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Acuerdo del Lago Meech

El acuerdo del Lago Meech (en inglés Meech Lake Accord y en francés Accord du lac Meech) fue un pacto de 1987 asociado a una serie de enmiendas a la Constitución de Canadá propuestas por el primer ministro Brian Mulroney y los primeros ministros de las diez provincias. Pretendía persuadir a Quebec para que apoyara la enmienda constitucional de 1982 (que no había firmado) y aumentar el apoyo a un federalismo en el que Quebec siguiese dentro de Canadá. Fue precisamente el rechazo al acuerdo lo que provocó un mayor apoyo al movimiento soberanista quebequense.

Introducción

En 1981 el primer ministro Pierre Trudeau logró llegar, tras una larga ronda de negociaciones, a un acuerdo para “repatriar” la Constitución. Este acuerdo constituyó la base de la Ley sobre la Constitución de 1982.

A pesar de que el acuerdo se convirtió en una ley que modificó a su vez a la Ley sobre la Norteamérica Británica, no contó con el apoyo de Quebec, donde el primer ministro provincial René Lévesque y la Asamblea Nacional de Quebec rechazaron ratificar la enmienda. La Corte Suprema de Canadá había dictaminado anteriormente, en la Sentencia sobre el Veto de Quebec, que ni esta ni ninguna otra provincia había tenido jamás derecho al veto constitucional. Se determinó asimismo que la Constitución se aplicaría a todas las provincias por igual, la ratificasen o no. Al final se dio la situación de que Quebec fue la única provincia que no apoyo el proceso de “repatriación”, por contraste al resto de premiers de las otras provincias.

La elección del conservador Brian Mulroney como primer ministro de Canadá durante el mandato del liberal Robert Bourassa en Quebec creó un nuevo clima más favorable al diálogo, hasta entonces imposible por las ideas irreconciliables de Trudeau y Lévesque. De este modo, Bourassa estableció cinco demandas clave para que Quebec “entrara” dentro de la Constitución.

El acuerdo

El acuerdo fue negociado en una reunión entre Mulroney y los primeros ministros provinciales en la Casa Willson, a las orillas del lago Meech, situado en las Colinas de Gatineau (cercanas a Ottawa). Dicha reunión tuvo lugar en 1987, y no contó con la presencia de los territorios que, a pesar de ser invitados en principio, fueron luego retirados del encuentro, pues Mulroney pensó que estos no tenían suficiente poder. Pudieron participar, sin embargo, vía videoconferencia.

En la reunión se determinaron cinco puntos clave para una reforma constitucional a la Carta Magna canadiense: reconocimiento de Quebec como una sociedad diferenciada; otorgamiento del derecho a veto constitucional a todas las provincias; aumento de las competencias provinciales en materia de inmigración; extensión y regulación del derecho a una compensación económica razonable para cualquier provincia que rechazara aplicar una medida a nivel federal si tenía competencias sobre la materia; y mayor poder provincial en la elección de senadores y jueces de la Corte Suprema.

Como el acuerdo, de ser aprobado, cambiaría la fórmula de reforma constitucional, debería obtener consentimiento de todas las provincias y del Gobierno federal en un plazo máximo de tres años. Brian Mulroney llamó a este proceso “ronda de conversaciones sobre la reforma constitucional con Quebec” y prometió reformas adicionales al acuerdo en sí.

La oposición apoyó, por lo general, el proyecto. El líder del Partido Liberal John Turner se vio en una situación difícil, pues la aprobación del acuerdo supondría un mayor apoyo al Partido Progresista-Conservador en Quebec (feudo liberal por excelencia hasta que Trudeau “repatrió” la Constitución, cosa que le ha costado a los liberales el no lograr mayorías en Quebec desde entonces) y la renuncia al ideal de federalismo formulado por el carismático ex-primer ministro y reconocida figura pública Pierre Trudeau. Más tarde respaldó el acuerdo, lo que provocó una profunda división en el seno liberal. El socialdemócrata Nuevo Partido Democrático, con su líder Ed Broadbent, también dio su visto bueno. El Partido Reformista, de corte populista y conservador, rechazó el pacto sobre la base de que violaba la igualdad de las provincias. Un punto importante fue el apoyo de la Corona (cosa excepcional), que se hizo presente cuando la reina Isabel II expresó los días 22 y 23 de octubre de 1987 su apoyo personal al acuerdo del Lago Meech, lo que le ganó las críticas de sus detractores.

Oposición

Cuando llegó el momento de debatir el acuerdo en la Asamblea Nacional de Quebec (último paso para acabar el proceso), el independentista Parti Québécois se opuso al mismo. El apoyo de los diez premiers provinciales implicó asimismo un respaldo mayoritario de los canadienses al acuerdo, según las encuestas iniciales; sin embargo, los resultados de esas mismas encuestas de junio de 1990 mostraban un rechazo absoluto del mismo. El descenso de apoyo se atribuyó al concepto de “sociedad distinta”, entendido por el Canadá anglófono como el reconocimiento de un “estatus especial” a Quebec. Al mismo tiempo, el uso por parte del primer ministro de Quebec Robert Bourassa de la Trigésimocuarta Enmienda de la Constitución canadiense (la llamada “cláusula derogatoria”, que permite el no cumplimiento de otras disposiciones en determinados casos) para rechazar la decisión de la Corte Suprema de Canadá de declarar inconstitucionales partes de la Carta de la Lengua Francesa de Quebec (en concreto, las referidas a la rotulación en establecimientos) fue considerado como una provocación por muchos federalistas canadienses, sobre todo del Canadá anglófono (a pesar de ser una medida totalmente legal).

También fue muy controvertida la discusión sobre el reparto de competencias y su cesión a las provincias: Pierre Trudeau denunció esta parte del acuerdo como la “venta” de Mulroney a los intereses de las provincias. Trudeau argumentaba que el hecho de que Quebec fuese distinto no era de especial importancia, pues la provincia no era mucho más diferente que otras del país, y apostaba por un reparto claro de las competencias en un contexto totalmente federal. En un artículo de opinión, escribió que “la federación estaba pensada para durar unos mil años. Lamentablemente, solo se veía un problema de fondo: que el Gobierno de Canadá cayese en manos débiles. Ese momento ha llegado”. Algunos diputados liberales apoyaron esta visión y consideraron al ex-primer ministro su “líder espiritual”, criticando la decisión tomada por el líder grit John Turner de apoyar el acuerdo.

Por otro lado, el criticismo también englobaba la falta de transparencia del proyecto: la opinión pública veía el proceso como una reunión de “once tipos con traje y corbata” decidiendo el futuro de Canadá en un despacho a puerta cerrada.

Compromiso y negociación

A medida que se acababa el plazo, comenzó a romperse el consenso. La presión de los votantes puso a muchos primeros ministros, sobre todo del oeste de Canadá, contra las cuerdas. El apoyo o no al acuerdo se convirtió en materia electoral: en Nuevo Brunswick, la victoria liberal implicó la revocación del apoyo dado por el anterior gobierno conservador al acuerdo. Ocurrió lo mismo en Terranova.

Unos pocos meses antes de la fecha límite para llegar a un acuerdo, una comisión liderada por el ministro Jean Charest recomendó algunos cambios al mismo. Esto provocó el abandono del partido de múltiples figuras reconocidas, como Lucien Bouchard, que había servido en el gabinete Mulroney en diversos cargos de responsabilidad. Su unión con otros liberales desencantados desembocó en la creación del Bloc Québécois (representante del soberanismo quebequense a nivel federal).

El más presionado fue, supuestamente, Robert Bourassa. El acuerdo, que era el mínimo exigible de muestra del compromiso federal con Quebec para el 80% de la población, supondría una gran derrota para Bourassa si su contenido y alcance se redujeran.

La situación provocó una reunión de ministros el 3 de junio de 1990 (20 días antes del tope). Tras una semana de negociaciones, se acordó una ronda de conversaciones más antes de ratificar el acuerdo. Todos los primeros ministros, incluido el de Newfoundland, que defendió sin embargo un referéndum, estuvieron de acuerdo en firmar el “nuevo” pacto, que incluía el compromiso de reformar el Senado antes del 1 de julio de 1995. La cámara alta sería electa por voto popular en vez de por el primer ministro, tendría más influencia sobre la Cámara de los Comunes y sería más representativa, estableciendo un número de senadores por provincia de no llegar a acuerdo sobre la materia. El paquete de reformas incluía además un debate mucho más amplio (competencias provinciales para nombrar senadores, diálogo sobre temas relacionados con los aborígenes, regulación del proceso de creación de provincias y una nueva fórmula para enmendar la Constitución).

El primer ministro de Terranova, Clyde Wells, declaró a este respecto:

“Este proceso de reforma constitucional no debe ser seguido nunca más. Es imposible para once primeros ministros tomar unas decisiones tan importantes y que exigen tanta deliberación, y es más que injusto tener a un primer ministro que toma decisiones en secreto que afectan a tantas personas, sin decir a 26 millones de canadienses qué hay en juego y qué normas estamos siguiendo para cambiar todo”.

Nuevo Brunswick aceptó el nuevo acuerdo y su premier recorrió el país para anunciar su apoyo al proyecto.

En Manitoba, sin embargo, la cosa no fue tan sencilla. A pesar de las constantes protestas indígenas, la asamblea legislativa de la provincia determinó aprobarlo. La decisión en la cámara debía ser unánime para evitar la vía de la consulta, y el cuórum se rompió cuando el diputado Elijah Harper levantó una pluma de águila para mostrar su oposición. Harper apoyaba el referéndum como manera de consultar a las Primeras Naciones, aisladas del proyecto.

A pesar de crear una ley para permitir que Manitoba tuviese más tiempo (tres meses y la posibilidad para Quebec de reconsiderar su decisión), Newfoundland determinó anular la votación que se iba a llevar a cabo en la Asamblea provincial, porque el resultado sería contrario al deseado. El acuerdo había muerto.

Consecuencias

La derrota del acuerdo se notó sobre todo en Quebec. En un discurso a la Asamblea Nacional de Quebec dado momentos después del fracaso del acuerdo, Bourassa expresó el sentimiento nacionalista del momento:

“...el Canadá inglés ha de entender que, haga lo que haga o diga lo que diga, Quebec es, hoy y siempre, una sociedad distinta que es libre y capaz de asumir el control de su destino y desarrollo”.

Este discurso y otras acciones de Bourassa dieron a los quebequenses la impresión de que los liberales estaban abiertos a todas las opciones, incluida la convocatoria de un referéndum sobre la independencia. Las encuestas en este momento mostraban una mayoría a favor de la soberanía-asociación. La consecuencia de esto fue la creación del llamado Informe Allaire y la promesa de celebrar un referéndum sobre la soberanía o sobre un nuevo acuerdo constitucional en 1992.

El primer ministro de Ontario, el conservador-progresista David Peterson, había sido una figura clave a la hora de crear el acuerdo y continuó apoyándolo a pesar de la creciente oposición. Esto provocaría inquietud en su propia provincia. A pesar de que los medios de comunicación no hicieron mucho hincapié en la relación de Peterson con el acuerdo, el gobierno federal estaba lidiando directamente con las consecuencias de no aprobarlo. Por tanto, y con este tema por bandera, el electorado, convocado por él mismo en 1990, lo derrotó y eligió por primera vez al candidato del NDP Bob Rae.

La popularidad de Mulroney se desplomó. La manera de manejar el acuerdo fue muy criticada y los exhaustivos e interminables debates sobre el tema desembocaron en una total incertidumbre en el tema de la reforma constitucional.

En noviembre de 1990, Mulroney decidió contar con la voluntad de los canadienses a través de la convocatoria del Foro de los Ciudadanos sobre la Unidad Nacional. Este foro es más conocido como la Comisión Spicer, pues su líder era Keith Spicer.

Tras una serie de conferencias constitucionales y gracias a los esfuerzos del ex-primer ministro Joe Clark, se logró llegar a un nuevo acuerdo, el acuerdo de Charlottetown, que incluía, aparte del paquete de reformas constitucionales, la intención de dialogar sobre el problema étnico con las Primeras Naciones. Este último acuerdo fue sometido a referéndum, con una mayoría en contra en casi todas las provincias, incluyendo Quebec.

Referencias

  •   Datos: Q835352

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Este articulo o seccion necesita referencias que aparezcan en una publicacion acreditada Este aviso fue puesto el 4 de septiembre de 2018 El acuerdo del Lago Meech en ingles Meech Lake Accord y en frances Accord du lac Meech fue un pacto de 1987 asociado a una serie de enmiendas a la Constitucion de Canada propuestas por el primer ministro Brian Mulroney y los primeros ministros de las diez provincias Pretendia persuadir a Quebec para que apoyara la enmienda constitucional de 1982 que no habia firmado y aumentar el apoyo a un federalismo en el que Quebec siguiese dentro de Canada Fue precisamente el rechazo al acuerdo lo que provoco un mayor apoyo al movimiento soberanista quebequense Indice 1 Introduccion 2 El acuerdo 3 Oposicion 4 Compromiso y negociacion 5 Consecuencias 6 ReferenciasIntroduccion EditarEn 1981 el primer ministro Pierre Trudeau logro llegar tras una larga ronda de negociaciones a un acuerdo para repatriar la Constitucion Este acuerdo constituyo la base de la Ley sobre la Constitucion de 1982 A pesar de que el acuerdo se convirtio en una ley que modifico a su vez a la Ley sobre la Norteamerica Britanica no conto con el apoyo de Quebec donde el primer ministro provincial Rene Levesque y la Asamblea Nacional de Quebec rechazaron ratificar la enmienda La Corte Suprema de Canada habia dictaminado anteriormente en la Sentencia sobre el Veto de Quebec que ni esta ni ninguna otra provincia habia tenido jamas derecho al veto constitucional Se determino asimismo que la Constitucion se aplicaria a todas las provincias por igual la ratificasen o no Al final se dio la situacion de que Quebec fue la unica provincia que no apoyo el proceso de repatriacion por contraste al resto de premiers de las otras provincias La eleccion del conservador Brian Mulroney como primer ministro de Canada durante el mandato del liberal Robert Bourassa en Quebec creo un nuevo clima mas favorable al dialogo hasta entonces imposible por las ideas irreconciliables de Trudeau y Levesque De este modo Bourassa establecio cinco demandas clave para que Quebec entrara dentro de la Constitucion El acuerdo EditarEl acuerdo fue negociado en una reunion entre Mulroney y los primeros ministros provinciales en la Casa Willson a las orillas del lago Meech situado en las Colinas de Gatineau cercanas a Ottawa Dicha reunion tuvo lugar en 1987 y no conto con la presencia de los territorios que a pesar de ser invitados en principio fueron luego retirados del encuentro pues Mulroney penso que estos no tenian suficiente poder Pudieron participar sin embargo via videoconferencia En la reunion se determinaron cinco puntos clave para una reforma constitucional a la Carta Magna canadiense reconocimiento de Quebec como una sociedad diferenciada otorgamiento del derecho a veto constitucional a todas las provincias aumento de las competencias provinciales en materia de inmigracion extension y regulacion del derecho a una compensacion economica razonable para cualquier provincia que rechazara aplicar una medida a nivel federal si tenia competencias sobre la materia y mayor poder provincial en la eleccion de senadores y jueces de la Corte Suprema Como el acuerdo de ser aprobado cambiaria la formula de reforma constitucional deberia obtener consentimiento de todas las provincias y del Gobierno federal en un plazo maximo de tres anos Brian Mulroney llamo a este proceso ronda de conversaciones sobre la reforma constitucional con Quebec y prometio reformas adicionales al acuerdo en si La oposicion apoyo por lo general el proyecto El lider del Partido Liberal John Turner se vio en una situacion dificil pues la aprobacion del acuerdo supondria un mayor apoyo al Partido Progresista Conservador en Quebec feudo liberal por excelencia hasta que Trudeau repatrio la Constitucion cosa que le ha costado a los liberales el no lograr mayorias en Quebec desde entonces y la renuncia al ideal de federalismo formulado por el carismatico ex primer ministro y reconocida figura publica Pierre Trudeau Mas tarde respaldo el acuerdo lo que provoco una profunda division en el seno liberal El socialdemocrata Nuevo Partido Democratico con su lider Ed Broadbent tambien dio su visto bueno El Partido Reformista de corte populista y conservador rechazo el pacto sobre la base de que violaba la igualdad de las provincias Un punto importante fue el apoyo de la Corona cosa excepcional que se hizo presente cuando la reina Isabel II expreso los dias 22 y 23 de octubre de 1987 su apoyo personal al acuerdo del Lago Meech lo que le gano las criticas de sus detractores Oposicion EditarCuando llego el momento de debatir el acuerdo en la Asamblea Nacional de Quebec ultimo paso para acabar el proceso el independentista Parti Quebecois se opuso al mismo El apoyo de los diez premiers provinciales implico asimismo un respaldo mayoritario de los canadienses al acuerdo segun las encuestas iniciales sin embargo los resultados de esas mismas encuestas de junio de 1990 mostraban un rechazo absoluto del mismo El descenso de apoyo se atribuyo al concepto de sociedad distinta entendido por el Canada anglofono como el reconocimiento de un estatus especial a Quebec Al mismo tiempo el uso por parte del primer ministro de Quebec Robert Bourassa de la Trigesimocuarta Enmienda de la Constitucion canadiense la llamada clausula derogatoria que permite el no cumplimiento de otras disposiciones en determinados casos para rechazar la decision de la Corte Suprema de Canada de declarar inconstitucionales partes de la Carta de la Lengua Francesa de Quebec en concreto las referidas a la rotulacion en establecimientos fue considerado como una provocacion por muchos federalistas canadienses sobre todo del Canada anglofono a pesar de ser una medida totalmente legal Tambien fue muy controvertida la discusion sobre el reparto de competencias y su cesion a las provincias Pierre Trudeau denuncio esta parte del acuerdo como la venta de Mulroney a los intereses de las provincias Trudeau argumentaba que el hecho de que Quebec fuese distinto no era de especial importancia pues la provincia no era mucho mas diferente que otras del pais y apostaba por un reparto claro de las competencias en un contexto totalmente federal En un articulo de opinion escribio que la federacion estaba pensada para durar unos mil anos Lamentablemente solo se veia un problema de fondo que el Gobierno de Canada cayese en manos debiles Ese momento ha llegado Algunos diputados liberales apoyaron esta vision y consideraron al ex primer ministro su lider espiritual criticando la decision tomada por el lider grit John Turner de apoyar el acuerdo Por otro lado el criticismo tambien englobaba la falta de transparencia del proyecto la opinion publica veia el proceso como una reunion de once tipos con traje y corbata decidiendo el futuro de Canada en un despacho a puerta cerrada Compromiso y negociacion EditarA medida que se acababa el plazo comenzo a romperse el consenso La presion de los votantes puso a muchos primeros ministros sobre todo del oeste de Canada contra las cuerdas El apoyo o no al acuerdo se convirtio en materia electoral en Nuevo Brunswick la victoria liberal implico la revocacion del apoyo dado por el anterior gobierno conservador al acuerdo Ocurrio lo mismo en Terranova Unos pocos meses antes de la fecha limite para llegar a un acuerdo una comision liderada por el ministro Jean Charest recomendo algunos cambios al mismo Esto provoco el abandono del partido de multiples figuras reconocidas como Lucien Bouchard que habia servido en el gabinete Mulroney en diversos cargos de responsabilidad Su union con otros liberales desencantados desemboco en la creacion del Bloc Quebecois representante del soberanismo quebequense a nivel federal El mas presionado fue supuestamente Robert Bourassa El acuerdo que era el minimo exigible de muestra del compromiso federal con Quebec para el 80 de la poblacion supondria una gran derrota para Bourassa si su contenido y alcance se redujeran La situacion provoco una reunion de ministros el 3 de junio de 1990 20 dias antes del tope Tras una semana de negociaciones se acordo una ronda de conversaciones mas antes de ratificar el acuerdo Todos los primeros ministros incluido el de Newfoundland que defendio sin embargo un referendum estuvieron de acuerdo en firmar el nuevo pacto que incluia el compromiso de reformar el Senado antes del 1 de julio de 1995 La camara alta seria electa por voto popular en vez de por el primer ministro tendria mas influencia sobre la Camara de los Comunes y seria mas representativa estableciendo un numero de senadores por provincia de no llegar a acuerdo sobre la materia El paquete de reformas incluia ademas un debate mucho mas amplio competencias provinciales para nombrar senadores dialogo sobre temas relacionados con los aborigenes regulacion del proceso de creacion de provincias y una nueva formula para enmendar la Constitucion El primer ministro de Terranova Clyde Wells declaro a este respecto Este proceso de reforma constitucional no debe ser seguido nunca mas Es imposible para once primeros ministros tomar unas decisiones tan importantes y que exigen tanta deliberacion y es mas que injusto tener a un primer ministro que toma decisiones en secreto que afectan a tantas personas sin decir a 26 millones de canadienses que hay en juego y que normas estamos siguiendo para cambiar todo Nuevo Brunswick acepto el nuevo acuerdo y su premier recorrio el pais para anunciar su apoyo al proyecto En Manitoba sin embargo la cosa no fue tan sencilla A pesar de las constantes protestas indigenas la asamblea legislativa de la provincia determino aprobarlo La decision en la camara debia ser unanime para evitar la via de la consulta y el cuorum se rompio cuando el diputado Elijah Harper levanto una pluma de aguila para mostrar su oposicion Harper apoyaba el referendum como manera de consultar a las Primeras Naciones aisladas del proyecto A pesar de crear una ley para permitir que Manitoba tuviese mas tiempo tres meses y la posibilidad para Quebec de reconsiderar su decision Newfoundland determino anular la votacion que se iba a llevar a cabo en la Asamblea provincial porque el resultado seria contrario al deseado El acuerdo habia muerto Consecuencias EditarLa derrota del acuerdo se noto sobre todo en Quebec En un discurso a la Asamblea Nacional de Quebec dado momentos despues del fracaso del acuerdo Bourassa expreso el sentimiento nacionalista del momento el Canada ingles ha de entender que haga lo que haga o diga lo que diga Quebec es hoy y siempre una sociedad distinta que es libre y capaz de asumir el control de su destino y desarrollo Este discurso y otras acciones de Bourassa dieron a los quebequenses la impresion de que los liberales estaban abiertos a todas las opciones incluida la convocatoria de un referendum sobre la independencia Las encuestas en este momento mostraban una mayoria a favor de la soberania asociacion La consecuencia de esto fue la creacion del llamado Informe Allaire y la promesa de celebrar un referendum sobre la soberania o sobre un nuevo acuerdo constitucional en 1992 El primer ministro de Ontario el conservador progresista David Peterson habia sido una figura clave a la hora de crear el acuerdo y continuo apoyandolo a pesar de la creciente oposicion Esto provocaria inquietud en su propia provincia A pesar de que los medios de comunicacion no hicieron mucho hincapie en la relacion de Peterson con el acuerdo el gobierno federal estaba lidiando directamente con las consecuencias de no aprobarlo Por tanto y con este tema por bandera el electorado convocado por el mismo en 1990 lo derroto y eligio por primera vez al candidato del NDP Bob Rae La popularidad de Mulroney se desplomo La manera de manejar el acuerdo fue muy criticada y los exhaustivos e interminables debates sobre el tema desembocaron en una total incertidumbre en el tema de la reforma constitucional En noviembre de 1990 Mulroney decidio contar con la voluntad de los canadienses a traves de la convocatoria del Foro de los Ciudadanos sobre la Unidad Nacional Este foro es mas conocido como la Comision Spicer pues su lider era Keith Spicer Tras una serie de conferencias constitucionales y gracias a los esfuerzos del ex primer ministro Joe Clark se logro llegar a un nuevo acuerdo el acuerdo de Charlottetown que incluia aparte del paquete de reformas constitucionales la intencion de dialogar sobre el problema etnico con las Primeras Naciones Este ultimo acuerdo fue sometido a referendum con una mayoria en contra en casi todas las provincias incluyendo Quebec Referencias EditarEsta obra contiene una traduccion 12 de noviembre de 2013 derivada de Meech Lake Accord de la Wikipedia en ingles concretamente de esta version publicada por sus editores bajo la Licencia de documentacion libre de GNU y la Licencia Creative Commons Atribucion CompartirIgual 3 0 Unported Datos Q835352Obtenido de https es wikipedia org w index php title Acuerdo del Lago Meech amp 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