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Batalla de Abay

La batalla de Avay (o Abay, Avaí, Avaý, Abaý, Abaí o Abahí), librada el 11 de diciembre de 1868, fue la segunda de las grandes batallas de la campaña del Pikysyry, llamada Dezembrada por los brasileños, durante la guerra de la Triple Alianza.

Batalla de Avay
Guerra de la Triple Alianza
Parte de Guerra de la Triple Alianza y Dezembrada

Batalla de Avay (óleo de Pedro Américo).
Fecha 11 de diciembre de 1868
Lugar Arroyo Avay (a unos 30 km al sureste de Asunción), límite entre Villeta e Ypané
Resultado Victoria aliada
Beligerantes
Comandantes
Fuerzas en combate
5593 hombres
18 cañones
18 900 hombres
26 cañones
Bajas
3500 muertos
600 heridos
1000 prisioneros
297 muertos
1431 heridos

Antecedentes

En marzo de 1868 el grueso de las fuerzas paraguayas abandonó la fortaleza de Humaitá para organizar una línea de defensa en la margen derecha del río Tebicuary. Mientras el 2.º Cuerpo del Ejército brasileño iniciaba el asedio a Humaitá, defendida por el coronel Francisco Martínez, el 1.º y 3.º Cuerpos del Ejército de Brasil y una división uruguaya, bajó las órdenes de Luis Alves de Lima e Silva, marqués de Caxias, iniciaron con lentitud la persecución del ejército paraguayo al mando del mariscal Francisco Solano López.

Francisco Solano López abandonó su nueva posición y decidió replegarse rumbo a Asunción del Paraguay para defender la línea del arroyo Pikisirí, a 130 km al sur de Asunción y 200 al norte de Humaitá, estableciendo su nuevo cuartel general en Lomas Valentinas.

La inexplicable demora de Caxias permitió a López fortificar la línea del Pikisirí. Finalmente el 3.º Cuerpo brasileño inició el avance mientras que por el río subió una división de la escuadra para acompañar la marcha. Por su parte, el Ejército Argentino al mando del general Juan Andrés Gelly y Obes fue autorizado a marchar al nuevo frente acampando en Palmar, frente a las líneas enemigas.

Tanto Caxias como Gelly y Obes descartaron un asalto frontal sobre la línea del Pikisirí y plantearon maniobras de flanqueo. El general argentino, priorizando la rapidez en las operaciones proponía mantener una división en Palmas aferrando el frente paraguayo mientras el grueso se trasladaba río arriba a San Antonio desde donde marcharía al sur. Caxias temía enfrentar el paso fortificado de Angostura por lo que se decidió a efectuar un amplio flanqueo por el este, el que sería acompañado por un desembarco pero como acción secudaria y arriesgando fuerzas menores.

Tras improvisar en 23 días una carretera con troncos de palma, el grueso de las tropas fue conducido por el Chaco hacia el norte a través de esteros, lagunas y arroyos, y en pleno periodo de lluvias. Mientras tanto, los acorazados forzaron sin inconvenientes el paso de Angostura y desembarcaron sus tropas en San Antonio donde permanecieron en espera de la división que avanzaba por el Chaco, la cual arribó el 4 de diciembre.

Las fuerzas expedicionarias estaban divididas en tres Cuerpos, el I al mando de Jacintho Machado Bittencourt, el II al mando del mariscal Alejandro Gomes de Argolo Ferrão (o Argollo), y el III al de Manuel Luis Osório (1808-1879), marqués do Herval. También desembarcó el marqués de Caxias, quien instaló su puesto comando en San Antonio.

El 6 de diciembre de 1868 la vanguardia paraguaya al mando del general Bernardino Caballero enfrentó en la Batalla de Itororó a las fuerzas del Imperio del Brasil y tras una dura lucha con fuertes pérdidas para ambos bandos consiguió replegarse en orden hacia Villeta, pasó el arroyo Ypané y se situó sobre un vado de difícil acceso, donde dio descanso a sus tropas.

Caxias, cuyas fuerzas había recibido un duro castigo en el desfiladero, no persiguió a Caballero y el día 6 de diciembre dio descanso a las tropas.

Movimientos previos

 
Luis Alves de Lima e Silva, marqués de Caxias.
 
General Juan Andrés Gelly y Obes

Las tropas paraguayas permanecían acampadas sobre el camino de Villeta y en posición ventajosa, a la vista de la vanguardia brasilera, lo que hacía suponer que intentarían defender el paso del arroyo Ipané. Caxias resolvió efectuar una marcha de flanco sobre la derecha de Caballero para obligarlo a un cambio de frente y aislarlo para lo que el día 7 de diciembre hizo contramarchar hacia el este al 3.º y 2.º cuerpo. Mientras que el primer cuerpo a las órdenes del general José Luis Mena Barreto permanecía enfrentando las posiciones paraguayas, el grueso (21.000 hombres con 3000 caballos) siguió el camino que a Capiatá hasta su cruce con el de San Antonio a Guarambaré, donde torciendo rumbo hacia el sur marchó hasta llegar al caer la tarde a tomar posición en orden de batalla en la llanura entre Ypané y Potrero Valdovinos (o Baldovinos).

Caballero no se dejó engañar y tras enviar guerrillas para hostilizar la vanguardia brasilera se replegó hacia el sur, acampando al borde del Potrero Valdovinos sobre el camino que une Villeta con Guarambaré.

Por su parte y luego de felicitar a sus comandantes, López ordenó a Caballero maniobrar entre Itororó y Lomas Valentinas y tomar posición al pie de una colina en la ribera izquierda del río Avaí. Pese a la opinión de Caballero, quien consideraba que la posición, enteramente abierta a diferencia de Ytororó, era indefendible contra fuerzas y artillería superiores y prefería retirarse para ubicarse como vanguardia en Lomas Valentinas, Solano López insistió en defender el puesto secundado por el coronel Germán Serrano, segundo de Caballero.

Al amanecer del día 9 de diciembre de 1868, las fuerzas que habían quedado sobre el puente de Itororó se reunieron con el resto del ejército imperial, el que inició su marcha hacia el puerto Ypané, en la margen izquierda del río Paraguay, donde Caxias esperaba sumar fuerzas adicionales. La vanguardia al mando de João Niederauer Sobrinho, unos 800 hombres de caballería, un batallón de ingenieros, una brigada de infantería con 4 piezas de artillería, era seguida del 3.º cuerpo de ejército con 4 piezas de artillería, el 2.º con 8 piezas y el 1.º con otras tantas, cerrando la marcha la retaguardia con una brigada de caballería.

Las fuerzas imperiales, unos 13 938 hombres, atravesaron el potrero Valdovinos a la vista de la división de Caballero, quien formó su línea y destacó partidas para provocar el combate. Pese a la diferencia de fuerzas a su favor, Caxias rehusó la lucha y se limitó a emplear al batallón 9 de infantería que protegía el flanco produciéndose una escaramuza en Antas mientras el ejército proseguía su marcha arribando a las tres de la tarde de ese mismo día al puerto Ypané, sobre el río Paraguay y en la desembocadura del arroyo Avaí. En medio de una gran tempestad, las tropas acamparon en un potrero próximo a una gran laguna sobre el camino al puerto dejando el arroyo Santa Rosa a sus espaldas.

Durante el resto de la jornada y del siguiente día, la escuadra reaprovisionó al ejército y se le sumaron las divisiones de caballería de Porto Alegre al mando del general José Joaquim de Andrade Neves, Barón del Triunfo, y de João Manuel Mena Barreto.

Avaý

 
Batalla de Avaý (detalle izquierdo), cuadro de Pedro Américo (1843-1903). Museo Nacional de Bellas Artes (Brasil).
 
Batalla de Avaý (detalle derecho), cuadro de Pedro Américo (1843-1903). Museo Nacional de Bellas Artes (Brasil).

De acuerdo a sus instrucciones Caballero ocupó su nueva posición en la margen izquierda del arroyo Avaí. Allí fue reforzado por un regimiento de caballería y un batallón de infantería de Villeta, con lo que reunía una fuerza de 5593 hombres con 18 piezas de artillería.[1]

En ese punto, el Avay corre en el centro de un gran valle limitado por dos extensas colinas. Mientras adelantaba frente al paso una batería de 10 piezas y otras de 4 a cada costado, Caballero dispuso sus tropas formando por brigadas en semicírculos a retaguardia de la artillería descansando sobre la colina sur. La exigua reserva permanecía a las órdenes directas de Caballero.

A diferencia de Itororó, la posición a defender podía ser fácilmente flanqueada y envuelta por un enemigo que dispusiera de mayores fuerzas. Asimismo, el vado carecía de mayor importancia al existir numerosos pasos alternativos. Las operaciones que precedieron a la batalla tuvieron lugar en un área aproximada de 30 kilómetros cuadrados de un terreno accidentado, cubierto de bosques en algunos puntos y conocido por los paraguayos, lo que teniendo en cuenta la disparidad de fuerzas hubiera tornado conveniente un uso intensivo de operaciones de guerrilla, lo que no fue aprovechado por Caballero.

Al tener noticias del despliegue paraguayo y decidido a aprovechar el error de sus adversarios, Caxias ordenó el avance. El general argentino Gelly fue prevenido de la operación y suponiendo que López podría verse tentado u obligado a desguarnecer la línea del Pykisirí para enfrentar a Caxías dio órdenes a sus fuerzas en Palmas de prepararse para la acción con el objeto de o bien fijar al ejército paraguayo en sus posiciones o atacar si López pese a todo marchaba a reunirse con Caballero.

En las primeras horas del 11 de diciembre de 1868, el ejército imperial se puso en marcha siguiendo el curso del arroyo Avaý. La vanguardia permanecía al mando del general Manuel Luis Osorio, el centro a las órdenes de los generales Luis Mena Barreto y Bittencourt y la retaguardia al mando de José Joaquim de Andrade Neves y Manuel Mena Barreto con 2500 hombres de caballería. Sumaban en total 17 883 o 18 900 hombres, según las fuentes.

Por su parte, el ejército argentino dejó sus cuarteles en Palmas y tomó posiciones frente a la línea del Pykisirí. A las 10:30, una lluvia torrencial dificultó el desplazamiento de la infantería por un terreno de esteros y bañados, por lo que solo fuerzas de caballería al mando del general Castro, el regimiento argentino San Martín y la Legión Paraguaya continuaron avanzando, obligando a los piquetes de vanguardia paraguayos a retirarse a las trincheras hasta que encontrándose las avanzadas argentinas ya próximas a las líneas paraguayas se empeñó un fuerte tiroteo.

El avance argentino hizo temer a López que fuera el preludio de un ataque generalizado por lo que renunció a reforzar a Caballero, dispuso concentrar a sus fuerzas y envió órdenes a Caballero replegarse a los cuarteles de Itá Ibaté (Lomas Valentinas).

El general paraguayo recibió sus nuevas instrucciones a último momento pero Serrano se opuso a seguirlas, observando que el adversario marchaba ya sobre la posición por lo que careciendo de caballería para asegurar la retirada se arriesgaban a un desastre. Ante las alternativas, Caballero prefirió presentar batalla.

Previendo una retirada, Caxias decidió cerrar el cerco por lo que en mitad de la marcha, cerca del punto denominado Paso Malo, destacó la brigada de caballería al mando de José Joaquim de Andrade Neves sobre un camino que se dirigía a Villeta en la retaguardia de Caballero y a la de Manuel Mena Barreto para que envolviendo el flanco izquierdo paraguayo convergiera en retaguardia con las fuerzas del Barón del Triunfo.

El resto del ejército brasilero tomó posición sobre la pendiente este de la colina que enfrentaba el vado y desplegó su artillería en la cima, dominando de hecho las baterías enemigas.

Mientras se iniciaba el bombardero de las posiciones paraguayas comenzó a caer la lluvia torrencial que disimuló las maniobras de flanqueo de José Joaquim de Andrade Neves y Mena Barreto y dificultó el uso de los fusiles paraguayos, en gran parte de chispa. Fuera por carecer de avanzadas que percibieran el movimiento enemigo o por otra razón, Caballero no solo no decidió retirarse sino que no tomó medida alguna en previsión de la maniobra que, teniendo en cuenta las fuerzas empleadas y el terreno favorable, acabarían previsiblemente por cercarlo y dejarlo expuesto a una batalla de aniquilamiento.

A las 10 de la mañana, la primera línea al mando de Osorio y compuesta de fuerzas del 3.º cuerpo y de la 5.º división de caballería inició el avance encabezada por los batallones 36, 44, 9 y la división Cámara bajo un violento fuego de fusilería y metralla. Tras conseguir superar el vado, ante las pérdidas sufridas y considerando inminente que sus hombres retrocederían Osorio pidió urgentes refuerzos a Caxias, que envió al resto del 3.º cuerpo de ejército.

 
General Osório, aunque herido en la mandíbula inferior izquierda por una bala de fusil, sigue frente a su caballería en persecución de los fugitivos paraguayos.

Al mando del mayor paraguayo Bernal el regimiento 8 efectuó una furiosa carga de caballería sobre los batallones 9 y 15 que intentaban trepar la colina consiguiendo desbandarlos y herir al comandante del 15, Lima Silva. Ante la gravedad de la situación, Osorio arengó a sus hombres incitándolos a avanzar pero una bala le rompió el maxilar izquierdo, debiendo retirarse del frente.

Caxias se puso entonces a la cabeza de las tropas del 2.º cuerpo y de su artillería mandadas por el general Luis Mena Barreto y se lanzó sobre la izquierda paraguaya mientras ordenaba al general Bittencourt que lo siguiera con la reserva.

El avance general hizo retroceder a las tropas de Caballero que abandonando la colina se retiraron a la siguiente altura a su retaguardia abandonando gran parte de su artillería.

Pronto, el 1.º y 2.º regimiento de caballería vadeaban el arroyo Avay envolviendo la derecha paraguaya mientras que aparecían las fuerzas del Barón del Triunfo y Manuel Mena Barreto.

Siendo tan inminente como inevitable el cierre del cerco, Caballero procuró formar en cuadro a los 3500 sobrevivientes, agotados tras tres horas de combate contra fuerzas superiores, escasos de municiones, y con muchas de sus armas inservibles, en gran parte viejos fusiles de chispa.

 
Planta de la batalla.
[En el momento del ataque,] los paraguayos, viéndose perdidos, se desbandaron. Vana precaución: el cuadro de las cuatro puntas se volvió un círculo de matanza; 17.000 hombres embravecidos empezaron la faena al son de ataque [...] Aterrados y anonadados, sin escape, se agrupan entre sí los paraguayos; los más bravos venden cara su vida, otros sucumben sin sentirlo; los niños lanzan las armas y se arrojan a los pies de los soldados brasileros, se arrastran, oprimen sus rodillas, pidiendo compasión. La piedad no da oídos en aquella expansión de odios sin resistencia: los que no mueren por el brazo airado de nuestros aliados, son pisoteados por sus caballos y presentan una masa repugnante, parecían ultimados por las garras de un tigre... Casi todos perecieron, 3500 cadáveres enemigos, enlodados en pantanos color de sangre, yacían amontonados en distintos grupos. Mezcladas allí estaban todas las edades, como si atestiguase aquel acto inhumano la destrucción de un pueblo.[2]

La caballería argentina mantuvo la presión mayor sobre la línea enemiga durante el resto del día, hasta que la acción en Avaý estuvo asegurada. López decidió ya demasiado tarde enviar a la reserva compuesta por los batallones 12 (comandante Viveros), 6 (Luján), 7 (Insfrán) y 20 (Aspillaga) al mando del segundo del cuerpo, mayor Patricio Escobar. Sobre la marcha se le incorporó en retirada el batallón 21 (comandante Oviedo), única unidad que sobrevivió a la acción de Avaý, y al conocer la derrota, Escobar dio parte y recibió la orden de replegarse.

Consecuencias

El combate causó en las filas paraguayas 3500 muertos y 1000 prisioneros, 600 de ellos gravemente heridos y dados por muertos en el campo de batalla. Fueron capturados 18 cañones, 6 banderas y todo el armamento. En palabras del oficial y pintor argentino José Ignacio Garmendia (1841-1925), «Aquello no fue una batalla sino una horrible carnicería».[2]​ Entre los prisioneros se contaban los coroneles González y Serrano, el mayor Moreno (jefe de la artillería) y el mayor Mongelós. Caballero, al verse arrancado del caballo, arrojó a sus perseguidores las espuelas de plata y el poncho y aprovechó para huir mientras los soldados se abalanzaban sobre sus prendas. Al día siguiente de la batalla, Caballero y los pocos oficiales y soldados que habían conseguido huir entre los montes se presentaban en los cuarteles de López. Dos días después, entre 150 y 200 prisioneros fugados aprovechando la negligente guardia brasileña, consiguieron también llegar a sus cuarteles, entre ellos el mayor Moreno y el sargento Valois Rivarola.

Alrededor de 300 mujeres que acompañaban a las tropas paraguayas fueron violadas por los vencedores.

Los brasileros tuvieron 13 oficiales muertos y 27 heridos, y 172 soldados muertos y 550 heridos según cifras oficiales, 1728 (297 muertos) o cerca de 4000 bajas en total según otras fuentes.[3]​ Entre los oficiales muertos estaban los tenientes coroneles Francisco de Lima e Silva, comandante del batallón 9 de cazadores, Antônio Luís da Cunha, Luiz Joaquim de Sá Britto, comandante del Regimiento n.º 4 de Cazadores a Caballo, así como el coronel Niederauer, que a consecuencia de la amputación de una pierna falleció al siguiente día, y entre los heridos Osorio y Herculano Sanches da Silva Pedra entre otros.

El argentino Garmendia afirmaría en sus memorias que

Esos hombres tan valientes no tenían conocimientos de los preceptos más sencillos de la guerra; admitir una batalla en campo raso con 5.000 hombres que van a luchar contra 17.000, de los cuales 3.000 son de magnífica caballería; es exponerse a que no se escape uno, que fue lo que sucedió.
José Ignacio Garmendia (militar y pintor argentino, 1841-1925)[2]

En efecto, la insistencia de López de sostener una posición indefendible con fuerzas divididas en vez de reunirlas y enfrentar al adversario en un único punto, fuera Pikisirí o el mismo paso de Avaý, o retirarse al este aunque significara ceder Asunción fue la causa principal de la pérdida de su ejército, complementada por la heroica aunque funesta decisión de permanecer en el campo adoptada por Caballero aun cuando era inminente su cercamiento.

En cuanto a los mandos aliados, a diferencia de en el pasado (Itororó, que Garmendia definió como «la intrepidez brutal que se obstina por meterse por un agujero de ratón»)[2]​ o el futuro próximo (Batalla de Itá Ibaté), actuaron en esta oportunidad con habilidad, coordinación y rapidez. Por las características del combate «nunca será la batalla de Avaý la mayor gloria de la Alianza, que los brasileros equivocadamente han inmortalizado. [...] En Avaý aplastó al número, derramando la sangre del enemigo con crueldad inaudita».[2]

En un debate que poco después tendría lugar en el senado brasileño, un congresista coincidiría en que no era una victoria para enorgullecerse: «Estaban a campo raso, teníamos 4000 hombres de caballería de Río Grande, éramos un ejército de 20 000 hombres contra 5000 paraguayos, que fueron aplastados».[4]

Las consecuencias de la derrota fueron desastrosas para López quien perdía en una sola acción casi la tercera parte de sus fuerzas de la línea del Pikisirí, enfrentaba un cerco seguro y cedía al ejército brasilero con la posesión de Villeta una base de operaciones segura y de enlace con la escuadra.

Los brasileños tomaron también como 300 mujeres, que fueron tratadas horriblemente, llegando a ser objeto del más feroz desenfreno:

La soldadesca desenfrenada abrió las válvulas a su feroz lascivia, y estas infelices ―que han visto perecer a sus esposos, hijos y amantes― sufrieron los ultrajes de la lujuria en la noche más oscura de sus penas. ¡No sé cómo no murieron!
José Ignacio Garmendia (pintor y militar argentino, 1841-1925)[2]

Notas

  1. Juan Crisóstomo Centurión: Memorias.
  2. José Ignacio Garmendia (militar y pintor argentino, 1841-1925): Recuerdos de la Guerra del Paraguay. Buenos Aires: Peuser, 1890.
  3. Cifras respectivas de Hernâni DONATO: Dicionário das batalhas brasileiras y Juan Crisóstomo CENTURIÓN: Memorias.
  4. «Foi uma Victoria assignalada não ha questão infelizmente não pôde ensoberbecer soldados tão valentes como são os nossos, a officiaes tão distínctos como os officiaes brasileiros, porque estavam sem campo raso, tínhamos alguns 4,000 homens da cavallaría de Río Grande, éramos um exercito de 20,000 homens contra 5,000 paraguaios, que foram esmagados." Senado de Brasil, Annaes do Senado Brazileiro, 1869.

Bibliografía

Enlaces externos

  • Argentina-RREE.com («La evolución de la guerra», en Historia de las relaciones exteriores argentinas).
  • (Guerra del Paraguay, aspectos sumarios, Ministerio de Defensa del Brasil).
  • (historia del Ejército argentino).
  • («Historia militar», del Ejército de la República del Paraguay).
  • («La Guerra de la Triple Alianza»).
  • (Campaña de Pikisirí).
  • MEC.gov.py (Ministerio de Educación y Cultura del Paraguay: Guerra de la Triple Alianza).
  •   Datos: Q3647744
  •   Multimedia: Battle of Avaí

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La batalla de Avay o Abay Avai Avay Abay Abai o Abahi librada el 11 de diciembre de 1868 fue la segunda de las grandes batallas de la campana del Pikysyry llamada Dezembrada por los brasilenos durante la guerra de la Triple Alianza Batalla de AvayGuerra de la Triple AlianzaParte de Guerra de la Triple Alianza y DezembradaBatalla de Avay oleo de Pedro Americo Fecha11 de diciembre de 1868LugarArroyo Avay a unos 30 km al sureste de Asuncion limite entre Villeta e YpaneResultadoVictoria aliadaBeligerantesRepublica del Paraguay Imperio del BrasilComandantesBernardino Caballero Luis Alves de Lima e Silva marques de CaxiasFuerzas en combate5593 hombres18 canones 18 900 hombres26 canonesBajas3500 muertos600 heridos1000 prisioneros 297 muertos1431 heridos editar datos en Wikidata Indice 1 Antecedentes 2 Movimientos previos 3 Avay 4 Consecuencias 5 Notas 5 1 Bibliografia 6 Enlaces externosAntecedentes EditarEn marzo de 1868 el grueso de las fuerzas paraguayas abandono la fortaleza de Humaita para organizar una linea de defensa en la margen derecha del rio Tebicuary Mientras el 2 º Cuerpo del Ejercito brasileno iniciaba el asedio a Humaita defendida por el coronel Francisco Martinez el 1 º y 3 º Cuerpos del Ejercito de Brasil y una division uruguaya bajo las ordenes de Luis Alves de Lima e Silva marques de Caxias iniciaron con lentitud la persecucion del ejercito paraguayo al mando del mariscal Francisco Solano Lopez Francisco Solano Lopez abandono su nueva posicion y decidio replegarse rumbo a Asuncion del Paraguay para defender la linea del arroyo Pikisiri a 130 km al sur de Asuncion y 200 al norte de Humaita estableciendo su nuevo cuartel general en Lomas Valentinas La inexplicable demora de Caxias permitio a Lopez fortificar la linea del Pikisiri Finalmente el 3 º Cuerpo brasileno inicio el avance mientras que por el rio subio una division de la escuadra para acompanar la marcha Por su parte el Ejercito Argentino al mando del general Juan Andres Gelly y Obes fue autorizado a marchar al nuevo frente acampando en Palmar frente a las lineas enemigas Tanto Caxias como Gelly y Obes descartaron un asalto frontal sobre la linea del Pikisiri y plantearon maniobras de flanqueo El general argentino priorizando la rapidez en las operaciones proponia mantener una division en Palmas aferrando el frente paraguayo mientras el grueso se trasladaba rio arriba a San Antonio desde donde marcharia al sur Caxias temia enfrentar el paso fortificado de Angostura por lo que se decidio a efectuar un amplio flanqueo por el este el que seria acompanado por un desembarco pero como accion secudaria y arriesgando fuerzas menores Tras improvisar en 23 dias una carretera con troncos de palma el grueso de las tropas fue conducido por el Chaco hacia el norte a traves de esteros lagunas y arroyos y en pleno periodo de lluvias Mientras tanto los acorazados forzaron sin inconvenientes el paso de Angostura y desembarcaron sus tropas en San Antonio donde permanecieron en espera de la division que avanzaba por el Chaco la cual arribo el 4 de diciembre Las fuerzas expedicionarias estaban divididas en tres Cuerpos el I al mando de Jacintho Machado Bittencourt el II al mando del mariscal Alejandro Gomes de Argolo Ferrao o Argollo y el III al de Manuel Luis Osorio 1808 1879 marques do Herval Tambien desembarco el marques de Caxias quien instalo su puesto comando en San Antonio El 6 de diciembre de 1868 la vanguardia paraguaya al mando del general Bernardino Caballero enfrento en la Batalla de Itororo a las fuerzas del Imperio del Brasil y tras una dura lucha con fuertes perdidas para ambos bandos consiguio replegarse en orden hacia Villeta paso el arroyo Ypane y se situo sobre un vado de dificil acceso donde dio descanso a sus tropas Caxias cuyas fuerzas habia recibido un duro castigo en el desfiladero no persiguio a Caballero y el dia 6 de diciembre dio descanso a las tropas Movimientos previos Editar Francisco Solano Lopez Luis Alves de Lima e Silva marques de Caxias General Juan Andres Gelly y Obes Las tropas paraguayas permanecian acampadas sobre el camino de Villeta y en posicion ventajosa a la vista de la vanguardia brasilera lo que hacia suponer que intentarian defender el paso del arroyo Ipane Caxias resolvio efectuar una marcha de flanco sobre la derecha de Caballero para obligarlo a un cambio de frente y aislarlo para lo que el dia 7 de diciembre hizo contramarchar hacia el este al 3 º y 2 º cuerpo Mientras que el primer cuerpo a las ordenes del general Jose Luis Mena Barreto permanecia enfrentando las posiciones paraguayas el grueso 21 000 hombres con 3000 caballos siguio el camino que a Capiata hasta su cruce con el de San Antonio a Guarambare donde torciendo rumbo hacia el sur marcho hasta llegar al caer la tarde a tomar posicion en orden de batalla en la llanura entre Ypane y Potrero Valdovinos o Baldovinos Caballero no se dejo enganar y tras enviar guerrillas para hostilizar la vanguardia brasilera se replego hacia el sur acampando al borde del Potrero Valdovinos sobre el camino que une Villeta con Guarambare Por su parte y luego de felicitar a sus comandantes Lopez ordeno a Caballero maniobrar entre Itororo y Lomas Valentinas y tomar posicion al pie de una colina en la ribera izquierda del rio Avai Pese a la opinion de Caballero quien consideraba que la posicion enteramente abierta a diferencia de Ytororo era indefendible contra fuerzas y artilleria superiores y preferia retirarse para ubicarse como vanguardia en Lomas Valentinas Solano Lopez insistio en defender el puesto secundado por el coronel German Serrano segundo de Caballero Al amanecer del dia 9 de diciembre de 1868 las fuerzas que habian quedado sobre el puente de Itororo se reunieron con el resto del ejercito imperial el que inicio su marcha hacia el puerto Ypane en la margen izquierda del rio Paraguay donde Caxias esperaba sumar fuerzas adicionales La vanguardia al mando de Joao Niederauer Sobrinho unos 800 hombres de caballeria un batallon de ingenieros una brigada de infanteria con 4 piezas de artilleria era seguida del 3 º cuerpo de ejercito con 4 piezas de artilleria el 2 º con 8 piezas y el 1 º con otras tantas cerrando la marcha la retaguardia con una brigada de caballeria Las fuerzas imperiales unos 13 938 hombres atravesaron el potrero Valdovinos a la vista de la division de Caballero quien formo su linea y destaco partidas para provocar el combate Pese a la diferencia de fuerzas a su favor Caxias rehuso la lucha y se limito a emplear al batallon 9 de infanteria que protegia el flanco produciendose una escaramuza en Antas mientras el ejercito proseguia su marcha arribando a las tres de la tarde de ese mismo dia al puerto Ypane sobre el rio Paraguay y en la desembocadura del arroyo Avai En medio de una gran tempestad las tropas acamparon en un potrero proximo a una gran laguna sobre el camino al puerto dejando el arroyo Santa Rosa a sus espaldas Durante el resto de la jornada y del siguiente dia la escuadra reaprovisiono al ejercito y se le sumaron las divisiones de caballeria de Porto Alegre al mando del general Jose Joaquim de Andrade Neves Baron del Triunfo y de Joao Manuel Mena Barreto Avay Editar Batalla de Avay detalle izquierdo cuadro de Pedro Americo 1843 1903 Museo Nacional de Bellas Artes Brasil Batalla de Avay detalle derecho cuadro de Pedro Americo 1843 1903 Museo Nacional de Bellas Artes Brasil De acuerdo a sus instrucciones Caballero ocupo su nueva posicion en la margen izquierda del arroyo Avai Alli fue reforzado por un regimiento de caballeria y un batallon de infanteria de Villeta con lo que reunia una fuerza de 5593 hombres con 18 piezas de artilleria 1 En ese punto el Avay corre en el centro de un gran valle limitado por dos extensas colinas Mientras adelantaba frente al paso una bateria de 10 piezas y otras de 4 a cada costado Caballero dispuso sus tropas formando por brigadas en semicirculos a retaguardia de la artilleria descansando sobre la colina sur La exigua reserva permanecia a las ordenes directas de Caballero A diferencia de Itororo la posicion a defender podia ser facilmente flanqueada y envuelta por un enemigo que dispusiera de mayores fuerzas Asimismo el vado carecia de mayor importancia al existir numerosos pasos alternativos Las operaciones que precedieron a la batalla tuvieron lugar en un area aproximada de 30 kilometros cuadrados de un terreno accidentado cubierto de bosques en algunos puntos y conocido por los paraguayos lo que teniendo en cuenta la disparidad de fuerzas hubiera tornado conveniente un uso intensivo de operaciones de guerrilla lo que no fue aprovechado por Caballero Al tener noticias del despliegue paraguayo y decidido a aprovechar el error de sus adversarios Caxias ordeno el avance El general argentino Gelly fue prevenido de la operacion y suponiendo que Lopez podria verse tentado u obligado a desguarnecer la linea del Pykisiri para enfrentar a Caxias dio ordenes a sus fuerzas en Palmas de prepararse para la accion con el objeto de o bien fijar al ejercito paraguayo en sus posiciones o atacar si Lopez pese a todo marchaba a reunirse con Caballero En las primeras horas del 11 de diciembre de 1868 el ejercito imperial se puso en marcha siguiendo el curso del arroyo Avay La vanguardia permanecia al mando del general Manuel Luis Osorio el centro a las ordenes de los generales Luis Mena Barreto y Bittencourt y la retaguardia al mando de Jose Joaquim de Andrade Neves y Manuel Mena Barreto con 2500 hombres de caballeria Sumaban en total 17 883 o 18 900 hombres segun las fuentes Por su parte el ejercito argentino dejo sus cuarteles en Palmas y tomo posiciones frente a la linea del Pykisiri A las 10 30 una lluvia torrencial dificulto el desplazamiento de la infanteria por un terreno de esteros y banados por lo que solo fuerzas de caballeria al mando del general Castro el regimiento argentino San Martin y la Legion Paraguaya continuaron avanzando obligando a los piquetes de vanguardia paraguayos a retirarse a las trincheras hasta que encontrandose las avanzadas argentinas ya proximas a las lineas paraguayas se empeno un fuerte tiroteo El avance argentino hizo temer a Lopez que fuera el preludio de un ataque generalizado por lo que renuncio a reforzar a Caballero dispuso concentrar a sus fuerzas y envio ordenes a Caballero replegarse a los cuarteles de Ita Ibate Lomas Valentinas El general paraguayo recibio sus nuevas instrucciones a ultimo momento pero Serrano se opuso a seguirlas observando que el adversario marchaba ya sobre la posicion por lo que careciendo de caballeria para asegurar la retirada se arriesgaban a un desastre Ante las alternativas Caballero prefirio presentar batalla Previendo una retirada Caxias decidio cerrar el cerco por lo que en mitad de la marcha cerca del punto denominado Paso Malo destaco la brigada de caballeria al mando de Jose Joaquim de Andrade Neves sobre un camino que se dirigia a Villeta en la retaguardia de Caballero y a la de Manuel Mena Barreto para que envolviendo el flanco izquierdo paraguayo convergiera en retaguardia con las fuerzas del Baron del Triunfo El resto del ejercito brasilero tomo posicion sobre la pendiente este de la colina que enfrentaba el vado y desplego su artilleria en la cima dominando de hecho las baterias enemigas Mientras se iniciaba el bombardero de las posiciones paraguayas comenzo a caer la lluvia torrencial que disimulo las maniobras de flanqueo de Jose Joaquim de Andrade Neves y Mena Barreto y dificulto el uso de los fusiles paraguayos en gran parte de chispa Fuera por carecer de avanzadas que percibieran el movimiento enemigo o por otra razon Caballero no solo no decidio retirarse sino que no tomo medida alguna en prevision de la maniobra que teniendo en cuenta las fuerzas empleadas y el terreno favorable acabarian previsiblemente por cercarlo y dejarlo expuesto a una batalla de aniquilamiento A las 10 de la manana la primera linea al mando de Osorio y compuesta de fuerzas del 3 º cuerpo y de la 5 º division de caballeria inicio el avance encabezada por los batallones 36 44 9 y la division Camara bajo un violento fuego de fusileria y metralla Tras conseguir superar el vado ante las perdidas sufridas y considerando inminente que sus hombres retrocederian Osorio pidio urgentes refuerzos a Caxias que envio al resto del 3 º cuerpo de ejercito General Osorio aunque herido en la mandibula inferior izquierda por una bala de fusil sigue frente a su caballeria en persecucion de los fugitivos paraguayos Al mando del mayor paraguayo Bernal el regimiento 8 efectuo una furiosa carga de caballeria sobre los batallones 9 y 15 que intentaban trepar la colina consiguiendo desbandarlos y herir al comandante del 15 Lima Silva Ante la gravedad de la situacion Osorio arengo a sus hombres incitandolos a avanzar pero una bala le rompio el maxilar izquierdo debiendo retirarse del frente Caxias se puso entonces a la cabeza de las tropas del 2 º cuerpo y de su artilleria mandadas por el general Luis Mena Barreto y se lanzo sobre la izquierda paraguaya mientras ordenaba al general Bittencourt que lo siguiera con la reserva El avance general hizo retroceder a las tropas de Caballero que abandonando la colina se retiraron a la siguiente altura a su retaguardia abandonando gran parte de su artilleria Pronto el 1 º y 2 º regimiento de caballeria vadeaban el arroyo Avay envolviendo la derecha paraguaya mientras que aparecian las fuerzas del Baron del Triunfo y Manuel Mena Barreto Siendo tan inminente como inevitable el cierre del cerco Caballero procuro formar en cuadro a los 3500 sobrevivientes agotados tras tres horas de combate contra fuerzas superiores escasos de municiones y con muchas de sus armas inservibles en gran parte viejos fusiles de chispa Planta de la batalla En el momento del ataque los paraguayos viendose perdidos se desbandaron Vana precaucion el cuadro de las cuatro puntas se volvio un circulo de matanza 17 000 hombres embravecidos empezaron la faena al son de ataque Aterrados y anonadados sin escape se agrupan entre si los paraguayos los mas bravos venden cara su vida otros sucumben sin sentirlo los ninos lanzan las armas y se arrojan a los pies de los soldados brasileros se arrastran oprimen sus rodillas pidiendo compasion La piedad no da oidos en aquella expansion de odios sin resistencia los que no mueren por el brazo airado de nuestros aliados son pisoteados por sus caballos y presentan una masa repugnante parecian ultimados por las garras de un tigre Casi todos perecieron 3500 cadaveres enemigos enlodados en pantanos color de sangre yacian amontonados en distintos grupos Mezcladas alli estaban todas las edades como si atestiguase aquel acto inhumano la destruccion de un pueblo 2 La caballeria argentina mantuvo la presion mayor sobre la linea enemiga durante el resto del dia hasta que la accion en Avay estuvo asegurada Lopez decidio ya demasiado tarde enviar a la reserva compuesta por los batallones 12 comandante Viveros 6 Lujan 7 Insfran y 20 Aspillaga al mando del segundo del cuerpo mayor Patricio Escobar Sobre la marcha se le incorporo en retirada el batallon 21 comandante Oviedo unica unidad que sobrevivio a la accion de Avay y al conocer la derrota Escobar dio parte y recibio la orden de replegarse Consecuencias EditarEl combate causo en las filas paraguayas 3500 muertos y 1000 prisioneros 600 de ellos gravemente heridos y dados por muertos en el campo de batalla Fueron capturados 18 canones 6 banderas y todo el armamento En palabras del oficial y pintor argentino Jose Ignacio Garmendia 1841 1925 Aquello no fue una batalla sino una horrible carniceria 2 Entre los prisioneros se contaban los coroneles Gonzalez y Serrano el mayor Moreno jefe de la artilleria y el mayor Mongelos Caballero al verse arrancado del caballo arrojo a sus perseguidores las espuelas de plata y el poncho y aprovecho para huir mientras los soldados se abalanzaban sobre sus prendas Al dia siguiente de la batalla Caballero y los pocos oficiales y soldados que habian conseguido huir entre los montes se presentaban en los cuarteles de Lopez Dos dias despues entre 150 y 200 prisioneros fugados aprovechando la negligente guardia brasilena consiguieron tambien llegar a sus cuarteles entre ellos el mayor Moreno y el sargento Valois Rivarola Alrededor de 300 mujeres que acompanaban a las tropas paraguayas fueron violadas por los vencedores Los brasileros tuvieron 13 oficiales muertos y 27 heridos y 172 soldados muertos y 550 heridos segun cifras oficiales 1728 297 muertos o cerca de 4000 bajas en total segun otras fuentes 3 Entre los oficiales muertos estaban los tenientes coroneles Francisco de Lima e Silva comandante del batallon 9 de cazadores Antonio Luis da Cunha Luiz Joaquim de Sa Britto comandante del Regimiento n º 4 de Cazadores a Caballo asi como el coronel Niederauer que a consecuencia de la amputacion de una pierna fallecio al siguiente dia y entre los heridos Osorio y Herculano Sanches da Silva Pedra entre otros El argentino Garmendia afirmaria en sus memorias que Esos hombres tan valientes no tenian conocimientos de los preceptos mas sencillos de la guerra admitir una batalla en campo raso con 5 000 hombres que van a luchar contra 17 000 de los cuales 3 000 son de magnifica caballeria es exponerse a que no se escape uno que fue lo que sucedio Jose Ignacio Garmendia militar y pintor argentino 1841 1925 2 En efecto la insistencia de Lopez de sostener una posicion indefendible con fuerzas divididas en vez de reunirlas y enfrentar al adversario en un unico punto fuera Pikisiri o el mismo paso de Avay o retirarse al este aunque significara ceder Asuncion fue la causa principal de la perdida de su ejercito complementada por la heroica aunque funesta decision de permanecer en el campo adoptada por Caballero aun cuando era inminente su cercamiento En cuanto a los mandos aliados a diferencia de en el pasado Itororo que Garmendia definio como la intrepidez brutal que se obstina por meterse por un agujero de raton 2 o el futuro proximo Batalla de Ita Ibate actuaron en esta oportunidad con habilidad coordinacion y rapidez Por las caracteristicas del combate nunca sera la batalla de Avay la mayor gloria de la Alianza que los brasileros equivocadamente han inmortalizado En Avay aplasto al numero derramando la sangre del enemigo con crueldad inaudita 2 En un debate que poco despues tendria lugar en el senado brasileno un congresista coincidiria en que no era una victoria para enorgullecerse Estaban a campo raso teniamos 4000 hombres de caballeria de Rio Grande eramos un ejercito de 20 000 hombres contra 5000 paraguayos que fueron aplastados 4 Las consecuencias de la derrota fueron desastrosas para Lopez quien perdia en una sola accion casi la tercera parte de sus fuerzas de la linea del Pikisiri enfrentaba un cerco seguro y cedia al ejercito brasilero con la posesion de Villeta una base de operaciones segura y de enlace con la escuadra Los brasilenos tomaron tambien como 300 mujeres que fueron tratadas horriblemente llegando a ser objeto del mas feroz desenfreno La soldadesca desenfrenada abrio las valvulas a su feroz lascivia y estas infelices que han visto perecer a sus esposos hijos y amantes sufrieron los ultrajes de la lujuria en la noche mas oscura de sus penas No se como no murieron Jose Ignacio Garmendia pintor y militar argentino 1841 1925 2 Notas Editar Juan Crisostomo Centurion Memorias a b c d e f Jose Ignacio Garmendia militar y pintor argentino 1841 1925 Recuerdos de la Guerra del Paraguay Buenos Aires Peuser 1890 Cifras respectivas de Hernani DONATO Dicionario das batalhas brasileiras y Juan Crisostomo CENTURIoN Memorias Foi uma Victoria assignalada nao ha questao infelizmente nao pode ensoberbecer soldados tao valentes como sao os nossos a officiaes tao distinctos como os officiaes brasileiros porque estavam sem campo raso tinhamos alguns 4 000 homens da cavallaria de Rio Grande eramos um exercito de 20 000 homens contra 5 000 paraguaios que foram esmagados Senado de Brasil Annaes do Senado Brazileiro 1869 Bibliografia Editar Garmendia Jose Ignacio Recuerdos de la Guerra del Paraguay Buenos Aires Peuser 1890 Donato Hernani Diccionario das batalhas brasileiras Sao Paulo IBRASA 1996 Beverina Juan La Guerra del Paraguay 1865 1870 Buenos Aires Circulo Militar 1973 Centurion Juan Crisostomo Memorias del coronel Juan Crisostomo Centurion Imprenta de J A Berra 1894 De Marco Miguel Angel La Guerra del Paraguay Buenos Aires Emece 2007 ISBN 950 04 2891 1 9789500428910 O Leary Juan Emiliano El libro de los heroes paginas historicas de la Guerra del Paraguay BiblioBazaar 2009 ISBN 1 113 53915 1 9781113539151 Carcano Ramon Jose Guerra del Paraguay Domingo Viau y Cia 1941 Senado de Brasil Annaes do Senado brazileiro volumen 5 1869 Enlaces externos Editar Wikimedia Commons alberga una categoria multimedia sobre Batalla de Abay Argentina RREE com La evolucion de la guerra en Historia de las relaciones exteriores argentinas Cdocex eb mil br Guerra del Paraguay aspectos sumarios Ministerio de Defensa del Brasil Ejercito mil ar historia del Ejercito argentino Ejercito mil py Historia militar del Ejercito de la Republica del Paraguay elhistoriador com ar La Guerra de la Triple Alianza EVP edu py Campana de Pikisiri GuerraDelParaguay org ar MEC gov py Ministerio de Educacion y Cultura del Paraguay Guerra de la Triple Alianza Datos Q3647744 Multimedia Battle of AvaiObtenido de https es wikipedia org w index php title Batalla de Abay amp oldid 129748805, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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