataluna evidenciarian el conocimiento de los dos primeros La clientela sevillana mayoritariamente eclesiastica demandaba temas religiosos cuadros de devocion y retratos 19 por lo que tambien la produccion del pintor en este tiempo se volco en los encargos religiosos como la Inmaculada Concepcion de la National Gallery de Londres y su pareja el San Juan en Patmos procedentes del convento de carmelitas calzados de Sevilla de acusado sentido volumetrico y un manifiesto gusto por las texturas de los materiales la Adoracion de los Magos del Museo del Prado o la Imposicion de la casulla a San Ildefonso del Ayuntamiento de Sevilla Velazquez sin embargo abordo en ocasiones los temas religiosos de la misma forma que sus bodegones con figuras como ocurre en el Cristo en casa de Marta y Maria de la National Gallery de Londres o en La cena de Emaus de la National Gallery of Ireland tambien conocida como La mulata de la que una replica posiblemente autografa en el Instituto de Arte de Chicago suprime el motivo religioso reducido a bodegon profano 32 Esa forma de interpretar el natural le permitio llegar al fondo de los personajes demostrando tempranamente una gran capacidad para el retrato transmitiendo la fuerza interior y temperamento de los retratados Asi en el retrato de sor Jeronima de la Fuente de 1620 del que se conocen dos ejemplares de gran intensidad donde transmite la energia de esa monja que con 70 anos partio de Sevilla para fundar un convento en Filipinas 33 Se consideran obras maestras de esta epoca la Vieja friendo huevos de 1618 y El aguador de Sevilla realizada hacia 1620 En la primera demuestra su maestria en la hilera de objetos de primera fila mediante una luz fuerte e intensa que destaca superficies y texturas El segundo cuadro que llevo a Madrid y regalo a Juan Fonseca quien le ayudo a posicionarse en la corte tiene excelentes efectos el gran jarro de barro capta la luz en sus estrias horizontales mientras pequenas gotas de agua transparentes resbalan por su superficie 29 Primer estilo Vieja friendo huevos 1618 El aguador de Sevilla 1620 Jeronima de la Fuente 1620 Esta etapa se caracteriza por el predominio de la tecnica tenebrista destacando en primer plano figuras fuertemente iluminadas sobre un fondo oscuro Utilizaba un color espeso que recubria totalmente el lienzo 34 Sus obras en especial sus bodegones tuvieron gran influencia en los pintores sevillanos contemporaneos existiendo gran cantidad de copias e imitaciones de ellos De las veinte obras que se conservan de este periodo nueve se pueden considerar bodegones 35 Rapido reconocimiento en la corte Editar En su primera visita a Madrid en 1622 pinto el retrato de Gongora captando sin ninguna concesion su amargura 36 En 1621 murio en Madrid Felipe III y el nuevo monarca Felipe IV favorecio a un noble de familia sevillana Gaspar de Guzman luego conde duque de Olivares que se convirtio en poco tiempo en el todopoderoso valido del rey Olivares abogo por que la corte estuviera integrada mayoritariamente por andaluces Pacheco debio entenderlo como una gran oportunidad para su yerno procurandose los contactos oportunos para que Velazquez fuese presentado en la corte a donde iba a viajar so pretexto de conocer las colecciones de pintura de El Escorial Su primer viaje a Madrid tuvo lugar en la primavera de 1622 37 Velazquez debio de ser presentado a Olivares por Juan de Fonseca o por Francisco de Rioja pero segun relata Pacheco no se pudo retratar al rey aunque se procuro 38 por lo que el pintor regreso a Sevilla antes de fin de ano 39 A quien si retrato por encargo de Pacheco que preparaba un Libro de retratos fue al poeta Luis de Gongora que era capellan del rey Retrato del infante Don Carlos 1626 27 Elegante y austero todavia con iluminacion tenebrista resalta su rostro y sus manos iluminados sobre un fondo de penumbra 40 Gracias a Fonseca Velazquez pudo visitar las colecciones reales de pintura de enorme calidad donde Carlos I y Felipe II habian reunido cuadros de Tiziano Verones Tintoretto y los Bassano Segun Julian Gallego entonces debio comprender la limitacion artistica de Sevilla y que ademas de la imitacion de la naturaleza existia una poesia en la pintura y una belleza en la entonacion 41 El estudio posterior de la coleccion real especialmente los tizianos tuvo una decisiva influencia en la evolucion estilistica del pintor que paso del naturalismo austero de su epoca sevillana y de las severas gamas terrosas a la luminosidad de los grises plata y azules transparentes en su madurez 33 Poco mas tarde los amigos de Pacheco principalmente Juan de Fonseca que era capellan real y habia sido canonigo de Sevilla consiguieron que el conde duque llamase a Velazquez para retratar al rey 38 Asi lo relato Pacheco El de 1623 fue llamado a Madrid del mesmo don Juan por orden del Conde Duque hospedose en su casa donde fue regalado y servido y hizo su retrato Llevolo a palacio aquella noche un hijo del conde de Penaranda camarero del Infante Cardenal y en una hora lo vieron todos los de Palacio los Infantes y el Rey que fue la mayor calificacion que tuvo Ordenose que retratase al infante pero parecio mas conveniente hacer el de su Majestad primero aunque no pudo ser tan presto por grandes ocupaciones en efecto se hizo en 30 de agosto 1623 a gusto de Su Majestad y de los Infantes y del Conde Duque que afirmo no haber retratado al rey hasta entonces y lo mismo sintieron todos los senores que lo vieron Hizo tambien de camino un bosquexo del Principe de Gales que le dio cien escudos 28 42 Ninguno de estos retratos se conserva aunque se ha querido identificar un discutido Retrato de caballero Detroit Institute of Arts con el de Juan de Fonseca Tampoco se conoce el del principe de Gales futuro Carlos I excelente aficionado a la pintura y que habia llegado a Madrid de incognito para concertar su matrimonio con la infanta Maria hermana de Felipe IV operacion que no prospero Las obligaciones protocolarias de esta visita debieron de ser las que retrasaran el primer retrato del rey que por la precisa datacion de Pacheco el 30 de agosto debio de ser un boceto para elaborarlo en el taller Pudo servir de base para un primer y tambien perdido retrato ecuestre que en 1625 se expuso en la calle Mayor con admiracion de toda la corte e invidia de los de l arte de lo que Pacheco se declara testigo 43 Cassiano dal Pozzo secretario del cardenal Barberini a quien acompano en su visita a Madrid en 1626 informa de su colocacion en el Salon Nuevo del Alcazar formando pareja con el celebre retrato de Carlos V a caballo en Muhlberg de Tiziano testimoniando la grandeza del caballo e un bel paese un bello paisaje que segun Pacheco habria sido pintado del natural como todo lo demas 44 Todo indica que el joven monarca seis anos menor que Velazquez que habia recibido clases de dibujo de Juan Bautista Maino supo apreciar de inmediato las dotes artisticas del sevillano Consecuencia de ese primer encuentro con el rey fue que en octubre de 1623 se ordeno a Velazquez trasladar su lugar de residencia a Madrid siendo nombrado pintor del rey con un sueldo de veinte ducados al mes ocupando la vacante de Rodrigo de Villandrando que habia fallecido el ano anterior 38 Ese sueldo que no incluia la remuneracion que le pudiese corresponder por sus pinturas se vio pronto incrementado con otras concesiones incluido un beneficio eclesiastico en las Canarias por valor de 300 ducados anuales otorgado a peticion del conde duque por el papa Urbano VIII 45 El triunfo de Baco 1628 29 conocida como Los borrachos y considerada la obra maestra de este periodo Los adoradores de la derecha estan modelados con un empaste denso y en unos colores que corresponden a su etapa juvenil Sin embargo la luminosidad del cuerpo desnudo y la presencia del paisaje de fondo muestran una evolucion en su tecnica 46 La rapida ascension de Velazquez provoco el resentimiento de los pintores mas veteranos como Vicente Carducho y Eugenio Cajes que lo acusaban de ser solo capaz de pintar cabezas Segun escribio Jusepe Martinez esto provoco la realizacion de un concurso en 1627 entre Velazquez y los otros tres pintores reales Carducho Cajes y Angelo Nardi 47 El ganador seria elegido para pintar el lienzo principal del Salon Grande del Real Alcazar de Madrid El motivo del cuadro era La expulsion de los moriscos de Espana El jurado presidido por Juan Bautista Maino entre los bocetos presentados declaro vencedor a Velazquez El cuadro fue colgado en este edificio y se perdio posteriormente en el incendio del mismo Nochebuena de 1734 Este concurso contribuyo al cambio del gusto de la corte abandonando el viejo estilo de pintura y aceptando la nueva pintura 47 En marzo de 1627 juro el cargo de ujier de camara otorgado quiza por el triunfo en este concurso con un sueldo de 350 ducados anuales y desde 1628 ostento el cargo de pintor de camara vacante a la muerte de Santiago Moran considerado el cargo mas importante entre los pintores de la corte 48 Su trabajo principal consistia en realizar los retratos de la familia real por lo que estos representan una parte significativa de su produccion Otro trabajo era pintar cuadros para decorar los palacios reales lo que le dio una mayor libertad en la eleccion de temas y en como representarlos libertad de la que no gozaban los pintores comunes atados a los encargos y a la demanda del mercado Velazquez podia aceptar tambien encargos particulares y consta que en 1624 cobro de dona Antonia de Ipenarrieta por los retratos que le pinto de su esposo fallecido del rey y del conde duque pero desde que se traslado a Madrid solo acepto encargos de miembros influyentes de la corte 49 Se sabe que pinto varios retratos del rey y del conde duque algunos para ser enviados fuera de Espana como los dos retratos ecuestres que en mayo de 1627 fueron enviados a Mantua por el embajador en Madrid de los Gonzaga algunos de los cuales se perdieron en el incendio del Alcazar de 1734 38 Entre las obras conservadas de este periodo destaca especialmente El triunfo de Baco popularmente conocido como Los borrachos su primera composicion mitologica por la que en julio de 1629 cobro 100 ducados de la casa del rey En el la antiguedad clasica se representa de forma vigorosa y cotidiana como una reunion de campesinos de su tiempo reunidos alegremente para beber donde todavia persisten algunos modos sevillanos Entre los retratos de los miembros de la familia real destaca El infante Don Carlos Museo del Prado de aspecto galan y algo indolente De los retratos no pertenecientes a la familia real puede destacarse el inacabado Retrato de hombre joven de la Alte Pinakothek de Munich 50 Tambien podria pertenecer a este momento El geografo del Museo de Bellas Artes de Rouen inventariado en 1692 en la coleccion del marques del Carpio como un retrato de una vara de un filosofo estandose riendo con un globo original de Diego Velazquez Identificado tambien como Democrito y alguna vez atribuido a Ribera con cuyo estilo guarda estrecha semejanza provoca cierta perplejidad a la critica por el modo diverso como en el se tratan manos y cabeza con una pincelada muy suelta y la manera mas apretada del resto de la composicion lo que se explicaria por una reelaboracion de aquellas partes en torno a 1640 51 Su tecnica en este periodo valora mas la luz en funcion del color y la composicion En los retratos de los monarcas segun indico Palomino debia reflejar la discrecion e inteligencia del artifice para saber elegir a la luz o el contorno mas grato que en los soberanos es menester gran arte para tocar sus defectos sin peligrar en la adulacion o tropezar en la irreverencia Son las normas propias del retrato de corte a las que el pintor se obliga para dar al retratado el aspecto que mejor responda a la dignidad de su persona y de su condicion Pero Velazquez limita el numero de atributos tradicionales del poder reducidos a la mesa el sombrero el toison o la empunadura de la espada para incidir en el tratamiento del rostro y las manos mas iluminados y sometidos progresivamente a un mayor refinamiento 52 Muy caracteristico en su obra como ocurre en el Retrato de Felipe IV de negro Museo del Prado es la tendencia a repintar rectificando lo hecho lo que dificulta la datacion precisa de sus obras Esto constituye lo que se denominan arrepentimientos achacables a la ausencia de estudios previos y a un modo lento de trabajar dado el caracter flematico del pintor segun lo definio el propio rey Pasado el tiempo lo antiguo que quedo debajo y sobre lo que se pinto surge de nuevo de forma facilmente perceptible En este retrato del rey se comprueba en las piernas y el manto pero las radiografias revelan que el retrato fue repintado por completo hacia 1628 introduciendo sutiles variaciones sobre el retrato subyacente del que existe otra copia posiblemente autografa en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York algunos anos anterior De igual forma se percibe en muchos retratos posteriores sobre todo de los monarcas 53 En 1628 Rubens llego a Madrid para realizar gestiones diplomaticas y permanecio en la ciudad casi un ano Se sabe que pinto del orden de diez retratos de la familia real en su mayor parte perdidos Al compararse los retratos de Felipe IV realizados por ambos pintores las diferencias son notables Rubens pinto al rey de forma alegorica mientras Velazquez lo representaba como la esencia del poder Picasso lo analizo asi el Felipe IV de Velazquez es persona distinta del Felipe IV de Rubens 54 Rubens en este viaje copio tambien obras de la coleccion de pintura del rey especialmente de Tiziano 54 Ya en otras ocasiones habia copiado sus obras pues Tiziano representaba para el una de sus principales fuentes de inspiracion y estimulo Esta labor de copia fue especialmente intensa en la corte de Felipe IV que poseia la mas importante coleccion de obras del veneciano 55 Las copias que hizo Rubens fueron adquiridas por Felipe IV y previsiblemente inspiraron tambien a Velazquez 56 Rubens y Velazquez ya habian colaborado en cierta forma antes de este viaje a Madrid al servirse el flamenco de un retrato de Olivares pintado por Velazquez para proporcionar el dibujo de un grabado realizado por Paulus Pontius e impreso en Amberes en 1626 en el que el marco alegorico fue disenado por Rubens y la cabeza por Velazquez El sevillano lo debio ver pintar los retratos reales y copias de Tiziano siendo una gran experiencia para el observar la ejecucion de esos cuadros de los dos pintores que mas influencia tendrian en su propia obra Pacheco afirmaba en efecto que Rubens en Madrid habia tenido poco trato con pintores excepto con su yerno con quien visito las colecciones de El Escorial estimulandole segun Palomino a viajar a Italia 57 58 Para Harris no hay duda de que esta relacion inspiro su primer cuadro alegorico Los borrachos 59 Sin embargo Calvo Serraller precisa que aunque la mayoria de los especialistas han interpretado la visita de Rubens como la primera influencia decisiva que sufrio la pintura de Velazquez nada hay que demuestre un cambio sustancial en su estilo en este momento Para Calvo Serraller lo que si es casi seguro es que Rubens impulso el primer viaje a Italia pues al poco de marcharse de la corte espanola en mayo de 1629 Velazquez obtuvo el permiso para realizar su viaje 60 Segun los representantes italianos en Espana este viaje era para completar sus estudios 59 Primer viaje a Italia Editar La fragua de Vulcano 1630 Obra esencial para entender su evolucion en su primer viaje a Italia La atmosfera ha superado las limitaciones del tenebrismo y los cuerpos se modelan en un espacio real y no emergen en una sombra envolvente La preocupacion por el desnudo y la riqueza de las expresiones sugieren el estudio del clasicismo romano bolones 46 Asi pues despues de la marcha de Rubens y seguramente influido por el Velazquez solicito licencia al rey para viajar a Italia a completar sus estudios 61 El 22 de julio de 1629 le concedieron para el viaje dos anos de salario 480 ducados y ademas disponia de otros 400 ducados por el pago de varios cuadros Velazquez viajo con un criado y llevaba cartas de recomendacion para las autoridades de los lugares que queria visitar 62 Este viaje a Italia represento un cambio decisivo en su pintura Desde el siglo anterior muchos artistas de toda Europa viajaban a Italia para conocer el centro de la pintura europea admirado por todos un anhelo compartido tambien por Velazquez Ademas Velazquez era el pintor del rey de Espana y por ello se le abrieron todas las puertas pudiendo contemplar obras que solo estaban al alcance de los mas privilegiados 63 Partio del puerto de Barcelona en la nave de Espinola general genoves al servicio del rey espanol que volvia a su tierra El 23 de agosto de 1629 la nave arribo a Genova de donde sin apenas detenerse marcho a Venecia donde el embajador espanol le gestiono visitas a las principales colecciones artisticas de los distintos palacios Segun Palomino copio obras de Tintoretto Como la situacion politica era delicada en la ciudad permanecio alli poco tiempo y partio hacia Ferrara donde se encontraria con la pintura de Giorgione se desconoce el efecto que le produjo la obra de este gran innovador 64 Despues estuvo en Cento interesado en conocer la obra de Guercino que pintaba sus cuadros con una iluminacion muy blanca trataba a sus figuras religiosas como personajes corrientes y era un gran paisajista Para Julian Gallego la obra de Guercino fue la que mas ayudo a Velazquez a encontrar su estilo personal 64 En Roma el cardenal Francesco Barberini a quien habia tenido ocasion de retratar en Madrid le facilito la entrada a las estancias vaticanas en las que dedico muchos dias a la copia de los frescos de Miguel Angel y Rafael Despues se traslado a Villa Medici en las afueras de Roma donde copio su coleccion de escultura clasica No solo estudio a los maestros antiguos en aquel momento se encontraban activos en Roma los grandes pintores del barroco Pietro da Cortona Andrea Sacchi Nicolas Poussin Claudio de Lorena y Gian Lorenzo Bernini No hay testimonio directo de que Velazquez contactase con ellos pero existen importantes indicios de que conocio de primera mano las novedades del mundo artistico romano 65 La tunica de Jose 1630 En este primer viaje a Italia el conocimiento de los maestros italianos perfecciona su tecnica En este cuadro se evidencia en sus modelados anatomicos en los juegos de luces en la armonica claridad de color y en una composicion mas estructurada y compleja 53 La asimilacion del arte italiano en el estilo de Velazquez se comprueba en La fragua de Vulcano y La tunica de Jose lienzos pintados en este momento por iniciativa propia sin encargo de por medio En La fragua de Vulcano aunque persisten elementos del periodo sevillano se advierte una ruptura importante con su pintura anterior Algunos de esos cambios se aprecian en el tratamiento espacial la transicion hacia el fondo es suave y el intervalo entre figuras esta muy medido Tambien en las pinceladas aplicadas antes en capas de pintura opaca y ahora con una imprimacion muy ligera de modo que la pincelada es fluida y los toques de luz producen sorprendentes efectos entre las zonas iluminadas y las sombras Asi el pintor contemporaneo Jusepe Martinez concluia vino muy mejorado en cuanto a perspectiva y arquitectura se refiere 65 En Roma pinto tambien dos pequenos paisajes en el jardin de Villa Medici La entrada a la gruta y El Pabellon de Cleopatra Ariadna pero no existe acuerdo entre los historiadores sobre el momento de su ejecucion Quienes sostienen que pudo pintarlos durante el primer viaje singularmente Lopez Rey se apoyan en que el pintor vivio en Villa Medici en el verano de 1630 mientras que la mayoria de los especialistas han preferido retrasar la fecha de su realizacion al segundo viaje por considerar muy avanzada su tecnica bocetistica casi impresionista Los estudios tecnicos realizados en el Museo del Prado si bien en este caso no son concluyentes avalan sin embargo la ejecucion en torno a 1630 66 Segun Pantorba se propuso captar dos fugaces impresiones a la manera como lo haria Monet dos siglos despues El estilo de estos cuadros ha sido frecuentemente comparado con los paisajes romanos que Corot pinto en el siglo XIX 67 La novedad de estos paisajes radica no tanto en sus asuntos como en su ejecucion Los estudios de paisajes tomados del natural eran una practica poco frecuente utilizada solo por algunos artistas holandeses establecidos en Roma Algo despues tambien Claudio de Lorena realizo de ese modo algunos conocidos dibujos Pero a diferencia de todos ellos Velazquez iba a emplear directamente el oleo emulando en su ejecucion la tecnica informal del dibujo 68 Permanecio en Roma hasta el otono de 1630 y regreso a Madrid pasando por Napoles donde hizo el retrato de la reina de Hungria Museo del Prado Alli pudo conocer a Jose de Ribera que se encontraba en su plenitud pictorica 49 Madurez en Madrid Editar Segun Gudiol este retrato de Felipe IV de castano y plata pintado hacia 1631 1636 es de los primeros donde cambio su tecnica buscando la impresion visual El conjunto parece plasmado meticulosamente pero consiguio los efectos del vestido y de las mangas mediante manchas y toques irregulares 69 Concluido su primer viaje a Italia estaba en posesion de una tecnica extraordinaria Con 32 anos inicio su periodo de madurez En Italia habia completado su proceso formativo estudiando las obras maestras del Renacimiento y su educacion pictorica era la mas amplia que un pintor espanol habia recibido hasta la fecha 70 Desde principios de 1631 de nuevo en Madrid volvio a su principal tarea de pintor de retratos reales en un periodo de amplia produccion 59 Segun Palomino inmediatamente despues de su regreso a la corte se presento al conde duque quien le ordeno acudir a dar las gracias al rey por no haberse dejado retratar por otro pintor en su ausencia Tambien se le aguardaba para retratar al principe Baltasar Carlos nacido durante su estancia en Roma al que retrato en al menos seis ocasiones 71 Establecio su taller en el Alcazar y tuvo ayudantes Al mismo tiempo prosiguio su ascenso en la corte no exento de litigios en 1633 recibio una vara de alguacil de corte ayuda de guardarropa de su majestad en 1636 ayuda de camara en 1643 y superintendente de obras un ano mas tarde La documentacion relativamente abundante para esta etapa recogida por Pita Andrade presenta sin embargo lagunas importantes en lo relativo a su labor artistica 72 En 1631 entro en su taller un joven ayudante de veinte anos Juan Bautista Martinez del Mazo nacido en Cuenca del que nada se sabe de su primera formacion como pintor Mazo se caso el 21 de agosto de 1633 con la hija mayor de Velazquez Francisca que tenia 15 anos de edad En 1634 su suegro le cedio su puesto de ujier de camara para asegurar el futuro economico de Francisca Mazo aparecio desde entonces estrechamente unido a Velazquez como su ayudante mas importante pero sus propias obras no pasarian de ser copias o adaptaciones del maestro sevillano destacando segun el aragones Jusepe Martinez por su habilidad en la pintura de pequenas figuras 69 Su destreza al copiar las obras de su maestro destacada por Palomino 73 y su intervencion en algunas obras de Velazquez que habian quedado sin terminar a su muerte ha originado ciertas incertidumbres pues todavia hay discusiones entre los criticos sobre la atribucion de ciertos cuadros a Velazquez o a Mazo 74 En 1632 pinto un Retrato del principe Baltasar Carlos que se conserva en la Coleccion Wallace de Londres derivado de un retrato anterior El principe Baltasar Carlos con un enano terminado en 1631 Para Jose Gudiol este segundo retrato representa el comienzo de una nueva etapa en la tecnica de Velazquez que en una larga evolucion le llevo hasta sus ultimas pinturas mal llamadas impresionistas En algunas zonas de este cuadro especialmente en el vestido Velazquez deja de modelar la forma tal como es para pintar segun la impresion visual Buscaba de este modo la simplificacion del trabajo pictorico pero esto exigia un conocimiento profundo de como se producen los efectos de luz en las cosas representadas en la pintura Se precisa tambien una gran seguridad una gran tecnica y un instinto considerable para poder elegir los elementos dominantes y principales aquellos que permitirian al espectador apreciar con exactitud todos los detalles como si hubiesen sido pintados de verdad detalladamente Precisa tambien de un dominio total del claroscuro para dar la sensacion de volumen Esta tecnica se consolido en el retrato Felipe IV de castano y plata donde mediante una disposicion irregular de toques claros se sugieren los bordados del traje del monarca 69 Participo en los dos grandes proyectos decorativos del periodo el nuevo Palacio del Buen Retiro impulsado por Olivares y la Torre de la Parada un pabellon de caza del rey en las proximidades de Madrid 59 Para el Palacio del Buen Retiro Velazquez realizo entre 1634 y 1635 una serie de cinco retratos ecuestres de Felipe III Felipe IV las esposas de ambos y el principe heredero Estos decoraban los testeros extremos del gran Salon de Reinos concebido con la finalidad de exaltar a la monarquia espanola y a su soberano Para sus muros laterales se encargo tambien una amplia serie de lienzos con batallas mostrando las victorias recientes de las tropas espanolas Velazquez realizo uno de ellos La rendicion de Breda el llamado tambien Las lanzas 70 Tanto el retrato de Felipe IV a caballo como el del principe se encuentran entre las obras maestras del pintor Quizas en los otros tres retratos ecuestres pudo recibir ayuda de su taller pero de todas formas se observa en los mismos detalles de suma destreza que pertenecen a la mano de Velazquez La disposicion de los retratos ecuestres del rey Felipe IV la reina y el principe Baltasar Carlos en el Salon de Reinos ha sido reconstruida por Brown apoyandose en descripciones de la epoca El retrato del principe el futuro de la monarquia se encontraba entre los de sus padres 75 Felipe IV a caballo 1634 El principe Baltasar Carlos a caballo 1635 La reina Isabel de Francia a caballo 1628 1636 Para la Torre de la Parada pinto tres retratos del rey de su hermano el cardenal infante don Fernando y del principe vestidos de cazadores Tambien para aquel pabellon de caza pinto otros tres cuadros Esopo Menipo y Marte descansando 59 Hacia 1634 y con destino tambien al Palacio del Buen Retiro Velazquez habria realizado un grupo de retratos de bufones y hombres de placer de la corte El inventario de 1701 menciona seis cuadros verticales de cuerpo entero que podrian haber servido para decorar una escalera o una habitacion inmediata al cuarto de la reina De ellos unicamente tres se conservan en el Museo del Prado Pablo de Valladolid El bufon llamado don Juan de Austria y El bufon Cristobal de Castaneda como Barbarroja 76 A la misma serie podrian pertenecer el desaparecido Francisco de Ocariz y Ochoa que entro al servicio del rey al mismo tiempo que Cristobal de Pernia y el llamado Juan Calabazas Calabacillas con un molinete del Museo de Arte de Cleveland cuya autoria y fecha de ejecucion son dudosas 77 Otros dos lienzos con bufones sentados decoraban sobreventanas de la sala de la reina en la Torre de la Parada descritos en los inventarios como sendos enanos uno de ellos en traje de filosofo y en actitud de estudio identificado con Diego de Acedo el Primo y el otro un bufon sentado con una baraja que se puede reconocer en Francisco Lezcano el Nino de Vallecas La misma procedencia podria tener El bufon Calabacillas sentado Otros dos retratos de bufones fueron inventariados en 1666 por Juan Martinez del Mazo en el Alcazar El Primo que debio de perderse en el incendio de 1734 y El bufon don Sebastian de Morra pintado hacia 1644 78 Mucho se ha escrito sobre estas series de bufones en las que retrato compasivamente sus carencias fisicas y psiquicas Resueltos en unos espacios inverosimiles pudo en ellos realizar experimentos estilisticos con absoluta libertad 79 El bufon Calabacillas 1637 39 Uno de los retratos mas angustiosos de Velazquez Se representa al bufon de forma realista con sus manos de epileptico el estrabismo evidente en su mirada y su sonrisa provocada por un gesto deforme y asimetrico 80 81 Entre sus cuadros religiosos de este periodo destacan San Antonio y San Pablo ermitano pintado para su ermita en los jardines del palacio del Buen Retiro y el Cristo crucificado pintado para el convento de San Placido Segun Azcarate en este Cristo reflejo su religiosidad expresada en un cuerpo idealizado y sereno de formas sosegadas y bellas 82 La decada de 1630 fue para Velazquez la de mayor actividad con los pinceles casi un tercio de su catalogo pertenece a este periodo Hacia 1640 esta intensa produccion disminuyo drasticamente y ya no se recupero en el futuro No se conoce con seguridad el motivo de tal descenso en la actividad si bien parece probable que se viese acaparado en labores cortesanas al servicio del rey que le ayudaron a ganar una mejor posicion social pero que le restaron tiempo para pintar 83 Como superintendente de obras debia ocuparse ademas en tareas de conservacion y dirigir las reformas que se hacian en el Real Alcazar 84 Entre 1642 y 1646 hubo ademas de acompanar a la corte en las jornadas de Aragon Alli pinto un nuevo retrato del rey de la forma que entro en Lerida para conmemorar el levantamiento del cerco puesto a la ciudad por el ejercito frances enviado inmediatamente a Madrid y expuesto en publico a peticion de los catalanes de la corte 85 Es el llamado Felipe IV en Fraga por la ciudad oscense donde se pinto en el que Velazquez alcanzo un notable equilibrio entre la meticulosidad de la cabeza y los centelleantes brillos de la indumentaria 86 Velazquez ocupo en 1643 el puesto de ayuda de camara que suponia el maximo reconocimiento de los favores reales dado que era una de las personas mas proximas al monarca Despues de este nombramiento se sucedieron una serie de desgracias personales la muerte de su suegro y maestro Francisco Pacheco el 27 de noviembre de 1644 sumadas a las acontecidas en la corte las rebeliones de Cataluna y Portugal en 1640 caida del poder del que habia sido su protector el valido del rey el Conde Duque de Olivares junto con la derrota de los tercios espanoles en la batalla de Rocroi en 1643 la muerte de la reina Isabel en 1644 y por ultimo la defuncion en 1646 del principe heredero Baltasar Carlos a los 17 anos de edad harian de estos unos anos dificiles tambien para Velazquez Segundo viaje a Italia Editar Velazquez llego a Malaga a principios de diciembre de 1648 desde donde embarcaria con una pequena flota el 21 de enero de 1649 en direccion a Genova 87 permaneciendo en Italia hasta mediados de 1651 con el fin de adquirir pinturas y esculturas antiguas para el rey Tambien debia contratar a Pietro da Cortona para pintar al fresco varios techos de estancias que se habian reformado en el Real Alcazar de Madrid Al no poder comprar esculturas antiguas tuvo que conformarse con encargar copias en bronce mediante vaciados o moldes obtenidos de originales famosos Tampoco pudo convencer a Pietro da Cortona para realizar los frescos del Alcazar y en su lugar contrato a Angelo Michele Colonna y Agostino Mitelli expertos en la pintura de trampantojo Este trabajo de gestion mas que el propiamente creativo le absorbio mucho tiempo viajo buscando pinturas de maestros antiguos seleccionando esculturas antiguas para copiar y obteniendo los permisos para hacerlo Otra vez realizo un recorrido por los principales estados italianos en dos etapas la primera le llevo hasta Venecia donde adquirio obras de Verones y Tintoretto para el monarca espanol la segunda tras instalarse en Roma a Napoles donde se reencontro con Ribera e hizo provision de fondos antes de retornar a la Ciudad Eterna 88 Juan de Pareja 1649 50 Este retrato de su esclavo morisco fue expuesto en el portico del Panteon el dia de San Jose En tonos verdosos lo represento con porte elegante y seguro de si En Roma a comienzos de 1650 fue elegido miembro de las dos principales organizaciones de artistas la Academia de San Lucas en enero y la Congregazione dei Virtuosi del Panteon el 13 de febrero 88 La pertenencia a la Congregacion de los Virtuosos le daba derecho a exponer en el portico del Panteon el 19 de marzo dia de San Jose donde expuso su retrato de Juan Pareja Museo Metropolitano de Arte de Nueva York El retrato de Pareja fue pintado antes del realizado al papa Inocencio X Victor Stoichita estima que Palomino relato esto de la forma que mejor le convino alterando la cronologia y acentuando el mito Cuando se determino retratarse al Sumo Pontifice quiso prevenirse antes con el ejercicio de pintar una cabeza del natural hizo la de Juan Pareja esclavo suyo y agudo pintor tan semejante y con tanta viveza que habiendolo enviado con el mismo Pareja a la censura de algunos amigos se quedaban mirando el retrato pintado y al original con admiracion y asombro sin saber con quien habian de hablar o quien habia de responder contaba Andres Esmit que siendo estilo que el dia de San Jose se adorne el claustro de la Rotunda el Panteon de Agripa donde esta enterrado Rafael de Urbino con pinturas insignes antiguas y modernas se puso este retrato con tan universal aplauso en dicho sitio que a voto de todos los pintores de diferentes naciones todo lo demas parecia pintura pero este solo verdad en cuya atencion fue recibido Velazquez por Academico romano ano de 1650 89 Destaca Stoichita la leyenda forjada a lo largo de los anos alrededor de este retrato y sobre la base de este texto en varios niveles la contraposicion entre el retrato ensayo del esclavo y el retrato final con la grandeza del papa las imagenes expuestas en un espacio casi sagrado en la tumba de Rafael principe de los pintores el aplauso universal de todos los pintores de diferentes naciones al contemplarlo entre insignes pinturas antiguas y modernas 90 En realidad se sabe que entre un retrato y otro pasaron algunos meses dado que Velazquez no retrato al papa hasta agosto de ese ano y por otra parte su admision como academico habia tenido lugar antes de su exposicion 91 Sobre Juan de Pareja esclavo y ayudante de Velazquez se sabe que era morisco de generacion mestiza y de color extrano segun Palomino 92 Se desconoce en que momento pudo entrar en contacto con el maestro pero en 1642 firmo ya como testigo en un poder otorgado por Velazquez 93 Fue testigo nuevamente en 1647 y lo volvio a ser en 1653 firmando en esta ocasion el poder para testar de Francisca Velazquez hija del pintor 94 Segun Palomino Pareja ayudaba a Velazquez en tareas mecanicas como moler los colores y preparar los lienzos sin que el maestro en razon de la dignidad del arte le permitiese ocuparse nunca en cuestiones de pintura o dibujo Sin embargo Pareja aprendio a pintar a escondidas de su dueno En 1649 acompano a Velazquez en su segundo viaje a Italia donde lo retrato y segun se sabe por un documento publicado el 23 de noviembre de 1650 todavia en Roma le otorgo la carta de libertad con obligacion de seguir sirviendo al pintor cuatro anos mas 95 90 El retrato mas importante que pinto en Roma fue el del papa Inocencio X Gombrich considera que Velazquez debio sentir el gran reto de tener que pintar al papa y seria consciente al contemplar los retratos que Tiziano y Rafael realizaron a anteriores papas considerados obras maestras que seria recordado y comparado con estos maestros Velazquez de igual forma hizo un gran retrato interpretando con seguridad la expresion del papa y la calidad de sus ropas 96 Venus del espejo 1650 El reducido cromatismo del cuadro limitado a un rojo brillante un calido marron un suave azul y un blanco hace resaltar el cuerpo de Venus que domina sobre lo demas y que en realidad esta pintado por mezcla de esos cuatro colores Venus aparece en una postura sensual y a la vez pudorosa 97 El excelente trabajo en el retrato del papa desencadeno que otros miembros de la curia papal deseasen retratos suyos de la mano de Velazquez Palomino dice que realizo siete de personajes que cita dos no identificados y otros que quedaron inacabados un volumen de actividad bastante sorprendente en Velazquez tratandose de un pintor que se prodigaba muy poco 88 Muchos criticos adjudican la Venus del espejo a esta etapa en Italia Velazquez debio de realizar al menos otros dos desnudos femeninos probablemente otras dos Venus una de ellas citada en el inventario de los bienes que dejaba a su muerte 98 El tema del tocador de Venus habia sido tratado anteriormente por dos de los maestros que mas influencia tuvieron en la pintura velazquena Tiziano y Rubens pero por sus implicaciones eroticas creaba serias reticencias en Espana Cabe recordar que Pacheco aconsejaba a los pintores que se viesen obligados a pintar un desnudo femenino utilizar a mujeres honestas como modelos para cabeza y manos imitando lo demas de estatuas o grabados 99 La Venus de Velazquez aporta al genero una nueva variante la diosa se encuentra tendida de espaldas y muestra su rostro al espectador reflejado en el espejo Jenifer Montagu descubrio un documento notarial que acreditaba la existencia en 1652 de un hijo romano de Velazquez Antonio de Silva hijo natural y cuya madre se desconoce Los estudiosos han especulado sobre ello y Camon Aznar apunto que pudo ser la modelo que poso para el desnudo de la Venus del espejo que quizas fuese la que Palomino llamaba Flaminia Triunfi excelente pintora a la que habria retratado Velazquez De esta supuesta pintora sin embargo no se tiene ninguna otra noticia aunque Marini sugiere que quizas se pueda identificar con Flaminia Triva de veinte anos hermana y colaboradora de Antonio Domenico Triva discipulo de Guercino 100 101 102 La correspondencia que se conserva muestra las continuas demoras de Velazquez para retrasar el fin del viaje Felipe IV estaba impaciente y deseaba su vuelta En febrero de 1650 escribio a su embajador en Roma para que le urgiese en el regreso pues conoceis su flema y que sea por mar y no por tierra porque se podria ir deteniendo y mas con su natural Velazquez seguia en Roma a finales de noviembre El conde de Onate comunico su marcha el 2 de diciembre y a mediados de mes se comunico su paso por Modena Sin embargo hasta mayo de 1651 no embarco en Genova 103 Ultima decada su cumbre pictorica Editar En junio de 1651 regreso a Madrid con numerosas obras de arte Poco despues Felipe IV lo nombro Aposentador Real lo que le encumbro en la corte y anadio fuertes ingresos que se sumaron a los que ya recibia como pintor ayuda de camara superintendente y en concepto de pension Aparte recibia las cantidades estipuladas por los cuadros que realizaba 104 Sus cargos administrativos le absorbieron cada vez mas incluido el de Aposentador Real que le quitaron gran cantidad de tiempo para desarrollar su labor pictorica 105 Aun asi a este periodo corresponden algunos de sus mejores retratos y sus obras magistrales Las meninas y Las hilanderas 104 La llegada de la nueva reina Mariana de Austria motivo la realizacion de varios retratos Tambien la infanta casadera Maria Teresa fue retratada en varias ocasiones pues debia enviarse su imagen a los posibles esposos a las cortes europeas Los nuevos infantes nacidos de Mariana tambien originaron varios retratos sobre todo Margarita nacida en 1651 105 En el final de su vida pinto sus dos composiciones mas grandes y complejas sus obras La fabula de Aracne 1658 conocida popularmente como Las hilanderas y el mas celebrado y famoso de todos sus cuadros La familia de Felipe IV o Las meninas 1656 En ellos vemos su estilo ultimo donde parece representar la escena mediante una vision fugaz Empleo pinceladas atrevidas que de cerca parecen inconexas pero contempladas a distancia adquieren todo su sentido anticipandose a la pintura de Manet y a los impresionistas del siglo XIX en los que tanto influyo su estilo 106 Las interpretaciones de estas dos obras han originado multitud de estudios y son consideradas dos obras maestras de la pintura europea 105 Los dos ultimos retratos oficiales que pinto del rey son muy diferentes de los anteriores Tanto el busto del Museo del Prado como el debatido de la National Gallery son dos retratos intimos donde aparece vestido de negro y solo en el segundo con el toison de oro Segun Harris reflejan el decaimiento fisico y moral del monarca del cual se dio cuenta Hacia nueve anos que no lo retrataba y asi mostro el mismo Felipe IV sus reticencias a dejarse pintar no me inclino a pasar por la flema de Velazquez como por no verme ir envejeciendo 106 El ultimo encargo que recibio del rey Felipe IV fue la realizacion en 1659 de cuatro escenas mitologicas para el Salon de los Espejos del Real Alcazar de Madrid donde se colocaron junto a obras de Tiziano Tintoretto Verones y Rubens los pintores preferidos del monarca De las cuatro pinturas Apolo y Marsias Adonis y Venus Psique y Cupido y Mercurio y Argos solo se conserva en la actualidad la ultima sita en el Museo del Prado resultando destruidas las otras tres en el incendio del Real Alcazar la Nochebuena de 1734 ya en tiempos de Felipe V Durante ese incendio se perdieron mas de quinientas obras de maestros de la pintura y el edificio quedo reducido a escombros hasta que cuatro anos mas tarde en su solar se comenzo a edificar el Palacio Real de Madrid 105 La calidad de la tela conservada y lo infrecuente que entre los pintores espanoles de la epoca eran los temas tratados en estas escenas que por su naturaleza incluirian desnudos hace especialmente grave la perdida de estas tres pinturas Retratos de los infantes La Infanta Margarita en azul 1659 El principe Felipe Prospero 1659 La infanta Maria Teresa 1652 Su ultimo estilo Pintura alla prima rapida y espontanea con yuxtaposicion y superposicion de pinceladas que a distancia logra los efectos visuales requeridos 104 Todos se conservan en el Kunsthistorisches Museum de Viena De acuerdo a la mentalidad de su epoca Velazquez deseaba alcanzar la nobleza y procuro ingresar en la Orden de Santiago contando para ello con el favor real que el 12 de junio de 1658 le hizo merced del habito de caballero 107 Para ser admitido sin embargo el pretendiente debia probar que sus antepasados directos habian pertenecido tambien a la nobleza no contandose entre ellos judios ni conversos Por tal motivo el Consejo de ordenes Militares abrio en julio una investigacion sobre su linaje tomando declaracion a 148 testigos De forma muy significativa muchos de ellos afirmaron que Velazquez no vivia de la pintura sino de su trabajo en la corte llegando a decir algunos de los mas allegados pintores tambien que nunca habia vendido un cuadro A principios de abril de 1659 el Consejo dio por concluida la recogida de informes rechazando la pretension del pintor al no encontrarse acreditada la nobleza de su abuela paterna ni de sus abuelos maternos En estas circunstancias solo la dispensa del papa podia lograr que Velazquez fuese admitido en la Orden A instancias del rey el papa Alejandro VII dicto un breve apostolico el 9 de julio de 1659 ratificado el 1 de octubre otorgandole la dispensa solicitada y el rey le concedio la hidalguia el 28 de noviembre venciendo asi la resistencia del Consejo de ordenes que en la misma fecha despacho en favor de Velazquez el ansiado titulo 108 En 1660 el rey y la corte acompanaron a la infanta Maria Teresa a Fuenterrabia cerca de la frontera francesa donde se encontro con su nuevo esposo Luis XIV Velazquez como aposentador real se encargo de preparar el alojamiento del sequito y de decorar el pabellon donde se produjo el encuentro El trabajo debio ser agotador y a la vuelta enfermo de viruela 105 Cayo enfermo a finales de julio y unos dias despues el 6 de agosto de 1660 murio a las tres de la tarde en Madrid Al dia siguiente 7 de agosto fue enterrado en la desaparecida iglesia de San Juan Bautista con los honores debidos a sus cargos y como caballero de la Orden de Santiago Ocho dias despues el 14 de agosto fallecio tambien su esposa Juana 109 Documentacion contemporanea sobre el pintor Editar Sus primeros biografos aportaron abundante informacion basica sobre su vida y su obra El primero fue Francisco Pacheco 1564 1644 persona muy cercana a el pues fue su maestro en su juventud y tambien su suegro En un tratado dedicado al Arte de la pintura terminado en 1638 dio amplia informacion hasta esa fecha Aporto detalles personales sobre su aprendizaje sus primeros anos en la corte y su primer viaje a Italia El aragones Jusepe Martinez que lo trato en Madrid y Zaragoza incluyo una breve resena biografica en sus Discursos practicables del nobilisimo arte de la pintura 1673 con informaciones del segundo viaje a Italia y de los honores recibidos en la corte 110 Tambien se dispone de la biografia completa que sobre el pintor realizo Antonio Palomino 1655 1721 publicada en 1724 64 anos despues de la muerte de Velazquez Esta obra relativamente tardia sin embargo estaba basada en las notas biograficas tomadas por un amigo del pintor Lazaro Diaz del Valle que se han conservado manuscritas y las perdidas de uno de sus ultimos discipulos Juan de Alfaro 1643 1680 Ademas Palomino era pintor en la corte conocia bien las obras de Velazquez de las colecciones reales y hablo con personas que de jovenes conocieron al pintor Dio abundante informacion de su segundo viaje a Italia de su actividad como pintor de camara y como funcionario de Palacio 111 Diversos elogios poeticos entre ellos alguno muy temprano como el soneto dedicado por Juan Velez de Guevara a un retrato ecuestre del rey el panegirico de Salcedo Coronel a otro del conde duque o el epigrama de Gabriel Bocangel al Retrato de una dama de superior belleza ademas de noticias sobre obras concretas permiten comprobar el rapido reconocimiento del pintor en circulos allegados a la corte 112 Otras noticias se encuentran en escritores contemporaneos como Diego Saavedra Fajardo o Baltasar Gracian en los que su fama aunque directamente ligada a su condicion de retratista del rey trasciende el ambito meramente cortesano Muy significativos son en este orden los comentarios del padre Francisco de los Santos con noticias relativas a su participacion en la decoracion del Monasterio de El Escorial 113 Se dispone ademas de muchos documentos administrativos sobre acontecimientos que le sucedieron Sin embargo nada se sabe de sus cartas escritos personales amistades o vida privada que permitirian indagar en su vida su trabajo y su pensamiento Lo cual hace dificil la comprension de la personalidad del artista 1 Si se conocen sus intereses en libros Su biblioteca muy numerosa para la epoca estaba formada por 154 ejemplares sobre matematicas geometria geografia mecanica anatomia arquitectura y teoria del arte Recientemente varios estudiosos a traves de estos libros han intentado acercarse a la compresion de su personalidad 114 El artista Editar Principe Baltasar Carlos a caballo detalle 1635 Considerada una de sus obras maestras Sus pinceladas rapidas abocetadas y de enorme precision anteceden en dos siglos los modos impresionistas Evolucion de su estilo pictorico Editar En sus inicios sevillanos su estilo era el del naturalismo tenebrista valiendose de una luz intensa y dirigida su pincelada densamente empastada modelaba las formas con precision y sus colores dominantes eran tonos tostados y carnaciones cobrizas 40 Para Xavier de Salas cuando Velazquez se establecio en Madrid al estudiar a los grandes pintores venecianos en la coleccion real modifico su paleta y paso a pintar con grises y negros en lugar de los colores terrosos 115 Todavia hasta el final de su primer periodo madrileno concretamente hasta que realizo Los borrachos siguio pintando sus personajes con contornos precisos y destacandolos de los fondos con pinceladas opacas 116 En su primer viaje a Italia realizo una radical transformacion de su estilo En este viaje el pintor ensayo nuevas tecnicas buscando la luminosidad Velazquez que habia ido desarrollando su tecnica en los anos anteriores concluyo esta transformacion a mediados de 1630 donde se considera que encontro su lenguaje pictorico propio mediante una combinacion de pinceladas sueltas de colores transparentes y toques precisos de pigmento para resaltar los detalles 116 A partir de La fragua de Vulcano pintada en Italia la preparacion de los cuadros cambio y se mantuvo asi el resto de su vida Se componia basicamente de blanco de plomo aplicado con espatula que formaba un fondo de gran luminosidad complementado con pinceladas cada vez mas transparentes 116 En La rendicion de Breda y en el Retrato ecuestre de Baltasar Carlos pintados en la decada de 1630 concluyo este cambio El recurso a los fondos claros y capas transparentes de color para crear una gran luminosidad eran frecuentes en pintores flamencos e italianos pero Velazquez desarrollo esta tecnica hasta extremos nunca vistos 116 Esta evolucion se produjo debido al conocimiento de la obra de otros artistas especialmente la coleccion real y los cuadros que estudio en Italia Tambien por su relacion directa con otros pintores como Rubens en su visita a Madrid y los que conocio en su primer viaje a Italia 116 Velazquez por tanto no hacia como los otros pintores que trabajaban en Espana que pintaban superponiendo capas de color El desarrollo su propio estilo de pinceladas diluidas y toques rapidos y precisos en los detalles Estos pequenos detalles tenian mucha importancia en la composicion La evolucion de su pintura prosiguio hacia una mayor simplificacion y rapidez de ejecucion Su tecnica con el paso del tiempo se volvio mas precisa y esquematica Fue el resultado de un amplio proceso de maduracion interior 116 El pintor no tenia la composicion totalmente definida al ponerse a trabajar mas bien preferia ajustarla segun iba progresando el cuadro introduciendo modificaciones que mejorasen el resultado Raramente hacia dibujos preparatorios simplemente hacia un bosquejo de las lineas generales de la composicion En muchas de sus obras sus celebres correcciones se aprecian a simple vista Los contornos de las figuras se van superponiendo en el cuadro segun modificaba su posicion anadia o eliminaba elementos A simple vista se pueden observar muchos de estos ajustes modificaciones en la posicion de las manos de las mangas en los cuellos en los vestidos 116 Otra costumbre suya era retocar sus obras despues de concluidas en algunos casos estos retoques se produjeron mucho tiempo despues 117 La paleta de colores que empleaba era muy reducida utilizando en toda su vida los mismos pigmentos Lo que vario con el tiempo es la forma de mezclarlos y aplicarlos 116 El grado de acabado es otra parte fundamental de su arte y depende del tema Las figuras en particular cabezas y manos son siempre la parte mas elaborada en el caso de los retratos de la familia real estan mucho mas trabajadas que en los bufones donde se tomo las mayores libertades tecnicas 116 En cuadros como La costurera la zona abocetada con amplias pinceladas ocupa gran parte del cuadro A lo largo de su vida en muchos retratos y otras composiciones mitologicas religiosas o historicas aparecen estas zonas esbozadas Para Lopez Rey es claro que estas partes abocetadas tienen una intensidad expresiva intrinseca estando bien integradas en la composicion del cuadro y puede considerarse parte del arte de Velazquez 117 Detalle de Las meninas donde se aprecia su ultimo estilo trazos largos y sueltos en los contornos y pinceladas breves en los toques de luz fundamentalmente en los vestidos Sus dibujos Editar De Velazquez se conocen muy pocos dibujos lo que dificulta su estudio A pesar de las noticias facilitadas por Pacheco y Palomino sus primeros biografos que hablan de su labor de dibujante su tecnica de pintura alla prima parece excluir la ejecucion de numerosos estudios previos Pacheco se refiere a los dibujos realizados durante su etapa de aprendizaje de un muchacho que le servia de modelo y cuenta que durante su primer viaje a Italia estuvo alojado en el Vaticano donde pudo dibujar libremente los frescos de Rafael y Miguel Angel 118 De algunos de esos dibujos pudo servirse muchos anos mas tarde en La fabula de Aracne al utilizar para las dos hilanderas principales el diseno de los efebos situados sobre la Sibila persica en la boveda de la Capilla Sixtina 119 Palomino por su lado cuenta que realizo estudios dibujados de las obras de los pintores venecianos del Renacimiento y particularmente del cuadro de Tintoretto de la Crucifixion de Cristo Nuestro Senor copioso de figuras 120 Ninguna de estas obras se ha conservado Dibujo preparatorio y cuadro terminado Dibujo preparatorio Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Copia de taller del cuadro perdido del cardenal Borja 1645 Museo de Arte de Ponce del que se conocen otras replicas Segun Gudiol el unico dibujo del que se tiene total garantia que sea de su mano es el estudio realizado para el retrato del cardenal Borja Dibujado a lapiz cuando Velazquez tenia 45 anos de edad dice de el Gudiol que esta ejecutado con simplicidad pero dando el valor preciso a lineas sombras superficies y volumenes dentro de la tendencia realista 121 Para el resto de dibujos atribuidos o relacionados con Velazquez no existe unanimidad de criterio entre los historiadores por la diversidad de tecnicas empleadas Gudiol solo acepta con pleno convencimiento ademas del citado retrato del cardenal Borja una cabeza de muchacha y un busto femenino en los que aparece retratada la misma muchacha ejecutados ambos con lapiz negro sobre papel de hilo y sin duda de la misma mano Ambos dibujos se conservan en la Biblioteca Nacional de Madrid y pertenecen probablemente a su etapa sevillana 121 Dos esbozos a lapiz muy ligeros estudios para figuras de La rendicion de Breda conservados tambien en la Biblioteca Nacional de Madrid son aceptados como autografos por Lopez Rey y Jonathan Brown 122 Ultimamente Mckim Smith da por autenticos como estudios preparatorios del retrato de Inocencio X ocho dibujos del Papa esbozados en dos hojas de papel que se conservan en Toronto 123 Esta escasez de dibujos confirma la suposicion de que Velazquez comenzaba sus cuadros sin estudios previos marcando sobre el lienzo las lineas iniciales de la composicion Esto se corrobora en algunos sectores que dejo sin terminar en varios cuadros donde aparecen vigorosos trazos como en la mano izquierda del retrato de un hombre de la Pinacoteca de Munich o en la cabeza de Felipe IV en el retrato de Montanes 121 Tambien se ha comprobado en otros cuadros del pintor conservados en el Museo del Prado donde mediante reflectografia infrarroja a veces son visibles los trazos de estas lineas esenciales de la composicion 124 Reconocimiento de su pintura Editar El reconocimiento de Velazquez como gran maestro de la pintura occidental fue relativamente tardio Hasta principios del siglo XIX raramente su nombre aparece fuera de Espana entre los artistas considerados mayores 125 Las causas son varias la mayor parte de su carrera la consagro al servicio de Felipe IV por lo que casi toda su produccion permanecio en los palacios reales lugares poco accesibles al publico Al contrario que Murillo o Zurbaran no dependio de la clientela eclesiastica y realizo pocas obras para iglesias y demas edificios religiosos por lo que no fue un artista popular Pablo de Valladolid 1636 37 Sin suelo ni fondo crea el espacio por medio de la sombra realzada por la diagonal en profundidad 80 Este retrato fue de los mas admirados por Manet que dijo el fondo desaparece Es aire lo que rodea al hombrecillo Ademas compartio la incomprension general hacia algunos pintores del final del Renacimiento y del Barroco como el Greco Caravaggio o Rembrandt que debieron aguardar tres siglos para ser comprendidos por la critica que en cambio encumbraba a otros pintores como Rubens y Van Dyck y en general a los que persistian en el estilo antiguo La escasa fortuna de Velazquez con la critica debio comenzar pronto ademas de las criticas de los pintores de corte quienes le censuraban saber pintar solo una cabeza Palomino cuenta que el primer retrato ecuestre de Felipe IV sometido a la censura publica fue muy criticado argumentandose que el caballo iba contra las reglas del arte y el pintor enfadado borro gran parte de la pintura 126 En otro lugar hablaba sin embargo de la excelente acogida dispensada por el publico a ese mismo retrato recogiendo los versos laudatorios de Juan Velez de Guevara 127 Pacheco en su epoca ya advirtio de la necesidad de defender esta pintura de la acusacion de ser simples borrones Si aun hoy cualquier aficionado se admira al contemplar de cerca una marana de colores que a distancia cobra todo su sentido en aquella epoca los efectos opticos aun desconcertaban e impresionaban mas y Velazquez cuando los adopto poco tiempo despues de su primer viaje a Italia fue continuo motivo de discusion como partidario del nuevo estilo 128 El primer conocimiento en Europa del pintor se debe a Antonio Palomino rendido admirador cuya biografia de Velazquez publicada en 1724 en el tomo III de El museo pictorico y escala optica fue traducida abreviadamente al ingles en Londres en 1739 al frances en Paris en 1749 y 1762 y al aleman en Dresde en 1781 sirviendo a partir de entonces de fuente y conocimiento para los historiadores Norberto Caimo en la Lettere d un vago italiano ad un suo amico 1764 se servia del texto de Palomino para ensalzar al Principe de Pittori Spagnuoli quien habria sabido unir magistralmente al dibujo romano el colorido veneciano 129 El primer juicio frances sobre Velazquez es anterior y se encuentra en el tomo V 1688 de los Entretiens sur les vies et sur les ouvrages des plus excellents peintres anciens et modernes de Andre Felibien Limitado su conocimiento de la pintura espanola a la conservada en las colecciones reales francesas Felibien solo podia citar un paisaje de Cleantes por Collantes y plusieurs Portraits de la Maison d Autriche conservados en los bajos del Louvre y atribuidos a Velazquez Respondiendo a su interlocutor que le habia preguntado que encontraba de admirable en la obra de estos dos desconocidos y situandolos entre los pintores de segundo rango Felibien elogiaba en ellos que han escogido y mirado la naturaleza de modo muy particular sin el aire bello de los pintores italianos 130 Ya en el siglo XVIII Pierre Jean Mariette calificaba las pinturas de Velazquez de osadias inconcebibles que a distancia hacen un efecto sorprendente y llegan a producir una ilusion total 131 Tambien en el siglo XVIII el pintor Anton Raphael Mengs consideraba que aun careciendo de las nociones de belleza ideal por su tendencia al naturalismo habia conseguido hacer circular el aire en torno a las cosas pintadas y por ello es merecedor de respeto 128 En sus cartas a Antonio Ponz elogiaba algunas pinturas concretas por su sabia imitacion del natural en particular las Hilanderas de su ultimo estilo que parece no tuvo parte la mano en la execucion 132 A un mejor conocimiento y valoracion de su pintura contribuyeron tambien las noticias transmitidas por viajeros ingleses como Richard Twiss 1775 Henry Swinburne 1779 o Joseph Townsend 1786 quien con el consabido elogio a la imitacion del natural en lo que los espanoles no son inferiores a los principales maestros de Italia o de Flandes valoraba el tratamiento de la luz y la perspectiva aerea en lo que Velazquez deja a todos los otros pintores bastante por detras de el 133 Con la Ilustracion y sus ideales educativos Goya que en alguna ocasion declaro no tener otros maestros que Velazquez Rembrandt y la Naturaleza recibio el encargo de hacer grabados de algunas de las obras velazquenas conservadas en las colecciones reales Diderot y D Alembert en el articulo peinture de L Encyclopedie de 1791 describieron la vida de Velazquez y algunas de sus obras maestras El aguador Los borrachos y Las hilanderas Poco despues Cean Bermudez renovo en su Diccionario 1800 la valoracion de Palomino ampliandola con algunas obras de su etapa sevillana Muchas de estas ya habian salido de Espana segun contaba el pintor Francisco Preciado de la Vega a Giambatista Ponfredi en carta fechada en 1765 aludiendo a las bambochadas que alli habia pintado con manera bastante colorida y acabada segun el gusto de Caravaggio y que habian sido llevadas por los extranjeros 134 La obra de Velazquez comenzo a ser mejor conocida fuera de Espana cuando los viajeros extranjeros que visitaban el pais pudieron contemplarla en el Museo del Prado que comenzo a mostrar las colecciones reales en 1819 Antes solo los que disponian de un permiso especial podian contemplar su obra en los palacios regios 1 El estudio sobre el pintor de Stirling Maxwell publicado en Londres en 1855 y traducido al frances en 1865 ayudo en el redescubrimiento del artista se trataba del primer estudio moderno sobre la vida y obra del pintor La revision de la importancia de Velazquez como pintor coincidio con un cambio de sensibilidad artistica 1 El pifano Edouard Manet1866 160 x 98 cm Museo de Orsay Paris La revalorizacion definitiva del maestro la realizaron los pintores impresionistas que comprendieron perfectamente sus ensenanzas sobre todo Manet y Renoir que viajaron al Prado para descubrirlo y comprenderlo 128 Cuando Manet realizo su famoso viaje de estudio a Madrid en 1865 la fama del pintor ya estaba establecida pero nadie se sintio tan maravillado y fue quien mas hizo por la comprension y valoracion de su arte 1 Lo califico como el pintor de pintores y el mas grande pintor que jamas ha existido 135 La influencia de Velazquez se encuentra por ejemplo en El pifano donde Manet se inspira abiertamente en los pintores de enanos y bufones realizados por el pintor sevillano 136 Tambien hay que tener en cuenta la confusion sobre su obra pues en ese tiempo habia un considerable caos y un gran desconocimiento sobre sus obras autografas copias replicas del taller o atribuciones erroneas y no estaba clara su diferencia Asi en el periodo de 1821 a 1850 se vendieron en Paris unas 147 obras atribuidas a Velazquez de las cuales solo una La dama del abanico hoy conservada en Londres es reconocida actualmente como autentica por los especialistas 128 Por tanto el surgimiento de Velazquez como pintor universal se produjo hacia 1850 En la segunda parte del siglo fue considerado como el realista supremo y el padre del arte moderno 137 A finales de siglo se anadio la interpretacion de Velazquez como un pintor protoimpresionista Stevenson en 1899 estudio sus cuadros con mirada de pintor y encontro numerosas conexiones entre la tecnica de Velazquez y los impresionistas franceses 105 Jose Ortega y Gasset situo el momento de maxima fama de Velazquez entre 1880 y 1920 coincidiendo con el tiempo de los impresionistas franceses 138 Luego acontecio lo inverso hacia 1920 el impresionismo y sus ideas esteticas declinaron y con ellos la consideracion de Velazquez 139 Comenzo segun Ortega un periodo que llamo de invisibilidad de Velazquez 138 Influencias y homenajes en el arte del siglo XX Editar El capitulo esencial que constituye Velazquez en la historia del arte es perceptible en nuestros dias por el modo como los pintores del siglo XX han juzgado su obra Fue Pablo Picasso quien rindio a su compatriota el homenaje mas visible con la serie de lienzos que dedico a Las meninas 1957 reinterpretadas en estilo cubista pero conservando con precision la posicion original de los personajes Otra serie famosa es la que dedico Francis Bacon en 1953 al Estudio segun el retrato del papa Inocencio X por Velazquez Salvador Dali entre otras muestras de admiracion al pintor realizo en 1958 una obra titulada Velazquez pintando a la infanta Margarita con las luces y las sombras de su propia gloria seguida en el ano del tercer centenario de su muerte de un Retrato de Juan de Pareja reparando una cuerda de su mandolina y de su propia version de Las meninas 1960 evocadas tambien en La apoteosis del dolar 1965 en la que Dali se reivindicaba a si mismo 140 La influencia de Velazquez ha llegado tambien al cine Es particularmente notable en el caso de Jean Luc Godard quien en Pierrot le fou 1965 puso en escena a una nina leyendo un texto de Elie Faure dedicado a Velazquez extraido de su L Histoire de l Art Velasquez apres cinquante ans ne peignait plus jamais une chose definie Il errait autour des objets avec l air et le crepuscule Il surprenait dans l ombre et la transparence des fonds les palpitations colorees dont il faisait le centre invisible de sa symphonie silencieuse 141 Catalogo y museografia Editar Vease tambien Anexo Cuadros de Velazquez El bufon don Sebastian de Morra 1645 Observense la luminosidad del rostro su mirada concentrada la representacion de sus ropas y el tratamiento del fondo neutro Las obras conservadas del pintor se estiman entre ciento veinte y ciento veinticinco lienzos cantidad reducida dados los cuarenta anos de dedicacion pictorica Si se anaden las obras de las que se tienen referencias pero que se han perdido debio pintar alrededor de ciento sesenta cuadros En los veinte primeros anos de actividad pinto sobre ciento veinte a razon de seis al ano mientras que en sus ultimos veinte anos solo pinto unos cuarenta cuadros a razon de dos anuales 142 Palomino explico que esta reduccion se produjo porque las multiples actividades de la corte le quitaban mucho tiempo 143 El primer catalogo sobre la obra de Velazquez lo realizo William Stirling Maxwell en 1848 e incluia 226 cuadros Los sucesivos catalogos de otros autores han ido reduciendo el numero de obras autenticas hasta llegar a la cifra actual de 120 125 De los catalogos actuales el mas utilizado es el de Jose Lopez Rey publicado en 1963 y revisado en 1979 En el primero incluia ciento veinte obras y en la revision eran ciento veintitres 144 El Museo del Prado tiene unas cincuenta obras del pintor la parte fundamental de la coleccion real mientras que en otros lugares y museos de Madrid se encuentran otras diez obras 145 En el Museo de Historia del Arte de Viena Kunsthistorisches Museum se pueden admirar diez cuadros entre ellos cinco retratos de la ultima decada 64 Estos cuadros la mayoria retratos de la infanta Margarita eran enviados a la corte imperial de Viena para que su primo el emperador Leopoldo que se habia prometido con ella en su nacimiento pudiese observar su crecimiento 146 En las islas britanicas se conservan una veintena de cuadros y ya en vida de Velazquez habia aficionados a coleccionar su pintura Es donde existen mas obras del periodo sevillano y alli se conserva la unica Venus de Velazquez que ha sobrevivido Los bodegones se encuentran en galerias publicas de Londres Edimburgo y Dublin La mayor parte de estas obras salieron de Espana durante la invasion napoleonica 147 En Estados Unidos se encuentra otra veintena de obras de las que la mitad se encuentran en museos de Nueva York 64 Obra EditarVease tambien Categoria Cuadros de Diego Velazquez Se incluye a continuacion parte de su mejor obra para dar una vision de su estilo pictorico de madurez por el que es mundialmente reconocido En primer lugar La rendicion de Breda de 1635 donde experimento con la luminosidad Despues uno de los mejores retratos de quien fue especialista en el genero el del papa Inocencio X pintado en 1650 Por ultimo sus dos obras magistrales tardias Las meninas de 1656 y Las hilanderas de 1658 La rendicion de Breda Editar Articulo principal La rendicion de Breda La rendicion de Breda 1635 307 x 367 cm En esta obra encontro una nueva forma de captar la luz Velazquez ya no emplea el modo caravaggista de iluminar los volumenes con luz intensa y dirigida como habia hecho en su etapa sevillana La tecnica se ha vuelto muy fluida 148 Sobre la marcha modifico varias veces la composicion borrando lo que no le gustaba con ligeras superposiciones de color Asi las lanzas de los soldados espanoles se anadieron en una fase posterior 54 Este cuadro de la batalla de Breda estaba destinado a decorar el gran Salon de Reinos del Palacio del Buen Retiro junto con otros cuadros de batallas de varios pintores El Salon de Reinos se concibio con el fin de exaltar a la monarquia espanola y a Felipe IV 148 Se trata de una obra de total madurez tecnica donde encontro una nueva forma de captar la luz El estilo sevillano ha desaparecido ya no se emplea la forma caravaggista de tratar el volumen iluminado La tecnica se vuelve muy fluida hasta el punto de que en algunas zonas el pigmento no cubre el lienzo dejando ver la preparacion del mismo 148 En este cuadro Velazquez termino de desarrollar su estilo pictorico A partir de el pintara siempre con esta tecnica realizando posteriormente solo pequenos ajustes en ella 149 En la escena representada el general espanol Ambrosio Espinola recibe del neerlandes Justino de Nassau las llaves de la ciudad conquistada Las condiciones de la rendicion fueron excepcionalmente benignas y se les permitio a los vencidos salir de la ciudad con las armas La escena es una invencion pues el acto de entrega de llaves no existio realmente 54 Sobre la marcha Velazquez fue modificando varias veces la composicion Borraba lo que no le gustaba con ligeras superposiciones de color Las radiografias permiten distinguir la superposicion de muchas modificaciones Una de las mas significativas es la que hizo en las lanzas de los soldados espanoles elemento capital de la composicion que fueron anadidas en una fase posterior La composicion se articula en profundidad mediante una perspectiva aerea Entre los soldados holandeses de la izquierda y los espanoles de la derecha hay rostros fuertemente iluminados y otros estan tratados en diferentes niveles de sombras La figura del general vencido tratado con nobleza es una forma de resaltar al vencedor 54 A la derecha el caballo de Espinola se mueve impaciente Los soldados unos atienden y otros parecen distraidos Son estos pequenos movimientos y gestos los que quitan rigidez a la rendicion y le dan una apariencia de naturalidad 149 Retrato del papa Inocencio X Editar Inocencio X 1649 51 Se inspiro en anteriores retratos papales de Rafael y de Tiziano a los que rindio homenaje Sobre una combinacion de distintos tonos de rojos amarillos y blancos la figura del pontifice erguida en el sillon tiene mucha fuerza resaltando el vigor de su rostro y su mirada severa Articulo principal Retrato de Inocencio X El retrato mas aclamado en vida del pintor y que sigue hoy dia suscitando admiracion es el que realizo al papa Inocencio X Pintado en su segundo viaje a Italia el artista estaba en la cima de su fama y de su tecnica 88 No era facil que el papa posase para un pintor era un privilegio que muy pocos conseguian Para Enriqueta Harris las pinturas que Velazquez le llevo como regalo del rey debieron poner a Inocencio en buena disposicion Se inspiro en el retrato de Julio II que Rafael pinto hacia 1511 y en la interpretacion que de este hizo Tiziano en el retrato del papa Paulo III ambos muy celebres y copiados Velazquez rindio homenaje a su admirado maestro veneciano en este cuadro mas que en ningun otro aunque se trata de una creacion independiente la figura erguida en su sillon tiene mucha fuerza 88 Con pinceladas sueltas varios tonos de rojos se combinan desde el mas lejano al mas cercano al fondo el rojo oscuro de la cortina despues el mas claro del sillon en primer plano el impresionante rojo de la muceta con sus luminosos reflejos Sobre este ambiente domina la cabeza del pontifice de rasgos fuertes y mirada severa 88 Este retrato siempre ha sido muy admirado Ha inspirado a pintores de todas las epocas desde Neri a Francis Bacon con su atormentada serie Para Joshua Reynolds era este el mejor cuadro de Roma y uno de los primeros retratos del mundo 88 Palomino dijo que Velazquez llevo en su vuelta a Madrid una replica copia autografa que se considera que es la version del Museo Wellington Apsley House Londres Wellington la arrebato a los franceses tras la batalla de Vitoria que a su vez la habian expoliado en Madrid durante la guerra de la Independencia Se trata de la unica copia considerada autografa de Velazquez de las muchas replicas existentes 88 Las meninas Editar Articulo principal Las meninas Las meninas 1656 318 x 276 cm Este complejo lienzo es la cima de su pintura La maestria de su luz hace sentir como verdadero el aire de la habitacion 150 Velazquez se encontraba despues de su segundo viaje a Italia en plena madurez vital y artistica En 1652 habia sido nombrado aposentador mayor de palacio disponiendo de poco tiempo para pintar pero aun asi los escasos cuadros que realizo en esta ultima etapa de su vida se consideran excepcionales En 1656 realizo Las meninas 151 152 Se trata de una de las obras mas famosas y controvertidas de nuestro tiempo Gracias a Palomino sabemos los nombres de casi todos los personajes En el centro aparece la infanta Margarita asistida por dos damas de honor o meninas En la derecha estan dos personajes de la corte que padecian enanismo Maria Barbara Asquin y Nicolas Pertusato este ultimo dando un puntapie a un perro tumbado en primer plano Detras en penumbra aparecen una dama de compania y un guardia de corps al fondo en la puerta Jose Nieto aposentador de la reina A la izquierda pintando un gran lienzo que vemos por detras se encuentra el pintor Diego Velazquez En el espejo reflejados se adivinan los reyes Felipe IV y su esposa Mariana 153 Este cuadro fue pintado para ser colocado en el despacho de verano del rey 154 Para Gudiol Las meninas suponen la culminacion de su estilo pictorico en un proceso continuado de simplificacion de su tecnica pictorica primando el realismo visual sobre los efectos del dibujo Velazquez en su evolucion artistica entendio que para plasmar con exactitud cualquier forma solo se precisaban unas pocas pinceladas Sus amplios conocimientos de la tecnica pictorica le permitieron determinar cuales eran esas pinceladas y la intuicion de darlas en el sitio justo al primer toque sin reiteraciones ni rectificaciones 155 Segun la descripcion de Palomino Velazquez se sirvio del reflejo de los reyes en el espejo para descubrir ingeniosamente lo que estaba pintando 156 Las miradas de la Infanta del pintor de la enana del guardadamas del perro de la menina Isabel y del aposentador desde la puerta del fondo se dirigen hacia el espectador que observa el cuadro ocupando el punto focal en el que previsiblemente se situaban los reyes Lo que pinta Velazquez esta fuera de el en el espacio real del espectador Foucault llamo la atencion acerca de como Velazquez logro integrar y confundir este espacio real del espectador y el primer plano del cuadro creando la ilusion de continuidad entre los dos espacios 157 Lo consiguio mediante el artificio de la fuerte iluminacion del primer plano asi como por el neutro y uniforme suelo 158 151 Sobre el modo como se autorretrata Velazquez Julian Gallego como antes Charles de Tolnay destaca que no se representa en la accion manual de aplicar el pincel al lienzo sino en una posicion mas intelectual y mas noble en actitud de pensar y de reflexionar sobre el diseno interno de la obra Para Tolnay parece como si Velazquez estuviese fuera de la composicion concibiendo e imaginando la obra en el momento creador del artista 158 Por primera vez en el arte occidental un pintor se autorretrataba junto a sus senores en compania de algunos miembros de la familia real Lo hizo en el desempeno de sus funciones como pintor de camara y con las insignias de su rango la llave de ayuda de camara y la cruz de la Orden de Santiago quiza anadida posteriormente y segun Palomino por orden del propio rey para aliento de los profesores de esta nobilisima arte Muy elocuente es a este respecto la temprana descripcion del portugues Felix da Costa recogida en un tratado de arte fechado en 1696 y que quedo manuscrito Costa se ocupaba de Las meninas en relacion con el consabido tema del reconocimiento y honores que los pintores han recibido de los monarcas recordando que A Diego Velazquez pintor dio Felipe IV rey de Castilla el habito de Santiago que es la primera orden de aquel reino y la llave de su camara Y el pintor se habria valido de su ingenio para perpetuar esta honra en un cuadro en el palacio de Madrid que sirve de ornato de una sala con el retrato de la emperatriz hija de Felipe IV junto con el suyo para concluir tras una breve descripcion que el cuadro parece mas un retrato de Velazquez que de la emperatriz 159 En Las meninas destaca su equilibrada composicion su orden En Velazquez pintor barroco sobrevive todavia un intenso componente clasico un interes por el orden y un menosprecio por los ejes oblicuos barrocos La mitad inferior del lienzo esta llena de personajes en dinamismo contenido mientras que la mitad superior esta imbuida en una progresiva penumbra de quietud Los cuadros de las paredes el espejo la puerta abierta del fondo son una sucesion de formas rectangulares que forman un contrapunto a los sutiles juegos de color que ocasionan las actitudes y movimientos de los personajes 155 La composicion se articula repitiendo la forma y las proporciones en los dos trios principales Velazquez Agustina Margarita por un lado e Isabel Maribarbola Nicolasito por otro en una posicion muy reflexionada que no preciso modificaciones sobre la marcha como acostumbraba a hacer en su forma de pintar llena de arrepentimientos y ajustes conforme avanzaba en la ejecucion de un cuadro 158 El rostro de la infanta Margarita esta tratado con tenues sombras y luminosos toques que dan ligereza a su cabello y modelan su figura obteniendose uno de los mejores efectos luminicos en la obra del artista 160 Velazquez fue un maestro en el tratamiento de la luz Ilumino el cuadro con tres focos luminosos independientes sin contar el pequeno reflejo del espejo El mas importante es el que incide sobre el primer plano procedente de una ventana de la izquierda que no se ve que ilumina a la Infanta y su grupo convirtiendola a ella en el principal foco de atencion El amplio espacio que hay detras se va diluyendo en penumbras hasta que en el fondo un nuevo y pequeno foco luminoso irrumpe desde otra ventana lateral derecha cuyo resplandor incide sobre el techo y la zona trasera de la habitacion El tercer foco luminoso es el fuerte contraluz de la puerta abierta en la parte mas lejana donde se recorta la figura de Jose Nieto desde donde la luminosidad se proyecta desde el fondo del cuadro hacia el espectador formandose asi una diagonal que atraviesa el cuadro en sentido perpendicular Esta compleja trama luminosa el entrecruzamiento de esta luz frontal de dentro a fuera y las transversales aludidas forma distintos juegos luminosos llenando el espacio de sombras y contraluces creando con ella la celebre atmosfera velazquena 161 Para Luis Eusebi catalogador en el Museo del Prado en 1828 solo la audacia de Velazquez podia atreverse a poner un agujero blanco en la zona central de la composicion de una luz tan intensa que hiciese brillar la puerta la escalera y la persona que esta en ella 158 El cuadro esta pintado a la ultima manera de Velazquez la que empleo desde su regreso del segundo viaje a Italia En esta ultima etapa se aprecia una mayor dilucion de los pigmentos un adelgazamiento de las capas pictoricas una aplicacion de las pinceladas desenfada atrevida y libre Como decia Quevedo una pintura de manchas distantes o en la tradicion de Tiziano lo que en Espana se llamaba pintura de borrones Las meninas se realizo de forma rapida e intuitiva segun la costumbre de Velazquez de pintar de primeras el motivo en vivo y de hacerlo directamente alla prima con espontaneidad 162 Lo unico que esta modelado con una cierta precision es el perro en primer termino Detras de el la pintura se simplifica y con ciertas alusiones y sugerencias es suficiente La eliminacion de elementos es maxima en las imagenes en penumbra la figura del guardadamas se representa mediante una muy vaga forma humana Los reyes en el espejo estan pintados mediante unos bocetos de la maxima simplicidad un movimiento del pincel le ha servido al pintor para representar a un tiempo el reflejo de la luz en el espejo en la zona baja y la forma del cuerpo del rey una sola linea clara define el tocado de la reina 163 La forma abocetada va acompanada de una seguridad absoluta en lo que concierne a las gradaciones Tanto en las que deben sugerir diferencias de lejania en los objetos como en las que establecen diferencias en los materiales representados Para distinguir un raso un terciopelo o una carnacion no precisa incidir en su elaboracion logra el efecto preciso de inmediato solo con la forma de aplicar la pincelada 163 Sistematicamente busca neutralizar los matices destacando solo algunos elementos para que la intensidad cromatica no predomine en general Asi en el grupo de personajes principal sobre un sosten ocre solo destacan algunos matices grises y amarillentos en contraposicion a los grises oscuros del fondo y de la zona alta del cuadro Ligeros y expresivos toques negros y rojos y la blancura rosada de las carnaciones completan el efecto armonico Las sombras son empleadas con determinacion y sin vacilar incluyendo en ellas el negro Esta idea de neutralizar los matices predomina en su arte tanto al definir con pocos y precisos trazos negros el personaje a contraluz del fondo como cuando obtiene la verdadera calidad de la madera en la puerta de cuarterones del fondo o cuando siembra de pequenos trazos blancos la falda amarillenta de la Infanta o al sugerir sin ni siquiera intentar dibujarlo su ligero pelo rubio 163 Carmen Garrido senalo que las radiografias de Las meninas muestran la rapidez y soltura con que se ejecuto En la base de preparacion del lienzo el pigmento mas empleado es el blanco de plomo extendido desigualmente Los contornos de las figuras se realizaron con trazos largos y sueltos posteriormente aplico toques rapidos y breves destacando las luces de los rostros manos o detalles de los vestidos Los rostros aparecen difusos sin precisarse los detalles fisonomicos Las figuras estan ejecutadas en su posicion actual sin apenas cambios con solo breves correcciones de detalle El cambio mas importante que se percibe en las radiografias es el que afecta a la figura del propio pintor que inicialmente tenia el rostro vuelto hacia la escena parecia mas joven y vestia de forma diferente El artista dispuso la distribucion de la luz antes de iniciar la escena situando la zona de maxima iluminacion al fondo y colocando al aposentador sobre esa mancha blanca La reflectografia infrarroja no muestra dibujo preparatorio unicamente algunas lineas oscuras de situacion realizadas en los contornos de las figuras y en los cuadros de la pared derecha 164 La fabula de Aracne Las hilanderas Editar Articulo principal La fabula de Aracne La fabula de Aracne la pinto para un cliente particular Pedro de Arce que pertenecia a la corte En el cuadro se representa el mito de Aracne una extraordinaria tejedora que Ovidio describio en Las metamorfosis La mortal desafio a la diosa Minerva para demostrar que tejia como una diosa El resultado fue un empate y se concluyo que el tapiz de Aracne era de igual calidad que el de la diosa En el cuadro en primer termino se ven a la diosa y a Aracne tejiendo sus respectivos tapices En el fondo se representa el momento posterior colgados en las paredes los tapices terminados en que se declaran de calidad equivalentes 165 El motivo representado en el tapiz el Rapto de Europa es un nuevo homenaje a sus maestros Tiziano autor del cuadro y Rubens que pinto la copia que se conservaba en el palacio real Las hilanderas 1658 La composicion se organiza en distintos planos de luz y de sombra muy contrastados entre ellos Para Lopez Rey es en este cuadro donde alcanzo mayor dominio de la luz La mayoria de las figuras estan difuminadas definidas con toques rapidos que provocan esa borrosidad Despues de pintarlo Velazquez se anadieron cuatro bandas suplementando los cuatro lados del cuadro el superior se aumento unos 50 cm sobre 22 cm el lateral derecho 21 el izquierdo y unos 10 cm el lado inferior 166 quedando al final con 222 cm de altura y 293 de anchura Esta ejecutado de forma muy rapida sobre un fondo anaranjado empleando mezclas muy fluidas Las figuras en primer termino estan difuminadas definidas con toques rapidos que provocan esa borrosidad y mas al fondo este efecto aumenta siendo las pinceladas mas breves y transparentes A la izquierda representa una rueca cuyos radios se adivinan en una borrosa impresion de movimiento Velazquez resalto este efecto disponiendo en el interior de la circunferencia unos toques de luz que sugieren los fugaces reflejos de los radios en movimiento 166 Introdujo en la composicion muchos cambios uno de los mas significativos es la mujer de la izquierda que aparta la cortina que al principio no figuraba en el cuadro 166 El cuadro ha llegado en malas condiciones de conservacion atenuadas mediante una delicada restauracion en la decada de 1980 Para los estudiosos es la obra donde el color es mas luminoso y donde alcanzo el mayor dominio de la luz El contraste entre la intensa luminosidad de la escena del fondo y el claroscuro de la estancia en primer plano es muy acusado Tambien hay otro gran contraste en el primer termino entre la luminosa figura de Aracne y las figuras en sombra de la diosa Minerva y demas tejedoras 167 Vease tambien EditarPintura del Barroco Pintura barroca de EspanaReferencias Editar a b c d e Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 305 6 a b Bardi Documentacion sobre el hombre y el artista p 83 Corpus velazqueno pp 25 y 346 Baticle Jeannine 1990 Velazquez el pintor hidalgo Madrid Aguilar S A de Ediciones p 12 Corpus velazqueno p 40 el 7 de noviembre de 1621 recibio el bautizo Francisca la octava hermana de Velazquez cuando este ya habia sido padre de dos ninas Bennasar Velazquez Vida pp 14 y 21 a b Justi op cit pp 107 114 Gallego op cit p 15 Bennasar Velazquez Vida p 19 Bennasar Velazquez Vida p 20 La blanca era una moneda de vellon del valor de medio maravedi que se debia pagar por una libra de carne y servia en Sevilla para distinguir a los nobles exentos del pago de los pecheros Bennassar p 16 Marias 1999 pp 15 16 Ragusa La vida y el arte p 23 a b Harris Biografia pp 424 425 a b c Perez Sanchez Velazquez y su arte pp 24 26 Marias 1999 pp 16 17 a b Corpus velazqueno p 28 Gallego op cit pp 37 38 a b c Ragusa La vida y el arte pp 24 29 Pacheco El arte de la pintura ed de Bonaventura Bassegoda pp 527 528 Ragusa Breve antologia critica p 183 Harris Biografia p 424 Marias 1999 pp 18 21 Marias 1999 p 23 Las primeras obras al oleo que se conocen de Herrera ya de 1614 muestran por otra parte a un pintor arcaico que no se ha desprendido todavia del manierismo flamenquizante practicado en Sevilla en la anterior centuria Brown Velazquez Pintor y cortesano p 7 Ragusa Las obras maestras p 74 Corpus velazqueno p 15 a b Pacheco El arte de la pintura p 527 a b Brown Velazquez Pintor y cortesano p 12 Brown Velazquez Pintor y cortesano p 15 Marias 1999 pp 27 32 Brown Velazquez Pintor y cortesano p 21 a b Perez Sanchez Velazquez y su arte pp 27 31 Azcarate Velazquez pintor de la luz p 8 Lopez Rey Velazquez p 10 Brown Velazquez Pintor y cortesano p 34 Calvo Serraller op cit pp 36 37 a b c d Perez Sanchez Velazquez y su arte pag 31 32 Casado Su vida y su epoca p 74 a b Perez Sanchez Escuela espanola p 99 Gallego op cit p 52 Calvo Serraller op cit pp 40 43 La un tanto confusa informacion de Pacheco llevo a Palomino a suponer que el primer retrato de 1623 seria un retrato ecuestre y asi lo han defendido Justi y otros Sobre ello veanse las notas de Bonaventura Bassegoda a su edicion de El arte de la pintura de Pacheco pp 204 205 y Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 45 47 Corpus velazqueno p 57 Marias 1999 pp 54 55 a b Perez Sanchez Escuela espanola p 104 a b Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 60 61 Marias 1999 p 55 a b Brown Velazquez La tecnica del genio p 10 Calvo Serraller op cit pp 55 59 Perez Sanchez Alfonso 2005 El retrato espanol del Greco a Picasso 32 catalogo de la exposicion Madrid Museo del Prado p 344 ISBN 84 8480 066 0 Marias 1999 pp 64 67 a b Azcarate Velazquez pintor de la luz p 10 a b c d e Lopez Rey Velazquez p 17 Rubens Copista de Tiziano Exposicion de 1987 Fernando Checa Museo Nacional del Prado Consultado el 1 de enero de 2011 Coleccion de Pedro Pablo Rubens Jeffrey M Muller Museo Nacional del Prado Consultado el 1 de enero de 2011 Pacheco El arte de la pintura p 202 Palomino p 218 a b c d e Harris Biografia p 426 Calvo Serraller op cit p 53 Perez Sanchez Velazquez y su arte pp 35 36 Gallego op cit pp 74 75 Brown Velazquez Pintor y cortesano p 69 a b c d Gallego op cit pp 76 80 a b Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 70 77 Garrido pp 212 217 Morales y Marin p 108 Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 204 205 a b c Gudiol Velazquez pp 139 143 a b Perez Sanchez Velazquez y su arte pp 36 37 Palomino p 254 Corpus velazqueno pp 89 193 Palomino p 310 Ragusa La vida y el arte p 49 Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 107 111 Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 907 104 Lopez Rey 1996 pp 206 207 resta valor al documento aportado por Brown y Elliot para sostener la formacion de la serie en ese ano y adelanta la ejecucion del llamado Calabacillas a 1628 1629 p 90 Cruz Valdovinos 2011 Diego Velazquez Vida y obra de un pintor cortesano Caja Inmaculada p ISBN 978 84 96869 41 7 Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 148 y 174 Al contrario Lopez Rey 1996 pp 246 249 sostiene que el bufon llamado al ingresar en el Museo del Prado Diego de Acedo el Primo es precisamente el asi llamado por Mazo en el viejo Alcazar Marias Velazquez pp 80 84 a b Azcarate Velazquez pintor de la luz p 12 Ragusa Las obras maestras p 124 Azcarate Velazquez pintor de la luz p 13 Brown Velazquez La tecnica del genio pp 11 12 Corpus velazqueno p 157 Marias 1999 p 165 Brown Velazquez Pintor y cortesano p 173 Dialnet es ed Sevilla y Malaga en tiempos de Velazquez Consultado el 9 de marzo de 2013 a b c d e f g h Harris Inocencio X pp 203 213 Palomino pp 238 239 a b Stoichita pp 367 379 Salort pp 110 y 308 Palomino p 307 Corpus velazqueno p 151 Corpus velazqueno pp 182 185 y 290 Salort p 454 Gombrich p 408 Prater El Barroco pp 223 y 272 Ragusa Las obras maestras p 144 Sin embargo se sabe por un documento dado a conocer por Pita Andrade que la Venus se encontraba en Madrid al menos desde el 1 de julio de 1651 en la coleccion de Gaspar de Haro y Guzman marques del Carpio con anterioridad al regreso de Velazquez de Italia por lo que Lopez Rey 1996 pp 260 262 Marias 1999 p 169 y otros adelantan su ejecucion al periodo comprendido entre 1644 y 1648 Pacheco El arte de la pintura p 377 Calvo Serraller op cit p 94 Marini p 32 Prater Venus ante el espejo p 86 Gallego op cit p 114 a b c Azcarate Velazquez pintor de la luz p 14 a b c d e f Brown Velazquez La tecnica del genio p 13 a b Harris Biografia pp 427 428 Corpus velazqueno p 344 Corpus velazqueno pp 444 446 y 448 449 breves pontificios pp 449 450 resolucion del Consejo p 451 concesion del titulo de hidalgo Bardi Documentacion sobre el hombre y el artista p 85 Hellwig pp 129 135 Harris Biografia p 423 Alcala Zamora Perez Sanchez pp 36 40 Alcala Zamora Perez Sanchez pp 52 53 Brown Velazquez Pintor y cortesano p 266 Ragusa Breve antologia critica p 188 a b c d e f g h i Brown Velazquez La tecnica del genio pp 16 20 a b Lopez Rey Velazquez pp 122 127 Pacheco El arte de la pintura pp 208 y 527 528 Angulo Iniguez Diego Velazquez Como compuso sus cuadros Sevilla 1947 pp 54 63 Palomino p 220 a b c Gudiol Velazquez pp 318 319 Lopez Rey 1996 numeros 74 y 75 pp 184 186 Moran Turina y Sanchez Quevedo op cit p 228 Brown Velazquez La tecnica del genio p 17 Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 267 9 Palomino p 231 Palomino p 215 a b c d Ragusa Breve antologia critica pp 180 182 Corpus velazqueno vol II p 632 che ha si maestrevolmente unito al disegno Romano il Veneziano colorito Alcala Zamora Perez Sanchez pp 50 51 Los comentarios de Felibien fueron recogidos por Antonio Ponz en su Viaje fuera de Espana 1785 oponiendo a ellos el alto grado de estimacion en que Mengs tenia a la pintura de Velazquez para criticar el escaso conocimiento que de la pintura espanola tenian los criticos franceses con el fallo de que tal pais Francia no ha dado grandes pintores Corpus velazqueno p 654 Mariette Pierre Jean Abecedario sur les Arts et les artistes Paris 1762 voz Velasquez audaces inconcevables qui a distance donnaient un effet surprenant et arrivaient a produire une illusion totale Corpus velazqueno vol II p 646 Corpus velazqueno vol II p 655 Corpus velazqueno p 633 Calvo Serraller op cit pp 131 3 Lacambre Genevieve en Gary Tinterow dir Manet Velasquez la maniere espagnole au XIXe siecle exposicion en el musee d Orsay edicion de la RMN 2003 p 480 Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 307 8 a b Ortega y Gasset La fama de Velazquez Herzer op cit pp 7 10 Carme Ruiz Que hay de nuevo Velazquez Salvador Dali y Velazquez Centro de Estudios Dalinianos Fundacio Gala Salvador Dali Velazquez al cabo de cincuenta anos no pintara jamas una cosa definida Giro alrededor de las cosas con el aire y la luz del crepusculo Sorprendio en la sombra y la transparencia de los fondos las palpitaciones del color donde puso el centro invisible de su sinfonia silenciosa Chiesi Roberto Jean Luc Godard p 5 ISBN 88 7301 584 0 Brown Velazquez Pintor y cortesano p 169 Brown Velazquez Pintor y cortesano p 183 Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 306 7 Gallego op cit pp 193 204 Brown Velazquez Pintor y cortesano p 222 Harris Velazquez y Gran Bretana pp 333 337 a b c Perez Sanchez Velazquez y su arte pp 37 38 a b Brown Velazquez Pintor y cortesano pp 84 87 Perez Sanchez Escuela espanola p 118 a b Calvo Serraller Las Meninas de Velazquez pp 9 30 Perez Sanchez Velazquez Catalogo Exposicion 1990 pp 46 50 Brown Velazquez La tecnica del genio pp 181 194 Perez Sanchez Velazquez Catalogo Exposicion 1990 p 46 50 a b Gudiol Velazquez pp 289 290 Palomino pp 248 251 Foucault Michel 1966 Le mot et les choses Paris Gallimard ISBN 2 07 022484 8 a b c d Gallego Velazquez Catalogo Exposicion 1990 pp 324 328 Citado en Gilles Knox Las ultimas obras de Velazquez p 132 Lopez Rey 1978 Velazquez pp 156 164 Calvo Serraller Las Meninas de Velazquez pp 34 36 Calvo Serraller Las Meninas de Velazquez pp 61 63 a b c Calvo Serraller Las Meninas de Velazquez pp 290 291 Garrido Velazquez Tecnica y Evolucion pp 582 590 Brown Velazquez Pintor y cortesano p 252 a b c Brown Velazquez La tecnica del genio pp 200 204 Lopez Rey Velazquez pp 135 136 Bibliografia EditarAlcala Zamora Jose y Perez Sanchez Alfonso E 2000 Velazquez y Calderon Dos genios de Europa Madrid Real Academia de la Historia ISBN 84 89512 76 0 Azcarate Jose Maria 1990 Velazquez pintor de la luz Velazquez Los Genios de la Pintura Espanola Madrid SARPE ISBN 84 7700 083 2 Bardi P M 1969 Documentacion sobre el hombre y el artista La obra pictorica completa de Velazquez Barcelona Editorial Noguer SA y Rizzoli Editores Bennassar Bartolome 2012 Velazquez Vida Madrid Catedra ISBN 978 84 376 2979 7 Brown Jonathan 1986 Velazquez Pintor y cortesano Madrid Alianza Editorial ISBN 84 206 9031 7 Brown Jonathan y Garrido Carmen Velazquez La tecnica del genio Madrid Ediciones Encuentro ISBN 84 7490 487 0 Calvo Serraller Francisco 1991 Velazquez Barcelona Editorial Empunes ISBN 84 7596 281 5 Calvo Serraller Francisco 1995 Las Meninas de Velazquez Tf editores ISBN 84 89162 36 0 Casado Maria Jose 1990 Su vida y su epoca Velazquez Los Genios de la Pintura Espanola Madrid SARPE ISBN 84 7700 083 2 Corpus velazqueno 2000 Corpus velazqueno Documentos y textos 2 vols bajo la direccion de J M Pita Andrade Madrid ISBN 84 369 3347 8 Davies David 1999 El Primo Velazquez Barcelona Galaxia Gutenberg S A ISBN 84 8109 283 5 Gallego Julian 1985 Diego Velazquez Barcelona Antropos ISBN 84 85887 23 9 Gallego Julian 1990 Catalogo Velazquez Catalogo Museo del Prado Exposicion enero marzo 1990 Madrid Museo del Prado ISBN 84 87317 01 4 Garrido Perez Carmen 1992 Velazquez tecnica y evolucion Madrid Museo del Prado ISBN 84 87317 16 2 Gombrich Ernst Hans 1997 La historia del arte Madrid Editorial Debate SA ISBN 84 8306 044 2 Gudiol Jose 1982 Velazquez Barcelona Ediciones Poligrafa SA ISBN 84 343 0353 1 Harris Enriqueta 2006 Biografia de Velazquez 2002 Estudios completos sobre Velazquez Madrid Centro de Estudios Europa Hispanica ISBN 84 934643 2 5 Harris Enriqueta 2006 Velazquez y Gran Bretana 1999 Estudios completos sobre Velazquez Madrid Centro de Estudios Europa Hispanica ISBN 84 934643 2 5 Harris Enriqueta 1999 Inocencio X Velazquez Barcelona Galaxia Gutenberg S A ISBN 978 84 8109 283 7 Hellwig Karin 1999 La literatura artistica espanola del siglo XVII Madrid Visor ISBN 84 7774 602 8 Knox Gilles 2010 Las ultimas obras de Velazquez Madrid Centro de Estudios Europa Hispanica ISBN 84 93677 63 9 Herzer Alfred 1963 Velazquez Madrid Revista de occidente Justi Carl 1953 Velazquez y su siglo Madrid Espasa Calpe Lopez Rey Jose 1978 Escrito en Barcelona Velazquez Compania Internacional Editora S A ISBN 84 85004 74 4 Lopez Rey Jose 1996 Velazquez Catalogue raisonne vol II Colonia Taschen Wildenstein Institute ISBN 3 8228 8731 5 Marias Fernando 1993 Velazquez El Arte y sus creadores Historia 16 Marias Fernando 1999 Velazquez Pintor y criado del rey Madrid Nerea ISBN 84 89569 33 9 Marini Maurizio 1997 Velazquez Madrid Electa ISBN 84 8156 160 6 Morales y Marin Jose Luis 2004 Escuela espanola El Prado Colecciones de pintura Lunwerg Editores ISBN 84 9785 127 7 Moran Turina Miguel y Sanchez Quevedo Isabel 1999 Velazquez Catalogo completo Madrid Ediciones Akal SA ISBN 84 460 1349 5 Ortega y Gasset Jose 1963 La fama de Velazquez Velazquez Madrid Revista de Occidente SA Pacheco Francisco ed de Bonaventura Bassegoda 1990 El arte de la pintura Madrid Catedra ISBN 84 376 0871 6 Palomino Antonio 1988 El museo pictorico y escala optica III El parnaso espanol pintoresco laureado Madrid Aguilar S A de Ediciones ISBN 84 03 88005 7 Perez Sanchez Alfonso E 1990 Velazquez y su arte Velazquez Museo del Prado 23 enero 31 de marzo de 1990 Madrid Ministerio de Cultura ISBN 84 87317 01 4 Perez Sanchez Alfonso E 1996 Escuela espanola El Museo del Prado Madrid Fundacion Amigos del Museo del Prado y Fonds Mercator ISBN 90 6153 363 5 Perez Sanchez Alfonso E 1990 Velazquez y su arte Velazquez Catalogo Museo del Prado Exposicion enero marzo 1990 Madrid Museo del Prado ISBN 84 87317 01 4 Portus Javier 2004 Velazquez en primera persona Velazquez Milan RCS Libri S p A ISBN 84 89780 54 4 Prater Andreas 2000 El Barroco Los Maestros de la pintura Occidental Colonia Benedikt Taschen Verlag GmbH ISBN 3 8228 6794 2 Prater Andreas 2007 Venus ante el espejo Velazquez y el desnudo Madrid Centro de Estudios Europa Hispanica ISBN 84 936060 0 6 Ragusa Elena 2004 La vida y el arte Velazquez Milan RCS Libri S p A ISBN 84 89780 54 4 Ragusa Elena 2004 Las obras maestras Velazquez Milan RCS Libri S p A ISBN 84 89780 54 4 Ragusa Elena 2004 Breve antologia critica Velazquez Milan RCS Libri S p A ISBN 84 89780 54 4 Salort Pons Salvador 2002 Velazquez en Italia Madrid Fundacion de Apoyo a la Historia del Arte Hispanico ISBN 84 932891 1 6 Stoichita Victor I 1999 El retrato del esclavo Juan Pareja semejanza y conceptismo Velazquez Barcelona Galaxia Gutenberg S A ISBN 84 8109 283 5 Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Diego Velazquez Wikisource contiene obras originales sobre Diego Velazquez Biografia de Velazquez por Enriqueta Harris en la web del Museo del Prado 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