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Acción del 9 de agosto de 1780

La captura del doble convoy inglés de 1780, acción del 9 de agosto de 1780 o batalla del cabo de Santa María (1780) se produjo en el marco de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, y más concretamente, en la Guerra anglo-española (1779-1783) cuando partiendo de la información proporcionada por los servicios de inteligencia españoles, una flota combinada hispano-francesa al mando del director general de la Armada Española, don Luis de Córdova, consiguió apresar —sin apenas resistencia y cuando aún no se habían separado— a dos convoyes ingleses, uno con destino a la India y otro con destino a América, que cargados de tropas, pertrechos y armas se dirigían a prestar apoyo a las guerras coloniales británicas en ultramar.[1]

Captura del doble convoy inglés de 1780
Guerra de Independencia de los Estados Unidos
Parte de guerra de Independencia de los Estados Unidos

Navío Santísima Trinidad, buque insignia de la escuadra española responsable del apresamiento de 52 buques británicos el 9 de agosto de 1780.
Fecha 9 de agosto de 1780
Lugar Océano Atlántico
Coordenadas 35°50′01″N 13°14′00″O / 35.83361111, -13.23333333Coordenadas: 35°50′01″N 13°14′00″O / 35.83361111, -13.23333333
Resultado Victoria española.
Captura de 52 buques destinados a reforzar las guerras coloniales británicas. Importante golpe logístico y moral contra el Reino Unido de Gran Bretaña.
Beligerantes
Comandantes
Luis de Córdova
José de Mazarredo
Antoine Hilarion de Beausset
John Moutray
Fuerzas en combate
España
27 navíos de línea
4 fragatas
2 de otro tipo
Francia
9 navíos de línea
1 fragata
1 navío de línea
2 fragatas
55 transportes armados
Bajas
Ninguna 36 fragatas capturadas
10 bergantines capturados
6 paquebotes capturados
Total: 52 buques
1350 marinos capturados
1357 oficiales y soldados de infantería capturados
286 civiles capturados
Total: 2943 prisioneros
80 000 mosquetes
294 cañones
3000 barriles de pólvora
Vestimenta y equipación para 12 regimientos de infantería
Gran cantidad de provisiones para las flotas del Índico y de América
1 millón de libras en oro

Antecedentes

En 1780, el Reino Unido de Gran Bretaña se enfrentaba a uno de los momentos más críticos de su historia, al sostener una guerra que acabaría perdiendo frente a los colonos rebeldes de Norteamérica, episodio conocido como la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. La situación se agravó cuando España y Francia se aliaron en su contra y decidieron apoyar militar y políticamente el alzamiento de las colonias americanas. Además, los británicos sostenían al mismo tiempo una dura guerra colonial en la India, subcontinente que acabarían anexionando a su imperio a lo largo del siglo XIX.

A pesar de que la Marina Real británica empezaba a emerger como la primera marina de guerra del mundo, las armadas española y francesa aún estaban en condiciones de hacer frente a la británica operando en flotas combinadas. Precisamente, en el verano de 1779, una operación de este tipo bajo mando del almirante francés Louis Guillouet, conde de Orvilliers, y del español Luis de Córdova, sembró el pánico en las costas británicas tras poner en fuga a la escuadra del canal de la Mancha y apresar el navío HMS Ardent, dejando el terreno libre para la invasión hispano-francesa del Reino de Gran Bretaña. La población abandonó precipitadamente las localidades costeras y el comercio naval inglés y la Bolsa de Londres cesaron su actividad, en un ambiente de terror que no se había vivido desde los tiempos de la guerra anglo-española del siglo XVI, acentuándose la situación de desamparo de los británicos por el hecho de que las mejores unidades del ejército británico se encontraban combatiendo en ultramar.[2]​ Finalmente, y a pesar de la insistencia del almirante español para lanzar de inmediato la invasión,[3]​ Guillouet, comandante supremo de la escuadra combinada, no se decidió a ordenar el desembarco. Tras una espera de varios días, estalló una epidemia en los buques franceses que no tardó en extenderse a los españoles,[2]​ por lo que la flota franco-española tuvo que retirarse a Brest perdiéndose la oportunidad de asestar un golpe definitivo al Reino de Gran Bretaña. En cualquier caso, este episodio condicionaría las actuaciones posteriores de la Marina Real británica, puesto que a partir de entonces la obsesión del Primer Lord del Almirantazgo fue la protección de las costas británicas a todo trance.

Así, en el verano de 1780 partió de la localidad de Portsmouth un convoy compuesto por 55 mercantes armados, escoltado por la flota del canal de la Mancha, que debería dividirse en dos en algún punto del Atlántico, dirigiéndose una parte a la India para apoyar la guerra colonial, y la otra a Norteamérica para combatir a los rebeldes de las Trece Colonias. Las órdenes del almirantazgo fueron que la escolta abandonara al convoy a la altura de Galicia para regresar inmediatamente al canal de la Mancha. Los mercantes debían navegar alejados de las costas ibéricas y de las rutas comerciales habituales para evitar encuentros fortuitos con navíos españoles o franceses, y contarían tan solo con el apoyo de un navío de línea y dos fragatas. Los agentes de inteligencia españoles destacados en Londres consiguieron averiguar la fecha de salida del convoy y la posible ruta que iba a seguir antes de dividirse, enviando inmediatamente la información al conde de Floridablanca.

En aquellos momentos, Luis de Córdova, que había sido nombrado Director General de la Armada Española en febrero de ese año, se encontraba vigilando el estrecho de Gibraltar al mando de una flota de veintisiete navíos de línea y varias fragatas, a la que se había sumado una escuadra francesa de nueve navíos y una fragata mandados por Mr. de Beausset.

Con esta escuadra cruzaba habitualmente entre los cabos y costas de Portugal, internándose en el mar todo lo necesario para proteger la arribada de los convoyes provenientes de América y abrir paso a los buques españoles, que provenientes de El Ferrol o Santander, se dirigían a Cádiz.

Córdova ejercía el mando supremo de la flota combinada a pesar de las quejas de los franceses, que dudaban de su capacidad por haber cumplido el almirante español los 73 años. Por su parte, Floridablanca no dudaba en absoluto de la valía del viejo militar y ya en una carta fechada en noviembre de 1779 y dirigida al conde de Aranda afirmaba que «el viejo ha resultado más alentado y sufrido que los señoritos de Brest».».[3]

En ese empeño colaboraba con Córdova, desde el 15 de abril, José de Mazarredo como segundo en el mando, ejerciendo como mayor general de la Armada del Océano, lo que hoy sería el jefe de su Estado Mayor.

El bilbaíno comenzó a adiestrar a fondo las dotaciones, «de Capitán a paje, y el manejo del material de quilla a perilla», y organizó constantes comisiones de pequeñas agrupaciones de navíos y sutiles para patrullar las derrotas del golfo de Cádiz y el Estrecho, comisiones que, ocasionalmente, incluían bombardeos sobre el Peñón.

Por allí solía cruzar D. Luis de Córdova, al mando de la escuadra hispano saliendo a patrullar el Estrecho desde el 9 de Julio para interceptar una escuadra avistada que se creía era británica al mando del almirante Geary. La escuadra compuesta por 22 navíos españoles, 9 franceses además de seis fragatas, una corbeta y tres balandras dispuestas de la siguiente manera:

Segunda escuadra
1.ª División

Atlante, Bourgogne* Jefe de Escuadra, San Joaquín, San Pascual y la fragata Santa Lucía

2.ª División

Purísima Concepción Comandante General, Rayo, San Rafael, San Justo, Scipion* (74) y la fragata Santa Rufina Primera escuadra

3.ª División

Marselles*, San Carlos, Galicia, Ángel de la Guardia, y fragata Santa Bárbara

4.ª División

Santísima Trinidad Comandante general, Hero*, San Fernando, Oriente, San Eugenio y la fragata Santa Perpetua

Tercera escuadra
5.ª División

San Vicente, Protecteur* Jefe de Escuadra, Serio, Brillante, Cesar* y la corbeta Santa Catalina

6.ª División

Santa Isabel Comandante general, Firme, Terrible, Zodiaque*, la fragata Carmen y las balandras Activa, Golondrina y Bizarra

Escuadra ligera y cuerpo de reserva al mando del jefe de escuadra Mr. Bausset Glorioso* jefe de escuadra, Septentrión, Miño, Zele* y la fragata Nereide*

Con ellas regresó a Cádiz el 18 de julio, cuando se descubrió que la escuadra que buscaban eran buques de guerra marroquíes que escoltaban un convoy.

Patrullando el estrecho, dejó Córdova a seis navíos, tres fragatas y una corbeta al mando de don Miguel Gastón.

Entre su salida y arribada al puerto de Cádiz, habían llegado al mismo los navíos franceses Terrible de 110 cañones, Atrevido de 64, Leon de 64, Sagitario de 56 junto a la fragata Aurora provenientes todos ellos de Tolón y el navío francés Actif de 74 cañones proveniente de Brest.

Vueltos a puerto, se dispuso que saliendo de Cádiz el 31 de Julio patrullara por aquellas aguas entre los cabos de Santa María (36°57′36″N 7°53′18″O) y San Vicente (37°01′30″N 8°59′40″O) disponiendo la flota de la siguiente forma.

En total, 18 navíos españoles —Santísima Trinidad, Purísima Concepción, Rayo, San Carlos, Santa Isabel, San Miguel, San Eugenio, San Justo, Galicia, Ángel de la Guarda, San Vicente Ferrer, Brillante, Firme, San Joaquín, Atlante, San Dámaso, Septentrión y Miño— junto a 14 franceses —Glorieux, Bourgogne, Zodiaque, Scipion, Zelé, Marsellais, Cesar, Hero, Protecteur, Terrible, Actif, Hardy, Leon y Sagittare—, acompañados por tres fragatas españolas —Asunción, Santa Perpetua, Santa Bárbara— y una francesa —la Nereide—, más una corbeta española —Santa Catalina—, una balandra —Golondrina— y una balandra ligera —Patache—, repartidos en tres escuadras y una escuadra ligera con funciones de cuerpo de reserva de nuevo al mando de Antonie Hilarion de Beausset.

Por el lado inglés, el almirante Geary, del Western Squadron, había establecido su crucero en el golfo de Vizcaya. Las noticias que se habían publicado en las gacetas, eran que el almirante inglés destacaría fragatas en busca de la escuadra aliada, para venir a batirla en cuanto supiese de su salida. Las fuerzas que Inglaterra tenía entonces en Europa eran de 34 navíos y aunque se aseguraba que Geary había hecho su salida con solo 22, se suponía que se había ido reforzando y que nunca se decidiría a bajar hacia nuestras latitudes sin contar al menos con unos 30.

Tenía Córdova órdenes de no rebasar el Cabo de San Vicente, y por sus inmediaciones estaba al comenzar el mes de agosto con sus 32 navíos de línea, cuando recibió despachos del conde de Floridablanca avisándole de la salida de Inglaterra de dos convoyes con destino hacia las Indias Orientales y Occidentales que, escoltándolos por un navío y dos fragatas hasta las islas Azores, se separarían sobre ese punto y tomarían a partir de entonces su respectivo rumbo. En el aviso se le prevenía que los buscara con empeño y diligencia, lo cual hizo en seguida, adentrándose en el Atlántico.

Todo había empezado unas semanas antes, cuando los espías de la corona española en Londres se hacen con los informes que detallan la salida al mar de un gran convoy que llegado un punto se dividirá en dos con la intención por una parte de dirigirse a las Antillas inglesas para avituallar a la escuadra de Rodney y a las tropas inglesas enfrascadas en los combates por la independencia de sus colonias norteamericanas mientras la otra parte se dirigiría a la India donde Gran Bretaña libraba otra guerra colonial contra las naciones hindúes maratas, el rebelde Hider Ali Kan y la escuadra francesa de las Indias Orientales.

El informe es muy detallado, señala la fecha aproximada de partida y el rumbo previsto que ha de seguir. El convoy partirá el 29 de julio de Portsmouth rumbo al Sur escoltado por la escuadra del Canal de la Mancha, los navíos Inflexible (64), Buffalo (60) y la fragata Alarm (32) hasta las islas Sorlingas o Scilly, donde tomara el relevo la escuadra de Geary que lo acompañara hasta la altura de Galicia desde donde la escuadra volverá a Inglaterra y solo quedarían como escolta el navío de línea de 74 cañones Ramilles al mando del el comandante de la flota John Moutray, y las fragatas de 36 cañones Thetis al mando del comandante Linzee y Southampton al mando del comandante Garnier.

Una vez dejado el paralelo de Galicia el convoy inglés y su exigua escolta seguirán rumbo Sur recalando en Madeira hasta las Canarias donde una parte virará al Oeste y el resto seguirá rumbo al Cabo de Buena Esperanza camino de la India procurando en todo momento mantenerse lo más alejado posible de nuestras costas ya que su principal objetivo es evitar encuentros con la flota española.

De forma casi simultánea a este aviso y confirmando la información transmitida por los agentes de Londres recibió el secretario de Estado José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca, a través del Capitán General de Cuba la información recogida por la red de agentes secretos creada por Juan de Miralles y que tenía su sede en Filadelfia, de que una fuerte escuadra de buques británicos mercantes y de guerra, iba a zarpar de Inglaterra con tropas de refuerzo, material de guerra, alimentos y municiones para Rodney y las fuerzas que combatían en las Trece Colonias rebeldes.

Confirmadas por estas confidencias la importancia y detalles del convoy Floridablanca ideó, en el mismo cuarto del rey, un golpe que salió perfecto gracias a que por la enfermedad de su titular – el marqués de Castejón- despachaba interinamente los asuntos más urgentes de la Secretaría de Marina además de los propios como Secretario de Estado «Se tuvo esta gloriosa y utilísima acción por una especie de milagro, (concurriendo) las combinaciones de recibir yo las noticias, mi diligencia en aprovecharlas, y la proporción que me daba el despacho interino de Marina» . En la Real estancia, Floridablanca defendió ante el rey un plan para interceptar la flota a la altura de las Azores. Tras alguna vacilación, el rey concedió la autorización para aprovechar sobre la marcha las favorables circunstancias, expidiendo de inmediato correos a Cádiz y a Lisboa, de cuyos puertos salieron bajeles hacia el crucero de la escuadra, siendo el buque gaditano el primero que aviso a Córdova de los propicio de la ocasión.

Localización del convoy británico y «caza general»

La escuadra combinada hispano-francesa abandonó las aguas del estrecho y se adentró en el Atlántico guiándose por las suposiciones hechas a partir de la fecha de salida, las características del convoy británico y la ruta más probable suministrada por los agentes españoles enviando varias fragatas de exploración que batieron una amplia zona del océano.

El 29 de julio de 1780, el capitán John Moutray había zarpado de Plymouth al mando del navío Ramillies (74) y las fragatas Southampton, Thetis de 36 cañones que escoltaban las provisiones, vituallas y pertrechos militares transportados en más de 70 East Indiamen (bajeles mercantes ingleses de la carrera de Indias). El convoy y sus tres escoltas gozaron de la protección de la flota inglesa del Canal hasta unas 112 millas de las islas Scilly o Sorlingas volviendo de vuelta a Inglaterra cuando el 3 de agosto el convoy alcanzó la altura de las costas gallegas. Una vez separados de la Home Fleet el resto siguió la derrota paralela a la costa atlántica lusa y el día 6 al anochecer tenían Lisboa a la vista por babor momento en el que Moutray envió dos balandras para reponer agua y fruta en las despensas de los navíos.

Cuando apenas habían vuelto al grupo el 8 de agosto y a latitud 36°40′N y 15°W de longitud, desde la cofa mayor del Ramillies (74), donde Moutray arbolaba su estandarte, un grito advirtió de la presencia de varias velas no identificadas al sur-suroeste. Tras atisbar en esa dirección, vieron que se trataba de dos fragatas españolas y dos francesas en facha inmóviles en el medio del océano, a unas 4 millas de distancia. Moutray ordenó al convoy cambiar el rumbo, aumentar vela y seguirle buscando el viento. Por no ver las señales o por simple desobediencia el convoy de mercantes siguió su rumbo sin atender la orden de Moutray acercándose a la costa en dirección a la punta más meridional portuguesa, el cabo de San Vicente camino de la isla de Madeira.

Mientras tanto el día 8 de agosto la escuadra combinada hispano francesa navegaba con vientos del Norte de vuelta del Oeste hasta acercarse a 1 grado del meridiano de las islas de Madeira. La calina de este tórrido día estival había impedido al vigía la visión de toda la fuerza enemiga. En este punto Mazarredo propuso no pasar más al Oeste, porque ya no habría encuentro de buque enemigo alguno que navegase para América o la India, siendo necesario para esto navegar entre 1 y 3 grados al E de la isla de Madeira.

El general Córdova aprobó la propuesta, ordenó virar y navegar vuelta del Este. Se llevaban siempre cazadores en largas descubiertas, estaba la escuadra ligera a barlovento y se divisaba un amplio horizonte. Al anochecer parece que el navío Miño de la escuadra ligera hizo la señal de «tres velas a barlovento», pero no se volvieron a repetir dichas señales ni el navío se acercó a dar cuenta de semejante novedad seguramente por la escasa entidad del avistamiento.

A la una de la madrugada del 9 de agosto de 1780, navegando la escuadra en formación de tres columnas una de las fragatas en descubierta avista en el horizonte gran número de velas al Norte de las Madeira en la latitud de 35°50′ y longitud de 12°52′, y da aviso de su descubrimiento al cuerpo principal de la flota descargando una serie de cañonazos. Sin embargo, la distancia con el resto de la escuadra es enorme y desde el castillo de popa del Santísima Trinidad, aunque a barlovento divisa la señal no puede concretar el número de disparos, su significado y con ello ni la cantidad ni entidad del avistamiento. No obstante, Córdova, seguro de que el oficial al mando repetirá el aviso en cumplimiento de lo que manda el reglamento, espera con sus oficiales la nueva tanda de cañonazos.

Pasados unos minutos, a la una y cuarto, la fragata repite la señal y ahora con toda la oficialidad a la expectativa sí pueden contarse los disparos y se pudo percibir que significaba «vista de embarcaciones que no pertenecían a la escuadra» y el Mayor, José de Mazarredo, procede a cronometrar el tiempo que transcurre desde el primer fogonazo a escucharse la primera señal sonora.

No podía dudarse de que era algún objeto de consideración, pues por una, dos ni tres velas, la fragata o navío que hizo la señal no alborotaría la escuadra de esa manera. Se oían al mismo tiempo cañonazos en número y orden que no formaban señal de las nuestras. Sin embargo, la información proporcionada por la fragata llena de dudas a algunos sobre si en realidad habrán encontrado a la escuadra inglesa del Canal al mando del almirante Geary o al convoy más fuertemente escoltado de lo que se esperaba.

La opinión generalizada era que podría ser el almirante Geary y que no convenía entrar en empeño a oscuras, sin conocimiento de sus fuerzas y con la notable desventaja en el andar de los nuestros al no estar los cascos de nuestros navíos forrados con cobre como los ingleses.

Mazarredo manifestó al General su opinión de que el almirante Geary no podía bajar a estas latitudes salvo que tuviera la intención de buscar nuestra escuadra, que en este caso no podía suponerla en aquel paraje, a 100 leguas del cabo de San Vicente, que en consecuencia de ningún modo creía allí al almirante inglés y que aunque lo fuera, si los enemigos eran superiores, era ya inevitable el combate.

Por el contrario creía que siendo velas enemigas, pocas o muchas, se dirigían a la isla de Madeira, que según la duración de 63 segundos entre los fogonazos y el ruido de los cañonazos, los buques debían estar a unas 4 leguas (1 legua = 2,7 millas = 5,5 km) y que si siguiéramos de la misma bordada del Este, amanecerían lejos por nuestra popa, siendo imposible darles alcance, mientras que virando y tomando el bordo de poniente, con el poco viento del NNE que hacía, con que anduviesen un par de leguas hasta el día y dos o tres que el convoy hiciese en su derrota amanecerían precisamente a la vista, por lo cual era necesario virar sin pérdida de tiempo. El general accedió a lo propuesto y se efectuó la virada inmediata de la escuadra para que el encuentro con el convoy tuviera lugar al amanecer.

A su profundo dominio de la navegación, don Luis unió la astucia, y les preparo una trampa a los ingleses. Ordena poner un farol encendido en lo alto del trinquete del palo de proa del Santísima Trinidad. La añagaza da resultado y los barcos británicos, creyendo que se trata de una señal de su propio comandante, pasan toda la noche navegando directos hacia la boca del lobo, y en efecto a las 4 y cuarto de la madrugada con las primeras luces del alba se empezó a contar una, y seguidamente muchas embarcaciones, todas unidas y con dirección a nuestra escuadra.

Amanecido el día 9, a la vista del convoy y al darse cuenta los ingleses de que los barcos de enfrente son españoles viran de inmediato e inician la desbandada. Demasiado tarde, los españoles y sus aliados franceses se dedican a dar «caza general» y marinar las presas que se iban haciendo entre escoltas y mercantes.

Córdova alineó 13 buques en la vanguardia, con el Trinidad ocupando el 6.º lugar, y voló la señal de persecución inmediata, mientras que 10 navíos, de los cuales media docena portaban la bandera francesa bajo el almirante Bausset, iniciaron la caza del convoy inglés cuya captura se prolongó hasta bien entrada la noche. En la desordenada persecución los buques españoles y franceses iban seleccionando y capturando presas según su propio criterio.

Una vez alcanzados, los mercantes se iban entregando sin presentar apenas oposición ya que, si bien todos ellos iban armados, poco podían hacer frente a los poderosos navíos de línea de modo que a las 5 de la mañana con 16 navíos de la escuadra habían logrado encerrar hasta 36 embarcaciones, que fueron rendidas y marinadas y aunque sobrevino una llovizna que dejaba muy corto horizonte para ver las embarcaciones que huían, se continuó la caza contra ellas.

 
Luis de Córdova y Córdova, director general de la Armada Española y mando supremo de la escuadra combinada.

Más de 50 mercantes que transportaban efectos por valor de dos millones de libras fueron reducidos en una audaz maniobra envolvente de la flota franco-española. Desplegadas en arco oblicuo desde la costa, 8 fragatas empezaron a martillar el aparejo de los Indiamen, que acabaron dispersos e ingobernables. Tan pronto como el capitán John Moutray —que a bordo del Raimilles y junto a las fragatas Tethis y Southsamtom navegaba a retaguardia y barlovento del convoy— se dio cuenta del número de navíos enemigos y escucho los cañones del Santísima Trinidad, inició una veloz de huida ciñendo inmediatamente el viento para alejarse de nuestra escuadra.

Todos los bajeles ingleses intentaron lo propio. Mr Bausset al mando de la escudara ligera junto a otros navíos ente los que se contaba el Purísima Concepción del almirante español Miguel Gastón, que estaba a vanguardia de la escuadra combinada hispano francesa, intentaron darles caza con el mayor empeño pero, aunque se soltó todo el trapo de los nuestros, no pudo lograrse su alcance por el barlovento que ya tenían y su excesiva ventaja en el andar, en cuyas circunstancias tomaron estos Jefes la acertada determinación de cargar sobre los mercantes que huían hacia el S.O. y lograron interceptarlos.

Cerca del cabo Santa María, Santiago Liniers, comandando una flotilla de 3 cañoneras anejas al Concepción, abrió fuego sobre la fragata inglesa Helbrech (30), la más adelantada y que trataba de unirse al Ramillies. Las cañoneras la inhabilitaron con un fuego certero y continuo, quedando a la deriva. Liniers la apresó personalmente desde la suya, mientras que las otras dos lograron frenar también el avance de la Royal George (28), que fue capturada al momento.

Los cañonazos del Trinidad demolieron los cascos del Monstraut y el Geoffrey, también de 28 piezas que trataban de huir. La fragata inglesa Gaton (30) estuvo a punto de perderse por un incendio que se declaró en el velacho y que se propagó rápidamente, tras ser acribillada desde el Concepción. Cuando llegó la dotación de presa, toda la cubierta estaba sembrada de cascotes, entre los que se encontraban los restos del trinquete. Aun así, pudo salvarse y tras ser reparada fue incorporada a la armada española con el nombre de Colón.

Con ellos y con los detenidos por el resto de la escuadra, quedaron al anochecer marinadas 51 presas sin que se hubiesen escapado más que por el Este un bergantincillo muy velero, y unas 6 o 7 embarcaciones que el Jefe Mr. Bausset vio muy a barlovento, cuando daba caza a los 3 buques de guerra. Sin embargo la jornada no había concluido y a las mencionadas 51 se agregaron tres más perseguidas y apresadas por la fragata Nereide y otros navíos que ibas a retaguardia como la fragata Hércules de 36 cañones incorporada al paso del convoy a Cádiz con su carga arboladura, jarcias y otros repuestos para navíos con destino a Jamaica; la fragata Carlota de 14 cañones que entró a puerto con la fragata Nereide y que conducía a la esposa e hijos del general John Dalling, Gobernador de Jamaica, y la fragata Real Carlota.

Iniciada la inspección de los buques apresados, los aliados comprendieron la importancia del golpe asestado al Reino de Gran Bretaña, pues no sólo se habían capturado 52 buques (3 transportes más serían capturados en días posteriores),[4]​ sino también 80 000 mosquetes, 3000 barriles de pólvora, gran cantidad de provisiones y efectos navales destinados a mantener operativas las flotas británicas de América y el océano Índico, vestuario y equipación para doce regimientos de infantería, y la ingente suma de 1 000 000 de libras esterlinas en lingotes y monedas de oro (todos los buques y bienes capturados estaban valorados en unas 600 000 libras). Además se hicieron cerca de 3000 prisioneros, de los cuales unos 1400 eran oficiales y soldados de infantería que pasaban como refuerzos a ultramar.

Consecuencias

Las pérdidas supusieron para el Reino Unido el mayor desastre logístico de su historia naval, superando incluso al sufrido por el convoy PQ 17, perdido frente a fuerzas alemanas más de un siglo y medio después, durante la Segunda Guerra Mundial. El número de buques y hombres capturados, así como la cantidad de más de 1 millón de libras esterlinas en lingotes y monedas de oro que pasaron a manos españolas, provocaron fuertes pérdidas en la Bolsa de Londres, lo que perjudicó gravemente las importantes finanzas que el Reino de Gran Bretaña mantenía para poder sostener las lejanas guerras que libraba.

Jorge III sufrió una lipotimia cuando recibió la noticia, no solo por el varapalo a las arcas del Estado, sino porque acababa de perder una importante suma de su propio patrimonio que, aconsejado por su secretario, había invertido en 3 valores de la bolsa londinense. El índice general del incipiente parqué se había desplomado 18 puntos porcentuales tras conocerse la captura de todo el convoy con destino a la India. La compañía de seguros Lloyd´s, una de las inversiones del soberano inglés, entró en números rojos la semana siguiente al conocimiento de la acción naval, tras tener que afrontar pólizas por un valor superior a la mitad de sus activos y perdió el 60 por ciento de su cotización en bolsa. Esta victoria española, añadida a las graves pérdidas ocasionadas por los temporales del Caribe provocó una crisis financiera entre los aseguradores de marina de toda Europa.[5]​ Muchos entraron en bancarrota, y las tasas de seguro de guerra, ya elevadas, subieron a niveles desorbitados. También se incrementó el descontento público contra el ministro británico y la dirección de la Royal Navy.

Marinado y conducido a Cádiz el convoy fue sometido al dictamen del Juzgado de Presas, fue declarado por de buena y legítima presa, lo cual fue comunicado por el presidente de la Junta de Presas de la Isla de León a D. Luis de Córdova, instándole a la presentación de los diputados apoderados de la escuadra combinada para proceder a la descarga, almacenaje y venta de los cargamentos y las embarcaciones.

En los mismos términos que la escuadra española se beneficiará de las concesiones otorgadas por S. M. en la Adicional de la Ordenanza de Corso de 1779, iba a ver recompensada su actuación la francesa amparada por la Ordonnance du Roi du 28 mars 1778 (artículos I y II).

Los españoles se comportaron con gran humanidad con sus prisioneros, devolviendo el generoso trato recibido por sus compañeros por parte del Almirante George Brydges Rodney.[6]

Cinco de los barcos capturados fueron puestos al servicio de la flota española. La armada de España comisionó el Hillsborough de 30 cañones como Santa Clotilde de 12 cañones en calidad de urca; el Mountstuart de 28 cañones como el Santa Balvina de 34 cañones; el Royal George de 28 cañones como el Real Jorge de 34 cañones; el Godfrey de 28 cañones como el Santa Biviana de 34 cañones y el Gatton de 28 cañones como Santa Paula de 34 cañones.[7]

Referencias

  1. Jesús García Calero (5 de enero de 2014): «El día del gran golpe de Luis de Córdova a la Armada inglesa». abcblogs.abc.es. Consultado el 10 de agosto de 2020.
  2. Casado, pp. 414-415.
  3. Casado, p. 175.
  4. «El apresamiento de medio centenar de buques por la escuadra de Luis de Córdoba». Todo a babor. 28 de marzo de 2019. Consultado el 20 de diciembre de 2020. 
  5. Volo, p. 78.
  6. The Scots Magazine. Octubre de 1780, p. 547.
  7. Vela, pp. 120-122.

Bibliografía

  • Vela, Rubén E. (2017) Presas de la Armada Española 1779-1828: listado de buques apresados e incorporados a la Real Armada por apresamiento. ISBN 1-86176-030-2.
  • Volo, M. James. (2008). Blue Water Patriots: The American Revolution Afloat, Rowman & Littlefield Publishers, Inc. ISBN 978-0-7425-6120-5.
  • Casado Rabanal, David (2009). La Marina ilustrada. Sueño y ambición de la España del XVIII. Madrid: Ediciones Antígona & Ministerio de Defensa.
  • Peña Blanco, Joaquín Guillermo (2020). La Real Armada contra la Royal Navy. Alicante: Editorial EAS.
  • Rodríguez González, Agustín Ramón (2006). Victorias por mar de los españoles. Madrid: Grafite Ediciones.

Enlaces externos

  • «Listado de presas británicas capturadas por la escuadra de Luis de Córdova en 1780». Sitio web Todo a Babor, sección Datos y Documentación.
  • «Descripción del apresamiento del gran convoy británico en 1780 por la escuadra combinada de España y Francia al mando del general don Luis de Córdoba». La revista militar: periódico de arte, ciencia y literatura militar, volumen 8, 1851.
  •   Datos: Q2574010

acción, agosto, 1780, para, otras, batallas, mismo, nombre, véase, batalla, cabo, santa, maría, captura, doble, convoy, inglés, 1780, acción, agosto, 1780, batalla, cabo, santa, maría, 1780, produjo, marco, guerra, independencia, estados, unidos, más, concreta. Para otras batallas del mismo nombre vease Batalla del cabo de Santa Maria La captura del doble convoy ingles de 1780 accion del 9 de agosto de 1780 o batalla del cabo de Santa Maria 1780 se produjo en el marco de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos y mas concretamente en la Guerra anglo espanola 1779 1783 cuando partiendo de la informacion proporcionada por los servicios de inteligencia espanoles una flota combinada hispano francesa al mando del director general de la Armada Espanola don Luis de Cordova consiguio apresar sin apenas resistencia y cuando aun no se habian separado a dos convoyes ingleses uno con destino a la India y otro con destino a America que cargados de tropas pertrechos y armas se dirigian a prestar apoyo a las guerras coloniales britanicas en ultramar 1 Captura del doble convoy ingles de 1780Guerra de Independencia de los Estados UnidosParte de guerra de Independencia de los Estados UnidosNavio Santisima Trinidad buque insignia de la escuadra espanola responsable del apresamiento de 52 buques britanicos el 9 de agosto de 1780 Fecha9 de agosto de 1780LugarOceano AtlanticoCoordenadas35 50 01 N 13 14 00 O 35 83361111 13 23333333 Coordenadas 35 50 01 N 13 14 00 O 35 83361111 13 23333333ResultadoVictoria espanola Captura de 52 buques destinados a reforzar las guerras coloniales britanicas Importante golpe logistico y moral contra el Reino Unido de Gran Bretana Beligerantes Espana Francia Reino de Gran BretanaComandantesLuis de Cordova Jose de Mazarredo Antoine Hilarion de Beausset John MoutrayFuerzas en combateEspana27 navios de linea4 fragatas2 de otro tipoFrancia9 navios de linea1 fragata 1 navio de linea2 fragatas55 transportes armadosBajasNinguna 36 fragatas capturadas10 bergantines capturados6 paquebotes capturadosTotal 52 buques1350 marinos capturados1357 oficiales y soldados de infanteria capturados286 civiles capturadosTotal 2943 prisioneros80 000 mosquetes294 canones3000 barriles de polvoraVestimenta y equipacion para 12 regimientos de infanteriaGran cantidad de provisiones para las flotas del Indico y de America1 millon de libras en oro editar datos en Wikidata Indice 1 Antecedentes 2 Localizacion del convoy britanico y caza general 3 Consecuencias 4 Referencias 5 Bibliografia 6 Enlaces externosAntecedentes EditarEn 1780 el Reino Unido de Gran Bretana se enfrentaba a uno de los momentos mas criticos de su historia al sostener una guerra que acabaria perdiendo frente a los colonos rebeldes de Norteamerica episodio conocido como la Guerra de Independencia de los Estados Unidos La situacion se agravo cuando Espana y Francia se aliaron en su contra y decidieron apoyar militar y politicamente el alzamiento de las colonias americanas Ademas los britanicos sostenian al mismo tiempo una dura guerra colonial en la India subcontinente que acabarian anexionando a su imperio a lo largo del siglo XIX A pesar de que la Marina Real britanica empezaba a emerger como la primera marina de guerra del mundo las armadas espanola y francesa aun estaban en condiciones de hacer frente a la britanica operando en flotas combinadas Precisamente en el verano de 1779 una operacion de este tipo bajo mando del almirante frances Louis Guillouet conde de Orvilliers y del espanol Luis de Cordova sembro el panico en las costas britanicas tras poner en fuga a la escuadra del canal de la Mancha y apresar el navio HMS Ardent dejando el terreno libre para la invasion hispano francesa del Reino de Gran Bretana La poblacion abandono precipitadamente las localidades costeras y el comercio naval ingles y la Bolsa de Londres cesaron su actividad en un ambiente de terror que no se habia vivido desde los tiempos de la guerra anglo espanola del siglo XVI acentuandose la situacion de desamparo de los britanicos por el hecho de que las mejores unidades del ejercito britanico se encontraban combatiendo en ultramar 2 Finalmente y a pesar de la insistencia del almirante espanol para lanzar de inmediato la invasion 3 Guillouet comandante supremo de la escuadra combinada no se decidio a ordenar el desembarco Tras una espera de varios dias estallo una epidemia en los buques franceses que no tardo en extenderse a los espanoles 2 por lo que la flota franco espanola tuvo que retirarse a Brest perdiendose la oportunidad de asestar un golpe definitivo al Reino de Gran Bretana En cualquier caso este episodio condicionaria las actuaciones posteriores de la Marina Real britanica puesto que a partir de entonces la obsesion del Primer Lord del Almirantazgo fue la proteccion de las costas britanicas a todo trance Asi en el verano de 1780 partio de la localidad de Portsmouth un convoy compuesto por 55 mercantes armados escoltado por la flota del canal de la Mancha que deberia dividirse en dos en algun punto del Atlantico dirigiendose una parte a la India para apoyar la guerra colonial y la otra a Norteamerica para combatir a los rebeldes de las Trece Colonias Las ordenes del almirantazgo fueron que la escolta abandonara al convoy a la altura de Galicia para regresar inmediatamente al canal de la Mancha Los mercantes debian navegar alejados de las costas ibericas y de las rutas comerciales habituales para evitar encuentros fortuitos con navios espanoles o franceses y contarian tan solo con el apoyo de un navio de linea y dos fragatas Los agentes de inteligencia espanoles destacados en Londres consiguieron averiguar la fecha de salida del convoy y la posible ruta que iba a seguir antes de dividirse enviando inmediatamente la informacion al conde de Floridablanca En aquellos momentos Luis de Cordova que habia sido nombrado Director General de la Armada Espanola en febrero de ese ano se encontraba vigilando el estrecho de Gibraltar al mando de una flota de veintisiete navios de linea y varias fragatas a la que se habia sumado una escuadra francesa de nueve navios y una fragata mandados por Mr de Beausset Con esta escuadra cruzaba habitualmente entre los cabos y costas de Portugal internandose en el mar todo lo necesario para proteger la arribada de los convoyes provenientes de America y abrir paso a los buques espanoles que provenientes de El Ferrol o Santander se dirigian a Cadiz Cordova ejercia el mando supremo de la flota combinada a pesar de las quejas de los franceses que dudaban de su capacidad por haber cumplido el almirante espanol los 73 anos Por su parte Floridablanca no dudaba en absoluto de la valia del viejo militar y ya en una carta fechada en noviembre de 1779 y dirigida al conde de Aranda afirmaba que el viejo ha resultado mas alentado y sufrido que los senoritos de Brest 3 En ese empeno colaboraba con Cordova desde el 15 de abril Jose de Mazarredo como segundo en el mando ejerciendo como mayor general de la Armada del Oceano lo que hoy seria el jefe de su Estado Mayor El bilbaino comenzo a adiestrar a fondo las dotaciones de Capitan a paje y el manejo del material de quilla a perilla y organizo constantes comisiones de pequenas agrupaciones de navios y sutiles para patrullar las derrotas del golfo de Cadiz y el Estrecho comisiones que ocasionalmente incluian bombardeos sobre el Penon Por alli solia cruzar D Luis de Cordova al mando de la escuadra hispano saliendo a patrullar el Estrecho desde el 9 de Julio para interceptar una escuadra avistada que se creia era britanica al mando del almirante Geary La escuadra compuesta por 22 navios espanoles 9 franceses ademas de seis fragatas una corbeta y tres balandras dispuestas de la siguiente manera Segunda escuadra1 ª DivisionAtlante Bourgogne Jefe de Escuadra San Joaquin San Pascual y la fragata Santa Lucia 2 ª DivisionPurisima Concepcion Comandante General Rayo San Rafael San Justo Scipion 74 y la fragata Santa Rufina Primera escuadra 3 ª DivisionMarselles San Carlos Galicia Angel de la Guardia y fragata Santa Barbara 4 ª DivisionSantisima Trinidad Comandante general Hero San Fernando Oriente San Eugenio y la fragata Santa Perpetua Tercera escuadra5 ª DivisionSan Vicente Protecteur Jefe de Escuadra Serio Brillante Cesar y la corbeta Santa Catalina 6 ª DivisionSanta Isabel Comandante general Firme Terrible Zodiaque la fragata Carmen y las balandras Activa Golondrina y BizarraEscuadra ligera y cuerpo de reserva al mando del jefe de escuadra Mr Bausset Glorioso jefe de escuadra Septentrion Mino Zele y la fragata Nereide Con ellas regreso a Cadiz el 18 de julio cuando se descubrio que la escuadra que buscaban eran buques de guerra marroquies que escoltaban un convoy Patrullando el estrecho dejo Cordova a seis navios tres fragatas y una corbeta al mando de don Miguel Gaston Entre su salida y arribada al puerto de Cadiz habian llegado al mismo los navios franceses Terrible de 110 canones Atrevido de 64 Leon de 64 Sagitario de 56 junto a la fragata Aurora provenientes todos ellos de Tolon y el navio frances Actif de 74 canones proveniente de Brest Vueltos a puerto se dispuso que saliendo de Cadiz el 31 de Julio patrullara por aquellas aguas entre los cabos de Santa Maria 36 57 36 N 7 53 18 O y San Vicente 37 01 30 N 8 59 40 O disponiendo la flota de la siguiente forma En total 18 navios espanoles Santisima Trinidad Purisima Concepcion Rayo San Carlos Santa Isabel San Miguel San Eugenio San Justo Galicia Angel de la Guarda San Vicente Ferrer Brillante Firme San Joaquin Atlante San Damaso Septentrion y Mino junto a 14 franceses Glorieux Bourgogne Zodiaque Scipion Zele Marsellais Cesar Hero Protecteur Terrible Actif Hardy Leon y Sagittare acompanados por tres fragatas espanolas Asuncion Santa Perpetua Santa Barbara y una francesa la Nereide mas una corbeta espanola Santa Catalina una balandra Golondrina y una balandra ligera Patache repartidos en tres escuadras y una escuadra ligera con funciones de cuerpo de reserva de nuevo al mando de Antonie Hilarion de Beausset Por el lado ingles el almirante Geary del Western Squadron habia establecido su crucero en el golfo de Vizcaya Las noticias que se habian publicado en las gacetas eran que el almirante ingles destacaria fragatas en busca de la escuadra aliada para venir a batirla en cuanto supiese de su salida Las fuerzas que Inglaterra tenia entonces en Europa eran de 34 navios y aunque se aseguraba que Geary habia hecho su salida con solo 22 se suponia que se habia ido reforzando y que nunca se decidiria a bajar hacia nuestras latitudes sin contar al menos con unos 30 Tenia Cordova ordenes de no rebasar el Cabo de San Vicente y por sus inmediaciones estaba al comenzar el mes de agosto con sus 32 navios de linea cuando recibio despachos del conde de Floridablanca avisandole de la salida de Inglaterra de dos convoyes con destino hacia las Indias Orientales y Occidentales que escoltandolos por un navio y dos fragatas hasta las islas Azores se separarian sobre ese punto y tomarian a partir de entonces su respectivo rumbo En el aviso se le prevenia que los buscara con empeno y diligencia lo cual hizo en seguida adentrandose en el Atlantico Todo habia empezado unas semanas antes cuando los espias de la corona espanola en Londres se hacen con los informes que detallan la salida al mar de un gran convoy que llegado un punto se dividira en dos con la intencion por una parte de dirigirse a las Antillas inglesas para avituallar a la escuadra de Rodney y a las tropas inglesas enfrascadas en los combates por la independencia de sus colonias norteamericanas mientras la otra parte se dirigiria a la India donde Gran Bretana libraba otra guerra colonial contra las naciones hindues maratas el rebelde Hider Ali Kan y la escuadra francesa de las Indias Orientales El informe es muy detallado senala la fecha aproximada de partida y el rumbo previsto que ha de seguir El convoy partira el 29 de julio de Portsmouth rumbo al Sur escoltado por la escuadra del Canal de la Mancha los navios Inflexible 64 Buffalo 60 y la fragata Alarm 32 hasta las islas Sorlingas o Scilly donde tomara el relevo la escuadra de Geary que lo acompanara hasta la altura de Galicia desde donde la escuadra volvera a Inglaterra y solo quedarian como escolta el navio de linea de 74 canones Ramilles al mando del el comandante de la flota John Moutray y las fragatas de 36 canones Thetis al mando del comandante Linzee y Southampton al mando del comandante Garnier Una vez dejado el paralelo de Galicia el convoy ingles y su exigua escolta seguiran rumbo Sur recalando en Madeira hasta las Canarias donde una parte virara al Oeste y el resto seguira rumbo al Cabo de Buena Esperanza camino de la India procurando en todo momento mantenerse lo mas alejado posible de nuestras costas ya que su principal objetivo es evitar encuentros con la flota espanola De forma casi simultanea a este aviso y confirmando la informacion transmitida por los agentes de Londres recibio el secretario de Estado Jose Monino y Redondo conde de Floridablanca a traves del Capitan General de Cuba la informacion recogida por la red de agentes secretos creada por Juan de Miralles y que tenia su sede en Filadelfia de que una fuerte escuadra de buques britanicos mercantes y de guerra iba a zarpar de Inglaterra con tropas de refuerzo material de guerra alimentos y municiones para Rodney y las fuerzas que combatian en las Trece Colonias rebeldes Confirmadas por estas confidencias la importancia y detalles del convoy Floridablanca ideo en el mismo cuarto del rey un golpe que salio perfecto gracias a que por la enfermedad de su titular el marques de Castejon despachaba interinamente los asuntos mas urgentes de la Secretaria de Marina ademas de los propios como Secretario de Estado Se tuvo esta gloriosa y utilisima accion por una especie de milagro concurriendo las combinaciones de recibir yo las noticias mi diligencia en aprovecharlas y la proporcion que me daba el despacho interino de Marina En la Real estancia Floridablanca defendio ante el rey un plan para interceptar la flota a la altura de las Azores Tras alguna vacilacion el rey concedio la autorizacion para aprovechar sobre la marcha las favorables circunstancias expidiendo de inmediato correos a Cadiz y a Lisboa de cuyos puertos salieron bajeles hacia el crucero de la escuadra siendo el buque gaditano el primero que aviso a Cordova de los propicio de la ocasion Localizacion del convoy britanico y caza general EditarLa escuadra combinada hispano francesa abandono las aguas del estrecho y se adentro en el Atlantico guiandose por las suposiciones hechas a partir de la fecha de salida las caracteristicas del convoy britanico y la ruta mas probable suministrada por los agentes espanoles enviando varias fragatas de exploracion que batieron una amplia zona del oceano El 29 de julio de 1780 el capitan John Moutray habia zarpado de Plymouth al mando del navio Ramillies 74 y las fragatas Southampton Thetis de 36 canones que escoltaban las provisiones vituallas y pertrechos militares transportados en mas de 70 East Indiamen bajeles mercantes ingleses de la carrera de Indias El convoy y sus tres escoltas gozaron de la proteccion de la flota inglesa del Canal hasta unas 112 millas de las islas Scilly o Sorlingas volviendo de vuelta a Inglaterra cuando el 3 de agosto el convoy alcanzo la altura de las costas gallegas Una vez separados de la Home Fleet el resto siguio la derrota paralela a la costa atlantica lusa y el dia 6 al anochecer tenian Lisboa a la vista por babor momento en el que Moutray envio dos balandras para reponer agua y fruta en las despensas de los navios Cuando apenas habian vuelto al grupo el 8 de agosto y a latitud 36 40 N y 15 W de longitud desde la cofa mayor del Ramillies 74 donde Moutray arbolaba su estandarte un grito advirtio de la presencia de varias velas no identificadas al sur suroeste Tras atisbar en esa direccion vieron que se trataba de dos fragatas espanolas y dos francesas en facha inmoviles en el medio del oceano a unas 4 millas de distancia Moutray ordeno al convoy cambiar el rumbo aumentar vela y seguirle buscando el viento Por no ver las senales o por simple desobediencia el convoy de mercantes siguio su rumbo sin atender la orden de Moutray acercandose a la costa en direccion a la punta mas meridional portuguesa el cabo de San Vicente camino de la isla de Madeira Mientras tanto el dia 8 de agosto la escuadra combinada hispano francesa navegaba con vientos del Norte de vuelta del Oeste hasta acercarse a 1 grado del meridiano de las islas de Madeira La calina de este torrido dia estival habia impedido al vigia la vision de toda la fuerza enemiga En este punto Mazarredo propuso no pasar mas al Oeste porque ya no habria encuentro de buque enemigo alguno que navegase para America o la India siendo necesario para esto navegar entre 1 y 3 grados al E de la isla de Madeira El general Cordova aprobo la propuesta ordeno virar y navegar vuelta del Este Se llevaban siempre cazadores en largas descubiertas estaba la escuadra ligera a barlovento y se divisaba un amplio horizonte Al anochecer parece que el navio Mino de la escuadra ligera hizo la senal de tres velas a barlovento pero no se volvieron a repetir dichas senales ni el navio se acerco a dar cuenta de semejante novedad seguramente por la escasa entidad del avistamiento A la una de la madrugada del 9 de agosto de 1780 navegando la escuadra en formacion de tres columnas una de las fragatas en descubierta avista en el horizonte gran numero de velas al Norte de las Madeira en la latitud de 35 50 y longitud de 12 52 y da aviso de su descubrimiento al cuerpo principal de la flota descargando una serie de canonazos Sin embargo la distancia con el resto de la escuadra es enorme y desde el castillo de popa del Santisima Trinidad aunque a barlovento divisa la senal no puede concretar el numero de disparos su significado y con ello ni la cantidad ni entidad del avistamiento No obstante Cordova seguro de que el oficial al mando repetira el aviso en cumplimiento de lo que manda el reglamento espera con sus oficiales la nueva tanda de canonazos Pasados unos minutos a la una y cuarto la fragata repite la senal y ahora con toda la oficialidad a la expectativa si pueden contarse los disparos y se pudo percibir que significaba vista de embarcaciones que no pertenecian a la escuadra y el Mayor Jose de Mazarredo procede a cronometrar el tiempo que transcurre desde el primer fogonazo a escucharse la primera senal sonora No podia dudarse de que era algun objeto de consideracion pues por una dos ni tres velas la fragata o navio que hizo la senal no alborotaria la escuadra de esa manera Se oian al mismo tiempo canonazos en numero y orden que no formaban senal de las nuestras Sin embargo la informacion proporcionada por la fragata llena de dudas a algunos sobre si en realidad habran encontrado a la escuadra inglesa del Canal al mando del almirante Geary o al convoy mas fuertemente escoltado de lo que se esperaba La opinion generalizada era que podria ser el almirante Geary y que no convenia entrar en empeno a oscuras sin conocimiento de sus fuerzas y con la notable desventaja en el andar de los nuestros al no estar los cascos de nuestros navios forrados con cobre como los ingleses Mazarredo manifesto al General su opinion de que el almirante Geary no podia bajar a estas latitudes salvo que tuviera la intencion de buscar nuestra escuadra que en este caso no podia suponerla en aquel paraje a 100 leguas del cabo de San Vicente que en consecuencia de ningun modo creia alli al almirante ingles y que aunque lo fuera si los enemigos eran superiores era ya inevitable el combate Por el contrario creia que siendo velas enemigas pocas o muchas se dirigian a la isla de Madeira que segun la duracion de 63 segundos entre los fogonazos y el ruido de los canonazos los buques debian estar a unas 4 leguas 1 legua 2 7 millas 5 5 km y que si siguieramos de la misma bordada del Este amanecerian lejos por nuestra popa siendo imposible darles alcance mientras que virando y tomando el bordo de poniente con el poco viento del NNE que hacia con que anduviesen un par de leguas hasta el dia y dos o tres que el convoy hiciese en su derrota amanecerian precisamente a la vista por lo cual era necesario virar sin perdida de tiempo El general accedio a lo propuesto y se efectuo la virada inmediata de la escuadra para que el encuentro con el convoy tuviera lugar al amanecer A su profundo dominio de la navegacion don Luis unio la astucia y les preparo una trampa a los ingleses Ordena poner un farol encendido en lo alto del trinquete del palo de proa del Santisima Trinidad La anagaza da resultado y los barcos britanicos creyendo que se trata de una senal de su propio comandante pasan toda la noche navegando directos hacia la boca del lobo y en efecto a las 4 y cuarto de la madrugada con las primeras luces del alba se empezo a contar una y seguidamente muchas embarcaciones todas unidas y con direccion a nuestra escuadra Amanecido el dia 9 a la vista del convoy y al darse cuenta los ingleses de que los barcos de enfrente son espanoles viran de inmediato e inician la desbandada Demasiado tarde los espanoles y sus aliados franceses se dedican a dar caza general y marinar las presas que se iban haciendo entre escoltas y mercantes Cordova alineo 13 buques en la vanguardia con el Trinidad ocupando el 6 º lugar y volo la senal de persecucion inmediata mientras que 10 navios de los cuales media docena portaban la bandera francesa bajo el almirante Bausset iniciaron la caza del convoy ingles cuya captura se prolongo hasta bien entrada la noche En la desordenada persecucion los buques espanoles y franceses iban seleccionando y capturando presas segun su propio criterio Una vez alcanzados los mercantes se iban entregando sin presentar apenas oposicion ya que si bien todos ellos iban armados poco podian hacer frente a los poderosos navios de linea de modo que a las 5 de la manana con 16 navios de la escuadra habian logrado encerrar hasta 36 embarcaciones que fueron rendidas y marinadas y aunque sobrevino una llovizna que dejaba muy corto horizonte para ver las embarcaciones que huian se continuo la caza contra ellas Luis de Cordova y Cordova director general de la Armada Espanola y mando supremo de la escuadra combinada Mas de 50 mercantes que transportaban efectos por valor de dos millones de libras fueron reducidos en una audaz maniobra envolvente de la flota franco espanola Desplegadas en arco oblicuo desde la costa 8 fragatas empezaron a martillar el aparejo de los Indiamen que acabaron dispersos e ingobernables Tan pronto como el capitan John Moutray que a bordo del Raimilles y junto a las fragatas Tethis y Southsamtom navegaba a retaguardia y barlovento del convoy se dio cuenta del numero de navios enemigos y escucho los canones del Santisima Trinidad inicio una veloz de huida cinendo inmediatamente el viento para alejarse de nuestra escuadra Todos los bajeles ingleses intentaron lo propio Mr Bausset al mando de la escudara ligera junto a otros navios ente los que se contaba el Purisima Concepcion del almirante espanol Miguel Gaston que estaba a vanguardia de la escuadra combinada hispano francesa intentaron darles caza con el mayor empeno pero aunque se solto todo el trapo de los nuestros no pudo lograrse su alcance por el barlovento que ya tenian y su excesiva ventaja en el andar en cuyas circunstancias tomaron estos Jefes la acertada determinacion de cargar sobre los mercantes que huian hacia el S O y lograron interceptarlos Cerca del cabo Santa Maria Santiago Liniers comandando una flotilla de 3 canoneras anejas al Concepcion abrio fuego sobre la fragata inglesa Helbrech 30 la mas adelantada y que trataba de unirse al Ramillies Las canoneras la inhabilitaron con un fuego certero y continuo quedando a la deriva Liniers la apreso personalmente desde la suya mientras que las otras dos lograron frenar tambien el avance de la Royal George 28 que fue capturada al momento Los canonazos del Trinidad demolieron los cascos del Monstraut y el Geoffrey tambien de 28 piezas que trataban de huir La fragata inglesa Gaton 30 estuvo a punto de perderse por un incendio que se declaro en el velacho y que se propago rapidamente tras ser acribillada desde el Concepcion Cuando llego la dotacion de presa toda la cubierta estaba sembrada de cascotes entre los que se encontraban los restos del trinquete Aun asi pudo salvarse y tras ser reparada fue incorporada a la armada espanola con el nombre de Colon Con ellos y con los detenidos por el resto de la escuadra quedaron al anochecer marinadas 51 presas sin que se hubiesen escapado mas que por el Este un bergantincillo muy velero y unas 6 o 7 embarcaciones que el Jefe Mr Bausset vio muy a barlovento cuando daba caza a los 3 buques de guerra Sin embargo la jornada no habia concluido y a las mencionadas 51 se agregaron tres mas perseguidas y apresadas por la fragata Nereide y otros navios que ibas a retaguardia como la fragata Hercules de 36 canones incorporada al paso del convoy a Cadiz con su carga arboladura jarcias y otros repuestos para navios con destino a Jamaica la fragata Carlota de 14 canones que entro a puerto con la fragata Nereide y que conducia a la esposa e hijos del general John Dalling Gobernador de Jamaica y la fragata Real Carlota Iniciada la inspeccion de los buques apresados los aliados comprendieron la importancia del golpe asestado al Reino de Gran Bretana pues no solo se habian capturado 52 buques 3 transportes mas serian capturados en dias posteriores 4 sino tambien 80 000 mosquetes 3000 barriles de polvora gran cantidad de provisiones y efectos navales destinados a mantener operativas las flotas britanicas de America y el oceano Indico vestuario y equipacion para doce regimientos de infanteria y la ingente suma de 1 000 000 de libras esterlinas en lingotes y monedas de oro todos los buques y bienes capturados estaban valorados en unas 600 000 libras Ademas se hicieron cerca de 3000 prisioneros de los cuales unos 1400 eran oficiales y soldados de infanteria que pasaban como refuerzos a ultramar Consecuencias EditarLas perdidas supusieron para el Reino Unido el mayor desastre logistico de su historia naval superando incluso al sufrido por el convoy PQ 17 perdido frente a fuerzas alemanas mas de un siglo y medio despues durante la Segunda Guerra Mundial El numero de buques y hombres capturados asi como la cantidad de mas de 1 millon de libras esterlinas en lingotes y monedas de oro que pasaron a manos espanolas provocaron fuertes perdidas en la Bolsa de Londres lo que perjudico gravemente las importantes finanzas que el Reino de Gran Bretana mantenia para poder sostener las lejanas guerras que libraba Jorge III sufrio una lipotimia cuando recibio la noticia no solo por el varapalo a las arcas del Estado sino porque acababa de perder una importante suma de su propio patrimonio que aconsejado por su secretario habia invertido en 3 valores de la bolsa londinense El indice general del incipiente parque se habia desplomado 18 puntos porcentuales tras conocerse la captura de todo el convoy con destino a la India La compania de seguros Lloyd s una de las inversiones del soberano ingles entro en numeros rojos la semana siguiente al conocimiento de la accion naval tras tener que afrontar polizas por un valor superior a la mitad de sus activos y perdio el 60 por ciento de su cotizacion en bolsa Esta victoria espanola anadida a las graves perdidas ocasionadas por los temporales del Caribe provoco una crisis financiera entre los aseguradores de marina de toda Europa 5 Muchos entraron en bancarrota y las tasas de seguro de guerra ya elevadas subieron a niveles desorbitados Tambien se incremento el descontento publico contra el ministro britanico y la direccion de la Royal Navy Marinado y conducido a Cadiz el convoy fue sometido al dictamen del Juzgado de Presas fue declarado por de buena y legitima presa lo cual fue comunicado por el presidente de la Junta de Presas de la Isla de Leon a D Luis de Cordova instandole a la presentacion de los diputados apoderados de la escuadra combinada para proceder a la descarga almacenaje y venta de los cargamentos y las embarcaciones En los mismos terminos que la escuadra espanola se beneficiara de las concesiones otorgadas por S M en la Adicional de la Ordenanza de Corso de 1779 iba a ver recompensada su actuacion la francesa amparada por la Ordonnance du Roi du 28 mars 1778 articulos I y II Los espanoles se comportaron con gran humanidad con sus prisioneros devolviendo el generoso trato recibido por sus companeros por parte del Almirante George Brydges Rodney 6 Cinco de los barcos capturados fueron puestos al servicio de la flota espanola La armada de Espana comisiono el Hillsborough de 30 canones como Santa Clotilde de 12 canones en calidad de urca el Mountstuart de 28 canones como el Santa Balvina de 34 canones el Royal George de 28 canones como el Real Jorge de 34 canones el Godfrey de 28 canones como el Santa Biviana de 34 canones y el Gatton de 28 canones como Santa Paula de 34 canones 7 Referencias Editar Jesus Garcia Calero 5 de enero de 2014 El dia del gran golpe de Luis de Cordova a la Armada inglesa abcblogs abc es Consultado el 10 de agosto de 2020 a b Casado pp 414 415 a b Casado p 175 El apresamiento de medio centenar de buques por la escuadra de Luis de Cordoba Todo a babor 28 de marzo de 2019 Consultado el 20 de diciembre de 2020 Volo p 78 The Scots Magazine Octubre de 1780 p 547 Vela pp 120 122 Bibliografia EditarVela Ruben E 2017 Presas de la Armada Espanola 1779 1828 listado de buques apresados e incorporados a la Real Armada por apresamiento ISBN 1 86176 030 2 Volo M James 2008 Blue Water Patriots The American Revolution Afloat Rowman amp Littlefield Publishers Inc ISBN 978 0 7425 6120 5 Casado Rabanal David 2009 La Marina ilustrada Sueno y ambicion de la Espana del XVIII Madrid Ediciones Antigona amp Ministerio de Defensa Pena Blanco Joaquin Guillermo 2020 La Real Armada contra la Royal Navy Alicante Editorial EAS Rodriguez Gonzalez Agustin Ramon 2006 Victorias por mar de los espanoles Madrid Grafite Ediciones Enlaces externos Editar Listado de presas britanicas capturadas por la escuadra de Luis de Cordova en 1780 Sitio web Todo a Babor seccion Datos y Documentacion Descripcion del apresamiento del gran convoy britanico en 1780 por la escuadra combinada de Espana y Francia al mando del general don Luis de Cordoba La revista militar periodico de arte ciencia y literatura militar volumen 8 1851 Datos Q2574010Obtenido de https es wikipedia org w index php title Accion del 9 de agosto de 1780 amp oldid 134412736, wikipedia, wiki, leyendo, leer, libro, biblioteca,

español

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