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Asesinato de Carlos Ray

El asesinato de Carlos Ray, concejal de la municipalidad de Vicente López, se produjo en esa ciudad el 10 de septiembre de 1926, la principal acusada fue su amante María Poey de Canelo hasta que se determinó que sus autores habían sido dos delincuentes comunes que tenían el propósito de robo. El hecho, que tuvo en esa época una gran difusión entre la población y en la prensa, dio origen a dos películas y a los títulos de un tango y una obra teatral.

Asesinato de Carlos Ray
Tipo homicidio
Ubicación Vicente López
País Argentina
Fecha 10 de septiembre de 1926

El hecho

Carlos Ray tenía fama de respetabilidad, un compromiso matrimonial con una joven de buena familia y vivía en una casa ubicado en un barrio de personas adineradas en la ciudad de Vicente López, aledaña a la de Buenos Aires. Era un médico de cierto renombre que había sido elegido concejal en la municipalidad local y actuaba en la política local con adhesión a la Unión Cívica Radical Antipersonalista, una fracción del partido por entonces gobernante.

En la madrugada del 10 de septiembre de 1926 los vecinos de Ray escucharon disparos provenientes de su casa y los gritos de una mujer pidiendo auxilio por una ventana abierta, que resultó ser María Poey de Canelo, una mujer joven y bien parecida que convivía con Ray, que la había conocido a dos años de recibido de médico, en 1917, y un tiempo después de haberse ella separado de su esposo y padre de su única hija, de 14 años a la fecha del homicidio.

La Policía encontró en la casa el cadáver de Ray y el informe médico determinó que había recibido un disparo que le perforó la aorta, el corazón y el pulmón, para alojarse en la pleura, matándolo casi en forma instantánea. Poey declaró que a poco de dormirse escucharon ruidos y encendieron las luces encontrando a dos hombres enmascarados que les dispararon y escaparon; Ray cayó inconsciente y la mujer tomó de la mesa de luz un revólver con el que hizo disparos al aire, para pedir auxilio.[1][2][3][4]

En 1923, Poey había conocido al también concejal José Pereyra, de quien, según versiones de la prensa, había llegado a ser también su amante. La noche del homicidio, Ray había recibido para la cena a parejas amigas y colegas, entre los que se encontraba Pereyra, quienes habían visto vivo a Ray antes de retirarse de la casa.

La autopsia judicial de Pedro Pando dictaminó que Ray había sido envenenado con cianuro, lo que hizo surgir la hipótesis de que Poey lo habría envenenado despechada por su reciente compromiso matrimonial con una mujer de otra condición social, en complicidad con una o más personas, y el concejal Pereyra apareció como sospechoso de disfrazar la escena final, disparando sobre el cadáver de Ray. El juez en lo criminal Julio M. Facio, con sede en La Plata, a cargo de la causa, ordenó la detención de María Poey y de Pereyra, así como de la servidumbre: la mucama y su marido, el jardinero -de apellido Schiz- y su mujer. Sobre el cianuro, Poey dijo que Schiz lo había comprado por orden de Ray para combatir hormigas, pero el jardinero lo negó. Se hizo un segundo estudio de las vísceras del muerto, a cargo de Carlos Grau, exdocente de Toxicología de la Facultad de Ciencias Exactas, dedicado a la organización del Laboratorio de Química de la Provincia de Buenos Aires, que indicó que no había cianuro.[1]

Por entonces trascendió en la prensa el estudio psicológico hecho el Director y Subdirector del Hospital Melchor Romero, Eusebio Albina y Antonio González, que descalificaba a Poey como “una perversa instintiva cuyo punto más saliente es la vida privada irregular, las costumbres licenciosas, que precisamente constituyen la manifestación social común en los perversos del género femenino", y recusaba su reacción tras el hecho afirmando que una mujer común, en esa situación, se desmaya y nunca toma un revólver y pide socorro a gritos. El juez Facio decidió pedir un tercer informe a la Facultad de Química y Farmacia de la Universidad Nacional de La Plata, a la cual se enviaron 18 frascos sellados, lacrados y rotulados con las vísceras del fallecido. El viernes 24 de septiembre se constituyó la comisión pericial con los autores de los informes anteriores, Pedro Pando y Carlos Grau, Carlos Sagastume, Decano de la Facultad, Trifón Ugarte, Profesor de Toxicología de la misma y los profesores Juan Machado y Eduardo Blomberg, que inició su tarea de inmediato, la siguió el día siguiente sábado y la concluyó el domingo al mediodía tras veintiséis horas de labor. El miércoles 29 cerca de las siete de la tarde, el informe, ilustrado con fotografías y cuadros sinópticos, llegó a manos del juez con la conclusión de que no había restos de cianuro. Pando, en disidencia, mantuvo su opinión en contrario.[1]

Ese día Ángela Villalba, mucama de la casa vecina, Ángela Villalba, comentó haber visto a dos hombres escapar mientras Poey gritaba por la ventana, pero su patrón le había indicado que no comentara nada para evitar involucrarse.[1]

En noviembre el juez decidió reunir a todos los peritos en el laboratorio de tribunales, para que expusiesen sus puntos de vista. Cuando le corresponde exponer a Ugarte, explicó que las conclusiones, aparentemente contradictorias, derivaban de la diferente metodología de las pruebas eran realizadas y que las dos reacciones clave, la del ferrocianuro férrico y la del sulfocianuro férrico -utilizadas por el equipo de la Facultad- son para el cianuro tan fiables comolo son las impresiones digitales para la identificación de una persona. El juez determinó que no había un resultado concluyente.[1]

En diciembre, cuando no había mucha atención sobre el caso, el delincuente Víctor Antía fue herido de gravedad y detenido cuando con algunos cómplices intentó un asalto en la ciudad de Buenos Aires y, en el hospital, confesó que había participado en el asesinato de Ray con Rosendo Antía y José Llacoy; a raíz de esta confesión la policía encontró parte de lo robado[4]​ y al tiempo los dos cómplices fueron detenidos. A todo esto, el Dr. Facio tomó conocimiento y el 30 de diciembre por la madrugada Poey y Pereyra fueron puestos en libertad luego de 90 días de encierro, durante las cuales la mujer escribió sus memorias.[4]

El asunto, sin embargo, no había finalizado; Antín y Llacoy se retractaron de sus confesiones afirmando que habían sido torturados por la policía para que las hiciesen y el juez Facio encontró irregularidades en las actas policiales de secuestro de objetos probatorios, por lo cual el 7 de noviembre de 1927 dispone la libertad por falta de mérito de Antín y Llacoy, el procesamiento de varios policías y la detención de Poey y Pereyra. De inmediato el defensor de estos interpuso un recurso de habeas corpus, que era el procedimiento para apelar la resolución, y la Cámara 3° de Apelaciones que intervino, revocó la detención y sobreseyó a Poey y Pereyra, dejó sin efecto el procesamiento de los policías y dispuso que Antín y Llacoy sigan procesados.[5][4]

El perito Pando fue objeto de una campaña del diario Crítica en su contra, enfermó gravemente y murió. El Dr. Facio, que posteriormente escribió un libro sobre el caso, tuvo en 1930 un juicio político pidiendo su destitución por su actuación en varias causas -algunas anteriores y otras posteriores al caso Ray-, que fue finalmente rechazado.[5]

El caso en la prensa

El crimen fue tratado en algunos diarios con notas que contenían calificaciones acerca de Poey tales como la de “prototipo de una mujer aventurera, falta de escrúpulos y de una vida verdaderamente azarosa" que seducía hombres ricos para que le hicieran regalos valiosos y otra índole de favores y versiones según las cuales el fallecido sabía de esos manejos y los aprovechaba en su beneficio económico personal. Los diarios La Razón y Última Hora se adherían a la hipótesis de la culpabilidad de María Poey en tanto Crítica suscribía la tesis del comisario Eduardo Santiago, jefe de Investigaciones de la Policía Federal que había sido un intento de robo.

El 21 de septiembre de 1926 o sea el día anterior a la autopsia, Crítica tituló su edición a toda página “No hay cianuro”, para lo cual debió recurrir a tipos de imprenta especiales dado el tamaño de las letras; explicaba que “según rumores, esto dice el informe del otro químico que analizó las vísceras” y deslizaba la posibilidad de que alguien pudiera haber agregado el veneno para despistar a los investigadores. Con ayuda de un policía amigo a cargo de trasladar el cuerpo de Ray desde el cementerio de la Recoleta y unos pesos, Gustavo Germán González, el cronista de policiales de Crítica, obtuvo que el plomero de la morgue que debía abrir y cerrar el ataúd le prestara ropa y lo dejara ocupar su lugar en el acto de la autopsia del 22 de septiembre, en tanto el comisario Santiago, que lo reconoció allí, nada dijo. La pericia terminó al mediodía y en la edición de la tarde Crítica tituló: “Como lo anticipó Crítica, los demás peritos designados por el juez repiten: No hay cianuro”. En la misma nota sobre la autopsia el diario se regodeaba: “Una de las órdenes impartidas por el juez era la de impedir el acceso a la sala de la Morgue a todos aquellos que no tenían una autorización expresa del magistrado, aún los médicos y especialmente los periodistas. Sin embargo, como lo ha demostrado ya en innúmeras oportunidades, Crítica llega siempre hasta donde se propone y así esta vez también, nuestro cronista de policía pudo observar de cerca la autopsia”.

El caso en el arte

“No hay cianuro” se convirtió en una marca de época. Fue el título que Ausonio Rivero Pisani le puso al tango instrumental de su autoría, que grabó Osvaldo Fresedo en 1927. Iván Diez escribió en la misma época una obra de teatro, Aquí no hay cianuro que se representó con Azucena Maizani como primera figura.

En 1928 Poey protagonizó su propia historia en un corto documental mudo -dirigida por el cineasta peruano Villarán- cuyo título era su mismo nombre, estrenado en febrero de 1928. Años después se filmó la película, Los acusados dirigida por Antonio Cunill (hijo) sobre su propio guion escrito en colaboración con Marco Denevi y Mario Soffici según el argumento de Marco Denevi basado en el caso Ray, que se estrenó el 10 de marzo de 1960 y que tuvo como protagonistas a Silvia Legrand, Mario Soffici, Guillermo Battaglia, Alita Román y Julián Bourges.[6]

En su libro sobre el diario Crítica en la década de 1920, dice Sylvia Saítta que la frase “No hay cianuro” pasó al lenguaje popular para una forma de dar énfasis a la negación. En 2000, Ricardo Ragendorfer repitió la acción del periodista González introduciéndose en la autopsia del cantante Rodrigo Bueno.

Referencias

  1. Mastrantonio, Guido. «Un relato literario recrea una hecho real en la que la Facultad ayudó a resolver el asesinato del Concejal radical Carlos Ray a principios del siglo pasado». Consultado el 25 de diciembre de 2017. 
  2. Pignatelli, Adrián (18 de agosto de 2017). . Archivado desde el original el 12 de enero de 2018. Consultado el 25 de diciembre de 2017. 
  3. Aguirre, Osvaldo (29 de septiembre de 2016). «Un golpe maestro». Consultado el 25 de diciembre de 2017. 
  4. Tálice, Roberto A. (1989). 100.000 ejemplares por hora (2° edición). Buenos Aires: Editorial Corregidor. pp. 167-172. ISBN 950-05-0551-1 |isbn= incorrecto (ayuda). 
  5. Garavelli, Hugo José (1° de mayo de 2014). «No hay cianuro: el crimen de Carlos Ray». Revista Cruz del Sur n° 6 ISNN 2250-4478. p. 362. Consultado el 25 de diciembre de 2017. 
  6. Manrupe, Raúl; Portela, María Alejandra (2001). Un diccionario de films argentinos (1930-1995). Buenos Aires: Editorial Corregidor. p. 5. ISBN 950-05-0896-6. 
  •   Datos: Q47198335

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El asesinato de Carlos Ray concejal de la municipalidad de Vicente Lopez se produjo en esa ciudad el 10 de septiembre de 1926 la principal acusada fue su amante Maria Poey de Canelo hasta que se determino que sus autores habian sido dos delincuentes comunes que tenian el proposito de robo El hecho que tuvo en esa epoca una gran difusion entre la poblacion y en la prensa dio origen a dos peliculas y a los titulos de un tango y una obra teatral Asesinato de Carlos RayTipohomicidioUbicacionVicente LopezPaisArgentinaFecha10 de septiembre de 1926 editar datos en Wikidata Indice 1 El hecho 2 El caso en la prensa 3 El caso en el arte 4 ReferenciasEl hecho EditarCarlos Ray tenia fama de respetabilidad un compromiso matrimonial con una joven de buena familia y vivia en una casa ubicado en un barrio de personas adineradas en la ciudad de Vicente Lopez aledana a la de Buenos Aires Era un medico de cierto renombre que habia sido elegido concejal en la municipalidad local y actuaba en la politica local con adhesion a la Union Civica Radical Antipersonalista una fraccion del partido por entonces gobernante En la madrugada del 10 de septiembre de 1926 los vecinos de Ray escucharon disparos provenientes de su casa y los gritos de una mujer pidiendo auxilio por una ventana abierta que resulto ser Maria Poey de Canelo una mujer joven y bien parecida que convivia con Ray que la habia conocido a dos anos de recibido de medico en 1917 y un tiempo despues de haberse ella separado de su esposo y padre de su unica hija de 14 anos a la fecha del homicidio La Policia encontro en la casa el cadaver de Ray y el informe medico determino que habia recibido un disparo que le perforo la aorta el corazon y el pulmon para alojarse en la pleura matandolo casi en forma instantanea Poey declaro que a poco de dormirse escucharon ruidos y encendieron las luces encontrando a dos hombres enmascarados que les dispararon y escaparon Ray cayo inconsciente y la mujer tomo de la mesa de luz un revolver con el que hizo disparos al aire para pedir auxilio 1 2 3 4 En 1923 Poey habia conocido al tambien concejal Jose Pereyra de quien segun versiones de la prensa habia llegado a ser tambien su amante La noche del homicidio Ray habia recibido para la cena a parejas amigas y colegas entre los que se encontraba Pereyra quienes habian visto vivo a Ray antes de retirarse de la casa La autopsia judicial de Pedro Pando dictamino que Ray habia sido envenenado con cianuro lo que hizo surgir la hipotesis de que Poey lo habria envenenado despechada por su reciente compromiso matrimonial con una mujer de otra condicion social en complicidad con una o mas personas y el concejal Pereyra aparecio como sospechoso de disfrazar la escena final disparando sobre el cadaver de Ray El juez en lo criminal Julio M Facio con sede en La Plata a cargo de la causa ordeno la detencion de Maria Poey y de Pereyra asi como de la servidumbre la mucama y su marido el jardinero de apellido Schiz y su mujer Sobre el cianuro Poey dijo que Schiz lo habia comprado por orden de Ray para combatir hormigas pero el jardinero lo nego Se hizo un segundo estudio de las visceras del muerto a cargo de Carlos Grau exdocente de Toxicologia de la Facultad de Ciencias Exactas dedicado a la organizacion del Laboratorio de Quimica de la Provincia de Buenos Aires que indico que no habia cianuro 1 Por entonces trascendio en la prensa el estudio psicologico hecho el Director y Subdirector del Hospital Melchor Romero Eusebio Albina y Antonio Gonzalez que descalificaba a Poey como una perversa instintiva cuyo punto mas saliente es la vida privada irregular las costumbres licenciosas que precisamente constituyen la manifestacion social comun en los perversos del genero femenino y recusaba su reaccion tras el hecho afirmando que una mujer comun en esa situacion se desmaya y nunca toma un revolver y pide socorro a gritos El juez Facio decidio pedir un tercer informe a la Facultad de Quimica y Farmacia de la Universidad Nacional de La Plata a la cual se enviaron 18 frascos sellados lacrados y rotulados con las visceras del fallecido El viernes 24 de septiembre se constituyo la comision pericial con los autores de los informes anteriores Pedro Pando y Carlos Grau Carlos Sagastume Decano de la Facultad Trifon Ugarte Profesor de Toxicologia de la misma y los profesores Juan Machado y Eduardo Blomberg que inicio su tarea de inmediato la siguio el dia siguiente sabado y la concluyo el domingo al mediodia tras veintiseis horas de labor El miercoles 29 cerca de las siete de la tarde el informe ilustrado con fotografias y cuadros sinopticos llego a manos del juez con la conclusion de que no habia restos de cianuro Pando en disidencia mantuvo su opinion en contrario 1 Ese dia Angela Villalba mucama de la casa vecina Angela Villalba comento haber visto a dos hombres escapar mientras Poey gritaba por la ventana pero su patron le habia indicado que no comentara nada para evitar involucrarse 1 En noviembre el juez decidio reunir a todos los peritos en el laboratorio de tribunales para que expusiesen sus puntos de vista Cuando le corresponde exponer a Ugarte explico que las conclusiones aparentemente contradictorias derivaban de la diferente metodologia de las pruebas eran realizadas y que las dos reacciones clave la del ferrocianuro ferrico y la del sulfocianuro ferrico utilizadas por el equipo de la Facultad son para el cianuro tan fiables comolo son las impresiones digitales para la identificacion de una persona El juez determino que no habia un resultado concluyente 1 En diciembre cuando no habia mucha atencion sobre el caso el delincuente Victor Antia fue herido de gravedad y detenido cuando con algunos complices intento un asalto en la ciudad de Buenos Aires y en el hospital confeso que habia participado en el asesinato de Ray con Rosendo Antia y Jose Llacoy a raiz de esta confesion la policia encontro parte de lo robado 4 y al tiempo los dos complices fueron detenidos A todo esto el Dr Facio tomo conocimiento y el 30 de diciembre por la madrugada Poey y Pereyra fueron puestos en libertad luego de 90 dias de encierro durante las cuales la mujer escribio sus memorias 4 El asunto sin embargo no habia finalizado Antin y Llacoy se retractaron de sus confesiones afirmando que habian sido torturados por la policia para que las hiciesen y el juez Facio encontro irregularidades en las actas policiales de secuestro de objetos probatorios por lo cual el 7 de noviembre de 1927 dispone la libertad por falta de merito de Antin y Llacoy el procesamiento de varios policias y la detencion de Poey y Pereyra De inmediato el defensor de estos interpuso un recurso de habeas corpus que era el procedimiento para apelar la resolucion y la Camara 3 de Apelaciones que intervino revoco la detencion y sobreseyo a Poey y Pereyra dejo sin efecto el procesamiento de los policias y dispuso que Antin y Llacoy sigan procesados 5 4 El perito Pando fue objeto de una campana del diario Critica en su contra enfermo gravemente y murio El Dr Facio que posteriormente escribio un libro sobre el caso tuvo en 1930 un juicio politico pidiendo su destitucion por su actuacion en varias causas algunas anteriores y otras posteriores al caso Ray que fue finalmente rechazado 5 El caso en la prensa EditarEl crimen fue tratado en algunos diarios con notas que contenian calificaciones acerca de Poey tales como la de prototipo de una mujer aventurera falta de escrupulos y de una vida verdaderamente azarosa que seducia hombres ricos para que le hicieran regalos valiosos y otra indole de favores y versiones segun las cuales el fallecido sabia de esos manejos y los aprovechaba en su beneficio economico personal Los diarios La Razon y Ultima Hora se adherian a la hipotesis de la culpabilidad de Maria Poey en tanto Critica suscribia la tesis del comisario Eduardo Santiago jefe de Investigaciones de la Policia Federal que habia sido un intento de robo El 21 de septiembre de 1926 o sea el dia anterior a la autopsia Critica titulo su edicion a toda pagina No hay cianuro para lo cual debio recurrir a tipos de imprenta especiales dado el tamano de las letras explicaba que segun rumores esto dice el informe del otro quimico que analizo las visceras y deslizaba la posibilidad de que alguien pudiera haber agregado el veneno para despistar a los investigadores Con ayuda de un policia amigo a cargo de trasladar el cuerpo de Ray desde el cementerio de la Recoleta y unos pesos Gustavo German Gonzalez el cronista de policiales de Critica obtuvo que el plomero de la morgue que debia abrir y cerrar el ataud le prestara ropa y lo dejara ocupar su lugar en el acto de la autopsia del 22 de septiembre en tanto el comisario Santiago que lo reconocio alli nada dijo La pericia termino al mediodia y en la edicion de la tarde Critica titulo Como lo anticipo Critica los demas peritos designados por el juez repiten No hay cianuro En la misma nota sobre la autopsia el diario se regodeaba Una de las ordenes impartidas por el juez era la de impedir el acceso a la sala de la Morgue a todos aquellos que no tenian una autorizacion expresa del magistrado aun los medicos y especialmente los periodistas Sin embargo como lo ha demostrado ya en innumeras oportunidades Critica llega siempre hasta donde se propone y asi esta vez tambien nuestro cronista de policia pudo observar de cerca la autopsia El caso en el arte Editar No hay cianuro se convirtio en una marca de epoca Fue el titulo que Ausonio Rivero Pisani le puso al tango instrumental de su autoria que grabo Osvaldo Fresedo en 1927 Ivan Diez escribio en la misma epoca una obra de teatro Aqui no hay cianuro que se represento con Azucena Maizani como primera figura En 1928 Poey protagonizo su propia historia en un corto documental mudo dirigida por el cineasta peruano Villaran cuyo titulo era su mismo nombre estrenado en febrero de 1928 Anos despues se filmo la pelicula Los acusados dirigida por Antonio Cunill hijo sobre su propio guion escrito en colaboracion con Marco Denevi y Mario Soffici segun el argumento de Marco Denevi basado en el caso Ray que se estreno el 10 de marzo de 1960 y que tuvo como protagonistas a Silvia Legrand Mario Soffici Guillermo Battaglia Alita Roman y Julian Bourges 6 En su libro sobre el diario Critica en la decada de 1920 dice Sylvia Saitta que la frase No hay cianuro paso al lenguaje popular para una forma de dar enfasis a la negacion En 2000 Ricardo Ragendorfer repitio la accion del periodista Gonzalez introduciendose en la autopsia del cantante Rodrigo Bueno Referencias Editar a b c d e Mastrantonio Guido Un relato literario recrea una hecho real en la que la Facultad ayudo a resolver el asesinato del Concejal radical Carlos Ray a principios del siglo pasado Consultado el 25 de diciembre de 2017 Pignatelli Adrian 18 de agosto de 2017 No hay cianuro Archivado desde el original el 12 de enero de 2018 Consultado el 25 de diciembre de 2017 Aguirre Osvaldo 29 de septiembre de 2016 Un golpe maestro Consultado el 25 de diciembre de 2017 a b c d Talice Roberto A 1989 100 000 ejemplares por hora 2 edicion Buenos Aires Editorial Corregidor pp 167 172 ISBN 950 05 0551 1 isbn incorrecto ayuda a b Garavelli Hugo Jose 1 de mayo de 2014 No hay cianuro el crimen de Carlos Ray Revista Cruz del Sur n 6 ISNN 2250 4478 p 362 Consultado el 25 de diciembre de 2017 Manrupe Raul Portela Maria Alejandra 2001 Un diccionario de films argentinos 1930 1995 Buenos Aires Editorial Corregidor p 5 ISBN 950 05 0896 6 Datos Q47198335Obtenido de https es wikipedia org w index php title Asesinato de Carlos Ray amp oldid 128801593, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

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