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Crisis de julio

La crisis de Sarajevo o crisis de julio fue una crisis diplomática que tuvo lugar entre el 28 de junio y el 6 de agosto de 1914 con el atentado de Sarajevo en que fueron asesinados el archiduque Francisco Fernando, heredero al trono de Austria-Hungría, y su esposa. Al no poder resolverse pacíficamente, llevó a la Primera Guerra Mundial.

Francisco Fernando de Habsburgo, heredero al trono de Austria-Hungría y su esposa, la condesa Sofía Chotek. Estampilla militar de 40 centavos de 1917.

Las grandes potencias europeas no pudieron o no quisieron apaciguar a Austria-Hungría, por lo que el sistema de alianzas entre ellas (la Triple Alianza y la Triple Entente) comenzó a funcionar. Alemania declaró la guerra a Francia e invadió a la neutral Bélgica el 3 de agosto, iniciando la guerra en el frente occidental. Esto sirvió para que fuera cargada toda la responsabilidad de la guerra a Alemania de forma interesada al momento de dictar el Tratado de Versalles por haber sido esta la única potencia derrotada que había quedado en condiciones de pagar.

La diplomacia de la época se había cerrado en torno al sistema diseñado entre 1860 y 1890 por el canciller alemán Otto von Bismarck. Este sistema se basó en alianzas que por un lado aislaran a la Tercera República Francesa e impidieran el revanchismo francés (por su derrota en la Guerra franco-prusiana) y por otro alejaran la posibilidad de una guerra en dos frentes para Alemania, procurando que un conflicto con Francia quedara reducido a la frontera franco-alemana.

Este sistema demostró su fracaso debido a las alianzas que forjó Francia con el Reino Unido y Rusia, mientras que tras el cese de Bismarck como canciller en 1890, el nuevo emperador germano Guillermo II prefirió asentar la alianza con Austria-Hungría dejando de lado a Rusia, desactivando así la Liga de los Tres Emperadores alentada por Bismarck. Este juego de alianzas mutuamente hostiles acabó convirtiendo a Europa en una bomba de tiempo desde los inicios de la belle époque. Al final, la diplomacia no fue suficiente para evitar la movilización de los ejércitos, que una vez comenzada, difícilmente podía dar marcha atrás.

Cronología
  • 28 de junio: Atentado de Sarajevo
  • 5 de julio: Alemania promete a Austria-Hungría cumplir con su alianza en caso de guerra
  • 9 de julio: La policía austro-húngara descubre indicios de que Serbia estuvo implicada en el atentado
  • 20 a 23 de julio: Visita del gobierno francés a San Petersburgo
  • 23 de julio: Ultimátum austro-húngaro a Serbia
  • 25 de julio: Serbia acepta solo algunas condiciones del ultimátum
  • 25 de julio: Movilización parcial de Austria-Hungría
  • 28 de julio: Declaración de guerra de Austria-Hungría a Serbia
  • 29 de julio: Movilización parcial de Rusia, por la invasión de Serbia
  • 30 de julio: Movilización general de Rusia
  • 31 de julio: Movilización general de Austria-Hungría
  • 31 de julio: Ultimátum alemán a Rusia, para detener su movilización
  • 31 de julio: Ultimátum alemán a Francia, para que se declare neutral
  • 1 de agosto: Movilización general y declaración de guerra de Alemania a Rusia
  • 1 de agosto: Movilización general de Francia, aliada de Rusia
  • 2 de agosto: Ocupación alemana de Luxemburgo
  • 2 de agosto: Ultimátum alemán a Bélgica, para adquirir acceso militar
  • 3 de agosto: Declaración de guerra de Alemania a Francia
  • 3 de agosto: Bélgica rechaza el ultimátum alemán
  • 3 de agosto: Tropas alemanas invaden Bélgica
  • 4 de agosto: Gran Bretaña declara la guerra a Alemania, por la invasión de Bélgica
  • 6 de agosto: Declaración de guerra de Austria-Hungría a Rusia
Situación oficial de las alianzas militares durante la crisis de julio.

El atentado de Sarajevo: 28 de junio

El día 28 de junio de 1914 moría a tiros en Sarajevo el archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero del trono del Imperio austrohúngaro y sobrino del ya anciano emperador Francisco José de Austria, muriendo también en el ataque su esposa: la aristócrata de origen checo Sofía Chotek. Pronto fue arrestado por la policía austriaca el autor de los disparos mortales: el bosnio Gavrilo Princip, junto con varios de sus cómplices. La muerte de Francisco Fernando terminó de complicar las ya difíciles relaciones entre Austria-Hungría y su pequeño vecino eslavo y meridional: el reino de Serbia.

La detención de Gavrilo Princip, integrante de una organización revolucionaria llamada Joven Bosnia, y las posteriores investigaciones de la policía austrohúngara revelaron una amplia conspiración patrocinada por altos jefes militares y políticos de Serbia que entregaron a los asesinos bombas, revólveres y dinero para ejecutar un plan ya bastante elaborado: asesinar al archiduque Francisco Fernando de Austria.

Tales informaciones alentaron a los líderes políticos y militares de Austria-Hungría a «solucionar el problema serbio» mediante una reacción bélica inmediata, siendo partidarios de la «solución militar» el general Franz Conrad von Hötzendorf, jefe de estado mayor del ejército austrohúngaro, y el conde Leopold Berchtold, ministro imperial de Asuntos Exteriores, quienes hicieron valer sus influencias y convencieron a Francisco José I de Austria sobre la viabilidad de un ataque militar contra Serbia. Del mismo modo el primer ministro de Austria, conde Karl von Stürgkh, apoyaba la idea de una intervención del ejército imperial contra Serbia, aunque el primer ministro de Hungría, el conde Esteban Tisza, aún era reacio a esta opción. No obstante, tal decisión de atacar a los serbios preocupaba a los líderes austrohúngaros en tanto todos conocían la alianza de Serbia con el Imperio ruso, por lo cual en Viena se consideraba necesario conseguir primero el apoyo del Imperio alemán para respaldar políticamente el ataque a Serbia y evitar mediante la diplomacia que el gobierno ruso auxiliara a sus aliados de los Balcanes o declarase la guerra a Austria-Hungría.

La «Misión Hoyos» y el «cheque en blanco» alemán: 5 y 6 de julio

La indecisión en Viena surgía por ser conscientes Berchtold y Hötzendorf que el juego de alianzas en Europa (la Triple Alianza contra la Triple Entente) podría generar una guerra a escala europea, siendo que se esperaba gestiones diplomáticas para evitarlo y así las grandes potencias dejaran que los austrohúngaros atacasen Serbia sin interferencias. Así, Austria-Hungría deseaba el respaldo de Alemania a sus acciones, pero que también la diplomacia de ambas potencias evitara una intervención militar de Rusia. De hecho, tanto en Viena como en Berlín se sabía que una intervención rusa en favor de Serbia implicaba que inmediatamente Francia, como aliada de Rusia, interviniera en la lucha. Otro escenario preocupante para Alemania era que en apoyo de Francia participe Gran Bretaña en la probable contienda, siendo así necesario para los diplomáticos alemanes evitar a toda costa la intervención británica y procurar la neutralidad del gobierno de Londres.

Ya el día 5 de julio Berchtold había enviado al embajador László Szőgyény a Potsdam para recoger allí las opiniones personales del emperador alemán Guillermo II, tras esta reunión las impresiones remitidas por Szőgyény a Viena indicaban que el monarca alemán apoyaría sinceramente a Austria-Hungría pero que «si nosotros (Austria-Hungría) planeábamos una intervención militar contra Serbia, sería lamentable no aprovechar el momento actual, que es tan favorable», al día siguiente Guillermo II partía a Kiel en un ostensible viaje de vacaciones, para aliviar la tensión política.

 
Conde Leopold von Berchtold, ministro de Asuntos Exteriores de Austria-Hungría.

Ante esta situación, el gobierno austrohúngaro dispuso enviar un «representante especial» a Berlín, el conde Alexander von Hoyos, para interceder personalmente ante el canciller alemán Bethmann-Hollweg como enviado del emperador Francisco José. El 5 y 6 de julio, el general Erich von Falkenhayn y otros altos mandos militares del Reichsheer apoyaron al káiser Wilhelm II y al canciller Bethmann-Hollweg para dar al embajador del Imperio austrohúngaro y al enviado especial de Franz Joseph I, Alexander Hoyos, la tranquilidad de que Alemania, en virtud de lo pactado en la Triple Alianza, apoyaría sin reserva las acciones que el Imperio austrohúngaro sostuviese contra Serbia, aunque Bethmann-Hollweg se abstuvo de fijar algún límite a tales «acciones» descritas por Austria. Ese mismo día el embajador László Szőgyény y el conde Hoyos se reunían con Bethmann-Hollweg y con el embajador alemán Arthur Zimmermann para comunicar oficialmente el «cheque en blanco» de Alemania para Austria-Hungría.

La necesidad de justificar una agresión austriaca como represalia debería tener un buen sustento ante la opinión pública europea, con el fin de poner al Imperio ruso en una situación embarazosa donde no cupiera defender en modo alguno a Serbia, siendo que en la reunión del Consejo Imperial Austrohúngaro se alcanzó esta posición sugerida por el conde Esteban Tisza, quien rechazaba el simple ataque inmotivado a Serbia. Al día siguiente, Berchtold consiguió la aprobación del emperador Francisco José para redactar un ultimátum a Serbia con el cual se pretendía humillar al pequeño reino y dar motivos a la intervención militar; de hecho el ultimátum debería quedar proyectado con condiciones tan humillantes que la corte de Belgrado jamás pudiera aceptarlas bajo riesgo de afrontar una revuelta interna.

Reacción rusa

Por otro lado, desde el 10 de julio se realizaban reuniones de alto nivel en San Petersburgo donde los jefes militares y navales de Rusia aseguraban al gobierno del zar Nicolás II que el país no estaba preparado para una guerra a gran escala contra Austria-Hungría, y menos todavía contra Alemania, lo cual hacía muy difícil a Rusia sostener con hechos sus promesas de ayuda a Serbia.

Si bien durante la gestión de los ministros Serguéi Witte y Piotr Stolypin (muerto en 1911) se había logrado un gran crecimiento económico en Rusia, la aristocracia zarista no olvidaba las gravísimas convulsiones políticas de 1905, causadas en parte por la derrota bélica contra Japón, lo cual desalentaba a Nicolás II de involucrar a Rusia en una guerra exterior. Si bien la alianza con Francia era un factor a favor de la corte rusa, sería necesario que Rusia resistiera un ataque doble austro-alemán hasta que la contienda implique a toda Europa. Para fortalecer ante la opinión pública la alianza, se pactó una visita oficial del presidente francés Raymond Poincaré y de su primer ministro René Viviani a San Petersburgo del 20 al 23 de julio.

Elaboración del «ultimátum»

Tras el «cheque en blanco» alemán, Bethmann-Hollweg podía contar con el apoyo del emperador Guillermo II. Ante ello se instruyó al embajador alemán en Viena, el conde Heinrich von Tschirschky, para que «estimulara» el belicismo austrohúngaro, siendo apoyado en tal labor por el ministro alemán de Asuntos exteriores, Gottlieb von Jagow. Invocando el apoyo alemán ya expresado por von Tschirschky y von Jagow, Berchtold logró el 14 de julio que el conde Tisza (quien aún rehusaba la guerra pues ello implicaba involucrar a Rusia en una lucha a gran escala) finalmente admitiera en nombre del Reino de Hungría entrar en guerra contra Serbia; en este caso el conde Tisza fundamentó su cambio de opinión en el temor a que por causa de las reticencias austrohúngaras Alemania disolviera la Doble Alianza de los dos imperios, vigentes desde 1879.

Pese a ello, ya el 12 de julio el ministro austriaco Berchtold había mostrado al embajador von Tschirschky el modelo del ultimátum a ser presentado a Serbia, donde efectivamente las cláusulas eran lo bastante duras y humillantes como para asegurar un rechazo serbio. No obstante, Berchtold advirtió a von Tschirschky que el ultimátum sería remitido a Belgrado de modo sorpresivo y solo después que culminara la visita oficial a Rusia del presidente francés Raymond Poincaré, para tomar por sorpresa a los dos mayores aliados de Serbia. Inicialmente el emperador Guillermo II mostró pesar por la demora, pero luego ese tiempo fue aprovechado en preparar a Alemania para las primeras medidas de guerra, mientras que la diplomacia alemana buscaría que las «dificultades bilaterales entre» Austria-Hungría y Serbia no involucren más países.

Ultimátum austriaco a Serbia: 23 de julio

 
Guillermo II, emperador de Alemania.

Hasta entonces, los contactos entre Alemania y Austria-Hungría se hacían de manera ultra secreta y la diplomacia alemana declaraba públicamente que «desconocía las intenciones de Austria-Hungría respecto a esta crisis» pero que también todo intento de detener a Austria-Hungría en sus planes tendría «consecuencias incalculables», lo cual fue especialmente destacado por las embajadas alemanas en París, Londres, y San Petersburgo. Se quería «reducir a Serbia» (Serbien verkleinern, según afirma Francisco José I en una carta a Guillermo II). Para esta fecha algunos jefes militares austro-húngaros consideraron la crisis como una gran oportunidad para destruir militarmente a Serbia e impedir toda injerencia serbia en los asuntos de Bosnia, logrando además afianzar «para siempre» el poder de los Habsburgo en los Balcanes, al punto que políticos y militares austrohúngaros consideraron a la crisis como un «regalo del dios Marte».

Repentinamente, este punto de vista de Viena irritó a Berlín, ya que el emperador Guillermo II quería que el conflicto se mantuviese localizado en los Balcanes sin la intervención militar de las grandes potencias. Según la opinión del káiser alemán y de Bethmann-Hollweg, era de esperar que Rusia saldría en defensa de los serbios en caso de guerra y ello arrastraría automáticamente a Francia y Gran Bretaña al conflicto, situación que no era conveniente para Alemania, quien deseaba evitar una lucha generalizada a escala continental entre la Triple Alianza y la Triple Entente. Los jefes militares alemanes como el general Helmuth Johannes Ludwig von Moltke consideraban, por el contrario, que Alemania no debía evitar una «guerra general» al estar mucho mejor preparada que Francia o Rusia para un conflicto bélico a gran escala. La alianza con Alemania daba a Austria-Hungría respaldo suficiente como para considerar la negativa serbia como casus belli.

El 22 de julio el conde von Tschirschky sugirió a Berchtold que el ultimátum fuera aplazado unas horas del 23 de julio, para que sea conocido en Belgrado mientras el presidente francés Poincaré aún se hallaba en alta mar volviendo de San Petersburgo, lo cual paralizaría por unos días la reacción oficial de Francia. Así, el ultimátum austriaco fue entregado al gobierno serbio el jueves 23 de julio a las 17 horas de Belgrado, para ser respondido en un plazo máximo de 48 horas.

Los términos del ultimátum eran muy duros al punto que comprometían la soberanía nacional serbia, exigiendo que el Gobierno serbio: 1) disolviera la Mano Negra, 2) expulsara de su ejército y administración a oficiales y funcionarios considerados «elementos antiaustriacos», 3) condenase públicamente las actividades de serbios contrarias a los Habsburgo, 4) persiguiese activamente a organizaciones serbias consideradas «antiaustriacas», e inclusive admitiera 5) que la investigación del crimen en suelo serbio quedase en manos de la policía austriaca y no de agentes locales.

Últimas negociaciones diplomáticas

 
Serguéi Sazónov, ministro de Asuntos Exteriores del Imperio ruso.
 
Nikola Pašic, primer ministro de Serbia

La reacción inicial serbia fue de temor, y en la misma noche del 23 de julio el primer ministro serbio Nikola Pašić y el príncipe regente Alejandro de Serbia pidieron auxilio a Rusia, visitando incluso el príncipe a la embajada rusa en Belgrado. De inmediato el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergéi Sazónov, declaró que Rusia no estaba en condiciones de enfrentarse con Austria-Hungría, siendo que en una reunión urgente en la mañana del viernes 24 de julio Sazónov logró imponer sus puntos de vista al zar Nicolás II con ayuda del general Vladimir Sujomlinov y del almirante Iván Grigorovich, quienes reiteraron al zar que las fuerzas armadas rusas no estaban preparadas en modo alguno para una guerra «al menos hasta 1916». Ante ello, el propio zar Nicolás II sugirió al príncipe Alejandro aceptar algunos términos del ultimátum mientras la diplomacia rusa y francesa lucharían para que la corte de Viena cambiara de opinión, de hecho, el mismo día Sazónov se comunicaba con los gobiernos de Francia, Alemania y Gran Bretaña para persuadir a Austria-Hungría de alargar el plazo para responder al ultimátum.

Considerando la respuesta de Rusia, tanto Pašić como el príncipe Alejandro admitieron a lo largo del día viernes 24 de julio que se verían obligados a atender el ultimátum austriaco casi en su totalidad, rechazando sólo las cláusulas donde se imponía policías austrohúngaros para investigar en Serbia el asesinato del archiduque Francisco Fernando. Si bien los términos del ultimátum comprometían la propia soberanía serbia (especialmente en lo referido a una «purga» de militares y funcionarios serbios, donde el sentimiento antiaustríaco era fuerte), los líderes serbios no veían forma de oponerse a ello en tanto el Imperio ruso no aseguraba apoyo militar contra una agresión de Austria-Hungría.

La noticia del ultimátum austriaco causó gran impresión en Francia, aunque precisamente debido a que el presidente Poincaré no llegaba aún a París era inviable una respuesta oficial. En Gran Bretaña las cosas fueron distintas, pues ya en la tarde del jueves 23 se pronunció el ministro de Asuntos Exteriores, sir Edward Grey, quien solicitó a Rusia ejercer su influencia sobre Serbia para aceptar los términos menos humillantes del ultimátum pero también requirió a su par alemán, von Jagow, que el Imperio alemán contuviera a Austria-Hungría y use su influencia en la corte de Viena para evitar una intervención militar. Además, Grey advirtió al embajador alemán en Londres sobre el riesgo de una «guerra de a cuatro» en Europa, cuestión que concordaba con las opiniones del primer ministro británico Herbert Henry Asquith, quien consideraba al ultimátum austrohúngaro como «documento malvado y humillante».

En San Petersburgo, Sazónov aceptó las propuestas de sir Edward Grey sobre una conferencia de paz, mientras Bethmann-Hollweg ordenaba al embajador alemán en Londres, príncipe Max Lichnowsky, de insistir ante el gobierno británico que «Alemania desconocía las intenciones de Austria-Hungría» y que «Alemania no intervendría en asuntos bilaterales austro-serbios». Mientras tanto, el 23 de julio el emperador alemán Guillermo II volvía de sus vacaciones veraniegas en los fiordos de Noruega y quedó muy preocupado al conocer el desarrollo de los acontecimientos y el manejo de la crisis que había realizado Bethmann-Hollweg.

Al darse cuenta Guillermo II que Rusia no pensaba abandonar a la débil Serbia, intentó salvar la paz hasta el último momento incluso proponiendo la mediación de las grandes potencias en un «congreso internacional» para la crisis de los Balcanes y comunicándose por telégrafo con el zar Nicolás II para instarle a no intervenir en «la crisis austro-serbia» bajo riesgo de causar una guerra generalizada. Las iniciativas moderadoras de Guillermo II a partir de esta fecha fueron obstaculizadas y distorsionadas por el canciller Bethmann-Hollweg, que había sido convencido por los sectores a favor de la guerra dentro del gobierno alemán de que la crisis era la oportunidad perfecta para llevarla a cabo, estando convencidos los altos mandos del Reichsheer alemán y de la Kaiserliche Marine que era perfectamente posible sostener la lucha en dos frentes contra rusos y franceses.

 
Herbert Henry Asquith, primer ministro británico.

En paralelo, desde el día 24 de julio el primer ministro británico Asquith sugirió que si Austria-Hungría se embarcaba en una operación militar, al menos redujera ésta a una simple ocupación transitoria de Belgrado y no implicase una destrucción del reino de Serbia, comprendiendo que ya existía un grave riesgo de hacer entrar a Rusia en una guerra a gran escala. La propuesta británica de una «conferencia de paz» inmediata ya había sido apoyada por la corte de Rusia el 24 de julio, aunque Francia no había emitido opinión alguna al respecto (el presidente francés Poincaré aún no volvía a París), pero ese mismo día el gobierno alemán, por medio del embajador Lichnowsky, rechazaba la propuesta británica e insistía en que se dejase a serbios y austrohúngaros «resolver solos sus problemas bilaterales», posición que la corte de Viena también indicaba al gobierno de Londres. Tal posición causó muy mala impresión en sir Edward Grey y en Asquith, quedando este último convencido que «tal posición sólo es entendible si Alemania desease una guerra» e inclinó más a Gran Bretaña a cumplir sus pactos de alianza con Rusia y Francia en caso de una guerra europea.

Respuesta serbia y propuesta británica

Al no surtir efecto las presiones ruso-británicas, en la tarde del día sábado 25 de julio el gobierno serbio respondió el ultimátum austrohúngaro y aceptó todas las exigencias, excepto la de llamar policías austriacos para investigaciones criminales en suelo serbio. La reacción en Alemania fue de sorpresa pero luego de alegría en tanto Bethmann-Hollweg y von Jagow consideraron «cumplido» el requisito necesario para que Austria-Hungría declare la guerra. En efecto, tras nuevas consultas entre Viena y Berlín, se dispuso el lunes 27 de julio la movilización militar del ejército austrohúngaro. Esa misma mañana, tras consultas con las embajadas británicas en París y San Petersburgo, Edward Grey abandonó toda reserva de confianza frente a Alemania, y advirtió al embajador Lichnowsky que «si Austria-Hungría prosigue su ataque a Serbia y el Imperio alemán continúa apoyando a Austria-Hungría, Gran Bretaña cumplirá sus pactos y promesas con otras potencias», lo cual era una velada amenaza de guerra.

Lichnowsky informó a Berlín y ello causó una nueva preocupación a Bethmann-Hollweg y a von Jagow: era necesario aceptar alguna propuesta de mediación británica para no aparecer como culpables de una guerra, pero en realidad era necesario asegurarse la neutralidad británica. Por su parte, el emperador Guillermo II empezaba a dudar de iniciar una guerra tras conocer de la propuesta británica y recibir un nuevo mensaje del zar Nicolás II pidiéndole «detener a Austria-Hungría» para evitar que Rusia apoye a Serbia, lo cual motivó al káiser alemán a adherirse a la propuesta británica de «detenerse en Belgrado» y enviarla a Viena en la tarde del 27 de julio. En paralelo, el mismo día el Almirantazgo de la Royal Navy británica entraba en estado de «alerta menor».

La reacción de Bethmann-Hollweg, de von Jagow, y de los jefes militares alemanes fue del todo contraria a Guillermo II, inclusive el general Erich von Falkenhayn dijo al emperador Guillermo que «la situación no estaba ya en manos del káiser», mientras la cancillería ordenaba a los diplomáticos alemanes seguir presionando por una guerra y mantener su apoyo sin condiciones a Austria-Hungría, demorando el envío del mensaje de Guillermo II a Viena.

Declaración de guerra de Austria-Hungría a Serbia: 28 de julio

Así, el 28 de julio a las 11.49 horas, Austria-Hungría declaró la guerra al Reino de Serbia y movilizó sus tropas hacia la frontera común. La propuesta pacifista del káiser Guillermo II fue enviada por von Jagow después del mediodía a Viena, por lo cual ya no surtía efecto alguno. Gran Bretaña insistía aún en una conferencia de paz, pero no cabía esperar una respuesta favorable de Rusia; por su parte, Nicolás II enviaba un nuevo mensaje urgente a Guillermo II para «detener a su aliado austrohúngaro antes que sea demasiado tarde», pero era ya dudoso que los políticos y militares alemanes aceptaran detener a Austria-Hungría después de todo lo acontecido, más aún, el ministro alemán von Jagow ordenó al conde Tschirschky, aún en la embajada de Viena, «no dar la imagen de que estamos abandonando a Austria-Hungría». Esa misma tarde del 28 de julio el gobierno ruso dispuso una «movilización parcial» de tropas pero solo en las regiones vecinas a la frontera austrohúngara, lo cual fue invocado por los generales alemanes Moltke y Falkenhayn como «pretexto ideal» para que Alemania declare la guerra a Rusia.

Al día siguiente, miércoles 29 de julio, von Jagow informó a diplomáticos rusos que la «movilización parcial» de Rusia obligaba a Alemania a rechazar toda amenaza contra sus aliados y que «los diplomáticos deben dejar hablar a los cañones». En similar sentido, Bethmann-Hollweg ofreció a los jefes militares alemanes que la movilización rusa hacía que «Rusia aparezca como potencia agresora» y ello facilitaba el inicio de la guerra. Esa misma noche, Bethmann-Hollweg informó a sir Edward Groschen, embajador británico en Berlín, que Alemania iría de todos modos a la guerra contra Rusia para honrar su alianza con Austria-Hungría, amenazando con atacar a Francia si ello era necesario. Poco después de que Groschen abandonara la reunión, Bethamnn-Hollweg recibía un mensaje urgente desde Londres donde sir Edward Grey insistía en una conferencia de cuatro potencias, pero que si Alemania entraba en guerra contra Francia, Gran Bretaña intervendría en apoyo de los franceses.

La respuesta de Grey alarmó a Bethmann-Hollweg y tornaba imposible mantener a Gran Bretaña (y su imperio) fuera de la lucha, así en el curso de la madrugada del jueves 30 de julio Bethmann-Hollweg empezó a presionar a Viena para que llegase a un acuerdo pacífico con Rusia. En la mañana siguiente, el ministro austriaco Berchtold informó a Berlín que ya estaba iniciada la operación bélica contra Serbia y era «muy tarde» para pedir la paz pero de todos modos se harían las consultas respectivas al consejo imperial de Viena para iniciar «conversaciones» con Rusia en tanto la guerra contra la Triple Entente era ya cosa segura y era claro el fracaso alemán de evitar la intervención británica.

Las alianzas se activan: 30 de julio

La situación se precipitó entonces por eventos en San Petersburgo: el zar Nicolás II conoció que la «movilización parcial» era imposible técnicamente debido a la organización aún anacrónica del ejército ruso, y sus jefes militares advirtieron que sólo era viable la movilización completa del ejército y la flota contra Austria-Hungría, consejo al cual se adhirió el ministro Sazónov, pues una vez iniciado el transporte y despliegue de tropas rusas hacia la frontera sería imposible detenerlo en menos de 48 horas. Así, en la tarde del 30 de julio Nicolás II ordenó la movilización total de las fuerzas armadas rusas (aunque ello tendría efectos desde el día siguiente). Al conocerse en Berlín los rumores de la movilización rusa mediante la embajada alemana en San Petersburgo, los altos jefes del Reichsheer y la Kaiserliche Marine demandaron que Alemania declare la guerra a Rusia, entendiendo que «no cabía esperar a 1917» para ello, pues sería preciso para Alemania derrotar a las tropas rusas antes que completen su plan de rearme en unos pocos años.

De hecho, el carácter parcial o total de las movilizaciones tenía gran importancia en esos años pues implicaba el traslado y despliegue de varios miles de soldados con sus respectivos equipamientos, cubriendo largas distancias y asumiendo posiciones de combate apenas llegaban a su destino. Un país con una vasta red de ferrocarriles y planes de ataque y defensa ya bien estructurados tenía obvia ventaja sobre los demás: en tal sentido una movilización militar de Rusia sería forzosamente más lenta que la de Alemania debido a las amplias distancias a cubrir, la relativa escasez de trenes rusos y la enorme masa de hombres implicados; si ante este escenario Alemania movilizaba tropas inmediatamente después que Rusia, tenía una valiosa ventaja: los soldados alemanes podían llegar en mayor cantidad (y en menos tiempo) que los soldados rusos a la línea del frente.

Cediendo a las presiones de Moltke y Falkenhayn, Bethmann-Hollweg aceptó en la noche del jueves 30 que Alemania emitiría una orden de movilización militar al mediodía del viernes 31 de julio, sin importar ya las decisiones finales que tome la corte rusa. Cuando a las 9 horas del mismo viernes se supo en Berlín el contenido completo de la movilización militar rusa, Bethmann-Hollweg y von Jagow mostraron alivio pues con ello «Rusia aparecería como culpable del conflicto», lo cual impediría que los sindicatos socialdemócratas alemanes se opusieran a la entrada en guerra. De inmediato von Jagow envió un mensaje a Viena pidiendo a Berchtold que se suspenda todo acercamiento a Rusia. Seguidamente, el Imperio alemán remitió un ultimátum diplomático a Rusia exigiendo que ésta detenga en el plazo de 24 horas su movilización militar contra Austria-Hungría o Alemania le declararía la guerra, aun sabiendo Bethmann-Hollweg que a estas alturas los rusos no podrían parar ya su despliegue de tropas.

Posteriormente, el ministro alemán Gottlieb von Jagow transmitió a Viena las conclusiones de Guillermo II acomodando una aprobación por parte del káiser, omitiendo deliberadamente sus intenciones de detener la guerra. El mismo día 31, el embajador alemán en París entregaba un ultimátum al gobierno de Francia pidiendo que ésta actúe para detener la movilización militar de Rusia, o de lo contrario Alemania declararía la guerra a Francia. El presidente René Viviani y el primer ministro Raymond Poincaré acababan de volver a sus despachos tras su viaje a San Petersburgo y desconocían la movilización rusa. Tal como esperaban los alemanes, al mediodía del sábado 1 de agosto no hubo respuesta rusa al ultimátum y por tanto Alemania anunció la movilización general del ejército y se declaró la guerra a Rusia.

La guerra se generaliza: 1 de agosto

El mismo sábado 1 de agosto, Gran Bretaña ofreció a Alemania interceder para obtener la neutralidad francesa, lo cual en principio fue aceptado por Guillermo II, pero Bethmann-Hollweg emitió en la misma fecha otro ultimátum a Francia, esta vez reclamando a los franceses que abandonen su alianza con Rusia en el plazo de 24 horas. Ante tal petición, y previendo un firme rechazo francés, Gran Bretaña aseguró a Francia su ayuda ante un ataque alemán, mientras que los generales Moltke y Falkenhayn daban las órdenes para desplazar tropas del Reichsheer hacia la frontera con Bélgica con el fin de atacar Francia desde allí; el Gobierno de Raymond Poincaré ordena entonces la movilización francesa (con efectos desde el día domingo 2 de agosto), ante reportes de avances del Reichsheer alemán hacia Luxemburgo y Bélgica. En la noche del 1 de agosto, tropas alemanas invadían Luxemburgo sin resistencia, y al día siguiente terminaban de ocupar el pequeño país.

Al día siguiente el Gobierno alemán pedía a Bélgica permitir el tránsito de fuerzas alemanas en dirección a Francia, petición a lo cual se negó personalmente el monarca belga Alberto I en tanto Alemania era una de las grandes potencias (junto a Gran Bretaña y Francia) que garantizaban precisamente la neutralidad de Bélgica, rechazando el monarca que su pequeño país quedara implicado en una nueva contienda franco-alemana. Mientras tanto, el ultimátum germano del día anterior no había obtenido respuesta alguna del gobierno francés, y Alemania declaró la guerra a Francia en la mañana del lunes 3 de agosto, mientras en la mañana del día martes 4, Alemania declaraba la guerra a Bélgica y la invadía.

Cuando esta noticia se conoció en Londres, de inmediato el Parlamento británico convocó sesión por cuanto la actitud alemana ante los belgas implicaba que el Imperio alemán estaba dispuesto a entrar en una guerra contra Gran Bretaña. La respuesta del ministro Grey y del primer ministro Asquith fue instruir al embajador Groschen (aún en Berlín) para transmitir un ultimátum a Bethmann-Hollweg en la misma tarde del 4 de agosto requiriendo que Alemania respete la neutralidad belga y ponga fin a su invasión dando plazo hasta la medianoche (23 horas en Londres), asumiendo que el ataque alemán contra Francia podía implicar a Gran Bretaña a la guerra pero una invasión germana contra suelo belga hacía ya inevitable que los británicos entrasen en la lucha. Una entrevista entre Groschen y Bethmann-Hollweg a las 19 horas del martes 4 concluyó en una negativa alemana al pedido británico y de inmediato Groschen telegrafió a Londres sobre lo sucedido, pero sus mensajes no fueron transmitidos por el servicio telegráfico alemán.

La respuesta alemana nunca llegó y a las 23 horas del mismo 4 de agosto, el Parlamento de Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania con motivo de la invasión de Bélgica. Cuando el ministro Edward Grey, aún despierto en su despacho, supo lo ocurrido, hizo notar a sus asistentes que a esa misma hora se apagaban las luces del barrio gubernamental de Whitehall en Londres y exclamó:

Las lámparas también se apagan en este momento en toda Europa. No las veremos encendidas de nuevo en el resto de nuestra vida.

Véase también

Fuentes

  • Butler, David Allen The burden of guilt: hoy Germany shattered the last days of peace, summer 1914. Casemate Publishers 2010
  • Fromkin, David: Europe's Last Summer: Why the World Went to War in 1914, William Heinemann Ltd, 2004, ISBN 978-0-434-00858-2
  • Hamilton, Richard F. & Holger H. Herwig, Decisions for War, 1914–1917, 2004; ISBN 0521836794, ISBN 978-0521836791
  • Stoner, Norman: La Europa transformada 1878-1919 Siglo XXI de España Editores, S.A., 1984 ISBN 9788432305030
  • Tuchman, Barbara: The Guns of August, Presidio Press, USA, 2004, ISBN 978-0-345-47609-8


  •   Datos: Q917435

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La crisis de Sarajevo o crisis de julio fue una crisis diplomatica que tuvo lugar entre el 28 de junio y el 6 de agosto de 1914 con el atentado de Sarajevo en que fueron asesinados el archiduque Francisco Fernando heredero al trono de Austria Hungria y su esposa Al no poder resolverse pacificamente llevo a la Primera Guerra Mundial Francisco Fernando de Habsburgo heredero al trono de Austria Hungria y su esposa la condesa Sofia Chotek Estampilla militar de 40 centavos de 1917 Las grandes potencias europeas no pudieron o no quisieron apaciguar a Austria Hungria por lo que el sistema de alianzas entre ellas la Triple Alianza y la Triple Entente comenzo a funcionar Alemania declaro la guerra a Francia e invadio a la neutral Belgica el 3 de agosto iniciando la guerra en el frente occidental Esto sirvio para que fuera cargada toda la responsabilidad de la guerra a Alemania de forma interesada al momento de dictar el Tratado de Versalles por haber sido esta la unica potencia derrotada que habia quedado en condiciones de pagar La diplomacia de la epoca se habia cerrado en torno al sistema disenado entre 1860 y 1890 por el canciller aleman Otto von Bismarck Este sistema se baso en alianzas que por un lado aislaran a la Tercera Republica Francesa e impidieran el revanchismo frances por su derrota en la Guerra franco prusiana y por otro alejaran la posibilidad de una guerra en dos frentes para Alemania procurando que un conflicto con Francia quedara reducido a la frontera franco alemana Este sistema demostro su fracaso debido a las alianzas que forjo Francia con el Reino Unido y Rusia mientras que tras el cese de Bismarck como canciller en 1890 el nuevo emperador germano Guillermo II prefirio asentar la alianza con Austria Hungria dejando de lado a Rusia desactivando asi la Liga de los Tres Emperadores alentada por Bismarck Este juego de alianzas mutuamente hostiles acabo convirtiendo a Europa en una bomba de tiempo desde los inicios de la belle epoque Al final la diplomacia no fue suficiente para evitar la movilizacion de los ejercitos que una vez comenzada dificilmente podia dar marcha atras Cronologia28 de junio Atentado de Sarajevo 5 de julio Alemania promete a Austria Hungria cumplir con su alianza en caso de guerra 9 de julio La policia austro hungara descubre indicios de que Serbia estuvo implicada en el atentado 20 a 23 de julio Visita del gobierno frances a San Petersburgo 23 de julio Ultimatum austro hungaro a Serbia 25 de julio Serbia acepta solo algunas condiciones del ultimatum 25 de julio Movilizacion parcial de Austria Hungria 28 de julio Declaracion de guerra de Austria Hungria a Serbia 29 de julio Movilizacion parcial de Rusia por la invasion de Serbia 30 de julio Movilizacion general de Rusia 31 de julio Movilizacion general de Austria Hungria 31 de julio Ultimatum aleman a Rusia para detener su movilizacion 31 de julio Ultimatum aleman a Francia para que se declare neutral 1 de agosto Movilizacion general y declaracion de guerra de Alemania a Rusia 1 de agosto Movilizacion general de Francia aliada de Rusia 2 de agosto Ocupacion alemana de Luxemburgo 2 de agosto Ultimatum aleman a Belgica para adquirir acceso militar 3 de agosto Declaracion de guerra de Alemania a Francia 3 de agosto Belgica rechaza el ultimatum aleman 3 de agosto Tropas alemanas invaden Belgica 4 de agosto Gran Bretana declara la guerra a Alemania por la invasion de Belgica 6 de agosto Declaracion de guerra de Austria Hungria a RusiaSituacion oficial de las alianzas militares durante la crisis de julio Indice 1 El atentado de Sarajevo 28 de junio 2 La Mision Hoyos y el cheque en blanco aleman 5 y 6 de julio 3 Reaccion rusa 4 Elaboracion del ultimatum 5 Ultimatum austriaco a Serbia 23 de julio 6 Ultimas negociaciones diplomaticas 7 Respuesta serbia y propuesta britanica 8 Declaracion de guerra de Austria Hungria a Serbia 28 de julio 9 Las alianzas se activan 30 de julio 10 La guerra se generaliza 1 de agosto 11 Vease tambien 12 FuentesEl atentado de Sarajevo 28 de junio EditarArticulo principal Atentado de Sarajevo El dia 28 de junio de 1914 moria a tiros en Sarajevo el archiduque Francisco Fernando de Austria heredero del trono del Imperio austrohungaro y sobrino del ya anciano emperador Francisco Jose de Austria muriendo tambien en el ataque su esposa la aristocrata de origen checo Sofia Chotek Pronto fue arrestado por la policia austriaca el autor de los disparos mortales el bosnio Gavrilo Princip junto con varios de sus complices La muerte de Francisco Fernando termino de complicar las ya dificiles relaciones entre Austria Hungria y su pequeno vecino eslavo y meridional el reino de Serbia La detencion de Gavrilo Princip integrante de una organizacion revolucionaria llamada Joven Bosnia y las posteriores investigaciones de la policia austrohungara revelaron una amplia conspiracion patrocinada por altos jefes militares y politicos de Serbia que entregaron a los asesinos bombas revolveres y dinero para ejecutar un plan ya bastante elaborado asesinar al archiduque Francisco Fernando de Austria Tales informaciones alentaron a los lideres politicos y militares de Austria Hungria a solucionar el problema serbio mediante una reaccion belica inmediata siendo partidarios de la solucion militar el general Franz Conrad von Hotzendorf jefe de estado mayor del ejercito austrohungaro y el conde Leopold Berchtold ministro imperial de Asuntos Exteriores quienes hicieron valer sus influencias y convencieron a Francisco Jose I de Austria sobre la viabilidad de un ataque militar contra Serbia Del mismo modo el primer ministro de Austria conde Karl von Sturgkh apoyaba la idea de una intervencion del ejercito imperial contra Serbia aunque el primer ministro de Hungria el conde Esteban Tisza aun era reacio a esta opcion No obstante tal decision de atacar a los serbios preocupaba a los lideres austrohungaros en tanto todos conocian la alianza de Serbia con el Imperio ruso por lo cual en Viena se consideraba necesario conseguir primero el apoyo del Imperio aleman para respaldar politicamente el ataque a Serbia y evitar mediante la diplomacia que el gobierno ruso auxiliara a sus aliados de los Balcanes o declarase la guerra a Austria Hungria La Mision Hoyos y el cheque en blanco aleman 5 y 6 de julio EditarLa indecision en Viena surgia por ser conscientes Berchtold y Hotzendorf que el juego de alianzas en Europa la Triple Alianza contra la Triple Entente podria generar una guerra a escala europea siendo que se esperaba gestiones diplomaticas para evitarlo y asi las grandes potencias dejaran que los austrohungaros atacasen Serbia sin interferencias Asi Austria Hungria deseaba el respaldo de Alemania a sus acciones pero que tambien la diplomacia de ambas potencias evitara una intervencion militar de Rusia De hecho tanto en Viena como en Berlin se sabia que una intervencion rusa en favor de Serbia implicaba que inmediatamente Francia como aliada de Rusia interviniera en la lucha Otro escenario preocupante para Alemania era que en apoyo de Francia participe Gran Bretana en la probable contienda siendo asi necesario para los diplomaticos alemanes evitar a toda costa la intervencion britanica y procurar la neutralidad del gobierno de Londres Ya el dia 5 de julio Berchtold habia enviado al embajador Laszlo Szogyeny a Potsdam para recoger alli las opiniones personales del emperador aleman Guillermo II tras esta reunion las impresiones remitidas por Szogyeny a Viena indicaban que el monarca aleman apoyaria sinceramente a Austria Hungria pero que si nosotros Austria Hungria planeabamos una intervencion militar contra Serbia seria lamentable no aprovechar el momento actual que es tan favorable al dia siguiente Guillermo II partia a Kiel en un ostensible viaje de vacaciones para aliviar la tension politica Conde Leopold von Berchtold ministro de Asuntos Exteriores de Austria Hungria Ante esta situacion el gobierno austrohungaro dispuso enviar un representante especial a Berlin el conde Alexander von Hoyos para interceder personalmente ante el canciller aleman Bethmann Hollweg como enviado del emperador Francisco Jose El 5 y 6 de julio el general Erich von Falkenhayn y otros altos mandos militares del Reichsheer apoyaron al kaiser Wilhelm II y al canciller Bethmann Hollweg para dar al embajador del Imperio austrohungaro y al enviado especial de Franz Joseph I Alexander Hoyos la tranquilidad de que Alemania en virtud de lo pactado en la Triple Alianza apoyaria sin reserva las acciones que el Imperio austrohungaro sostuviese contra Serbia aunque Bethmann Hollweg se abstuvo de fijar algun limite a tales acciones descritas por Austria Ese mismo dia el embajador Laszlo Szogyeny y el conde Hoyos se reunian con Bethmann Hollweg y con el embajador aleman Arthur Zimmermann para comunicar oficialmente el cheque en blanco de Alemania para Austria Hungria La necesidad de justificar una agresion austriaca como represalia deberia tener un buen sustento ante la opinion publica europea con el fin de poner al Imperio ruso en una situacion embarazosa donde no cupiera defender en modo alguno a Serbia siendo que en la reunion del Consejo Imperial Austrohungaro se alcanzo esta posicion sugerida por el conde Esteban Tisza quien rechazaba el simple ataque inmotivado a Serbia Al dia siguiente Berchtold consiguio la aprobacion del emperador Francisco Jose para redactar un ultimatum a Serbia con el cual se pretendia humillar al pequeno reino y dar motivos a la intervencion militar de hecho el ultimatum deberia quedar proyectado con condiciones tan humillantes que la corte de Belgrado jamas pudiera aceptarlas bajo riesgo de afrontar una revuelta interna Reaccion rusa EditarPor otro lado desde el 10 de julio se realizaban reuniones de alto nivel en San Petersburgo donde los jefes militares y navales de Rusia aseguraban al gobierno del zar Nicolas II que el pais no estaba preparado para una guerra a gran escala contra Austria Hungria y menos todavia contra Alemania lo cual hacia muy dificil a Rusia sostener con hechos sus promesas de ayuda a Serbia Si bien durante la gestion de los ministros Serguei Witte y Piotr Stolypin muerto en 1911 se habia logrado un gran crecimiento economico en Rusia la aristocracia zarista no olvidaba las gravisimas convulsiones politicas de 1905 causadas en parte por la derrota belica contra Japon lo cual desalentaba a Nicolas II de involucrar a Rusia en una guerra exterior Si bien la alianza con Francia era un factor a favor de la corte rusa seria necesario que Rusia resistiera un ataque doble austro aleman hasta que la contienda implique a toda Europa Para fortalecer ante la opinion publica la alianza se pacto una visita oficial del presidente frances Raymond Poincare y de su primer ministro Rene Viviani a San Petersburgo del 20 al 23 de julio Elaboracion del ultimatum EditarTras el cheque en blanco aleman Bethmann Hollweg podia contar con el apoyo del emperador Guillermo II Ante ello se instruyo al embajador aleman en Viena el conde Heinrich von Tschirschky para que estimulara el belicismo austrohungaro siendo apoyado en tal labor por el ministro aleman de Asuntos exteriores Gottlieb von Jagow Invocando el apoyo aleman ya expresado por von Tschirschky y von Jagow Berchtold logro el 14 de julio que el conde Tisza quien aun rehusaba la guerra pues ello implicaba involucrar a Rusia en una lucha a gran escala finalmente admitiera en nombre del Reino de Hungria entrar en guerra contra Serbia en este caso el conde Tisza fundamento su cambio de opinion en el temor a que por causa de las reticencias austrohungaras Alemania disolviera la Doble Alianza de los dos imperios vigentes desde 1879 Pese a ello ya el 12 de julio el ministro austriaco Berchtold habia mostrado al embajador von Tschirschky el modelo del ultimatum a ser presentado a Serbia donde efectivamente las clausulas eran lo bastante duras y humillantes como para asegurar un rechazo serbio No obstante Berchtold advirtio a von Tschirschky que el ultimatum seria remitido a Belgrado de modo sorpresivo y solo despues que culminara la visita oficial a Rusia del presidente frances Raymond Poincare para tomar por sorpresa a los dos mayores aliados de Serbia Inicialmente el emperador Guillermo II mostro pesar por la demora pero luego ese tiempo fue aprovechado en preparar a Alemania para las primeras medidas de guerra mientras que la diplomacia alemana buscaria que las dificultades bilaterales entre Austria Hungria y Serbia no involucren mas paises Ultimatum austriaco a Serbia 23 de julio EditarArticulo principal Ultimatum del 23 de julio de 1914 Guillermo II emperador de Alemania Hasta entonces los contactos entre Alemania y Austria Hungria se hacian de manera ultra secreta y la diplomacia alemana declaraba publicamente que desconocia las intenciones de Austria Hungria respecto a esta crisis pero que tambien todo intento de detener a Austria Hungria en sus planes tendria consecuencias incalculables lo cual fue especialmente destacado por las embajadas alemanas en Paris Londres y San Petersburgo Se queria reducir a Serbia Serbien verkleinern segun afirma Francisco Jose I en una carta a Guillermo II Para esta fecha algunos jefes militares austro hungaros consideraron la crisis como una gran oportunidad para destruir militarmente a Serbia e impedir toda injerencia serbia en los asuntos de Bosnia logrando ademas afianzar para siempre el poder de los Habsburgo en los Balcanes al punto que politicos y militares austrohungaros consideraron a la crisis como un regalo del dios Marte Repentinamente este punto de vista de Viena irrito a Berlin ya que el emperador Guillermo II queria que el conflicto se mantuviese localizado en los Balcanes sin la intervencion militar de las grandes potencias Segun la opinion del kaiser aleman y de Bethmann Hollweg era de esperar que Rusia saldria en defensa de los serbios en caso de guerra y ello arrastraria automaticamente a Francia y Gran Bretana al conflicto situacion que no era conveniente para Alemania quien deseaba evitar una lucha generalizada a escala continental entre la Triple Alianza y la Triple Entente Los jefes militares alemanes como el general Helmuth Johannes Ludwig von Moltke consideraban por el contrario que Alemania no debia evitar una guerra general al estar mucho mejor preparada que Francia o Rusia para un conflicto belico a gran escala La alianza con Alemania daba a Austria Hungria respaldo suficiente como para considerar la negativa serbia como casus belli El 22 de julio el conde von Tschirschky sugirio a Berchtold que el ultimatum fuera aplazado unas horas del 23 de julio para que sea conocido en Belgrado mientras el presidente frances Poincare aun se hallaba en alta mar volviendo de San Petersburgo lo cual paralizaria por unos dias la reaccion oficial de Francia Asi el ultimatum austriaco fue entregado al gobierno serbio el jueves 23 de julio a las 17 horas de Belgrado para ser respondido en un plazo maximo de 48 horas Los terminos del ultimatum eran muy duros al punto que comprometian la soberania nacional serbia exigiendo que el Gobierno serbio 1 disolviera la Mano Negra 2 expulsara de su ejercito y administracion a oficiales y funcionarios considerados elementos antiaustriacos 3 condenase publicamente las actividades de serbios contrarias a los Habsburgo 4 persiguiese activamente a organizaciones serbias consideradas antiaustriacas e inclusive admitiera 5 que la investigacion del crimen en suelo serbio quedase en manos de la policia austriaca y no de agentes locales Ultimas negociaciones diplomaticas Editar Serguei Sazonov ministro de Asuntos Exteriores del Imperio ruso Nikola Pasic primer ministro de Serbia La reaccion inicial serbia fue de temor y en la misma noche del 23 de julio el primer ministro serbio Nikola Pasic y el principe regente Alejandro de Serbia pidieron auxilio a Rusia visitando incluso el principe a la embajada rusa en Belgrado De inmediato el ministro ruso de Asuntos Exteriores Sergei Sazonov declaro que Rusia no estaba en condiciones de enfrentarse con Austria Hungria siendo que en una reunion urgente en la manana del viernes 24 de julio Sazonov logro imponer sus puntos de vista al zar Nicolas II con ayuda del general Vladimir Sujomlinov y del almirante Ivan Grigorovich quienes reiteraron al zar que las fuerzas armadas rusas no estaban preparadas en modo alguno para una guerra al menos hasta 1916 Ante ello el propio zar Nicolas II sugirio al principe Alejandro aceptar algunos terminos del ultimatum mientras la diplomacia rusa y francesa lucharian para que la corte de Viena cambiara de opinion de hecho el mismo dia Sazonov se comunicaba con los gobiernos de Francia Alemania y Gran Bretana para persuadir a Austria Hungria de alargar el plazo para responder al ultimatum Considerando la respuesta de Rusia tanto Pasic como el principe Alejandro admitieron a lo largo del dia viernes 24 de julio que se verian obligados a atender el ultimatum austriaco casi en su totalidad rechazando solo las clausulas donde se imponia policias austrohungaros para investigar en Serbia el asesinato del archiduque Francisco Fernando Si bien los terminos del ultimatum comprometian la propia soberania serbia especialmente en lo referido a una purga de militares y funcionarios serbios donde el sentimiento antiaustriaco era fuerte los lideres serbios no veian forma de oponerse a ello en tanto el Imperio ruso no aseguraba apoyo militar contra una agresion de Austria Hungria La noticia del ultimatum austriaco causo gran impresion en Francia aunque precisamente debido a que el presidente Poincare no llegaba aun a Paris era inviable una respuesta oficial En Gran Bretana las cosas fueron distintas pues ya en la tarde del jueves 23 se pronuncio el ministro de Asuntos Exteriores sir Edward Grey quien solicito a Rusia ejercer su influencia sobre Serbia para aceptar los terminos menos humillantes del ultimatum pero tambien requirio a su par aleman von Jagow que el Imperio aleman contuviera a Austria Hungria y use su influencia en la corte de Viena para evitar una intervencion militar Ademas Grey advirtio al embajador aleman en Londres sobre el riesgo de una guerra de a cuatro en Europa cuestion que concordaba con las opiniones del primer ministro britanico Herbert Henry Asquith quien consideraba al ultimatum austrohungaro como documento malvado y humillante En San Petersburgo Sazonov acepto las propuestas de sir Edward Grey sobre una conferencia de paz mientras Bethmann Hollweg ordenaba al embajador aleman en Londres principe Max Lichnowsky de insistir ante el gobierno britanico que Alemania desconocia las intenciones de Austria Hungria y que Alemania no intervendria en asuntos bilaterales austro serbios Mientras tanto el 23 de julio el emperador aleman Guillermo II volvia de sus vacaciones veraniegas en los fiordos de Noruega y quedo muy preocupado al conocer el desarrollo de los acontecimientos y el manejo de la crisis que habia realizado Bethmann Hollweg Al darse cuenta Guillermo II que Rusia no pensaba abandonar a la debil Serbia intento salvar la paz hasta el ultimo momento incluso proponiendo la mediacion de las grandes potencias en un congreso internacional para la crisis de los Balcanes y comunicandose por telegrafo con el zar Nicolas II para instarle a no intervenir en la crisis austro serbia bajo riesgo de causar una guerra generalizada Las iniciativas moderadoras de Guillermo II a partir de esta fecha fueron obstaculizadas y distorsionadas por el canciller Bethmann Hollweg que habia sido convencido por los sectores a favor de la guerra dentro del gobierno aleman de que la crisis era la oportunidad perfecta para llevarla a cabo estando convencidos los altos mandos del Reichsheer aleman y de la Kaiserliche Marine que era perfectamente posible sostener la lucha en dos frentes contra rusos y franceses Herbert Henry Asquith primer ministro britanico En paralelo desde el dia 24 de julio el primer ministro britanico Asquith sugirio que si Austria Hungria se embarcaba en una operacion militar al menos redujera esta a una simple ocupacion transitoria de Belgrado y no implicase una destruccion del reino de Serbia comprendiendo que ya existia un grave riesgo de hacer entrar a Rusia en una guerra a gran escala La propuesta britanica de una conferencia de paz inmediata ya habia sido apoyada por la corte de Rusia el 24 de julio aunque Francia no habia emitido opinion alguna al respecto el presidente frances Poincare aun no volvia a Paris pero ese mismo dia el gobierno aleman por medio del embajador Lichnowsky rechazaba la propuesta britanica e insistia en que se dejase a serbios y austrohungaros resolver solos sus problemas bilaterales posicion que la corte de Viena tambien indicaba al gobierno de Londres Tal posicion causo muy mala impresion en sir Edward Grey y en Asquith quedando este ultimo convencido que tal posicion solo es entendible si Alemania desease una guerra e inclino mas a Gran Bretana a cumplir sus pactos de alianza con Rusia y Francia en caso de una guerra europea Respuesta serbia y propuesta britanica EditarAl no surtir efecto las presiones ruso britanicas en la tarde del dia sabado 25 de julio el gobierno serbio respondio el ultimatum austrohungaro y acepto todas las exigencias excepto la de llamar policias austriacos para investigaciones criminales en suelo serbio La reaccion en Alemania fue de sorpresa pero luego de alegria en tanto Bethmann Hollweg y von Jagow consideraron cumplido el requisito necesario para que Austria Hungria declare la guerra En efecto tras nuevas consultas entre Viena y Berlin se dispuso el lunes 27 de julio la movilizacion militar del ejercito austrohungaro Esa misma manana tras consultas con las embajadas britanicas en Paris y San Petersburgo Edward Grey abandono toda reserva de confianza frente a Alemania y advirtio al embajador Lichnowsky que si Austria Hungria prosigue su ataque a Serbia y el Imperio aleman continua apoyando a Austria Hungria Gran Bretana cumplira sus pactos y promesas con otras potencias lo cual era una velada amenaza de guerra Lichnowsky informo a Berlin y ello causo una nueva preocupacion a Bethmann Hollweg y a von Jagow era necesario aceptar alguna propuesta de mediacion britanica para no aparecer como culpables de una guerra pero en realidad era necesario asegurarse la neutralidad britanica Por su parte el emperador Guillermo II empezaba a dudar de iniciar una guerra tras conocer de la propuesta britanica y recibir un nuevo mensaje del zar Nicolas II pidiendole detener a Austria Hungria para evitar que Rusia apoye a Serbia lo cual motivo al kaiser aleman a adherirse a la propuesta britanica de detenerse en Belgrado y enviarla a Viena en la tarde del 27 de julio En paralelo el mismo dia el Almirantazgo de la Royal Navy britanica entraba en estado de alerta menor La reaccion de Bethmann Hollweg de von Jagow y de los jefes militares alemanes fue del todo contraria a Guillermo II inclusive el general Erich von Falkenhayn dijo al emperador Guillermo que la situacion no estaba ya en manos del kaiser mientras la cancilleria ordenaba a los diplomaticos alemanes seguir presionando por una guerra y mantener su apoyo sin condiciones a Austria Hungria demorando el envio del mensaje de Guillermo II a Viena Declaracion de guerra de Austria Hungria a Serbia 28 de julio EditarAsi el 28 de julio a las 11 49 horas Austria Hungria declaro la guerra al Reino de Serbia y movilizo sus tropas hacia la frontera comun La propuesta pacifista del kaiser Guillermo II fue enviada por von Jagow despues del mediodia a Viena por lo cual ya no surtia efecto alguno Gran Bretana insistia aun en una conferencia de paz pero no cabia esperar una respuesta favorable de Rusia por su parte Nicolas II enviaba un nuevo mensaje urgente a Guillermo II para detener a su aliado austrohungaro antes que sea demasiado tarde pero era ya dudoso que los politicos y militares alemanes aceptaran detener a Austria Hungria despues de todo lo acontecido mas aun el ministro aleman von Jagow ordeno al conde Tschirschky aun en la embajada de Viena no dar la imagen de que estamos abandonando a Austria Hungria Esa misma tarde del 28 de julio el gobierno ruso dispuso una movilizacion parcial de tropas pero solo en las regiones vecinas a la frontera austrohungara lo cual fue invocado por los generales alemanes Moltke y Falkenhayn como pretexto ideal para que Alemania declare la guerra a Rusia Al dia siguiente miercoles 29 de julio von Jagow informo a diplomaticos rusos que la movilizacion parcial de Rusia obligaba a Alemania a rechazar toda amenaza contra sus aliados y que los diplomaticos deben dejar hablar a los canones En similar sentido Bethmann Hollweg ofrecio a los jefes militares alemanes que la movilizacion rusa hacia que Rusia aparezca como potencia agresora y ello facilitaba el inicio de la guerra Esa misma noche Bethmann Hollweg informo a sir Edward Groschen embajador britanico en Berlin que Alemania iria de todos modos a la guerra contra Rusia para honrar su alianza con Austria Hungria amenazando con atacar a Francia si ello era necesario Poco despues de que Groschen abandonara la reunion Bethamnn Hollweg recibia un mensaje urgente desde Londres donde sir Edward Grey insistia en una conferencia de cuatro potencias pero que si Alemania entraba en guerra contra Francia Gran Bretana intervendria en apoyo de los franceses La respuesta de Grey alarmo a Bethmann Hollweg y tornaba imposible mantener a Gran Bretana y su imperio fuera de la lucha asi en el curso de la madrugada del jueves 30 de julio Bethmann Hollweg empezo a presionar a Viena para que llegase a un acuerdo pacifico con Rusia En la manana siguiente el ministro austriaco Berchtold informo a Berlin que ya estaba iniciada la operacion belica contra Serbia y era muy tarde para pedir la paz pero de todos modos se harian las consultas respectivas al consejo imperial de Viena para iniciar conversaciones con Rusia en tanto la guerra contra la Triple Entente era ya cosa segura y era claro el fracaso aleman de evitar la intervencion britanica Las alianzas se activan 30 de julio EditarLa situacion se precipito entonces por eventos en San Petersburgo el zar Nicolas II conocio que la movilizacion parcial era imposible tecnicamente debido a la organizacion aun anacronica del ejercito ruso y sus jefes militares advirtieron que solo era viable la movilizacion completa del ejercito y la flota contra Austria Hungria consejo al cual se adhirio el ministro Sazonov pues una vez iniciado el transporte y despliegue de tropas rusas hacia la frontera seria imposible detenerlo en menos de 48 horas Asi en la tarde del 30 de julio Nicolas II ordeno la movilizacion total de las fuerzas armadas rusas aunque ello tendria efectos desde el dia siguiente Al conocerse en Berlin los rumores de la movilizacion rusa mediante la embajada alemana en San Petersburgo los altos jefes del Reichsheer y la Kaiserliche Marine demandaron que Alemania declare la guerra a Rusia entendiendo que no cabia esperar a 1917 para ello pues seria preciso para Alemania derrotar a las tropas rusas antes que completen su plan de rearme en unos pocos anos De hecho el caracter parcial o total de las movilizaciones tenia gran importancia en esos anos pues implicaba el traslado y despliegue de varios miles de soldados con sus respectivos equipamientos cubriendo largas distancias y asumiendo posiciones de combate apenas llegaban a su destino Un pais con una vasta red de ferrocarriles y planes de ataque y defensa ya bien estructurados tenia obvia ventaja sobre los demas en tal sentido una movilizacion militar de Rusia seria forzosamente mas lenta que la de Alemania debido a las amplias distancias a cubrir la relativa escasez de trenes rusos y la enorme masa de hombres implicados si ante este escenario Alemania movilizaba tropas inmediatamente despues que Rusia tenia una valiosa ventaja los soldados alemanes podian llegar en mayor cantidad y en menos tiempo que los soldados rusos a la linea del frente Cediendo a las presiones de Moltke y Falkenhayn Bethmann Hollweg acepto en la noche del jueves 30 que Alemania emitiria una orden de movilizacion militar al mediodia del viernes 31 de julio sin importar ya las decisiones finales que tome la corte rusa Cuando a las 9 horas del mismo viernes se supo en Berlin el contenido completo de la movilizacion militar rusa Bethmann Hollweg y von Jagow mostraron alivio pues con ello Rusia apareceria como culpable del conflicto lo cual impediria que los sindicatos socialdemocratas alemanes se opusieran a la entrada en guerra De inmediato von Jagow envio un mensaje a Viena pidiendo a Berchtold que se suspenda todo acercamiento a Rusia Seguidamente el Imperio aleman remitio un ultimatum diplomatico a Rusia exigiendo que esta detenga en el plazo de 24 horas su movilizacion militar contra Austria Hungria o Alemania le declararia la guerra aun sabiendo Bethmann Hollweg que a estas alturas los rusos no podrian parar ya su despliegue de tropas Posteriormente el ministro aleman Gottlieb von Jagow transmitio a Viena las conclusiones de Guillermo II acomodando una aprobacion por parte del kaiser omitiendo deliberadamente sus intenciones de detener la guerra El mismo dia 31 el embajador aleman en Paris entregaba un ultimatum al gobierno de Francia pidiendo que esta actue para detener la movilizacion militar de Rusia o de lo contrario Alemania declararia la guerra a Francia El presidente Rene Viviani y el primer ministro Raymond Poincare acababan de volver a sus despachos tras su viaje a San Petersburgo y desconocian la movilizacion rusa Tal como esperaban los alemanes al mediodia del sabado 1 de agosto no hubo respuesta rusa al ultimatum y por tanto Alemania anuncio la movilizacion general del ejercito y se declaro la guerra a Rusia La guerra se generaliza 1 de agosto EditarEl mismo sabado 1 de agosto Gran Bretana ofrecio a Alemania interceder para obtener la neutralidad francesa lo cual en principio fue aceptado por Guillermo II pero Bethmann Hollweg emitio en la misma fecha otro ultimatum a Francia esta vez reclamando a los franceses que abandonen su alianza con Rusia en el plazo de 24 horas Ante tal peticion y previendo un firme rechazo frances Gran Bretana aseguro a Francia su ayuda ante un ataque aleman mientras que los generales Moltke y Falkenhayn daban las ordenes para desplazar tropas del Reichsheer hacia la frontera con Belgica con el fin de atacar Francia desde alli el Gobierno de Raymond Poincare ordena entonces la movilizacion francesa con efectos desde el dia domingo 2 de agosto ante reportes de avances del Reichsheer aleman hacia Luxemburgo y Belgica En la noche del 1 de agosto tropas alemanas invadian Luxemburgo sin resistencia y al dia siguiente terminaban de ocupar el pequeno pais Al dia siguiente el Gobierno aleman pedia a Belgica permitir el transito de fuerzas alemanas en direccion a Francia peticion a lo cual se nego personalmente el monarca belga Alberto I en tanto Alemania era una de las grandes potencias junto a Gran Bretana y Francia que garantizaban precisamente la neutralidad de Belgica rechazando el monarca que su pequeno pais quedara implicado en una nueva contienda franco alemana Mientras tanto el ultimatum germano del dia anterior no habia obtenido respuesta alguna del gobierno frances y Alemania declaro la guerra a Francia en la manana del lunes 3 de agosto mientras en la manana del dia martes 4 Alemania declaraba la guerra a Belgica y la invadia Cuando esta noticia se conocio en Londres de inmediato el Parlamento britanico convoco sesion por cuanto la actitud alemana ante los belgas implicaba que el Imperio aleman estaba dispuesto a entrar en una guerra contra Gran Bretana La respuesta del ministro Grey y del primer ministro Asquith fue instruir al embajador Groschen aun en Berlin para transmitir un ultimatum a Bethmann Hollweg en la misma tarde del 4 de agosto requiriendo que Alemania respete la neutralidad belga y ponga fin a su invasion dando plazo hasta la medianoche 23 horas en Londres asumiendo que el ataque aleman contra Francia podia implicar a Gran Bretana a la guerra pero una invasion germana contra suelo belga hacia ya inevitable que los britanicos entrasen en la lucha Una entrevista entre Groschen y Bethmann Hollweg a las 19 horas del martes 4 concluyo en una negativa alemana al pedido britanico y de inmediato Groschen telegrafio a Londres sobre lo sucedido pero sus mensajes no fueron transmitidos por el servicio telegrafico aleman La respuesta alemana nunca llego y a las 23 horas del mismo 4 de agosto el Parlamento de Gran Bretana declaro la guerra a Alemania con motivo de la invasion de Belgica Cuando el ministro Edward Grey aun despierto en su despacho supo lo ocurrido hizo notar a sus asistentes que a esa misma hora se apagaban las luces del barrio gubernamental de Whitehall en Londres y exclamo Las lamparas tambien se apagan en este momento en toda Europa No las veremos encendidas de nuevo en el resto de nuestra vida Vease tambien EditarPaz armada Atentado de Sarajevo Primera Guerra MundialFuentes EditarButler David Allen The burden of guilt hoy Germany shattered the last days of peace summer 1914 Casemate Publishers 2010 Fromkin David Europe s Last Summer Why the World Went to War in 1914 William Heinemann Ltd 2004 ISBN 978 0 434 00858 2 Hamilton Richard F amp Holger H Herwig Decisions for War 1914 1917 2004 ISBN 0521836794 ISBN 978 0521836791 Stoner Norman La Europa transformada 1878 1919 Siglo XXI de Espana Editores S A 1984 ISBN 9788432305030 Tuchman Barbara The Guns of August Presidio Press USA 2004 ISBN 978 0 345 47609 8 THE JULY CRISIS 100 YEARS ON 1914 2014 web con fuentes detalladas de la Crisis de Julio Datos Q917435Obtenido de https es wikipedia org w index php title Crisis de julio amp oldid 135714857, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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